Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 78/2006. Ponente: Ilma. Sra. Dª. Concepción Santos Martín DERECHOS LABORALES DEL TRABAJADOR: inviolabilidad de la persona: vulneración del derecho: existencia: registro y vaciado de la taquilla del trabajador: en ausencia del mismo y de representantes legales o testigos: presidente del comité de empresa. El TSJ desestima el recurso interpuesto por la empresa demandada contra la Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 3 de Navarra, dictada en autos promovidos en reclamación de tutela de derechos fundamentales, en base a lo reseñado en la fundamentación jurídica. En la Ciudad de Pamplona/Iruña, a dieciocho de abril de dos mil seis. La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, compuesta por los Ilmos. Sres. citados al margen y EN NOMBRE DEL REY ha dictado la siguiente SENTENCIA En el Recurso de suplicación interpuesto por el Representante Legal de Integración de Servicios Navarros, SL, frente a la Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 3 de Pamplona/Iruña sobre Tutela derechos fundamentales; ha sido Ponente la Ilma. Sra. Magistrada Doña Mª Concepcion Santos Martin, quien expresa el parecer de la Sala. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Ante el Juzgado de lo Social núm. Tres de los de Navarra, se presentó demanda por DON Valentín, en la que tras exponer los hechos y fundamentos de derecho que estimó de aplicación, terminaba suplicando se dicte sentencia por la que se declare la existencia de la vulneración del derecho a la libertad sindical y el derecho a la intimidad, se declare la nulidad radical de la conducta empresarial y condene a Integración de Servicios Navarros, SL al cese automático de su actuación, a la reposición de la documentación y objetos personales sustraídos del armario del actor y al pago, en concepto de indemnización por daños de 10.600 Euros, con los demás procedente en derecho. SEGUNDO Admitida a trámite la demanda, se celebró el acto del juicio oral en el que la parte actora se ratificó en la misma, oponiéndose la demandada según consta en el acta extendida a tal efecto por el Sr. Secretario. Recibido el juicio a prueba se practicaron las propuestas y declaradas pertinentes. TERCERO Por el Juzgado de instancia se dictó sentencia, cuya parte dispositiva dice: «Que estimando parcialmente la demanda de tutela de derechos fundamentales deducida por D. Valentín frente a Integración de Servicios Navarros, SL y el Ministerio Fiscal, debo declarar y declaro que la empresa demandada ha vulnerado el derecho a la intimidad del demandante al proceder al registro, apertura y vaciado del armario que tenía a su disposición, declarando la nulidad radical de esta conducta empresarial, y condenando a la empresa demandada a estar y pasar por la anterior declaración, y a abonar en concepto de indemnización de daños y perjuicios al actor la suma de 600 €uros, desestimando las demás pretensiones deducidas en la demanda» CUARTO En la anterior sentencia se declararon probados: «I.-El demandante D. Valentín viene prestando sus servicios por cuenta de la empresa demandada Integración de Servicios Navarros, SL desde el 12/9/1992, con la categoría profesional de Peón Especialista y una retribución mensual, con inclusión de la parte proporcional de las pagas extraordinarias, de 1.754,36 €uros (hecho admitido por la empresa). II.- El demandante ostenta la condición de Presidente del Comité de Empresa, en representación del Sindicato LAB. III.- El actor tiene su centro de trabajo en las dependencias de la factoría Volkswagen Navarra, SA, consistiendo sus labores en la limpieza de dicho centro de trabajo.- En las dependencias de la empresa Volkswagen, concretamente en la zona del almacén de Hydropas, existen unas taquillas de la empresa Volkswagen Navarra que han sido puestas a disposición de los trabajadores de Integración de Servicios Navarros, SL, taquillas o armarios que los trabajadores de la demandada vienen utilizando, con consentimiento expreso de la empleadora, para guardar los equipos de protección individual y objeto personales, disponiendo cada trabajador de una llave de su respectiva taquilla y sin que la empresa posea copias de las mismas.- En el mismo almacén, y junto a las taquillas hay varios armarios que también son utilizados por los trabajadores de la empresa demandada, y que se destinan también para guardar equipos de protección individual y objetos personales.En concreto el demandante desde hace aproximadamente 13 años, con consentimiento de la empresa, viene empleando una taquilla y un armario, y el armario lo comparte con el trabajador D. Bartolomé, disponiendo ambos exclusivamente de la llave del armario.- El actor en dicho armario, además de objetos personales, también solía guardar documentación sindical, cuyo contenido exacto no se ha podido acreditar, y sin que conste que la empresa tuviera conocimiento de que el actor utilizara dicho armario a modo de archivo sindical.- Tampoco se ha acreditado que en el interior del armario guardase un reloj, una radio, un par de botas de protección, bolígrafos, cuadernos ni material de oficina. IV.- El 15 de marzo de 2005 la empresa Volkswagen Navarra, SA remitió a la demandada la comunicación que obra al folio 109 de los autos, que se da aquí expresamente por reproducida, y en la cual se venía a mencionar que se iba a llevar a cabo una auditoría de orden y limpieza de las instalaciones de hydropas y de las zonas anexas, aconsejando, además de la limpieza en profundidad del pasillo, la retirada de todos los armarios de la antesala del almacén que obstaculizan el paso y se encuentran desubicados. V.- En la reunión entre la Dirección de la empresa y el Comité de Empresa de 11 de abril de 2005 se trató el asunto correspondiente a las taquillas, constando en el acta, que obra unida a los autos y se da aquí por reproducida, que se acuerda que en aplicación de lo acordado con los Delegados, la empresa va a entregar a cada operario una pegatina en la que ponga su nombre y apellidos, sección, turno y un espacio destinado a identificar la taquilla con un número, y que aquéllas taquillas que no sean identificadas, se vaciarán con el fin de que haya disponibles para nuevos trabajadores, y que tal apertura de las taquillas se hará en presencia de un miembro del Comité o un Delegado de Prevención.- Respecto a las taquillas de "EPIS" se indica "se seguirá el mismo procedimiento que con las taquillas de ropas situadas en los vestuarios", añadiéndose en el acta que la empresa aprovecha para informar que a lo largo de la semana se colocarán en el almacén de pintura nueva unos carteles anunciando que se retiren los objetos personales de los armarios situados en este almacén, ya que se retirará el próximo 29 de abril de 2005.- La empresa efectivamente colocó los carteles con el contenido que obra al folio 116 de los autos, en el que se indicaba a todos los trabajadores que se iba a proceder a la apertura de los armarios del almacén de la nave vieja de pintura de cara a retirarlos del mismo y que era necesario que se retiren todas las pertenencias guardadas en los mismos antes del 29 de abril de 2005. VI.- El demandante permaneció de baja hasta el 24 de mayo de 2005 y al incorporarse a su puesto de trabajo observó que se había procedido a la apertura y vaciado del armario que tenía a su disposición y venía utilizando en el almacén de hydropas, sin que nadie le hubiera comunicado personalmente al actor que se iba a proceder a la apertura y vaciado de dicho armario.- Se desconoce el contenido concreto que tenía ese armario y qué objetos se encontraban en su interior al tiempo de la apertura y vaciado del armario por parte de la empresa demandada, sin que hasta la fecha se haya entregado al demandante ningún objeto de los guardados en el armario. VII.- La empresa realizó la apertura y vaciado de los armarios el 8 de mayo de 2005, sin que estuviera presente ningún representante de los trabajadores. VIII.- En el interior de los armarios que la empresa vació había distintos objetos, tales como materiales propios de trabajo de los operarios de limpieza, buzos blancos, algunos pares de botas de agua, varias máscaras antigases y contra vapores peligrosos, una chaqueta impermeable verde, guantes blancos de hilo, guantes rojos, un trapo de limpieza blanco, espátulas de mano, dos bolsas con ropa de trabajo, bolsas de basura, rollos de cinta, una palanca, un tarro de cristal, gafas de seguridad, mascarillas, lejía, fichas de seguridad de los puestos de trabajo y otros objetos similares, así como comunicaciones de los sindicatos de la empresa Volkswagen Navarra, SA, documentación esta fue introducida en una bolsa de basura y dejada en el suelo». QUINTO Anunciado recurso de Suplicación por la representación letrada de la parte demandada, se formalizó mediante escrito en el que se consignan cuatro motivos, amparados en el artículo 191.b) de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) para revisar los hechos declarados probados, y un quinto motivo amparado en el artículo 191.c) del mismo Texto legal, para examinar las infracciones de normas sustantivas o de la jurisprudencia; denunciando infracción del art. 18 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) .. SEXTO Evacuado traslado del recurso fue impugnado por el demandante DON Valentín. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO La Sentencia de instancia estima en parte la demanda declarando que la empresa demandada ha vulnerado el derecho a la intimidad del demandante al proceder al registro, apertura y vaciado del armario que tenía a su disposición, declarando la nulidad radical de esta conducta empresarial, y condena a la empresa demandada al abono en concepto de indemnización por daños y perjuicios al actor de la suma de 600 euros. Contra dicha resolución recurre en Suplicación la empresa demandada formulando un primer motivo al amparo del apartado b) del art. 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) en el que solicita la modificación del hecho probado Tercero de la sentencia de instancia en los siguientes términos: «En las dependencias de la empresa Volkswagen, los trabajadores de ISN, disponen de unas taquillas de EPIS para guardar los Equipos de Protección individual situadas en las naves de pintura y otras taquillas, para guardar los objetos personales situados en los vestuarios de ISN, fuera de las naves de pintura, ambas taquillas, son propiedad de ISN y han sido proporcionadas a sus trabajadores para esos usos determinados. Asimismo, en el almacén de Hidropack, situado en la nave de pintura había varios armarios, propiedad de Volkswagen Navarra, que eran usados por determinados trabajadores de la empresa ISN, entre ellos el demandante, sin que ni ISN ni Volkswagen Navarra, hubieran autorizado ni controlado su uso. Que el vaciado de estos armarios se realizó como consecuencia de la orden expresa de su propietario, Volkswagen Navarra y de las sospechas de la empresa ISN de que podían contener material de su propiedad que habia sido depositado allí sin su consentimiento. Que tras el vaciado, la empresa ISN, comprobó que efectivamente contenían numeroso material de trabajo de su propiedad que habia sido guardado en esos armarios sin su consentimiento». En términos generales ha de afirmarse que el Juez de instancia es el único competente para valorar en su integridad la prueba, por cuanto que conoce de la cuestión suscitada en instancia única, a través de un juicio regido por los principios de inmediación, oralidad y concentración, lo que determina que el Tribunal Superior haya de limitarse normalmente a efectuar un mero control de la legalidad de la Sentencia y sólo excepcionalmente pueda revisar sus conclusiones fácticas, reservándola -supuesto de que se haya practicado la «mínima actividad probatoria» a que se refieren las SSTCT 12/06/87, TC 37/1985, de 08/03 ( RTC 1985, 37) , TS 21/03/90 ( RJ 1990, 2204) y TSJ. Galicia 20/04/96, 23/09/97, 12/98, 04/11/99 ( AS 1999, 3496) y 21/01/00 ( AS 2000, 58) - para cuando de algún documento o pericia obrante en autos e invocado por el recurrente pongan de manifiesto de manera incuestionable el error del Juez «a quo» sin que esté permitido acudir a hipótesis, conjeturas, especulaciones o razonamientos más o menos lógicos, que siempre implican ausencia de lo evidente, de modo que lo que pretende la parte recurrente en tales casos es sustituir el criterio objetivo e imparcial del Magistrado sentenciador por su criterio propio y subjetivo a favor de sus intereses. Doctrina jurisprudencial interpretativa del artículo 191.b) de la Ley de Procedimiento Laboral. Ahora bien, esta valoración ha de llevarse a cabo conforme a las reglas de la sana crítica ( STC 272/1994, de 17/octubre [ RTC 1994, 272] ), lo que implica que el Juzgador de instancia pueda realizar inferencias lógicas de la actividad probatoria llevada a cabo, pero siempre que no sean arbitrarias, irracionales o absurdas ( STC 175/1985, de 17/diciembre), por cuanto -conforme a la STS 31/05/90 ( RJ 1990, 4527) - la facultad de libre apreciación de la prueba otorgada al Juez de instancia no puede convertirse en instrumento que permita llegar a conclusiones fácticas inadmisibles o contrarias a la lógica jurídica, y que su libre apreciación sea además razonada para que las partes puedan conocer el proceso de deducción lógica del juicio fáctico seguido por el Órgano judicial ( STC 24/1990, de 15/febrero [ RTC 1990, 24] ), en el que incluso cuenta como elemento de convicción la conducta de las partes en el proceso ( SSTCT 04/04/75 y 05/10/77, STS 12/06/75). De esta forma también es factible la indicada revisión cuando los razonamientos que han llevado al Juzgador a su conclusión fáctica, a los que debe referirse en los fundamentos de derecho -art. 97.2 LPL ( RCL 1995, 1144, 1563) -, carezcan de la exigible lógica, por no haberse ajustado la valoración de la prueba a la sana crítica si es testifical (art. 659 LECiv/1981 [ LEG 1881, 1] ; hoy art. 316 LECiv/2000 [ RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892] ) o al sistema legal si se trata de prueba documental (arts. 1228 y siguientes CC [ LEG 1889, 27] .; en la actualidad arts. 319, 326 y 334 LECiv(2000), tal como reiteradamente ha señalado la Jurisprudencia ( SSTS 13/10/86 [ RJ 1986, 5454] , 22/03/88 [ RJ 1988, 2351] y 20/07/88 [ RJ 1988, 6208] ) a pesar de que por regla general las conclusiones fácticas de la Sentencia recurrida hayan de prevalecer sobre cualquier interpretación objetiva o interesada de la parte recurrente y de su pretensión subjetiva frente al criterio objetivo e imparcial del Juzgador de instancia. El motivo, por tanto, debe decaer. SEGUNDO Por el mismo cauce procesal se postula la modificación del hecho probado Quinto para que se haba constar que: «A la reunión mantenida entre la Dirección de la empresa y el Comité de 11 de abril de 2005 asistieron los tres Delegados de Prevención y un miembro del Comité de Empresa, todos ellos, compañeros del demandante en el sindicato LAB, en dicha reunión, se trató el asunto correspondiente a las taquillas de Epis y personales situadas en los vestuarios de ISN, constando en acta, que obra unida a los autos y se dá aquí por reproducida, el procedimiento establecido para la identificación y vaciado de dichas taquillas». «Con independencia del procedimiento establecido para las taquillas personales y de EPIS, la empresa, informó en dicha reunión de que a lo largo de esa semana se iban a colocar en el almacén de Hidropack unos carteles anunciando que se debían retirar los objetos de los armarios situados en dicho almacén antes del día 29, ya que se iba a proceder a su retirada». Dicha pretensión corre idéntica suerte que la examinada anteriormente por carecer de trascendencia para el fin del litigio, toda vez que el Juzgador a quo no hace sino transcribir el contenido literal del Acta de la Mesa de Prevención, y teniendo en cuenta el resto de la prueba documental refleja en el cuerpo fáctico el resultado de dicha valoración que permanece, por tanto, inalterable al no descubrirse de forma patente e incuestionable el presunto error atribuido al Juzgador. TERCERO Por idéntico cauce procedimental solicita la parte recurrente la modificación del hecho Séptimo de los acreditados con el siguiente contenido: «La Empresa, procedió a obedecer la orden de su cliente Volkswagen, propietaria de los armarios, realizando la apertura y vaciado de los mismos. Ante las dificultades para localizar a los representantes de los trabajadores, cuando como ese día, han solicitado el disfrute de alguna hora sindical, los encargados, solicitaron a dos trabajadores de fin de semana, el Sr. Gaspar y el Sr. Marco Antonio que fueran testigos de la apertura y vaciado de los armarios, dando así fe de su contenido». Basamenta su motivo la recurrente en los documentos obrantes en autos a los folios 118 a 122 y 126, consistentes en los estadillos de asistencias de personal del mes de mayo, las horas sindicales pedidas por los representantes de los trabajadores durante ese mes y la declaración de lo encontrado en los armarios realizada por los trabajadores Marco Antonio y Gaspar al vaciarlos. El motivo debe ser igualmente desestimado, pues, en efecto, resulta acreditado que mediante el Acta de la Mesa de Prevención, el protocolo a seguir en el caso de apertura de taquillas es el siguiente: «...aquellas taquillas que no sean identificadas, se vaciarán con el fin de que haya disponibles para nuevos trabajadores. En la apertura de estas taquillas estará presente un miembro del Comité de Empresa o un Delegado de Prevención» Asimismo, también resulta acreditado que el día 8 de mayo de 2005, cuando se procedió a la apertura y vaciado de las taquillas, no se encontraba presente ningún miembro del Comité ni Delegado de Prevención; sin que se desprenda con la suficiente fehaciencia de los documentos invocados por la recurrente que dos trabajadores de la empresa fueran testigos de la mencionada operación. Prueba documental que fue ya tenida en cuenta por el Juzgador junto con el resto de la practicada en el acto del juicio oral CUARTO Con el mismo amparo procedimental que los anteriores se peticiona la incorporación a la resultancia fáctica del siguiente hecho probado: «Que el trabajador que compartía el armario con el demandante, el Sr. Bartolomé, no estaba de baja tal y como alegaba el demandante en su escrito de demanda, sino que estaba de alta desde el día 2/05/2005, y por tanto, tenía conocimiento de que tanto él como su compañero el Sr. Valentín, debían desalojar el armario, cosa que ninguno de los dos hizo». El pedimento no puede prosperar por cuanto resulta intrascendente en orden a producir consecuencias con proyección sobre la parte dispositiva de la resolución recurrida. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta que el trabajador Don Bartolomé permaneció de baja hasta el día 2 de mayo de 2005 cuando, como queda acreditado, la empresa demandada colocó carteles indicando que iba a proceder a vaciar los armarios antes del día 29 de abril de 2005 por lo que en dicha fecha tanto aquél trabajador como el demandante se encontraban en situación de incapacidad temporal. QUINTO Por el cauce del art. 191.c) de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) denuncia la recurrente la infracción del art. 18 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) dando por sentado que las pretensiones revisorias deducidas en los motivos precedentes hubieran prosperado, y como quiera que ya se ha visto que no, se hace preciso recordar que los hechos son una base indispensable para el examen del derecho aplicado y en el supuesto litigioso su estudio se aborda desde la plataforma de una narración fáctica inamovible en la cuestión que se dice, por no haber alcanzado éxito las pretensiones revisorias solicitadas en tal sentido. Es doctrina constitucional reiterada que el derecho a la intimidad personal garantizado por el artículo 18.1 CE ( RCL 1978, 2836) , en cuanto derivación de la dignidad de la persona reconocida en el artículo 10.1 CE, implica la existencia de un ámbito propio y reservado frente a la acción y el conocimiento de los demás necesario, según las pautas de nuestra cultura para mantener una calidad mínima de la vida humana ( Sentencias Tribunal Constitucional 209/1988, de 27 de octubre [ RTC 1988, 209] , 197/1991, de 17 de octubre [ RTC 1991, 197] , 143/1994, de 9 de mayo [ RTC 1994, 143] , 207/1996, de 16 de diciembre [ RTC 1996, 207] , 156/2001, de 2 de julio [ RTC 2001, 156] , entre otras). Constituye, igualmente, doctrina permanente del Alto Tribunal, que el derecho a la intimidad no es absoluto, como no lo es ninguno de los derechos fundamentales, y puede ceder ante intereses constitucionalmente relevantes, siempre que el recorte que aquél haya de experimentar se revele como necesario para lograr un fin constitucionalmente legítimo, proporcionado para alcanzarlo y, en todo caso, sea respetuoso con el contenido esencial del derecho ( Sentencias del Tribunal Constitucional 57/1994, de 28 de febrero [ RTC 1994, 57] , 98/2000 de 10 de abril [ RTC 2000, 98] , 186/2000 de 10 de julio [ RTC 2000, 186] ). Precisando esta doctrina, la Sentencia del Tribunal Constitucional 207/1996 de 16 de diciembre ( RTC 1996, 207) , establece, entre los requisitos que proporcionan una justificación constitucional objetiva y razonable a la injerencia en el derecho a la intimidad, la existencia de un fin constitucionalmente legítimo, y la observancia del principio de proporcionalidad, concretando en la idoneidad de la medida, la necesidad de la misma y la proporcionalidad en sentido estricto. Por ello, el derecho del empresario a controlar la actividad del trabajador no es absoluto, sino que las medidas de vigilancia y control, en este caso para verificar si el trabajador cumplió con sus obligaciones o no hasta el punto de justificar una decisión extintiva, deben efectuarse teniendo en consideración el respeto a la dignidad del trabajador. Es decir, la actividad de control empresarial se encuentra limitada por el derecho a la dignidad del trabajador (artículo 10 CE), el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen (artículo 18 CE). De forma específica, el Estatuto de los Trabajadores contempla el respeto a la intimidad y la consideración debida en los artículos 4.2.e) 18 y 20.3 Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) . Una de las manifestaciones del principio de dignidad del trabajador es el artículo 18 Estatuto de los Trabajadores que garantiza la inviolabilidad de la persona del trabajador, al disponer que los registros sobre su persona, en taquillas o efectos `personales, sólo son admisibles si: son necesarios para la protección de la empresa y/o del resto de los trabajadores, se realizan dentro del centro de trabajo y en horas de trabajo y en el transcurso del registro se respeta la dignidad y la intimidad del registrado. También ha de contarse con la asistencia de un representante legal de los trabajadores (delegado de personal, miembro del comité de empresa o delegado sindical) o en su ausencia de otro trabajador, siempre que ello fuera posible. Existe en el art. 18 un conflicto entre el derecho a la intimidad del trabajador y el derecho a la propiedad del empresario en el que normalmente prevalece éste pero siempre claro está que el control se realice respetando los límites legales, es decir, los requisitos que se han obviado en el caso analizado, la presencia de un representante legal; también en horas de trabajo y con el fin de evitar cualquier manipulación o secretismo. La unificación del cumplimiento de las obligaciones laborales por parte del empresario ha de llevarse a cabo entonces preservando la dignidad del trabajador, tal como dispone el art. 20.3 del Estatuto de los Trabajadores. En el caso que se enjuicia, las condiciones que justifican el ejercicio del derecho de vigilancia que incumbe al empresario se han omitido pues la apertura y vaciado del armario se efectuó sin su presencia al encontrarse en situación de incapacidad temporal ni de la de ningún representante legal, habiendo sido razonablemente fácil de localizar su paradero para comunicar al trabajador dicha operación empresarial. Incumpliéndose no sólo las formalidades previstas en el art. 18 del Estatuto de los Trabajadores sino también la normativa interna de la empresa, específicamente el Acta de Reunión de la Mesa de Prevención, debiendo tenerse en cuenta como hechos significativos que el demandante desde hace 13 años y con consentimiento de la empresa, viene empleando una taquilla y un armario guardando en el mismo además de objetos personales, documentación sindical no concretada en su exacto contenido. Desconociéndose el destino y contenido del referido armario, toda vez que no fue devuelto al trabajador pese a su petición es por lo que dichas circunstancias determinan la vulneración del derecho a la intimidad del trabajador susceptible de la indemnización que la sentencia de instancia fija en 600 euros y que esta Sala estima adecuada como compensación de la vulneración acusada. En virtud de todo lo anteriormente razonado procede, previa desestimación del recurso, confirmar el fallo combatido. VISTOS los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación, FALLAMOS Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de Suplicación formulado por la representación procesal de la Empresa Integración de Servicios Navarros, SL (ISN), frente a la Sentencia dictada por el Juzgado de lo Social Núm. Tres de los de Navarra, en el Procedimiento núm. 712/05 seguido a instancia de Don Valentín, contra la Empresa recurrente, siendo asimismo parte demandada el Ministerio Fiscal; sobre TUTELA DE DERECHOS FUNDAMENTALES, confirmando la resolución de instancia. Notifíquese a las partes y al Ministerio Fiscal la Sentencia dictada, con la advertencia que contra la misma, puede interponerse Recurso de Casación para la unificación de doctrina ante la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, anunciándolo a través de esta Sala por escrito, dentro de los DIEZ DIAS hábiles siguientes a su notificación debiendo, la parte condenada si recurre y no tuviese reconocido el beneficio de justicia gratuita, constituir un depósito de 300,51 €. en la cuenta corriente que a nombre de la Presidencia de la Sala IV del Tribunal Supremo figura abierta en la oficina del Banco Español de Crédito (Banesto), calle Barquillo, núm. 49 de Madrid, bajo el núm. 2410 debiendo hacer entrega del resguardo acreditativo en la Secretaría de la Sala al tiempo de personarse en élla. Firme que sea esta resolución, devuélvanse los autos al Juzgado de lo social de procedencia con certificación de la misma, dejándose otra certificación en el rollo a archivar por esta Sala. Así, por nuestra Sentencia, definitivamente juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.