UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES “SISTEMA AFRICANO DE PROTECCION DE LOS DERECHOS HUMANOS” BELIA VIVIANA MORAN ALDANA CARNÉ: 1090806 GUATEMALA MAYO DE 2012 CAMPUS CENTRAL UNIVERSIDAD RAFAEL LANDIVAR FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES “SISTEMA AFRICANO DE PROTECCION DE LOS DERECHOS HUMANOS” TESIS Presentada al Consejo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Rafael Landivar por: BELIA VIVIANA MORÁN ALDANA CARNÉ: 1090806 Al conferírsele el grado académico de: LICENCIADA EN CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES Y los títulos profesionales de: ABOGADA Y NOTARIA GUATEMALA MAYO DE 2012 CAMPUS CENTRAL Dedicatoria A DIOSITO Te agradezco por estar a mi lado en cada instante de mi vida y por no dejarme flaquear ante las pruebas más difíciles que se me presentaban. Gracias por escuchar noche a noche mis plegarias, ser mi pedestal y concederme la dicha de concluir este trabajo de Tesis. A JESUSITO Gracias por ser mi compañía en esas largas noches de trabajo, por fortalecerme y darme la energía y la determinación que necesitaba para iniciar y concluir mi trabajo de investigación. A LA VIRGENCITA DE GUADALUPE Virgencita de Guadalupe, como no agradecerte todo lo que has hecho por mi, si has sido mi consuelo en los momentos de tristeza e impotencia y me has recibido en tus brazos colmándome de bendiciones. AL ESPIRITU SANTO Infinitas gracias por colmarme de esa calma y paciencia que necesitaba en ciertos instantes de mi vida y por acudir siempre a mis llamados. A MI PADRE Papi, siempre creíste en mi y constantemente me recuerdas que con esfuerzo, dedicación y estudio no hay meta imposible de alcanzar. Gracias por estar siempre incondicionalmente a mi lado, por tenderme la mano sin importar la hora o lo cansado y agotado que estés. Cierto día te prometí que sería una gran Abogada y Notaria y hoy puedo decirte que esa promesa empieza a cumplirse y que este sueño que compartimos pronto será una realidad. Te quiero demasiado papito y gracias por darme la oportunidad de formarme en mi querida casa de estudios la Universidad Rafael Landivar. A MI MADRE Mamita bella, siempre me has impulsado a seguir adelante y me has enseñado que se debe luchar por lo que realmente se quiere. Gracias por cada una de las sabias palabras que me has dado a lo largo de mi vida y que me han servido para llenarme de fuerza, fortaleza y valor. Sin duda alguna soy una persona afortunada en la vida por tener a mi lado a una persona como tu y me siento orgullosa de ser tu hija y que tu seas mi madre. Te dedico este trabajo de Tesis mamita y cada uno de los logros alcanzados hasta el momento en mi Carrera y los que primero Dios están por venir. Te quiero demasiado mami y llevo muy bien guardado en mi corazón ese ¡tú puedes bebe!, ¡ánimo, ya falta poco !, ese te quiero mucho y cada uno de los abrazos y besos que me dabas para llenarme de fuerza A MIS HERMANAS Hermanas les dedico este trabajo de Tesis. María Licet ( nena), gracias enseñarme tantas cosas de la carrera, por cada una de las explicaciones que me brindo y por hacerme las cosas mucho más sencillas, la quiero mucho y siempre será mi modelo a seguir. Carol, gracias por sus momentos de comprensión y paciencia. Diosito y la Virgencita las bendiga hermanas y jamás olviden que las quiero demasiado. A MI ABUELITA TANCHITO Si algo me enseñaste abuelito fue el amor por el estudio, no se borra aún de mis recuerdos esa frase que tanto me decías “ Que lindo es estudiar” y es cierto abuelita es lindo estudiar y un gran privilegio tener la oportunidad de aprender lo que más nos gusta. No sabes cuanto me hubiera encantado que estuvieras acá conmigo para ver cada uno de los logros que poco a poco voy alcanzando; sin embargo se que desde el cielo tu estará s muy contenta y orgullosa de saber que tu nieta que tanto te quiere inicia a consumar uno de sus más grande sueños. Gracias Abuelita por estar conmigo cada día, porque aunque no te pudo tocar siento tu presencia y sé que escuchas cada una de las palabras que te digo. Podrán pasar muchos años, pero siempre estarás en mi corazón y sonríe mucho allá en el cielo junto a papito Dios y la Virgencita, porque te prometo que seré grande para el reino de Dios. Te amo abuelita linda. A LA LICENCIADA MARIA EUGENIA Licenciada, gracias por todo el apoyo brindado durante el proceso de elaboración de este SOLÍS trabajo de Tesis y por cada una de las palabras que me motivaron a seguir adelante y a poner todo mi empeño Dios la bendiga y siga derramando muchas bendiciones en su vida. RESPONSABILIDAD: “La autora será la única responsable del contenido y conclusiones de la presente tesis.” LISTADO DE ABREVIATURAS. OUA Organización para la Unión Africana UA Unión Africana ONU Organización de las Naciones Unidas ONG Organización no Gubernamental. RESUMEN. El Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos surge dentro del marco institucional de la OUA y es el más reciente y menos evolucionado de todos los sistemas regionales, siendo La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos el principal instrumento convencional con el que cuenta. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos regula de forma simultánea tres categorías de derechos: a. civiles y políticos, b. económicos, sociales y culturales y c. de los pueblos. La inclusión en la Carta Africana de derechos colectivos o de los pueblos amplía la competencia de los órganos de control, dado que conocerán de denuncias referentes a violaciones de derechos individuales y colectivos. Precisamente esa serie de innovaciones que el Sistema Africano aporta al ámbito internacional de derechos humanos motiva el presente tema de investigación, fijándose como puntos de estudio: a. la forma en la que opera el Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos, b. las circunstancia que motivan el surgimiento del Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos, c. el funcionamiento y estructura organizativa de los órganos de supervisión y d. las diferencias que presenta el Sistema Africano de Protección de los Derechos humanos en relación al resto de los sistemas regionales. ÍNDICE Página INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………. 1 CAPITULO I: ANTEDECENTES DEL SISTEMA AFRICANO DE DERECHOS HUMANOS 1.1. Evolución de la protección internacional de los derechos humanos…………….. 4 1.2. Antecedentes del Sistema Africano de Derechos Humanos……………………… 5 1.3. Evolución de la protección de los derechos humanos en África………………... 6 1.3.1. Período Pre-Colonial…………………………………………………………….. 7 1.3.2. Período Colonial………………………………………………………………… 8 1.3.3. Independencia……………………………………………………………………. 10 1.4. Antecedentes de la Unión Africana……………………………………………….. 12 CAPITULO 2: CARTA AFRICANA DE DERECHOS HUMANOS Y DE LOS PUEBLOS 2.1. Orígenes de la Carta…………………………………………………………….. 14 2.2. Análisis de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos…………. 15 2.2.1. Generalidades………………………………………………………………….. 15 2.2.2. Derechos que protege la Carta Africana……………………………………….. 16 a. Derechos civiles y políticos individuales……………………………………….. 16 b. Derechos económicos, sociales y culturales…………………………………….. 27 c. Derechos de los pueblos………………………………………………………….. 30 2.2.3. Deberes…………………………………………………………………………. 36 a. Deberes del Estado………………………………………………………………… 36 b. Deberes de los individuos………………………………………………………… 38 2.2.4. Medidas de defensa……………………………………………………………. 39 2.2.5. Supervisión del cumplimiento de la Carta Africana…………………………… 40 2.3. Características de la Carta Africana……………………………………………… 40 2.4. Diferencia entre la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Convención Americana de Derechos Humanos……………………………………… 41 CAPITULO 3: SISTEMAS DE PROTECCIÓN 3.1. Comisión Africana de derechos humanos y de los pueblos……………………. 45 3.1.1. Aspectos generales…………………………………………………………….. 45 3.1.2. Atribuciones de la Comisión……………………………………………………. 45 3.1.3. Estructura y Mandato…………………………………………………………… 48 a. Composición y elección de sus miembros………………………………………….. 48 b. Independencia e imparcialidad…………………………………………………….. 49 c. Mandato……………………………………………………………………………. 50 d. Organización……………………………………………………………………….. 51 3.1.4. Funciones………………………………………………………………………. 52 a. Promoción……………………………………………………………………………. 52 b. Protección………………………………………………………………………….. 52 b.1. Denuncias de un Estado parte contra otro Estado parte (comunicaciones o denuncias Interestatales)………………………………………………………………. 53 b.2. Comunicaciones o denuncias individuales u otras denuncias……………………. 55 b.3. Informes periódicos……………………………………………………………….. 58 b.4. Interpretación……………………………………………………………………… 60 b.5. Otras funciones…………………………………………………………………….. 61 3.1.5. Competencia…………………………………………………………………….. 61 3.1.6. Sesiones de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos…. 63 a. Sesiones ordinarias y extraordinarias……………………………………………….. 63 3.2. Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos…………………………. 64 3.2.1. Generalidades…………………………………………………………………… 64 3.2.2. Composición…………………………………………………………………… 66 3.2.3. Funciones………………………………………………………………………. 68 3.2.4. Procedimiento para presentar una queja ante la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos…………………………………………………………… 3.2.5. Derechos de las víctimas ante la Corte Africana……………………………….. 70 71 CAPITULO 4: PRESENTACIÓN, ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS. Presentación, análisis y discusión de resultados ……………………………………… 73 CONCLUSIONES…………………………………………………………………… 79 RECOMENDACIONES……………………………………………………………… 81 REFERENCIAS……………………………………………………………………… 83 ANEXOS…………………………………………………………………………….. 88 INTRODUCCIÓN El ser humano por su propia naturaleza tiene ciertos derechos valederos universalmente, que son incorporados para su reconocimiento y protección en declaraciones y tratados en materia de derechos humanos. La protección internacional de los derechos humanos se desarrolla a través de dos grandes sistemas: a) el sistema universal y b) los sistemas regionales. A diferencia del sistema universal de derechos humanos, los sistemas regionales cuentan con tratados específicos sobre derechos humanos, que además de aplicarse exclusivamente a los Estados partes, reflejan los valores y tradiciones de cada región. Los Sistemas Interamericano, Europeo, Africano y Árabe integran el ámbito regional de protección de los derechos humanos, sin embargo, el presente trabajo de tesis se limitará a tratar algunos temas relacionados al Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos. El Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos es el más reciente y menos evolucionado de los sistemas regionales. El principal instrumento convencional con el que cuenta es la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, adoptada el 27 de junio de 1981 en el marco de la 19º reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización para la Unidad Africana, habiendo cobrado vigencia en octubre de 1986. El Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos aporta a través de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, nuevas características al concepto de derechos humanos, la más importante consiste en el reconocimiento de los derechos humanos de tercera generación, en especial del derecho de los pueblos al desarrollo. La Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, es el único tratado internacional de derechos humanos en consagrar explícitamente los derechos de los pueblos, lo que lleva a determinar que las prioridades del continente africano en materia de derechos humanos son: a. el derecho a la paz, b. derecho a un medio ambiente sano y c. el derecho al desarrollo. 1 El presente trabajo de investigación pretende analizar y determinar la forma en que el Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos opera en la región. Para ello en el primer capítulo se aborda el tema de los antecedentes históricos del sistema africano de derechos humanos y la evolución de los mismos durante la época pre-colonial, colonial e independiente. En este apartado la autora realiza una explicación de los acontecimientos o sucesos históricos que definieron la tendencia jurídico-política del momento y en consecuencia el grado de aceptación que tuvieron los derechos humanos. El capítulo segundo hace referencia al proceso de elaboración de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, describiéndose las distintas conferencias celebradas para el efecto por la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA, también se analiza los derechos que protege, los deberes que impone al individuo para con la familia, el Estado y la sociedad y se expone las diferencias que guarda en relación a la Convención Americana de Derechos Humanos En el capítulo tercero se explica el tema de la creación y organización de los órganos de supervisión del Sistema Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos, para lo cual se hace referencia a “La Carta Africana de Derechos Humanos y de los pueblos” y al “Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre el establecimiento de la Corte Africana”. A partir de las disposiciones contenidas en “La Carta Africana” se explica: a. las características, b. atribuciones y c. la estructura organizativa de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, y a través de los preceptos contenidos en el “Protocolo” se desarrollan aquellos mismos tres puntos pero haciendo referencia a la Corte Africana. Finalmente en el cuarto capítulo se expone la presentación, análisis y discusión de resultados de la investigación, con el objeto de obtener las conclusiones y recomendaciones del caso. Se propuso la pregunta de investigación: ¿Cómo funciona el Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos?, a partir de la cual se analizó la forma en que opera el Sistema Africano y los procedimientos que aplica en la consecución de sus fines. 2 Se trazaron como objetivos específicos de la investigación: a. Examinar la evolución de los derechos humanos y de los pueblos en África, b. explicar las atribuciones e integración de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de la Corte Africana de Derechos Humanos, c. analizar la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y el Protocolo de la Carta Africana y d. contrastar la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y la Convención Americana de Derechos Humanos. Para lograr dichos objetivos, se realizó una investigación de tipo histórica jurídica, jurídica descriptiva y jurídica comparativa, a través de la recolección de información de diversas fuentes teóricas formales e informales, normativa internacional y una compilación de datos nacidos de la realización de un cuadro de cotejo, en el cual se contrasta el sistema americano de protección a los derechos humanos con el sistema africano de protección a los derechos humanos. Se tuvo como límites: I. desarrollar el tema de fusión de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos con la Corte Africana de Justicia y II. el análisis de instrumentos jurídicos regionales distintos a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los pueblos y al Protocolo sobre la creación de la Corte Africana, sin embargo, se deja la puerta abierta para que en futuras investigaciones se indague en relación a los mismos. Se logra una investigación que cumple a cabalidad los objetivos inicialmente trazados. 3 CAPÍTULO 1 ANTECEDENTES DEL SISTEMA AFRICANO DE DERECHOS HUMANOS 1.1. Evolución de la protección internacional de los derechos humanos. Las primeras manifestaciones de protección de los derechos humanos se encuentran contenidas en la Declaración de Virginia (1776), Declaración de Independencia de Norteamérica (1776) y Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). 1 Las primeras declaraciones de derechos humanos más allá de contener un extenso abanico de derechos, establecen una amplia gama de obligaciones para el Estado.2 La expansión global de los derechos humanos se da al suscribir y proclamar, el 10 de diciembre de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos.3 Debe tenerse presente, que la protección de los derechos humanos se inició a través de declaraciones y es en la década de los 60 que se implementa la regulación convencional de los mismos.4 La enunciación convencional de los derechos humanos constituye un avance más en términos de protección a los mismos, al ser de obligatorio cumplimiento y no optativo como sucede con las declaraciones. En ese sentido, el 4 de Noviembre de 1950 se aprueba la Convención para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, el 22 de noviembre de 1969 la Convención Americana sobre Derechos Humanos luego, en 1981 la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y por último, en el año de 1994 es aprobada la Carta Árabe de 1 Amado Rivadeneyra, Alex. “Evolución del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, en: Revista Internauta de práctica jurídica. No.18, agosto/diciembre 2006. España: Instituto Iberoamericano de Derecho Procesal, Universidad de Valencia. Pág. 1 2 Nikken, Pedro. “El Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, en: Revista de la Facultad de ciencias jurídicas y políticas. No. 72, 1989. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Pág. 8 3 Ibid. Pág. 3. 4 Nikken, Pedro. Op.Cit., Pág. 9 4 Derechos Humanos, transformándose las convenciones en el instrumento jurídico fundamental de los sistemas regionales de protección a los derechos humanos.5 El ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos es uno de los que más ha evolucionado, por cuanto ha dado origen a toda una gama de tratados, pactos y convenciones en pro de los derechos del hombre como sujeto de protección internacional.6 Los tratados, convenciones y pactos establecen derechos, instituciones y procedimientos a nivel universal o regional, teniendo como objetivo primordial poner fin a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos y crear mejores condiciones de desarrollo.7 1.2. Antecedentes del Sistema Africano de Derechos Humanos. Los antecedentes históricos del nacimiento del Sistema Africano de Derechos Humanos se desarrollaron de la forma que se muestra a continuación. En los años 60 y 70 se suscitan acontecimientos constitutivos de violaciones de derechos humanos. Cientos de personas perdían la vida al ser brutalmente masacradas, dictadores ejercían el poder de modo ilimitado a costa del desarrollo y bienestar de su población y golpes militares sucedían unos a otros, dando lugar a guerras civiles y alzamientos. Precisamente aquel contexto insta las discusiones sobre la adopción de un tratado de derechos humanos para África. Tales discusiones se inician con la “Conferencia Africana sobre el Imperio de la Ley”, llevada a cabo en Lagos Nigeria en 1961, estableciéndose: 8 a. llamar a los Estados africanos para que adoptaran una convención de derechos humanos9, b. proponer la creación de una Corte, a la cual pudiera acudir toda persona bajo la soberanía de los Estados signatarios. 10 5 Amado Rivadeneyra, Alex. Op.Cit., Pág. 4 Nikken. Op.Cit,. Pág. 8 7 Amado Rivadeneyra, Alex. Op.Cit., Pág. 4 8 Cadet, Jean. “Protección de los Derechos Fundamentales en África”, en: Revista Ibero. No. 6, noviembre de 2006. México: Universidad Iberoamericana de México. Pág. 2 9 Loc.Cit. 6 5 Los puntos previamente acordados por los Juristas Africanos en la “Conferencia Africana sobre el Imperio de la Ley”, son considerados en 1969 por los juristas francófonos en Dakar Senegal, quienes estimaron que la adopción de la Carta era urgente, dadas las graves violaciones de las cuales todo el continente estaba siendo testigo.11 Por último, durante el 16º período de sesiones de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno se dicta una resolución en la que se invita a la Secretaría General de la OUA a nombrar un Comité de expertos para preparar un borrador preliminar de la Carta de Derechos Humanos, para África y a establecer órganos de promoción y protección.12 Siendo en la 19º reunión de la OUA, celebrada el 27 de junio de 1981 en Nairobi Kenya, que se adopta la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos.13 1.3. Evolución de la protección de los derechos humanos en África. Cualquier análisis de la situación de los derechos humanos debe partir de una perspectiva socio-histórica, porque la historia misma ejerce su influencia en todos los aspectos de la vida.14 El deterioro del tejido social al interior de las comunidades africanas, los enfrentamientos militares y las dificultades de orden económico, político y social son algunas de las circunstancias que motivan la implementación del Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos. 15 Los propósitos del Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos eran el fortalecimiento del Estado de derecho, la consolidación de la democracia, la protección jurídica de los pueblos y el reconocimiento de las garantías individuales.16 10 Loc.Cit. Keetharuth, Sheila B. Hechos destacados del Sistema Africano de Derechos Humanos con especial referencia al Tribunal africano de Derechos Humanos y de los Pueblos. Madrid: mayo 2011. Pág. 3 12 Ibid. Pág. 2 13 Ibid. Pág. 3 14 Ibid. Pág. 625 15 Fischel Andrade, José H. Estudios básicos de Derechos Humanos, Tomo: VI. San José, Costa Rica: Instituto interamericano de Derechos Humanos, 1996. Pág. 307 16 Loc. Cit. 11 6 Dicho lo anterior, se procede a examinar la evolución de la protección de los derechos humanos y de los pueblos en África, a través de su acontecer histórico-político.17 1.3.1. Periodo pre-colonial Antes de la invasión colonial, África era habitada por numerosos grupos étnicos, diversos entre sí en términos socioeconómicos y políticos.18 Los sistemas políticos pre-coloniales eran monárquicos y se fundamentaban en el igualitarismo social y en el centralismo democrático. El poder político estaba en manos de los ancianos, quienes se encargaban de la realización del bien común en la sociedad.19 La organización socio-política pre-colonial africana es: la familia, la aldea o tribu. Dentro de la estructura socio-política pre-colonial, el individuo debía subordinarse al grupo a cambio de la protección de su vida y de su dignidad humana y de allí la razón por la cual los derechos colectivos prevalecían sobre los individuales. 20 Las relaciones del grupo se regían por normas que daban lugar a una serie de derechos y obligaciones bien definidas y cuyo respeto se garantizaba mediante un sistema de sanciones, que podían variar según el grado de parentesco. La forma de castigo iba desde la censura hasta las multas o incluso a la expulsión del grupo.21 La sanción era impuesta por los ancianos, siendo la familia o clan del culpable, la que debía reparar el delito mediante el pago de una multa, de manera que, la falta era individual pero la sanción y la reparación tenían carácter colectivo.22 17 Loc. Cit. Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 626 19 Ibid. Pág. 627 20 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 603 21 Calchi Novati, Giampaolo. La Revolución de la África Negra. España: Bruguerra, S.A. 1970.Pág. 123. 22 Cadet, Jean. “Los Derechos Humanos en la historia Africana”, impartida dentro: del seminario El sistema Interamericano de Protección de los Derechos humanos y su repercusión en los órdenes jurídicos nacionales por La Suprema corte de Justicia de la Nación y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Marzo 2006. Pág. 628 18 7 El Derecho Consuetudinario y la oralidad, constituían el principal sistema jurídico en las comunidades africanas. El Derecho Tradicional o el Derecho de la Práctica, se encontraba contenido en el código moral y refería normas de conducta para todos los miembros del grupo, en atención a la tradición, la costumbre y las creencias religiosas africanas.23 Abordado el tema referente al sistema jurídico dentro de las comunidades africanas, surge la discusión en torno a cuan eficaz resultaba ser la protección de los derechos humanos, en un orden social en el cual la comunidad prevalecía sobre el individuo. Deberá tomarse en consideración que el contexto histórico de cada región define qué categorías de derechos humanos merecen mayor protección. En América y Europa las circunstancias apuntaron a la necesidad de prever una protección exclusivamente en pro del individuo, contario al caso del continente africano, en el cual dado su pasado histórico, tradiciones y cultura se exalta la protección colectiva de los derechos humanos. De cualquier manera, aún cuando el Sistema Africano refiere especial protección de los derechos colectivos, los derechos individuales resultan muy bien resguardados, pues al ser respetado el bienestar de la comunidad se protege intrínsecamente al individuo.24 Desde el período pre-colonial se observan algunas características que constituyen los criterios sobre los que se erige el Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos.25 Esas características se resumen en el concepto del ideal comunitario.26 1.3.2. Periodo Colonial La expansión colonial en África se da a finales del siglo XIX y principios del XX. A partir de este momento países como Gran Bretaña, Francia, Alemania, Portugal, España e Italia crean nuevas unidades políticas, fundan ciudades en las costas y fijan de manera arbitraria las fronteras coloniales provocando la fragmentación de importantes grupos étnicos, la coexistencia de grupos 23 Loc. Cit. Ibid. Pág. 629 25 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 307-308 26 Ibid. Pág. 602 24 8 rivales al interior de una misma unidad colonial y la distorsión de las relaciones económicas precoloniales.27 La dominación extranjera impuso un nuevo sistema social, dentro del cual el individuo pasó a reemplazar el lugar que ocupaba la colectividad.28 Todos los valores y tradiciones africanas se pierden al momento en que el continente africano es dominado por grupos foráneos, debido a que las ideas económicas, políticas, sociales y culturales impuestas por los países colonizadores eran eminentemente occidentales. El Derecho Consuetudinario constituía el principal sistema jurídico en las comunidades africanas, sin embargo, esta exclusividad se interrumpe en el siglo XIX cuando los colonos europeos introducen en sus colonias su propia legislación y sistema de tribunales. Pese a lo anterior, se logra conservar aquella parte del Derecho Consuetudinario y de los procedimientos judiciales africanos que no se consideraban contrarios a la legislación europea. El resultado de la imposición del dominio colonial fue un sistema dual o paralelo de tribunales y legislación, en los países africanos.29 En las colonias el dualismo se reflejó en la creación de tribunales de tipo occidental denominados “Tribunales Generales” y en la implementación de tribunales de carácter regional denominados “Tribunales Africanos, Nativos, Tradicionales o del Pueblo”. Los “Tribunales Generales” fueron presididos por Magistrados y Jueces extranjeros, quienes aplicaron leyes europeas y las normas locales estaban basadas en las europeas. Los “Tribunales Africanos, Nativos, Tradicionales o del Pueblo” se establecieron por medio de estatuto, se integraron con jefes tradicionales que aplicaban el derecho consuetudinario y eran supervisados por funcionarios administrativos, que tenían el control sobre el nombramiento y despido de los miembros del tribunal.30 A finales del período colonial ambos sistemas de tribunales se integran, cuando se 27 Cadet, Jean. Op Cit., Pág. 629-630 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 605 29 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 630 30 Calchi Novati. Giampaolo. Op.Cit., Pág. 129. 28 9 otorga a los tribunales generales una función de supervisión de los procesos del tribunal tradicional estatutario.31 1.3.3. Independencia Los movimientos de emancipación colonial tomaron fuerza a finales de la década de los cincuenta, dando como resultado la primera fase de la independencia de los países africanos.32 La segunda, conocida como la fase de la independencia tardía, tuvo lugar entre 1947 y 1980. El proceso de independencia de los países africanos no se dio simultáneamente, puesto que cada uno de ellos enfrentaba realidades históricas distintas. Los sistemas políticos adoptados por los nuevos Estados soberanos respondieron a ideologías que iban desde el socialismo hasta el no alineamiento. 33 El ideal era la inmediata implementación de gobiernos democráticos, sin embargo, los factores históricos inclinaron la tendencia política de aquel momento hacia regímenes no capitalistas. Otro de los factores que influyó en el régimen jurídico-político adoptado por los nuevos Estados Independientes, fue el grado de representatividad y participación que el pueblo africano tuvo dentro de las colonias.34 Siendo con la participación que se le da al pueblo africano, en las instituciones coloniales, que nacen las nuevas clases políticas africanas que encabezarían la lucha o las negociaciones para la descolonización.35 El propósito de la nueva élite política era instaurar un proceso democrático de elección basado en una “autoridad consentida y no impuesta” y así poner fin a los regímenes impuestos por voluntad de unos cuantos, no obstante, los primeros gobiernos de África independiente fueron de carácter dictatorial y autoritarios.36 31 Loc.Cit. Cadet, Jean. Op Cit., Pág. 632 33 Loc.Cit. 34 Loc.Cit. 35 Loc. Cit 36 Loc.Cit. 32 10 La puesta en marcha de los sistemas unipartidarios o dirigidos por dictaduras, da como resultado violaciones masivas de derechos y el no reconocimiento de las realidades étnicas y religiosas de la región37. En aquel tiempo, varios países africanos habían manifestado su adhesión a instrumentos internacionales convencionales concertados en el plano global, sin embargo, la inobservancia de los compromisos adquiridos provoca la instauración de sistemas políticos no representativos y unipartidarios.38 Estos primeros sistemas de corte dictatorial, no cumplían con los ideales de libertad que se plantearon los Estados al iniciar su vida independiente. Era preciso implementar un sistema jurídico basado en el reconocimiento, respeto y protección de los derechos humanos, pero para lograrlo debía dejarse de lado los gobiernos de carácter dictatorial y dar paso a un orden jurídico eminentemente democrático y representativo.39 Precisamente en el afán de conseguir la implementación de sistemas políticos que reflejaran la voluntad de las masas, surge el movimiento panafricano y se adopta la Carta de la Organización de la Unidad Africana.40 La Carta de la Organización de la Unidad Africana fue definida como una Carta para la liberación, ya que, contempla una cláusula preambular en la que se reafirma la adhesión y respeto por los principios y derechos enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.41 El compromiso adquirido a través de la Carta de la Organización de la Unidad Africana, de observar los principios y respetar los derechos enunciados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se quebranta frente al principio de no injerencia, enunciado en el artículo III de la Carta de la OUA.42 De hecho, los gobiernos africanos se amparaban en el principio de no injerencia y respeto por la soberanía, para no observar el principio básico de responsabilidad que existe en el campo de la protección de los 37 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 607 Loc. Cit. 39 Cadet, Jean. Op. Cit., Pág. 632 40 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 609 41 Loc. Cit. 42 Ibid. Pág. 611 38 11 derechos humanos y evitar que las violaciones cometidas a los mismos fueran objeto de discusión, en los órganos de la OUA.43 Con la caída de las dictaduras se superan las barreras que constituían los principios de no injerencia y de soberanía.44 1.4.Antecedentes de la Unión Africana. La Organización para la Unidad Africana nace en 1963, como un organismo de cooperación entre los países africanos, cuyo propósito era la coordinación de políticas que condujeran a suprimir las practicas del colonialismo africano. En 1979, el Comité de revisión de la Carta de la OUA manifiesta la necesidad de mejorar el plan de trabajo utilizado por la OUA.45 La Organización para la Unidad Africana se crea en un momento histórico crítico para la mayoría de los países africanos, que sí bien lograban ya su independencia se enfrentaban a gobiernos de corte dictatorial dentro de los cuales no existía respeto para los derechos humanos. Los fines de la OUA eran: a. hacer respetar los derechos y libertades de los africanos dentro de los regímenes dictatoriales y b. ayudar a los nuevos estados independientes a revertir los efectos causados por el colonialismo y c. suprimir las prácticas opuestas a las tradiciones y valores africanos, impuestas por los grupos foráneas. La OUA fracasó en su intento por frenar las violaciones de los derechos humanos, debido a que los principios de soberanía y no injerencia le impedían intervenir en los asuntos internos de los Estados africanos. Los hechos anteriores ponen de manifiesto la ineficacia con la que operó durante aquel tiempo la OUA y las razones que conducen a la creación de la UA. 43 Ibid. Pág. 612 Ibid. Pág. 615 45 Santos Villarreal, Gabriel Mario. La Unión Africana. México: Centro de documentación, información y análisis. 2010. Pág. 11 44 12 La idea de crear la UA fue lanzada por algunos jefes de Estado y de Gobierno en la Declaración de Sirte, el 9 de septiembre de 1999. El 11 de julio del año 2000 se redacta el Acta Constitutiva de la UA y en el año 2001 se aprueba el plan para la instauración de la Unión.46 En consecuencia, la misión de la Unión Africana sería: a. ocuparse de la promoción de los derechos humanos,47 b. acelerar el proceso de integración continental, c. asistir a las naciones a jugar un rol eficaz en la economía global, d. resolver y atender de manera certera los problemas comunes en el ámbito social, político y económico del agobiado continente africano.48 En la actualidad la Unión Africana (UA) es la organización supranacional del ámbito africano dedicada a incrementar la integración económica, política y a reforzar la cooperación entre sus estados miembros.49 46 Ibid. Pág. 12 Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México. Sistema Africano de Derechos Humanos. México. En página web: http://www.cndh.org.mx/. Fecha de consulta: 18.06.2011 48 Santos Villarreal, Gabriel Mario. Op.Cit., Pág. 13 49 Ibid. Pág. 14 47 13 CAPÍTULO 2 CARTA AFRICANA DE DERECHOS HUMANOS Y DE LOS PUEBLOS 2.1. Orígenes de la Carta. En las décadas de 1960 y 1970, la ONU, los gobiernos y las organizaciones africanas no gubernamentales organizaron varias conferencias, con el propósito de discutir la importancia de instituir un sistema de promoción y protección de los derechos humanos, en el continente africano.50 La idea de estructurar un Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos, implicaba la elaboración de un instrumento internacional que contemplara: a. los derechos a proteger, b. deberes a cumplir y c. los órganos competentes de velar por el cumplimiento de los mismos.51 A fines de 1978 la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de Monrovia (Liberia) resuelve preparar un proyecto de Carta Africana de Derechos Humanos, que reflejara las tradiciones y valores de los pueblos africanos y no resultara una simple copia de los instrumentos constitutivos de los otros sistemas.52 La Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, se adopta en 1981 dentro de la decimoctava Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA.53 50 Saavedra Álvarez, Yuridia. “Sistema Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos Prolegómonos”, en Anuario mexicano de Derecho Internacional. No. 8, 2008. México: Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Pág. 674-675 51 Amnistía Internacional. Guía de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblo. Londres: 1991, en página web: http://www.amnesty.org. Fecha de consulta: 21.07.2011 52 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 3 53 Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México. Sistema Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos. http://www.cndh.org.mx/losdh/aginter/pdf/2005/iisiafri.pdf. Fecha de Consulta: 09.07. 2011 14 2.2. Análisis de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. 2.2.1. Generalidades. La Carta Africana resulta de la combinación de los valores universales con las tradiciones y condiciones africanas.54 Es el instrumento constitutivo del Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos y de los Pueblos, y se dividida así:55 a. Preámbulo, b. Parte I: derechos y deberes, c. Parte II: medidas de salvaguarda, d. Parte III: disposiciones generales. El Preámbulo de la Carta Africana contiene una guía de los problemas que en materia de derechos humanos afligen a los países africanos. Además introduce algunos dispositivos que son normados en el transcurso de aquella, como por ejemplo: a) el principio de la no discriminación, b) el respeto al derecho de autodeterminación, c) el derecho al desarrollo, d) el cumplimiento de los deberes individuales y e) las medidas internas necesarias para la aplicación de los derechos, deberes y libertades enunciadas en la Carta o a las cláusulas de reserva.56 La Carta Africana protege una amplia gama de derechos, dentro de la cual figuran los referentes a la vida, al trabajo y a su remuneración, a la propiedad, al proceso de ley, a la libertad de tránsito y de reunión, a la educación y a participar en la vida cultural. Prohíbe además la 54 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 465-466 Cadet, Jean. “Los Derechos Humanos en la historia Africana”, impartida dentro: del seminario El sistema Interamericano de Protección de los Derechos humanos y su repercusión en los órdenes jurídicos nacionales por La Suprema corte de Justicia de la Nación y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Marzo 2006. Pág. 54 56 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 465-466 55 15 esclavitud, la tortura y los tratos inhumanos, el arresto injustificado, la detención arbitraria y las expulsiones masivas de extranjeros.57 Frente aquella serie de derechos el individuo tiene obligaciones, hacia la familia, la sociedad, el Estado, la Comunidad Internacional y otras comunidades reconocidas legalmente.58 La Carta Africana expresa un concepto particular de derechos humanos, porque reúne en un solo documento: a. obligaciones o deberes, b. derechos individuales y de los pueblos, c. derechos civiles y políticos y d. derechos económicos, sociales y culturales59. Lo anterior, muestra el vínculo tan estrecho que existe entre los conceptos de derechos humanos, derechos de los pueblos y obligaciones de los individuos.60 El mérito de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es, reunir las tres generaciones de derechos humanos: derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales y los derechos de los pueblos (derechos de tercera generación) y contemplar también los deberes hacia la familia, el Estado y la sociedad.61 2.2.2. Derechos que protege la Carta Africana. La Carta Africana define cuatro categorías principales de derechos y deberes: a. Derechos civiles y políticos Los derechos civiles y políticos son derechos individuales o de primera generación y comprenden la protección de la vida personal de cada individuo. Los derechos políticos se 57 Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México. Op.Cit., Fecha de consulta: 19/06/2011 58 Loc.Cit. 59 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 55 60 Ibid. 61 DHpedia. Sistema Africano de Derechos Humanos. http://dhpedia.wikispaces.com. Fecha de Consulta: 21.06.2011 16 refieren a la libre participación de todo ciudadano dentro de la vida pública o política de los Estados.62 Los derechos civiles y políticos, han sido calificados como derechos de obligación “negativa”, porque se refieren a situaciones en las que “un sujeto tiene la posibilidad de obrar o de no obrar, sin ser obligado a ello o sin que se lo impidan otros sujetos”.63 Los derechos civiles y políticos que reconoce La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos son: la igualdad ante la ley ( artículo 3), la inviolabilidad de la persona humana (artículo 4), el respeto de la dignidad inherente a la persona humana y el reconocimiento de su Personalidad Jurídica ( artículo 5), la libertad y seguridad (artículo 6), el derecho de toda persona a ser juzgada ( artículo 7), la libertad de conciencia y la profesión y práctica libre de la religión ( artículo 8), el derecho a la información y a la libertad de expresión ( artículo 9), la libertad de asociación ( artículo 10), la libertad de reunión ( artículo 11), la libertad de circulación y de residencia inclusive el derecho de Asilo ( artículo 12), el derecho de los ciudadanos a participar libremente en la dirección de los asuntos públicos de su país ( artículo 13) y el derecho de propiedad ( artículo 14). 64 La Carta Africana contempla la restricción de ciertos derechos individuales, mas no la suspensión de los mismos. El derecho de reunión y el derecho de entrada y salida de cualquier país son los únicos derechos que pueden ser restringidos por los Estados partes, desde luego, tal restricción debe operar sobre la base de determinados imperativos públicos contenidos en la legislación nacional.65 A continuación se desarrollan los derechos civiles y políticos contenidos en la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. No discriminación 62 Cadet, Jean; Op.Cit. Pág. 55 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 5-6 64 Mireya Castillo. Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Valencia: Tirant Lo Blanch. 2003. Pág. 176 65 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 468-469 63 17 El artículo 2º de la Carta Africana establece que toda persona tiene derecho al disfrute de los derechos y libertades que la misma garantiza sin distinción alguna.66 Esta disposición prohíbe a los Estados partes de la Carta y a cualquier otro particular limitar el goce de los derechos por razones claramente discriminatorias – raza, color, idioma, nacionalidad, género, etc. Además del artículo 2º La Carta Africana contiene otras disposiciones referentes a la no discriminación, tales como: a. artículos 3º que se refiere a la igualdad ante la ley, b. artículo 12.4 y 12.5 relativos a la prohibición de la expulsión de extranjeros, c. artículo 18º que prohíbe la discriminación contra la mujer, los niños, los ancianos y los discapacitados y d. artículo 28, referente a la discriminación entre individuos.67 Definitivamente el derecho a no discriminación se encuentra ligado al goce de los demás derechos y libertades reconocidos por la Carta. Solo existe una efectiva protección y auténtico goce de los derechos, en la medida en que los mismos son garantizados a todas las personas sin hacer distinción alguna. Precisamente a través del artículo 2º de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, se salvaguarda y fortalece el respecto por los derechos desarrollados a lo largo del texto de la Carta y se hace extensiva la prohibición de no poder limitarlos por motivos de discriminación. “En materia de no discriminación, se hace referencia al Caso 159/96 Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos, Asociación de Malí de Derechos Humanos y otros contra Angola. En este caso, en 1996, Angola procedió a la expulsión de todos los presuntos descendientes de nacionales de África Occidental de su territorio y a la confiscación de todos sus bienes; la Comisión juzgó en su Resolución que esa medida violaba las garantías de los derechos estipulados en los artículos 2, 7, y 12 de la Carta afirmando la no discriminación y el derecho a un juicio equitativo, ya que las víctimas no tuvieron la oportunidad de apelar a las instancias judiciales para poder hacer prevalecer sus derechos” 68 66 Cadet, Jean. Op. Cit., Pág. 6 Loc.Cit. 68 Frederic Pacere Titinga. Ponencia: Los desafíos actuales en la protección de los Derechos Humanos. Presentada por: El Colegio de Abogados de Madrid, dentro del II encuentro de Madrid. España: 2009. Pág. 3. 67 18 Trato igual para todos ( Artículos 3) En el artículo 3º de la Carta se establece: a. todo individuo es igual ante la ley y; b. todo individuo tiene derecho a igual protección de la ley. Este artículo complementa al artículo 2º de la Carta con la diferencia que el artículo 2º se aborda el derecho de igualdad de manera general, en tanto que el artículo 3º lo hace de una manera más específica, estableciendo que todo individuo es igual ante la ley y que goza de igual protección de la ley. Por lo tanto, de la interpretación conjunta de los artículos 2º y 3º se obtiene que la ley debe ser igualmente aplicada a todos los individuos, independientemente de su color, opinión política, idioma o sexo, salvo que existan características específicas que obliguen objetiva y razonablemente a dar preferencia a ciertos individuos69. Lo anterior significa que la igualdad no es absoluta sino relativa, pues debe darse un tratamiento distinto proporcional a las circunstancias concretas de cada individuo como un mecanismo compensatorio de desigualdades.70 Derecho a la vida ( Artículo 4) A partir del artículo 4 de la Carta se reconoce que todo ser humano tiene derecho al respeto de su vida y a la integridad física y moral de su persona.71 Existe violación inmediata al artículo 4 de la Carta Africana de Derechos Humanos, al momento en que se priva arbitrariamente de la vida a cualquier persona o grupo de personas. El derecho a la vida es el más importante y por lo mismo, no puede ser derogado o suspendido bajo ninguna circunstancia ni siquiera en momentos de emergencia nacional.72 La dignidad ( Artículo 5) 69 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 7 Loc. Cit. 71 Mireya Castillo. Op., Cit. Pág. 177 72 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 7-8 70 19 Según la Carta todas las personas tienen derecho a que se respete su dignidad humana, por lo que se prohíbe cualquier forma de esclavitud, tortura y todas las penas y tratos crueles, inhumanos o degradantes73. La Comisión ha señalado que la dignidad humana es un derecho básico, del cual son titulares todos los seres humanos sin discriminación.74 Lo anterior significa que, ninguna circunstancia justifica que se le cause daño o humillación a una persona, utilizando métodos tales como:75 i. las amputaciones (por ejemplo, cortar las manos o los pies), ii. cualquier mutilación del cuerpo humano, iii. castigos físicos, como la flagelación, los azotes o los golpes. Integridad personal Todo acto que entrañe tratos crueles, inhumanos, degradantes, causen sufrimiento físico y psicológico, humillen o fuercen a los individuos a proceder contra su voluntad o conciencia, quebrantan el derecho de integridad personal.76 Tomando en consideración los daños de difícil reparación que pueden resultar de la violación de este derecho, la Comisión Africana debería llevar a cabo acciones inmediatas, sin embargo, sucede lo contrario, muestra de lo anterior, fue lo sucedido en uno de los casos sobre tortura, en el cual varias personas fueron cruelmente torturadas y posteriormente ejecutadas debido a la inactividad de la Comisión africana y a su imprecisión al solicitar medidas cautelares al gobierno de Nigeria.77 En otras ocasiones, muchos casos de violación a este derecho han sido declarados inadmisibles por no cumplir con el requisito de agotamiento previo de recursos internos, sin 73 Amnistía Internacional. Op.Cit., 21.07.2011 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 8 75 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 22.07.2011. 76 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 8-9 77 Ibid. Pág. 8-9 74 20 embargo, existen excepciones a tal requisito. Por ejemplo, los detenidos que han sido torturados, no están en el deber de agotar los recursos internos, porque por la situación en la que se encuentran es difícil que pueda denunciar la violación ante las instancias nacionales, por miedo a represiones, por no contar con la asistencia legal necesaria o los medios económicos para poder hacerlo.78 “En el Caso John D. Ouko contra Kenya, el demandante había sido detenido durante 10 meses en una celda sin aseo bajo una bombilla de 250 Vatios permanentemente encendida, la Comisión decidió que la detención fue arbitraria y que se trató de un tratamiento inhumano y degradante. Lo mismo ocurre en el Caso Curtis Francis Doebbler contra Sudán, en el cual la Comisión Africana requiere a Sudán la abolición de la pena de flagelación por ser contraria a la integridad física y a la dignidad humana.”79 Derecho a la libertad. (Artículo 6) El artículo 6º de la Carta señala que todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad de su persona. Nadie puede ser detenido o arrestado arbitrariamente, excepto bajo las condiciones previamente establecidas por la ley.80 Por lo tanto, una persona podrá ser privada de su libertad si se cumplen los supuestos jurídicos previstos en el marco normativo nacional y tratados reconocidos dentro del sistema legal de cada país. Toda detención efectuada en ley debe incluir como mínimo el respeto a los siguientes derechos:81 a) el derecho a ser informado de los motivos de la detención, b) el derecho de los detenidos a ser llevados sin demora ante un juez u otra autoridad judicial, 78 Ibid. Pág. 9 Frederic Pacere Titinga Op.Cit., Pág. 8. 80 Loc.Cit. 81 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 79 21 c) el derecho a ser juzgado en un plazo razonable de tiempo o ser puesto en libertad, d) el derecho a acudir a un tribunal para cuestionar la legalidad de la detención. El derecho a ser juzgado con las debidas garantías.- debido proceso- (Artículo 7) El artículo 7º de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos establece los derechos y garantías que deberán observarse en todo proceso legal.82 Los derechos y garantías de un juicio imparcial incluyen: a) el derecho a la presunción de inocencia hasta que un tribunal competente demuestre lo contrario, b) el derecho a defenderse y a escoger abogado defensor, c) el derecho a ser juzgado en un plazo razonable de tiempo: esto significa que nadie puede estar detenido indefinidamente cuando se le acusa de un delito, d) el derecho a no ser condenado por un acto que, según la ley, no constituyera una infracción en el momento de cometerse, e) el derecho a no ser condenado por un delito cometido por otro miembro de la familia, f) el tribunal debe ser competente, g) el Tribunal ha de ser imparcial, h) los Tribunales han de ser independientes, La Carta no detalla en todo su alcance el derecho a un juicio con las debidas garantías, sin embargo, hay otros tratados y acuerdos internacionales que dejan claro que este derecho incluye también:83 82 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 10-11 22 a) el derecho a una audiencia pública, sujeto a ciertas excepciones, b) el derecho a disponer de tiempo y medios suficientes para preparar la defensa, c) el derecho del procesado a estar presente en su juicio, d) el derecho a recibir asistencia letrada gratuita en caso necesario, e) el derecho a interrogar a los testigos, f) el derecho a disponer gratuitamente de los servicios de un intérprete ante el tribunal en caso necesario, g) el derecho a no estar obligado a declarar contra sí mismo, h) el derecho a apelar ante un tribunal superior. En 1991 la Comisión emitió una resolución referente al derecho a recurrir y al debido proceso, en la cual aclara que el artículo 7 de la Carta Africana incluye el derecho a la defensa legal para personas indigentes, el derecho a la asistencia de un intérprete y el derecho a apelar ante un tribunal superior84 Libertad de conciencia. (Artículo 8) El artículo 8º de la Carta Africana garantiza la libertad de conciencia, la profesión, y la práctica libre de la religión. Nadie puede ser sometido a medidas que restrinjan el ejercicio de tales derechos, salvo lo dispuesto en ley o por motivos de orden público.85 En consecuencia, los gobiernos no podrán restringir este derecho, a menos que sea necesario para proteger la seguridad pública, el orden, la salud, la moral, o los derechos y libertades fundamentales de otros.86 83 Amnistía Internacional. Op. Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 11 85 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 11 86 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 84 23 En varios países africanos las autoridades han reprimido algunas religiones, alegando que sus creencias o prácticas son ilegales o ponen en peligro la unidad nacional. En muchos casos estas restricciones tienen una motivación política y constituyen una violación del derecho a la libertad de religión. Por ejemplo, ciertas religiones o sectas han sufrido restricciones por negarse a ingresar a un partido político o por no acatar las órdenes de las autoridades de realizar ciertos rituales. 87 Libertad de expresión. (Artículo 9) Este derecho afirma que todos pueden expresar sus opiniones sobre cualquier tema de su elección, siempre que se haga dentro del marco de la ley.88 Las restricciones que el Estado imponga a este derecho deben estar dirigidas a proteger los derechos o responder a necesidades de seguridad nacional, orden público, salud pública o la moral.89 Muchos gobiernos africanos han impuesto restricciones que exceden en mucho las que se reconocen internacionalmente como legítimas, a consecuencia de ello muchas personas han sido detenidas y encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de expresión, especialmente por criticar al gobierno o editar publicaciones de carácter político.90 De modo que los gobiernos no pueden imponer una sanción por criticar la política gubernamental o por propugnar una forma de gobierno diferente, ni impedir que las personas expresen sus opiniones censurando periódicos o escritos.91 Liberta de asociación. (Artículo 10) El artículo 10º de la Carta señala que todo individuo tiene derecho de asociarse libremente a condición de cumplir con lo prescrito en la ley. De conformidad con la obligación de solidaridad contenida en el artículo 29 de la Carta Africana, nadie puede ser obligado a asociarse. 87 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Loc.Cit. 89 Loc.Cit. 90 Loc.Cit. 91 Loc.Cit. 88 24 La Carta no estipula que restricciones legales pueden aplicarse a este derecho, sin embargo, las normas internacionales sólo permiten aplicar las restricciones contenida en la ley y las necesarias en una sociedad democrática para proteger la seguridad nacional, el orden público, la moral, los derechos y libertades de otros.92 Muchos gobiernos han violado el derecho a la libertad de asociación prohibiendo organizaciones políticas pacíficas, impidiendo que los trabajadores formen sindicatos o negándose sin razón legítima a autorizar sus asociaciones. A menudo los gobiernos restringen la libertad de asociación por motivos políticos, impidiendo que se formen grupos de oposición.93 Liberta de reunión. (Artículo 11) Toda persona tiene derecho a reunirse libremente con otras personas en privado o en público.94 El ejercicio de este derecho está condicionado solamente a las restricciones necesarias señaladas por la ley, en particular aquellas llevadas a cabo en interés de la seguridad nacional, el orden público, los derechos y libertades de los demás.95 Lo anterior significa que, todas las personas tienen derecho a celebrar reuniones sobre cualquier tema, siempre que no tengan como finalidad incitar a la violencia. Implica también que todos tienen derecho a participar y a organizar manifestaciones pacíficas, incluso para protestar contra el gobierno. Al momento en que las autoridades impiden una manifestación exigiendo una autorización que luego deniegan por motivos políticos, están violando el derecho de reunión.96 Los gobiernos y los agentes de seguridad han violado con frecuencia la libertad de reunión al prohibir manifestaciones y reuniones organizadas por un partido político de oposición o en los casos en que los gobiernos interpretan la seguridad nacional de forma tan general que se prohíbe toda reunión de cualquier naturaleza política. 92 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Loc.Cit. 94 Loc.Cit. 95 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 12 96 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 93 25 Debe tomarse en cuanta que las restricciones que se impongan sobre la libertad de reunión deberán estar explicadas con claridad en la ley y basarse en un número limitado de consideraciones concretas. 97 Derecho a circular libremente y a pedir asilo. (Artículo 12) El artículo 12 de la Carta Africana refiere lo siguiente: a) todo individuo tiene el derecho a la libertad de circulación y residencia dentro de los límites de un Estado a condición de que cumpla con la ley, b) toda persona tiene derecho a dejar cualquier país, incluyendo el propio, y de regresar al mismo, salvo las restricciones previstas por la ley para la protección de la seguridad nacional, el orden público, la salud pública o la moral. c) en caso de ser perseguido todo individuo tiene derecho a buscar y a obtener asilo en otros países, de conformidad con las leyes y con las convenciones internacionales, d) los no-nacionales legalmente admitidos en el territorio de algún Estado parte de la Carta, solamente pueden ser expulsados por motivos expresamente contenidos en la ley y, e) está prohibida la expulsión masiva de extranjeros, la cual se entenderá como aquella dirigida contra grupos nacionales, raciales, étnicos o religiosos. El antes citado artículo 12º de La Carta, contempla la facultad que goza toda persona de entrar y salir de su propio país libremente, siempre que cuente con los documentos de viaje requeridos. Este derecho sólo se puede restringir dentro del marco de la ley y cuando sea necesario para proteger la seguridad nacional, el orden público, la salud colectiva o la moral.98 Debe acotarse que, el derecho a pedir y obtener asilo es una prerrogativa que podrá solicitar toda persona políticamente perseguida que corra riesgo de sufrir graves violaciones de derechos humanos ante lo cual, ni la policía ni las demás autoridades fronterizas pueden negar la 97 98 Loc.Cit. Loc.Cit. 26 entrada a las personas que soliciten refugio, ni obligarlas a regresar a su país sin atender debidamente su petición de asilo.99 Derecho a participar en el gobierno del propio país. (Artículo 13) Según el artículo 13 de la Carta Africana: a) todo ciudadano tiene derecho a participar libremente en el gobierno de su país, directamente o a través de la elección libre de representantes (párr. 1º), b) todo ciudadano tiene derecho a acceder en igualdad de condiciones al servicio público de su país (párr. 2º) y, c) todo individuo tiene el derecho a los bienes y al servicio públicos (párr. 3º). Según lo establecido en el párrafo primero de La Carta Africana, los gobiernos han de ser elegidos mediante algún tipo de proceso democrático y no ser impuestos mediante un golpe de Estado militar u otros medios violentos. Los gobiernos militares o de otro tipo que tomen el poder por la fuerza deberán, por lo tanto, entregar el poder a un gobierno elegido en un plazo de tiempo razonable.100 La Carta también afirma que todas las personas deben tener derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones públicas, sin hacer distingo alguno basado en condiciones de origen étnico o similar.101 b. Derechos económicos, sociales y culturales. (Artículos 14 a 18) Pese a la división que doctrinariamente se ha hecho de los derechos humanos, éstos son interdependientes y complementarios entre si. Muestra de lo anterior es la estrecha relación que existe entre los derechos de segunda generación o derechos económicos, sociales y culturales y el derecho a la integridad personal perteneciente a los derechos de primera generación. 99 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Loc.Cit. 101 Loc.Cit. 100 27 La relación que existe entre los derechos económicos, sociales y culturales y el derecho a la dignidad humana, se base en que la calidad de vida de un individuo dependerá de la forma en que el Estado garantice derechos como: la educación, salud, trabajo y vivienda. Los derechos económicos, sociales y culturales han sido descritos como derechos positivos, porque requieren de la participación activa de los Estados, es decir, a éstos corresponden deberes de acción u obligaciones de hacer, a efecto de garantizar y asegurar el bienestar económico y social.102 Dentro de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, figuran los siguientes derechos económicos, sociales y culturales. Propiedad La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos garantiza el derecho a la propiedad, estableciendo que sólo podrá ser afectado por motivos de necesidad pública o de interés general de la comunidad.103 En base a lo anterior, la propiedad es un derecho que goza toda persona sin distinción alguna, sin embargo, el Estado tiene la potestad de restringirlo por motivos de interés público o general de la comunidad.104 De modo que, es legítima la expropiación de un terreno por parte del Estado cuando esta se sujeta a los parámetros enmarcados dentro de la ley nacional y ofrece a cambio una indemnización a su propietario. Trabajo El artículo 15 de la Carta Africana establece que todo individuo tiene derecho a trabajar bajo condiciones equitativas y satisfactorias y que debe recibir igual salario por igual trabajo.105 Significa que, los empleadores han de asegurar condiciones de trabajo saludables y seguras a sus 102 Cadet, Jean. Op. Cit., Pág. 13 Mireya Castillo. Op.Cit,. Pág. 177 104 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 105 Loc.Cit. 103 28 trabajadores, quienes de igual manera tendrán derecho a ser remunerados en atención al trabajo realizado.106 Salud De conformidad con el artículo 16 de la Carta todo individuo tiene derecho a disfrutar del más alto nivel de salud física y mental. Los Estados partes de la Carta deben tomar todas las medidas necesarias para proteger la salud de toda su gente, incluyendo quienes no tienen dinero y asegurar la correcta atención médica cuando se encuentran enfermos.107 De acuerdo con la Comisión, se trata de un derecho vital para todos los aspectos de la vida y bienestar personal. Es crucial para la realización de todos los demás derechos y libertades fundamentales108. El contenido de este artículo es muy general, aunque comprende los dos aspectos más importantes: primero, el disfrute del más alto nivel de salud física y mental y segundo, la obligación estatal de tomar las medidas necesarias para garantizar este derecho. Estas medidas pueden ser de tipo preventivo y curativo.109 Educación En atención a lo dispuesto en el artículo 17 de la Carta toda persona tiene derecho a recibir educación y a participar libremente en la vida cultural de su comunidad. La Carta afirma que los gobiernos deben promover y proteger la moral y los valores tradicionales reconocidos por la comunidad, Sin embargo, la Comisión no ha interpretado aún este deber en armonía con otros derechos que reconoce la Carta.110 La Familia A partir del artículo 18º de la Carta se reconoce a la familia como la unidad natural y la base de la sociedad. Estipula también que los gobiernos tienen el deber de poner fin a toda 106 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 13 108 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 109 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 13-14 110 Ibid. Pág. 14 107 29 discriminación contra la mujer, de proteger los derechos de la mujer y del niño y de prestar protección especial a los ancianos y minusválidos.111 c. Derechos de los pueblos. ( Artículos 19-24) Las libertades y derechos descritos en la Carta Africana como derechos de los pueblos, son derechos de tercera generación.112 A través de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, se reconoce por primera vez en el ámbito del Derecho Internacional de los Derechos Humanos los derechos de tercera generación o derechos de los pueblos.113 Existe una serie de documentos de la Naciones Unidas que con anterioridad abordaron el tema de los derechos de los pueblos, entre ellos: a. La Carta de la ONU que reconoce en el artículo 1(2) el derecho de todos los pueblos a la autodeterminación, b. La Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos (Declaración de Argelia) que elaboró una lista de los mencionados derechos y c. la resolución 32/130 de la Asamblea General que establece en el párrafo 1 que: “todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de la persona humana y de los pueblos son inalienables.” 114 De cualquier manera, es hasta en la Carta Africana que los derechos de los pueblos se desarrollan ampliamente dentro de un verdadero tratado de derechos humanos. En la Carta Africana figuran los siguientes derechos de los pueblos:115 a) todos los pueblos son iguales y tiene derecho a gozar del mismo respeto y de los mismos derechos, b) ninguna circunstancia justifica la dominación u opresión de un pueblo por otro, 111 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Buergenthal, Thomas. Derechos Humanos Internacionales. México: Ediciones Gernika.1996. Segunda edición. Pág. 247-248 113 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 114 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 472 115 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 112 30 c) todos los pueblos tienen derecho a la existencia, a la libre determinación y a escoger su propia condición política, d) todos los pueblos pueden aspirar a su desarrollo económico y social según los principios que ellos mismos escojan, Se reconoce a los pueblos el derecho a la libre autodeterminación y a la soberanía absoluta sobre sus recursos naturales, el derecho al desarrollo, el derecho a la paz y el derecho a tener un ambiente favorable para su desarrollo. 116 Además, los pueblos tienen derecho a: a. impedir que las riquezas y recursos naturales de su país sean explotados por extranjeros y b. establecer acuerdos comerciales para proteger y desarrollar sus riquezas.117 De igual manera, tienen derecho a que nadie contamine su aire y sus aguas y a prohibir el uso de sus tierras en guerras con otros pueblos o que las mismas sean utilizadas como base de actividades subversivas o terroristas contra el pueblo de ningún otro Estado africano que haya ratificado la Carta. La definición de actividades "subversivas", ha de ser congruente con las garantías que estipula la Carta para la libertad de conciencia, religión, expresión, opinión, asociación y reunión.118 La Carta de Banjul no define con claridad el término pueblo. Por lo que es preciso comprender en primer lugar, qué son derechos de los pueblos, para luego determinar qué entiende la Carta de Banjul por pueblo. En la cuarta cláusula preambular de la Carta se aprecia un primer intento por definir el contenido que abarca los derechos de los pueblos, la cual dicta:119 Reconociendo que, por un lado, los derechos fundamentales del ser humano se basan en los atributos de la persona humana, lo que justifica su protección internacional y que, por otro lado, la realidad y el respeto de la realidad de los pueblos deben necesariamente garantizar los derechos humanos…”. Lo anterior significa que, los derechos de los pueblos y los derechos 116 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 178 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 118 Loc. Cit. 119 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 472-473 117 31 humanos lejos de ser conceptos incompatibles son complementarios entre sí.120 Los derechos de los pueblos son derechos individuales porque son relativos a todos y cada uno de los individuos, con la particularidad que el medio de reconocimiento, ejercicio y protección es colectivo, pues sólo el pueblo en su conjunto es el único legitimado para hacerlos valer.121 Aureliu Cristescu Relator de la Sub-Comisión Especial para la Prevención de la Discriminación y Protección de las Minorías, afirma que los elementos de la noción de pueblo son las siguientes: a) el término pueblo denota una existencia social que posee una clara identidad y características propias, b) existe una relación con el territorio, aún si el pueblo en cuestión fue expulsado de el y sustituido por otra población, c) Un pueblo no debe ser confundido con minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, cuya existencia y derechos son reconocidos en el artículo 27 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. A pesar de que la definición arriba transcrita no es admitida universalmente, es un instrumento de auxilio conceptual que al ser trasladada al contexto africano ayuda a clarificar la noción de pueblo no considerada concretamente en la Carta.122 A continuación, se analiza más detenidamente los derechos de los pueblos contenidos en la Carta de Banjul. Derecho a la existencia y a la autodeterminación De acuerdo con el artículo 20 de la Carta Africana todos los pueblos tienen los siguientes derechos.123 120 Ibid. Pág. 473 Ibid. Pág. 475 122 Loc.Cit. 121 32 derecho a la existencia y al incuestionable e inalienable derecho a la autodeterminación, derecho a determinar libremente su condición política y perseguir su desarrollo económico y social de acuerdo a la política que también libremente hayan elegido, los pueblos oprimidos o colonizados tienen el derecho a liberarse por sí mismos de la dominación, a través de cualquier medio reconocido por la comunidad internacional y, todos los pueblos tienen el derecho a la asistencia de los Estados partes de la Carta en su lucha por la liberación contra la dominación extranjera, sea política, económica o cultural. A la luz del artículo 20 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos el derecho a la autodeterminación se divide en política y económica. La autodeterminación política se concretó exitosamente en los Estados africanos que progresivamente han logrado o están en proceso de proclamarse soberanos. La autodeterminación económica constituye la base de los siguientes derechos: a. derecho a la libre disposición de los recursos naturales, b. de indemnización, en caso de expropiación, c. de eliminación de todas las formas de explotación, d. del derecho al desarrollo económico, social y cultural, e. del goce igual del patrimonio común de la humanidad, e. del derecho a la paz y a la seguridad, f. del derecho a un medio ambiente general satisfactorio.124 Derecho a la libre disposición de la riqueza y recursos naturales El artículo 21 de la Carta señala que: 125 a. todos los pueblos tienen derecho a disponer libremente de su riqueza y recursos naturales, b. en caso de despojo el pueblo afectado tiene el derecho a la recuperación legal de su propiedad así como a una compensación adecuada, 123 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 15 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 476 125 Gobierno de la Organización de la Unidad Africana. Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los pueblos. Resolución 115, XVI de fecha 27 de julio de 1981 124 33 c. la libre disposición de la riqueza y los recursos naturales será ejercida sin perjuicio de la obligación de promover la cooperación económica internacional basada en el respeto mutuo, el intercambio equitativo y los principios del derecho internacional, d. los Estados partes de la Carta ejercerán individual y colectivamente el derecho a la libre disposición de su riqueza y recursos naturales con miras a reforzar la unidad africana y la solidaridad y, e. se comprometerán a eliminar todas las formas de explotación extranjera, particularmente la practicada por monopolios internacionales. Durante mucho tiempo los grupos de dominación no permitían a los pueblos disponer y utilizar sus riquezas y recursos naturales, ya que, aquéllos arbitrariamente se atribuyeron tal prerrogativa. Esta situación además de colocar a los pueblos en una situación económica incierta implicó una clara violación a su sistema de tradiciones culturales, por lo tanto, a fin de que los pueblos africanos no se vieran afectados en este derecho se estableció una disposición específica dentro de la Carta, a partir de la cual ningún particular o grupo de poder pudiera privar a la comunidad aborigen del derecho a disponer de forma libre e independiente de sus riquezas y recursos. Derecho al desarrollo De conformidad con el artículo 22 de la Carta todos los pueblos tienen derecho al desarrollo económico, social y cultural y al disfrute equitativo de la herencia común del género humano, debiendo los Estados asegurar el ejercicio de tal derecho.126 “El derecho al desarrollo, inicialmente concebido como un derecho de las comunidades sometidas a la dominación colonial extranjera, fue elaborado de tal modo que su enfoque contemporáneo vincula a todos los países en desarrollo con el nuevo orden económico internacional. Es exactamente este aspecto que surge como paradoja, puesto que los países desarrollados, que propagan la protección de los Derechos Humanos, no se encuentran dispuestos a la división necesaria de riquezas que resultaría del desarrollo y la consecuente 126 Loc.Cit. 34 disminución de las violaciones de derechos humanos. Este es ciertamente el motivo principal que hizo que el derecho al desarrollo solamente encontrara protección convencional en la Carta Africana”127. “El componente económico del derecho al desarrollo no debe necesariamente prevalecer sobre los demás, finalmente no es sólo el crecimiento económico el que refleja el desarrollo. Este no tiene un patrón uniforme, pues se deben siempre observar las características, la herencia, el pasado cultural de los diferentes grupos que habitan el mundo; como bien alienta el propio preámbulo de la Carta de Banjul al afirmar que se deben tener en cuenta las virtudes tradicionales históricas y valores de la civilización africana que deben inspirar y caracterizas las (…) reflexiones sobre la concepción de los derechos humanos y de los pueblos”.128 Derecho a la paz y a la seguridad El artículo 23 de la Carta establece que todos los pueblos tienen derecho a la paz y seguridad nacional e internacional. Los principios de solidaridad y relaciones amistosas deben regir las relaciones entre los estados con el propósito de reforzar la paz, la solidaridad y las relaciones amistosas. Los Estados partes de la Carta deben asegurar que todo individuo que disfruta del derecho de asilo no se encuentra involucrado en actividades subversivas en contra de su país de origen o de cualquier otro estado parte, y que sus territorios no se usan como base para actividades terroristas o subversivas en contra del pueblo de cualquier Estado parte. 129 Derecho a un medio ambiente adecuado En el artículo 24 de la Carta Africana se establece que todos los pueblos tienen derecho a un “medio ambiente adecuado general favorable para su desarrollo”. Importante mencionar que la Carta Africana, es el primero de los instrumentos internacionales en materia de DDHH en 127 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 477-478 Ibid. Pág. 478 129 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 16 128 35 incluir este derecho. Esta aportación ha sido opacada por las s críticas que ha recibido en el sentido de que su redacción es vaga y se presta a múltiples interpretaciones.130 2.2.3. Deberes Las obligaciones contenidas en la Carta Africana se agrupan en dos grandes categorías: a. las obligaciones correlativas de los derechos y, b. las obligaciones de restricciones al goce de derechos. Ambas categorías de obligaciones se codifican en el artículo 27(2) de la Carta Africana e indica que los derechos y obligaciones de cada individuo deberán ejercerse sin menoscabo de los derechos de los demás, la seguridad colectiva, la moralidad y el interés común.131 La Carta Africana prevé además otros tipos de obligaciones. Por ejemplo, el artículo 29(7) impone la obligación de preservar y fortalecer los valores africanos en la relación con otros miembros de la sociedad y en general a contribuir en el fomento del bienestar moral de la sociedad.132 a. Deberes del Estado ( Artículo 1, 25, 26) Las obligaciones de todo Estado miembro de la Carta Africana se clasifican doctrinariamente en dos grandes grupos: a.1. Obligaciones genéricas Las obligaciones genéricas son aquellos deberes que contraen los Estados partes. En general hacen referencia a las medidas y procedimientos que éstos deberán desarrollar y poner en 130 Loc.Cit. Buergenthal, Thomas. Op.Cit., Pág. 248 132 Ibid. Pág. 249 131 36 práctica para que los derechos contenidos a lo largo de la Carta Africana se respeten y garanticen.133 Se enuncian en el artículo 1, 26 y 62 de la Carta. El artículo 1 dispone que:“ Los Estados Miembros de la Organización de la Unidad Africana, partes en la presente Carta, reconocen los derechos, deberes y libertades enunciados en esta Carta y se comprometen a adoptar las medidas legislativas o de otro tipo para aplicarlos” el cual se complementa con lo establecido en el artículo 62, en virtud del cual, “todos los estados partes deberán de informar bienalmente sobre las medidas legislativas o de otro tipo que han adoptado para hacer efectivos los derechos que la Carta garantiza”.134 En tanto que el artículo 26 afirma: “ Los Estados partes en la presente Carta tienen el deber de garantizar la independencia de los tribunales y de permitir el establecimiento y el perfeccionamiento de instituciones nacionales apropiadas encargadas de la promoción y de la protección de lo derechos y libertades garantizados pro la presente Carta” a.2. Obligaciones específicas. Las obligaciones específicas, se refieren a compromisos o deberes concretos que los Estados partes adquieren en relación a ciertos derechos contenidos en la Carta, para lo cual deberán de adoptar las medidas correspondientes dirigidas a cumplirlos. En atención a lo establecido en la Carta Africana, los Estados asumen las obligaciones específicas siguientes:135 a) el compromiso de tomar las medidas necesarias para asegurar la salud de sus poblaciones y para asegurarles asistencia médica en caso de enfermedad (artículo 16.2), b) la obligación de asistir a la familia en su misión de guardiana de la moral y de los valores tradicionales reconocidos por la comunidad, 133 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 173 Buergenthal, Thomas. Op.Cit., Pág. 250-251 135 Gobierno de la Organización de la Unidad Africana. Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los pueblos. Resolución 115, XVI de fecha 27 de julio de 1981. 134 37 c) el deber de velar por la protección de los derechos de la mujer y del niño, tal como están estipulados en las declaraciones y convenciones internacionales (artículo 18.2 y 18.3), c) el compromiso de asegurar a los pueblos el derecho de libre disposición de sus riquezas y de sus recursos naturales ( Artículo 21.4), d) el compromiso de eliminar todas las formas de explotación económica extranjera (artículo 21.5), e) el deber de asegurar el ejercicio del derecho al desarrollo (artículo 22.2), f) el deber de promover y asegurar el respecto a los derechos y libertades enunciados en la Carta Africana (artículo 25), g) el compromiso de prohibir que sus territorios sean utilizados como base para el desenvolvimiento de actividades subversivas o terroristas dirigidas contra el pueblo de cualquier otro Estado parte de la Carta (artículo 24.2). A diferencia de otros convenios internacionales la Carta no incluye disposición alguna que permita suspender temporalmente las obligaciones asumidas por los Estados b. Deberes de los individuos ( Artículos 27 al 29) El entendimiento de la comunidad africana es que hay un nexus entre derechosdeberes.136 Los deberes individuales se encuentran comprendidos en el capítulo II de la parte I de la Carta de Banjul y refieren que cada individuo tiene deberes frente a la familia, el Estado, a la sociedad, otras colectividades legalmente reconocidas y comunidad internacional.137 Según la Carta los deberes del individuo para con la comunidad incluyen: a) tratar a los demás sin discriminación, 136 137 Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 478 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 178 38 b) preservar el desarrollo armónico de la familia, c) trabajar de la mejor forma que sea posible, d) pagar los tributos que imponga la ley, e) preservar y reforzar los valores culturales africanos positivos en un espíritu de tolerancia, diálogo y concertación y, f) promover la unidad africana. Entre los deberes del individuo para con el Estado, la Carta fija los siguientes: a) no comprometer la seguridad nacional, b) preservar y reforzar la solidaridad social y nacional, c) preservar y reforzar la independencia nacional y la integridad territorial del país y contribuir a su defensa de conformidad con la ley. En cuanto a los deberes que le corresponden al individuo para con la familia están:138 a. preservar el desarrollo armonioso de la familia, b. respetar en todo momento a sus padres, c. Alimentar y asistir a sus padres en caso de necesidad. Además de la Carta Africana, el único instrumento internacional convencional de derechos humanos que impone deberes a los individuos es la Convención Americana de Derechos Humanos.139 2.2.4. Medidas de defensa 138 139 Loc.Cit. Fischel Andrade, José H. Op.Cit., Pág. 478-479 39 Las medidas de defensa se encuentran comprendidas en la parte I y II de la Carta y se definen como la institución encargada de asegurar la protección de los derechos de los hombres y de los pueblos o como los mecanismos que garantizan el cumplimiento de las obligaciones asumidas por los Estados.140 2.2.5. Supervisión del cumplimiento de la Carta Los mecanismos de supervisión que figuran en La Carta son: a. comunicaciones individuales e interestatales e, b. informes periódicos que deben presentar los Estados. Las comunicaciones individuales son quejas presentadas por un individuo contra un Estado parte de la del Sistema Africano de Derechos Humanos. Las comunicaciones interestatales son denuncias planteadas por un Estado contra otro Estado. Las quejas individuales e interestatales se presentan ante la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y en las mismas se alegan violaciones a los derechos garantizados por la Carta. Dentro de los mecanismos de comunicaciones individuales e interestatales pueden alegarse violaciones frente a cualquier clase de derecho. Poder promover denuncias basadas en violaciones a derechos individuales o colectivos, convierte a la Comisión Africana en el primer órgano internacional de su tipo en poder conocer de casos específicos por violaciones a derechos económicos, sociales, culturales, derechos civiles y políticos y derechos de los pueblos. El segundo mecanismo de protección se refiere a los informes periódicos. Estos deben ser presentados por los Estados cada determinado tiempo y versan sobre la situación general en la que se encuentran los derechos humanos en su jurisdicción. Aunque este método de supervisión ya existe en otros sistemas, en el ámbito africano los Estados deben informar sobre cualquier tipo de derecho y no solamente sobre aquellos de tipo económico, social y cultural.141 2.3. Características de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos. 140 141 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 179 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 676-677. 40 La Carta Africana refleja los valores, tradiciones, costumbres africanas y los principios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.142 El comité encargado de redactar la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos tomó en cuenta las violaciones a los derechos humanos cometidas en el período colonial y a lo largo de las dictaduras instituidas durante la época independiente. Tomando en cuenta aquel contexto histórico de la región, se redacta un instrumento regional en materia de derechos humanos que responde a las necesidades y problemas de la civilización africana. Muestra que la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos no es copia de otros convenios o tratados regionales, es el reconocimiento conjunto de derechos individuales y colectivos que se hace en la misma. El reconocimiento conjunto de derechos individuales y colectivos cobra sentido si se considera que “el total disfrute de los derechos humanos individuales está inseparablemente condicionado por el respeto y reconocimiento de los derechos de los pueblos a los que pertenecen.”143 La Carta reconoce no solamente derechos, sino además un amplio catálogo de deberes.144 La Carta Africana también se distingue por no contemplar cláusulas de suspensión de los derechos y libertades. En su lugar consagra las llamadas “cláusulas de freno”, las cuales limitan el ejercicio de cada derecho en específico en determinadas condiciones. 2.4. Diferencias entre la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Convención Americana de Derechos Humanos. La Carta Africana está influenciada por el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales de 1950 ( Convención Europea) y la Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969 ( Convención Americana). De ninguna manera es posible afirmar que, la Carta Africana sea una copia de aquéllos dos instrumentos regionales, ya que, sus disposiciones responden a la historia, valores, necesidades y tradiciones del pueblo africano. De hecho, la idea de dignificar la civilización africana y la necesidad de reconocer el 142 Amnistía Internacional. Op.Cit., Fecha de consulta: 21.07.2011 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 678-679 144 Ibid. Pág. 681-682 143 41 valor humano de su pueblo conducen a crear un tratado internacional más ambicioso que la Convención Europea y Americana. En atención a lo dicho, hay detalles que marcan una importante diferencia entre la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Convención Europea y Americana. La Convención Americana y Europea regulan los derechos civiles y políticos, los derechos económicos, sociales y culturales y los derechos de los pueblos en diferentes instrumentos convencionales, mientras que en el Sistema Africano estos derechos se reúnen en un solo instrumento por medio de la Carta Africana. El preámbulo de la Carta Africana señala que “los derechos civiles y políticos no pueden disociarse de los derechos económicos, sociales y culturales en su concepción y universalidad, y que la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales es una garantía para el disfrute de los derechos civiles y políticos”145, lo cual muestra como la Carta Africana proclama la interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos sin priorizar unos derechos sobre otros.146 La Carta Africana es el único instrumento convencional de derechos humanos en reconocer derechos de tercera generación. Se trata del único tratado internacional de derechos humanos que consagra explícitamente el derecho a la paz (art. 23), el derecho al medio ambiente satisfactorio y global (art. 24) y el derecho al desarrollo (art. 22). 147 Una tercera nota definitoria de la Carta Africana es que reconoce deberes. El Preámbulo considera que “el disfrute de los derechos y libertades conlleva el cumplimiento de los deberes de cada uno”, mientras que el artículo 27 señala que “todo individuo tiene deberes respecto a la familia y la sociedad, el Estado, y las demás comunidades legalmente reconocidas y respecto a la comunidad internacional”. El artículo 29 formula un auténtico catálogo de deberes humanos 145 Ibid. Pág. 675-676 Gómez Isa, Felipe. Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo. Sistema Africano de Derechos Humanos. En página web: http://www.fongdcam.org/. Fecha de consulta: 21.07.2011 147 Loc.Cit. 146 42 dentro de los que figuran: a. preservar el desarrollo armónico de la familia y trabajar por su respeto, b. servir a la comunidad nacional, c. preservar la solidaridad social y la seguridad nacional, d. trabajar y pagar tributos, e. preservar los valores culturales africanos, etc.148 La Carta de Banjul no establece cláusulas generales de suspensión de derechos, en su lugar la mayoría de derechos civiles y políticos están sujetos a diversas condiciones que limitan su ejercicio bajo determinadas circunstancias. Los derechos económicos, sociales, culturales y los derechos de los pueblos no están sujetos a cláusulas limitativas incluso, la Comisión Africana ha señalado que estos derechos no pueden suspenderse ni siquiera en Estados de emergencia o en circunstancias especiales. El hecho de que la Carta no contenga cláusulas de suspensión de derechos puede ser visto como una expresión del principio de que “la restricción de los derechos humanos no es una solución a las dificultades nacionales pues el ejercicio legítimo de los derechos humanos no plantea peligros a un Estado democrático gobernado por un Estado de derecho”. Esta apreciación puede resultar inadecuada en situaciones graves de peligro o de emergencia nacional, como cuando los Estados requieren suspender temporalmente ciertos derechos para poder hacer frente a tales circunstancias. Por ello, las cláusulas de suspensión no han de ser vistas solamente en su aspecto negativo – que es la restricción en sí-. Estas cláusulas desempeñan una doble función, es decir, sin bien es cierto que obstruyen el ejercicio de los derechos también establecen las condiciones bajo las cuales los Estados pueden llegar a limitar los derechos dando mayor certeza a sus titulares.149 Otra de las grandes diferencias que existen el Sistema Africano y los demás sistemas regionales es el énfasis que se le da a la negociación y la conciliación.150 De acuerdo con la concepción africana los pleitos no se dirimen en un proceso contencioso, sino, a través de la reconciliación. En los demás sistemas regionales lo común es la litis en lugar de ir a resolver consensualmente el problema legal. 148 Loc.Cit. Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 682-683 150 Buergenthal, Thomas. Op.Cit., Pág. 250 149 43 Una nota distintiva más radica en la creación de los órganos de supervisión de cada uno de los sistemas regionales. La creación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos se da a través de la Carta Americana y Europea de Derechos Humanos correspondientemente. En el Sistema Africano la Corte Africana no se establece por medio de La Carta, sino en el con el Protocolo a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Finalmente, a diferencia de los mecanismos internacionales de protección de los otros dos sistemas regionales, el Sistema Africano ha sido planeado para tratar con denegaciones masivas de derechos humanos y no con violaciones individuales.151 151 Loc.Cit. 44 CAPITULO 3 SISTEMAS DE PROTECCIÓN 3.1. Comisión Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos. 3.1.1. Aspectos generales. La estructuración de un sistema regional de protección a los derechos humanos requiere de la implementación de una serie de elementos indispensables para su funcionamiento. Cuando se pensó en la creación del Sistema Africano de Protección de Derechos Humanos, el primer paso fue la elaboración de un instrumento convencional que condensara derechos, libertades y deberes. Paralelamente a ése amplio catálogo de derechos y libertades debía crearse los órganos que promovieran, protegieran y garantizaran los mismos. La Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se establece a través de Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, como un órgano encargado de promover los derechos humanos y de los pueblos y asegurar su protección dentro de la región. 152 En la segunda parte de la Carta Africana se desarrolla todo lo concerniente a la creación, organización, mandato y procedimiento de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. 3.1.2. Atribuciones de la Comisión De conformidad con el artículo 45 de la Carta, las funciones de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos son:153 1. promover los derechos humanos y en especial: a. recopilar documentos, emprender estudios e investigar los problemas africanos en materia de derechos humanos y de los pueblos, organizar seminarios, simposios y conferencias, difundir información, alentar a las instituciones nacionales y locales interesadas en los derechos humanos y de los pueblos, y en su caso dar sus opiniones o 152 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 16 Gobierno de la Organización de la Unidad Africana. Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los pueblos. Resolución 115, XVI de fecha 27 de julio de 1981. 153 45 hacer recomendaciones a los gobierno y b. formular y establecer principios y normas destinados a resolver problemas legales relativos a los derechos humanos y de los pueblos y a las libertades fundamentales con los que los gobiernos africanos puedan basar sus legislaciones, 2. garantizar la protección de los derechos humanos de los pueblos en las condiciones establecidas por la Carta, 3. interpretar todas las disposiciones de la Carta Africana a petición de un Estado firmante, de una institución del a UA o de una organización africana reconocida por la UA, 4. llevar a cabo cualquier otra tarea que la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno le encomiende. A partir del artículo 45 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos las funciones de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se resumen en tres deberes básicos: a. promoción, b. garantía y, c. Interpretación. El deber de promoción implica la difusión de los derechos humanos. El deber de garantía implica el desarrollo de mecanismos que permitan verificar la situación de los derechos humanos en cada una de las regiones del continente y la implementación de procedimientos que faciliten el acceso al sistema de denuncias de la Comisión. Finalmente el deber de interpretación comprende la labor de análisis que deberá hacer la Comisión en relación a las disposiciones de la Carta Africana, cuando así lo solicite algún Estado parte, instituciones de la UA o una Organización Africana reconocida por la UA. Para el desempeño de sus atribuciones la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos cuenta con un sistema de fuentes normativas principales y subsidiarias. Por lo cual, los actos y decisiones de la Comisión Africana se basarán en un marco normativo ya 46 preestablecido dentro de la propia Carta Africana. A partir del artículo 60 de la Carta se extrae que el sistema legal primario está constituido por los siguientes instrumentos: a. legislación internacional sobre derechos humanos y de los pueblos, b. Carta de las Naciones Unidas, c. Carta de la Organización para la Unidad Africana, d. La Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros instrumentos adoptados por departamentos especializados de las Naciones Unidas, de los cuales sean miembros los firmantes de la Carta. La Comisión deberá de observar y aplicar primeramente los principios y disposiciones contenidas en los instrumentos arriba enumerados. Puede ocurrir que las fuentes primarias no contemplen exactamente la forma de abordar ciertas situaciones o que contenga parámetros demasiados generales, en tales casos la Comisión deberá apoyarse en otra clase de fuentes denominan subsidiarias o secundarias. Las fuentes subsidiarias, se establecen en el artículo 61 de la Carta Africana: “La Comisión también tomará en consideración, como medida subsidiaria para determinar los principios del derecho aplicables, otros convenios generales o especiales que establezcan normas expresamente reconocidas por los Estados miembros de la Organización para la Unidad Africana, prácticas africanas que concuerden con las normas internacionales relativas a los Derechos Humanos y de los Pueblos, costumbres generalmente aceptadas como normas, principios generales del derecho reconocidos por los Estados africanos, así como precedentes legales y creencias”. Las fuentes subsidiarias contenidas en la disposición arriba citada se resumen de la siguiente manera:154 a. las costumbres generalmente aceptadas como reglas de derecho, b. los principios generales de derecho reconocidos por los Estados africanos y, 154 Travieso, Juan Antonio. Derechos Humanos y Derecho Internacional. Buenos Aires: Heliasta S.R.L.2004. Pág. 310 47 c. los precedentes legales y creencias. Las fuentes subsidiarias únicamente se aplicaran en defecto de las primarias o cuando éstas solamente fijen parámetros muy vagos o insuficientes para lograr el análisis de la situación concreta que busca la Comisión. 3.1.3. Estructura y mandato. a. Composición y elección de sus miembros En el capítulo I de la parte II de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se tratan los detalles correspondientes a la composición y organización de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. La Comisión está integrada por once miembros escogidos en votación secreta por la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA de una lista de personas designada por los Estados firmantes de la Carta.155 Los candidatos propuestos deben ser personas conocidas por su integridad, imparcialidad y conocimiento en materia de derechos humanos. Actuarán a título personal, gozan de privilegios e inmunidades diplomáticas y son designados por el término de seis años pudiendo ser reelegidos.156 La exigencia de que los miembros de la Comisión actúen a título personal es para establecer una independencia entre los miembros de la Comisión y sus Estados de origen. De igual manera, aún cuando los miembros de la Comisión son elegidos para un período de seis años, la duración de cuatro de los miembros elegidos en la primera elección terminará al cabo de dos años y la de los de los otros tres al cabo de cuatro años. El presidente de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización de la Unidad Africana echará a suerte qué miembros ocuparán su cargo durante un período u otro. El artículo 34 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos establece que cada Estado firmante de la Carta propondrá como máximo dos candidatos. El candidato que designa el Estado parte puede ser no nacional de este, pues basta con que sea originario de 155 156 Ibid. Pág. 309 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 18 48 cualquiera de los otros Estados firmantes. Frente a ésta prerrogativa que se les brinda los Estados firmantes, la Carta establece que dentro de los miembros de la Comisión no podrá incluirse a más de un ciudadano del mismo Estado, a fin de evitar cualquier tipo de favoritismo político y así lograr consolidar un órgano apolítico e imparcial que trascienda las fronteras nacionales.157 Finamente, es de resaltar que la Comisión tiene un presidente, un vicepresidente y un secretario, que su quórum se integra con siete miembros y en caso de empate el presidente tendrá el voto decisivo.158 b. Independencia e imparcialidad El grado de independencia e imparcialidad, determina la efectividad, eficacia y credibilidad operativa de un organismo de derechos humanos.159 Un organismo es independiente cuando las decisiones adoptadas y procedimientos implementados no requieren aprobación de entidades de carácter político. Un organismo únicamente pude ser eficaz en la consecución de sus funciones en la medida en que otras dependencias o instancias no entorpezcan, dilaten o impongan un esquema procedimental para el desarrollo de las mismas. En este sentido, se ha querido proyectar a la Comisión como un órgano independiente por el simple hecho de poseer su sede en Gambia y no en Etiopia como la UA.160 Sin embargo, aún cuando la Comisión y la UA poseen sus sedes en lugares totalmente distintos, la UA influye notablemente sobre las decisiones de la Comisión. Lo anterior, se afirma en base a los estipulado en el artículo 59 de la Carta Africana que señala: “1. todas las medidas tomadas de conformidad con las disposiciones de la presente Carta serán confidenciales hasta que la Asamblea de Jefes de Estado y de gobierno decidan lo contrario (…) 3. El informe de las actividades de la Comisión serán hechos públicos por su presidente tras ser considerados por la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno”. Lo cual significa que, las medidas adoptadas por la 157 Loc. Cit. Travieso, Juan Antonio. Op.Cit., Pág. 309 159 Loc.Cit. 160 Loc.Cit. 158 49 Comisión en relación a las quejas y denuncias hechas de su conocimiento así como el informe anual que haga referencia a las mismas, serán confidenciales hasta que la Asamblea de Jefes de Estado y de gobierno decida lo contrario.161 Frente a lo anterior la Comisión se ha valido de las prerrogativas contenidas en los artículos 33, 40 y 108 de su reglamento, consistentes en la elaboración de actas al final de cada sesión, publicación de las minutas de las sesiones que se llevan a cabo y la emisión de comunicados de prensa a través de su secretaría para publicar sus decisiones sin que éstas deben de pasar previamente por el filtro de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno Otro tema que pone en duda la independencia de la Comisión es el relativo a la manera en que ésta enfrenta los casos de emergencia, ya que, según el artículo 58 de la Carta: “si de las comunicaciones presentadas a la Comisión se derivan casos especiales que revelen la existencia de violaciones graves y masivas a los derechos humanos, ésta debe ponerlo en conocimiento de la Asamblea de Jefes de Estado y Gobierno, la cual podrá solicitar a aquélla un estudio sobre los hechos.”162 La Comisión no goza de independencia económica porque su asignación presupuestaria depende de la UA, hecho que repercute indirectamente en el desarrollo de sus funciones de promoción, pues, algunas veces la falta de recursos no le permite cumplir a cabalidad dicha tarea. Contario sensu al tema de independencia, la Comisión puede ser considerada como un órgano totalmente imparcial puesto que, cada sus decisiones se basan en el sistema de fuentes primarias y subsidiarias. La Comisión es un órgano apolítico en vista que, su fin primordial es lograr la efectiva protección y garantía de los derechos humanos sin importar el Estado de que se trate. c. Mandato El mandato de la Comisión se desarrolla en tres rubros principales: la promoción, la protección y la interpretación de los derechos contenidos en la Carta Africana y otros tratados 161 162 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 24 Loc.Cit. 50 pertenecientes al Sistema Africano. También lleva a cabo tareas encomendadas eventualmente por la Asamblea y posee potestades cuasijudiciales y cuasilegislativas, respectivamente.163 Las funciones de la Comisión se concentran en tres puntos medulares: a. hacer de conocimiento de todos y cada uno de los miembros de los Estados los derechos humanos que les asisten, b. desarrollar programas, proyectos, adoptar mecanismos e implementar las medidas que juzgue necesarias, a efecto de supervisar el cabal respeto y garantía de estos derechos por parte de los Estados parte, c. dar luz interpretativa al sistema de normas que basan el Sistema Africano de Derechos Humanos cuando así lo sea solicitado por los sujetos de derecho legitimados para hacerlo. d. Organización La Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos está integrada por 11 miembros. Los comisionados eligen a su Presidente y a su Vicepresidente y el Secretario de la UA nombra al Secretario de la Comisión. 164 La Comisión no funciona de forma permanente sino que se reúne en determinados períodos del año a través de sesiones ordinarias y extraordinarias. De acuerdo a lo establecido en los artículos 2 y 3 de la Carta, la Comisión celebrará normalmente dos períodos ordinarios de sesiones al año con una duración de dos semanas en las fechas fijada por la Comisión sobre la propuesta de su Presidente y en consulta con el Secretario de la UA. De igual manera, se prevé la celebración de sesiones extraordinarias que serán convocadas por el Presidente en consulta con los miembros de la Comisión, a petición de la mayoría de los miembros de la Comisión o del Presidente de la UA. Las sesiones de la Comisión son públicas, salvo que la Comisión decida otra cosa o que de las disposiciones de la Carta se desprenda que éstas deban de ser privadas. Sus idiomas de trabajo son las de la UA es decir, las lenguas africanas, el francés y el inglés.165 163 Travieso, Juan Antonio. Op.Cit., Pág. 309 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 180 165 Loc.Cit. 164 51 3.1.4. Funciones a. Promoción Todo sistema de protección de derechos humanos tiene como fin último resguardar los Derechos individuales y colectivos de los habitantes de su región. Para evitar el quebrantamiento de los derechos humanos y fomentar su respeto y reconocimiento debe informarse a la sociedad cuáles son las libertades y prerrogativas que les asisten.166 En el continente africano el órgano encargado de promover los derechos humanos y de los Pueblos es la Comisión Africana. El artículo 45.1 de la Carta Africana establece que: “ Las funciones de la Comisión serán: 1. Promover los Derechos Humanos y de los Pueblos y en especial: a. recopilar documentos, emprender estudios e investigar los problemas africanos en materia de derechos humanos y de los pueblos, organizar seminarios, simposios y conferencias, difundir información, alentar a las instituciones nacionales y locales interesadas en los derechos humanos y de los pueblos y en su caso dar sus opiniones o hacer recomendaciones a los gobiernos, b. formular y establecer principios y normas destinadas a resolver problemas legales relativos a los Derechos Humanos y de los Pueblos y a las libertades fundamentales en los que los gobiernos africanos puedan basar sus legislaciones (…)”. Del análisis del artículo 45 de la Carta Africana se desprende que la labor de promoción tiene por objetivo informar al público sobre temas de derechos humanos y promover su respeto protección y reconocimiento. La falta de recursos humanos y materiales limitan a la Comisión en su labor de promoción razón por la cual, han alentado a Organizaciones no Gubernamentales a involucrarse en esta actividad de difusión. 167 b. Protección La función de protección presenta las siguientes variantes: 166 167 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 19-20 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 686-687 52 b.1. Denuncias de un Estado parte contra otro Estado parte (comunicaciones o denuncias interestatales) Cuando un Estado parte estime que otro Estado parte ha violado alguna disposición de la plataforma jurídica que conforma el Sistema Africano de Derechos Humanos lo hará de conocimiento de la Comisión Africana. El trámite de las denuncias interestatales tiene como propósito principal la conciliación de las partes. El trámite de las denuncias de un Estado parte contra otros Estado parte se encuentra establecido en los artículos 47 al 54 de la Carta Africana. El Reglamento de la Comisión distingue entre una comunicación-negociación y entre una comunicación- queja.168 Si un Estado parte tiene razones o motivos suficientes para considerar que otro Estado ha incumplido las obligaciones de respeto y protección de los derechos humanos y de los pueblos establecidos en la Carta, el Estado interesado puede acogerse al procedimiento establecido en el artículo 47 o 49 de la Carta Africana. El artículo 47 de la Carta hace referencia a la comunicación-negociación. La comunicación-negociación es un procedimiento de carácter confidencial a partir del cual un Estado parte que tenga motivos razonables para creer que otro Estado parte ha incumplido sus obligaciones de respeto y protección de los derechos humanos y de los pueblos establecidos en la Carta, lo hace saber vía escrita a la Comisión Africana. Puede enviarse a la Secretaría General de la Unión Africana y al Presidente de la Comisión Africana copia de la correspondencia sostenida entre ambos Estados. Hasta aquí el procedimiento constituye un intento por solucionar el asunto mediante el diálogo en lugar de propiciar una confrontación. Si en el término de tres meses - contados a partir de la fecha en que la comunicación inicial es recibida por el Estado demandado - el asunto no ha sido resuelto satisfactoriamente por los Estados involucrados mediante negociaciones bilaterales o a través de cualquier otro procedimiento pacífico, cualquiera de ellos puede remitir el caso a la Comisión Africana.169 El procedimiento concluye con un informe que preparará la Comisión dentro de un plazo razonable, 168 169 Ibid. Pág. 688 Loc.Cit. 53 contendrá los hechos y las conclusiones, será remitido a los Gobiernos implicados y comunicado a la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la UA.170 Debe tomarse en consideración que la Comisión no desempeña un papel activo en estos procedimientos y sí el Estado decide no llevar la querella ante ésta, las negociaciones pueden prolongarse durante años sin llegar a ninguna solución.171 La otra opción con que cuentan los Estados se anuncia en el artículo 49 de la Carta y se refiere a la comunicación queja. Según éste procedimiento, sí un Estado considera que la otra parte no ha cumplido con los principios y derechos contenidos en la Carta Africana podrá presentar directamente el caso a la Comisión. 172 Aún cuando un Estado parte recurra a este procedimiento, la Comisión debe usar los recursos necesarios y apropiados para resolver la controversia amigablemente. Si los Estados no logran un acuerdo satisfactorio, la Comisión elabora un informe con los hechos y sus recomendaciones y lo transmite a los Estados y a la Asamblea dentro de un periodo razonable. El informe así como cualquier otra medida adoptada con relación a la comunicación interestatal en cuestión, debe permanecer confidencial a menos que la Asamblea General decida en otro sentido. La Carta no establece que la Asamblea General debe tomar acción alguna ulteriormente, tampoco existe un mecanismo de supervisión de las recomendaciones elaboradas por la Comisión aunque cualquier Estado miembro de la Unión Africana podría proponer el tema para discusión durante la sesiones de la Asamblea.173 Una vez la demanda se remite formalmente a la Comisión, sin importar que haya sido a través del procedimiento del artículo 47 o 49 de la Carta Africana, se verifica que cumpla con los requisitos de admisibilidad y en seguida la Comisión emprende un proceso de investigación con el objeto de obtener toda la información relevante sobre el caso.174 Sí no se ha alcanzado una 170 Travieso, Juan Antonio. Op.Cit., Pág. 311 Buergenthal, Thomas. Op.Cit., Pág. 255 172 Loc.Cit. 173 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 688-689. 174 Buergenthal, Thomas. Op.Cit., Pág. 253 171 54 resolución cordial basada en el respecto de los derechos humanos y de los pueblos, debe elaborar un informe presentando los hechos y sus fallos.175 Las facultades de la Comisión Africana durante el trámite de las comunicaciones interestatales son menores a las de un órgano jurisdiccional, pues no puede imponer sus decisiones a los Estados. De hecho, la Carta Africana no establece disposición alguna para darle seguimiento a las recomendaciones de la Comisión.176 b.2. Comunicaciones o denuncias individuales u otras denuncias. El trámite para este tipo de denuncias se encuentra señalado en los artículos 55 al 59 de la Carta. Según este procedimiento los particulares y las ONG están legitimados para presentar a la Comisión Africana quejas escritas en contra de actos de los Estados partes que sean violatorios de los principios y derechos contenidos en la Carta.177 La queja debe ser enviada a la Secretaría de la Comisión que la transmitirá a sus miembros. La denuncia será considerada por la Comisión sí lo decide así una mayoría simple de sus miembros y si cumple con los requisitos de admisibilidad siguientes:178 a) sus autores se identifican, aunque soliciten el anonimato, b) ser compatibles con la Carta de la Organización para la Unidad Africana o con la presente Carta, c) no utilizar en los escritos lenguaje despectivo o insultante contra el Estado implicado, sus instituciones o contra la Organización para la Unidad Africana, d) no basarse exclusivamente en noticias difundidas por los medios de comunicación, e) agotar los recursos locales, si es que existen, 175 Loc.Cit. Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 689 177 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 21 178 Gobierno de la Organización de la Unidad Africana. Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los pueblos. Resolución 115, XVI de fecha 27 de julio de 1981. 176 55 f) presentar la denuncia dentro de un período de tiempo razonable a partir del momento en que se agotaron los recursos locales o de la fecha en que la Comisión es puesta al corriente del asunto y, g) que no refieran casos que ya han sido solucionados por los Estados implicados de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la Organización para las Unidad Africana o las disposiciones de la presente Carta ( Carta Africana, Art. 56). El artículo 113 del Reglamento de la Comisión establece que ésta debe pronunciarse lo antes posible sobre la admisibilidad o inadmisibilidad de las quejas. Tomando en consideración lo establecido en el artículo 113 y el hecho del elevado número de comunicaciones en torno a las cuales deba de pronunciarse la Comisión, el artículo 115 del mismo instrumento prevé la constitución de grupos de trabajo compuestos por tres miembros de la Comisión. La Constitución de los antes referidos grupos de trabajo tienen por objetivo agilizar tanto el estudio de admisibilidad de las comunicaciones como su posterior análisis de fondo. La Comisión o grupo de trabajo examina la comunicación a la luz de toda la información de que dispone. Si así lo considere necesario la Comisión o grupo de trabajo puede solicitar al autor de la comunicación o al Estado parte interesado que dentro del plazo que al efecto se señale, presente por escrito información u observaciones adicionales relativas a las cuestiones de admisibilidad. 179 Previo a pronunciarse sobre la cuestión de admisibilidad, la Comisión o grupo de trabajo debe poner en conocimiento del Estado la correspondiente comunicación, a efecto de que éste presente sus observaciones. La Comisión adoptará una decisión en la cuestión de la admisibilidad, sí el Estado parte no envía una respuesta por escrito dentro de los tres meses a partir de la fecha de notificación del texto de la comunicación. 179 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 185 56 Por lo tanto, ya sea que la Comisión resuelva la admisibilidad o la inadmisibilidad de una comunicación, en ambos casos deberá informar su decisión tan pronto como sea posible al autor de la comunicación y al Estado parte interesado180. Al resolverse la admisibilidad de la comunicación: 181 se otorga al Estado parte interesado un plazo de tres meses para presentar cualquier declaración con relación a los hechos del caso y a las medidas que haya adoptado para remediar la situación. Posteriormente, el autor de la comunicación también podrá elaborar sus propias observaciones. la Comisión con base a toda la información recibida tanto del autor de la comunicación como del Estado parte interesado dará a conocer sus observaciones, mismas que serán comunicadas a la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno. La Asamblea decidirá sí solicita o no a la Comisión un estudio profundo que informe, a través de un reporte pormenorizado, las conclusiones a las que se llegó y las recomendaciones pertinentes. Cuando la Asamblea autoriza a la Comisión para que realice el estudio a profundidad y el informe, éstos se conservan en calidad de confidenciales hasta el momento en que la Asamblea decide hacerlos públicos.182 Habrá de tomarse en cuenta que previamente al estudio del fondo de la comunicación, la Comisión puede solicitar al Estado la adopción de medidas provisionales a fin de evitar daños irreparables al a víctima de las violaciones alegadas. La Carta Africana no faculta expresamente a la Comisión para sugerir a los Estados partes la adopción de medidas provisionales, sin embargo, a través de una interpretación amplia del artículo 46 del la Carta Africana, la Comisión ha logrado su aplicación. Dicho artículo también faculta al a Comisión a recurrir a cualquier método de investigación durante el trámite de los casos, como lo serían las investigaciones in situ. 183 180 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 691-692 Loc.Cit. 182 Ibid. Pág. 258 183 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 692 181 57 Finalmente, el estudio de fondo que realiza la Comisión en relación a la comunicación es incluido en cada informe anual de actividades de la Comisión, el cual se presenta a la Asamblea General. No obstante, los informes en las que se encuentran pueden hacerse públicos sólo cuando hayan sido aprobados por la Asamblea. Esta práctica se encuentra establecida en el artículo 59 de la Carta, el cual señala que: “todas las medidas tomadas dentro del marco del capítulo relativo a otras comunicaciones serán confidenciales hasta el momento en que la Asamblea General decida lo contario. El informe anual que haga referencia a ellas será publicado por el presidente de la Comisión cuando lo apruebe la Asamblea”.184 b.3. Informes periódicos El artículo 62 de la Carta Africana refiere que: “los Estados partes deben presentar cada dos años un informe sobre las medidas legislativas o de otro tipo que hayan adoptado a fin de dar efecto a los derechos y libertades reconocidas y garantizados por la Carta”. Éste es el único artículo dentro de las disposiciones de la Carta Africana en el que se trata el tema referente a la presentación de los informes periódicos de los Estados parte. Al analizar tal disposición normativa, se aprecia la forma tan poco precisa en que desarrolla el tema, ya que, se limita a indicar cada cuánto tiempo los Estados partes deben informar sobre la situación de los derechos humanos en su territorio, pasando por alto establecer la instancia a la que los Estados deben de remitir tales informes, el órgano encargado de efectuar la revisión de los informes y los requisitos formales que éstos deben de llenar. Aún cuando aquellos aspectos se desarrollan a detalle dentro de las Reglas de procedimiento de la Comisión, el ideal hubiese sido que tales parámetros fuesen contemplados dentro del propio contenido de la Carta. La razón por la cual se considera que aquellos requisitos de fondo y de forma debieron de ser contemplados dentro de la Carta Africana es porque el reglamento de la Comisión entra en vigencia mucho tiempo después que la Carta consecuentemente, en ese ínterin de tiempo existió un enorme vació y mucha imprecisión en 184 Travieso, Juan Antonio. Op.Cit., Pág. 312 58 cuanto a cuál debía ser el procedimiento de presentación y que aspectos debían de ser desarrollados dentro de su contenido. A raíz de lo anterior, la entonces Asamblea General de la OUA, a petición de la Comisión y con base a la interpretación conjunta de los artículos 45 y 46 resuelve facultarla para recibir y analizar los informes.185 Es pues con la entrada en vigencia del reglamento de la Comisión africana de derechos humanos y de los pueblos que se materializan aquellos requisitos de fondo y de forma omitidos dentro del artículo 62 de la Carta Africana. Es decir, que lo referente al contenido, recepción y revisión de los informes periódicos de los estados, se encuentra regulado del artículo 81 al 87 del Reglamento de la Comisión. En ese orden de ideas, el artículo 81 del antes citado Reglamento establece que dentro de los Informes que cada Estado parte presente a la Comisión, se deberá indicar lo siguiente: a. las medias que se hayan adoptado para dar efecto a los derechos reconocidos por la Carta y sobre los progresos realizados en relación con el goce de esos derechos. b. Los factores y dificultades que obstaculizan la aplicación de las disposiciones de la Carta. Fuera de los dos requisitos arriba transcritos, la Comisión puede por conducto del Secretario General solicitar a los Estados partes que amplíen aquel contenido, para lo cual deberán de indicarse los temas que de forma adicional habrán de ser desarrollar en su informe. Abordados los temas referentes a la competencia de la Comisión tanto para recibir los informes y para fijar las bases sobre las cuales habrán de versar éstos, corresponde desarrollar el tema referente a la evaluación de su contenido186. Al respecto el artículo 83, 84 y 85 de la Carta establecen que:187 185 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 699 Ibid. Pág. 699-700 187 Gobierno de la Organización de la Unidad Africana. Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los pueblos. Resolución 115, XVI de fecha 27 de julio de 1981. 186 59 los informes son examinados públicamente por la Comisión y en caso de realizarse mediante audiencia, cualquier comisionado puede formular preguntas u observaciones al representante o agente del Estado que se encuentre presente para tal efecto. Las ONG o particulares pueden asimismo, presentar información adicional-no oficial- a la Comisión para ser utilizada durante el estudio de informe respectivo. Al final del procedimiento, la Comisión Africana elabora observaciones a los Estados para mejorar el cumplimiento de los derechos humanos y de los pueblos garantizados por la Carta. Esta puede transmitir a la Asamblea General de la UA sus observaciones. Enviadas las observaciones a los Estados, éstos deben presentar información adicional y sus comentarios a las observaciones finales de la Comisión. El mayor problema del mecanismo de informes es que ni la Carta ni el Reglamento hacen referencia alguna a las consecuencias jurídicas que eventualmente puede conllevar el que los Estados ignoren las observaciones de la Comisión. Como no se trata de un procedimiento contradictorio, las sugerencias y comentarios de este órgano no son obligatorios en sentido estricto por tanto, no conllevan responsabilidad internacional.188 b.4. Interpretación El artículo 45.3 de la Carta Africana faculta a la Comisión para interpretar sus disposiciones a solicitud de algún Estado parte, de los órganos de la UA o de las ONG reconocidas por ésta. Para poder desarrollar ésta labor interpretativa, la Comisión deberá de auxiliarse de las llamas fuentes normativas primarias y subsidiarias del derecho. Lo anterior significa que, la Comisión primeramente deberá observar las disposiciones de los instrumentos africanos de derechos humanos, la Carta de las Naciones Unidas, la Carta de la Organización de la Unidad Africana (Acta Constitutiva de la Unión Africana), la Declaración Universal, y los instrumentos adoptados por las Naciones Unidas y los países africanos en materia de derechos humanos y de los pueblos y subsidiariamente otros tratados internacionales 188 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 700. 60 generales o especiales reconocidos por los Estados miembro de la UA, las costumbres generalmente aceptadas, los principios generales reconocidos por los Estados africanos, la jurisprudencia y la doctrina.189 b.5. Otras funciones De conformidad con el artículo 45.4 de la Carta Africana la Comisión puede realizar otras tareas que le sean encomendadas por la Asamblea de Jefes de Estado y Gobierno, pero no establece claramente cuáles son ese otro tipo de actividades que puede llevar a cabo. Es precisamente sobre la base del artículo 45.4 que en varias ocasiones les ha ido solicitado a los comisionados que participen por ejemplo, como observadores electorales en distintos países africanos particularmente en las misiones desplegadas por la entonces Organización de la Unidad Africana. De cualquier manera, el amplio mandato de la Comisión hace prácticamente innecesario buscar la aprobación de la Asamblea sobre otras iniciativas de gran trascendencia.190 3.1.5. Competencia El término competencia se refiere a las atribuciones o funciones que una norma jurídica otorga a un órgano de forma exclusiva. Al hablar de la competencia de la Comisión se está refiriendo concretamente a las funciones o mandatos que la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos le asigna de forma única. El artículo 45 de la Carta Africana enlista las competencias de la Comisión, así: a) promover los derechos del hombre y de los pueblos, b) asegurar la protección de los derechos del hombre y de los pueblos enunciados en la Carta, c) interpretar las disposiciones de la Carta y, d) llevar a cabo cualquier otra tarea que le encomiende la Conferenciad de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA. 189 190 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 22-23 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 700-701 61 La función de promoción de los derechos humanos y de los pueblos se desarrolla en el artículo 45.1 de la Carta y en el artículo 87 del Reglamento de la Comisión. Según el artículo 45.1de la Carta, el deber de promoción implica: a. investigaciones documentales, b. la realización de estudios, c. la organización de seminarios, d. la diseminación de información, e. la formulación y elaboración de textos legislativos, f. la cooperación con otras organizaciones internacionales regionales o globales gubernamentales o no gubernamentales que se dediquen a la protección de los derechos humanos y de los pueblos y g. las recomendaciones u observaciones que formule a los gobiernos. El Reglamento de la Comisión incluye como parte de las funciones de promoción de la Comisión las siguientes: a. adoptar y llevar a cabo un programa de acción que de cumplimiento a las obligaciones enumeradas en el artículo 45.1 de la Carta, b. llevar a cabo cualquier otro tipo de actividades, a partir de las cuales la difusión de los derechos humanos sea una realidad en cada uno de los Estados partes, c. Presentación de informes escritos sobre las actividades de promoción que lleva a cabo en cada uno de los países que visita y en su caso de las organizaciones que le ayudan en la consecución de su misión. El deber de protección enunciado en el artículo 45.2 de la Carta se desarrolla en los artículos 88 al 105 del Reglamento de la Comisión. La Comisión cumple con la misión de protección al tener competencia para: a. recibir y evaluar los informes periódicos que deben remitir los Estados partes de la Carta. b. evaluar comunicaciones individuales e interestatales. La función de protección tienen como propósito resguardar al individuo o a un grupo de individuo de toda clase de violación a sus derechos humanos. 62 Finalmente, la Comisión tiene competencia para interpretar las disposiciones de la Carta Africana a requerimiento de un Estado parte, de una institución de la UA, o de una organización africana reconocida por la UA.191 3.1.6. Sesiones de la Comisión Africana de derechos humanos y de los pueblos a. Sesiones ordinarias y extraordinarias de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. El artículo 42.3 de la Carta Africana y 43 del Reglamento de la Comisión establecen que es necesaria la asistencia de siete comisionados para formar quórum e iniciar las sesiones.192 Según el artículo 1 y 4 del Reglamento de la Comisión se celebrarán las sesiones que sean necesarias y tendrán lugar en la sede de la Comisión, es decir en Banjul Gambia, salvo que la Comisión en consideración con el Secretario resuelva que deban celebrarse en otro lugar. La Comisión Africana celebrará sesiones ordinarias y extraordinarias. En cuanto a las sesiones ordinarias el artículo 4 del Reglamento de la Comisión establece: “normalmente la Comisión celebrará dos períodos ordinarios de sesiones al año con una duración de una a dos semanas, en la fecha fijada por la Comisión sobre la propuesta de su Presidente y en consulta con el Secretario General de la Organización de Unidad Africana”. De modo que, la Comisión se reúne en sesiones ordinarias dos veces al año y cada sesión tiene una duración de de siete o quince días. En la práctica la sesiones duran por lo general quince días, en donde la primera semana de sesiones es pública y la segunda es de carácter privada.193 Tal y como se adelanto, la primera semana de sesiones es pública y se centra en el estudio de la situación general de los derechos humanos en África, el análisis de las actividades y mecanismos adoptados por la Comisión y la evaluación de los informes de los países partes. En 191 Mireya Castillo. Op.Cit., Pág. 181 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 23 193 IFEX. Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Montreall, Canadá. http://www.ifex.org/campaigns/africian commission/es/. Guatemala 9 de octubre de 2011. 192 63 tanto que las sesiones que se llevan a cabo durante la segunda semana son de carácter eminentemente privadas y tienen por objeto:194 a. evaluar tanto los comunicados o reclamos de individuos, Organización no gubernamentales o países miembros de la UA, b. Examinar y analizar los informes de misiones promocionales o investigadores que lleva a cabo la Comisión en los países partes. Finalmente, en la sesión de cierre, que es pública, la Comisión lee un comunicado en el cual resume las sesiones, así como los detalles de las resoluciones aprobadas por la Comisión en sesión privada. 3.2. La Corte Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos. 3.2.1. Generalidades Todo sistema regional o universal de protección a los derechos humanos requiere de una estructura coherente y perfectamente definida para poder operar de forma eficaz y cumplir a cabalidad cada uno de los cometidos para los que ha sido creado. En ese sentido y teniendo en cuenta el contexto histórico del continente africano, el cual revela masivas y graves violaciones a los derechos humanos, es indispensable diseñar y estructurar un sistema que se adecue a aquélla realidad histórica. Por lo tanto, un sistema regional integral de protección de derechos humanos requiere en primer lugar, de un instrumento internacional a partir del cual se promuevan y protejan los derechos y libertades propias de cada continente y en segundo lugar, la implementación de mecanismos de control específicos. El instrumento fundacional del Sistema Africano de Derechos Humanos es “la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos”. A partir de la Carta de Banjul se crea la Comisión Africana pero no se contempla la constitución de una Corte Africana de Derechos Humanos, pues la misma se instaura hasta en el año de 1998 a través del Protocolo de la Carta 194 Loc.Cit. 64 Africana de Derechos humanos y de los Pueblos.195. Lo anterior, muestra como la Comisión y la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos no son creadas simultáneamente, pues la Comisión se establece en el año de 1986 a través de la Carta Africana y la Corte hasta en el año 2004, por medio del Protocolo de la Carta Africana. En julio de 2004, tan solo seis meses después del establecimiento de la Corte, en su tercer período ordinario de sesiones celebrado en Addis Abeba, la Asamblea de la Unión Africana decide que la misma debía fusionarse con la Corte Africana de Justicia para convertirse en la Corte Africana de Justicia y de Derechos Humanos. El instrumento de fusión fue el Protocolo del Estatuto del Tribunal Africano de Justicia y Derechos Humanos de julio de 2008, mismo que deberá de ser ratificado al menos por 15 Estados de la UA para que la futura Corte entre en funcionamiento, sin embargo, para el mes de agosto del año 2010, tan sólo Burkina Faso, Libia y Mali lo habían ratificado.196 “Se calcula que el proceso de fusión podría terminar en el 2013, por lo que hasta entonces la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos va a continuar con sus operaciones. La actual Corte de Derechos Humanos tiene su sede en Arusha, Tanzania, donde también estará ubicada la nueva Corte Africana de Justicia y de Derechos Humanos, la cual estará conformada por 16 jueces, ocho de los cuales deben ser expertos en derechos humanos.”197 “La Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, es creada en respuesta a las limitaciones que enfrentaba la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en su propósito de proteger y defender los derechos humanos, sobre todo por su falta de autoridad para hacer aplicar la ley.”198 195 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 32-33 Instituto Europeo Campus Stellae. IECS. ¿Funciona el Tribunal Africano de los Pueblos? España. 16 de febrero de 2011. Disponible en: http://internacional-iecs.blogspot.com/. Guatemala 12 de agosto de 2011. 197 Loc. Cit. 198 IFEX. Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Guía de la Corte Africana de Derechos Humano y de los Pueblos. Montreall, Canadá. http://www.ifex.org/campaigns/africian commission/es/. Guatemala 9 de octubre de 2011. 196 65 Lo anterior significa que, la Comisión como órgano promotor y protector de los derechos humanos carece de fuerza coercitiva para obligar a los Estados partes a obedecer las recomendaciones, observaciones y decisiones que pronuncia en relación a determinados temas en materia de derechos humanos, situación que se remedia con el establecimiento de un Tribunal Africano, pues al ser un órgano jurisdiccional todo pronunciamiento que emane del mismo es vinculante para el Estado parte correspondiente.199 Los fallos emitidos por la Corte africana son definitivos y solo cabe el recurso de revisión.200 La Corte y la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los pueblos son órganos claves dentro del Sistema Africano y complementarios entre sí.201 Previo al establecimiento del Tribunal Africano las decisiones, recomendaciones y observaciones de la Comisión carecían de obligatoriedad para los Estados parte, situación que complicaba el panorama de protección y respeto de los derechos humanos dentro de la región por tal razón, era indispensable que el Sistema Africano contara con un órgano de naturaleza jurisdiccional que completar y afianzara la labor realizada por la Comisión. El Preámbulo del Protocolo de la Carta Africana sobre la creación de una Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, establece: “el objetivo principal de la Corte es completar y reforzar la misión de la Comisión Africana (…). En el análisis de los requisitos de admisibilidad debe de tomar en cuenta su complementariedad con la Comisión (…).” 3.2.2. Composición De conformidad con el artículo 11 del “Protocolo a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre el establecimiento de una Corte Africana” el Tribunal estará integrado por once jueces nacionales de Estados miembros de la UA, quienes serán elegidos a título personal entre juristas de la más alta consideración moral y de reconocida competencia práctica, judicial o académica y experiencia en el campo de derechos humanos. 199 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.cit., Pág. 701 Ibid. Pág. 704-705 201 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 33. 200 66 Es criticable que Estados que son miembros de la UA pero que no son parte del Protocolo puedan proponer candidatos a la Corte Africana, ya que, así como la Corte no puede desplegar su potestad normativa ni hacer vinculantes sus decisiones en Países no partes del Protocolo de igual manera, no se les debiese otorgar a éstos el beneficio de estar representados en la misma. El procedimiento de elección de los candidatos a Jueces se lleva a cabo de conformidad con los siguientes pasos: a. El Secretario General de la UA solicita a cada Estado parte del Protocolo, presentar dentro de los 90 días siguientes a tal petición sus candidatos para el cargo de Juez de la Corte. b. En seguida, los Estados partes deberán proponer dentro del plazo arriba señalado y de conformidad con los requisitos establecidos en el artículo 11 del Protocolo, hasta un máximo de tres candidatos, de los cuales por lo menos uno deberá ser nacional suyo. c. Posteriormente, el Secretario General de la UA prepara una lista por orden alfabético de los candidatos presentados y la comunica a los Estados miembros de la UA por lo menos treinta días antes de la próxima reunión de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la UA. d. En votación secreta los miembros de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la UA eligen, de la lista remitida por el Secretario y en votación secreta, a los Jueces de la Corte. Los Jueces de la Corte son elegidos por un período de seis años y podrán ser reelectos una sola vez, sin embargo, por sorteo que efectuará el Secretario General de la UA se determinará el mandato de qué jueces expirará en el término de dos y cuatro años correspondientemente. Los Jueces electos deberán declarar cumplir con sus funciones de manera imparcial y fielmente. De igual manera, tienen prohibición expresa de participar en un asunto que implique al Estado del que es originario. 67 La Corte elegirá a su Presidente y Vicepresidente por un período de dos años y podrán ser reelectos por una única vez. Así mismo, designará a un Secretario que será el responsable de la organización de las actividades de la Secretaria Judicial.202 Actualmente los jueces que integran la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos son:203 a. Juez Presidente: Fatsah Ouguergouz (Argelia); b. Jean EmileSomda (Burkina Faso); c. Gerard Niyungeko (Burundi); d. Sophia A.B. Akuffo (Ghana); e. Kellelo Justina Masafo-Guni (Lesoto); f. Hamdi Faraj Fanoush (Libia); g. Modibo Tounty Guindo (Malí); h. Jean Mutsinzi (Ruanda); i. El Hadji Guissé (Senegal); j. Bernard Ngoepe (Sudáfrica) y; k. George W. Kanyeihamba (Uganda) 3.2.3. Funciones La Corte Africana tiene dos funciones: a. una contenciosa y b. una consultiva. 202 203 Frederic Pacere Titinga. Op.Cit.,. Pág. 2 Saavedra Álvarez, Yuridia. Op.Cit., Pág. 704 68 La Corte sólo pueda desplegar su potestad jurisdiccional sobre los Estado que han aceptado su competencia contenciosa de lo contario, deberá abstenerse de entrar a conocer las comunicaciones que ante sus oficios promueva un Estado, organizaciones no gubernamentales o individuos. 204 Los Estados aceptan la competencia contenciosa de la Corte mediante la adhesión al Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre la creación de una Corte Africana. “El 15 de diciembre de 2009, el Tribunal Africano de los Derechos Humanos y de los Pueblos dictó su primera sentencia en el asunto Michelot Yogogombaye contra República de Senegal, en esta sentencia el Tribunal declara que carece de jurisdicción para conocer del asunto al haber sido interpuesta la demanda por un particular y por no haber aceptado la República de Senegal la competencia del Tribunal para conocer de las demandas interpuestas por particulares.”205 Ya desde su primer fallo, el Tribunal Africano determinó no evaluar comunicaciones o quejas que hagan valer individuos u organizaciones no gubernamentales en contra de Estados que no han aceptado la competencia contenciosa de la Corte. La Corte también podrá emitir opiniones a solicitud de una organización reconocida por la UA o por un Estado parte, sobre cualquier disposición de la Carta Africana o cualquier otro instrumento africano sobre derechos humanos.206 La competencia consultiva de la Corte concurre con la asignada por la Carta Africana a la Comisión por lo cual, se ha propuesto que ambos órganos colaboren de tal manera que armonicen sus opiniones para lograr interpretaciones compatibles. De hecho, el Protocolo establece que la Corte debe asegurarse que la materia de la opinión no se relacione con algún asunto que se encuentre conociendo la Comisión para evitar un prejuzgamiento. 207 El Artículo 4 del Protocolo de la Carta Africana sobre la creación de una Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos establece que: 204 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 33 Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. Sentencia en el asunto Michelot Yogogmbaye contra República de Senegal. África, 2009. http://www.african-court.org. Guatemala 13 de agosto de 2011. 206 Cadet, Jean. Op.Cit., Pág. 33 207 Loc.Cit. 205 69 “A petición de un Estado miembro de la OUA, de cualquier órgano de la OUA o de una organización africana reconocida por la OUA, la Corte podría realizar un Dictamen sobre cualquier cuestión jurídica respecto a la Carta o a cualquier otro instrumento pertinente relativo a los derechos Humanos, a condición de que el objeto del Dictamen no se refiera a una investigación pendiente ante la Comisión. 2. Los Dictámenes de la Corte serán motivados. Un juez puede adjuntar una opinión individual o divergente. “208 3.2.4. Procedimiento para presentar una queja ante la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. La Corte está facultada para conocer tanto de comunicaciones individuales como interestatales es decir, de demandas que procedan de la Comisión Africana, de un Estado Parte del Protocolo o de cualquier Organización Internacional en las que se denuncien violaciones de derechos humanos por un Estado parte. Para el trámite de las comunicaciones individuales e interestatales deberá de observar el procedimiento que a continuación se muestra. Artículo 5 del Protocolo que crea la Corte Africana estipula que están legitimados para llevar un caso ante la Corte:209 a. la Comisión, b. el Estado parte que haya sometido el caso a la Comisión, c. el Estado parte contra el cual se haya dirigido la demanda, d. el Estado parte del cual sea residente la víctima de una violación de Derechos Humanos y, e. Las Organizaciones intergubernamentales africanas. Una vez presentada la queja por cualquiera de los sujetos legitimados para hacerlo, corresponde a la Corte pronunciarse sobre la admisibilidad del mismo, teniendo en cuenta lo requisitos siguientes que figuran en el artículo 56 de la Carta Africana: 210 208 209 Frederic Pacere Titinga. Op.Cit,. Pág. 2 Ibid. Pág. 5 70 - la compatibilidad del caso con el acta constitutiva de la Unión africana y la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, - no contener términos ultrajantes o insultantes respecto al Estado acusado, sus Instituciones, o la Unión Africana, - haber agotado todas las vías de recurso internas. Admitido el caso por la Corte ésta puede intentar previamente realizar un arreglo amistoso y de no ser posible deberá de proceder al examen definitivo del caso.211 Los casos se examinaran a través de audiencias públicas que la Corte celebrará, salvo que por circunstancias específicas ésta determine que deban llevarse a puerta cerrada212. Terminadas las audiencias los Jueces deliberan y dictarán la resolución dentro de los 90 días siguientes a la finalización de las audiencias. El fallo se adoptará por mayoría de los jueces reunidos, debe ser motivado y no puede ser objeto de Apelación solo revisado o interpretado. 3.2.5. Derechos de las víctimas ante la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. El Protocolo a la Carta Africana contempla una serie de disposiciones que se encausan a conceder a la víctima una serie de prerrogativas, durante la consecución del correspondiente proceso. En primer lugar, el artículo 10.2 del Protocolo establece que las víctimas tienen derecho a participar en todas las fases del procedimiento y pueden ser representadas por un Abogado a su elección 213 Por otro lado, el Artículo 27 del Protocolo, refiere que el Tribunal puede, cuando reconoce la violación de un derecho humano, ordenar: “Todas las medidas apropiadas para remediar la situación, incluido el pago de una compensación justa o la realización de una reparación”. Lo anterior significa que, las víctimas se benefician de un derecho a reparación, pese a ello, no se desarrolla que clases de medidas de reparación podrá dictar la Corte pero, 210 Ibid. Pág. 6 Loc.Cit. 212 Ibid. Pág. 6-7 213 Ibid. Pág. 11. 211 71 siguiendo los criterios internacionales podría pensarse en medidas de restitución, compensación, rehabilitación, satisfacción y garantía de no repetición.214A partir del contenido del artículo 27.1 del Protocolo a la Carta Africana pareciera que la misma se inclina por dictar medidas de carácter indemnizatorias o pecuniarias aunque, es importante que las medidas de reparación que la Corte resuelva aplicar sean acordes a la naturaleza del caso que se evalúa. 214 Ibid. Pág. 12. 72 CAPITULO 4 PRESENTACIÓN, ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS En el continente africano la lucha por el respeto a los derechos humanos ha sido una constante y pese a la labor que realizan los órganos de supervisión del Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos, aún se siguen cometiendo masivas y brutales violaciones en varios países de la región. Las violaciones a los derechos humanos fueron vistas por mucho tiempo como hechos sin importancia, pues tanto los grupos de dominación colonial como los posteriores gobiernos de corte dictatorial poseían concepciones totalmente incompatibles al esquema de protección de los derechos humanos. Tuvo que transcurrir un poco más de tres décadas, desde la adopción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, para que los países pertenecientes al continente africano determinaran comprometerse a proteger los derechos humanos en la región. La tardía adhesión de los países africanos a tratados en materia de derechos humanos y la lenta implementación de un sistema regional de defensa a los mismos, se debió a la separación ideológica de éstos con el resto del mundo. Las doctrinas profesadas en los Estados de la región de África eran muy distintas a las del mundo occidental, hecho que dificultó y retardó el proceso de armonización de los principios y procedimientos de aquella región con los del Derecho Internacional en general. Debía hallarse el momento preciso para incorporar la región africana al panorama mundial de defensa a los derechos humanos. La situación de independencia permite integrar a las nuevas naciones en una organización regional de protección a los derechos humanos. El proceso de incorporación de los Estados africanos al movimiento internacional de derechos humanos inicia con la adhesión a los principales tratados internacionales en materia de derechos humanos y concluye con la puesta en marcha del Sistema Africano de Derechos Humanos. La renuencia de los individuos y pueblos originarios a continuar bajo condiciones que denigraran su valor como seres humanos, motiva la incorporación del área africana a la 73 plataforma jurídica internacional de protección a los derechos humanos y el diseño de una instancia regional de defensa a los mismos. El sin número de atropellos cometidos contra la sociedad africana determina la creación del Sistema Africano de Protección de los Derechos Humanos. Todas las regiones del mundo atravesaron por sucesos violentos, sin embargo, los hechos de agresión no quebrantaban el mismo grupo de derechos. En consecuencia, la plataforma jurídica de cada sistema regional es distinta y por ende, los derechos a proteger en una y otra región del mundo responden a diferentes necesidades. La tendencia del Sistema Africano de Derechos Humanos es la protección de los derechos de los pueblos, pues en virtud de los acontecimientos vividos son los más proclives a ser violentados. El pilar fundamental de la política africana de protección a los derechos humanos es la Carta de Banjul, porque es a partir de ésta que se reconocen los derechos humanos y de los pueblos y se contempla la creación de organismos encargados de la promoción y protección de los mismos. La adopción de la Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos implicó para el pueblo africano el fin de un ciclo de hechos violentos, el inicio de una realidad asociada al respeto y garantía de sus derechos y la constitución de un sistema propio de protección de los derechos humanos. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es el único tratado de carácter internacional en: I. desarrollar conjuntamente los derechos siguientes: a. civiles y políticos, b. económicos, sociales y culturales, y c. de los pueblos, II. formular todo un catálogo de deberes y 74 III. combina las virtudes y valores de la civilización africana con los principios contenidos en las declaraciones, convenios y otros instrumentos internacionales adoptados por la Organización para la Unidad Africana y las Naciones Unidas. La puesta en marcha de un sistema regional de derechos humanos requiere: a. un instrumento convencional en el que se desarrolle un amplio catálogo de derechos y b. la implementación de órganos de supervisión. No es factible que un sistema regional de derechos humanos opere, si no cuenta con una sólida base normativa y un sistema operativo bien definido. El Sistema Africano y Americano de Derechos Humanos cuenta con un extenso catálogo de derechos, en relación a los cuales, los órganos de supervisión despliegan su actividad. Pese a ello, al analizar los aspectos de fondo saltan a la luz una serie de diferencias sustanciales. Entre el Sistema Africano y Americano de Derechos Humanos existen diferencias de orden temporal porque el proceso de creación de uno y otro se lleva a cabo en diferentes períodos de tiempo. En ese sentido, el Sistema Africano de Derechos Humanos se estructura en el año de 1981 con la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos y es puesto en marcha en 1986, en tanto que el Sistema Americano de Protección a los Derechos Humanos se erige al momento en que se suscribe la Convención Americana sobre Derechos Humanos en el año de 1969 e inicia a operar en el año de 1978. Lo anterior, pone de manifiesto como ambos sistemas surgen e inician a operar a partir de la elaboración de un instrumento convencional en materia de derechos humanos, pero surgen en espacios de tiempo distintos. El Sistema Africano de Derechos Humanos, al ser el de más reciente creación, se convierte en el más nuevo y menos evolucionado de ambos sistemas. No basta la existencia de un amplio catálogo de derechos humanos, si no se cuenta con organismos especializados que velen por el respeto, promoción, protección y garantía de los mismos. Existen diferencias de carácter temporal entre los órganos de supervisión del Sistema Africano y Americano de Derechos Humanos, pues mientras que en el Sistema Americano de 75 Derechos Humanos se implementa simultáneamente la Comisión y la Corte, en el Sistema Africano se hace de forma alterna. La Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos se instituyen paralelamente a través de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los órganos de supervisión del Sistema Africano de Derechos Humanos se crean a partir de dos instrumentos jurídicos distintos: a. La Carta Africana que instituye a la Comisión africana y b. Protocolo a la Carta Africana sobre el establecimiento de una Corte que crea la Corte Africana. Existen además otros detalles relativos a la organización, ubicación, competencia, duración del mandato e independencia, que marcan importantes diferencia entre los organismos de supervisión del Sistema Americano y Africano de Derechos Humanos. En el Sistema Africano y Americano de Derechos Humanos los miembros de los órganos de supervisión son elegidos de una lista de candidatos que los Estados partes proponen al cabo del mandato de los Jueces y Comisionados en funciones. En el caso concreto del Sistema Africano, los Estados partes pueden designar un máximo de dos candidatos para la Comisión y hasta tres para la Corte y en el Sistema Americano un máximo tres candidatos para la Comisión y hasta tres para Jueces de la Corte. Una vez la Secretaria de los respectivos órganos de supervisión posee las listas de los candidatos corresponde a la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana elegir a los nuevos miembros de la Comisión y de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y a la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, los Jueces y Comisionados de sus correspondientes órganos regionales de supervisión. Sobre la base de las consideraciones anteriores, ambos sistemas coinciden en el número de candidatos que los Estados partes pueden proponer para ocupar el cargo de Jueces dentro de la Corte, pero difieren en el número de Comisionados que pueden sugerir, pues mientras que en el Sistema Africano se fija un techo de dos candidatos en el Sistema Americano el máximo es de tres. Se critica que, los propios órganos de supervisión no posean la potestad de determinar a nivel interno quiénes serán sus sucesores, situación que pone en tela de juicio el nivel de 76 independencia de los mismos. Por ende, es preciso hacer los ajustes correspondientes a la plataforma jurídica de cada sistema regional, a efecto de que se le adjudique a la Comisión y a la Corte Americana y Africana de Derechos Humanos las prerrogativas necesarias para diseñar el procedimiento de elección de los miembros que les sucederán en los respectivos cargos. En el marco de las observaciones anteriores, cabe preguntarse ¿qué tan independientes resultan ser los órganos de supervisión? al respecto, la autora es del criterio que lo órganos de supervisión tanto del Sistema Africano como Americano no poseen una independencia como tal, ya que, sí bien tienen la potestad para elegir a su Presidente, Vicepresidente y Secretario se les veda la posibilidad de nombrar a los nuevos Comisionados y Jueces, en vista que, este atributo se determinó otorgarlo a una instancia superior. Adicionalmente, la independencia de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se quebranta aún más con el hecho de tener que depender de la autorización de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Africana para hacer públicas sus decisiones, hecho que no sucede con la Comisión Americana de Derechos Humanos. Cabe mencionarse también, que las Comisiones de ambos sistemas dependen económicamente de sus instancias superiores es decir, de la Unión Africana y Organización de los Estados Americanos respectivamente. Por las consideraciones anteriores, se infiere el nulo nivel de independencia que posee la Comisión Africana de Derechos Humanos y el nivel parcial de independencia que goza la Comisión Americana de derechos Humanos. De tal surte que, el único órgano dentro de ambos sistemas de derechos humanos que puede considerarse con mayor grado de independencia es la Corte, pues aún cuando la Unión Africana y la Organización de los Estados Americanos interfieren en la elección de sus jueces, su nivel presupuestario y el desarrollo de su mandato no dependen de esas instancias. Para concluir el análisis de las diferencias entre el Sistema Africano y Americano de Derechos Humanos es preciso mencionar que en ambos sistemas regionales las máximas autoridades de los órganos de supervisión son electos por períodos de tiempo distintos. El Presidente de la Corte Africana y Americana de Derechos Humanos dura en el ejercicio de su 77 cargo 2 años, mientras que el máximo dirigente de la Comisión Africana ejerce su mandato por un período de 2 años y el Presidente electo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desempeña sus funciones únicamente por 1 año. Tal y como se aprecia, la duración del mandato de los Presidentes de la Corte Africana y Americana de Derechos Humanos coinciden en ser de 2 años, mientras que el máximo dirigente de la Comisión Americana de Derechos Humanos ejerce sus funciones por un período de tiempo menor al de la máxima autoridad de la Comisión Africana, pues mientras que este dura en su cargo dos años, aquel se mantiene en el mismo solo por 1 año. En conclusión, la regulación conjunta de los derechos individuales y colectivos en un mismo documento hace de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos el primer tratado internacional en materia de derechos humanos en reconocer derechos de tercera generación. Debe mencionarse que, la protección de los derechos de tercera generación no menoscaba la protección de los derechos individuales, pues se trata de derechos complementarios entre sí. El efecto inmediato de incorporar al Sistema Africano, la protección de los derechos colectivos es la extensión de la competencia de sus correspondientes órganos de supervisión, dado que sus facultades no se limitan a conocer casos que versen sobre violaciones a derechos humanos de naturaleza individual, como sucede con el Sistema Americano, sino que sus prerrogativas van un paso más allá, al abarcar además violaciones cometidas contra los derechos colectivos. 78 CONCLUSIONES 1. Todo sistema regional de protección a los derechos humanos debe responder a las necesidades y exigencias de cada región y reflejar la tradición histórica y los valores de cada civilización. 2. El contexto histórico de cada región determina cuáles son los derechos susceptibles de ser vulnerados con más facilidad y que en consecuencia, requieren ser regulados con mayor detenimiento y precisión en los instrumentos convencionales del ordenamiento jurídico internacional de cada sistema regional de derechos humanos. 3. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, es el primer tratado internacional en materia de derechos humanos que desarrolla los deberes que todo individuo tiene para con su familia y la sociedad, para con el Estado y otras comunidades legalmente reconocidas, así como para con la comunidad internacional. 4. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es el único tratado en materia de derechos humanos en regular conjuntamente los derechos siguientes: a. civiles y políticos, b. económicos, sociales y culturales y c. de los pueblos. 5. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es un instrumento de naturaleza internacional y carácter regional que da origen al Sistema Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos. 6. La Comisión y la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, son organismos especializados implementados de forma no simultánea, ya que, La Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se crea en 1981 a través de” La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos” y La Corte Africana de Derechos Humanos y de los pueblos se implementa mucho tiempo después, por medio del “Protocolo a la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre el establecimiento de una Corte.” 8. Inicialmente el Sistema Africano de protección a los Derechos Humanos operó únicamente bajo la dirección de la Comisión Africana, sin embargo, la no coercibilidad de sus 79 recomendaciones y la constante desobediencia de los Estados hacia las mismas, motivó la creación de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos. 9. La Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos es un órgano de naturaleza jurisdiccional que viene a complementar la labor de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, mediante el pronunciamiento de resoluciones de obligatorio cumplimiento para los Estados partes. 10. La competencia de la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos no se limita a juzgar aquellas violaciones cometidas contra las disposiciones enmarcadas dentro de la Carta Africana, al poseer además amplias facultades para conocer de todo acto que viole los preceptos contenidos en otros instrumentos regionales e internacionales en materia de derechos humanos expresamente aceptados por los Estados partes. 11. La Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos contempla la independencia de la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, sin embargo, tal atributo parece letra muerta, ya que, la misma depende funcional y económicamente de la Asamblea de Unión Africana. 12. Funcionalmente la Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se encuentra supeditada a la Organización para la Unidad Africana, en el sentido de no poseer potestad suficiente para poner en marcha y hacer de conocimiento público las decisiones que dentro del marco de su competencia adopta en torno a los casos presentados ante sus oficios. 13. Desde sus inicios, la Comisión Africana de derechos humanos y de los pueblos ha financiado sus labores con los paupérrimos recursos que le asigna la Organización para la Unidad Africana, situación que además de poner en entredicho el nivel de independencia que goza dicho Organismo, ha forzado a la Comisión a auxiliarse de Organizaciones no Gubernamentales a efecto de cumplir a través de éstas con sus funciones de promoción. 80 RECOMENDACIONES 1. Es indispensable que la Organización para la Unidad Africana, como órgano matriz del sistemas de integración regional africano, se abstenga de interferir en las decisiones que la Comisión Africana adopta en el marco de su competencia, puesto que resulta inconcebible y totalmente incompatible con el principio de independencia de funciones, que un órgano especializado de tal jerarquía deba de contar con la anuencia de la Asamblea de Jefes de Estado y de gobierno de la OUA, para poder hacer de conocimiento público los informes de sus actividades y las medidas adoptadas en los casos. 2. La Comisión Africana debe de presentar ante la Organización para la Unidad Africana una propuesta de reforma al artículo 59 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, a partir de la cual se sugiera readecuar dicha disposición al criterio de independencia, a efecto de conseguir que las medidas, decisiones y recomendaciones que ésta emita no requieran del visto bueno de la Asamblea de Jefes de Estado y de Gobierno de la OUA para ser puestas en marcha o hacerlas públicas, pues regulación actual del artículo 59 de la Carta Africana lejos de beneficiar a la Comisión en la consecución de sus labores, resulta siendo una limitante en la resolución de los casos que se le remiten. 3. El Sistema Africano de Protección a los Derechos Humanos es una instancia regional relativamente nueva, por lo cual las imprecisiones tanto en el ámbito normativo como práctico se encuentran al orden del día. Precisamente con miras a perfeccionar y dotar de mayor credibilidad a dicho sistema, es preciso se realicen ciertos cambios en determinados procedimientos ya regulados dentro de sus correspondientes instrumentos jurídicos. En ese sentido, sería oportuno que el Secretario General de la Organización para la Unidad Africana convoque una reunión de expertos gubernamentales para reflexionar en conjunto con la Comisión y la Corte sobre la modificación de aquellas disposiciones contenidas en la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y en su correspondiente protocolo, que adjudican a la Asamblea de la OUA la elección de los potenciales miembros a ocupar los cargos de Comisionados y Jueces en los correspondientes órganos de supervisión del Sistema Africano y así reasignar tal prerrogativas a los mismos organismos especializados como parte de su capacidad de autogestión. 81 4. La corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos se implementa el 25 de enero del año 2004, a través del Protocolo de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos sobre la creación de una Corte de Derechos Humanos. No obstante, resulta que en junio de ese mismo año la Asamblea de la Organización para la Unidad Africana determina fusionar en un solo Tribunal la Corte Africana de Derechos Humanos y la Corte Africana de Justicia, por lo que sería sumamente interesante que en futuras investigaciones se profundice en relación a este proceso de fusión, para determinar la operatividad de este nuevo órgano y precisar la situación en que los casos referentes a violaciones de derechos humanos quedan colocados dentro de ésta nueva instancia. 82 REFERENCIAS CONSULTADAS A. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS: 1. Amoako Baah, Richard. Human Rights in Africa. Estados Unidos: University press of America. 2000. 2. Buergenthal, Thomas. Derechos Humanos Internacionales. 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A Two legged stool. 1999. 87 ANEXOS. 88 SISTEMAS REGIONALES DE PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS AFRICANO INTERAMERICANO Organizaciones regionales La Unión Africana (UA) (53 miembros) Organización de los Estados Americanos de las cuales forma parte el (OEA), fundada en 1948 ( 35 miembros) sistema Tratado base o fundacional Carta Africana sobre los Derechos Convención Americana de Derechos de los sistemas regionales. Humanos y de los Pueblos (1981/86); Humanos (1969/78). Protocolos y otros Protocolos: instrumentos que forman - Protocolo a la Carta Africana sobre los parte o complementan los Derechos Humanos y de los Pueblos sistemas regionales. sobre el establecimiento de la Corte Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos (1998/2004). - Protocolo a la Carta Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos, sobre los derechos de la Mujer en África (2003/2005). Otros instrumentos dentro del sistema: - Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño (1990/99); - Convención de la OUA que Gobierna los aspectos específicos de los problemas de los Refugiados en África (1969/74); 89 Protocolos: - Protocolo adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en el área de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ( 1988/99); - Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos para la Abolición de la Pena de Muerte (1990/91). Otros instrumentos dentro del Sistema: - Carta de la OEA (1948/51), 35 ratificaciones - Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura (1985/87), 16 ratificaciones, - Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas ( 1994/96), 10 ratificaciones, - Convención Interamericana sobre Prevención, Castigo y Erradicación de la Violencia contra la Mujer ( 1994/95), 31 ratificaciones; - Convención Interamericana sobre la Eliminación de todas las formas de Organismos de supervisión dentro de los sistemas regionales. Sede de los organismos de Supervisión implementados. Número de miembros de los organismos de supervisión Órgano encargado de la elección de los miembros de los organismos de supervisión. Número de candidatos, que los Estados partes pueden proponer, para ser electos miembros de los organismos de supervisión. La Corte Africana de Derechos Humanos y de los pueblos, a través del protocolo de la Carta Africana sobre el establecimiento de la Corte Africana sobre los Derechos Humanos y de los Pueblos( 1998/2004) - La Comisión Africana de derechos humanos, a través de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos (1981/1986) Sede de la Corte, Arusha Tanzania; Comisión: Banjul, Gambia ( con frecuencia se reúne en otras partes de África) Corte: 11 miembros Comisión: 11 Jueces y miembros de la Comisión se eligen a través de la Asamblea de los Jefes de Estado y del Gobierno de la UA Comisión: Cada Estado firmante de la Carta no podrá designar a más de dos candidatos Corte: Los Estados Partes podrán proponer cada uno hasta tres candidatos. Duración del mandato de los Comisión: miembros de los organismos Los miembros de la Comisión serán de supervisión. elegidos para un período de seis años y 90 Discriminación contra las personas Discapacitadas ( 1999/2001), 15 ratificaciones La Corte Interamericana de Derechos humanos que se estableció en 1979 y la Comisión que se establece en 1960, ambos órganos a través de la Convención Americana de Derechos Humanos. Sede de la Corte, San José, Costa Rica; Comisión: Washington, DC. (se reúne ocasionalmente en otras pares de América). Corte: 7 Comisión: 7 Jueces y miembros de la Comisión se eligen a través de la Asamblea General de la OEA. Comisión: Cada uno de los gobiernos puede proponer hasta tres candidatos. Corte: Cada uno de los Estados partes puede proponer hasta tres candidatos. Comisión: Los miembros de la Comisión, son elegidos por cuatro años y sólo podrán ser reelegidos serán susceptibles de ser reelegidos. Sin embargo, la duración del cargo de cuatro de los miembros elegidos terminará al cabo de dos años, y la de los de los otros tres al cabo de cuatro años. Siendo el Presidente de la Asamblea de Jefes de Estado y de gobierno de la organización de la Unidad Africana quien mediante sorteo determine qué miembros ocuparán su cargo durante un período u otro de los señalados. Corte: Los Jueces de la Corte serán electos por un período de seis años y podrán ser reelegidos una sola vez. Sin embargo, el mandado de cuatro de ellos expirará al cabo de dos y cuatro años respectivamente. una vez, sin embargo el mandato de tres de los miembros designados expirará al cabo de dos años. El nombre de esos tres miembros los determinará por sorteo la Asamblea General. Corte: Los Jueces de la Corte serán elegidos para un período de seis años y sólo podrán ser elegidos una sola vez. El mandato de tres de ellos expirará al cabo de tres años. Competencia contenciosa y Contenciosa y consultiva amplia Contenciosas y consultiva amplia. consultiva de las Cortes De las funciones principales De conformidad con el artículo 45 de la De conformidad con el artículo 41 de la de la Comisión. Carta Africana serán: Convención Americana de sobre derechos - Promoción humanos son: - Protección y garantía. - Promoción - Interpretación. - Protección y garantía - Interpretación. Quiénes pueden presentar Ante la comisión: Ante la comisión: ante los organismos de - Un Estado parte contra otro Estado Cualquier persona o grupo de personas o 91 supervisión, peticiones que contengan denuncias o quejas de violación a los derechos humanos. parte. particulares, grupo de individuos y organizaciones no gubernamentales que hayan firmado la Carta Ante la Corte: - La Comisión; - El Estado Parte que haya presentado una denuncia ante la Comisión; - El Estado Parte que haya sido objeto de la denuncia presentada ante la Comisión; - El Estado Parte en cuyo ciudadano es víctima de la violación de los derechos humanos; - Organizaciones intergubernamentales africanas. entidades gubernamentales legalmente reconocidas en uno o más Estados miembros de la Organización. Ante la Corte: Solo los Estados partes y la Comisión, tienen derecho a someter un caso a la decisión de la Corte. Requisitos para que una Los comunicados serán considerados si: Una petición es admitida por la Comisión, petición o comunicación sea - sus autores se identifican, aunque si: admitida por la Comisión. - Se agotan los recursos internos; soliciten el anonimato; - Se presenta dentro del plazo de 6 meses - son compatibles con la Carta de la a partir de la fecha en que el presunto Organización para la Unidad Africana lesionado en sus derechos haya sido o con la Carta Africana; notificado de la decisión definitiva; Que la petición no esté pendiente de - no están escritos en un lenguaje otro procedimiento de arreglo despectivo o insultante ; internacional; - son enviados después de agotar los - Que los autores estén claramente recursos locales, si es que existen; identificados. - son presentados dentro de un período de tiempo razonable a partir del 92 momento en que se agotaron los recursos ; - Reuniones de los Organismos de supervisión Elección de Presidente, en los órganos de supervisión. Tipo de decisiones. no tratan de casos que ya han sido solucionados por los Estados implicados. Corte: Se está por definir, pues aún no se tiene fijada la regularidad de las sesiones. Comisión: dos reuniones regulares de dos semanas por año. Se realizaron tres sesiones extraordinarias Comisión: La Comisión elige a su máximo dirigente, y dura en el mandato 2 años Corte: El Presidente será elegido por la Corte, y dura 2 años en el ejercicio de su cargo. Corte: Emite sentencias sobre la existencia o no de una violación y ordenara la reparación de las violaciones recurridas. Comisión: Emite informes con conclusiones sobre si los abusos ocurrieron y a veces da recomendaciones Corte: NO Comisión: requiere autorización de la Asamblea. Corte: cuatro reuniones de dos a tres semanas por año. Comisión: dos reuniones regulares de tres semanas por año y una o dos sesiones cortas especiales. Comisión: El Presidente es elegido por la Comisión, y ejerce sus funciones por un 1 año. Corte: El Presidente es electo por la Corte, y dura 2 años en el ejercicio de su cargo. El Corte: Emite Sentencias sobre la existencia o no de la una violación, y puede ordenar la reparación de las violaciones ocurridas. Comisión: Emite informes con conclusiones y sobre si de hecho ocurrió un abuso y da recomendaciones. Corte: NO Comisión: NO Autorizaciones exigidas por los organismos de supervisión para la publicación de sus decisiones Poder de los Organismos de Corte: Tiene ese poder. Ha dictado Corte: Si 93 supervisión para expedir medidas provisionales en lo que se conoce Comisión: Si medidas provisionales. como el caso de Libia, el 25 de marzo de 2011 Comisión: Sí Órgano responsable de Consejo Ejecutivo y Asamblea de la UA monitorear el cumplimiento de las decisiones Visitas al país por las Un pequeño número de misiones de Comisiones averiguación y un número mayor de visitas promocionales al país. Los Estados miembros Sí cada dos años tienen que presentar informes periódicos a las Comisiones Conjuntos de Derechos Derechos civiles y políticos así como protegidos en los tratados algunos derechos económicos, sociales y generales culturales y algunos derechos de tercera generación Asamblea General y Consejo Permanente de la OEA Reconocimiento de deberes Si, extensivamente Reconocimiento de los Derechos de los Pueblos. Otros organismos que forman parte de los sistemas regionales Si Extensivamente En la Declaración Americana pero no en la Convención Americana. No El Comité de Especialistas en Derechos y en el Bienestar del Niño que monitorea el cumplimiento de la Carta Africana y del Bienestar del Niño. Instituto Interamericano del Niño, Instituto Indigenista Interamericano, Comisión Interamericana de Mujeres y el Instituto de Cooperación para la Agricultura. Caso fundacional sistema. Hasta ahora se han realizado 95 misiones de averiguaciones locales No Derechos civiles y políticos, derechos económicos y sociales reconocidos en el Protocolo de San Salvador. del El Tribunal emitió su primera sentencia en Caso Velásquez Rodríguez. diciembre de 2009 en el caso Michelot Yagogombaye contra Senegal sobre el 94 asunto Hissen Habré. Se trató la cuestión del acceso por una personas al Tribunal en un caso en el que el país no había realizado la declaración Condiciones de las Públicas y excepcionalmente a puerta audiencias cerrada. Posibilidad de apelación. La Sentencia de la Corte es inapelable y no susceptible de recurso alguno, siendo posible únicamente la interpretación de la misma por la Corte. Quórum - Quórum para las deliberaciones de la Corte es de por lo menos 7 jueces. - 7 miembros de la Comisión constituirán quórum. 95 Públicas y excepcionalmente a puerta cerrada. El fallo de la Corte es definitivo e inapelable. Solo es posible la revisión del mismo, a solicitud de la parte interesada. - El quórum para las deliberaciones de la Corte es de 5 Jueces. Para sesionar, la Comisión, constituye quórum con la presencia de la mayoría absoluta de sus miembros.