DISCURSO INAUGURAL SRA. ISABEL

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DISCURSO INAUGURAL SRA. ISABEL MIRANDA DE WALLACE
FORO INTERNACIONAL “EQUIDAD PARA LAS VÍCTIMAS EN EL DEBIDO
PROCESO”
Sr. Presidente, agradecemos su presencia en este foro, ya que demuestra su
compromiso y sensibilidad para escuchar, entender y atender a las víctimas del
delito, detrás de cada víctima hay una historia de vida, dolor, sufrimiento, perdidas
materiales y muchas veces humanas.
Atender a las víctimas es obligación jurídica y moral del Estado. Al hacerlo,
fomentará la confianza de la ciudadanía para que se acerque al sistema a denunciar
los delitos de los que han sido objeto.
Señor Presidente, usted tiene el poder de cambiar las condiciones que hoy vivimos
las víctimas del delito, y ponerlas en el centro del sistema de procuración y
administración de justicia. Los operadores del sistema y sobre todo los juzgadores
deben entender que no es necesario anular los derechos de las víctimas para
hacer valer los del imputado.
Sr. Presidente, señores Legisladores, ya con anterioridad hemos señalado la
urgencia de modificar la Ley de Víctimas, ya que la actual es inoperante por la gran
burocracia con la que fue diseñada, lo cual desde las mesas de trabajo lo señalamos.
Hoy la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, atiende únicamente a víctimas de
competencia Federal, la cual por cierto hasta hace poco había indemnizado más a
imputados que a víctimas del delito. Lo cual no debería ocurrir en un sistema
verdaderamente democrático y de Estado de Derecho. Reducir los derechos
humanos como un negocio para delincuentes es lo peor que le puede ocurrir a
nuestro país.
Además, dicha Comisión nos cuesta muy cara y simplemente no funciona como está
conformada, se ha convertido en un elefante blanco burocratizado y no responde a
las necesidades de las víctimas. Es necesario modificarla.
Para tener la calidad de víctimas, es necesario un arduo proceso, muy
frecuentemente fuera del alcance de un ciudadano de a pie. Para obtener una
reparación integral o compensación, la ley actualmente exige sentencia
condenatoria, como si fuera responsabilidad de una víctima obtenerla y no una
obligación del Estado y del propio sistema supuestamente interesado en que haya
justicia.
En contraste tenemos el extremo en que a un imputado con el simple hecho de
manifestar ante cualquier autoridad que fue sujeto de tortura, tratos crueles
inhumanos o degradantes, de acuerdo a ley correspondiente, tiene acceso a las
ayudas de forma inmediata, y si consigue una recomendación de cualquier Comisión
de Derechos Humanos, cosa nada difícil en estos tiempos, tendrá derecho a una
cuantiosa indemnización, del mismo fondo de reparación de las víctimas del delito,
es decir nos meten en la misma bolsa pero con trato muy desigual
Señores, con todo respeto pregunto:
¿Acaso las víctimas del delito no tenemos Derechos Humanos?
¿Acaso no son los delincuentes son los primeros en violarlos?
¿Acaso no deberíamos de estar primero en derecho y en tiempo para ser atendidos?
Si alguna Institución o sus integrantes, violan Derechos Humanos, lo correcto es que
les cueste de su presupuesto. ¿Cómo es posible que habiendo tantas víctimas, el
fondo presupuestal para apoyarlas termine en manos de los delincuentes? Eso no
debe seguir ocurriendo, lo rechazamos tajantemente.
Por otro lado, debemos señalar que en algunos aspectos la Ley es letra muerta, ya
que ni a nivel federal o estatal se ha dado cumplimiento al compromiso de contar
con los asesores jurídicos suficientes y capaces que marca la Ley. Además, los
Estados no han creado los fondos de reparación e infraestructura necesaria para la
reparación integral correspondientes.
Debe existir alguna forma para que se cumplan las leyes.
Sr Presidente estamos ante un reto mayúsculo.
Hoy quiero hablarle de lo que sufrimos las víctimas: Además de sufrir una mala
procuración y administración de la justicia, por falta de una adecuada capacitación
en términos generales a los operadores del sistema, somos lastimadas en nuestra
dignidad. En otras palabras, somos re-victimizadas, humilladas y sobajadas.
Déjeme platicarle un caso que recién atendimos en Alto al Secuestro, el de un
maestro de Michoacán, el cual fue victima de secuestro por varias personas entre
las que se encuentra su vecino al cual pudo identificar plenamente.
Lamentablemente, a consecuencias de las fallas del sistema, de victima paso a
victimario, debido a la práctica común en los delincuentes de victimizarse y tratar
de cambiar los papeles. El colmo en este caso el profesor después de escapar de sus
secuestradores, termino siendo acusado por una jueza de haber torturado y
participar en una ejecución extrajudicial. Luego en las indagatorias se probó que las
cosas no fueron así, pero por lo pronto el maestro para muchos fue el victimario y
no la víctima. Lamentablemente las cosas no pararon ahí, ya que además los jueces
de oralidad dejaron libre al secuestrador.
Después de nuestra intervención, y con ayuda del Dr. Samuel Gonzalez, pudimos
revocar la sentencia, pero el secuestrador ya estaba en libertad, lo cual es una gran
falla del sistema, sobre todo en el delito de secuestro, no deben quedar en libertad
hasta que exista sentencia definitiva.
Y lo peor vino después, cuando el secuestrador se va a un amparo directo, regresa
con la jueza de oralidad el expediente y en virtud de una mala redacción en la
reforma al articulo 191 de la ley de amparo, en la miscelánea penal, suspende la
orden de re aprensión esto a pesar de lo que señala la Constitución de que en caso
de secuestro debe haber prisión preventiva oficiosa, el tribunal de apelación de
Michoacán competente, y la jueza suspendieron el acto reclamado y la jueza de
oralidad cancelo la orden de aprensión.
Si esta es la interpretación que van a dar los tribunales, significa que en los hechos
todas las ordenes de aprehensión y recaptura no van hacer ejecutadas, porque serán
suspendidas de manera automática independientemente de su mérito, por la mera
presentación de un amparo.
Este es uno de tantos ejemplos que tenemos en el país y que crea un gran
desequilibro en los procesos tanto en los mixtos como en el nuevo sistema, por lo
que nuestras peticiones concretas son las siguientes:
1,-) Que las víctimas tengan verdadero acceso a la Justicia y la Verdad, para que así
se abata la impunidad tan alta de este país.
2.-) Cambiar la Ley de Víctimas.
3.-) Contar con abogados victimales suficientes y capaces.
4.-) Tener participación en las quejas que presenten ante las diversas instancias de
Derechos Humanos contra los imputados, incluidos particularmente los casos de
tortura.
5.-) Ser parte en los informes que el Estado Mexicano rinde ante organismos
internacionales, esto es: SRE, SEGOB, PGR, entre otras.
6.-) Trabajar en la redacción y firma de Tratado de Protección de Derechos de las
Víctimas en la ONU y OEA
También solicitamos a los medios de comunicación hacer consciencia, para no
convertirse en instrumentos de los a delincuentes, quienes siempre buscan evadir
su responsabilidad. En lugar de ellos, todos debemos construir una opinión pública
que proteja la integridad de las víctimas.
Sr. Presidente, usted lo sabe bien: el Estado tiene la obligación de proteger al
inocente y castigar al culpable y no dejar impune el delito. Para ello resulta
indispensable y, permítame decirlo, urgente, transformar la atención y reglas con
las que se atienden a víctimas. México no tolera más un sistema en el que se premia
a los delincuentes y se persigue a los inocentes.
En este país nuestro somos demasiados quienes hemos sido reducidos a la calidad
de víctimas indefensas. Señor Presidente, con todo respeto lo invitamos a que se
coloque del lado correcto de la historia y se una y apoye nuestra causa. Con su ayuda,
lograremos convertirnos en sobrevivientes y, juntos, construir el país que queremos.
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