PLATÓN. VIDA Y OBRA DE PLATON. INCERTIDUMBRE SOBRE

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PLATÓN.
VIDA Y OBRA DE PLATON.
INCERTIDUMBRE SOBRE SU VIDA
Hace ya más de 2.400 años que nació Platón. No es extraño que el tiempo transcurrido desde
entonces haya ido borrando, lenta pero eficazmente, casi todos los detalles de su vida. Parece que su
nombre verdadero no fue Platón, sino Aristocles, y que nació en Atenas -o en Egina, que hasta eso es
incierto- hacia el año 428-427 antes de Cristo.
BIOGRAFIA INTELECTUAL
En cuanto a su biografía intelectual, se sabe que fue discípulo de Crátilo, el que extremó la
doctrina de su maestro Heráclito diciendo que no sólo es imposible bañarse dos veces en el mismo río,
sino incluso una sola vez. A los veinte años, aproximadamente, empezó a seguir a Sócrates con cierta
asiduidad, y ello durante unos nueve años, hasta que Atenas condenó a muerte al maestro. Ese mismo año
399, Platón salió de Atenas, entrando en contacto con las doctrinas pitagóricas a través de Arquitas de
Tarento. Regresó a Atenas el año 387 y fundó la Academia, la primera institución de educación superior
de la que se tiene noticia, a la que acudirían filósofos y científicos de todo el mundo griego a partir de
entonces, en la que Aristóteles se formaría primero e impartiría docencia después. El año 366 viajó por
segunda vez a Sicilia con el objetivo de aplicar allí -en la polis de Siracusa- sus teorías políticas, viaje que
repitió el 361 con idénticos fines. Platón murió en Atenas el 348-347, dejando como escolarca de la
Academia a Espeusipo, su sobrino.
EVOLUCION DE SU PENSAMIENTO
Durante los 81 años que vivió, Platón escribió numerosas obras, la mayoría de las cuales han
resistido el demoledor paso del tiempo, lo que atestigua la importancia que las sucesivas generaciones de
hombres le han ido concediendo. Al valor filosófico de los diálogos hay que añadirle el valor literario,
pues Platón no sólo cuida la clara exposición de su pensamiento, sino que se preocupa de reflejar la
tensión del filósofo mientras piensa y de darnos a conocer el talante de los interlocutores. Lo que en cada
diálogo nos encontramos es filosofía viva, la lucha por extender las fronteras del conocimiento humano
allí donde las opiniones falsas o mal fundadas están asentadas.
AUTENTICIDAD Y CRONOLOGIA DE SU OBRA
Las obras atribuídas a Platón son muy numerosas, como ya hemos dicho, y de algunas de ellas se
discute su autenticidad. De las obras que la mayoría de los estudiosos reconocen como auténticas, se
discute el orden cronológico. Ninguna de estas dos cuestiones discutidas carece de importancia, puesto
que, dependiendo de la solución que a ellas demos, daremos una u otra versión del pensamiento de
Platón. Por ejemplo, si nos encontramos con dos obras en las que se dan soluciones distintas al mismo
problema, podemos defender o que una de ellas no es auténtica o que se ha producido una evolución en el
pensamiento platónico sobre ese asunto. Con el fin de hallar un criterio objetivo de ordenación de las
obras de Platón, los filólogos han determinado ordenar las obras atendiendo al estilo y a la frecuencia
con la que se usan determinadas palabras: a esto lo han llamado método "estilométrico". Se ha supuesto
que las Leyes, por ser obra inacabada, es la última, y que es más tardía aquella obra cuyo estilo más se
parece a la última.
OBRA
Dicho lo anterior, la lista y el orden de las obras de Platón que aquí damos es uno de los muchos
que podemos encontrar. Sin embargo, es frecuente agrupar la obra de Platón en 3 ó 4 bloques:
1º.- PERIODO SOCRATICO (Apología de Sócrates, Critón, Eutifrón, Laques, Ión, Protágoras,
Cármides, Lisis y República I.
2º.- PERIODO DE TRANSICION (Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias menor, Hipias mayor,
Crátilo y Menéxeno)
3º.- PERIODO DE MADUREZ (Banquete, Fedón, República II-X, Fedro)
4º.- PERIODO DE VEJEZ (Teétetos, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo, Critias,
Leyes)
Platón comenzó ocupándose de temas morales netamente socráticos, y es difícil distinguir el
pensamiento de Sócrates del suyo propio. En esta primera fase, su intención era, como la de Sócrates,
definir términos morales. Parece que creyó necesario reconocer la existencia objetiva del objeto definido,
al que después llamará "Idea" y que todavía no parece separar de las cosas individuales mundanas (Cfr.
Ross., La evolución de la teoría de las Ideas de Platón).
En su periodo de madurez establecció la teoría de las Ideas tal como solemos exponerla,
considerándolas como sustancias separadas del resto de las cosas. En este período la tarea que asigna a la
Filosofía es la de llegar a conocer la Idea suprema que es el Bien en sí, y comprender que todo lo demás
procede de ella. La obra central de este periodo es la República.
En el periodo de vejez critica su propia teoría de las Ideas, su teóría política y la función que
había atribuído a la Filosofía (ahora le asigna la tarea de estudiar las relaciones internas entre las Ideas).
Se cree que al final de su vida expuso oralmente una doctrina no escrita (ágrafa dógmata),
doctrina que ha llegado hasta nosotros a través de su discípulo Aristóteles. En ella se daba mayor
importancia a los números que al resto de seres ideales, por lo que también es conocida como teoría de
los números.
TEORIA DEL CONOCIMIENTO
- Necesidad de exponer la Teoría del Conocimiento.
El título de nuestro tema alude sólo a la Teoría de las Ideas y a sus implicaciones antropológicosociales; es decir, a la Ontología de Platón y a sus consecuencias antropológicas, morales y políticas. Sin
embargo, es necesario exponer con detalle la Teoría del Conocimiento, dado que en este autor el
fundamento de su Ontología lo hallamos en el concepto mismo de conocimiento.
Por desgracia, no hay un diálogo en el que puedan encontrarse todas las tesis platónicas sobre el
conocimiento, aunque los más importantes sobre esta materia son la República y el Teétetos. La
exposición que haremos será sistemática, intercalando opiniones pertenecientes a diálogos distintos.
- El conocimiento no se identifica con la sensación.
La teoría del conocimiento de Platón puede entenderse bien si comenzamos considerándola
enfrentada a la de sus oponentes naturales, Heráclito y Protágoras: ambos pensaban que conocer es
sentir, que conocimiento y sensación son lo mismo. Protágoras pensaba que las cosas son como le parecen
ser a quien juzga, y ese parecer viene determinado por la sensación que el juez tiene del objeto al que se
refiere el juicio. En otras palabras, las cosas son como las siente el que juzga.
Por otro lado, los heraclíteos mantenían que todo está en continuo cambio, y lo expresaban
diciendo que es imposible bañarse dos veces en el mismo río; Crátilo, maestro de Platón, había dicho,
extremando la posición de Heráclito, que ni una sola vez era posible bañarse en el mismo río. Esta
concepción de lo real implica que o bien es imposible conocer -escepticismo- o, si es posible conocer, ha
de ser un conocimiento que acompañe a la realidad en su constante cambiar, un conocimiento sensitivo.
En este segundo caso, también los heraclíteos identificarán conocimiento y sensación.
Contra Heráclito, Platón sostiene que si todo cambia y nada permanece, entonces es imposible
conocer nada -ni siquiera sensitivamente, puesto que conocer consiste en una relación estable entre el
sujeto y el objeto conocido, y si nada estable hay, entonces no es posible el conocimiento. Sin embargo,
advierte que es posible el conocimiento, luego es falso que todo cambie y es verdadero sostener que algo
no cambia.
Sobre Protágoras y quienes identifican conocimiento y sensación, Platón dice:
a) Que esa tesis conduce al relativismo. En efecto, si las cosas son como le parecen a quien juzga,
entonces no tienen un ser independiente de quien juzga, sino que su ser depende de, es relativo a la
sensación que de él tenga el juez. El relativismo es, para Platón, una tesis inaceptable.
b) En el caso de que las cosas fueran realmente lo que a cada cual le parezcan ser, entonces
nadie se equivocaría nunca, pues nuestros juicios sobre las cosas son guiados por nuestro parecer sobre
esas cosas, y si ese parecer coincide necesariamente -según Protágoras- con el ser de las cosas, el error es
imposible, aún en el caso de que los juicios de distintas personas sobre el mismo objeto sean discrepantes.
En efecto, si a la persona A le parece que esta mesa M es verde, entonces la mesa es verde; si a la
persona B le parece que esta mesa M es azul, entonces la mesa es azul. Tanto una proposición como la
otra serán verdaderas.
c) La tesis de Protágoras es que las cosas son tal y como le parecen ser a cada cual. Si aplicamos
esta tesis a ella misma, entonces cabe la posibilidad de que a alguien le parezca que esa tesis sea falsa,
con lo que sería falsa. A Protágoras, sin embargo, la tesis le parece que es verdadera, con lo que es
verdadera. Por consiguiente, la tesis es verdadera y falsa a la vez.
Platón y el conocimiento.
Platón pensaba que el conocimiento no era lo mismo que la sensación, y ello porque creía que el
verdadero conocimiento debía ser más estable de lo que lo era la sensación. El conocimiento es una
relación entre el sujeto y el objeto conocido, y no es verdadero conocimiento aquel que no es estable,
firme, y fundado. Por otro lado, creía que es posible poseer verdadero conocimiento de algo, quizá no
cualquier cosa, pero sí algo. Según lo primero, no toda proposición verdadera es verdadero conocimiento,
sino sólo aquellas que pudieran plasmarse en proposiciones verdaderas y cuya verdad fuera estable. Así,
proposiciones verdaderas como "esta hoja es blanca" son verdaderas, pero son poco firmes, y esa falta de
firmeza se debe a que la estabilidad del objeto al que se refiere es escasa; son, por tanto, proposiciones
verdaderas, pero no verdaderos conocimientos. Una forma de comprender la diferencia entre lo que
Platón llama una opinión verdadera y un verdadero conocimiento es la siguiente: supongamos una
proposición verdadera, y el problema es saber si se trata de una simple opinión verdadera o si se trata de
verdadero conocimiento. En el caso de que sea verdadera esa proposición y podamos estar seguros de que
siempre será verdadera, entonces es verdadero conocimiento, en caso contrario, cuando no podamos
tener tal seguridad, entonces se tratará de una simple opinión verdadera.
Consecuencia ontológica de esto
No es difícil comprender las consecuencias de las refutaciones de Heráclito y del relativismo de
Protágoras. Por una parte, sostendremos que no todo cambia; por la otra, que las cosas son lo que son,
independientes del parecer de quien juzgue sobre ellas. Además, si hay verdadero conocimiento, su
objeto ha de ser inmutable, firme, si queremos que el conocimiento sobre él lo sea también.
Formas y grados de conocimiento.
La facultad apropiada para conocer este tipo de objetos inmutables no es la sensitiva, por lo que
Platón ha de reconocer que no todas las formas de conocer un objeto son sensoriales, que hay facultades
de conocer que no están vinculadas al cuerpo, como sí lo están los sentidos. Las sensaciones lo son de
seres concretos, y lo son de colores, sonidos, sabores concretos; estos objetos de sensación pueden
cambiar, son mudables, pueden darse o no darse, no es imposible que cambien. Por consiguiente, los
sentidos son apropiados para ponernos en contacto con lo concreto mudable, para proveernos de
opiniones verdaderas sobre el mundo, pero no para proporcionarnos verdadero conocimiento. Platón
necesita mostrar que no todas las formas de conocer son sensoriales -como ya hemos dicho- y lo necesita
porque los objetos inmutables exigidos por su teoría del conocimiento no son perceptibles por los
sentidos. Ahora bien ¿cómo es ese conocimiento que se refiere a seres inmóviles? Platón piensa que es un
modo de conocimiento que no está vinculado al cuerpo y nos muestra que hay modos de conocer que no
necesitan del cuerpo como sí lo necesita el conocimiento sensorial, y que esos conocimientos los usamos
cada día sin extrañarnos de ello. Con el objetivo de que nos produzca la menor extrañeza posible el oír
hablar de formas de conocimiento que no usan del cuerpo como de un instrumento, nos dice que oímos un
sonido con el oído, vemos un color con los ojos, pero no usamos ningún órgano corporal para distinguir
un sonido de un color (esa distinción no se hace con el cuerpo, y sin embargo conocemos que son distintos
un sonido y un color).
Vemos, por consiguiente, que es necesario reconocer al menos dos modos de conocimiento: aquél
cuyo objeto es lo mudable y aquél cuyo objeto propio es lo inmutable. Al primero se le puede vincular con
el conocimiento sensorial, mientras que el segundo está vinculado al conocimiento intelectual.
El lugar donde Platón habla más claramente de los distintos modos de conocimiento es un pasaje
del final del libro VI de la República, el conocido como analogía de la línea. Aquí viene a establecer que
hay una correspondencia entre la cualidad de los modos de conocimiento y el grado de realidad de los
objetos a los que cada uno de ellos se refiere, de tal manera que a mayor grado de realidad de un objeto
le corresponde mayor grado de conocimiento. Divide las realidades en visibles (horatá) e invisibles
(aoratá) (visibles e inteligibles (noetá)), y las visibles en imágenes (eikónes) y aquello de lo que las
imágenes son copia (zôia), mientras que lo invisible lo divide en seres matemáticos (mathematiká) y
principios (arjai) (ideas hipotéticas y no hipotéticas). A lo visible le corresponde, como modo de
conocimiento, la opinión (doxa); a las imágenes la imaginación, suposición o conjetura (eikasía); a los
originales, la creencia (pístis); a lo inteligible, la ciencia o conocimiento (epistéme, gnósis); a los seres
matemáticos, la diánoia; a los principios la nóesis, o intuición intelectual.
grados de conocimiento
doxa (opinión)
episteme (ciencia o conocimiento)
eikasía (conjetura)
pistis (creencia)
Diánoia
nóesis (intuición
intelectual)
eikónes (imágenes)
originales
Mathematiká (ideas
arjai (principios) o
hipotéticas)
ideas no-hipotéticas
seres visibles (tá horatá)
seres inteligibles (tá noetá)
o seres invisibles (tá aoratá)
grados de entidad
Lo importante de la analogía de la línea es que establece de una forma muy clara la relación
entre los seres de distintas clases, de manera que es necesaria la existencia de un principio para que
exista un ser matemático, lo mismo que es necesaria la existencia de un original para que exista una
imagen suya. De manera semejante, es necesario tener nóesis para poseer plenamente un conocimiento
dianoético de los objetos matemáticos, lo mismo que para tener un conocimiento de las imágenes es
necesario conocer los originales de los que proceden; es decir, el conocimiento que poseemos de las
imágenes viene explicado, justificado por el conocimiento que tenemos de los originales (si nos
conformamos con un conocimiento sensible inmediato, aisladamente considerado, de las imágenes, nos
quedaremos cortos y desconoceremos, pasaremos por alto, la dependencia que esa imagen tiene del
original del que es imagen. Es decir, no conoceremos todo sobre esa imagen)
Conocimiento de las Ideas. Reminiscencia.
El problema que ahora se nos plantea es cómo acceder al conocimiento de esos principios no
hipotéticos, de esas Ideas. Platón sostiene que el conocimiento de esas Ideas no es completamente
adquirido, sino que es más bien un recuerdo, un recobrar la memoria de conocimientos adquiridos con
anterioridad. Supone que el hombre está compuesto de alma y de cuerpo, y que no siempre el alma ha
estado unida al cuerpo, sino que esa unión, la vida propiamente humana, consiste en una encarnación del
alma. Antes de esa incorporación de alma, ésta tuvo conocimiento inmediato, directo, noético, de las
Ideas, y de su relación mutua. Al incorporarse, el alma olvidó ese conocimineto intelectual, de modo que
el llegar a conocer ahora qué son esos principios no hipotéticos es, en realidad, dejar el estado de
amnesia, una anámnesis o reminiscencia. Ese proceso viene sugerido por modos de conocimiento más
imperfectos, pero más a nuestra disposición, como el conocimiento sensible. En efecto, viendo cosas
semejantes entre sí en su figura circular se despierta en nosotros el recuerdo de la idea de círculo, así
como viendo seres visibles hermosos nos viene el recuerdo de la hermosura en sí, de lo que significamos
porlapalabra "hermosura".
¿Cómo sabe Platón que hay reminiscencia? En realidad no es más que una hipótesis, pero una
que a la vez estimula la actividad investigadora y que da una salida al argumento sofístico según el cual
es inútil investigar (Cfr. Menón)
Dialéctica.
La actividad del filósofo, la dialéctica, no es otra cosa que un ejercicio constante de
reminiscencia, un acceder a la contemplación intelectual de la idea suprema, y comprender entonces que
todo depende de ella. Esa Idea es la de Bien en sí, que es a la vez fuente de realidad de los demás seres así
como fuente de cognoscibilidad de los mismos, lo mismo que el Sol es fuente del ser de plantas y animales
y a la vez nos permite verlos, conocerlos visualmente. La Idea de Bien da realidad y cognoscibilidad a los
demás seres. La función que la Idea de Bien cumple en el seno de los demás seres viene explicada en el
mito de la caverna, poco después de la analogía de la línea ya mencionada. En él se nos dice cómo es
necesario partir del conocimiento de las imágenes hasta llegar -en un momento ascendente de la
dialéctica- al conocimiento de la suprema de las Ideas, y, después -en el momento descendente de la
dialéctica-, ir comprendiendo plenamente los conocimientos anteriores, ya plenamente justificados por la
relación que los une con sus causas.
-(Nota: En el Menón, episteme es considerado como sinónimo de frónesis. El primer término lo
traducen por "ciencia", mientras que el segundo lo traducen como "prudencia". En este diálogo, se dice
que toda episteme, como toda frónesis, es enseñable, y el problema consiste en determinar si la virtud
(areté) es episteme o no lo es, para saber si es enseñable o no. Sin embargo, "episteme" no significa lo
mismo en el Menón y en la analogía de la línea, puesto que todo lo enseñable ha de partir de
conocimientos previos, de los que se obtiene lo enseñado. En el Menón, episteme tiene un sentido poco
preciso, pero distinto de un modo de conocimiento que englobe noésis y diánoia, como sí hace en
República.)
3.- ONTOLOGIA.
La Ontología es la parte de la Filosofía que se ocupa del ser. En ella se intenta dar respuesta a
preguntas como: ¿qué hay? ¿qué propiedades tienen los seres? etc.
La Ontología de Platón incluye como punto más característico su TEORIA DE LAS IDEAS o de
las FORMAS, de ahí la primera parte del título de nuestro tema.
Ya hemos visto en la exposición de la teoría del conocimeitno platónica que nuestro autor
pensaba que había verdadero conocimiento, el más alto grado de conocimiento, conocimiento estable de
algo verdaderamente real. Esto implica la existencia de unos objetos de conocimiento estables y
verdaderamente reales, las Ideas o Formas que aquí estudiaremos.
Comprensión de la teoría de las Ideas.
Sin duda, la tarea más difícil de este tema no es demostrar la existencia de las Ideas, sino
trasladar al lector lo razonable de las tesis platónica sobre las Ideas. Por ardua que sea, no debemos
dejar de intentarlo. Veamos: los seres humanos vivimos en contacto con el mundo que nos rodea, y
entramos en relación con multitud de seres -cosas, personas, sucesos, etc.- a través del conocimiento que
tenemos de ellas. Ese conocimiento queda plasmado en proposiones, y cuanto más generales sean más
conocimiento encierran (es preferible saber que todos los cisnes son blancos a que este cisne es blanco).
De entre las proposiciones generales, las que más nos gustaría conocer son aquéllas que siempre y
necesariamente son verdaderas (ej.: que los ángulos interiores de todos los triángulos suman 180º)
Todas las proposiciones incluyen términos como "cisne", "blanco", "triángulo", etc. Todos ellos
son nombres comunes, y todos ellos señalan, significan algo, son señal de algo, lo mismo que "Sócrates"
es el signo, el nombre de Sócrates. Pues bien, lo significado por esos términos comunes es lo que Platón
llamó "Ideas", y es algo de una consistencia distinta que los individuos, que este cisne, que este blanco
particular, que este triángulo.
Multiplicidad de lo sensible y unicidad de las Ideas.
Todo el mundo reconocerá que existen cosas como esta pluma, este papel, etc. Todas ellas son
cosas individuales, cosas que podemos señalar mediante los nombres propios. Cada una de esas cosas
individuales son distintas entre sí, incluso difieren entre sí 2 ejemplares cualesquiera pertenecientes a la
misma especie. Tomemos el caso de los caballos: El caballo A y el caballo B son distintos, aunque ambos
sean caballos. Sin embargo, ambos son igualmente caballos, son iguales en tanto que caballos, ambos
cumplen todas las condiciones para que se los incluya en la clase de los caballos, tienen esas propiedades
en común.
Correspondencia entre el modo de conocer y el objeto conocido
Hemos visto, al hablar de la analogía de la línea, que Platón creía que a cada tipo de objeto le
corresponde un modo apropiado de conocimiento. De este modo, el conocimiento más apropiado para
conocer el color de un objeto es la sensación visual de él (sería absurdo pretender conocer el color a
través de la inteligencia), mientras que el conocimiento más adecuado sobre los triángulos es el
intelectual. También es cierto que Platón sostiene que la calidad o el grado de conocimiento no es el
mismo en todos los casos, pensando que es mejor conocimiento el intelectual que el sensible.
Resumiendo: aunque el conocimiento más apropiado de un objeto mudable sea el sensible, esto no implica
que sea el mejor tipo de conocimiento sobre cualquier objeto posible.
A cada tipo de conocimiento le corresponde un tipo de objeto, y, lo mismo que hay una jerarquía
entre los tipos de conocimiento, también la hay entre los objetos correspondientes. Así, las imágenes son
menos seres -tienen menos ser, o menos entidad- que los originales y éstos que las ideas matemáticas, y
éstas que las Ideas no hipotéticas o principios (lo mismo que la eikasía es menos o peor conocimiento que
la pistis y ésta que la diánoia y ésta que la nóesis)
La razón platónica de esto es clara: el mejor conocimiento es el más estable, e éste lo es del
objeto más estable, más real, más propiamente ser, más verdaderamente real. Comprender esto es quizá
alg costoso: si hacemos una clsificación de los seres tal como Plantón la hace aquí, y observamos la
analogía de la línea, vemos que, igual que un modo inferior de conocimiento depende del superior,
también habrá una dependencia real de unos tipos inferiores de ser respecto de los correspondientes
superiores. En efecto, así sucede, y lo podemos explicar con el sencillo ejemplo del espejo: Una persona
que se mira ante un espejo, genera una imagen virtual de ella misma. Sin duda, la persona es más real
que su imagen, entre otras cosas porque es causa de ella. Esto es lo que quiere decir Platón con la
analogía de la línea. Las Ideas no hipotéticas son mas reales que las hipotéticas, éstas que los originales y
éstos que las imágenes. Nótese que la persona, aunque sea causa de su imagen, no todo en la imagen
procede del original (aunque sí lo fundamentea), sucede igual con otros tipos de cosas: lo fundamental
procede y es causado por seres correspondientes del escalón inmediatamente superior. Luego tendremos
que hacer referencia a esto.
¿Qué son las Ideas?
Las Ideas son los objetos inteligibles, de lo único que puede haber verdadero conocimiento
(episteme)
Las Ideas son divididas en la analogía de la línea en no hipotéticas o principios e hipotéticas o
ideas matemáticas, siendo ambas inteligibles y, por tanto, inmutables.
Aunque la palabra "idea" signifique desde Hume un contenido mental, no es este el caso en
Platón, para quien NO son contenidos mentales, sino seres inmutalbles, eternos, independientes en su ser
del sujeto conocedor, causa del ser y del conocer de los seres que están jerárquicamente bajo ellas. Al ser
eternas son atemporales e inespaciales.
Lo más importante que hemos de recoger aquí es que las Ideas son causa de lo que hay de
fundamental en el resto de los seres, en especial de los seres sensibles. No es que sea causa de todo en lo
sensible, pero sí de todo lo definido, delimitado que hay en ello (Cfr. el ejemplo del espejo). Por otra
parte, las Ideas son causa de que podamos conocer -en lo fundamental, y no en lo accidental- el resto de
los seres.
Las Ideas son, ya lo hemos dicho, los seres que ocupan el lugar más alto en la jerarquía de los
seres. Por ello, quienes quieran estudiar qué es propiamente ser han de estudiar las Ideas, lo mismo que
quienes quieran saber qué es propiamente saber han de estudiar el conocimiento intelectual.
Relación entre las Ideas.
Las Ideas mantienen relaciones entre sí, relaciones que son necesarias y que quedan recogidas
en proposiciones necesariamente verdaderas. Esta es la manera de explicar que haya conocimiento a
priori universal y necesario; es decir, conocimiento científico. Así, "todos los animales son mortales"
expresa una relación entre la Idea "animalidad en sí" y la Idea "mortalidad en sí".
Si en un principio Platón pensó que la tarea del filósofo era la de acceder a la Ideas Bien en sí,
luego -a partir del Sofista- pensó que la tarea consistía en llegar a conocer también la relación habida
entre las Ideas. Como fruto de esto, llegó a emitir diversas tablas jerárquicas de Ideas -precedente claro
de lo que serían a partir de Aristóteles las tablas de las categorías- así como dar con las definiciones de
las Ideas -para lo cual pensó que el método más adecuado era el de la división.
Relación entre las Ideas y las cosas sensibles.
Aunque el estudio de las Ideas sea lo más importante, es necesario establecer cuál sea la relación
entre las Ideas y las cosas sensibles. Las Ideas son seres reales que están separadas de las cosas sensibles,
está más allá del espacio y del tiempo. A pesar de ello, las Ideas son causa del ser y de que podamos
conocer estos seres sensibles, de manera análoga a como el Sol es causa de la existencia y de que podamos
ver las plantas y los animales. Según Platón, las cosas sensibles imitan, participan de las Ideas
correspondientes, hay cierta presencia de las Ideas en las cosas. En efecto, un hombre lo es porque
participa de la Idea hombre en sí.
Dificultades de la teoría de las Ideas.
A partir del período crítico, Platón se dió cuenta de que la teoría de las Ideas tenía dificultades
internas, como las contenidas en el Parménides.
El argumento del tercer hombre es una de ellas. Consiste en que la teoría de las ideas parece
exigir que haya una idea para cada conjunto de cosas que tienen algoen común; es decir, si dos cosas
tienen algo en común, si pertenecen a la misma clase, es porque participan de la misma Idea. Así,
Sócrates y Platón son hombres porque participan de la Idea hombre en sí. Pero tanto Sócrates como la
Idea hombre son hombres, y esto parece exigir la existencia de un tercer hombre, de una segunda Idea
hombre en sí, y así indefinidamente, con lo que por la misma razón por la que pensamos que hay una
idea hemos de reconocer la existencia de infinitas ideas hombre en sí.
Por otro lado, si las ideas está separadas de las cosas sensibles que participan de ellas, es difícil
explicar en qué consisten la participación, la presencia y la imitación. Además, si las ideas están
separadas del hombre, es difícil justificar cómo las conocemos .
Como consecuencia de estas dificultades, Platón revisó su propia teoría, estableciendo que entre
las Ideas hay una jerarquía cuyo establecimiento es tarea del filósofo.
Jerarquía de las Ideas:
Sofista: Ser, reposo, movimiento, idéntico y diverso.
Teétetos: Ser, no-ser, semejanza, desemejanza, identidad, alteridad, par, impar, bello, feo, bien y mal.
Parménides: Semejanza, desemejanza, pluralidad, unidad, reposo, movimiento, generación, corrupción,
ser y no-ser.
República: supremacía de la idea de bien. Dota de ser y de cognoscibilidad a las demás cosas y/o ideas.
Por otro lado, modificó la teoría tanto que adoptó la forma que ha sido denominada teoría de los
número, puesto que las idea supremas pasaron a ser GRANDE, PEQUEÑO, MAS Y MENOS, y por
participación en éstas surgían todas las demás ideas.
TEOLOGIA Y COSMOLOGIA
Teología
Platón pensó que Dios existía, y lo justificó de varias maneras. Los dos argumentos más
importantes fueron los siguientes:
- El orden del mundo delata la existencia de una inteligencia ordenadora
- El movimiento del mundo exige que haya un primer motor inmóvil.
Tanto la inteligencia ordenadora como el primer motor son identificados con Dios. Ese Dios se
ocupa de los asuntos humanos, es providente, perfecto, inmutable y es origen sólo del bien.
Cosmología
El mundo de lo mudable es generado, generación debida al Demiurgo, ser divino encargado de
implantar las Ideas en una materia informe que llama "jorá", que algunos han identificado con la
materia prima de Aristóteles y otros con el espacio. Esa implantación de las Ideas en el mundo es la
implantación del orden en el mundo, orden que nunca llega a ser perfecto, absoluto, dado que la jorá
impone al mundo un elemento irreductible de caos y azar. Ese orden del mundo lo impone el Demiurgo
como consecuencia de su propia bondad. Este Demiurgo es identificado en algunos lugares con Dios, pero
en otros Dios se identifica con la idea de Bien (y el Demiurgo es distinto de las Ideas, que son modelos de
su generación del mundo)
Los elementos del mundo son los cuatro clásicos: tierra, agua, aire y fuego, cuya esencia es
geométrica -cubo, icosaedro, octaedro y tetraedro respectivamente. Todas estas figuras regulares son
reductibles a triángulos, por lo que la esencia a la que todo lo mundano se puede reducir es al triángulo,
en particular al isósceles.
La forma del mundo es la esférica, en rotación circular, en la que no cabe el vacío. En el centro
pensó que estaba el Sol (antes había pensado que el centro lo ocupaba la Tierra). Este mundo estaba
sometido a una eterna repetición de lo mismo, a unas conflagraciones periódicas e incesantes.
ANTROPOLOGIA
El hombre es un ser perteneciente al mundo, está compuesto de alma y de cuerpo, de dos
sustancias distintas. Al alma le corresponde dirigir el complejo, y el cuerpo es como una cárcel para el
alma, cuya misión es procurar lliberarse de su prisión lo más posible, cosa que se consigue con el
conocimiento.
Psicología
El alma humana está compuesta de tres partes: la racional -cuya función es razonar, pensar,
localizada en la cabeza-, la irascible o pasional -cuya función es airarse, localizada en el tóraz- y la
apetitiva -cuya función es nutrirse y reproducirse -localizada en el vientre.
La parte que ha de dominar sobre las demás es la racional, como queda claro en el mito del
carro alado (Fedón). Al menos esa parte es inmortal, como queda probado de diversas maneras:
* Por la simplicidad: sólo lo compuesto puede morir, pues es el morir una descomposición. Pero
el alma es simple, por lo que es inmortal.
* En el Menón y como justificación de la posibilidad del conocimiento se demuestra que el alma
preexiste -el llegar a conocer no es sino recordar.
* El alma es un principio de vida, un principio automotor, por lo que no puede causar lo
contrario, morir.
Escatología
La vida del alma después de separarse del cuerpo depende de la vida que se haya
llevado cuando convivía con él. (Mitos de Er, Juicio ante Minos, Eaco y Radamanto). Durante 10.000
años ningún alma volverá al lugar de donde procede, excepto las almas de los que filosofaron sin malicia.
Para las demás almas sigue la rueda de las reencarnaciones.
Sólo sobrevive la parte racional del alma, la no ligada al cuerpo. (Timeo, 69-70). En
otros lugares dice que todas las partes sobreviven, puesto que se ha de conservar la individualidad
humana.
ETICA
La ética de Platón es consecuencia necesaria de su teoría de las ideas. En efecto, ser buen
hombre es llevar a cabo buenos actos, y un buen acto es uno que participa de la idea de bien en sí. El
buen hombre es el que hace participar a su actos de tal idea, para lo que se hace necesario que conozca
esa idea de bien en sí, que sea filósofo. Necesariamente, quien conozca la idea de bien conocerá qué es
mejor hacer y necesariamente lo hará -Platón es intelectualista moral.
La forma de hacer ética de los griegos es algo distinta de la actual. Ahora nos preguntamos por
cuáles son nuestras obligaciones, nuestros deberes. Sin embargo, los griegos se preguntaban qué es mejor
hacer, a lo que todos daban la misma respuesta de que lo mejor es ser feliz, ese es el Bien supremo.
En el Filebo, investiga Platón sobre ese bien supremo.
Quiere demostrar que el bien no se identifica con el placer, y lo hace con estos dos argumentos: *
es imposible que algo sea bien y mal a la vez, pero hay cosas que son placenteras y dolorosas a la vez,
como el beber mientras se está sediento. * elbien es un fin, y el placer no, por lo que bien y placer no
pueden identificarse. Ello no significa que el placer sea malo.
(NOTA: En el seno de esta demostración aclara qué es placer y clasifica los placeres: El placer
no es exactamente cesación de dolor, pues el reposo es placentero. Clasificación de los placeres: a) puros
(sin mezcla de dolor) b) impuros (con mezcla)
El bien supremo para el hombre es algo que es un bien exclusivamente por sí (y no por otra cosa,
no por su utilidad para coseguir otra cosa), es mezcla de placer puro, inteligencia y ciencia más salud. Es
mezcla de bienes divinos (intelecto, moderación del alma, justicia y firmeza -las célebres prudencia,
justicia, fortaleza y templanza) y humanos (salud, belleza corporal, fuerza física y riqueza).
Imitando modelos buenos es como uno se hace bueno.
Llama la atención la convicción platónica, tan fuerte y clar en época tan reciente, según
la cual es más feliz el justo que el injusto, el que paga la pena que el que la evita.
Política.
Los diálogos en los que se ocupa de este asunto son; República, Político y Leyes.
El fin de la Política es el mismo que el de la Ética -y esto es común a los griegos. El fin
de la Política es el bien de los gobernados, su felicidad, para lo cual el gobernante es necesario y
suficiente que contemple la idea de bien y la aplique. Sólo en el seno social es posible la felicidad, el sumo
bien humano.
- El problema político consiste en determinar cuál es la naturaleza y la función del estado.
La moral individual y la del estado es la misma: hay un código moral absoluto, y aunque las
normas varíen de un Estado a otro, es posible que la justicia que en ellas se manifieste sea la misma.
En la Rep. Platón estudia la ciudad ideal, lo mismo que en las Leyes (aunque en ésta última
considera con mayor énfasis que en la anterior las sociedades reales).
El estadista ha de conocer qué ha de hacer, cuál es la función del estado. Sin ese conocimiento es
imposible acertar. Por ello es necesario que los gobernantes sean filósofos o que los filósofos sean
gobernantes.
REPUBLICA.
El estado existe para servir las necesidades de los hombres, y, después, para hacerles felices.
Para ello es necesario educar a los ciudadanos. La educación ha de comenzar con la música, la gimnasia,
etc.
Clases sociales: productores, guardianes y gobernantes. En cada uno de ellos predomina una
parte del alma (apetitiva, irascible y racional, respectivamente)
Cada cual ha de ocupar su lugar, de modo que surja la armonía entre los ciudadanos.
(NOTAS: Mujeres: igual que los hombres.
Propiedad: privada sólo a los productores.
Matrimonio: obligatorios y dirigidos, con función reproductiva. Hijos: educados separados de sus
familias.)
El gobernante debe gobernar en función de su conocimiento
ha de estudiar matemáticas, astronomía, y dialéctica (hasta llegar a contemplar el bien absoluto).
EL POLITICO
"La política es la ciencia común que está por encima de todas las demás y custodia las leyes y
cuanto hay en el estado, vinculándolo todo de manera que forme en verdad un solo conjunto"
La ley está por encima de todos.
Clases de gobiernos:
Clases de gobiernos:
bien ordenados (para el bien de
toda la sociedad)
mal ordenados (para el
provecho de los gobernantes)
(de uno)
Monarquía
tiranía
(de unos pocos)
Aristocracia
oligarquía
(de muchos
Democracia
demagogia
(NOTA: variaciones de esta clasificación: Político, 291, monarquía (gobierno de uno), tiranía,
aristocracia, oligarquía, democracia legal, democracia que no sigue las leyes.)
EL IDEAL ES UN ESTADO MIXTO DE MONARQUIA Y DEMOCRACIA. (LEYES, 693)
LAS LEYES
La ley ha de estar por encima de los gobernantes.
población: 5040 familias
religión: castigo del ateísmo
Mando del consejo nocturno, formado por hombres que conozcan el ideal de bien en sí.
esclavitud: tolerada, pero sin crueldad
guerra: para la paz.
La educación de los gobernantes, del rey filósofo sigue los siguientes pasos: Poesía,
música, Aritmética, Geometría, Astronomía, Dialéctica.
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