ISSN 2346-3805 Santiago de Cali - Colombia Enero - junio 2014 N.º2 Facultad de Humanidades Departamento de Filosofía División de Bibliotecas Arte Contemporáneo MISIÓN Fotografía / Isabel Nieves 2005 La Universidad del Valle, como Universidad Pública tiene como misión educar en el nivel superior, mediante la generación y difusión del conocimiento en los ámbitos de la ciencia, la cultura y el arte, la técnica, la tecnología y las humanidades, con autonomía y vocación de servicio social. Atendiendo a su carácter de institución estatal, asume compromisos indelegables con la construcción de una sociedad justa y democrática. CONTENIDO ISSN 2346-3805 Santiago de Cali - Colombia Enero - Junio 2014 N.º2 Rector Iván Enrique Ramos Vicerrector Académico Héctor Cadavid Decana Facultad de Humanidades Gladys Stella López Jefe del Depto. de Filosofía Luis Humberto Hernández Directora de la Biblioteca Clemencia García COMITÉ EDITORIAL William Álvarez Omar Díaz François Gagin Luis Humberto Hernández Mauricio Zuluaga Javier Zúñiga DIRECTOR - EDITOR Omar Díaz Saldaña ASISTENCIA EDITORIAL Gladys Suárez Gimena Villegas Harold Quimbayo COMITÉ ARTÍSTICO Ever Astudillo María Thereza Negreiros César Correa María Esperanza Londoño César Santafe MONTAJE EXPOSICIÓN PINACOTECA Universidad del Valle Nathanael Díaz Diana Benítez ¿Qué está mirando? 2 Entrevista Ever Astudillo 5 La obra de Ever Astudillo Eduardo Serrano 28 Momentos biográficos Ever Astudillo 55 Comentarios 60 PORTADA PASAJEROS IV Grafito, Papel 100 x 70 cm 2013 DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Jhan Victoria ILUSTRACIÓN LOGOTIPO Jaime López Facultad de Humanidades Departamento de Filosofía División de Bibliotecas CONTRAPORTADA DE LA CALLE (Carro y niebla) Grafito, papel 120 x 120 cm 1979 Correo electrónico: departamento.filosofi[email protected] [email protected] Es una publicación periódica del Departamento de Filosofía y de la División de Bibliotecas de la Universidad del Valle. Surge con el propósito conjunto de unificar esfuerzos en la construcción de un espacio de reflexión sobre el arte contemporáneo y particularmente de la plástica de nuestra región. Se orienta, en primer lugar, a que el artista nos diga, desde su perspectiva, en qué consiste específicamente su saber hacer y qué características posee su obra. Nos afirmamos en la conocida idea de que no hay Arte con mayúscula, sino artistas, pues cualquier definición lógica de lo que es el arte, mediante enunciados o proposiciones, no reduce la dinámica viva, concreta, de las distintas manifestaciones o expresiones simbólicas del arte. A través del diálogo, el (la) artista va señalando y precisando los elementos que orientan y modelan la creación de su obra; y mediante la lectura de la entrevista, producto de ese diálogo, el lector podrá acercarse a: ¿quién es? y ¿qué hace?. Avanzamos a un segundo momento que se caracteriza por su naturaleza reflexiva; actuando críticamente sobre un objeto, sobre la obra de arte y su contexto, el filósofo o el crítico de arte produce un texto interpretativo que, desde una u otra orilla teórica o conceptual, da cuenta de la obra; se trata entonces de: ¿qué dicen del artista? De ninguna manera se pretende validar, refutar o verificar, en busca de la verdad, la obra de arte, tal pretensión carece de sentido y la historia del arte lo ha confirmado. En ¿Qué está mirando? tendrán cabida las más diversas manifestaciones artísticas en su composición, color y materialidad, pues ellos expresan la idea, la filosofía estética del artista. El lector podrá examinar reflexiones distintas sobre un mismo objeto, una obra de arte o un artista, encontrando, en ocasiones, elementos complementarios y de validez convergente. Elegimos la mirada. La mirada de un espectador que percibe la obra de arte, al igual que otro espectador que también mira. Se considera la posibilidad de distintas miradas; pues no se establece unívocamente un rincón privilegiado desde el cual puede verse el mundo. Ya en el siglo pasado se rompió con el marco del lenguaje neutro observacional y se llamó la atención sobre cómo lo que se ve depende del objeto que se mira, de la experiencia perceptual previa y de la perspectiva conceptual o teórica del sujeto que observa. Se considera, entonces, la necesidad de las dinámicas colectivas, en concreto, en los procesos propios de las actividades y producciones artísticas, como fenómenos sociales históricamente determinados. Pero no solamente elegimos la mirada, sino el tiempo presente de la mirada. El espectador podrá detenerse, con paciencia, ante la obra de arte y volver sobre ella una y otra vez, pues en la Sala Mutis de la Biblioteca Mario Carvajal de la Universidad del Valle, se expondrá una muestra representativa de la obra del artista que miramos. Se conjuga cada semestre el proyecto editorial de ¿Qué está mirando? con la exposición plástica de un artista de nuestra región, el cual contribuirá con la donación de una obra, a la construcción de la Pinacoteca de la Universidad del Valle, enfatizando la importancia del rescate de nuestra memoria visual, como parte del proyecto cultural de la Universidad y del Departamento del Valle del Cauca. a. Omar Díaz Saldaña Director - Editor Fotografía / Over Espinal 4 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Astudillo E ver Astudillo de pie, con un trozo de grafito en la mano, explica la diferencia entre el uso del carboncillo y el grafito. Con esa forma pausada de ir encontrando la palabra precisa, afirma la naturaleza metálica del grafito y sus posibilidades infinitas de gamas de negro al mezclarse con un disolvente. “De esa manera puedo captar la noche con sus diferentes matices de negro”. Desde niño, mirando desde el dintel de la puerta o a través del resquicio de la cortina entornada, o en la barriada del Saavedra Galindo, el barrio en la ciudad de Cali donde nació, creció y se forjó junto a hombres y mujeres que transitaban la noche buscando su destino, fue creando su imaginario del mundo. “Para mí, el día me dice poco, los personajes son como iguales; la noche es distinta, aparecen cosas y situaciones que uno no se imagina”, nos dice, mientras señala con la mano un cuadro que está frente a nosotros, en el cual un hombre de espaldas mira la noche iluminada. Su obra se expresa fundamentalmente a través de la dualidad complementaria de negro-blanco. Ever Astudillo convirtió su vida cotidiana, contingente, en la razón y sentido de su poética. No buscó en el pasado reciente o remoto del arte motivos o ídolos que nutrieran su imaginación creadora. Hizo lo más sencillo. Miró a su alrededor y como gran creador inmortalizó el mundo urbano desde su ciudad, haciendo de lo popular el contenido de su plástica. Astudillo sigue vigente después de más de cuatro décadas, ha sabido captar el instante de la existencia humana; sus cuadros parecen detener la vida y fotografiarla, en la dinámica, en el devenir fluctuante de los hombres y mujeres que habitan en la ciudad, con sus realidades y sus sueños. s. 5 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo PASAJEROS II Grafito, Papel 100 x 70 cms 2013 6 ¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo En sus años de formación, en la Escuela de Bellas Artes, ¿qué tendencias plásticas contemporáneas se manifestaban? La escuela estaba muy desconectada en cuanto a lo nuevo que se estaba haciendo en el mundo. Había muchos movimientos, eventos internacionales, pero no llegaba la información. Por ejemplo, yo estaba en el taller de escultura con un profesor que me enseñó un libro sobre el Pop Art y para mí fue maravilloso poder conocer en ese tiempo obras de Jasper Johns, Andy Warhol, las esculturas con las latas de Sopa Campbell. No había una biblioteca en buenas condiciones para consultar, sin embargo, aprovechábamos la poca información que llegaba a nuestras manos. ¿Desde el punto de vista plástico qué artista, qué ismo, le ayudó a construir su poética? Bueno, la verdad, no hubo la presencia de un ismo o de un artista que me marcara, me influenciara, porque nada de eso me interesaba. Realmente me interesaba y me interesa el cine, la fotografía, el cine en blanco y negro. Por allá, en la década de los cincuenta, cuando me llevaron al cine por primera vez, a los cuatro años, tuve una revelación: esa pantalla gigantesca con personajes que eran gigantes, pero con música. La primera película la vi en el teatro Bolívar, fue Fantasía de Disney y entonces eso me mando para el carajo, por el color, las formas, el sonido y descubrir toda esa música que con el tiempo la oiría y la seguiría oyendo. Esa experiencia fue una de las más importantes en mi vida: el descubrir el cine. Después comencé a sentir el blanco y negro en el cine y descubrí el cine negro, ese cine de gánsteres, el cine sórdido con sus escenas de cabaret, sitios de diversión. Eso me llegaba mucho porque me sentía muy identificado con cosas que tienen que ver conmigo, con la vida nocturna de la ciudad, porque cuando era niño conocí esos sitios por fuera, era un mundo con el que me identificaba, y era como sentir lo propio, el baile, todo este comportamiento, para mí era el arte. Al ver la película, veía los cantantes, las rumberas o la lucha libre o lo que fuera, y todo eso lo sentía mío porque esos sitios de pronto los conocía y los había vivido en la vida real, pero al dejar el cine, cuando me encontraba en la realidad me decía: “ah claro, esto es mío”, y ese proceso, en mi formación, me ayudó a identificarme. ¿Qué tan importante fue el cine mexicano en la construcción de su obra? Muy importante. Si de influencias se trata, tengo que decir que el cine mexicano realmente influyó en mi obra. Primero, llevaba mucho tiempo, era en nuestro idioma y tenía una influencia muy marcada, no en la forma de hablar sino en los dichos, los modismos, la música, el estilo de la gente, el desparpajo de la gente. Que un chulo, la gente de noche, la moda, las vestimentas y entonces todo eso me iba influenciando de tal manera y me lo 7 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo apropiaba. Con el tiempo llegué a darme cuenta, por ejemplo, después de oírlo tanto en el cine que, los muchachos decían “¡ey, cuidado que llegó la chota, corran, corran, que llegó la chota!”, que era la policía. Los policías se emberracaban porque les decían tombos, “pilas con ese tombo”; ese término resulta que se lo inventaron por acá, pero el verdadero era botón; dentro del lunfardo argentino le decían a los policías botones, pero era porque abrochaban y, para que la ley no los entendiera el lunfardo usaba tombo que era botón al revés. Todo eso lo iba entendiendo cada vez más a medida que veía las películas y, me daba cuenta que nosotros los colombianos no somos muy distintos a los mexicanos. Es como la vida de nuestra América Latina. ¿Por qué su obra se configura y estructura a partir de situaciones y personajes de la vida urbana? La verdad es que lo urbano fue el entorno en que siempre viví. No recuerdo haber tenido espacios de paisajes campestres, en una finca o algo así. Siempre fue en la ciudad y la ciudad era el barrio, la carrilera, la calle 25, el tren, y todo lo que tenía que ver con esa vía. No hubo como ese apego al espacio rural, siempre fue la ciudad. La verdad es que, como ese fue el medio en el que me desenvolvía yo me aferré mucho a él. Por ejemplo, esa vía férrea tuvo que ver mucho conmigo, uno tenía que presenciar las cosas que sucedían ahí. A veces eran situaciones verdaderamente trágicas de la vida humana. 8 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas ¿Cuándo comienza en su obra a expresarse plásticamente esa preocupación por lo urbano? Creo que se manifiesta un tiempo considerable después de que me gradué. En la escuela uno estaba aprendiendo cosas, repitiendo cosas, conceptos y, estaba conociendo los medios, aprendiendo a dominarlos, aprendiendo los ismos, el cubismo, el impresionismo y todas las tendencias artísticas del siglo XX. La misma tesis, en mi caso, fue muy figurativa. Imperaba lo figurativo, yo me sentía a mis anchas porque siempre me gustó la figura humana y trabajar con el realismo, con formas reconocibles, nunca me fui por el lado abstracto pues no me interesaba, claro está que lo apreciaba y lo aprecio desde luego; me fascinaban las expresiones de los abstraccionistas de la escuela de Nueva York, me apasionaban pero no era para convertirlo en mi forma de expresión. Quería contar cosas, pero con formas casi palpables, entonces de lo único que me podía servir era la figuración, el realismo, los personajes reconocibles. ¿De qué año son las primeras obras donde se expresa lo urbano? Arranca como en los ´70. Por ejemplo, es la época de los homos, la época de los uniformados, de la gente con bléiser y corbata, gente de las oficinas, cajeros de banco. Fue en el ´70 cuando por primera vez me sentí comprometido a manejar un tema mucho más compacto, con mucha más continuidad. En esa época participé, por primera Ever Astudillo HOMENAJE A TROIS Mixta, Cartón 120 x 140 cms 1988 9 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo vez, en el Salón Nacional de Artistas. Fue con mucho miedo pues nunca había salido de la provincia. En ese tiempo no había salones regionales y llevar obra a Bogotá era un viaje de conquistadores, era irse en flota, echarse el trasnochón, llevar obras y esperar a que llamaran unas semanas después a ver si había sido seleccionado y si no, le decían: “venga por ellas”; eso era muy duro. ¿Cómo fue su participación en el Salón Nacional de Artistas? La primera vez, en 1970 fue realmente difícil, porque había gente muy destacada, y gente joven pero siempre con la inseguridad de la provincia. Yo era un aparecido, pero ese año justamente habían llevado un crítico Venezolano, Juan Calzadilla, recuerdo, y él hacía comentarios del Salón Nacional y para sorpresa mía, nombraron mi trabajo y señalaron que mi obra valía la pena destacarla porque tenía que ver con el hombre contemporáneo y eso me acicateó para seguir adelante, participé con la obra llamada Teorema cuyo tema era más o menos como unas cintas de video y al fondo como una multitud que iba avanzando. Había algo que tenía que ver con las oficinas, toda esta cosa masificada, los empleados, era una obra de formato cuadrado, de 100 x 100 cms, muy lineal, muy pesada, era atractiva pero a la vez muy densa, muy fría. Era en plumilla sobre madera, un trabajo bastante dispendioso, me gustaba mucho trabajar la plumilla, pero bueno, en ese tiempo tenia ojos, entonces podía hacer todas esas gracias. 10 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas ¿Qué otras experiencias vivió en relación al Salón Nacional de Artistas? En el ´73 gané el XXIV Salón Nacional de Artistas, al año siguiente en el ´74, fui jurado y ganó Maripaz Jaramillo, John Castles, entre otros artistas. Fue una experiencia muy nueva porque era muy joven, tendría 26 años y el resto eran viejos, pasaban de los 45 años; estaba de jurado junto con el maestro Villamizar, con Negret, con Obregón. Era horrible porque era una pelea de perros, todo mundo ahí con su lista como las elecciones, entonces “venga, venga”, me decian, para que me uniera a sus votaciones, además éramos una cantidad de jurados, como 15, todos los artistas destacados de esa época y yo era el nuevo del paseo. Mirando su obra del 72 y del 73, en esos inicios encontramos que hay una preocupación por el hombre y por lo exterior. ¿por qué lo exterior? Es una dualidad. Lo interno y lo externo. Espacios cerrados y espacios abiertos. El interior era donde estaba ese Homo, el ser humano encerrado, pero en el exterior él se abre, sale y ahí comienza a encontrar la parte urbana, la ciudad, se mete en la calle, en el mundo citadino. Trabajaba esa parte de los Homos amarrados, enzunchados y eso estaba ambientado en un espacio abierto, con unas nubes muy plácidas pero de pronto se volvían muy tormentosas. Ever Astudillo MIRANTES (OJOS) Acrílico, Madera 120 x 120 cms / 1985 11 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo Fue la oportunidad de bajar la mirada de los cielos hacia abajo, a la realidad, entonces descubrí los barrios populares, el entorno donde me desenvolvía y comencé a pintar las calles, la vida, la cuadra donde yo vivía, a registrar mi barrio y los barrios que yo transitaba, a fijarme en los lugares concretamente que tienen que ver conmigo o que yo tenía que ver con ellos, los sitios públicos, las calles, las cantinas, la gente que transitaba por ahí, las putas, los atracadores y todo este mundo de gente tan extraña y tan oscura pero también tan cercana a uno. que primero conocí, la calle, la tienda, el bar y luego espacios públicos masivos, los sitios de diversión, como los cines, los teatros, los sitios donde se presentaban espectáculos. Retomo el cubo escénico, un cubo figurado, un espacio que uno proyecta desde una superficie bidimensional completamente plana pero que con puntos de fuga le da profundidad y que sugieren espacios infinitos, comenzaba a armar arquitecturas, edificios que no existían pero que se parecían a cosas que había visto. En el pensamiento humano siempre ha habido esa tensión entre lo interno y lo externo. Desde el punto de vista filosófico han sido nociones fundamentales. Es interesante esa dicotomía, en el 74 hay una obra que se titula Interior, Exterior Corbata, ¿por qué esa relación íntima entre lo interior y lo exterior? Su obra muestra una ciudad derruida, caótica, ¿es el deterioro de lo urbano? Regreso a lo que decía anteriormente, ese doble juego entre lo interior, exterior. Lo interno eran sensaciones íntimas, enfrentado a lo de afuera, a la ciudad misma. Ever, de pronto, metido en un cubo completamente cerrado, asfixiante y, luego el otro Ever enfrentado a un espacio abierto encarándose a la calle misma. Eso me daba pie a seguir registrando formas y sucesos de la calle y de la ciudad interminable, inagotable. Tenía la oportunidad de registrar espacios públicos, lo 12 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Es un afán de mostrar lo que no se muestra, lo que yo registraba era el feísmo, lo que no debe verse en las postales para turistas, lo que se rechaza, lo que no se muestra. Me gusta mucho la coloración de la ciudad, colores derruidos, desteñidos por el tiempo, por el sol; aquí el sol es inclemente, todo lo decolora, eso hace que los barrios tuvieran un color de tierra, de polvo. En esos años, 50, 60, no existía el cuento de la arborización, ni de la ecología, eso es muy reciente. Los barrios orientales todavía son así, no tienen ni jardines ni avenidas con árboles ni nada de esas cosas que embellecen la ciudad. Es cierto que han arborizado la ciudad, pero los barrios populares eran otra cosa. Recuerdo que en Bellas Artes algunos conocían mi casa y me decían que si me iba para Kalahari; ¿“Vé, ya vas para Kalahari”?. Ever Astudillo MIRANTES (GRIETA) Acrílico, Madera / 100 x 100 cms / 1985 13 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo El mirante que se representa en sus obras está casi siempre de espalda, ¿por qué? El observador, de ahí nace el mirante. Estar registrando anónimamente en el entorno se convierte como en un puente entre el yo mismo y la imagen que se proyecta. Los mirantes están de espaldas. Yo también estoy de espaldas pero otros pueden estar más atrás, es como la misma sucesión de formas, de seres anónimos en una sala de cine; está la silletería de adelante, adelante, más adelante, y entonces veo cabezas y cabezas y cabellos, eso se repite y se repite hacia adelante, hacia la pantalla, pero a fin de cuentas yo sentía que era como parte de la sucesión de personajes anónimos. ¿Cómo fue su experiencia en el trabajo de plumilla sobre madera? Trabajaba mucho con bastidores de madera y triplex, y como trabajaba mucho con plumilla eso me daba una superficie muy firme como si fuera un papel blanco para trabajar. Trabajé bastante con plumilla sobre madera, eso era un trabajo muy dispendioso, estaba muy joven y tenía todavía ojos. También trabaje el color, el acrílico y otros materiales. Aproveché la superficie dura de la tabla y el viniltex para trabajar también con el grafito, sentí que estaba como trabajando con el papel; el grafito sobre el papel me iba ya sugiriendo desarrollo de trabajos citadinos, era mucho más fácil trabajar con el papel directamente, los bastidores eran un problema y había que 14 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas pensar en guacales y transportarlos era un problema, eran pesados y manipular ese tipo de obra era muy dispendioso, era mucho mejor el grafito, el papel se enrolla en un tubo y viaja con uno por donde se quiera. Lo de la plumilla fue algo muy efímero. ¿Cuándo empezó decididamente a utilizar el grafito? Desde los años 1973–74, y no he parado; ha sido mi punto de apoyo el blanco y negro que he manejado siempre, ha sido un no color en mi obra, ha sido mi sello y me daba lugar a ubicarme en la atmósfera cinematográfica; la noche y el manejo de la luz me daba lugar también a expresar una serie de situaciones que sobre el bastidor no podía hacer: lugares nocturnos, la calle, los sitios oscuros, peligrosos, tenebrosos, y toda esta maraña de lugares que me proporcionan muchas preocupaciones. ¿Cuál es la diferencia específica entre el carboncillo y el grafito? El carboncillo es un color puro, sacado del carbón, tiene una intensidad muy fuerte, negro absoluto pero que da un color mate, no da ninguna posibilidad de brillo, es opaco, con el se pueden cubrir áreas y ganar un poco de tiempo. El grafito ya no es el carbón puro, es un material inorgánico,tiene petróleo da una brillantez metálica, con muchas posibilidades. Si se le echa un poquito de disolvente, varsol, se logra una intensidad Ever Astudillo DE LA MODA (MUJER QUE FUMA) Acrílico, Madera 60 x 60 cms / 1982 15 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo más que la del lápiz mismo. El grafito en polvo y aguarrás se vuelve una pintura fácil, es estar como pintando. Ahora bien, el grafito como tal viene en barra, no viene en polvo, aquí se consume grafito que para dibujar no sirve, porque no es intenso, no pinta, el grafito lo usan de manera industrial, como lubricante para los candados, para trabajos mecánicos. El grafito lo mando a traer del extranjero, de Nueva York, porque aquí no se puede encontrar. El grafito es como una deidad, por eso no se afecta, no está sujeto a cambios, permanece, la permanencia es muy importante. Desde el punto de vista compositivo y técnico, ¿cómo construye su obra? Primeramente creo que vale la pena destacar, hacer hincapié en los bocetos, en los proyectos previos. Yo nunca empiezo la obra en directo, improvisando, por ejemplo, que este manchón me surgiera esta imagen, esta figura, no. Yo tengo que organizar un plan de trabajo, los personajes, los lugares; ubicar los personajes, los espacios y los entornos; comienzo a estructurar la composición, a ambientar, iluminar esa superficie con todos esos personajes, los objetos y lugares que deben aparecer en escena y eso necesita un trabajo previo. Siempre me apoyo en un boceto previo, así fuera muy fotográfico, aprovecho mucho la fotografía, pero también ella me pone frenos en el desarrollo del trabajo, entonces me toca comenzar a distorsionar lo 16 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas que está en la foto que, aparece muy formal, muy lineal. El diseño del boceto me orienta en la construcción de la obra. Cada artista tiene su método, su forma de trabajar, respeto esas maneras pero el trabajo previo es muy importante para mí. Y después de la composición, de ese trabajo previo… Si, con los personajes, lugares y ambientes, el grafito me permite lograr las distintas tonalidades de negro, siempre preferí el grafito que es muy distinto al carboncillo o lápiz carbón, que son negro puro, no brillan, son completamente opacos, muy intensos, muy duros, muy tiesos, mientras que el grafito por su condición metálica y grasosa da brillos, al volverse intenso brilla y la brillantez da un acabado metálico que siempre me encantó. Por otro lado, el grafito, tiene ventajas que no tiene el carboncillo, por ejemplo, el grafito con aguarrás, con gasolina, con otros disolventes diluye como si fuera pintura; quiero insistir en las posibilidades del grafito. Esas ventajas que me proporcionaba, las iba descubriendo en el camino; por otra parte el hecho de frotar con lo que fuera, con trapos, con papel, con cartones, eso también le da una ventaja de tiempo, porque podía cubrir espacios rápidamente. Sin embargo, no puedes pintar con los dedos, con las manos directamente, porque la grasa en la mano te mancha y mancha el papel y deja unas huellas que no se pueden borrar. Ever Astudillo VITRINA FEMME Grafito, Pastel 100 x 70 cms 1982 17 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo ¿Qué papel juega el dibujo en su obra? Creo que el dibujo, la línea, la construcción de la forma a través de la línea nos da una idea estructural de la naturaleza de la forma, de los cuerpos, nos da las características del conjunto. El dibujo decididamente es el eje, la parte principal de la estructura del arte figurativo; figurativo en el sentido de que no es solo la figura en si, la figura humana, sino que es la figura como forma, como forma pura y eso necesita estar estructurado bajo un sistema de líneas. Siempre insisto en que necesitamos tener una base dibujistica, no se necesita ser un Luis Caballero para plantear una idea a nivel visual, para hacerse entender gráficamente, para representar la idea que está planteando. expresiones de todo tipo, de comienzos del siglo XX, artistas que estaban haciendo abstraccionismo geométrico, o que estaban haciendo cubismo, que pertenecían a comienzos del siglo XX o finales del XIX. Todo tenía cabida. Había recepción para todo tipo de expresiones, eso era lo maravilloso, esa Bienal, no coartaba ninguna concepción artística. Uno hacia comparaciones e iba como decantando, había expresiones desde las formas más tradicionales, dibujo, pintura, etc, fotografía, hasta llegar a trabajos con el ordenador, trabajos lumínicos, trabajos con electricidad o con medios naturales como el agua, la tierra. Era una Bienal de libertad, abierta, con un pensamiento amplio, como debe ser el arte. En el movimiento contemporáneo del arte se ha relegado el dibujo al olvido, ¿cómo ve usted esa tendencia actual? ¿Cómo ha sido esa variedad de recursos técnicos, novedosos, que ayudan a expresar las emociones, los pensamientos y los sentimientos del artista? Esa tendencia comenzó en la década de los ´60 con el arte no objetual: no pinturas, no esculturas. El objeto artístico como tal lo eliminaron del panorama, muy alegremente. El arte no objetual es una expresión de un grupo, pero el arte es muy abierto y cada país, cada individuo, cada artista tiene su forma de expresarse y de comunicarse. Recuerdo la Bienal del Museo Whitney, en Nueva York; esa Bienal, era muy grande y tenía obras de infinidad de artistas, tenía todas las tendencias, no se ponían a limitar, “ que entonces lo de hoy es esto.. lo contemporáneo es esto… lo de vanguardia es esto… el postmodernismo es esto…”no, había Pensemos en los medios más sencillos, simples, tradicionales, ya no se piensa si el pincel lo manejo de esta manera, ni se piensa en el pincel ni en la brocha, ahora se utiliza la brocha de aire, el soplete; el soplete es un medio, un instrumento que me está dando otro juego de dimensiones, juego de volúmenes y se asemeja mucho a la realidad y a la fotografía; son medios que se manejan de otra manera y se acercan a otro tipo de realismo. Hay muchas formas en este momento, de expresar lo de hoy, sin estar repitiendo lo mismo todo el tiempo, sin hacer el mismo cuadrito de caballete. Creo que se ha logrado mucho, pero es un 18 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo EL ABRAZO DE LA MUERTE Óleo 90 x 120 cms 2006 19 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo camino difícil porque es tan abierto, tan libre, es peligroso porque la gente se confunde y termina haciendo tonterías; no se investiga. Y fácilmente se reencaucha lo que ya había, un remedo de cosas que ya estaban. En la serie De la moda usted utiliza el color, la policromía. ¿Qué significado tiene en su obra este tipo de representaciones? De la Moda arranca con el escaparate de la vitrina. Con la vitrina se vuelve al espacio escénico, parece como una escenografía, como un gran teatro que en vez de las cortinas tiene cristales, luces y todo para destacar lo que quieren vender. Me llamó mucho la atención cómo exponían, en ciertos lugares, esas vitrinas para vender y destacaban más los objetos según destellos de luz. Exponían y vendían con un ambiente muy teatral, con la luz los colores se le disparaban, me parece que todo ese espacio se volvía lleno de fantasía. Después esa fantasía me llevó también a pensar en mirantes, en gente que mira las vitrinas; es una dualidad entre lo que está dentro de la vitrina y los que estaban afuera del cristal, la gente que estaba completamente llevada, callejera, sin dinero, añorando algo que estaba ahí, que no podían tenerlo. Dos mundos paralelos que hacen parte de la vida de la ciudad. Pero siempre volvía al misterio del blanco y negro, a ese gran potencial de la oscuridad, de la noche, estuve manejando un tiempo el color, luego desapareció, y de pronto aparece, pero definitivamente con el tiempo regreso al blanco y negro, ahora manejo 20 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas un blanco y negro que ya no es blanco y negro, tiene que ver con ciertos tonos, los sepias, no hay radicalismo en el manejo del blanco y negro. ¿Hay progreso en el arte? Creo que si ha habido cambios y progresos importantes. A nivel de percepción el ser humano ha logrado mucho, captar la realidad, la naturaleza, los efectos naturales, los fenómenos naturales, la gente está más cercana a lo natural por todo el arte que trabaja con medios naturales. El Land Art, por ejemplo, es trabajar con la tierra, el Body Art, descubrir el cuerpo a través de su lenguaje. No se trata de ponerse a pintar desnudos, pues ya se hizo y muy bien; ahora hay que investigar sobre el cuerpo mismo, sobre los fluidos que emite, sobre los olores, sobre toda esta química que suelta; se están produciendo pensamientos que ayudan a construir otros mundos. Aquello me parece muy importante, porque cambia la actitud de la gente frente al arte de hoy, ya no se insiste en la contemplación. Hay que meterse en la esencia de las cosas; pensar en la lluvia no es pensar en rayitas intermitentes ¡No! hay que pensar en como se resuelve en un concepto, como se plantea la inmensidad de un paisaje, de un goteo intermitente del agua, lo que se siente o se percibe mediante la lluvia; si llueve cuando hay sol o frio y que percibe el ser humano en cada momento. El fuego que quema, que produce dolor, esto tiene estéticas muy fuertes producto de comprender el fuego, las cenizas, esto es otro lenguaje, otra textura, otro significado. Ever Astudillo LA SOMBRA VENGADORA Mixta (Encáustica sobre tela) 120 x 180 cms 2006 21 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo ¿Cómo fue su relación con Oscar Muñoz y Fernell Franco? Bueno, nosotros trabajábamos dispersos y no coincidíamos en un mismo sitio. A Oscar lo conocí en Bellas Artes porque él venía como dos semestres atrás que yo, era mucho más joven, era de las nuevas generaciones; de Fernell ni hablemos, porque ni siquiera estaba con nosotros en la misma escuela, pues él venía de afuera y era un profesional que trabajaba en publicidad, él salió de Versalles, (Valle del Cauca), la violencia los desplaza a él y a su familia para Cali. Fernell se fue formando haciendo reportería gráfica en los periódicos, en Occidente, en un diario chiquito como el Q´hubo que se llamaba La Linterna, un períodico de página roja. Él trabajaba y hacía reportería fotográfica sobre sucesos violentos, masacres; cubría todos esos eventos. Encontrarnos los tres fue algo posterior, Oscar y yo nos habíamos graduado, Fernell ya era un profesional, cuando éramos estudiantes, él ya era el fotógrafo de Nicholls Publicidad. SERIE HISTORIETA (BESO) Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms 2011 SERIE HISTORIETA (PASONIVEL) Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms 2011 22 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo Desde el punto de vista artístico, ¿qué los unía a ustedes tres? Todo se fue dando a través del trabajo, con el tiempo nos fuimos conociendo, comenzamos a comunicarnos e intercambiar conceptos ya participábamos en exposiciones conjuntas y nos tocaba comentar cosas y hacer preparaciones para el trabajo; así fue creciendo la amistad entre los tres. Compartíamos, pero eso nunca dio lugar a que armáramos un movimiento con manifiesto y todo, de búsqueda, e investigaciones dentro de la plástica; nuestra relación era muy informal, un juego entre tres amigos que hablábamos de lo que estábamos haciendo, que nos tomábamos una cerveza, que íbamos a cenar, el comentario sobre nuestro trabajo y lo del arte se iba dando por añadidura. SERIE HISTORIETA (SECUESTRO) Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms 2011 SERIE HISTORIETA (ACARICIA) Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms 2011 23 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo 24 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo DE ESPALDAS Y DE FRENTE Mixta Díptico (Óleo, Marcador, Cera) 120 x 180 cms 2006 25 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo ¿Cómo ve usted el desarrollo de la plástica y particularmente de la pintura en Cali, en la región, en el país? La escuela ha fomentado la enseñanza de procedimientos tradicionales, la pintura, el dibujo, el grabado. Sin embrago los estudiantes están con grandes vacíos, una laguna conceptual, porque no hay quien asuma los talleres, cada vez son menos los que están dispuestos a eso, y la gente que puede hacerlo es muy buena pero busca por su lado porque no encuentra eco en la escuela misma. Creo que no hay que dejarse deslumbrar por lo nuevo; hay que quedarse con cosas más simples, más sencillas, más elementales, el hecho de poder dibujar, de construir algo, copiar objetos, armar unos talleres de dibujo y copiar modelos rígidos, modelos en movimiento, acercarse a ese oficio, a ese trabajo, se ha perdido. Hay que rescatar las Bienales o un evento que se parezca, que dé lugar a la comunicación de las expresiones plásticas, contribuyendo al desarrollo del arte y a la formación de nuevos artistas. s. Santiago de Cali, Abril de 2014 PASAJERO I Grafito, Papel 100 x 70 cms 2013 26 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo PASAJERO V Grafito, Papel 100 x 70 cms 2013 27 ¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La LA OBRA DE EVER ASTUDILLO Eduardo Serrano obra de Ever Astudillo ha sido una de las protagonistas más caracterizadas de la historia del arte colombiano a partir de los años setenta del siglo pasado. No porque el artista haya sido amigo de la figuración y el aspaviento, todo lo contrario, pero sí porque la actitud y los valores que ha puesto de presente han constituido aportes importantes para el desarrollo del arte del país. Su labor docente, por ejemplo, ha sido amplia y fecunda debiéndose en buena parte a su trabajo como profesor, el fervor de las jóvenes generaciones de artistas del Valle y del Cauca. Pero han sido ante todo los logros de su dibujo, pintura y obra gráfica, su mayor contribución al enriquecimiento y consolidación de la escena artística nacional. Astudillo se cuenta entre los primeros artistas colombianos que le otorgaron al dibujo -hasta entonces considerado como obra menor adjunta a la pintura y la escultura- un sentido y una presencia que permitieron ubicarlo como un medio artístico independiente con posibilidades expresivas propias. También se cuenta entre los primeros en detectar el estimulante papel que la fotografía, y sobre todo el cine, podían jugar en el arte contemporáneo haciendo uso de algunas de las peculiaridades de sus respectivos lenguajes como fuente o como documento para sus realizaciones pictóricas. Y Astudillo también figura entre los artistas que primero tomaron conciencia de la importancia Esquina Calle 15 (Día) / FRAGMENTO Grafito, Papel 120 x 140 cms 1979 La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano del entorno urbano, de la vida citadina, para el arte contemporáneo, imbuyendo sus obras con contenidos sociales pertinentes, y estimulando la consideración del comportamiento colectivo como germen de identidad cultural, como fundamento para el reconocimiento de nuestro lugar en el tiempo y el espacio. los transeúntes, el cine, los bares, los anuncios y demás “signos vitales” de la urbe. Los protagonistas aparecen con frecuencia presenciando las escenas desde otra realidad, un tanto onírica o visionaria y acusan, bien, cierto carácter de líder de barriada, o bien, cierto talante de héroe idealizado. La mayoría de los trabajos de Astudillo son como cuadros detenidos de una película cuyos antecedentes y desarrollo posterior los aporta cada espectador. La película es, por lo regular, en blanco y negro, aunque en ocasiones un color controlado y sólo esporádicamente contrastante, complementa o intensifica el carácter unas veces lírico y otras veces dramático de las escenas. Otras obras, entre ellas las pinturas más recientes, son literalmente cuadros de películas, escenas amorosas o amenazantes, de entrega o de suspenso, pero todas ejecutadas con un gran dominio técnico, con preponderancia del contraste entre un blanco intenso y un negro profundo y exponiendo en sus líneas gruesas y sintéticas el sabor fantástico de las tiras cómicas. El humor es uno de los ángulos más agudos de estas obras como lo es su capacidad de disparar la evocación y de estimular la memoria. Tanto cierto acento Art Deco en la arquitectura -el cual permite situar cronológicamente la película en la infancia o adolescencia del artista- como los mustios efectos atmosféricos que complementan el contexto, confieren a sus representaciones un inquietante aire nostálgico. Podría afirmarse, en consecuencia, que las imágenes de Astudillo proveen identidad a través de la añoranza. En algunas se combina un realismo riguroso con la imprecisión de los recuerdos, registrándose en ellas momentos de la vida de un barrio que podría estar ubicado en cualquier ciudad de América Latina a juzgar por El trabajo de Ever Astudillo, en conclusión, constituye un admirable logro como percepción de sentimientos, emociones y actitudes del entorno social, y como sensibilidad y habilidad para trasladarlos al lienzo o al papel. El artista no cayó nunca en la facilidad vanguardista de muchos de sus contemporáneos ni tampoco en la gratuidad del arte por el arte, gracias a lo cual su obra representa un doble logro: como testimonio objetivo de su tiempo, y como lenguaje plástico, como expresión honesta de sus valores y talento. 29 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano LUGARES (Barrio Obrero) Grafito, Papel 100 x 120 cms 1975 30 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Realidades y metáforas Ever Astudillo es uno de los artistas colombianos más sobresalientes y prolíficos de las últimas décadas del siglo pasado y los inicios del siglo XXI. Su obra ha sido resultado de una aguda percepción de las circunstancias de su entorno y de profundas reflexiones acerca de la cultura urbana, en particular acerca de la idiosincrasia de los habitantes de su ciudad, Cali, y por extensión, de los habitantes de todas las ciudades latinoamericanas. Su trabajo ha puesto de presente un compromiso claro y evidente no sólo con su tiempo y con su sociedad, sino con el arte, como puede comprobarse en su dominio en el manejo de los distintos medios que ha escogido para su expresión y en la fuerza de sus convicciones y definiciones. Su trabajo comenzó a apreciarse en las salas de exposición del país al iniciarse los años setenta cuando se hizo acreedor de numerosos reconocimientos en virtud de unos dibujos en los cuales no siempre aparecía la figura humana, o ésta era apenas nominada, pero en donde el hombre era, de todas maneras, el protagonista.1 Se trata de obras de relativamente grandes dimensiones para las cuales no se encontraban papeles adecuados en Colombia, circunstancia que obligó al artista a unir dos o más pliegos para conseguir sus objetivos. Y aunque el tamaño de una obra de arte no es garantía de su calidad o de su logro, sí constituye un claro indicio de la ambición expresiva de su autor y de la contundencia que aspira a otorgarle a sus pronunciamientos. Dicho de otra forma, Astudillo se cuenta entre los primeros artistas colombianos que le otorgaron al dibujo -hasta entonces considerado como trabajo adjunto a la pintura y la escultura, como boceto preparatorio u obra menor- un sentido y una presencia que permitieron su consideración como un medio artístico independiente con posibilidades expresivas propias. Y sus aptitudes para la expresión gráfica fueron desde entonces resaltadas por críticos como el venezolano Juan Calzadilla, quien asoció este aspecto de su producción con las cintas de vídeo y computador. 2 Sus dibujos de esos años están compartimentados en dos o tres escenas independientes pero relacionadas, las cuales varían en escala, entonación e implicaciones. En algunas de ellas aparecen paisajes urbanos de barrios populares, en otras, cielos cargados y ominosos, en otras, cercas divisorias de predios pobres, y en algunas, personajes que por sus vestimentas dan la impresión de ser burócratas, pero también algunos jóvenes que se muestran desorientados o perplejos. Más intrigantes aunque estas escenas que logran infundir cierto recelo puesto que son bastantes oscuras dado el empleo sin reticencias de la plumilla y el grafito, resultan unos bultos o grandes paquetes enzunchados que también se muestran en algunas secciones, los cuales son clarificados por el rotulo Homo que esporádicamente se puede leer en su superficie. 31 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano No hay duda entonces de que la intención de comentario social de Ever Astudillo se hace manifiesta desde sus primeras obras, ni de que esos bultos misteriosos están supuestos a contener seres humanos, ni de que el mensaje de su empaquetamiento tiene que ver con las circunstancias económicas y políticas en que se desenvuelve la vida de la mayoría de la gente del país. Llama la atención la relación entre estas obras y la serie Amarrados (1988) de su amigo el fotógrafo Fernell Franco, con quien, al igual que con Óscar Muñoz, conforma la trilogía de artistas plásticos que fueron pioneros en Colombia en la confrontación artística del medio urbano, y quienes hicieron de la ciudad de Cali el meollo de su producción. Los Amarrados de Franco, sin embargo, tienen que ver más con los recuerdos de infancia, con la muerte y con la violencia que se ha vivido en el país en las últimas décadas, y como corresponde con el medio fotográfico, son más documentales que los bultos de Astudillo cuyas intenciones son claramente metafóricas. A propósito de estas obras se publicó en el periódico El Tiempo en 1974 una nota de mi autoría en la cual expresaba mi admiración por el logro de su dibujo sobre papeles blancos que descubiertos representan luz y que recogen todas las gamas del gris hasta llegar al negro más misterioso y más profundo. 3 Lo popular Ever Astudillo y su familia vivieron siempre en barrios populares lo que de por sí resultaba una novedad en los años setenta en la escena artística colombiana, hasta entonces reservada casi exclusivamente para las clases pudientes. Algunos estudiantes de arte de estratos bajos habían logrado ingresar a la academia e inclusive hacerse acreedores a reconocimientos, pero sus casos habían sido la excepción. A propósito de su infancia resulta oportuno recordar las siguientes palabras de Franco en relación con los artistas que, como él mismo y Astudillo, se iniciaron en Ciudad Solar, un 32 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas espacio independiente dedicado a las artes que desarrolló una importante labor en Cali por esa época: “Del grupo que se acercó a Ciudad Solar, Ever Astudillo y yo éramos los de extracción más popular y por esa razón personajes como Mayolo y Luis Ospina que venían de otros estratos se interesaban en conocer lo nuestro. Ellos querían conocer lo popular de la ciudad y expresar críticamente la pobreza y la realidad. Ever había nacido en la ciudad y había vivido siempre en los barrios periféricos en los que también había visto cantidades de cine.”4 La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano CARRILERA Grafito, papel 120 x 120 cms 1975 33 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano CABEZAS Y PANDILLA Grafito, papel, 70 x 70 cms 1982 34 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano La familia Astudillo Delgado vivió fundamentalmente en el barrio Saavedra Galindo del oriente de Cali, cerca de la carrilera del tren que aparece a veces en sus obras y cerca también del teatro María Luisa donde el artista ingresaba por las tardes a apreciar las películas de gusto no siempre exigente que allí se proyectaban. Pero Astudillo, en busca de las cintas que le atraían desde los “cortos” o “avances” y desde las fotografías y dibujos de las carteleras, se aventuraba con frecuencia a otros teatros como el Libia y el Imperio que no quedaban lejos de su casa, o llegaba al Barrio Obrero o al barrio San Nicolás para asistir a las películas que se proyectaban en los teatros Belalcázar y San Nicolás respectivamente, las cuales desarrollaban tramas en la misma vena que las que proyectaban las demás salas mencionadas. Fue en esas salas donde Astudillo se apasionó desde niño por el cine, desarrollando una especial predilección por el cine mexicano, por sus dramas, sus rumberas, sus luchadores y también por el tipo de recursos empleados por sus directores y por el tipo de carteles utilizados en su promoción. Y aunque los tres artistas mencionados anteriormente, es decir, Astudillo, Franco y Muñoz, desarrollarían cada cual lenguajes diferentes con inclinaciones distintas que hablan a las claras de personalidades singulares, las palabras de Franco pueden arrojar alguna luz sobre las razones de la predilección de Astudillo por el cine producido en México: “Al comienzo no vi más que cine mexicano, pero aun así estos dramas intensísimos y esas historias exageradas de abusos de la pobreza que estaban en el guión de esas películas me mostraron que había otro país que siendo distinto era igual al nuestro. Creo que por esa razón el cine mexicano era tan popular: la gente de los barrios pobres se sentía plenamente identificada con esas películas que tocaban esa forma latinoamericana de vida. Lo hacían con otra música, con otro acento y con otras formas, pero era muy similar a la cotidianidad de nuestros barrios y de nuestros pueblos”.5 Astudillo tiene claro que la gente de Cali se identificaba con ciertas actitudes y comportamientos de los protagonistas de las películas mexicanas y que expresiones usuales en esas cintas como “la chota” para referirse a las radiopatrullas u “ojo al parche” para alertar sobre el grupo, fueron ampliamente adoptadas en los barrios populares y utilizadas profusamente por las “galladas” de los años sesenta y setenta. 35 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Lo urbano El talento de Ever Astudillo para el dibujo se hizo manifiesto desde niño, lo cual facilitaría su ingreso a la Escuela de Bellas Artes aun antes de terminar el bachillerato. Desde entonces, además, gracias a su cercanía con el Teatro Experimental de Cali se apasionó por las artes escénicas y por la lectura de obras teatrales, y se acercó, pese a su corta edad, al Nadaismo, movimiento de gran influencia libertaria para la juventud colombiana de ese entonces. El artista se colaba en las reuniones de este grupo y escuchaba con atención sus comentarios a través de los cuales descubrió a Jean Paul Sartre y a Albert Camus, cuyas obras leyó con avidez. El existencialismo se convirtió en su credo y objetivo, en tanto que Charles Aznavour, Gilbert Becaud, Julliette Greco y por supuesto Edith Piaf se convirtieron en sus cantantes favoritos. ANDÉN I (Hombre y reja) Grafito, papel 100 x 70 cms 1978 36 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Sea esta la oportunidad de comentar que en toda la obra de Astudillo hay cierto aire musical, cierta idea de música de fondo, cuyos ritmos y melodías han variado con el tiempo, pero cuya influencia es fácilmente detectable. Por ejemplo, también West Side Story, tanto la música como la película, le causarían grata impresión en esos años, llamándole especialmente la atención su ubicación en una Nueva York de escaleras de incendio y azoteas, es decir, por el contexto explícitamente urbano en que se desarrolla su argumento de galladas y de amores imposibles, Y la música cubana y tropical así como la salsa y las rancheras también parecerán tener un eco en sus imágenes. La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Si se tiene en cuenta esta temprana atención y gusto del artista por situaciones y manifestaciones explícitamente urbanas, no resultará extraño que Astudillo recuerde con precisión las características de los barrios de su infancia y adolescencia así como a los vecinos y usuales transeúntes de las calles escuetas y las angostas aceras que recorría todos los días. Más adelante plasmaría esos recuerdos en su trabajo artístico evidenciando las condiciones difíciles de la vida en el sector, pero sin el odioso paternalismo ni el exotismo costumbrista con que la pobreza y lo popular habían sido tratados previamente en el arte nacional. El ánimo de sus dibujos es, por el contrario, claramente documental, y lejos de patentizar algún tipo de resentimiento o descontento, transmite más bien cierta calidad de ensueño, cierta nostalgia por una época y una edad irrecuperables. Pero aparte de su prodigiosa memoria visual que le permitiría recrear escenas y circunstancias en sus pinturas posteriores, el artista empezó desde los primeros años setenta a documentar también fotográficamente la vida de barriada, siendo el empleo de la cámara otro punto en común con las obras de Muñoz y de Franco. Este último, en sus recopilaciones afirma al respecto: “Desde el principio tuve muchas afinidades con Ever, no sólo por el cine y porque entendíamos una misma idea de ciudad, sino también por la fotografía. Ever había aprendido mucho de la fotografía del cine, del blanco y negro y de la imagen de la vida del barrio. En sus dibujos está todo eso”.6 ANDÉN III (Dos hombres Dos mujeres) Grafito, papel 100 x 70 cms 1979 37 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano ¡Y ciertamente está todo eso! Ya para mediados de los años setenta, por ejemplo, los dibujos de Astudillo se habían recogido a formatos más tradicionales de acuerdo con las dimensiones comerciales del papel y se habían reducido a una sola escena. Pero precisamente por esa concreción, esa escena era ahora mucho más realista y había adquirido una connotación de tiempo más precisa. Antes, cada aparte tenía su escala, su hora y su lectura. Ahora todo se reunía en la imagen que daba la impresión de un momento congelado como la fotografía documental, sólo que en los dibujos de Astudillo la luz de ensueño y el aire de quimera concientizan al observador acerca del carácter de recuerdo, de visión personal, de cada obra. Las particularidades urbanas ocuparon buena parte de la observación de Astudillo durante los años setenta y ochenta proveyendo el contexto adecuado para la ubicación de sus personajes. Los rasgos enfáticamente Art Deco de las fachadas y de las marquesinas de los cines se reproducen fielmente en sus trabajos, al igual que la arquitectura de las casas y la austera ornamentación geo métrica de sus zócalos, puertas y ventanas. Las cuerdas de la luz y especialmente los postes con sus transformadores de donde surgen cables como patas de arañas electrónicas, son igualmente testigos constantes de sus escenas, como lo son los reflectores que arrojan una luz puntual sobre las áreas aledañas, y las antenas de televisión que empezaban a poblar los horizontes. Las vallas publicitarias, los tanques del agua, las vitrinas y los graffitis, son así mismo representados, sin mayores detalles, con economía de elementos, pero con la información suficiente para que el observador complemente las sugerencias y las convierta en escenarios verosímiles del acontecer citadino. Finalmente, los modelos de los automóviles estacionados o que recorren sin prisa unas calles todavía sin congestiones, al igual que el estilo y características de diseño de los afiches, las predilecciones en materia de letras y los títulos de las películas en cartelera, colaboran con los elementos mencionados en aportarle una fecha a los dibujos. Es decir, sus representaciones cubren un período claramente definido -entre los años sesenta y ochenta- y en ese sentido constituyen también un valioso documento para precisiones y reconstrucciones en la memoria urbana. 38 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano MI BARCITO Grafito, papel 100 x 70 cms 1978 39 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano DE LA NOCHE Grafito, papel 120 x 120 cms 1979 40 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Actitudes y comportamientos Ya para mediados de la década de los años setenta la obra de Ever Astudillo había hecho palmario que su intención principal, aparte de documentar aspectos de lo urbano y de lo popular, se hallaba encaminada a testimoniar el comportamiento de las gentes de barriada, su actitud y proceder en sus momentos de expansión y esparcimiento. El interés social de su trabajo, aunque directo e inequívoco, nunca se ha planteado por vía obvia o planfetaria, sino de manera más bien sutil e inclusive poética. Y así como el artista registraba con detalles el contexto de su infancia y adolescencia, también registraba con extraordinaria percepción el comportamiento y actitudes del entorno social donde creció, descubrió el cine, realizó sus primeros registros fotográficos y se convirtió en artista. Astudillo recuerda con claridad el proceder y las rutinas de los pobladores de esos barrios, los cuales eran distintos de día y de noche. De día, las aceras y las calles estaban llenas de niños que, dada la ausencia de juguetes, se dedicaban a juegos que no necesitan ningún aditamento o material especial como “la lleva”, en tanto que de noche, jóvenes y adultos se reunían cerca a los postes de la luz para hablar y discutir sobre el acontecer cotidiano, o el fútbol, o simplemente para “recochar”, como llamaban el hábito de mofarse unos de otros, de embromarse mutuamente. Para ese entonces comienza a cobrar protagonismo en su trabajo la figura de un personaje joven, una especie de “fantasma mirante” que se muestra siempre en primer plano y que observa los acontecimientos en silencio aunque claramente interesado en auscultar sus causas y repercusiones. A veces sólo se divisa su rostro de espaldas o perfil, otras veces se ve de medio cuerpo, pero en otras ocasiones su presencia sólo es perceptible a través de su sombra reflejada en algún muro o en la calle. No es difícil deducir que este personaje alude al papel del artista como testigo de su sociedad y de su tiempo, como espectador admirado de la recursividad y actividades de la gente, y quien, a veces desde el interior de un automóvil, pero por lo regular a prudente distancia de la acción o del escenario que ha captado su interés, lo observa detenidamente como queriendo percatarse de sus más recónditas implicaciones, como intentando retenerlo en su retina y su memoria, para no dejarlo evaporarse en el espacio ni en el tiempo, para documentarlo en sus fotografías, dibujos y pinturas, y compartir con los espectadores de su obra la excitación que le produjo el haber estado ahí en ese momento. En unos pocos de sus dibujos de finales de los años setenta, fuera de esta figura en primer plano no se divisa ningún otro transeúnte en la ciudad, la cual, aparte de vacía, se presenta con intensos contrastes de luz y sombra 41 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano alcanzando a traer a la memoria las ciudades enigmáticas y desiertas de la pintura metafísica de De Chírico. Pero inclusive en estas obras resulta palmario que a Astudillo le interesa lo real, no lo ficticio, lo cotidiano, no lo extraño, lo ordinario, no lo excepcional. En otros trabajos del mismo período, más de la mitad de la escena aparece ocupada por un muro, o por la culata plana y pareja de un edificio, la cual sólo permite vislumbrar un segmento de la calle o un fragmento de una construcción. Pero por lo regular siempre hay transeúntes en sus obras, personajes más o menos lejanos que se desplazan o conversan animadamente en grupos a veces numerosos sin que el observador pueda enterarse de los temas o conclusiones de este intercambio oral que de todas maneras se intuye rebelde y subversivo. Generalmente se trata de personajes de la noche, hombres y mujeres que parecen deambular en espera de alguna acción o en busca de algún suceso o circunstancia que despeje la rutina y le conceda una justificación a su merodeo. Algunos grupos de mujeres no dejan duda de su desempeño como trabajadoras sexuales. Otros personajes se dirigen sin titubeos a los teatros atraídos por los avisos luminosos que resplandecen en la oscuridad. Pero un buen número de las escenas también tiene lugar al atardecer, cuando la mezcla de luz natural y luz eléctrica produce una atmósfera ambigua que complementa el carácter subrepticio de las acciones y los encuentros. 42 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Los jóvenes acusan por lo general físicos desarrollados, cuerpos de deportistas como los que visitaron a Cali a comienzos de los años setenta con motivo de los Juegos Panamericanos y que despertaron la admiración, no sólo del artista, sino en general de la juventud de la ciudad, y en particular de las clases populares en las cuales la musculatura se convirtió en símbolo de fuerza, de poder, y donde la ropa ceñida y las camisetas que permitían enseñar espaldas, pectorales y bíceps bien desarrollados gozaron de gran aceptación, al igual que los pantalones de bota ancha y las minifaldas que habían hecho su exitosa aparición en la moda femenina no hacía mucho tiempo. Cierto velado erotismo ha sido una constante en su trabajo, y los atuendos tienen mucho que ver, al igual que más adelante tendrá que ver la desnudez, con las insinuaciones y provocaciones sexuales .que se desprenden de su obra. En 1976 el artista viaja con una beca para obtener una maestría en la Universidad Autónoma de México, radicándose en el Distrito Federal durante dos años en los cuales convivió con las costumbres, el lenguaje y los valores propios de la cultura mexicana que ya había conocido a través de las películas y los cuales admiraba genuinamente. En México expuso en varias galerías así como en algunas muestras colectivas del Museo de Arte Moderno por expresa invitación de su directora, la prestigiosa museóloga María Teresa Prías, pero Astudillo es un artista no sólo de su país sino de su ciudad, y una vez terminados sus estudios regresó de inmediato a Colombia para continuar dando fe de la vida en su más cercano entorno. La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Poco tiempo después de su retorno, en 1979, tuvo lugar en el Museo La Tertulia una exposición que reunió el trabajo de Astudillo con los de sus compañeros de generación artística mencíonados previamente, es decir, con las obras de Franco y Muñoz, en oportuno reconocimiento a su común interés por la ciudad, por lo urbano, y a las estrechas relaciones que existían entre sus obras: las tres eran en blanco y negro, las tres eran realistas en sus objetivos, y las tres hacían palmario un contenido social con claras implicaciones políticas. Sobre esta muestra escribiría Laureano Alba estas pertinentes apreciaciones: ““Difícilmente podría exhibirse en este momento de las artes gráficas en Colombia una muestra más armoniosa y admirable. Armoniosa por la comunión de propósitos y preocupaciones frente a lo que se debe decir con el dibujo o la fotografía. Admirable porque los tres artistas que muestran han logrado impregnar su voluntad de un lenguaje valioso. Bajo un mismo interés visual: el paisaje urbano, Ever Astudillo, Fernell Franco y Oscar Muñoz ofrecen en el Museo La Tertulia casi todo lo que se está diciendo en este momento por parte de los artistas surgidos después de Obregón y Botero en una forma conmovedora y eficaz”. La exposición estuvo acompañada por música tropical como la que se escuchaba entonces en los centros-nocturnos de Cali; música que se acoplaba coherentemente con las escenas presentadas por Astudillo y con las carteleras de películas que se incluyeron en la muestra al igual que un aviso de neón con el nombre de los tres artistas. SÁBADO Lápiz, Cartón, Papel 120 x 140 cms 1988 43 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano VITRINA MIRANTE - A Pastel 100 x 70 cms 1982 44 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Moda y noche En la década de los ochenta el trabajo de Astudillo experimenta un cambio o mejor, un enriquecimiento en técnica y temática, pero la intención social enmarcada en un contexto urbano y popular sigue constituyendo su meollo, la esencia de su contenido. A comienzos de esa década el artista se interna en la pintura sobre lienzo o madera, acude decididamente al color, y se enfoca en escenas relativas a la moda, a través de vitrinas, carteles y vallas publicitarias que le confieren una nueva vistosidad a sus imágenes, al tiempo que construyen un nuevo escenario, por lo regular un nuevo fondo -pero algunas veces también un nuevo primer planopara su narrativa. En algunas de estas pinturas los personajes ficticios, o sea, los maniquíes, son a primera vista, los protagonistas, por sus finos sombreros, sus elegantes vestidos, sus altos tacones y su vistosa bisutería iluminada por los reflectores de las vitrinas y los estantes, y también porque se muestran “en foco” permitiendo distinguir claramente sus rasgos y porque ocupan la mayor parte de los lienzos. En otras obras son las figuras de las vallas con su tamaño imponente y el fuerte colorido de sus atuendos quienes atraen en primer término la atención. En ambos casos el contraste entre los labios decididamente rojos y los dientes resplandecientemente blancos, así como los grandes ojos, las miradas coquetas o inquisidoras de los personajes y el humo de sus cigarrillos atrapan el interés, dando por un momento la impresión de tratarse de seres vivos debido a sus actitudes y ademanes así como a la relación, como en visita, de uno con otro. Pero los verdaderos protagonistas siguen siendo las gentes de carne y hueso, los transeúntes, que por lo regular cubren con su cuerpo o con su rostro una buena proporción de las vitrinas o las vallas, y que unas veces dan la impresión de observar los productos que lucen los maniquíes con algo de admiración y de añoranza, pero que las más de las veces simplemente parecen cruzar rápidamente frente a ellos, atravesarse indiscretamente, como si la prisa de la vida citadina les impidiera percatarse de sus ofrecimientos, o como quien pasa ante estampas o artículos conocidos o inalcanzables que, cuando más, ameritan una mirada de reojo. En algunas pinturas, sin embargo, el punto de vista se plantea de la vitrina hacia el exterior, de adentro hacia fuera, y sólo en el fondo, en la oscuridad, inmersos en el anonimato, aparecen los hipotéticos destinatarios de los productos y de los mensajes. Es decir en estas obras se mezclan la realidad y la fábula, el mundo cotidiano y la quimera, diferenciados básicamente por el color. El ámbito artificial, supuesto, teatral, de las vitrinas y las vallas se presenta con ese colorido intenso y fulgurante propio del medio acrílico, en 45 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano tanto que las imágenes tomadas de la realidad, aquellas que representan el hábitat del artista y del observador de sus obras, continúan siendo en blanco y negro, un poco en contravía de las convenciones según las cuales la policromía correspondería con el mundo natural. El color, sin embargo, se presenta siempre como una adición al blanco y negro, como un complemento de la monocromía, y sólo en una o dos obras de manera autónoma. En algunas vallas y vitrinas aparecen números o letras que subrayan su cometido básicamente escenográfico. Con motivo de una exposición de estos trabajos en la Cámara de Comercio de Cali en 1983, el crítico Miguel González, consciente del albur que corría el artista al confrontar nuevos medios después de haber logrado un dominio tan evidente del grafito, escribió: “Los lienzos marcan una nueva etapa y además delimitan su abandono paulatino del dibujo como finalidad. Entrar en el terreno de la pintura y el color significa también divorciarse de los resultados líricos, nostálgicos y logrados -aunque nunca suficientemente explorados- del dibujo. Localizar lo desconocido no deja de ser peligroso, aunque hay que tener presente que uno de los ingredientes del arte es la aventura”. Astudillo, sin embargo, nunca abandonaría del todo el dibujo. Podría afirmarse que su incursión en la pintura y el color fue, en un principio, como un reto que confrontó exitosamente de acuerdo con los requerimientos de vivacidad 46 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas y sugestión de una temática que, como la moda, demanda una aproximación imaginativa y fantasiosa puesto que entre sus principales ingredientes figura el artificio y entre sus primordiales objetivos establecer cánones de gusto y crear una ilusión. También utilizó el acrílico y un colorido contrastante en una serie relativa a las discotecas y los bares, en la cual grupos de jóvenes bailan entusiastas bajo luces multicolores reiterando el respaldo musical que generalmente sugiere su trabajo, e insistiendo en su intención primera testimoniar el comportamiento de las clases populares en momentos de solaz o diversión. Pero en los años ochenta realizó así mismo algunas obras sobre papel con los mismos argumentos de la serie sobre moda utilizando el pastel para el color, y a partir de entonces el artista trabajará indistintamente en pintura o en dibujo -amén de en fotografía- de acuerdo con el tenor de los temas y los imperativos de cada imagen. Su producción gráfica a finales de la década de los ochenta estuvo, sin embargo, más directamente relacionada con el dibujo y con una especie de visiones oníricas que le confirieron a sus obras un carácter marcadamente surrealista. En estos trabajos, titulados indistintamente Sueños o Mecánicos, con los cuales regresa al blanco y negro, los personajes del primer plano se enfrentan a perros no muy amistosos que los miran recelosamente, aviesamente, a cierta distancia, pero más a menudo parecieran deambular en una ciudad de hierro, frente al tiovivo, la montaña rusa o la rueda de Chicago. La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano MECÁNICO Grafito, Cartón 120 x 140 cms 1988 47 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano En estas obras, generalmente de grandes dimensiones, Astudillo acudiría a un recurso que les aportaría tanto unas connotaciones como una presencia diferente dentro de la particularidad de su producción. Los personajes del primer plano están generalmente recortados en cartón siguiendo sus contornos, y sobrepuestos de manera que queden situados entre el fondo donde se muestran las diversiones mecánicas y el observador, implicando tal vez con ello que no pueden ubicarse ni en un lado ni en el otro sino a medio camino entre la realidad y la ilusión. En esta especie de collages aumenta, además, considerablemente, la cuota de erotismo puesto que no sólo los personajes son enfáticamente apuestos, jóvenes atléticos de rasgos atractivos, sino que aparecen desnudos, enseñando sus bien formados músculos y su piel tersa y seductora iluminada por las luces profusas de estos lugares las cuales, de todas maneras, no alcanzan a reducir las incógnitas que se plantean en la penumbra. A lo largo de esa década de los ochenta y comienzos de los noventa produce así mismo algunos dibujos de personajes solitarios que ejecutaría sobre papel kraft, los cuales hacen gala de atributos igualmente eróticos, pero 48 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas simultáneamente comienza a hacer más evidente que de costumbre cierto ánimo de protesta, cierta voluntad de denuncia más directa que en sus trabajos anteriores, la cual se manifiesta en dibujos donde aparecen cadáveres en la calle rodeados de curiosos y sin ningún indicio sobre lo acaecido, aunque, como bien lo dice la crítica Ana María Escallón, “tal vez se trata de una manera conceptual de entender que en las ciudades prevalece la violencia de los muertos”.7 “Igualmente, entre sus trabajos de esta época se presentan grupos de numerosas personas que parecen huir de una persecución que se intuye de la fuerza pública, situaciones ambas, infortunadamente, comunes en la vida colombiana y latinoamericana del período.”8 También en ese entonces realiza en gran tamaño unos retratos de gente anónima en cuyos rostros parece reflejarse la desolación de sus historias. Se trata de seres sin alegría, mustios, cuyos rasgos dan la impresión de provenir de los archivos de los cuerpos de seguridad del Estado, y ante cuya ausencia de expresión el observador no sabe a ciencia cierta si se trata de desaparecidos, o de verdugos, de víctimas, o de victimarios, pero así se trate de los unos o los otros, de todas maneras infunden en el observador una mezcla de sentimientos lúgubres y desapacibles. La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano HOMBRE CAÍDO Grafito, Cartón 120 x 120 cms 1988 49 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano Cuadro a cuadro La pasión de Ever Astudillo por las películas mexicanas no sólo se refleja en su producción dibujística, pictórica y fotográfica en materia de lenguaje o de recursos plásticos, sino directamente y en especial en una serie de pinturas de pequeño formato que ha realizado a lo largo de su trayectoria, en las cuales se presentan imágenes sacadas sin ambages de dichos filmes. Se trata de escenas a veces románticas, de entrega apasionada, a veces musicales con las consabidas rumberas por las cuales el artista ha profesado gran admiración’’9, pero sobre todo, se trata de escenas de suspenso, sórdidas, de crímenes y gangsters, y también, por supuesto, de luchadores, los cuales, como es bien sabido, figuran entre los héroes favoritos de las clases populares.10 En estas obras se combinan los lenguajes del cine y de las historietas según puede comprobarse en las líneas gruesas y sintéticas de los contornos y en recursos como los que se emplean en las tiras cómicas para encerrar los diálogos o los pensamientos de héroes y villanos. Las representaciones no son muy minuciosas sino, por el contrario, apenas trazadas sin mayores detalles ni demasiadas revelaciones acerca de los acontecimientos, pero a pesar de la parquedad formal, la intención de los personajes es fácilmente reconocible como lo 50 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas es el sabor entre fantástico y posible de este tipo de aventuras concebidas para espolear las inventiva y fantasías de la infancia. Ever Astudillo Cuadro a Cuadro ha sido el pertinente título de las exposiciones que el artista ha conformado con estas obras. De hecho, El Santo o el Enmascarado de Plata, sin duda el más popular de estos luchadores y cuyas aventuras pudieron seguirse tanto en cine como en historietas, había aparecido con frecuencia en varios trabajos de otro tipo de Astudillo, por ejemplo, en los carteles que se pueden apreciar en sus vistas de ciudad, y también en algunos de sus Sueños o Mecánicos, es decir en varias de las imágenes de jóvenes desnudos, como en la titulada Homenaje a Trois, en la cual se mezclan tcon Frankestein y otros personajes cinematográficos aunque en una escala mucho más pequeña que la de los protagonistas como denotando una realidad distinta a la del resto de la escena. Pero no sólo El Santo sino muchos otros luchadores, con sus cuerpos fornidos y sus cabezas cubiertas por máscaras sugestivas y aterradoras se convertirían en el centro de sus narrativas, o mejor, de sus insinuaciones, puesto que en estas pinturas lo importante no es su desenlace -el cual puede ser aportado por el observador a su antojo- sino el hecho concreto representado: el abrazo forzudo, la dolorosa llave aplicada o el golpe aleve y certero. La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano ESQUINA CALLE 15 (Día) Grafito, Papel 120 x 140 cms 1979 51 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano El reto y el misterio implícito en las máscaras de los luchadores, las cuales han aparecido también en todo tipo de trabajos de Astudillo, conducirían al artista a la elaboración de máscaras reales, tridimensionales, producidas a partir de moldes en yeso del rostro de sus amigos y familiares. Algunas de estas máscaras están decoradas con puntos o rayas, pero, aunque pocas tienen color y algunas presentan como referente la calavera, la inmensa mayoría dan la impresión de tratarse de seres vivos. Su presentación sugiere ante todo un conglomerado de presencias, toda una legión de testigos -como el artista mismo- del acontecer humano, de los usos y costumbres de la sociedad y de las transformaciones acaecidas en el contexto y el comportamiento urbano. En los trabajos que versan sobre la lucha libre al igual que en los relativos al boxeo que produciría un poco más adelante, reaparece el color acrecentando el dramatismo de las representaciones y la fuerza de por sí ostensible de las escenas. Nuevamente los cuerpos atléticos son los protagonistas, pero ahora, lejos de la placidez de los sueños y de las diversiones mecánicas, son las posiciones agresivas, los apretones entre impulsivos y sensuales, la confusión de músculos entrelazados, el contacto rudo de cuerpos a veces blancos y a veces negros, lo que determina el carácter violento, pero al mismo tiempo voluptuoso de estas pinturas. Podría afirmarse, por lo tanto, que la violencia que se ha hecho palmaria en la obra de Ever Astudillo tiene una doble naturaleza, que por una parte se 52 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas trata de la violencia social y política que ha sido una constante en Colombia desde hace varias décadas y que el artista ha planteado a veces sutilmente, de manera indirecta, pero inequívoca al retratar la vida de las clases populares, y a veces de manera palmaria, por ejemplo, en la presentación de cadáveres, de rostros de personas desaparecidas y de multitudes en desbandada. Pero que por otra parte, se trata de la violencia menos drástica pero igualmente patente en algunas relaciones humanas, en los deportes, por ejemplo, y en otras actividades en las cuales el contacto físico puede conducir a situaciones furtivamente eróticas. Pero así como la violencia ha sido una constante en la obra de Astudillo desde sus inicios en los años setenta, y a pesar del ánimo más bien melancólico y compro metido socialmente de su producción, su trabajo no ha estado exento de humor como puede colegirse de algunos de sus temas y preferencias estilísticas, por ejemplo, de su cercanía con las historietas y con el cine, y como puede comprobarse también en las jocosas dedicatorias que acompañan algunos de sus trabajos fotográficos, por ejemplo, sus Postales, registros realizados desde el barrio San Antonio, el más alto de Cali, en los cuales puede apreciarse, a través de construcciones y techumbres en alto contraste, el carácter cambiante y el talante de una buena porción de ciudad. Si a todo lo anterior se suman los innumerables apuntes que el artista ha presentado entre acetatos en La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano PASAJEROS II Grafito, Papel 100 x 70 cms 2013 53 ¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano varias de sus muestras, los cuales podrían compararse con un diario, puesto que recogen sus impulsos dibujísticos a medida que han ido germinando; y si a ello también se suman los autorretratos, las escenografías realizadas para diversas obras de teatro, y sobre todo, su obra gráfica, litografías y en especial serigrafías -algunas veces intervenidas con dibujo- en las cuales ha plasmado varios de sus temas pero especialmente sus registros y visiones de los barrios populares de la ciudad, entonces no será difícil concluir que Astudillo ha sido uno de los más prolíficos artistas colombianos de esta era y que su obra ha sido una de las protagonistas más idóneas de la escena artística nacional. En algunas de las obras acerca del boxeo Astudillo ha recurrido a la encáustica, una técnica pictórica de la antigüedad en la cual se utiliza cera de abejas mezclada con pigmentos mediante la aplicación de calor, procedimiento que además de una particular textura le ha conferido a sus pinturas -ahora al óleoun peculiar cromatismo donde sobresalen los tonos ocres y amarillos en compañía de los usuales blanco y negro. En sus últimos trabajos en los cuales ha retomado el tema de los bares y cantinas, el color es aún más atrevido, más decidido, sin la sordina de los grises que en otras ocasiones lo acallaban haciéndolo más dócil y benigno. ánimo experimental que le ha permitido estimular cierto empirismo en sus alumnos. Porque si además se tiene en cuenta la amplia y fecunda labor docente de Astudillo, a la cual se debe en buena parte el fervor de las jóvenes generaciones de artistas del Valle y del Cauca, tampoco será difícil comprender el invaluable aporte que el dibujante, pintor y fotógrafo ha realizado, ya no sólo al patrimonio artístico del país, sino al devenir de la plástica en el medio colombiano y a la ampliación de sus propósitos y alcances. Su obra, en conclusión, gracias al contrapunto entre soledad y sociedad que hace manifiesto así como a su perenne preocupación por su entorno y por su gente, ha ayudado a proveer identidad a través de la añoranza, y constituye un perceptivo e invaluable documento para la memoria visual de Cali, una ciudad que ha ido transformándose constantemente, cuyos patrones culturales han variado con las influencias de los medios electrónicos, de las corrientes extranjeras y del transcurrir del tiempo, pero cuyo carácter y apariencia en un período de extensas repercusiones para su desarrollo y de vitales secuelas en la idiosincrasia de sus ciudadanos, han quedado perceptivamente plasmados en el arte de Ever Astudillo.. Eduardo Serrano Dicho de otra forma, así como su obra se ha aproximado a diversos aspectos de lo urbano y popular en su temática, así mismo, no obstante la predominancia de la monocromía, ha ensayado con el más inesperado cromatismo y con las más diversas técnicas haciendo ostensible un claro 54 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Historiador / crítico de arte Este texto se publica con la autorización expresa del autor. NOTAS: 1. Astudillo se hizo acreedor al Primer Premio en el XXIV Salón Nacional de Artistas, y en la II Bienal de Artes gráficas de Cali, certámenes realizados en 1973. Ever Astudillo MOMENTOS BIOGRÁFICOS E ver Astudillo nació en Cali en 1948. Ingresa en 1963 a estudiar Pintura en la Escuela Departamental de Bellas Artes en la ciudad de Cali. Viaja posteriormente a la ciudad de México a continuar su formación en Artes Plásticas, obteniendo la Maestría en Pintura de la Universidad Nacional Autónoma de México. Participa en talleres de serigrafía y xilografía en el Museo de Arte Moderno, La Tertulia. Desde 1973 se vincula al magisterio en la Universidad del Cauca como profesor de dibujo y pintura, en 1988 como profesor en el Instituto Departamental de Bellas Artes de la ciudad de Cali. Desde la década de los ´70 Ever Astudillo se convierte en una de las figuras más importantes del Arte Colombiano. En el año de 1972 participa en la III Bienal de Arte Coltejer de Medellín; en el Primer Salón de Artistas Jóvenes del Museo de la Tertulia, Cali; y en el XXIII Salón de Artistas Nacionales, Bogotá. La obra de Ever Astudillo expresa su propia vida. Vivió en el barrio popular Saavedra Galindo en el oriente de Cali, cerca de la carrilera del tren y de los teatros María Luisa y el Libia, lugares que lo apasionan por el cine, especialmente por las películas mexicanas, sus historietas y los luchadores enmascarados. Esos imaginarios se inmortalizarían en sus cuadros mediante el dibujo realista y el contraste del blanco y el negro. Ever Astudillo, después de más de cuatro décadas de actividad, continúa vigente y renovado, mostrando cada día en sus obras lo rizomatico de la ciudad que lo habita. 2. Juan Calzadilla, “El Salón de Artistas” El Espectador, noviembre 5 de 1970. 3. “La Consagración de un nombre nuevo”, El Tiempo, Bogotá, Febrero 19 de 1974. 4. Fernell Franco, Catálogo de la exposición “Otro Documento”, presentada simultáneamente en seis salas de Cali, 2004, Pg. 31 5. Op. Cit. 6. Op. Cit. 7. Ana María Escallón, “La Violencia Urbana”, El Espectador, 7 de septiembre de 1990. 8. En relación con este tipo de trabajos, en la revista Artes Visuales, publcada por el Museo de Arte Moderno de México en marzo de 1981 se destaca un dibujo de Astudillo que se describe como una carrera desbandada de hom- bres que huyen de la policía contra un cartel de Coca Cola y se subraya su acercamiento claro a ciertas imágenes del paisaje urbano Latinoamericano. 9. En la ya citada revista Artes Visuales se destaca así mismo su representación de la sensualidad añeja, pero no menos sensual de la bailarina Tongolele - una de las favoritas de Astudillo -- en sus mejores momentos. 10. Sus pinturas y dibujos inspirados en el cine han resultado especialmente estimulantes para la crítica de arte, incluido Hilton Kramer, el prestigioso columnista de The New York Times, quien con motivo de una muestra en el Center for Interamerican Relations de Nueva York afirmaría: La serie nocturna del señor Astudillo tiene algo de la calidad de escenas vistas en las viejas películas en blanco y negro de los años treinta; el artista ha conseguido una muy sobresaliente textura “soft.focus” en sus dibujos. Hilton Kramer, The New York Times, noviembre 4, 1998. 55 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo EXPOSICIONES INDIVIDUALES 2013 “Pasajeros” Lugar a Dudas Santiago de Cali, Colombia 2012 “Ever Astudillo” Proartes Santiago de Cali, Colombia 2010 “La poética de lo Urbano” Universidad Autónoma, Santiago de Cali, Colombia 2006 Proyecto de ciudad, Ever Astudillo, De la memoria Urbana, Santiago de Cali, Colombia 1998 “Cuadrilátero”, Banco de la Republica, Centro Cultural, Santiago de Cali, Colombia 1992 Serie “Anónimos”, Museo del Carmen, México, DF. 1989 “En Blanco y Negro”, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Santiago de Cali, Colombia 56 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo EXPOSICIONES COLECTIVAS 2014 América Latina 1960 – 2013 Fotografía Fundación Cartier “Artistas Colombianos” Museo de Arte Moderno “la Tertulia”, Santiago de Cali, Colombia 2013 “Urbes Mutantes” Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá. 2008 45; Festival de música religiosa Popayán 1997 VII Salón Regional de Artistas, Galería de Bellas Artes, Santiago de Cali, Colombia 1996 XXXVI Salón Nacional de Artistas, Bogotá. “Cine Doble”, Galeria Gartner Uribe, Bogotá. Centro Cultural “El Carmen”, Universidad del Cauca, Popayán. “Cuerpo Presentado”, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, 40 Años, Santiago de Cali, Colombia 1995 VII Salón Regional de Artistas, Museo Rayo, Roldanillo. Biblioteca Central, Universidad del Valle, Cali. ¿Con qué objeto?, Galería Jenny Vilá, Cali. 2004 “El cuadro entra a cuadro”. Museo de Arte, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. 1994 XXXV Salón de Artistas Nacionales, Corferias, Bogotá. 2002 “El miedo Ambiente” Arte y Ecología, Galería Café - libro, Bogotá, Colombia 1993 “Evoluciones”, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali “De las palabras”, Sala Colegio Mayor, Popayán. 2001 “El Quijote” Ilustraciones de Artistas Colombianos, Museo de Arte Moderno de Bucaramanga. 2000 “Primeros Premios Salones Nacionales, 19401998”, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. Santiago de Cali, Colombia 1992 V Salón Regional de Artistas, Cámara de Comercio. Cali Galería “Figuras”. Cali. XXXIV Salón de Artistas Nacionales, Corferias, Bogotá. 57 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo EXPOSICIONES COLECTIVAS 1990 XXXIII Salón de Artistas Nacionales, Bogotá. Galeria “Belerce”, Bogotá. Museo de Arte Moderno “La Tertulia”. Cali. 1989 La Fotografia y su Relación, Museo de Arte Moderno” La Tertulia”, Cali. “4 Artistas”, Portafolio Gráfico, Bicentenario Revolución Francesa, Instituto Departamental de Bellas Artes, Cali. Galería “Beierce”, Bogotá. 1988 XXXII Salón de Artistas Nacionales, Escuela Naval, Cartagena. 1987 “Tradition Innovation in Latin American Art”, Museum Contemporary Hispanic Art, New York, USA. 1986 Galería Elida Lara, Barranquilla. XXX Salón de Artistas Nacionales, Museo Nacional, Bogotá. 11 Bienal de Arte, La Habana, Cuba. V Bienal Americana de Artes Gráficas. Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. 58 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas 1985 Galería “Quintero”. Alcántara, Astudillo, Caballero, Barranquilla. Arco 85, Feria Internacional de Arte Contemporáneo, Madrid, España. “Nuevas Vistas”, Wistariahurst, Museum Holyoke, Massachussets, USA. 1984 Primera bienal de arte de américa, La Habana, Cuba XVI Festival Mundial de la pintura, Cagnes Sur Mer, Francia. 1983 “De lo Temporal”, Cámara de Comercio, Cali. Cinco Artistas Colombianos, Galería “Época”, Santiago de Chile. Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Centro Cultural de Sao Pablo, Brasil. “Art de la Rue” Art De L ‘Atelier”, Ecole de Beaux Arts, París, Francia. 1981 IV Bienal de Artes Gráficas, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. IV Bienal de Arte de Medellín. Galería “Forma”, Miami, USA. Muñoz, Franco, Astudillo, Museo de Arte Contemporáneo de Panamá. Ever Astudillo 1980 Galería ‘Beterce”, Bogotá. Pintura de los 70’S, Interamerican Relations Center. New York, USA. XXVII Salón Nacional de Artes Visuales, Bogotá. 11 Biena/lberoamericana de Arte, México DF. 1979 “23 Años” Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. Artistas Vallecaucanos, Galería “Club de Ejecutivos”, Cali. Astudillo. Franco, Muñoz, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. 1977 Artistas Latinoamericanos, Galería “Altamira”, México DF. Cinco Estudiantes Latinoamericanos, Galería “Ponce”, México DF. Primera Bienal de Grabado de América, Maracaibo. Venezuela Colombia en Cuba, Casa de las Américas. La Habana. Cuba 1976 XXV Salón Nacional de Artes Visuales, Bogotá. Diez Artistas Plásticos de Vanguardia, Galería “Ciudadela” México D.F. “Unes of Vision” (Dibujantes Latinoamericanos), Centro de Relaciones Internacionales, NY, USA. Tres Dibujantes Colombianos, Molino de Santo Domingo, México D.F. 1974 Arte Colombiano de Hoy, Sala Mendoza, Caracas, Venezuela. XXV Salón Nacional de Artes Visuales, Museo Nacional, Bogotá. Portafolio Internacional de Grabadores, Cartón de Colombia, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”. Cali. 1973 Primer Salón de Artistas Jóvenes de Habla Hispana, Escuela Experimental de Caracas, Venezuela 11 Bienal Americana de Artes Gráficas, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. XXIV Salón de Artistas Nacionales, Museo Nacional, Bogotá. 1972 Bienal del Arte Coltejer, Medellín. Primer Salón de Artistas Jóvenes, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. 1971 Salón de Artistas Vallecaucanos, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. 1970 Primer Salón Nacional de Pintores XXI Salón de Artistas Nacionales, Museo Nacional, Bogotá. Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali 1975 Seis Artistas Colombianos, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali. 59 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas COMENTARIOS Astudillo se ha consagrado al dibujo de miradas de barrios populares con personajes que transmiten un mensaje elíptico con una particular y sutil delicadeza. Marta Traba / 1983 Astudillo ha buscado interpretar posibilidades urbanas. El hombre con su inmenso cuerpo musculoso y tenso es el eje donde siempre está presente un espeso clima latente. Son dibujos que representan un momento de espera, son retratos de una especial violencia lateral, son interpretaciones a veces callejeras, de un mundo que tiene una sórdida carga que se acentúa en la medida en que hace más evidente su técnica, en la forma de interpretar el espacio, en ese recurrente interés por el cuerpo humano, como si buscara que a través del hombre se conquistara otra posibilidad que esta fuera del cuadro, en la superficie. Ana María Escallón / 1990 La producción de Astudillo en los últimos años: sus sombras atestiguando la ciudad, para descubrirnos lugares comunes convertidos en fulgurantes descubrimientos, gracias al amor o a la ternura (en definitiva a la fidelidad esos lugares, a esas atmósferas) en la que han ido apareciendo personajes de la leyenda popular, como Dick Tracy o las luminarias del cine, ha demostrado su renovación infatigable, sin perderse a sí mismo. Laureano Alba / 1990 60 ¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas Ever Astudillo Las fotografías de Ever Astudillo, que inicialmente fueron un medio del artista para realizar sus grandes paisajes de superficies de grafito sobre papel, son en sí, una poética y valiosa producción de su proceso creativo. En ellas se hace evidente tanto su preocupación por los encuadres: grandes áreas de cielo blanco atravesadas por las líneas de las cuerdas de la electricidad, como por una particular atmósfera crepuscular tan distante y, distinta, de las celebradas tardes caleñas. Escenas con gente del barrio frente a las carteleras de sus cines o en primer plano agrupados en la esquina donde convergen las líneas de una perspectiva horizontal. Verlas nos produce la extrañeza del encuentro con unos espacios familiares que desaparecieron sin nosotros advertirlo o advertir unos espacios que aunque nos parezcan familiares, nunca conocimos. Oscar Muñoz / 2006 La producción de Ever Astudillo adquirió un carácter especial y su lenguaje, relacionado con la estética fotográfica y el cine, pudo imponerse y encontrar importantes y tempranos reconocimientos como los obtenidos en 1973 cuando mereció premios tanto en la Segunda Bienal Americana de Artes Gráficas como en el XXIV Salón de Artistas Nacionales. Su obra es una referencia obligada del arte colombiano producido en este periodo. Miguel González / 2012 La fotografía es una fase preparatoria para Ever Astudillo en la creación de sus famosos dibujos a lápiz y pinturas de paisajes urbanos, remarcando un enfoque sobre la luz, la sombra y composiciones geométricas. Sus series representan la atmosfera característica crepuscular de Cali, registrando las condiciones de vida de la clase trabajadora, las cuales han desaparecido. Foundation Cartier pour L´art contemporain / 2013 ¿Qué está Mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas