¿QUE ESTA MIRANDO? No 2 - Construcción de sitios web

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ISSN 2346-3805 Santiago de Cali - Colombia Enero - junio 2014 N.º2
Facultad de Humanidades
Departamento de Filosofía
División de Bibliotecas
Arte Contemporáneo
MISIÓN
Fotografía / Isabel Nieves 2005
La Universidad del Valle, como Universidad
Pública tiene como misión educar en el
nivel superior, mediante la generación y
difusión del conocimiento en los ámbitos
de la ciencia, la cultura y el arte, la técnica,
la tecnología y las humanidades, con
autonomía y vocación de servicio social.
Atendiendo a su carácter de institución
estatal, asume compromisos indelegables
con la construcción de una sociedad justa
y democrática.
CONTENIDO
ISSN 2346-3805
Santiago de Cali - Colombia Enero - Junio 2014 N.º2
Rector Iván Enrique Ramos
Vicerrector Académico Héctor Cadavid
Decana Facultad de Humanidades Gladys Stella López
Jefe del Depto. de Filosofía Luis Humberto Hernández
Directora de la Biblioteca Clemencia García
COMITÉ EDITORIAL
William Álvarez
Omar Díaz
François Gagin
Luis Humberto Hernández
Mauricio Zuluaga
Javier Zúñiga
DIRECTOR - EDITOR
Omar Díaz Saldaña
ASISTENCIA EDITORIAL
Gladys Suárez
Gimena Villegas
Harold Quimbayo
COMITÉ ARTÍSTICO
Ever Astudillo
María Thereza Negreiros
César Correa
María Esperanza Londoño
César Santafe
MONTAJE EXPOSICIÓN
PINACOTECA
Universidad del Valle
Nathanael Díaz
Diana Benítez
¿Qué está mirando?
2
Entrevista
Ever Astudillo
5
La obra de Ever Astudillo
Eduardo Serrano
28
Momentos biográficos
Ever Astudillo
55
Comentarios
60
PORTADA
PASAJEROS IV
Grafito, Papel 100 x 70 cm
2013
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Jhan Victoria
ILUSTRACIÓN LOGOTIPO
Jaime López
Facultad de Humanidades
Departamento de Filosofía
División de Bibliotecas
CONTRAPORTADA
DE LA CALLE
(Carro y niebla) Grafito,
papel 120 x 120 cm
1979
Correo electrónico:
departamento.filosofi[email protected]
[email protected]
Es
una publicación periódica del Departamento de Filosofía y de la División de Bibliotecas de la
Universidad del Valle. Surge con el propósito conjunto de unificar esfuerzos en la construcción de
un espacio de reflexión sobre el arte contemporáneo y particularmente de la plástica de nuestra región. Se
orienta, en primer lugar, a que el artista nos diga, desde su perspectiva, en qué consiste específicamente
su saber hacer y qué características posee su obra. Nos afirmamos en la conocida idea de que no hay Arte
con mayúscula, sino artistas, pues cualquier definición lógica de lo que es el arte, mediante enunciados
o proposiciones, no reduce la dinámica viva, concreta, de las distintas manifestaciones o expresiones
simbólicas del arte. A través del diálogo, el (la) artista va señalando y precisando los elementos que
orientan y modelan la creación de su obra; y mediante la lectura de la entrevista, producto de ese diálogo,
el lector podrá acercarse a: ¿quién es? y ¿qué hace?.
Avanzamos a un segundo momento que se caracteriza por su naturaleza reflexiva; actuando
críticamente sobre un objeto, sobre la obra de arte y su contexto, el filósofo o el crítico de arte
produce un texto interpretativo que, desde una u otra orilla teórica o conceptual, da cuenta de la
obra; se trata entonces de: ¿qué dicen del artista? De ninguna manera se pretende validar, refutar o
verificar, en busca de la verdad, la obra de arte, tal pretensión carece de sentido y la historia del arte
lo ha confirmado. En ¿Qué está mirando? tendrán cabida las más diversas manifestaciones artísticas
en su composición, color y materialidad, pues ellos expresan la idea, la filosofía estética del artista.
El lector podrá examinar reflexiones distintas sobre un mismo objeto, una obra de arte o un artista,
encontrando, en ocasiones, elementos complementarios y de validez convergente.
Elegimos la mirada. La mirada de un espectador que percibe la obra de arte, al igual que otro espectador
que también mira. Se considera la posibilidad de distintas miradas; pues no se establece unívocamente
un rincón privilegiado desde el cual puede verse el mundo. Ya en el siglo pasado se rompió con el
marco del lenguaje neutro observacional y se llamó la atención sobre cómo lo que se ve depende del
objeto que se mira, de la experiencia perceptual previa y de la perspectiva conceptual o teórica del
sujeto que observa. Se considera, entonces, la necesidad de las dinámicas colectivas, en concreto, en los
procesos propios de las actividades y producciones artísticas, como fenómenos sociales históricamente
determinados. Pero no solamente elegimos la mirada, sino el tiempo presente de la mirada. El espectador
podrá detenerse, con paciencia, ante la obra de arte y volver sobre ella una y otra vez, pues en la Sala Mutis
de la Biblioteca Mario Carvajal de la Universidad del Valle, se expondrá una muestra representativa de la
obra del artista que miramos. Se conjuga cada semestre el proyecto editorial de ¿Qué está mirando? con
la exposición plástica de un artista de nuestra región, el cual contribuirá con la donación de una obra, a
la construcción de la Pinacoteca de la Universidad del Valle, enfatizando la importancia del rescate de
nuestra memoria visual, como parte del proyecto cultural de la Universidad y del Departamento del Valle
del Cauca.
a.
Omar Díaz Saldaña
Director - Editor
Fotografía / Over Espinal
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Astudillo
E
ver Astudillo de pie, con un trozo de grafito en
la mano, explica la diferencia entre el uso del
carboncillo y el grafito. Con esa forma pausada de ir
encontrando la palabra precisa, afirma la naturaleza
metálica del grafito y sus posibilidades infinitas de gamas
de negro al mezclarse con un disolvente. “De esa manera
puedo captar la noche con sus diferentes matices de
negro”. Desde niño, mirando desde el dintel de la puerta
o a través del resquicio de la cortina entornada, o en la
barriada del Saavedra Galindo, el barrio en la ciudad de
Cali donde nació, creció y se forjó junto a hombres y
mujeres que transitaban la noche buscando su destino,
fue creando su imaginario del mundo. “Para mí, el día
me dice poco, los personajes son como iguales; la
noche es distinta, aparecen cosas y situaciones que
uno no se imagina”, nos dice, mientras señala con
la mano un cuadro que está frente a nosotros, en el
cual un hombre de espaldas mira la noche iluminada.
Su obra se expresa fundamentalmente a través de la
dualidad complementaria de negro-blanco.
Ever Astudillo convirtió su vida cotidiana, contingente,
en la razón y sentido de su poética. No buscó en el
pasado reciente o remoto del arte motivos o ídolos que
nutrieran su imaginación creadora. Hizo lo más sencillo.
Miró a su alrededor y como gran creador inmortalizó
el mundo urbano desde su ciudad, haciendo de lo
popular el contenido de su plástica. Astudillo sigue
vigente después de más de cuatro décadas, ha sabido
captar el instante de la existencia humana; sus cuadros
parecen detener la vida y fotografiarla, en la dinámica,
en el devenir fluctuante de los hombres y mujeres que
habitan en la ciudad, con sus realidades y sus sueños.
s.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
PASAJEROS II
Grafito, Papel 100 x 70 cms
2013
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¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
En sus años de formación, en la Escuela
de Bellas Artes, ¿qué tendencias plásticas
contemporáneas se manifestaban?
La escuela estaba muy desconectada en
cuanto a lo nuevo que se estaba haciendo en
el mundo. Había muchos movimientos, eventos
internacionales, pero no llegaba la información.
Por ejemplo, yo estaba en el taller de escultura
con un profesor que me enseñó un libro sobre
el Pop Art y para mí fue maravilloso poder
conocer en ese tiempo obras de Jasper Johns,
Andy Warhol, las esculturas con las latas de Sopa
Campbell. No había una biblioteca en buenas
condiciones para consultar, sin embargo,
aprovechábamos la poca información que
llegaba a nuestras manos.
¿Desde el punto de vista plástico qué
artista, qué ismo, le ayudó a construir
su poética?
Bueno, la verdad, no hubo la presencia de
un ismo o de un artista que me marcara, me
influenciara, porque nada de eso me interesaba.
Realmente me interesaba y me interesa el cine, la
fotografía, el cine en blanco y negro. Por allá, en
la década de los cincuenta, cuando me llevaron
al cine por primera vez, a los cuatro años, tuve
una revelación: esa pantalla gigantesca con
personajes que eran gigantes, pero con música.
La primera película la vi en el teatro Bolívar, fue
Fantasía de Disney y entonces eso me mando
para el carajo, por el color, las formas, el sonido
y descubrir toda esa música que con el tiempo
la oiría y la seguiría oyendo. Esa experiencia
fue una de las más importantes en mi vida: el
descubrir el cine. Después comencé a sentir
el blanco y negro en el cine y descubrí el cine
negro, ese cine de gánsteres, el cine sórdido
con sus escenas de cabaret, sitios de diversión.
Eso me llegaba mucho porque me sentía muy
identificado con cosas que tienen que ver
conmigo, con la vida nocturna de la ciudad,
porque cuando era niño conocí esos sitios por
fuera, era un mundo con el que me identificaba,
y era como sentir lo propio, el baile, todo este
comportamiento, para mí era el arte. Al ver la
película, veía los cantantes, las rumberas o la
lucha libre o lo que fuera, y todo eso lo sentía
mío porque esos sitios de pronto los conocía y
los había vivido en la vida real, pero al dejar el
cine, cuando me encontraba en la realidad me
decía: “ah claro, esto es mío”, y ese proceso, en
mi formación, me ayudó a identificarme.
¿Qué tan importante fue el cine
mexicano en la construcción
de su obra?
Muy importante. Si de influencias se trata,
tengo que decir que el cine mexicano
realmente influyó en mi obra. Primero, llevaba
mucho tiempo, era en nuestro idioma y tenía
una influencia muy marcada, no en la forma
de hablar sino en los dichos, los modismos,
la música, el estilo de la gente, el desparpajo
de la gente. Que un chulo, la gente de noche,
la moda, las vestimentas y entonces todo eso
me iba influenciando de tal manera y me lo
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
apropiaba. Con el tiempo llegué a darme
cuenta, por ejemplo, después de oírlo tanto
en el cine que, los muchachos decían “¡ey,
cuidado que llegó la chota, corran, corran, que
llegó la chota!”, que era la policía. Los policías
se emberracaban porque les decían tombos,
“pilas con ese tombo”; ese término resulta que
se lo inventaron por acá, pero el verdadero
era botón; dentro del lunfardo argentino le
decían a los policías botones, pero era porque
abrochaban y, para que la ley no los entendiera
el lunfardo usaba tombo que era botón al
revés. Todo eso lo iba entendiendo cada vez
más a medida que veía las películas y, me
daba cuenta que nosotros los colombianos
no somos muy distintos a los mexicanos. Es
como la vida de nuestra América Latina.
¿Por qué su obra se configura y
estructura a partir de situaciones y
personajes de la vida urbana?
La verdad es que lo urbano fue el entorno en
que siempre viví. No recuerdo haber tenido
espacios de paisajes campestres, en una finca
o algo así. Siempre fue en la ciudad y la ciudad
era el barrio, la carrilera, la calle 25, el tren, y
todo lo que tenía que ver con esa vía. No hubo
como ese apego al espacio rural, siempre fue
la ciudad. La verdad es que, como ese fue
el medio en el que me desenvolvía yo me
aferré mucho a él. Por ejemplo, esa vía férrea
tuvo que ver mucho conmigo, uno tenía que
presenciar las cosas que sucedían ahí. A veces
eran situaciones verdaderamente trágicas de
la vida humana.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
¿Cuándo comienza en su obra
a expresarse plásticamente esa
preocupación por lo urbano?
Creo que se manifiesta un tiempo considerable
después de que me gradué. En la escuela uno
estaba aprendiendo cosas, repitiendo cosas,
conceptos y, estaba conociendo los medios,
aprendiendo a dominarlos, aprendiendo los
ismos, el cubismo, el impresionismo y todas
las tendencias artísticas del siglo XX. La misma
tesis, en mi caso, fue muy figurativa. Imperaba
lo figurativo, yo me sentía a mis anchas porque
siempre me gustó la figura humana y trabajar con
el realismo, con formas reconocibles, nunca me
fui por el lado abstracto pues no me interesaba,
claro está que lo apreciaba y lo aprecio desde
luego; me fascinaban las expresiones de los
abstraccionistas de la escuela de Nueva York,
me apasionaban pero no era para convertirlo
en mi forma de expresión. Quería contar cosas,
pero con formas casi palpables, entonces de lo
único que me podía servir era la figuración, el
realismo, los personajes reconocibles.
¿De qué año son las primeras obras
donde se expresa lo urbano?
Arranca como en los ´70. Por ejemplo, es la época
de los homos, la época de los uniformados, de la
gente con bléiser y corbata, gente de las oficinas,
cajeros de banco. Fue en el ´70 cuando por
primera vez me sentí comprometido a manejar
un tema mucho más compacto, con mucha más
continuidad. En esa época participé, por primera
Ever Astudillo
HOMENAJE A TROIS
Mixta, Cartón
120 x 140 cms
1988
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
vez, en el Salón Nacional de Artistas. Fue con mucho
miedo pues nunca había salido de la provincia. En
ese tiempo no había salones regionales y llevar
obra a Bogotá era un viaje de conquistadores, era
irse en flota, echarse el trasnochón, llevar obras y
esperar a que llamaran unas semanas después a
ver si había sido seleccionado y si no, le decían:
“venga por ellas”; eso era muy duro.
¿Cómo fue su participación en el Salón
Nacional de Artistas?
La primera vez, en 1970 fue realmente difícil,
porque había gente muy destacada, y gente
joven pero siempre con la inseguridad de
la provincia. Yo era un aparecido, pero ese
año justamente habían llevado un crítico
Venezolano, Juan Calzadilla, recuerdo, y él
hacía comentarios del Salón Nacional y para
sorpresa mía, nombraron mi trabajo y señalaron
que mi obra valía la pena destacarla porque
tenía que ver con el hombre contemporáneo
y eso me acicateó para seguir adelante,
participé con la obra llamada Teorema cuyo
tema era más o menos como unas cintas de
video y al fondo como una multitud que iba
avanzando. Había algo que tenía que ver con
las oficinas, toda esta cosa masificada, los
empleados, era una obra de formato cuadrado,
de 100 x 100 cms, muy lineal, muy pesada, era
atractiva pero a la vez muy densa, muy fría. Era
en plumilla sobre madera, un trabajo bastante
dispendioso, me gustaba mucho trabajar la
plumilla, pero bueno, en ese tiempo tenia ojos,
entonces podía hacer todas esas gracias.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
¿Qué otras experiencias vivió en
relación al Salón Nacional de Artistas?
En el ´73 gané el XXIV Salón Nacional de Artistas,
al año siguiente en el ´74, fui jurado y ganó
Maripaz Jaramillo, John Castles, entre otros
artistas. Fue una experiencia muy nueva porque
era muy joven, tendría 26 años y el resto eran
viejos, pasaban de los 45 años; estaba de jurado
junto con el maestro Villamizar, con Negret,
con Obregón. Era horrible porque era una pelea
de perros, todo mundo ahí con su lista como
las elecciones, entonces “venga, venga”, me
decian, para que me uniera a sus votaciones,
además éramos una cantidad de jurados, como
15, todos los artistas destacados de esa época y
yo era el nuevo del paseo.
Mirando su obra del 72 y del 73, en
esos inicios encontramos que hay
una preocupación por el hombre y
por lo exterior. ¿por qué lo exterior?
Es una dualidad. Lo interno y lo externo.
Espacios cerrados y espacios abiertos. El interior
era donde estaba ese Homo, el ser humano
encerrado, pero en el exterior él se abre, sale
y ahí comienza a encontrar la parte urbana, la
ciudad, se mete en la calle, en el mundo citadino.
Trabajaba esa parte de los Homos amarrados,
enzunchados y eso estaba ambientado en un
espacio abierto, con unas nubes muy plácidas
pero de pronto se volvían muy tormentosas.
Ever Astudillo
MIRANTES (OJOS)
Acrílico, Madera 120 x 120 cms / 1985
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
Fue la oportunidad de bajar la mirada de los
cielos hacia abajo, a la realidad, entonces
descubrí los barrios populares, el entorno donde
me desenvolvía y comencé a pintar las calles,
la vida, la cuadra donde yo vivía, a registrar mi
barrio y los barrios que yo transitaba, a fijarme en
los lugares concretamente que tienen que ver
conmigo o que yo tenía que ver con ellos, los
sitios públicos, las calles, las cantinas, la gente
que transitaba por ahí, las putas, los atracadores
y todo este mundo de gente tan extraña y tan
oscura pero también tan cercana a uno.
que primero conocí, la calle, la tienda, el bar
y luego espacios públicos masivos, los sitios
de diversión, como los cines, los teatros, los
sitios donde se presentaban espectáculos.
Retomo el cubo escénico, un cubo figurado,
un espacio que uno proyecta desde una
superficie bidimensional completamente
plana pero que con puntos de fuga le da
profundidad y que sugieren espacios infinitos,
comenzaba a armar arquitecturas, edificios
que no existían pero que se parecían a cosas
que había visto.
En el pensamiento humano siempre
ha habido esa tensión entre lo
interno y lo externo. Desde el punto
de vista filosófico han sido nociones
fundamentales. Es interesante esa
dicotomía, en el 74 hay una obra que
se titula Interior, Exterior Corbata,
¿por qué esa relación íntima entre lo
interior y lo exterior?
Su obra muestra una ciudad
derruida, caótica, ¿es el deterioro de
lo urbano?
Regreso a lo que decía anteriormente, ese
doble juego entre lo interior, exterior. Lo
interno eran sensaciones íntimas, enfrentado
a lo de afuera, a la ciudad misma. Ever, de
pronto, metido en un cubo completamente
cerrado, asfixiante y, luego el otro Ever
enfrentado a un espacio abierto encarándose
a la calle misma. Eso me daba pie a seguir
registrando formas y sucesos de la calle y de
la ciudad interminable, inagotable. Tenía la
oportunidad de registrar espacios públicos, lo
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Es un afán de mostrar lo que no se muestra, lo
que yo registraba era el feísmo, lo que no debe
verse en las postales para turistas, lo que se
rechaza, lo que no se muestra. Me gusta mucho
la coloración de la ciudad, colores derruidos,
desteñidos por el tiempo, por el sol; aquí el sol
es inclemente, todo lo decolora, eso hace que
los barrios tuvieran un color de tierra, de polvo.
En esos años, 50, 60, no existía el cuento de
la arborización, ni de la ecología, eso es muy
reciente. Los barrios orientales todavía son así,
no tienen ni jardines ni avenidas con árboles ni
nada de esas cosas que embellecen la ciudad.
Es cierto que han arborizado la ciudad, pero
los barrios populares eran otra cosa. Recuerdo
que en Bellas Artes algunos conocían mi casa
y me decían que si me iba para Kalahari; ¿“Vé,
ya vas para Kalahari”?.
Ever Astudillo
MIRANTES (GRIETA)
Acrílico, Madera / 100 x 100 cms / 1985
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
El mirante que se representa en sus obras
está casi siempre de espalda, ¿por qué?
El observador, de ahí nace el mirante. Estar
registrando anónimamente en el entorno
se convierte como en un puente entre el
yo mismo y la imagen que se proyecta. Los
mirantes están de espaldas. Yo también estoy
de espaldas pero otros pueden estar más atrás,
es como la misma sucesión de formas, de seres
anónimos en una sala de cine; está la silletería
de adelante, adelante, más adelante, y entonces
veo cabezas y cabezas y cabellos, eso se repite
y se repite hacia adelante, hacia la pantalla, pero
a fin de cuentas yo sentía que era como parte
de la sucesión de personajes anónimos.
¿Cómo fue su experiencia en el trabajo
de plumilla sobre madera?
Trabajaba mucho con bastidores de madera y
triplex, y como trabajaba mucho con plumilla
eso me daba una superficie muy firme como
si fuera un papel blanco para trabajar. Trabajé
bastante con plumilla sobre madera, eso era
un trabajo muy dispendioso, estaba muy joven
y tenía todavía ojos. También trabaje el color,
el acrílico y otros materiales. Aproveché la
superficie dura de la tabla y el viniltex para
trabajar también con el grafito, sentí que
estaba como trabajando con el papel; el
grafito sobre el papel me iba ya sugiriendo
desarrollo de trabajos citadinos, era mucho
más fácil trabajar con el papel directamente,
los bastidores eran un problema y había que
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
pensar en guacales y transportarlos era un
problema, eran pesados y manipular ese tipo
de obra era muy dispendioso, era mucho
mejor el grafito, el papel se enrolla en un tubo
y viaja con uno por donde se quiera. Lo de la
plumilla fue algo muy efímero.
¿Cuándo empezó decididamente a
utilizar el grafito?
Desde los años 1973–74, y no he parado; ha
sido mi punto de apoyo el blanco y negro que
he manejado siempre, ha sido un no color en
mi obra, ha sido mi sello y me daba lugar a
ubicarme en la atmósfera cinematográfica;
la noche y el manejo de la luz me daba lugar
también a expresar una serie de situaciones
que sobre el bastidor no podía hacer: lugares
nocturnos, la calle, los sitios oscuros, peligrosos,
tenebrosos, y toda esta maraña de lugares que
me proporcionan muchas preocupaciones.
¿Cuál es la diferencia específica entre
el carboncillo y el grafito?
El carboncillo es un color puro, sacado del
carbón, tiene una intensidad muy fuerte,
negro absoluto pero que da un color mate,
no da ninguna posibilidad de brillo, es opaco,
con el se pueden cubrir áreas y ganar un
poco de tiempo. El grafito ya no es el carbón
puro, es un material inorgánico,tiene petróleo
da una brillantez metálica, con muchas
posibilidades. Si se le echa un poquito de
disolvente, varsol, se logra una intensidad
Ever Astudillo
DE LA MODA (MUJER QUE FUMA)
Acrílico, Madera 60 x 60 cms / 1982
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
más que la del lápiz mismo. El grafito en
polvo y aguarrás se vuelve una pintura fácil,
es estar como pintando. Ahora bien, el grafito
como tal viene en barra, no viene en polvo,
aquí se consume grafito que para dibujar
no sirve, porque no es intenso, no pinta, el
grafito lo usan de manera industrial, como
lubricante para los candados, para trabajos
mecánicos. El grafito lo mando a traer del
extranjero, de Nueva York, porque aquí no
se puede encontrar. El grafito es como una
deidad, por eso no se afecta, no está sujeto
a cambios, permanece, la permanencia es
muy importante.
Desde el punto de vista compositivo y
técnico, ¿cómo construye su obra?
Primeramente creo que vale la pena destacar,
hacer hincapié en los bocetos, en los
proyectos previos. Yo nunca empiezo la obra
en directo, improvisando, por ejemplo, que
este manchón me surgiera esta imagen, esta
figura, no. Yo tengo que organizar un plan
de trabajo, los personajes, los lugares; ubicar
los personajes, los espacios y los entornos;
comienzo a estructurar la composición, a
ambientar, iluminar esa superficie con todos
esos personajes, los objetos y lugares que
deben aparecer en escena y eso necesita
un trabajo previo. Siempre me apoyo en un
boceto previo, así fuera muy fotográfico,
aprovecho mucho la fotografía, pero también
ella me pone frenos en el desarrollo del trabajo,
entonces me toca comenzar a distorsionar lo
16
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
que está en la foto que, aparece muy formal,
muy lineal. El diseño del boceto me orienta
en la construcción de la obra. Cada artista
tiene su método, su forma de trabajar, respeto
esas maneras pero el trabajo previo es muy
importante para mí.
Y después de la composición, de ese
trabajo previo…
Si, con los personajes, lugares y ambientes,
el grafito me permite lograr las distintas
tonalidades de negro, siempre preferí el grafito
que es muy distinto al carboncillo o lápiz
carbón, que son negro puro, no brillan, son
completamente opacos, muy intensos, muy
duros, muy tiesos, mientras que el grafito por
su condición metálica y grasosa da brillos, al
volverse intenso brilla y la brillantez da un
acabado metálico que siempre me encantó.
Por otro lado, el grafito, tiene ventajas que no
tiene el carboncillo, por ejemplo, el grafito con
aguarrás, con gasolina, con otros disolventes
diluye como si fuera pintura; quiero insistir
en las posibilidades del grafito. Esas ventajas
que me proporcionaba, las iba descubriendo
en el camino; por otra parte el hecho de
frotar con lo que fuera, con trapos, con papel,
con cartones, eso también le da una ventaja
de tiempo, porque podía cubrir espacios
rápidamente. Sin embargo, no puedes pintar
con los dedos, con las manos directamente,
porque la grasa en la mano te mancha y
mancha el papel y deja unas huellas que no
se pueden borrar.
Ever Astudillo
VITRINA FEMME
Grafito, Pastel 100 x 70 cms
1982
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
¿Qué papel juega el dibujo en su obra?
Creo que el dibujo, la línea, la construcción de
la forma a través de la línea nos da una idea
estructural de la naturaleza de la forma, de los
cuerpos, nos da las características del conjunto. El
dibujo decididamente es el eje, la parte principal
de la estructura del arte figurativo; figurativo en el
sentido de que no es solo la figura en si, la figura
humana, sino que es la figura como forma, como
forma pura y eso necesita estar estructurado
bajo un sistema de líneas. Siempre insisto en
que necesitamos tener una base dibujistica, no
se necesita ser un Luis Caballero para plantear
una idea a nivel visual, para hacerse entender
gráficamente, para representar la idea que está
planteando.
expresiones de todo tipo, de comienzos del siglo
XX, artistas que estaban haciendo abstraccionismo
geométrico, o que estaban haciendo cubismo,
que pertenecían a comienzos del siglo XX o finales
del XIX. Todo tenía cabida. Había recepción para
todo tipo de expresiones, eso era lo maravilloso,
esa Bienal, no coartaba ninguna concepción
artística. Uno hacia comparaciones e iba como
decantando, había expresiones desde las formas
más tradicionales, dibujo, pintura, etc, fotografía,
hasta llegar a trabajos con el ordenador, trabajos
lumínicos, trabajos con electricidad o con medios
naturales como el agua, la tierra. Era una Bienal
de libertad, abierta, con un pensamiento amplio,
como debe ser el arte.
En el movimiento contemporáneo del
arte se ha relegado el dibujo al olvido,
¿cómo ve usted esa tendencia actual?
¿Cómo ha sido esa variedad de
recursos técnicos, novedosos, que
ayudan a expresar las emociones,
los pensamientos y los sentimientos
del artista?
Esa tendencia comenzó en la década de los ´60
con el arte no objetual: no pinturas, no esculturas.
El objeto artístico como tal lo eliminaron del
panorama, muy alegremente. El arte no objetual
es una expresión de un grupo, pero el arte es muy
abierto y cada país, cada individuo, cada artista
tiene su forma de expresarse y de comunicarse.
Recuerdo la Bienal del Museo Whitney, en Nueva
York; esa Bienal, era muy grande y tenía obras de
infinidad de artistas, tenía todas las tendencias, no
se ponían a limitar, “ que entonces lo de hoy es
esto.. lo contemporáneo es esto… lo de vanguardia
es esto… el postmodernismo es esto…”no, había
Pensemos en los medios más sencillos, simples,
tradicionales, ya no se piensa si el pincel lo manejo
de esta manera, ni se piensa en el pincel ni en la
brocha, ahora se utiliza la brocha de aire, el soplete;
el soplete es un medio, un instrumento que me
está dando otro juego de dimensiones, juego de
volúmenes y se asemeja mucho a la realidad y a
la fotografía; son medios que se manejan de otra
manera y se acercan a otro tipo de realismo. Hay
muchas formas en este momento, de expresar
lo de hoy, sin estar repitiendo lo mismo todo el
tiempo, sin hacer el mismo cuadrito de caballete.
Creo que se ha logrado mucho, pero es un
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
EL ABRAZO DE LA MUERTE
Óleo 90 x 120 cms
2006
19
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
camino difícil porque es tan abierto, tan libre, es
peligroso porque la gente se confunde y termina
haciendo tonterías; no se investiga. Y fácilmente se
reencaucha lo que ya había, un remedo de cosas
que ya estaban.
En la serie De la moda usted utiliza el
color, la policromía. ¿Qué significado
tiene en su obra este tipo de
representaciones?
De la Moda arranca con el escaparate de la vitrina.
Con la vitrina se vuelve al espacio escénico,
parece como una escenografía, como un gran
teatro que en vez de las cortinas tiene cristales,
luces y todo para destacar lo que quieren vender.
Me llamó mucho la atención cómo exponían,
en ciertos lugares, esas vitrinas para vender y
destacaban más los objetos según destellos de
luz. Exponían y vendían con un ambiente muy
teatral, con la luz los colores se le disparaban, me
parece que todo ese espacio se volvía lleno de
fantasía. Después esa fantasía me llevó también a
pensar en mirantes, en gente que mira las vitrinas;
es una dualidad entre lo que está dentro de la
vitrina y los que estaban afuera del cristal, la gente
que estaba completamente llevada, callejera,
sin dinero, añorando algo que estaba ahí, que
no podían tenerlo. Dos mundos paralelos que
hacen parte de la vida de la ciudad. Pero siempre
volvía al misterio del blanco y negro, a ese gran
potencial de la oscuridad, de la noche, estuve
manejando un tiempo el color, luego desapareció,
y de pronto aparece, pero definitivamente con el
tiempo regreso al blanco y negro, ahora manejo
20
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
un blanco y negro que ya no es blanco y negro,
tiene que ver con ciertos tonos, los sepias, no hay
radicalismo en el manejo del blanco y negro.
¿Hay progreso en el arte?
Creo que si ha habido cambios y progresos
importantes. A nivel de percepción el ser
humano ha logrado mucho, captar la realidad, la
naturaleza, los efectos naturales, los fenómenos
naturales, la gente está más cercana a lo
natural por todo el arte que trabaja con medios
naturales. El Land Art, por ejemplo, es trabajar
con la tierra, el Body Art, descubrir el cuerpo a
través de su lenguaje. No se trata de ponerse
a pintar desnudos, pues ya se hizo y muy
bien; ahora hay que investigar sobre el cuerpo
mismo, sobre los fluidos que emite, sobre los
olores, sobre toda esta química que suelta; se
están produciendo pensamientos que ayudan
a construir otros mundos. Aquello me parece
muy importante, porque cambia la actitud de la
gente frente al arte de hoy, ya no se insiste en la
contemplación. Hay que meterse en la esencia
de las cosas; pensar en la lluvia no es pensar
en rayitas intermitentes ¡No! hay que pensar
en como se resuelve en un concepto, como se
plantea la inmensidad de un paisaje, de un goteo
intermitente del agua, lo que se siente o se
percibe mediante la lluvia; si llueve cuando hay
sol o frio y que percibe el ser humano en cada
momento. El fuego que quema, que produce
dolor, esto tiene estéticas muy fuertes producto
de comprender el fuego, las cenizas, esto es otro
lenguaje, otra textura, otro significado.
Ever Astudillo
LA SOMBRA VENGADORA
Mixta (Encáustica sobre tela) 120 x 180 cms
2006
21
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
¿Cómo fue su relación con Oscar
Muñoz y Fernell Franco?
Bueno, nosotros trabajábamos dispersos y no
coincidíamos en un mismo sitio. A Oscar lo
conocí en Bellas Artes porque él venía como dos
semestres atrás que yo, era mucho más joven, era
de las nuevas generaciones; de Fernell ni hablemos,
porque ni siquiera estaba con nosotros en la
misma escuela, pues él venía de afuera y era un
profesional que trabajaba en publicidad, él salió de
Versalles, (Valle del Cauca), la violencia los desplaza
a él y a su familia para Cali. Fernell se fue formando
haciendo reportería gráfica en los periódicos, en
Occidente, en un diario chiquito como el Q´hubo
que se llamaba La Linterna, un períodico de página
roja. Él trabajaba y hacía reportería fotográfica sobre
sucesos violentos, masacres; cubría todos esos
eventos. Encontrarnos los tres fue algo posterior,
Oscar y yo nos habíamos graduado, Fernell ya era
un profesional, cuando éramos estudiantes, él ya
era el fotógrafo de Nicholls Publicidad.
SERIE HISTORIETA (BESO)
Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms
2011
SERIE HISTORIETA (PASONIVEL)
Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms
2011
22
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
Desde el punto de vista artístico, ¿qué
los unía a ustedes tres?
Todo se fue dando a través del trabajo, con el
tiempo nos fuimos conociendo, comenzamos
a comunicarnos e intercambiar conceptos ya
participábamos en exposiciones conjuntas y nos
tocaba comentar cosas y hacer preparaciones
para el trabajo; así fue creciendo la amistad entre
los tres. Compartíamos, pero eso nunca dio lugar
a que armáramos un movimiento con manifiesto
y todo, de búsqueda, e investigaciones dentro de
la plástica; nuestra relación era muy informal, un
juego entre tres amigos que hablábamos de lo
que estábamos haciendo, que nos tomábamos
una cerveza, que íbamos a cenar, el comentario
sobre nuestro trabajo y lo del arte se iba dando
por añadidura.
SERIE HISTORIETA (SECUESTRO)
Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms
2011
SERIE HISTORIETA (ACARICIA)
Óleo sobre lienzo 40 x 40 cms
2011
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
DE ESPALDAS Y DE FRENTE
Mixta Díptico (Óleo, Marcador, Cera)
120 x 180 cms
2006
25
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
¿Cómo ve usted el desarrollo de la
plástica y particularmente de la pintura
en Cali, en la región, en el país?
La escuela ha fomentado la enseñanza de
procedimientos tradicionales, la pintura, el dibujo,
el grabado. Sin embrago los estudiantes están con
grandes vacíos, una laguna conceptual, porque
no hay quien asuma los talleres, cada vez son
menos los que están dispuestos a eso, y la gente
que puede hacerlo es muy buena pero busca por
su lado porque no encuentra eco en la escuela
misma. Creo que no hay que dejarse deslumbrar
por lo nuevo; hay que quedarse con cosas más
simples, más sencillas, más elementales, el hecho
de poder dibujar, de construir algo, copiar objetos,
armar unos talleres de dibujo y copiar modelos
rígidos, modelos en movimiento, acercarse a
ese oficio, a ese trabajo, se ha perdido. Hay que
rescatar las Bienales o un evento que se parezca,
que dé lugar a la comunicación de las expresiones
plásticas, contribuyendo al desarrollo del arte y a
la formación de nuevos artistas.
s.
Santiago de Cali, Abril de 2014
PASAJERO I
Grafito, Papel 100 x 70 cms
2013
26
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
PASAJERO V
Grafito, Papel 100 x 70 cms
2013
27
¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La
LA OBRA DE
EVER ASTUDILLO
Eduardo Serrano
obra de Ever Astudillo ha sido una de
las protagonistas más caracterizadas
de la historia del arte colombiano a partir de
los años setenta del siglo pasado. No porque
el artista haya sido amigo de la figuración y el
aspaviento, todo lo contrario, pero sí porque la
actitud y los valores que ha puesto de presente
han constituido aportes importantes para el
desarrollo del arte del país. Su labor docente, por
ejemplo, ha sido amplia y fecunda debiéndose
en buena parte a su trabajo como profesor, el
fervor de las jóvenes generaciones de artistas
del Valle y del Cauca. Pero han sido ante todo
los logros de su dibujo, pintura y obra gráfica,
su mayor contribución al enriquecimiento y
consolidación de la escena artística nacional.
Astudillo se cuenta entre los primeros artistas
colombianos que le otorgaron al dibujo -hasta
entonces considerado como obra menor
adjunta a la pintura y la escultura- un sentido
y una presencia que permitieron ubicarlo
como un medio artístico independiente con
posibilidades expresivas propias. También
se cuenta entre los primeros en detectar el
estimulante papel que la fotografía, y sobre todo
el cine, podían jugar en el arte contemporáneo
haciendo uso de algunas de las peculiaridades de
sus respectivos lenguajes como fuente o como
documento para sus realizaciones pictóricas. Y
Astudillo también figura entre los artistas que
primero tomaron conciencia de la importancia
Esquina Calle 15 (Día) / FRAGMENTO
Grafito, Papel 120 x 140 cms
1979
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
del entorno urbano, de la vida citadina, para el
arte contemporáneo, imbuyendo sus obras con
contenidos sociales pertinentes, y estimulando
la consideración del comportamiento colectivo
como germen de identidad cultural, como
fundamento para el reconocimiento de nuestro
lugar en el tiempo y el espacio.
los transeúntes, el cine, los bares, los anuncios y
demás “signos vitales” de la urbe. Los protagonistas
aparecen con frecuencia presenciando las
escenas desde otra realidad, un tanto onírica
o visionaria y acusan, bien, cierto carácter de
líder de barriada, o bien, cierto talante de héroe
idealizado.
La mayoría de los trabajos de Astudillo son
como cuadros detenidos de una película cuyos
antecedentes y desarrollo posterior los aporta
cada espectador. La película es, por lo regular,
en blanco y negro, aunque en ocasiones un
color controlado y sólo esporádicamente
contrastante, complementa o intensifica
el carácter unas veces lírico y otras veces
dramático de las escenas.
Otras obras, entre ellas las pinturas más
recientes, son literalmente cuadros de películas,
escenas amorosas o amenazantes, de entrega
o de suspenso, pero todas ejecutadas con un
gran dominio técnico, con preponderancia del
contraste entre un blanco intenso y un negro
profundo y exponiendo en sus líneas gruesas y
sintéticas el sabor fantástico de las tiras cómicas.
El humor es uno de los ángulos más agudos de
estas obras como lo es su capacidad de disparar
la evocación y de estimular la memoria.
Tanto cierto acento Art Deco en la arquitectura
-el cual permite situar cronológicamente
la película en la infancia o adolescencia del
artista- como los mustios efectos atmosféricos
que complementan el contexto, confieren a sus
representaciones un inquietante aire nostálgico.
Podría afirmarse, en consecuencia, que las
imágenes de Astudillo proveen identidad a
través de la añoranza. En algunas se combina
un realismo riguroso con la imprecisión de los
recuerdos, registrándose en ellas momentos de
la vida de un barrio que podría estar ubicado en
cualquier ciudad de América Latina a juzgar por
El trabajo de Ever Astudillo, en conclusión,
constituye un admirable logro como percepción
de sentimientos, emociones y actitudes del
entorno social, y como sensibilidad y habilidad
para trasladarlos al lienzo o al papel. El artista
no cayó nunca en la facilidad vanguardista de
muchos de sus contemporáneos ni tampoco
en la gratuidad del arte por el arte, gracias a lo
cual su obra representa un doble logro: como
testimonio objetivo de su tiempo, y como
lenguaje plástico, como expresión honesta de
sus valores y talento.
29
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
LUGARES
(Barrio Obrero) Grafito, Papel 100 x
120 cms 1975
30
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Realidades y metáforas
Ever Astudillo es uno de los artistas colombianos
más sobresalientes y prolíficos de las últimas
décadas del siglo pasado y los inicios del siglo XXI.
Su obra ha sido resultado de una aguda percepción
de las circunstancias de su entorno y de profundas
reflexiones acerca de la cultura urbana, en particular
acerca de la idiosincrasia de los habitantes de su
ciudad, Cali, y por extensión, de los habitantes de
todas las ciudades latinoamericanas. Su trabajo
ha puesto de presente un compromiso claro y
evidente no sólo con su tiempo y con su sociedad,
sino con el arte, como puede comprobarse en su
dominio en el manejo de los distintos medios que
ha escogido para su expresión y en la fuerza de sus
convicciones y definiciones.
Su trabajo comenzó a apreciarse en las salas
de exposición del país al iniciarse los años
setenta cuando se hizo acreedor de numerosos
reconocimientos en virtud de unos dibujos en los
cuales no siempre aparecía la figura humana, o ésta
era apenas nominada, pero en donde el hombre
era, de todas maneras, el protagonista.1 Se trata de
obras de relativamente grandes dimensiones para
las cuales no se encontraban papeles adecuados
en Colombia, circunstancia que obligó al artista a
unir dos o más pliegos para conseguir sus objetivos.
Y aunque el tamaño de una obra de arte no es
garantía de su calidad o de su logro, sí constituye
un claro indicio de la ambición expresiva de su
autor y de la contundencia que aspira a otorgarle
a sus pronunciamientos.
Dicho de otra forma, Astudillo se cuenta entre los
primeros artistas colombianos que le otorgaron
al dibujo -hasta entonces considerado como
trabajo adjunto a la pintura y la escultura, como
boceto preparatorio u obra menor- un sentido y
una presencia que permitieron su consideración
como un medio artístico independiente con
posibilidades expresivas propias. Y sus aptitudes
para la expresión gráfica fueron desde entonces
resaltadas por críticos como el venezolano
Juan Calzadilla, quien asoció este aspecto de su
producción con las cintas de vídeo y computador. 2
Sus dibujos de esos años están compartimentados en dos o tres escenas independientes
pero relacionadas, las cuales varían en escala,
entonación e implicaciones. En algunas de ellas aparecen paisajes urbanos de barrios populares, en otras, cielos cargados y ominosos, en
otras, cercas divisorias de predios pobres, y en
algunas, personajes que por sus vestimentas
dan la impresión de ser burócratas, pero también algunos jóvenes que se muestran desorientados o perplejos. Más intrigantes aunque
estas escenas que logran infundir cierto recelo
puesto que son bastantes oscuras dado el empleo sin reticencias de la plumilla y el grafito,
resultan unos bultos o grandes paquetes enzunchados que también se muestran en algunas secciones, los cuales son clarificados por
el rotulo Homo que esporádicamente se puede
leer en su superficie.
31
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
No hay duda entonces de que la intención de
comentario social de Ever Astudillo se hace
manifiesta desde sus primeras obras, ni de
que esos bultos misteriosos están supuestos a
contener seres humanos, ni de que el mensaje
de su empaquetamiento tiene que ver con
las circunstancias económicas y políticas en
que se desenvuelve la vida de la mayoría de
la gente del país. Llama la atención la relación
entre estas obras y la serie Amarrados (1988)
de su amigo el fotógrafo Fernell Franco, con
quien, al igual que con Óscar Muñoz, conforma
la trilogía de artistas plásticos que fueron
pioneros en Colombia en la confrontación
artística del medio urbano, y quienes hicieron
de la ciudad de Cali el meollo de su producción.
Los Amarrados de Franco, sin embargo, tienen
que ver más con los recuerdos de infancia,
con la muerte y con la violencia que se ha
vivido en el país en las últimas décadas, y
como corresponde con el medio fotográfico,
son más documentales que los bultos de
Astudillo cuyas intenciones son claramente
metafóricas.
A propósito de estas obras se publicó en el
periódico El Tiempo en 1974 una nota de mi
autoría en la cual expresaba mi admiración por
el logro de su dibujo sobre papeles blancos
que descubiertos representan luz y que
recogen todas las gamas del gris hasta llegar
al negro más misterioso y más profundo. 3
Lo popular
Ever Astudillo y su familia vivieron siempre en
barrios populares lo que de por sí resultaba
una novedad en los años setenta en la escena
artística colombiana, hasta entonces reservada
casi exclusivamente para las clases pudientes.
Algunos estudiantes de arte de estratos bajos
habían logrado ingresar a la academia e inclusive
hacerse acreedores a reconocimientos, pero sus
casos habían sido la excepción.
A propósito de su infancia resulta oportuno
recordar las siguientes palabras de Franco en
relación con los artistas que, como él mismo
y Astudillo, se iniciaron en Ciudad Solar, un
32
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
espacio independiente dedicado a las artes
que desarrolló una importante labor en Cali
por esa época:
“Del grupo que se acercó a Ciudad Solar, Ever
Astudillo y yo éramos los de extracción más
popular y por esa razón personajes como Mayolo
y Luis Ospina que venían de otros estratos se
interesaban en conocer lo nuestro. Ellos querían
conocer lo popular de la ciudad y expresar
críticamente la pobreza y la realidad. Ever había
nacido en la ciudad y había vivido siempre en
los barrios periféricos en los que también había
visto cantidades de cine.”4
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
CARRILERA
Grafito, papel 120 x 120 cms
1975
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
CABEZAS Y PANDILLA
Grafito, papel, 70 x 70 cms
1982
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
La familia Astudillo Delgado vivió fundamentalmente en el barrio Saavedra Galindo
del oriente de Cali, cerca de la carrilera del
tren que aparece a veces en sus obras y cerca también del teatro María Luisa donde el
artista ingresaba por las tardes a apreciar las
películas de gusto no siempre exigente que
allí se proyectaban. Pero Astudillo, en busca
de las cintas que le atraían desde los “cortos”
o “avances” y desde las fotografías y dibujos
de las carteleras, se aventuraba con frecuencia a otros teatros como el Libia y el Imperio
que no quedaban lejos de su casa, o llegaba
al Barrio Obrero o al barrio San Nicolás para
asistir a las películas que se proyectaban en
los teatros Belalcázar y San Nicolás respectivamente, las cuales desarrollaban tramas en
la misma vena que las que proyectaban las
demás salas mencionadas.
Fue en esas salas donde Astudillo se apasionó
desde niño por el cine, desarrollando una
especial predilección por el cine mexicano,
por sus dramas, sus rumberas, sus luchadores
y también por el tipo de recursos empleados
por sus directores y por el tipo de carteles
utilizados en su promoción. Y aunque los tres
artistas mencionados anteriormente, es decir,
Astudillo, Franco y Muñoz, desarrollarían
cada
cual
lenguajes
diferentes
con
inclinaciones distintas que hablan a las claras
de personalidades singulares, las palabras de
Franco pueden arrojar alguna luz sobre las
razones de la predilección de Astudillo por el
cine producido en México:
“Al comienzo no vi más que
cine mexicano, pero aun así
estos dramas intensísimos y esas
historias exageradas de abusos
de la pobreza que estaban en
el guión de esas películas me
mostraron que había otro país
que siendo distinto era igual al
nuestro. Creo que por esa razón
el cine mexicano era tan popular:
la gente de los barrios pobres se
sentía plenamente identificada
con esas películas que tocaban
esa forma latinoamericana de
vida. Lo hacían con otra música,
con otro acento y con otras
formas, pero era muy similar a la
cotidianidad de nuestros barrios
y de nuestros pueblos”.5
Astudillo tiene claro que la gente de Cali
se identificaba con ciertas actitudes y
comportamientos de los protagonistas de las
películas mexicanas y que expresiones usuales
en esas cintas como “la chota” para referirse a las
radiopatrullas u “ojo al parche” para alertar sobre
el grupo, fueron ampliamente adoptadas en los
barrios populares y utilizadas profusamente
por las “galladas” de los años sesenta y setenta.
35
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Lo urbano
El talento de Ever Astudillo para el dibujo se hizo
manifiesto desde niño, lo cual facilitaría su ingreso
a la Escuela de Bellas Artes aun antes de terminar
el bachillerato. Desde entonces, además, gracias a
su cercanía con el Teatro Experimental de Cali se
apasionó por las artes escénicas y por la lectura de
obras teatrales, y se acercó, pese a su corta edad, al
Nadaismo, movimiento de gran influencia libertaria
para la juventud colombiana de ese entonces. El
artista se colaba en las reuniones de este grupo
y escuchaba con atención sus comentarios a
través de los cuales descubrió a Jean Paul Sartre
y a Albert Camus, cuyas obras leyó con avidez.
El existencialismo se convirtió en su credo y
objetivo, en tanto que Charles Aznavour, Gilbert
Becaud, Julliette Greco y por supuesto Edith Piaf
se convirtieron en sus cantantes favoritos.
ANDÉN I
(Hombre y reja) Grafito, papel 100 x 70 cms
1978
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Sea esta la oportunidad de comentar que en
toda la obra de Astudillo hay cierto aire musical,
cierta idea de música de fondo, cuyos ritmos y
melodías han variado con el tiempo, pero cuya
influencia es fácilmente detectable. Por ejemplo,
también West Side Story, tanto la música como
la película, le causarían grata impresión en esos
años, llamándole especialmente la atención su
ubicación en una Nueva York de escaleras de
incendio y azoteas, es decir, por el contexto
explícitamente urbano en que se desarrolla su
argumento de galladas y de amores imposibles,
Y la música cubana y tropical así como la salsa
y las rancheras también parecerán tener un eco
en sus imágenes.
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Si se tiene en cuenta esta temprana
atención y gusto del artista por situaciones y
manifestaciones explícitamente urbanas, no
resultará extraño que Astudillo recuerde con
precisión las características de los barrios de su
infancia y adolescencia así como a los vecinos
y usuales transeúntes de las calles escuetas y
las angostas aceras que recorría todos los días.
Más adelante plasmaría esos recuerdos en su
trabajo artístico evidenciando las condiciones
difíciles de la vida en el sector, pero sin el odioso
paternalismo ni el exotismo costumbrista con
que la pobreza y lo popular habían sido tratados
previamente en el arte nacional. El ánimo de
sus dibujos es, por el contrario, claramente
documental, y lejos de patentizar algún tipo de
resentimiento o descontento, transmite más
bien cierta calidad de ensueño, cierta nostalgia
por una época y una edad irrecuperables.
Pero aparte de su prodigiosa memoria visual que
le permitiría recrear escenas y circunstancias
en sus pinturas posteriores, el artista empezó
desde los primeros años setenta a documentar
también fotográficamente la vida de barriada,
siendo el empleo de la cámara otro punto en
común con las obras de Muñoz y de Franco. Este
último, en sus recopilaciones afirma al respecto:
“Desde el principio tuve muchas afinidades con
Ever, no sólo por el cine y porque entendíamos
una misma idea de ciudad, sino también por la
fotografía. Ever había aprendido mucho de la
fotografía del cine, del blanco y negro y de la
imagen de la vida del barrio. En sus dibujos está
todo eso”.6
ANDÉN III
(Dos hombres Dos mujeres) Grafito, papel 100 x 70 cms
1979
37
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
¡Y ciertamente está todo eso! Ya para mediados de los años setenta, por ejemplo, los
dibujos de Astudillo se habían recogido a formatos más tradicionales de acuerdo
con las dimensiones comerciales del papel y se habían reducido a una sola escena.
Pero precisamente por esa concreción, esa escena era ahora mucho más realista
y había adquirido una connotación de tiempo más precisa. Antes, cada aparte
tenía su escala, su hora y su lectura. Ahora todo se reunía en la imagen que daba
la impresión de un momento congelado como la fotografía documental, sólo que
en los dibujos de Astudillo la luz de ensueño y el aire de quimera concientizan al
observador acerca del carácter de recuerdo, de visión personal, de cada obra.
Las particularidades urbanas ocuparon buena parte de la observación de Astudillo
durante los años setenta y ochenta proveyendo el contexto adecuado para la
ubicación de sus personajes. Los rasgos enfáticamente Art Deco de las fachadas
y de las marquesinas de los cines se reproducen fielmente en sus trabajos, al
igual que la arquitectura de las casas y la austera ornamentación geo métrica
de sus zócalos, puertas y ventanas. Las cuerdas de la luz y especialmente los
postes con sus transformadores de donde surgen cables como patas de arañas
electrónicas, son igualmente testigos constantes de sus escenas, como lo son
los reflectores que arrojan una luz puntual sobre las áreas aledañas, y las antenas
de televisión que empezaban a poblar los horizontes. Las vallas publicitarias,
los tanques del agua, las vitrinas y los graffitis, son así mismo representados,
sin mayores detalles, con economía de elementos, pero con la información
suficiente para que el observador complemente las sugerencias y las convierta
en escenarios verosímiles del acontecer citadino.
Finalmente, los modelos de los automóviles estacionados o que recorren sin
prisa unas calles todavía sin congestiones, al igual que el estilo y características
de diseño de los afiches, las predilecciones en materia de letras y los títulos
de las películas en cartelera, colaboran con los elementos mencionados en
aportarle una fecha a los dibujos. Es decir, sus representaciones cubren un
período claramente definido -entre los años sesenta y ochenta- y en ese
sentido constituyen también un valioso documento para precisiones y
reconstrucciones en la memoria urbana.
38
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
MI BARCITO
Grafito, papel 100 x 70 cms
1978
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
DE LA NOCHE
Grafito, papel 120 x 120 cms
1979
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Actitudes y comportamientos
Ya para mediados de la década de los años
setenta la obra de Ever Astudillo había hecho
palmario que su intención principal, aparte
de documentar aspectos de lo urbano y
de lo popular, se hallaba encaminada a
testimoniar el comportamiento de las gentes
de barriada, su actitud y proceder en sus
momentos de expansión y esparcimiento. El
interés social de su trabajo, aunque directo
e inequívoco, nunca se ha planteado por
vía obvia o planfetaria, sino de manera más
bien sutil e inclusive poética. Y así como el
artista registraba con detalles el contexto
de su infancia y adolescencia, también
registraba con extraordinaria percepción el
comportamiento y actitudes del entorno
social donde creció, descubrió el cine, realizó
sus primeros registros fotográficos y se
convirtió en artista.
Astudillo recuerda con claridad el proceder y
las rutinas de los pobladores de esos barrios,
los cuales eran distintos de día y de noche. De
día, las aceras y las calles estaban llenas de
niños que, dada la ausencia de juguetes, se
dedicaban a juegos que no necesitan ningún
aditamento o material especial como “la lleva”,
en tanto que de noche, jóvenes y adultos se
reunían cerca a los postes de la luz para hablar
y discutir sobre el acontecer cotidiano, o el
fútbol, o simplemente para “recochar”, como
llamaban el hábito de mofarse unos de otros,
de embromarse mutuamente.
Para ese entonces comienza a cobrar
protagonismo en su trabajo la figura de un
personaje joven, una especie de “fantasma
mirante” que se muestra siempre en primer plano
y que observa los acontecimientos en silencio
aunque claramente interesado en auscultar sus
causas y repercusiones. A veces sólo se divisa
su rostro de espaldas o perfil, otras veces se
ve de medio cuerpo, pero en otras ocasiones
su presencia sólo es perceptible a través de su
sombra reflejada en algún muro o en la calle.
No es difícil deducir que este personaje alude al
papel del artista como testigo de su sociedad y
de su tiempo, como espectador admirado de la
recursividad y actividades de la gente, y quien,
a veces desde el interior de un automóvil, pero
por lo regular a prudente distancia de la acción
o del escenario que ha captado su interés,
lo observa detenidamente como queriendo
percatarse de sus más recónditas implicaciones,
como intentando retenerlo en su retina y su
memoria, para no dejarlo evaporarse en el
espacio ni en el tiempo, para documentarlo en
sus fotografías, dibujos y pinturas, y compartir
con los espectadores de su obra la excitación que
le produjo el haber estado ahí en ese momento.
En unos pocos de sus dibujos de finales de los
años setenta, fuera de esta figura en primer
plano no se divisa ningún otro transeúnte en
la ciudad, la cual, aparte de vacía, se presenta
con intensos contrastes de luz y sombra
41
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
alcanzando a traer a la memoria las ciudades
enigmáticas y desiertas de la pintura metafísica
de De Chírico. Pero inclusive en estas obras
resulta palmario que a Astudillo le interesa lo
real, no lo ficticio, lo cotidiano, no lo extraño,
lo ordinario, no lo excepcional. En otros
trabajos del mismo período, más de la mitad
de la escena aparece ocupada por un muro, o
por la culata plana y pareja de un edificio, la
cual sólo permite vislumbrar un segmento de
la calle o un fragmento de una construcción.
Pero por lo regular siempre hay transeúntes en
sus obras, personajes más o menos lejanos que
se desplazan o conversan animadamente en
grupos a veces numerosos sin que el observador
pueda enterarse de los temas o conclusiones
de este intercambio oral que de todas maneras
se intuye rebelde y subversivo.
Generalmente se trata de personajes de
la noche, hombres y mujeres que parecen
deambular en espera de alguna acción o
en busca de algún suceso o circunstancia
que despeje la rutina y le conceda una
justificación a su merodeo. Algunos grupos
de mujeres no dejan duda de su desempeño
como trabajadoras sexuales. Otros personajes
se dirigen sin titubeos a los teatros atraídos
por los avisos luminosos que resplandecen
en la oscuridad. Pero un buen número de
las escenas también tiene lugar al atardecer,
cuando la mezcla de luz natural y luz
eléctrica produce una atmósfera ambigua
que complementa el carácter subrepticio de
las acciones y los encuentros.
42
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Los jóvenes acusan por lo general físicos
desarrollados, cuerpos de deportistas como los
que visitaron a Cali a comienzos de los años
setenta con motivo de los Juegos Panamericanos
y que despertaron la admiración, no sólo del artista,
sino en general de la juventud de la ciudad, y en
particular de las clases populares en las cuales la
musculatura se convirtió en símbolo de fuerza, de
poder, y donde la ropa ceñida y las camisetas que
permitían enseñar espaldas, pectorales y bíceps
bien desarrollados gozaron de gran aceptación,
al igual que los pantalones de bota ancha y las
minifaldas que habían hecho su exitosa aparición
en la moda femenina no hacía mucho tiempo.
Cierto velado erotismo ha sido una constante
en su trabajo, y los atuendos tienen mucho que
ver, al igual que más adelante tendrá que ver la
desnudez, con las insinuaciones y provocaciones
sexuales .que se desprenden de su obra.
En 1976 el artista viaja con una beca para obtener
una maestría en la Universidad Autónoma de
México, radicándose en el Distrito Federal durante
dos años en los cuales convivió con las costumbres,
el lenguaje y los valores propios de la cultura
mexicana que ya había conocido a través de las
películas y los cuales admiraba genuinamente.
En México expuso en varias galerías así como en
algunas muestras colectivas del Museo de Arte
Moderno por expresa invitación de su directora,
la prestigiosa museóloga María Teresa Prías, pero
Astudillo es un artista no sólo de su país sino de
su ciudad, y una vez terminados sus estudios
regresó de inmediato a Colombia para continuar
dando fe de la vida en su más cercano entorno.
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Poco tiempo después de su retorno, en 1979,
tuvo lugar en el Museo La Tertulia una exposición
que reunió el trabajo de Astudillo con los
de sus compañeros de generación artística
mencíonados previamente, es decir, con las obras
de Franco y Muñoz, en oportuno reconocimiento
a su común interés por la ciudad, por lo urbano,
y a las estrechas relaciones que existían entre sus
obras: las tres eran en blanco y negro, las tres eran
realistas en sus objetivos, y las tres hacían palmario
un contenido social con claras implicaciones
políticas. Sobre esta muestra escribiría Laureano
Alba estas pertinentes apreciaciones:
““Difícilmente podría exhibirse en este momento
de las artes gráficas en Colombia una muestra
más armoniosa y admirable. Armoniosa por
la comunión de propósitos y preocupaciones
frente a lo que se debe decir con el dibujo o la
fotografía. Admirable porque los tres artistas que
muestran han logrado impregnar su voluntad de
un lenguaje valioso. Bajo un mismo interés visual:
el paisaje urbano, Ever Astudillo, Fernell Franco y
Oscar Muñoz ofrecen en el Museo La Tertulia casi
todo lo que se está diciendo en este momento por
parte de los artistas surgidos después de Obregón
y Botero en una forma conmovedora y eficaz”.
La exposición estuvo acompañada por música
tropical como la que se escuchaba entonces en los
centros-nocturnos de Cali; música que se acoplaba
coherentemente con las escenas presentadas por
Astudillo y con las carteleras de películas que se
incluyeron en la muestra al igual que un aviso de
neón con el nombre de los tres artistas.
SÁBADO
Lápiz, Cartón, Papel 120 x 140 cms
1988
43
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
VITRINA MIRANTE - A
Pastel 100 x 70 cms
1982
44
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Moda y noche
En la década de los ochenta el trabajo de
Astudillo experimenta un cambio o mejor, un
enriquecimiento en técnica y temática, pero
la intención social enmarcada en un contexto
urbano y popular sigue constituyendo su
meollo, la esencia de su contenido. A comienzos
de esa década el artista se interna en la pintura
sobre lienzo o madera, acude decididamente al
color, y se enfoca en escenas relativas a la moda,
a través de vitrinas, carteles y vallas publicitarias
que le confieren una nueva vistosidad a sus
imágenes, al tiempo que construyen un nuevo
escenario, por lo regular un nuevo fondo -pero
algunas veces también un nuevo primer planopara su narrativa.
En algunas de estas pinturas los personajes
ficticios, o sea, los maniquíes, son a primera
vista, los protagonistas, por sus finos sombreros,
sus elegantes vestidos, sus altos tacones y su
vistosa bisutería iluminada por los reflectores
de las vitrinas y los estantes, y también porque
se muestran “en foco” permitiendo distinguir
claramente sus rasgos y porque ocupan la
mayor parte de los lienzos. En otras obras son las
figuras de las vallas con su tamaño imponente
y el fuerte colorido de sus atuendos quienes
atraen en primer término la atención.
En ambos casos el contraste entre los
labios decididamente rojos y los dientes
resplandecientemente blancos, así como los
grandes ojos, las miradas coquetas o inquisidoras
de los personajes y el humo de sus cigarrillos
atrapan el interés, dando por un momento la
impresión de tratarse de seres vivos debido a
sus actitudes y ademanes así como a la relación,
como en visita, de uno con otro.
Pero los verdaderos protagonistas siguen siendo
las gentes de carne y hueso, los transeúntes,
que por lo regular cubren con su cuerpo o
con su rostro una buena proporción de las
vitrinas o las vallas, y que unas veces dan
la impresión de observar los productos que
lucen los maniquíes con algo de admiración
y de añoranza, pero que las más de las veces
simplemente parecen cruzar rápidamente frente
a ellos, atravesarse indiscretamente, como si la
prisa de la vida citadina les impidiera percatarse
de sus ofrecimientos, o como quien pasa ante
estampas o artículos conocidos o inalcanzables
que, cuando más, ameritan una mirada de reojo.
En algunas pinturas, sin embargo, el punto de
vista se plantea de la vitrina hacia el exterior,
de adentro hacia fuera, y sólo en el fondo, en la
oscuridad, inmersos en el anonimato, aparecen
los hipotéticos destinatarios de los productos y
de los mensajes.
Es decir en estas obras se mezclan la realidad
y la fábula, el mundo cotidiano y la quimera,
diferenciados básicamente por el color. El
ámbito artificial, supuesto, teatral, de las vitrinas
y las vallas se presenta con ese colorido intenso
y fulgurante propio del medio acrílico, en
45
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
tanto que las imágenes tomadas de la realidad,
aquellas que representan el hábitat del artista y
del observador de sus obras, continúan siendo
en blanco y negro, un poco en contravía de las
convenciones según las cuales la policromía
correspondería con el mundo natural. El color, sin
embargo, se presenta siempre como una adición
al blanco y negro, como un complemento de
la monocromía, y sólo en una o dos obras de
manera autónoma. En algunas vallas y vitrinas
aparecen números o letras que subrayan su
cometido básicamente escenográfico.
Con motivo de una exposición de estos trabajos
en la Cámara de Comercio de Cali en 1983, el
crítico Miguel González, consciente del albur
que corría el artista al confrontar nuevos medios
después de haber logrado un dominio tan
evidente del grafito, escribió:
“Los lienzos marcan una nueva etapa y además
delimitan su abandono paulatino del dibujo
como finalidad. Entrar en el terreno de la
pintura y el color significa también divorciarse
de los resultados líricos, nostálgicos y logrados
-aunque nunca suficientemente explorados- del
dibujo. Localizar lo desconocido no deja de ser
peligroso, aunque hay que tener presente que
uno de los ingredientes del arte es la aventura”.
Astudillo, sin embargo, nunca abandonaría del
todo el dibujo. Podría afirmarse que su incursión
en la pintura y el color fue, en un principio,
como un reto que confrontó exitosamente de
acuerdo con los requerimientos de vivacidad
46
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
y sugestión de una temática que, como la
moda, demanda una aproximación imaginativa
y fantasiosa puesto que entre sus principales
ingredientes figura el artificio y entre sus
primordiales objetivos establecer cánones
de gusto y crear una ilusión. También utilizó
el acrílico y un colorido contrastante en una
serie relativa a las discotecas y los bares, en
la cual grupos de jóvenes bailan entusiastas
bajo luces multicolores reiterando el respaldo
musical que generalmente sugiere su trabajo, e
insistiendo en su intención primera testimoniar
el comportamiento de las clases populares en
momentos de solaz o diversión. Pero en los
años ochenta realizó así mismo algunas obras
sobre papel con los mismos argumentos de la
serie sobre moda utilizando el pastel para el
color, y a partir de entonces el artista trabajará
indistintamente en pintura o en dibujo -amén
de en fotografía- de acuerdo con el tenor de los
temas y los imperativos de cada imagen.
Su producción gráfica a finales de la década de los
ochenta estuvo, sin embargo, más directamente
relacionada con el dibujo y con una especie
de visiones oníricas que le confirieron a sus
obras un carácter marcadamente surrealista.
En estos trabajos, titulados indistintamente
Sueños o Mecánicos, con los cuales regresa
al blanco y negro, los personajes del primer
plano se enfrentan a perros no muy amistosos
que los miran recelosamente, aviesamente, a
cierta distancia, pero más a menudo parecieran
deambular en una ciudad de hierro, frente al
tiovivo, la montaña rusa o la rueda de Chicago.
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
MECÁNICO
Grafito, Cartón 120 x 140 cms
1988
47
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
En estas obras, generalmente de grandes dimensiones, Astudillo acudiría a un recurso que
les aportaría tanto unas connotaciones como
una presencia diferente dentro de la particularidad de su producción. Los personajes del
primer plano están generalmente recortados en
cartón siguiendo sus contornos, y sobrepuestos
de manera que queden situados entre el fondo
donde se muestran las diversiones mecánicas y
el observador, implicando tal vez con ello que no
pueden ubicarse ni en un lado ni en el otro sino
a medio camino entre la realidad y la ilusión.
En esta especie de collages aumenta, además,
considerablemente, la cuota de erotismo puesto
que no sólo los personajes son enfáticamente
apuestos, jóvenes atléticos de rasgos atractivos,
sino que aparecen desnudos, enseñando sus
bien formados músculos y su piel tersa y seductora iluminada por las luces profusas de estos
lugares las cuales, de todas maneras, no alcanzan a reducir las incógnitas que se plantean en
la penumbra.
A lo largo de esa década de los ochenta y
comienzos de los noventa produce así mismo
algunos dibujos de personajes solitarios que
ejecutaría sobre papel kraft, los cuales hacen
gala de atributos igualmente eróticos, pero
48
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
simultáneamente comienza a hacer más
evidente que de costumbre cierto ánimo de
protesta, cierta voluntad de denuncia más
directa que en sus trabajos anteriores, la cual se
manifiesta en dibujos donde aparecen cadáveres
en la calle rodeados de curiosos y sin ningún
indicio sobre lo acaecido, aunque, como bien
lo dice la crítica Ana María Escallón, “tal vez se
trata de una manera conceptual de entender
que en las ciudades prevalece la violencia de
los muertos”.7 “Igualmente, entre sus trabajos de
esta época se presentan grupos de numerosas
personas que parecen huir de una persecución
que se intuye de la fuerza pública, situaciones
ambas, infortunadamente, comunes en la vida
colombiana y latinoamericana del período.”8
También en ese entonces realiza en gran tamaño
unos retratos de gente anónima en cuyos rostros
parece reflejarse la desolación de sus historias. Se
trata de seres sin alegría, mustios, cuyos rasgos
dan la impresión de provenir de los archivos de
los cuerpos de seguridad del Estado, y ante cuya
ausencia de expresión el observador no sabe
a ciencia cierta si se trata de desaparecidos, o
de verdugos, de víctimas, o de victimarios, pero
así se trate de los unos o los otros, de todas
maneras infunden en el observador una mezcla
de sentimientos lúgubres y desapacibles.
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
HOMBRE CAÍDO
Grafito, Cartón 120 x 120 cms
1988
49
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
Cuadro a cuadro
La pasión de Ever Astudillo por las películas
mexicanas no sólo se refleja en su producción
dibujística, pictórica y fotográfica en materia
de lenguaje o de recursos plásticos, sino
directamente y en especial en una serie de
pinturas de pequeño formato que ha realizado
a lo largo de su trayectoria, en las cuales se
presentan imágenes sacadas sin ambages
de dichos filmes. Se trata de escenas a veces
románticas, de entrega apasionada, a veces
musicales con las consabidas rumberas
por las cuales el artista ha profesado gran
admiración’’9, pero sobre todo, se trata de
escenas de suspenso, sórdidas, de crímenes
y gangsters, y también, por supuesto, de
luchadores, los cuales, como es bien sabido,
figuran entre los héroes favoritos de las clases
populares.10
En estas obras se combinan los lenguajes
del cine y de las historietas según puede
comprobarse en las líneas gruesas y sintéticas
de los contornos y en recursos como los que
se emplean en las tiras cómicas para encerrar
los diálogos o los pensamientos de héroes y
villanos.
Las representaciones no son muy minuciosas
sino, por el contrario, apenas trazadas sin
mayores detalles ni demasiadas revelaciones
acerca de los acontecimientos, pero a pesar
de la parquedad formal, la intención de los
personajes es fácilmente reconocible como lo
50
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
es el sabor entre fantástico y posible de este
tipo de aventuras concebidas para espolear
las inventiva y fantasías de la infancia. Ever
Astudillo Cuadro a Cuadro ha sido el pertinente
título de las exposiciones que el artista ha
conformado con estas obras.
De hecho, El Santo o el Enmascarado de Plata,
sin duda el más popular de estos luchadores
y cuyas aventuras pudieron seguirse tanto
en cine como en historietas, había aparecido
con frecuencia en varios trabajos de otro tipo
de Astudillo, por ejemplo, en los carteles que
se pueden apreciar en sus vistas de ciudad, y
también en algunos de sus Sueños o Mecánicos,
es decir en varias de las imágenes de jóvenes
desnudos, como en la titulada Homenaje a
Trois, en la cual se mezclan tcon Frankestein
y otros personajes cinematográficos aunque
en una escala mucho más pequeña que la
de los protagonistas como denotando una
realidad distinta a la del resto de la escena.
Pero no sólo El Santo sino muchos otros
luchadores, con sus cuerpos fornidos y sus
cabezas cubiertas por máscaras sugestivas y
aterradoras se convertirían en el centro de
sus narrativas, o mejor, de sus insinuaciones,
puesto que en estas pinturas lo importante
no es su desenlace -el cual puede ser
aportado por el observador a su antojo- sino
el hecho concreto representado: el abrazo
forzudo, la dolorosa llave aplicada o el golpe
aleve y certero.
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
ESQUINA CALLE 15
(Día) Grafito, Papel
120 x 140 cms
1979
51
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
El reto y el misterio implícito en las máscaras de
los luchadores, las cuales han aparecido también
en todo tipo de trabajos de Astudillo, conducirían
al artista a la elaboración de máscaras reales,
tridimensionales, producidas a partir de moldes
en yeso del rostro de sus amigos y familiares.
Algunas de estas máscaras están decoradas con
puntos o rayas, pero, aunque pocas tienen color
y algunas presentan como referente la calavera,
la inmensa mayoría dan la impresión de tratarse
de seres vivos. Su presentación sugiere ante
todo un conglomerado de presencias, toda una
legión de testigos -como el artista mismo- del
acontecer humano, de los usos y costumbres de
la sociedad y de las transformaciones acaecidas
en el contexto y el comportamiento urbano.
En los trabajos que versan sobre la lucha
libre al igual que en los relativos al boxeo que
produciría un poco más adelante, reaparece
el color acrecentando el dramatismo de las
representaciones y la fuerza de por sí ostensible
de las escenas. Nuevamente los cuerpos atléticos
son los protagonistas, pero ahora, lejos de la
placidez de los sueños y de las diversiones
mecánicas, son las posiciones agresivas, los
apretones entre impulsivos y sensuales, la
confusión de músculos entrelazados, el contacto
rudo de cuerpos a veces blancos y a veces negros,
lo que determina el carácter violento, pero al
mismo tiempo voluptuoso de estas pinturas.
Podría afirmarse, por lo tanto, que la violencia que
se ha hecho palmaria en la obra de Ever Astudillo
tiene una doble naturaleza, que por una parte se
52
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
trata de la violencia social y política que ha sido
una constante en Colombia desde hace varias
décadas y que el artista ha planteado a veces
sutilmente, de manera indirecta, pero inequívoca
al retratar la vida de las clases populares, y a
veces de manera palmaria, por ejemplo, en la
presentación de cadáveres, de rostros de personas
desaparecidas y de multitudes en desbandada.
Pero que por otra parte, se trata de la violencia
menos drástica pero igualmente patente en
algunas relaciones humanas, en los deportes,
por ejemplo, y en otras actividades en las cuales
el contacto físico puede conducir a situaciones
furtivamente eróticas.
Pero así como la violencia ha sido una constante
en la obra de Astudillo desde sus inicios en los
años setenta, y a pesar del ánimo más bien
melancólico y compro metido socialmente de
su producción, su trabajo no ha estado exento
de humor como puede colegirse de algunos de
sus temas y preferencias estilísticas, por ejemplo,
de su cercanía con las historietas y con el cine,
y como puede comprobarse también en las
jocosas dedicatorias que acompañan algunos
de sus trabajos fotográficos, por ejemplo, sus
Postales, registros realizados desde el barrio
San Antonio, el más alto de Cali, en los cuales
puede apreciarse, a través de construcciones
y techumbres en alto contraste, el carácter
cambiante y el talante de una buena porción
de ciudad.
Si a todo lo anterior se suman los innumerables
apuntes que el artista ha presentado entre acetatos en
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
PASAJEROS II
Grafito, Papel
100 x 70 cms
2013
53
¿Qué está Mirando? Nº2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
La obra de Ever Astudillo / Eduardo Serrano
varias de sus muestras, los cuales podrían compararse
con un diario, puesto que recogen sus impulsos
dibujísticos a medida que han ido germinando;
y si a ello también se suman los autorretratos, las
escenografías realizadas para diversas obras de
teatro, y sobre todo, su obra gráfica, litografías y en
especial serigrafías -algunas veces intervenidas con
dibujo- en las cuales ha plasmado varios de sus
temas pero especialmente sus registros y visiones de
los barrios populares de la ciudad, entonces no será
difícil concluir que Astudillo ha sido uno de los más
prolíficos artistas colombianos de esta era y que su
obra ha sido una de las protagonistas más idóneas
de la escena artística nacional.
En algunas de las obras acerca del boxeo Astudillo
ha recurrido a la encáustica, una técnica pictórica
de la antigüedad en la cual se utiliza cera de abejas
mezclada con pigmentos mediante la aplicación de
calor, procedimiento que además de una particular
textura le ha conferido a sus pinturas -ahora al óleoun peculiar cromatismo donde sobresalen los tonos
ocres y amarillos en compañía de los usuales blanco
y negro. En sus últimos trabajos en los cuales ha
retomado el tema de los bares y cantinas, el color
es aún más atrevido, más decidido, sin la sordina
de los grises que en otras ocasiones lo acallaban
haciéndolo más dócil y benigno.
ánimo experimental que le ha permitido estimular
cierto empirismo en sus alumnos.
Porque si además se tiene en cuenta la amplia y
fecunda labor docente de Astudillo, a la cual se debe
en buena parte el fervor de las jóvenes generaciones
de artistas del Valle y del Cauca, tampoco será
difícil comprender el invaluable aporte que el
dibujante, pintor y fotógrafo ha realizado, ya no sólo
al patrimonio artístico del país, sino al devenir de la
plástica en el medio colombiano y a la ampliación de
sus propósitos y alcances.
Su obra, en conclusión, gracias al contrapunto entre
soledad y sociedad que hace manifiesto así como a
su perenne preocupación por su entorno y por su
gente, ha ayudado a proveer identidad a través de
la añoranza, y constituye un perceptivo e invaluable
documento para la memoria visual de Cali, una
ciudad que ha ido transformándose constantemente,
cuyos patrones culturales han variado con las
influencias de los medios electrónicos, de las
corrientes extranjeras y del transcurrir del tiempo,
pero cuyo carácter y apariencia en un período de
extensas repercusiones para su desarrollo y de vitales
secuelas en la idiosincrasia de sus ciudadanos, han
quedado perceptivamente plasmados en el arte de
Ever Astudillo..
Eduardo Serrano
Dicho de otra forma, así como su obra se ha
aproximado a diversos aspectos de lo urbano y
popular en su temática, así mismo, no obstante la
predominancia de la monocromía, ha ensayado
con el más inesperado cromatismo y con las más
diversas técnicas haciendo ostensible un claro
54
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Historiador / crítico de arte
Este texto se publica con la autorización expresa del autor.
NOTAS:
1. Astudillo se hizo acreedor al Primer Premio en el XXIV Salón Nacional
de Artistas, y en la II Bienal de Artes gráficas de Cali, certámenes realizados en 1973.
Ever Astudillo
MOMENTOS BIOGRÁFICOS
E
ver Astudillo nació en Cali en 1948. Ingresa en 1963 a estudiar Pintura en la Escuela Departamental
de Bellas Artes en la ciudad de Cali. Viaja posteriormente a la ciudad de México a continuar su
formación en Artes Plásticas, obteniendo la Maestría en Pintura de la Universidad Nacional Autónoma
de México. Participa en talleres de serigrafía y xilografía en el Museo de Arte Moderno, La Tertulia. Desde
1973 se vincula al magisterio en la Universidad del Cauca como profesor de dibujo y pintura, en 1988
como profesor en el Instituto Departamental de Bellas Artes de la ciudad de Cali.
Desde la década de los ´70 Ever Astudillo se convierte en una de las figuras más importantes del Arte
Colombiano. En el año de 1972 participa en la III Bienal de Arte Coltejer de Medellín; en el Primer Salón
de Artistas Jóvenes del Museo de la Tertulia, Cali; y en el XXIII Salón de Artistas Nacionales, Bogotá.
La obra de Ever Astudillo expresa su propia vida. Vivió en el barrio popular Saavedra Galindo en el oriente
de Cali, cerca de la carrilera del tren y de los teatros María Luisa y el Libia, lugares que lo apasionan
por el cine, especialmente por las películas mexicanas, sus historietas y los luchadores enmascarados.
Esos imaginarios se inmortalizarían en sus cuadros mediante el dibujo realista y el contraste del blanco
y el negro.
Ever Astudillo, después de más de cuatro décadas de actividad, continúa vigente y renovado, mostrando
cada día en sus obras lo rizomatico de la ciudad que lo habita.
2. Juan Calzadilla, “El Salón de Artistas”
El Espectador, noviembre 5 de 1970.
3. “La Consagración de un nombre nuevo”,
El Tiempo, Bogotá, Febrero 19 de 1974.
4. Fernell Franco, Catálogo de la exposición “Otro Documento”,
presentada simultáneamente en seis salas de Cali, 2004, Pg. 31
5. Op. Cit.
6. Op. Cit.
7. Ana María Escallón, “La Violencia Urbana”, El Espectador, 7 de
septiembre de 1990.
8. En relación con este tipo de trabajos, en la revista Artes Visuales, publcada
por el Museo de Arte Moderno de México en marzo de 1981 se destaca un
dibujo de Astudillo que se describe como una carrera desbandada de hom-
bres que huyen de la policía contra un cartel de Coca Cola y se subraya su
acercamiento claro a ciertas imágenes del paisaje urbano Latinoamericano.
9. En la ya citada revista Artes Visuales se destaca así mismo su representación
de la sensualidad añeja, pero no menos sensual de la bailarina Tongolele - una
de las favoritas de Astudillo -- en sus mejores momentos.
10. Sus pinturas y dibujos inspirados en el cine han resultado especialmente
estimulantes para la crítica de arte, incluido Hilton Kramer, el prestigioso columnista de The New York Times, quien con motivo de una muestra en el
Center for Interamerican Relations de Nueva York afirmaría: La serie nocturna
del señor Astudillo tiene algo de la calidad de escenas vistas en las viejas
películas en blanco y negro de los años treinta; el artista ha conseguido una
muy sobresaliente textura “soft.focus” en sus dibujos. Hilton Kramer, The New
York Times, noviembre 4, 1998.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
EXPOSICIONES INDIVIDUALES
2013
“Pasajeros” Lugar a Dudas
Santiago de Cali, Colombia
2012
“Ever Astudillo” Proartes
Santiago de Cali, Colombia
2010
“La poética de lo Urbano”
Universidad Autónoma,
Santiago de Cali, Colombia
2006
Proyecto de ciudad, Ever Astudillo,
De la memoria Urbana,
Santiago de Cali, Colombia
1998
“Cuadrilátero”, Banco de la Republica,
Centro Cultural, Santiago de Cali, Colombia
1992
Serie “Anónimos”, Museo del Carmen,
México, DF.
1989
“En Blanco y Negro”, Museo de Arte Moderno
“La Tertulia”,
Santiago de Cali, Colombia
56
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
EXPOSICIONES COLECTIVAS
2014
América Latina 1960 – 2013 Fotografía
Fundación Cartier
“Artistas Colombianos” Museo de Arte Moderno
“la Tertulia”, Santiago de Cali, Colombia
2013
“Urbes Mutantes”
Biblioteca Luis Ángel Arango, Bogotá.
2008
45; Festival de música religiosa
Popayán
1997
VII Salón Regional de Artistas, Galería de Bellas
Artes, Santiago de Cali, Colombia
1996
XXXVI Salón Nacional de Artistas, Bogotá.
“Cine Doble”, Galeria Gartner Uribe, Bogotá.
Centro Cultural “El Carmen”, Universidad del
Cauca, Popayán.
“Cuerpo Presentado”, Museo de Arte Moderno
“La Tertulia”, 40 Años, Santiago de Cali, Colombia
1995
VII Salón Regional de Artistas, Museo Rayo,
Roldanillo.
Biblioteca Central, Universidad del Valle, Cali.
¿Con qué objeto?, Galería Jenny Vilá, Cali.
2004
“El cuadro entra a cuadro”. Museo de Arte,
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
1994
XXXV Salón de Artistas Nacionales, Corferias,
Bogotá.
2002
“El miedo Ambiente” Arte y Ecología,
Galería Café - libro,
Bogotá, Colombia
1993
“Evoluciones”, Museo de Arte Moderno “La
Tertulia”, Cali
“De las palabras”, Sala Colegio Mayor, Popayán.
2001
“El Quijote” Ilustraciones de Artistas
Colombianos, Museo de Arte Moderno de
Bucaramanga.
2000
“Primeros Premios Salones Nacionales, 19401998”, Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali.
Santiago de Cali, Colombia
1992
V Salón Regional de Artistas, Cámara de
Comercio. Cali
Galería “Figuras”. Cali.
XXXIV Salón de Artistas Nacionales, Corferias,
Bogotá.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
EXPOSICIONES COLECTIVAS
1990
XXXIII Salón de Artistas Nacionales, Bogotá.
Galeria “Belerce”, Bogotá.
Museo de Arte Moderno “La Tertulia”. Cali.
1989
La Fotografia y su Relación, Museo de Arte
Moderno” La Tertulia”, Cali.
“4 Artistas”, Portafolio Gráfico, Bicentenario
Revolución Francesa, Instituto Departamental de
Bellas Artes, Cali.
Galería “Beierce”, Bogotá.
1988
XXXII Salón de Artistas Nacionales, Escuela Naval,
Cartagena.
1987
“Tradition Innovation in Latin American Art”,
Museum Contemporary Hispanic Art, New York,
USA.
1986
Galería Elida Lara, Barranquilla.
XXX Salón de Artistas Nacionales, Museo
Nacional, Bogotá.
11 Bienal de Arte, La Habana, Cuba.
V Bienal Americana de Artes Gráficas.
Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali.
58
¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
1985
Galería “Quintero”.
Alcántara, Astudillo, Caballero, Barranquilla.
Arco 85, Feria Internacional de Arte
Contemporáneo, Madrid, España.
“Nuevas Vistas”, Wistariahurst, Museum Holyoke,
Massachussets, USA.
1984
Primera bienal de arte de américa, La Habana,
Cuba
XVI Festival Mundial de la pintura, Cagnes Sur
Mer, Francia.
1983
“De lo Temporal”, Cámara de Comercio, Cali.
Cinco Artistas Colombianos, Galería “Época”,
Santiago de Chile.
Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.
Centro Cultural de Sao Pablo, Brasil.
“Art de la Rue” Art De L ‘Atelier”, Ecole
de Beaux Arts, París, Francia.
1981
IV Bienal de Artes Gráficas, Museo de Arte
Moderno “La Tertulia”, Cali.
IV Bienal de Arte de Medellín.
Galería “Forma”, Miami, USA.
Muñoz, Franco, Astudillo, Museo de Arte
Contemporáneo de Panamá.
Ever Astudillo
1980
Galería ‘Beterce”, Bogotá.
Pintura de los 70’S, Interamerican Relations
Center. New York, USA.
XXVII Salón Nacional de Artes Visuales, Bogotá.
11 Biena/lberoamericana de Arte, México DF.
1979
“23 Años” Museo de Arte Moderno “La Tertulia”,
Cali.
Artistas Vallecaucanos, Galería “Club de
Ejecutivos”, Cali.
Astudillo. Franco, Muñoz, Museo de Arte
Moderno “La Tertulia”, Cali.
1977
Artistas Latinoamericanos, Galería “Altamira”,
México DF.
Cinco Estudiantes Latinoamericanos, Galería
“Ponce”, México DF.
Primera Bienal de Grabado de América,
Maracaibo. Venezuela Colombia en Cuba, Casa
de las Américas. La Habana. Cuba
1976
XXV Salón Nacional de Artes Visuales, Bogotá.
Diez Artistas Plásticos de Vanguardia, Galería
“Ciudadela” México D.F.
“Unes of Vision” (Dibujantes Latinoamericanos),
Centro de Relaciones Internacionales, NY, USA.
Tres Dibujantes Colombianos, Molino de Santo
Domingo, México D.F.
1974
Arte Colombiano de Hoy, Sala Mendoza,
Caracas, Venezuela.
XXV Salón Nacional de Artes Visuales, Museo
Nacional, Bogotá.
Portafolio Internacional de Grabadores, Cartón
de Colombia, Museo de Arte Moderno “La
Tertulia”. Cali.
1973
Primer Salón de Artistas Jóvenes de Habla
Hispana, Escuela Experimental de Caracas,
Venezuela
11 Bienal Americana de Artes Gráficas, Museo de
Arte Moderno “La Tertulia”, Cali.
XXIV Salón de Artistas Nacionales, Museo
Nacional, Bogotá.
1972
Bienal del Arte Coltejer, Medellín.
Primer Salón de Artistas Jóvenes, Museo de Arte
Moderno “La Tertulia”, Cali.
1971
Salón de Artistas Vallecaucanos, Museo de Arte
Moderno “La Tertulia”, Cali.
1970
Primer Salón Nacional de Pintores
XXI Salón de Artistas Nacionales,
Museo Nacional, Bogotá.
Museo de Arte Moderno “La Tertulia”, Cali
1975
Seis Artistas Colombianos, Museo de Arte
Moderno “La Tertulia”, Cali.
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
COMENTARIOS
Astudillo se ha consagrado al dibujo de miradas de barrios populares con personajes que transmiten
un mensaje elíptico con una particular y sutil delicadeza.
Marta Traba / 1983
Astudillo ha buscado interpretar posibilidades urbanas. El hombre con su inmenso cuerpo musculoso
y tenso es el eje donde siempre está presente un espeso clima latente. Son dibujos que representan
un momento de espera, son retratos de una especial violencia lateral, son interpretaciones a veces
callejeras, de un mundo que tiene una sórdida carga que se acentúa en la medida en que hace más
evidente su técnica, en la forma de interpretar el espacio, en ese recurrente interés por el cuerpo
humano, como si buscara que a través del hombre se conquistara otra posibilidad que esta fuera del
cuadro, en la superficie.
Ana María Escallón / 1990
La producción de Astudillo en los últimos años: sus sombras atestiguando la ciudad, para descubrirnos
lugares comunes convertidos en fulgurantes descubrimientos, gracias al amor o a la ternura (en
definitiva a la fidelidad esos lugares, a esas atmósferas) en la que han ido apareciendo personajes de la
leyenda popular, como Dick Tracy o las luminarias del cine, ha demostrado su renovación infatigable,
sin perderse a sí mismo.
Laureano Alba / 1990
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¿Qué está mirando? N.º2 Dpto. de Filosofía División de Bibliotecas
Ever Astudillo
Las fotografías de Ever Astudillo, que inicialmente fueron un medio del artista para realizar sus grandes
paisajes de superficies de grafito sobre papel, son en sí, una poética y valiosa producción de su proceso
creativo. En ellas se hace evidente tanto su preocupación por los encuadres: grandes áreas de cielo
blanco atravesadas por las líneas de las cuerdas de la electricidad, como por una particular atmósfera
crepuscular tan distante y, distinta, de las celebradas tardes caleñas. Escenas con gente del barrio frente
a las carteleras de sus cines o en primer plano agrupados en la esquina donde convergen las líneas de
una perspectiva horizontal. Verlas nos produce la extrañeza del encuentro con unos espacios
familiares que desaparecieron sin nosotros advertirlo o advertir unos espacios que aunque nos
parezcan familiares, nunca conocimos.
Oscar Muñoz / 2006
La producción de Ever Astudillo adquirió un carácter especial y su lenguaje, relacionado con la estética
fotográfica y el cine, pudo imponerse y encontrar importantes y tempranos reconocimientos como los
obtenidos en 1973 cuando mereció premios tanto en la Segunda Bienal Americana de Artes Gráficas
como en el XXIV Salón de Artistas Nacionales. Su obra es una referencia obligada del arte colombiano
producido en este periodo.
Miguel González / 2012
La fotografía es una fase preparatoria para Ever Astudillo en la creación de sus famosos dibujos a lápiz
y pinturas de paisajes urbanos, remarcando un enfoque sobre la luz, la sombra y composiciones
geométricas. Sus series representan la atmosfera característica crepuscular de Cali, registrando las
condiciones de vida de la clase trabajadora, las cuales han desaparecido.
Foundation Cartier pour L´art contemporain / 2013
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