Magisterio Yucateco - Secretaría de Educación de Yucatán

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MAGISTERIO YUCATECO
BOCETO BIOGRÁFICO
ÁNGELA GONZÁLEZ DE M.
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C. Ivonne Ortega Pacheco
Gobernadora Constitucional del Estado de Yucatán
Dr. Raúl Godoy Montañez
Secretario de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán
Dr. Alfredo Dájer Abimerhi
Rector de la Universidad Autónoma de Yucatán
Ilustres Maestros de Yucatán
Casa de la Historia de la Educación de Yucatán
Ginón Bojórquez Palma
Julio Ruiz Madera
Rodrigo Espinosa Marín
Luz María Corona Martínez
Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Cristóbal León Campos
Carlos Pérez y Pérez
Manuel Uc Sánchez
Emiliano Canto Mayén
Coordinación editorial
Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Edición y prólogo
Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Cristóbal León Campos
Diseño de la portada
Luz María Corona Martínez
Corrección de texto
Emiliano Canto Mayén
Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra
sin permiso escrito del titular de los derechos
primera edición, 2011
Impreso en México.
Printed in México.
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MAGISTERIO YUCATECO
BOCETO BIOGRÁFICO
ÁNGELA GONZÁLEZ DE M.
POR
RODOLFO MENÉNDEZ DE LA PEÑA
Edición y prólogo
Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Cristóbal León Campos
Ilustres Maestros de Yucatán
Casa de la Historia de la Educación de Yucatán
Mérida, Yucatán, México
2011
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PRÓLOGO
Como precursora de la educación destinada a las niñas, la profesora Ángela González de Menéndez fue
una de las docentes más arraigadas en el alma de las
yucatecas, pues hasta bien entrado el siglo XX era recordada con respeto por sus discípulas de Tixkokob,
Valladolid, Izamal, Progreso y Mérida, según constató
el doctor Eduardo Urzaiz Rodríguez en una nota escrita In memorian de esta Ilustre Maestra nacida en La
Habana el 4 de septiembre de 1844, pero avecinada en
Yucatán desde 1869.
Aquel recuerdo surgido de la admiración que profesó el doctor Urzaiz por la profesora Ángela, se consideró justo por cuanto habían transcurrido mucho años de
la publicación de esta biografía que ponemos en sus
manos, escrita por don Rodolfo Menéndez en 1913, como un reconocimiento al valioso recorrido efectuado
por la maestra González de Menéndez, a través de cinco poblaciones principales del Estado, en las que fue
esparciendo su luz mediante una estela de colegios para niñas que dirigió o instituyó, y donde cultivó la enseñanza de las infantes del interior del Estado, con la
ayuda de su esposo el profesor Antonio Menéndez de
la Peña, cuya humildad influyó en el pensamiento de
Eduardo Urzaiz, que tuvo el privilegio de convivir con
la pareja en su …pequeña casa de mampostería y techos de
láminas… de Izamal de la que solía decir don Antonio,
con tono humorístico, que vivía …agachado bajo el zinc
en compañía de su esposa.
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Se sabe que el recorrido docente de la profesora
Ángela González de Menéndez, fue efectuado a lo largo de 47 años que significaron para ella, y desde luego
para su esposo Antonio e hijo Carlos, sacrificios y privaciones, pues además de las calamidades imperantes
en Yucatán, derivadas de la llamada "Guerra de Castas", tuvo que realizarlo en una etapa en la cual la enseñanza de las mujeres en el interior del Estado, no despertaba mayor interés entre gobernantes y particulares. Consta, asimismo, que en cada lugar donde dirigió, fundó o restableció algún colegio, la maestra Ángela sembró ternura, cultivó afectos y sentó las bases
para el posterior impulso de las Escuelas Mixtas que la
Revolución puso en marcha.
En Tixkokob su paso dejo tiernas huellas en el ánimo de las niñas, inscritas desde enero de 1870 en el
Liceo El Porvenir, que se llenó de las alumnas entusiasmadas por los cursos que comenzó a impartir. El Gobernador del Estado Manuel Cirerol, por su parte, tuvo
noticias de los resultados positivos de la infancia en ese
municipio, y después de valorar las actividades docentes de la maestra Ángela, que contó siempre con la ayuda profesional de su esposo Antonio Menéndez, resolvió invitar a este notable maestro para que ocupara
la dirección de un segundo colegio para niños inaugurado en la misma localidad de Tixkokob.
Cuando todo parecía indicar que por su empleo y el
cariño que la sociedad sentía por ellos, la familia Menéndez González fijaría su residencia en ese hermoso
poblado, sobre todo porque allá había nacido su hijo
Carlos, la maestra Ángela recibió una propuesta para
instaurar en Valladolid un liceo de niñas capaz de cubrir la demanda escolar de esa importante ciudad
oriental. A mediados de 1872 marcharon a Zací y bajo
la dirección de la profesora Ángela se instituyó el Liceo
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de Niñas de Valladolid, La Esperanza. En este nuevo
empeño escolar, se incorporó don Rodolfo Menéndez,
hermano político de doña Ángela, que recientemente
había arribado de Cuba, por segunda vez, a causa de
su militancia independentista.
Su permanencia en Zací pudiera parecer una estáncia breve, si sólo se valora mediante las fechas del calendario, pero cuando se miran los documentos transcritos en las páginas de este libro, donde los vallisoletanos expresan gratitud y hasta cierto punto tristeza por
su traslado a Izamal, donde el 1° de febrero de 1875
inaugura un colegio para niñas, la trascendencia del
periplo de la maestra Ángela cobra dimensiones reales.
Años después, de 1888 a 1898, Progreso recibirá sus conocimientos y ternura en el Liceo Martina Marín.
Esta nueva edición del Boceto Biográfico Ángela González de M., escrito por Rodolfo Menéndez de la Peña,
responde a la esperanza de muchos educadores que
desean encontrar un ejemplo para el diario accionar en
figuras e ideas de la educación, como esta distinguidísima profesora que tanto dio a las mujeres de Yucatán.
El lector podrá verificar que todo fue entrega desinteresada en la vida de esta Maestra cuyo busto adorna la
Rotonda de los Ilustres Maestros de Yucatán.
Añadimos en la presente edición dos documentos
testimoniales de la profesora Ángela González de Menéndez, no sólo como complemento del texto que escribiera su hermano político, sino para darle voz y revelar
dos facetas de su personalidad, una relacionada con el
cariño que tuvieron los profesores yucatecos que al
rendirle un homenaje solicitaron un discurso que se incluye íntegro, y otra con su intimidad religiosa. Como
todos los títulos que integran esta colección, Boceto
Biográfico Ángela González de M., escrito por Rodolfo
Menéndez, se propone restituirle su patrimonio al ma9
gisterio yucateco, que es el principal propósito de la
Casa de la Historia de la Educación de Yucatán, según
lo dispuesto en su decreto de fundación emitido por la
C. Gobernadora Constitucional del Estado, Ivonne Ortega Pacheco, el 15 de mayo de 2011.
Carlos E. Bojórquez Urzaiz
Cristóbal León Campos
Valladolid-Mérida, septiembre de 2011
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ÁNGELA GONZÁLEZ DE MENÉNDEZ
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MAGISTERIO YUCATECO
BOCETO BIOGRÁFICO
ÁNGELA GONZÁLEZ DE M.
POR
RODOLFO MENÉNDEZ DE LA PEÑA
MÉRIDA – YUCATÁN – MÉXICO
Imprenta y Linotipia de "La Revista de Yucatán"
Calle 59, número 462
1913
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I
TIXKOKOB
Esta educadora, que tan buenos servicios ha prestado a
la causa de la instrucción primaria en el Estado de Yucatán, durante varias generaciones de niñas, nació en la
capital de la gran Antilla el 4 de septiembre de 1844.
Fueron sus padres el Coronel del ejército español don
Manuel González Benítez y doña María Regla Serrano.
Desde sus primeros años, manifestó decidida aplicación y amor a los estudios, en los cuales se distinguió
de una manera especial. Al cumplir sus veinte primaveras, había terminado sus cursos profesionales, con
éxito satisfactorio.
A mediados de junio de 1865, solicitó exámenes de
grado ante la Junta de Educación de la Habana. Los actos resultaron lucidísimos y los componentes del Tribunal la felicitaron por el triunfo obtenido.
El 27 de junio del propio año, le fue expedido el titulo de Maestra de Instrucción Primaria Elemental por
el Gobernador Capitán General don Domingo Dulce.
Inmediatamente después de haberse graduado,
nombróla el Gobierno directora de la Primaria Escuela
de Niñas "Nuestra Señora de los Ángeles", de la floreciente villa de Sagua la Grande, situada a orillas del río
de su nombre, en la costa norte de la Isla, en la actual
provincia de Santa Clara. Al frente de esa escuela estuvo desde 1865 hasta el último día de abril de 1869.
Sus numerosas alumnas distinguíanse en los certámenes escolares de cada año, y su escuela fue la más
prestigiada de Sagua. Don Enrique Trillo y Figueroa,
presidente de la Junta local de Instrucción Pública y
Teniente Gobernador, supo estimar los trabajos de la
joven maestra y en uno de los exámenes de sus alum15
nas, la premió públicamente con tres onzas de oro, y le
dirigió palabras por extremo halagüeñas y honrosas.
El mismo día que renunció a la dirección de la Escuela, contrajo matrimonio con el Profesor Normal don
Antonio Menéndez, que también regenteaba una Escuela en Sagua la Grande. Las circunstancias políticas
de Cuba se presentaban a la sazón tan difíciles como
riesgosas. Los nuevos esposos determinaron emigrar y
escogieron para su residencia y su segunda patria, el
Estado de Yucatán en la República Mexicana. Tierra
amiga y hospitalaria y poco distante del suelo natal.
El inolvidable ciudadano don Eduardo Bolio, que
estuvo en Sagua algún tiempo, dedicado al comercio,
había dado informes completos de las costumbres yucatecas, de la bondad del país, del carácter generoso y
hospitalario de sus habitantes, y de la facilidad de hallar trabajo y hogar, tanto en Mérida como en las poblaciones del interior del Estado. Los hermanos Méndez (el Doctor don Bernandino, casado en Cuba, y don
Terencio) corroboraron las noticias del señor Bolio.
Esto decidió a los jóvenes maestros a trasladarse a Yucatán, y a mediados de mayo, desembarcaron en el
puerto de Sisal, en unión de otros miembros de su familia, algunos de ellos estrechamente perseguidos por
las autoridades españolas.
Estableciéronse en Mérida y desde luego, se consagraron a la enseñanza particular, poco remunerada en
verdad, en aquella época de renovación política.
El 28 de diciembre, con noticia de que se hallaba vacante la dirección del Liceo de Niñas de la villa de Tixkokob, solicitó la señora González de Menéndez la expresada dirección. El H. Ayuntamiento de Tixkokob,
en sesión del día 4 de enero de 1870, teniendo en cuenta "la buena conducta, moralidad e instrucción", así como los favorables antecedentes personales de la solici16
tante, accedió a sus deseos. El jefe político don Teodoro
Ancona apoyó el nombramiento, que confirmó el día 7
del propio mes, el Gobernador del Estado Licenciado
don Manuel Cirerol.
Vivísimo fue el entusiasmo que despertó en los padres de familia de la progresista villa de Tixkokob, la
llegada de la nueva profesora titular doña Ángela González de Menéndez. El Liceo, que recibió la simbólica
de nominación de El Porvenir, se llenó de las alumnas y
se emprendieron las tareas escolares con el mayor empeño y asidua dedicación y con arreglo a un amplio
programa de enseñanza.
Los buenos resultados no se hicieron esperar. En los
exámenes generales de ese año, verificados ya en el
mes de julio por decreto del Poder Ejecutivo de 26 de
abril de 1870 y no en el mes de diciembre, como había
sido tradicional costumbre, no obstante los pocos meses de trabajos escolares, las niñas del Liceo El Porvenir,
demostraron patentemente haber alcanzado notables
progresos, tanto en la parte educativa, a que ha dado
preferencia siempre la maestra de quien hablamos en
estas líneas, cuanto en la mente instructiva o intelectual. Su buen método de enseñanza y su excelente disciplina resaltaron nuevamente en los exámenes generales del siguiente año escolar.
Compusieron el sínodo muy ilustradas personas,
entre las que nos complacemos a citar al Licenciado
don José Correa Campo y a don José Eduvigis Enríquez, Director de la primera escuela de varones de la
localidad. La segunda la fundó especialmente el señor
Cirerol para que la dirigiese, como la dirigió, don Antonio Menéndez.
Distinguidos miembros de la sociedad vallisoletana
que tuvieron ocasión de enterarse de las disposiciones
pedagógicas de los esposos Menéndez, así como de sus
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modestros triunfos escolares, propusiéronles, después
de la revolución de 1872, establecer en Valladolid un
buen Colegio para señoritas, con los mejores elementos
de porque entonces podía disponerse. Hiciéronles proposiciones favorables para que se trasladaran a la Sultana del Oriente. Allí tendría la profesora González,
ayudada de su esposo, más vasto radio de acción para
desplegar sus facultades de educadoras. El nuevo foco
de enseñanza oriental sería por completo ajeno a la influencia política de los partidos contendientes. La escuela, madre común de la niñez nacional, es campo de
neutralidad perfecta a que no llegan los ecos de las disensiones populares.
El que predica y el que enseña se hallan bien en sus
respectivos templos, y no pueden tomar parte alguna
en las contiendas o rivalidades intestinas. Iban, pues,
en los maestros a Valladolid a levantar la hermosa tienda de la enseñanza primaria inferior y superior, llenos
de fe, de generoso aliento, y con el alto propósito de
contribuir con todas sus energías al adelanto y buena
dirección de la niñez valisoletana.
En Valladolid fueron recibidos con toda clase de
consideraciones, ya de parte de las autoridades, ya de
las familias.
Muy sentida fue la separación de Tixkokob, donde
doña Angela González dejaba numerosas discípulas y
muy estimados amigos; donde dejaba también los huesos de su adorado padre, fallecido allí en 1870. La progresista e ilustradora sociedad tixkokobense supo apreciar los esfuerzos de la joven preceptora en pro de
la educación femenina, tan descuidada por entonces, o
no existente, en otras localidades.
Otra prenda de afecto y gratísima recordación llevaba consigo la exdirectora del Liceo El Porvenir, que decía ¡adiós! a Tixkokob: su hijo Carlos nacido en la pa18
tria del Licenciado don Manuel Romero Ancona, el 10
de mayo de 1872.
El programa del citado Liceo no sólo se ajustó a las
condiciones de las escuelas primarias de aquel tiempo,
en el cual, por decirlo así, se constituían las bases de la
enseñanza femenina, pues además de los ramos de escritura, lectura, aritmética, gramática, geografía de México, moral y urbanidad, economía doméstica y labores
de mano, se enseñaron complementariamente otros de
la mayor importancia.
Don Teodoro Ancona, inolvidable Jefe político de
Tixkokob, dijo más tarde, en un certificado que expidió
a la profesora Ángela González de M.:
"Se distinguió por su perseverancia y su celo en el
cumplimiento de su deber profesional, en el transcurso
de tiempo que tuvo a su cargo el Liceo de niñas El Porvenir. Presentó exámenes de satisfactorios resultados,
los cuales merecieron todas las veces la aprobación de
las autoridades y de los padres de familia".
II
VALLADOLID
A mediados de 1872, se hizo cargo de la dirección del
Liceo de Niñas de Valladolid, La Esperanza. Las señoritas de las principales familias valisoletanas y niñas de
los suburbios, en crecido número, se inscribieron como
alumnas en el plantel de enseñanza primaria inferior y
superior que abría nuevamente sus puertas a la niñez
femenina.
El plan de estudios abrazaba dos partes: una para
las niñas que empezaban sus estudios, y otra en que se
enseñaban las asignaturas de la primaria superior.
Aritmética demostrada, gramática castellana en exten19
so, geografía universal, dibujo lineal, historia, derecho
público constitucional, moral y urbanidad, economía
doméstica y labores de manos.
Ayudaban a la Directora en sus loables tareas, su esposo y el que estas líneas escribe.
Grandes fueron los adelantos que manifestaron las
alumnas de una y otra sección en los exámenes de
1873. Valladolid era, sin disputa, la población yucateca
del interior en que mayor aprecio se hacía de la educación pública. Allí todos se empeñaban ardientemente
en los asuntos de la enseñanza de la juventud.
Las autoridades, los padres de familia, los amantes
del progreso intelectual y aun los mismos alumnos y
alumnas se hallaban poseídos del más vivo entusiasmo
en cuanto hacía relación a las escuelas y a las labores
pedagógicas. Daba gusto trabajar en un pueblo así, y
por tal causa, los profesores se esforzaban más y más
para merecer la confianza de aquella sociedad y por
conseguir el adelanto de los estudiantes que se encontraban bajo su dirección.
En los referidos exámenes, llamó la atención la clase
titulada: "Lecciones de cosas" a cargo del que hace esta
referencia, y que por vez primera figuraba allí en un
programa de exámenes. Servía de texto el mismo del
educador inglés Isabel Mayo, publicado en 1865, y que
más tarde arregló el profesor angloamericano Sheldon.
No debemos aquí pasar en silencio lo que significaban los certámenes escolares en la siempre querida ciudad, patria del insigne filósofo don Pablo Moreno. Puede decirse que toda la población se interesaba de un
modo u otro, en ellos. Las familias acudían gustosas a
presenciar las pruebas literarias de la niñez. Presentaban la mayor atención a cuanto se preguntaba a los
examinados y a cuanto respondían, y esto en todas las
asignaturas. Celebraban y aplaudían las composiciones
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poéticas y los discursos que en la tribuna de la escuela
pronunciaban las señoritas y los jóvenes alumnos del
Liceo Hidalgo. Las distribuciones de premios revestían
un carácter solemne. Se alentaba y recompensaba a los
maestros, y los días de las fiestas pedagógicas se consideraban como días de fiesta popular y patriótica. Todo
lo más visible y granado de la ciudad concurría a la escuela a presenciar los torneos de la inteligencia juvenil,
sin que se diera el caso que las celosas autoridades se
fastidiasen aunque los actos escolares se prolongaran
algunas horas más de las calculadas, en cada uno de
los días prefijados para los exámenes y distribución de
premios.
El año escolar de 1873 a 1874, fue asimismo de generosos entusiasmos, de continuados y persistentes afanes. Las alumnas habían aumentado, y los exámenes
generales quedaron con más lucimiento aún que los
del año anterior. La Directora del Liceo La Esperanza
fue calurosamente felicitada por las autoridades y los
padres de familia, y, además premiada "monetariamente" por sus desvelos en pro de la educación del bello sexo valisoletano. ¡Bella costumbre la de premiar el
pueblo a los maestros por sus buenas tareas anuales!
Tal costumbre existió entre nosotros hasta hace todavía pocos años. Una ley del Estado concedía, en calidad de premio, la mitad del sueldo que disfrutaba, al
maestro de primeras letras cuyos alumnos presentasen
extraordinarios conocimientos, a juicio de las Juntas
examinatorias.
Un distinguido escritor, amante como el que más de
los progresos de la región oriental, Aristófanes (don
Felipe Pérez Alcalá), que tuvo ocasión de presenciar
los exámenes generales de 1874, decía, con fecha 14 de
julio, en una correspondencia dirigida a La Razón del
Pueblo, periódico oficial del Estado:
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"El Liceo dirigido por doña Ángela González de
Menéndez, instalado en un amplio, ventilado y cómodo local, se rige por un buen sistema. Cada señorita tiene su bufete independiente y exclusivo. Los textos de
enseñanza son escogidos con acierto. El Liceo posee
una esfera terráquea y otra celeste y mapas de las diversas partes del mundo y también de la República y
del Estado".
"No pretender elevar la inteligencia del alumno a la
altura del maestro, sino descender ésta, como una luz,
a disipar las sombras de aquélla, empleando un lenguaje fácil y comprensivo, tal es el método que sigue".
"¡Atrás la rutina! No basta saber: es preciso saber
enseñar".
"En los ramos que vimos examinar, celebramos mucho los de moral y geografía. Causaba inmensa satisfacción ver niñas de ocho y diez años disertar sobre los
deberes domésticos de la mujer y acerca de cuestiones
geográficas, allí en el seno desgarrado de esa bella Sultana, de nuestra amada Valladolid".
"El Liceo se sostiene principalmente por los hijos de
Valladolid, no obstante la gran penuria y el abatimiento profundo de la población. Las alumnas son tratadas
con finura, gracia y delicadeza y respondían sin embarazo, con naturalidad, y la sonrisa en los labios, ante la
numerosa e ilustrada concurrencia".
"Felicitamos cordialmente a los vallisoletanos, y al
propio tiempo, a los maestros por su interés y desvelos
en la regeneración de nuestro desvalido Oriente y la
prosperidad de un país que los ha adoptado como
hijos".
Los triunfos escolares de la maestra González en
Valladolid, alcanzábalos en momentos en que los partidos políticos en armas agitaban el Estado y producían
zozobras y desconfianzas en todos los ánimos. En esa
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época no se pagaba a los maestros con regularidad, y
cobrar un sueldo íntegro era cosa que hubiera alegrado
profundamente a los obreros de la enseñanza.
Cumplido el tiempo que ofreció estar "la maestra
Ángela" (como la llamaban sus discípulas) en la histórica y culta ciudad de Valladolid, determinó radicarse
en Izamal, donde varios amantes de la educación solicitaban sus trabajos pedagógicos. El día 15 de enero de
1875, se le admitió la renuncia que hizo de la Dirección
del Liceo La Esperanza. El Gobierno del señor Licenciado don Eligio Ancona ofreció pagarle varios sueldos
que se le adeudaban, y así lo hizo algún tiempo más
tarde.
La separación de Valladolid resultó harto dolorosa
para la amantísima maestra. Lágrimas de cariño brotaron de sus ojos al decir adiós a sus discípulas y amigos
cuando, a fines del citado mes, se despidió de ellos para dirigirse a la ciudad de los Cerros.
Otra circunstancia hacía para ella más triste aquel
momento. Como Tixkokob había dejado las cenizas de
su amado progenitor el Coronel González Benítez, en
Valladolid dejaba también las de la noble señora que le
sirvió de madre, doña Josefa López Gavilán, segunda
esposa de su padre, la que había fallecido allí el 23 de
marzo de 1873.
El jefe político don Carlos Moreno Navarrete le
otorgó voluntariamente un honrosísimo certificado, en
el cual constaba lo mucho y bien que durante el tiempo
en que Ángela González de M. estuvo al frente del Liceo La Esperanza, había trabajado en pro de la educación del bello sexo valisoletano, por su parte el H.
Ayuntamiento, en otro documento semejante decía estas palabras:
"Desempeñó su encargo con estricta puntualidad,
honradez y perseverancia. Tanto los padres de familia
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como las autoridades, quedaron plenamente satisfechas del buen éxito que alcanzaron sus trabajos, así como el haber presentado con regularidad los exámenes
prevenidos por las leyes".
III
IZAMAL, PRIMERA VEZ
El 1° de febrero de 1875, abrió su Colegio en la ciudad
de Izamal, en amplia casa, con buen mobiliario y más
de sesenta alumnas. El plan de estudios era mucho
más amplio que el oficial.
El H. Ayuntamiento izamaleño acordó al nuevo
plantel de enseñanza $ 25 mensuales, con la obligación,
por parte de la Directora, de admitir a veinte niñas pobres.
El Liceo oficial de niñas, acaso por la insuficiencia
de la dotación, se hallaba vacante hacía más de dos
años. Los $ 25 que le estaban asignados fueron los que
el H. Ayuntamiento, de acuerdo con el Jefe Político y
mediante la aprobación del Gobierno, señaló a la nueva preceptora. La asignación aumentó en $ 10 el 5 de
junio por la enseñanza de diez niñas más. Las alumnas
particulares pagaban cuotas de un peso, de dos y aún
de tres.
Con tales bases, se fue organizando y desarrollando
la escuela, con verdadero carácter de municipal, hasta
el 1° de junio de 1877, fecha en la que, siendo Gobernador del Estado don José María Iturralde, asignó a la señora González de Menéndez $ 300 anuales. Con el
sueldo del Gobierno y la subvención municipal, reunió
la directora $ 60 y lo poco que, a la sazón, pagaban seis
u ocho niñas particulares.
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Consignemos, antes de pasar adelante en este esbozo biográfico, algunas noticias relativas a la enseñanza
femenina en la ciudad de los Cerros.
A falta de verdaderas escuelas de instrucción primaria, dirigidas por maestras titulares (que no existían antes de la época a que se refieren estas líneas) las amigas
o pequeñas escuelas hicieron mucho bien a las generaciones izamaleñas en la primera mitad del siglo XIX y
parte de la segunda.
No podemos prescindir de citar aquí, rindiendo tributo a su memoria, los nombres de algunas de las humildes, pero beneméritas mujeres que consagraron en
Izamal su vida a la educación de la infancia.
Doña Josefa Ancona, madre del preclaro Obispo de
Yucatán don Crescencio Carrillo y Ancona, tuvo durante muchos años una escuela muy concurrida. Después se hizo estimar de toda la sociedad izamaleña doña Agapita Cervera, más conocida con el nombre de la
maestra Agapita.
Ya en los primeros años de la década comprendida
entre 1850 y 1860, doña Eufemia Chaviano de Fernández, nacida en la Isla de Cuba, estableció un Liceo particular de niñas en Izamal. Doña Eufemia fue la primera maestra izamaleña que alcanzó, según parece, una
subvención municipal, aunque corta. Después de haber
trabajado varios años en Izamal se trasladó a Hoctún y
allí permaneció frente al Liceo de Niñas hasta 1879.
Doña Eufemia se distinguía particularmente en el ramo
de labores de mano, y su esposo, don Vicente Fernández, que también dirigió la escuela pública de Izamal,
la ayudaba en sus tareas.
Otra maestra, doña Encarnación Ávila de Ramírez,
merece igualmente honorífica mención. En compañía
de dos señoritas de su familia, dirigió por muchos años
25
un Liceo particular de niñas, el cual dio los mejores resultados.
En 1888, le fue confiada la dirección de una escuela
rudimental mixta de párvulos. Dicha escuela, que recibía $ 25 mensuales del fondo municipal llegó a contar
con 52 alumnas.
Pero el Estado de la enseñanza del bello sexo, en
Izamal y su partido, no era nada favorable hacia 1875.
Se necesitaba crearlo todo, desde el buen método de
enseñanza hasta el amor a la escuela; desde el mobiliario aceptable, hasta el local vivible.
Poco a poco mejoróse el establecimiento de la señora González de M., hasta llegar a adquirir excelentes
condiciones pedagógicas y hallarse debidamente organizado. Se trabajó con empeño y asiduidad, con verdadera vocación y noble entusiasmo. Del resultado de los
primeros exámenes puede juzgarse por una comunicación, de fecha 7 de abril de 1876, que dirigió a la Directora de la Sociedad de Instrucción Primaria, recientemente establecida en Izamal por algunos fervorosos e
ilustrados amigos de la enseñanza popular.
La comunicación está firmada por el doctor don
Braulio A. Méndez, Presidente de la Sociedad, y autorizado por el Secretario don Felino Pacheco Pasos, de
grata memoria. Después de felicitar a la preceptora por
el brillante resultado de los exámenes, celebrados los
días 1° y 2 de abril, añadía a nombre de la Sociedad el
honorable presidente:
"Reconocemos debidamente el importante servicio
que presta usted a la sociedad izamaleña, dirigiendo
con tanto acierto y afán, un establecimiento de enseñanza en que se educa a la juventud del bello sexo de
esta ciudad, cuya cultura reclamaba, hacía tiempo, un
Instituto de educación como el que usted dignamente
dirige".
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Al mismo tiempo, recibía el nombramiento de Socia
honoraria de la Sociedad de Instrucción Primaria.
Desde 1875 a 1888 desempeñó la dirección pública
del Liceo de niñas de Izamal. Sus triunfos escolares
fueron tantos como los años que al frente de él estuvo.
Los exámenes de sus alumnas quedaron siempre
muy lucidos y constituyeron hermosas fiestas de la inteligencia. A esas fiestas asistían las autoridades, la comisión de la Sociedad de Instrucción Primaria, los padres
de familia y las personas amantes de la educación de la
mujer. Los periódicos de la localidad, La Infancia y El
Sol de Mayo, en varias ocasiones, tuvieron frases de aliento y de expresiva felicitación para la modesta educadora, que sólo aspiraba a la gloria de formar generaciones de niñas para la vida honesta del hogar y para
que fuesen ornamento y brillo de la sociedad izamaleña.
Por fin, llegó el momento en que le fue preciso separarse de la ciudad de sus afectos. Presentó la renuncia
de la dirección del Liceo, renuncia que aceptó el señor
General don Guillermo Palomino, el 23 de febrero de
1888. Al tener noticia de este suceso, el H. Ayuntamiento le dirigió la siguiente comunicación:
"Después de 13 años de estar a cargo de usted el Liceo de señoritas de esta ciudad, por motivos de salud,
se ha visto obligada a dejarlo para fijar su residencia en
la ciudad de Progreso. Esta determinación forzosa la
han visto con pena los habitantes de Izamal, especialmente los padres de familia que, tranquilos y gustosos,
tenían a sus hijas confiadas a la inteligencia y acertada
dirección de usted".
"La actual sociedad izamaleña está adornada de un
considerable número de señoritas, flores cultivadas por
la mano diestra de usted. Muchas de las niñas que fueron alumnas de usted, son hoy madres de familia, mo27
delos de educación y moralidad, esposas que constituyen la dicha del hogar, tranquilo y feliz".
"Por tales motivos, la gratitud hace que Izamal se
apene por la separación de usted, no sólo porque pierde a la inteligente Directora de sus hijas; sino a la amiga, tierna y cariñosa, a la sacerdotisa de la educación,
de importantísimo cometido sobre la Tierra".
"En esta virtud, el H. Ayuntamiento, interpretando
los sentimientos del pueblo que representa, y agradecido por los servicios que prestó usted durante 13 años
en esta ciudad, en el ramo de la enseñanza de la mujer,
ha acordado en sesión de ayer, dirigir a usted la presente comunicación, tributándole un voto de gracia por
el acierto, la constancia y la buena voluntad con que
desempeñó la dirección del Liceo de niñas que estuvo
a su digno cargo".
"Ofrece a usted este cuerpo su consideración y justa
estima".
"Libertad y constitución".
Izamal, 28 de febrero de 1888.
Manuel Bolio, Presidente. – P. Canto, Secretario".
Otra manifestación de aprecio, de tanta entidad como
ésta, recibió la profesora González de M., en los mismos momentos de separarse de su destino. Queremos
referirnos a una carta que le dirigieron noventa y nueve señoritas, discípulas suyas (1875-1888), de lo más
florido de Izamal, con fecha 29 de febrero del citado
año:
"Señora y amiga nuestra, decían las firmantes, al veros partir la mañana del 29 de este mes, nuestros corazones han sido oprimidos por el dolor y de nuestros
ojos han brotado abundantes lágrimas. Vuestra separación de esta ciudad significa el alejamiento de la madre
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tierna y cariñosa de sus hijas, que la aman con entrañable afecto".
"¡Qué desdichadas somos! Después de tenernos
aquí tantos años, siendo nuestra mejor amiga, nos vemos obligadas a decirnos adiós. De vos hemos recibido
el pan bendito de la educación. Por eso, al vernos hoy
apartada de nosotras, no podemos menos que lamentar nuestra suerte".
"Muchas de nosotras somos ya madres de familia y
si gozamos ventura en el hogar; si tenemos la consideración de la sociedad; si en una palabra, somos felices,
es porque desarrollamos las sabias máximas de moral
que nos habéis transmitido; es, en fin, porque nos habéis hecho el beneficio de educarnos. ¡Bendita seáis,
tierna y generosa amiga! Nuestros hijos, a quienes les
haremos presente la gratitud que os debemos, os recordarán cariñosamente".
"¿Cómo olvidaros, pues, si tanto hemos recibido de
vos? "
"Desgraciadamente, vuestra salud os obliga a buscar
otros aires. ¿Qué importa? Si en lo material quedaremos lejos, nuestros espíritus jamás se pueden separar.
El amor es una cadena inquebrantable; la gratitud un
vínculo que no disuelven ni el tiempo, ni la ausencia".
"No olvidéis nunca que hay corazones aquí que laten al unísono del vuestro; que hay hijas espirituales
que os aman; labios que os bendicen, brazos siempre
dispuestos a estrecharnos, como estrechan las hijas a
sus idolatradas madres".
De esta manera tan honrosa, tanto para Izamal como para la maestra, concluyó ésta su primera estancia
en la ciudad de los Cerros, a la que habría de volver
once años después a continuar su labor educativa.
29
IV
PROGRESO
La llegada a Progreso, en marzo de 1888, de la profesora Angela González de M., coincidió con el pensamiento o propósito del H. Ayuntamiento, de refundir los
tres Liceos de niñas en uno solo, que se denominaría
"Colegio Civil de Niñas". La señora González de M. era
la indicada para dirigir el nuevo centro de enseñanza,
cuya dirección se le ofrecía. Tal medida, empero, no
pudo llevarse a cabo por entonces, "en virtud de la diferencia de los elementos que presentaban los tres Liceos de niñas y de que los fondos municipales no permitían en aquel momento verificar la refundición…",
como lo han aseverado en un documento los apreciables y distinguidos señores Demetrio Traconis García y
Diódoro Domingo, que respectivamente ejercían las
funciones de Presidente del H. Ayuntamiento y de Inspector de las Escuelas de Progreso, en la época de referencia.
Pensóse entonces, mientras llegaba el día (que se
consideraba próximo) de la proyectada refundición de
las Escuelas, en establecer un Liceo, que recibió el nombre de Martina Marín en memoria de la primera maestra oficial que hubo en el Estado de Yucatán (1816) instalóse en un adecuado local, con mobiliario traído de
los Estados Unidos, y 14 señoritas de lo más escogido
de Progreso, número que fue aumentando hasta alcanzar una crecida dotación. El ciudadano don Demetrio
Traconis García, antiguo e ilustrado maestro de instrucción primaria en las ciudades de Ticul y Valladolid, trabajó empeñosamente en la fundación de este
nuevo foco del saber, en el cual se educaban sus inteligentes hijas.
30
El Liceo Martina Marín funcionó con toda regularidad desde marzo de 1888 a igual mes de 1894. Presentó
magníficos exámenes de estatuto, adquirió prestigio y
se granjeó la confianza de las familias.
En marzo de 1894, se vino a conseguir la refundición de las Escuelas, tanto de varones como de niñas,
en la ciudad de Progreso. En esa fecha, los tres Liceos
de niñas constituyeron una sola Escuela oficial, que llevó la denominación de Martina Marín, la propia que tenía el Liceo de doña Ángela desde 1888.
Organización del refundido plantel de enseñanza:
Directora y profesora del cuarto año, doña Ángela
González de M.
Secretaria del establecimiento y profesora del tercer
año, señorita Candelaria Ruz y Patrón.
Profesora del primer año, señorita Carolina García
López.
Adjunta para el año escolar al que concurriese mayor número de alumnas, señora Carolina Cámara de
Pardío.
Refiriéndose los señores Traconis y Domingo al Liceo de Marina Marín, antes de la refundición, y teniendo
en cuenta la circunstancia en que se fundó este Colegio
y sus inmediatas relaciones con las autoridades municipales y políticas, afirman, en el citado documento,
que pueden considerarse como oficiales los trabajos
prestados por doña Ángela González de M. desde 1888
hasta 1894.
El movimiento escolar en Progreso durante la presidencia del señor Traconis García y la Inspección municipal del señor Domingo, adquirió notables proporciones. Ambos honorables ciudadanos habían ejercido
el magisterio de instrucción primaria durante varios
años, con el mejor resultado, de modo que tenían debidamente comprobado su amor por la santa causa de la
31
educación popular. No sorprende, pues, que en Progreso hubiesen impulsado eficazmente la enseñanza,
elevándola a envidiable altura.
Al fundarse en 1888 el Liceo Martina Marín, existían
en la ciudad de Progreso las siguientes escuelas de niñas:
Primero Liceo Juárez, fundado el 30 de enero de
1873 y los Liceos elementales Leona Vicario y Josefa Ortiz.
De varones: 1ª Escuela primaria superior, titulada:
Progreso; Escuela nocturna El Comercio y las escuelas
rudimentales Libertad y Democracia.
Dirigían las escuelas de la ciudad de Progreso nueve profesores, casi todos titulados. Niños matriculados
486; asistencia media 336. Los muebles y útiles, modernos casi todos, llegaban al número de 455 y los libros
de enseñanza a 84. Los gastos de las escuelas corrían
por cuenta del H. Ayuntamiento.
Cuando se refundieron las escuelas de varones,
diose al nuevo establecimiento el nombre del inolvidable maestro y amigo de la enseñanza Antonio García
Buela.
Maestros que trabajaban en 1888: señores, Antonio
Menéndez, Diódoro Domingo, Amado Villa y Filemón
R. Villafaña. Maestras: Ángela González de M., Josefina Flores, Rosalía Acevedo de Canepa, Carolina García
López y Carolina Cámara de Pardío.
Hermosas fiestas de la inteligencia se celebraban en
el período de los exámenes y con motivo de las distribuciones de premios. A veces era el teatro Ocampo el
apropiado lugar que escogían las autoridades para solemnizar los solemnes actos a que nos referimos. Allí
se reunía todo el progreso intelectual y amante de la
difusión de las luces. Las armonías de la música y los
discursos y composiciones poéticas de los alumnos y
32
alumnas; la concurrencia de innumerables personas
del sexo femenino; los preciosos libros y objetos escolares que se ofrecían a los estudiantes y señoritas que
más se habían distinguido en las labores del año, formaban un cuadro del mayor interés a los ojos de cuantas personas creen que las escuelas constituyen las firmes bases de la civilización. ¡Grato era contemplar cómo allí se alentaba y glorificaba a la niñez estudiosa,
llamada con razón la patria del porvenir!
Volviendo a nuestra biografiada, diremos que desde
marzo de 1894 hasta noviembre de 1898 estuvo, como
Directora, al frente del Liceo referido, trabajando con la
dedicación y el entusiasmo de siempre, y mereciendo
la confianza de las autoridades y de los padres de familia.
El 26 de noviembre de 1898, el H. Ayuntamiento de
Progreso, su Presidente el Licenciado don Rafael Pérez
Marín, le concedió una licencia de dos meses, con objeto de trasladarse a la capital de Cuba para tratar de restablecer su salud. Como no recuperase ésta en el tiempo determinado, renunció a la dirección del Liceo de
Progreso.
En seguida, se trasladó a Izamal y empezó de nuevo
sus meritorios trabajos.
V
IZAMAL (SEGUNDA VEZ)
Izamal recibió regocijado a la antigua educadora de
sus bellas y sencillas hijas. Las viejas relaciones se renovaron y pronto se vio rodeada de discípulas y amigos.
El segundo Liceo de niñas tomó notable incremento
bajo su dirección, ya en el número de alumnas, ya en
33
los adelantos de las mismas. Los exámenes generales
volvieron a obtener el brillo de pasados años, y la enseñanza que en él se impartía, a merecer el aplauso del
ilustrado público izamaleño.
Señaladas muestras de aprecio ha recibido de las
autoridades y particulares en esta segunda vez de residir en la culta ciudad de los Cerros. Entre esas manifestaciones, debemos tomar nota de una comunicación
oficial que recibió del pueblo de Kantunil (Partido de
Izamal) con fecha 6 de mayo de 1903. Al inaugurarse la
Casa-Escuela para señoritas, la H. Junta Municipal del
expresado pueblo, acordó por unanimidad poner a la
escuela el nombre de Ángela González, "en justo y merecido honor de usted, decía la H. Junta, teniendo en consideración no sólo sus dotes de ilustración y su talento,
sino el ser usted una de las maestras que hace más de
treinta años viene prestando sus nobles servicios a la
santa causa de la enseñanza en la cabecera del Partido
de Izamal". Firman la comunicación el Presidente Municipal don Nicolás García y el Secretario don Manuel
G. Burgos.
Las ideas escolares fueron progresando en Izamal,
lo mismo que en todo el Estado. La organización de la
enseñanza, de conformidad con los modernos cánones
pedagógicos, adquiría mayor perfección. Los métodos
modernos reemplazaban a los antiguos procedimientos
y a las fórmulas rutineras que se empleaban en otra época para transmitir las nociones del saber. En Yucatán
se ha venido operando una completa evolución en la
obra educativa, y los maestros para hallarse al corriente del movimiento contemporáneo en lo que atañe a la
labor docente, han tenido que redoblar sus afanes, que
procurarse las mejores obras del ramo a que consagran
su existencia, que estar atentos a los avances de la metodología (base y secreto del arte-ciencia de enseñar),
34
que conocer a fondo las nuevas leyes y reglamentos, en
una palabra, que estudiar continuada y provechosamente cuanta referencia haga a su dedicadísima profesión, para no verse rezagados o preteridos en el grandioso desarrollo de la educación popular, acaso la conquista más importante y trascendental del espíritu humano.
La señora González de M. no es del número de
aquellas vírgenes del evangelio que acudían a la fiesta
simbólica con lámparas, pero sin aceite. Perseverante y
entregada al estudio, observada y experimentadora, no
descuidó un punto la conversación y el aumento del
caudal de su saber; no se contentó nunca con las nociones anteriormente adquiridas y practicadas, sino que
ansió y procuró extender más y más el horizonte de
sus conocimientos pedagógicos. Así pudo dar siempre
cumplido acatamiento a la preceptuado en las nuevas
fórmulas escolares; así estuvo siempre debidamente
apercibida para inculcar a sus numerosas alumnas los
principios de la educación primaria inferior y superior
en sus distintos años o períodos.
Desde que comienza el año escolar de 1899 a 1900
hasta el 28 de abril de 1907, o sea en un lapso de poco
menos de ocho años, aparece en primer término, al
frente de la enseñanza oficial femenina en la histórica
ciudad de sus más caros afectos. En esos ocho años, alcanza nuevos triunfos en el campo de la inteligencia y
se conquista el amor y la gratitud de centenares de algunas juveniles y el mayor aprecio de las autoridades y
de los padres de familia. En las fiestas de la instrucción
y del talento que periódicamente celebraba en el Colegio que dirigía con aplauso de todos, manifiéstanse por
modo especial el resultado de sus brillantes disposiciones educativas y de sus trabajos asiduos, perseverantes
y fructíferos. Y de ello dan testimonio artículos publi35
cados en la prensa yucateca, documentos librados espontáneamente por las autoridades y felicitaciones y
muestras de gratitud de los padres de familia y de las
jóvenes que de ellas recibían el eucarístico pan del espíritu y la sabia generosa de la moral más pura.
VI
EL 28 DE ABRIL DE 1907
INAUGURACIÓN DE LA CASA ESCUELA
Este día será memorable en los anales de la educación
pública izamaleña. En él se abrieron a la niñez las
puertas del "Palacio de la Escuela".
Demos algunas noticias acerca del festival, que con
este motivo se celebró, y también del nuevo edificio.
En el Gobierno del General don Francisco Cantón,
siendo Jefe Político don Heliodoro Rosado, adquirió el
Ayuntamiento de Izamal en la cantidad de $ 2,000 el
terreno en que se levantó la Casa Escuela para niñas en
1907.
Para entender en todo lo relativo a la construcción
del templo de Minerva que se proyectaba, reunir los
fondos necesarios y no cesar hasta no ver terminada la
obra que habría de ser utilísima a la niñez femenina y
servir de ornamentación a la ciudad, nombróse una
Junta directiva de la que fue Presidente el digno Jefe
Político Doctor don Braulio Antonio Méndez. Integraban la expresada Junta los apreciables y diligentes ciudadanos: don Francisco Calero Rivas, don José María
López, don Pablo Bolio, don Pedro Bautista, don José I.
Reyes Pasos, don Tiburcio Mena y don José G. Mena
Alcocer, profesores los dos últimos. Todos, en verdad,
procedieron con entusiasmo, celo y actividad, hasta llegar a feliz término la importantísima reforma.
36
Iniciarónse los trabajos en la administración del Licenciado don Olegario Molina, el 1° de agosto de 1904.
La parte técnica estuvo a cargo del inteligente y laborioso Ingeniero don Miguel Medina Ayora. El contratista fue don Marcial Justo Barreiro.
Para el trazado de este edificio, así como para el de
otros muchos que se han erigido en nuestra floreciente
entidad federativa, gracias a la cultura de sus gobiernos y de sus habitantes en general, tomarónse por modelo países de nuestra raza, pedagógicamente tan adelantados como Francia y Bélgica; pero siempre con
las naturales modificaciones correspondientes a nuestro clima y maneras especiales de desarrollarse nuestra
vida.
El edificio es de mampostería, amplio y elegante.
Tiene los departamentos correspondientes a cada año
escolar y un hermoso salón para actos públicos. Inodoros ingleses y servicio de agua suministrada por un
motor de aire. En los jardines se formaron cuadros y
pilas de exquisito gusto. Todo el edificio se halla circundado por una verja de hierro. Los salones se decoraron sencilla, pero artísticamente.
El costo de la obra, incluyendo el mobiliario y material de enseñanza (el primero fabricado en la Penitenciaría "Juárez") ascendió a $ 45,000. De ellos $ 26,971.05
suministrados por el Gobierno y $ 18,028.95 por el Ayuntamiento y los vecinos de Izamal.
La fiesta de la inauguración de la Casa Escuela resultó lucida en extremo. En la mañana del citado día,
llegó a Izamal, que lo esperaba vestida de gala, acompañado de connotados caballeros de Mérida y otras
poblaciones, el Gobernador del Estado don Enrique
Muñoz Arístegui, con objeto de presidir el acto significativo que iba a celebrarse.
37
Un adecuado programa sirvió de gruta para el desarrollo de la espléndida manifestación de Progreso, previamente anunciada. Caballeros y damas de la mejor
sociedad izamaleña concurrieron, en gran número, a la
Casa Escuela, a la que se trasladó, momentos después
de su llegada, el Jefe del Estado con sus acompañantes.
En lugar distinguido del salón de actos, apareció el retrato del señor Licenciado don Olegario Molina. Hicieron uso de la palabra en el acto solemne de la inauguración el Doctor don Pastor Rejón Ramírez, el joven
don Rafael Mediz Bolio y las profesoras doña Ángela
González de Menéndez y doña Pilar Fontanilles de
Rueda.
El Gobernador del Estado pronunció una breve, pero oportuna alocución y terminó con estas palabras:
"Hoy 28 de abril de 1907, queda oficialmente inaugurada la Casa Escuela que han de ocupar los liceos primero y segundo de niñas de la ciudad de Izamal, refundidos en uno solo con la denominación de Colegio Civil de
Niñas".
Una excelente orquesta amenizó la función, con escogidas piezas musicales al principio y en los intervalos de los discursos, y concluyendo con tocar el glorioso HIMNO NACIONAL. Al escucharse las primeras
notas de éste, el Gobernador y toda la numerosa concurrencia se pusieron de pie y concentraron su pensamiento en la Patria, en la augusta madre de todos, haciendo votos por su felicidad y su grandeza.
38
VII
EL COLEGIO CIVIL DE NIÑAS DE IZAMAL
Un periodista español que, en calidad de representante
de El Diario Yucateco1 fue testigo de la solemnidad verificada en Izamal, con motivo de la inauguración de la
Casa Escuela, a la cual calificó de "hermoso palacio de
la educación y la enseñanza, en el que no se había omitido gasto alguno, ni sacrificio para dotarlo de cuantos
elementos requieren las modernas escuelas", se complugo en decir que "había sido testigo del júbilo y el
entusiasmo de un pueblo que veía compensados sus
esfuerzos y sus afanes, con una brillante fiesta en la
que hubo discursos enaltecedores de la cultura y versos aromados por el cariño patrio, por el cariño a la patria chica".
Elogiando el ilustrado escritor las piezas oratorias
leídas y pronunciadas en la inauguración de la Casa
Escuela, se expresaba en estos términos: "Cuando las
inteligencias descubren su hermosa actividad; cuando
forman un conjunto de sanas emulaciones, nada tan
grato como aquilatar méritos a la justicia, ante cuya
bendita sombra repongo las energías de mi alma".
Refiriéndose, en lo particular a la alocución de la Directora de la segunda escuela de niñas, dijo: "La señora
Ángela González de Menéndez, que en Izamal tiene
tantos corazones amigos como habitantes, muy emocionada leyó un inspirado discurso. Antes y después
de la lectura, se le tributó una estruendosa ovación a la
futura Directora del nuevo plantel de enseñanza izamaleña". "La ovación hecha, ovación entusiasta y cariñosa, a doña Ángela González de Menéndez, me indicó, en primer lugar, que en la venerable señora se con1
El señor Mariano Sánchez de Enciso.
39
densaba una vida de trabajo y de sacrificio, en pro de
la cultura escolar. En todos los labios había una afirmación y en todos los ojos una cariñosa esperanza así traducida: es la profesora de tres generaciones y a ella se
debe la sana y firme educación que es gala y ornato de
la mujer izamaleña; y a ella se conferirá la dirección de
esta hermosa escuela, dirección que será premio justisimo a sus indiscutibles merecimientos".
Efectivamente, el Gobierno del Estado, al dar organización al Colegio Civil de Niñas de Izamal, con motivo de iniciarse el nuevo año de estudios de 1907 a 1908,
confirió la dirección de tan importante plantel a la distinguida y competente profesora doña Ángela González de Menéndez, encargándola, además, de las asignaturas del 4° año, de conformidad con el programa vigente.
El corresponsal de un diario meridano juzgaba de
este modo la designación hecha por el Jefe del Poder
Ejecutivo:
"Muy acertado nos parece el nombramiento. La señora González de Menéndez es la única en esta ciudad
que puede regentear con bastante acierto un establecimiento de la importancia del Colegio Civil de Niñas".
"Felicitamos, pues, a la ilustrada profesora por la
merecida distinción de que ha sido objeto y al Partido
de Izamal por contar en su magisterio a maestras de la
talla de la señora González de Menéndez (27 de agosto
de 1907)".
"Antes de la refundición de los dos liceos de niñas
para formar el Colegio Civil, celebrándonse los certámenes escolares del año. Ante una selecta y numerosa
concurrencia, compuesta de honorables personas de
nuestra sociedad, de la Comisión de Instrucción Pública del H. Ayuntamiento, escribía el Corresponsal a que
antes nos hemos referido, tuvieron efecto el 24 de julio
40
los exámenes generales del presente año escolar, entre
las aventajadas alumnas de la segunda escuela municipal de niñas que está bajo la hábil dirección de la señora Ángela González de Menéndez".
"El éxito obtenido no pudo ser más satisfactorio.
Una vez más dejó demostrado la directora del plantel
sus vastos conocimientos y su nunca desmentido amor
a la niñez femenina".
"El jurado calificador quedó en extremo complacido
y satisfecho del brillante resultado que tuvieron los
exámenes. Todas las alumnas demostraron notables adelantos en los diversos ramos del programa, como
producto de las diarias labores en el transcurso del presente año. La distinguida concurrencia, gratamente impresionada por tan lisonjeros triunfos, felicitó, cariñosa
y efusivamente, a la Directora por haber visto coronados sus esfuerzos".
El 15 de septiembre, por acuerdo del H. Ayuntamiento, fue la solemne distribución de premios de los
alumnos y alumnas de las escuelas municipales de la
ciudad. La fiesta resultó hermosísima, desarrollándose
un variado e interesante programa.
El 19 de septiembre, comenzaron las tareas en el Colegio Civil de Niñas.
VIII
LA REFUNDICIÓN DE LAS ESCUELAS
Las dos escuelas de varones y dos liceos de niñas de
Izamal fueron refundidos en dos Colegios, respectivamente denominados "Benito Juárez" y "Josefa Ortiz", el
5 de febrero de 1895.
Al colegio de niñas se dio la siguiente organización:
Directora y profesora del 3° y 4° año de estudios, seño41
rita Úrsula Burgos; Subdirectora y encargada del 2°
año, señorita María A. Canto; encargada del 1er. año,
señorita María A. Marín.
Después de la refundición de las escuelas municipales de Mérida y Progreso, siguió la de Izamal, en la fecha indicada.
Las reconcentraciones obedecieron, en concepto del
Gobierno, al deseo de informar la instrucción primaria
y al propósito de mejorar las condiciones pedagógicas
en todos los establecimientos docentes y la situación de
los maestros de escuelas. Además, se concibe fácilmente la posibilidad de mejorar el mobiliario y material de
enseñanza y de proporcionarse edificios para las escuelas ya refundidas. De esta suerte, lo que se pierde
en cuanto al número total de escuelas, pérdida sólo aparente, gánase con creces de modo cierto y palpable
en cuanto a la calidad de los conocimientos que se imparten.
La refundición de las escuelas consistió en hacer de
los varios planteles de niños y de niñas de una ciudad
o villa, un solo establecimiento, que de ordinario recibía en nombre de "Colegio Civil". Ya, desde 1898, estaban refundidos los establecimientos en casi todas las
cabeceras de los 16 Partidos en que se divide políticamente en Estado y de algunas poblaciones principales.
En justicia, creemos que las refundiciones escolares,
como cualquiera otra organización pedagógica, tiene
sus ventajas y sus desventajas. Se comprende desde
luego, que éstas son: la menor difusión de los centros
de enseñanza; el aumento de distancia para muchos niños y la mejor suma de libertad y de responsabilidad
para los profesores. Las ventajas son: la gradación y jerarquía de los estudios, la más fácil vigilancia de las
autoridades del ramo, el mejoramiento del edificio, del
mueblaje y de los útiles pedagógicos, que necesaria42
mente tienen que corresponderse para formar un conjunto armónico con la categoría del plantel, y por fin, la
circunstancia de que los diferentes años del programa
pueden ser atendidos por uno o más profesores, cuando, siendo numerosa la dotación de alumnos, es necesario dividir el año escolar en una o más secciones de
cuarenta o cincuenta unidades. En las escuelas uñitarias, o de un solo maestro, por las condiciones del edificio, del personal docente, del mobiliario y material
escolar, no podría graduarse debidamente la enseñanza en el sentido que exigen las leyes y reglamentos.
Estas consideraciones hicieron decir a uno de nuestros gobernantes: "En la mayor parte de las escuelas del
Estado, el personal facultativo se compone de un Director y un Profesor, y como los niños que asisten a las
aulas tienen diversos grados de instrucción, se hace casi imposible que aquel reducido personal pueda atender convenientemente, durante las horas reglamentarias los diversos ramos que abarca el programa de estudios".
El gobernante se refería, sin duda, a las escuelas de
las ciudades y villas yucatecas; y la deficiencia apuntada por él resaltaba, y aún resalta, en las numerosísimas
escuelas unitarias, o de un solo maestro, que tenemos
en el Estado. En las grandes poblaciones, el Gobierno
ha ocurrido al sistema de las refundiciones de varias
escuelas en una sola, perfectamente organizada, para
poner remedio al vacío de que tratamos. Resulta provecho de "la adopción de un plan uniforme, de acuerdo con las necesidades locales y con las indicaciones de
la ciencia pedagógica". Mucho más si se considera que
el Gobierno, siempre que los alumnos de un año de estudios resultan muy numerosos, ha acordado dividirlo
en secciones paralelas de 40 alumnos, poco más o me43
nos, para facilitar el trabajo de los maestros y hacer
más provechosa la enseñanza.
El 20 de septiembre de 1898, el cuadro de Profesoras
de la Escuela pública de niñas era el siguiente: Directora, señorita Concepción Álvarez y Ocampo, con $ 480
al año; señora Asunción Canto de Bolio, profesora de
2° año con $ 456; señora Asunción Marín de Robillot,
profesora de 1er. año y secretaria con $ 300.
La escuela tenía entonces 60 alumnas en esta forma:
del 1er. año de estudios 35; del 2°, 17; del 3°, 4; del 4°,
4.
La refundición hecha en Izamal en 1895, por lo que
respecta al Colegio de niñas, puede asentarse que fue
nominal, pues no había elementos suficientes para llevarla a cabo como correspondía hacerlo. Los dos liceos
se instalaron en una misma casa, pero funcionaban separadamente, y así continuaron funcionando mientras
el tiempo que duró la construcción de la Casa Escuela.
Inaugurada ésta, fue cuando verdaderamente llegó a
realizarse la refundición. Nombróse Directora y profesora de los 3° y 4° a la señora González de Menéndez y
profesora de los años 1° y 2° a la señorita Rosenda
Franco. Más tarde, por renuncia de la última, ocupó su
plaza la señora Pilar Fontanilles de Rueda.
44
IX
UN DISCURSO
Nos parece que debemos dar aquí a conocer el discurso
pronunciado por la señora González de M. en el momento de la inauguración de la Casa Escuela, discurso
que permanecía inédito. Helo aquí:
Sr. Gobernador del Estado:
Señoras y señores:
Ni vuestra indiscutible galantería, ni vuestra tolerancia, que tanto han hablado siempre de la sociedad izamaleña y que caracteriza su benevolencia, alejaría de
mi espíritu el natural temor que lo embarga al ocupar
esta tribuna, en esta fiesta oficial, reveladora de significativo progreso. Al dirigiros la palabra, juzgo que
cumplo con un deber ineludible para todo aquél que se
precie de vecino amante de esta culta ciudad de Izamal, tan justamente celebrada por su misteriosa grandeza histórica. Y en el cumplimiento de ese deber, tengo el honor de hablaros, por más que tema que lo exiguo de mis facultades oratorias no ha de corresponder
al propósito que realiza y que mi palabra puede menguar la espléndida magnificencia de esta fiesta.
Sorprende admirablemente al observador el desenvolvimiento constante de los grandes intereses de
nuestro Estado, impulsando por mano práctica y de
acendrado patriotismo. Es tan altamente significativo,
fecundo y meritorio el firme propósito de nuestro Gobierno de atender a la educación e instrucción de las
masas, y con preferencia a la de la mujer, que abarca
forzosamente este alto propósito la más grata esperanza de nuestras clases sociales.
45
Noble idea, es la elevación de la mujer por la educación. De ella, que desde pequeñuela, es la alegría de la
casa, el consuelo del hombre en los días de amargura;
de ella que joven, es la delicada flor que espiritualiza,
que perfuma el ambiente; de ella, que cuando su inteligencia está ilustrada y sus sentimientos purificados
por la ciencia y la moral, refleja su vida y su belleza en
los seres queridos y convierte en deliciosa morada, el
recinto del hogar; de ella, que cuando esposa, fortificada su inteligencia por el estudio, arraigada la virtud en
un corazón, es todo amor, dulzura y abnegación; de
ella, que en todas ocasiones, aun en las más difíciles y
angustiosas, con su prudencia y su cariño, sabe calmar
las tempestades del corazón del hombre.
De ella, que cuando es madre… Pero ¿dónde hay
palabras para expresar y aquilatar entonces su valor?
Parece que la naturaleza ha querido colocar en manos
de la mujer los hilos todos de la felicidad y grandeza
del hombre.
Hija, madre o esposa, es el guardián de la sociedad
y la encargada de conducirla a la meta de todo su encanto, por el camino del bien, de la virtud y del progreso.
Como débil colaboradora de la educación e instrucción de la mujer, me es sumamente grato secundar con
toda mi alma la grandeza de esta fiesta, amparada por
el patriotismo y el esfuerzo de nuestro gobernante que,
sin escatimar gastos y sacrificios, levanta a la faz de
nuestra tierra yucateca, la escuela primaria moderna,
base de la grandeza de la patria, al nivel que demanda
el grado de cultura de nuestra sociedad yucateca.
¡Hermosa misión la de los gobiernos demócratas, la
de haber conocer a todo el que de buen ciudadano se
precia, el triunfo de la idea vencedora, que surge, crece
y arraiga, impulsada por honrosísimos móviles, vigori46
zada por la fe, para terminar en la victoria, como legítimo pago de la perseverancia en el trabajo y en la ciencia de dirigir a los pueblos libres por la senda de las
mayores prosperidades!
El gigantesco paso dado hoy en Izamal y reproducido en casi todas las ciudades del Estado, pregona muy
alto las nobles miras de nuestros Gobiernos y los hacen
acreedores a la gratitud del pueblo yucateco, y muy especialmente de la juventud femenina, que recibe en los
templos de Minerva el pan eucarístico de la educación
moderna.
Los focos de instrucción recientemente inaugurados
son como auroras boreales que vienen a iluminar el
sendero de la niñez, a llenar de luz todos los cerebros y
de amor los corazones. La juventud, ávida de saber,
encontrará en ellos, sin salir de su localidad, la fuente
de los conocimientos útiles que habrán de servirle en
las lides de trabajo y de la evolución de nuestro pueblo.
Señores, educar a la mujer es el mejor modo de moralizar y regenerar a las sociedades.
Preparémosla, pues, con fervoroso empeño para las
delicadas funciones del hogar, y para salir airosa en las
múltiples labores en que puede tomar parte. Si queréis
tener esposas que lleven a vuestros hogares, moralidad, orden, economía, contento y dicha completa; si
queréis transformar la sociedad en el sentido de las
grandes ideas modernas, sabed que la base de todos
vuestros trabajos ha de ser la educación de la juventud
femenina.
¡Secundemos los propósitos de las autoridades y de
los amantes del progreso intelectual! ¡Hagamos efectiva la enseñanza, educadora y sólida, despojándola de
todo aparato que no tienda prácticamente al fin deseado por todos, para que corresponda eficazmente a for47
mar madres de familia instruidas y buenas, que hagan
de sus hijos miembros útiles a la sociedad y ciudadanos dignos de la patria mexicana! Y para concluir, ya
que tenemos este hermoso edificio y autoridades que
secundan el pensamiento de nuestro Gobierno, permitidme que, haciéndome ahora intérprete de la mujer
izamaleña, bella, digna, laboriosa y pura; que llevando
ahora la voz de los preciosos ángeles que han de desplegar las alas de su inteligencia en este florido plantel
de educación primaria, os dé las más expresivas gracias a todos, en especial a vos, ciudadano Gobernador
del Estado, por vuestras gestiones en pro de una causa
tan hermosa y tan santa y por vuestra concurrencia a
esta solemnidad, que ha de dejar imperecedera memoria en los habitantes de Izamal, la antigua corte de reyes, y hoy mansión de ciudadanos libres e ilustrados.
***
En el mes de julio, se presentaron a examen general las
alumnas del Colegio Civil de Niñas. El buen éxito coronó los afanes de las Profesoras que, alentadas por las
autoridades y los padres de familia para proseguir sus
beneméritas labores, con el mismo interés y la misma
vocación de siempre, emprendieron las tareas del año
escolar de 1907 a 1908.
En este año y en los sucesivos de 1908 a 1909, de
1909 a 1910 y de 1910 a 1911, el Colegio Civil de Niñas
adquirió notable prestigio, como lo testifica el hecho de
contar con numerosas alumnas pertenecientes a las
principales familias izameleñas. Tanto en los certámenes trimestrales como en los anuales, las alumnas de
todos los años de estudios demostraron haber aprovechado las enseñanzas de la Directora y Profesora que
48
tenían a su cargo las diversas cátedras. No faltan nunca
espinas punzadoras en el magisterio escolar, y alguna
autoridad anduvo desacertada, en opinión de la sociedad izamaleña, al manifestar injustificables exigencias
por lo que respecta a los adelantos de ciertas niñas en
los exámenes de 1910. El hecho careció de importancia,
y si lo consigamos es por un principio de imparcialidad en la exposición de los servicios prestados a la noble causa de la educación primaria por la señora González de Menéndez.
En administraciones políticas anteriores a las que
regía los destinos del Estado por el mes de junio de
1911, la antigua maestra de Tixkokob, Valladolid, Izamal y Progreso, por acceder a los deseos de personas
de su familia que anhelaban para ella una vida más reposada y tranquila, después de 46 años constantes de
trabajos escolares, se decidió a formar el expediente de
sus servicios. Provista de una documentación oficial,
que acreditaba cuanto en estas páginas dejamos referido, se dirigió al Gobierno del Estado, amparada por la
Ley de Pensiones que expidió la H. Legislatura el 24 de
diciembre de 1902, en solicitud de una jubilación a que
presumía tener derecho.
Circunstancias especiales, que no corresponden a
nuestro carácter exponer ni juzgar, retardaron la consecución del propósito de la señora González de M., la
que, por cierto, continuó sus faenas de maestra sin resentirse por no haber alcanzado su pretensión, sin emitir juicio de censura alguna por la negativa experimentada, conduciéndose así con la modestia y conformidad que corresponde a una verdadera sacerdotisa de la
enseñanza.
El 31 de junio de 1911, gobernando el Estado el Licenciado don José María Pino Suárez, le fue concedida
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la pensión que continúa disfrutando. Insertamos en seguida el decreto respectivo:
LICENCIADO J. M. PINO SUÁREZ, Gobernador interino
del Estado de Yucatán, a sus habitantes, hago saber:
Que, en uso de las facultades que me confiere el
artículo 1° de la Ley de 27 de septiembre de 1902, he tenido a bien decretar lo siguiente:
Único. Se concede a la señora Ángela González de
Menéndez, por los servicios que, durante más de cuarenta y un años, tiene prestados en el ramo de instrucción pública, una pensión de $ 80 mensuales, que empezará a correr desde la segunda quincena del presente
mes. Dado en el Palacio del Ejecutivo, en Mérida a los
trece días del mes de junio de mil novecientos once
años. –J. M. Pino. –Emilio García Fajardo, Oficial mayor.
La Directora del Colegio Civil de Niñas de Izamal,
teniendo en cuenta la proximidad de los exámenes de
estatuto, continuó al frente del establecimiento hasta
presentarlos, cumpliendo así un deber que le dictaba
su conciencia de maestra honrada, y no empezando a
gozar del beneficio de la pensión, sino desde el 1° de
agosto.
Tierna y conmovedora fue la despedida de sus discípulas muy amadas, al separarse de los trabajos escolares, por lo que había tenido tanto entusiasmo y vocación tan ardiente, para consagrarse a las labores domésticas, a las atenciones de su familia.
***
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En los momentos de cerrar estas líneas, la Sra. González, viuda de Menéndez, ha sido objeto de una señalada distinción de parte de la "Unión de Profesores de
Yucatán", ilustrada Sociedad constituida en Mérida en
1912, la que le expidió el siguiente honorífico diploma:
UNIÓN DE PROFESORES DE YUCATÁN. A los beneméritos servidores de la enseñanza en el Estado. -Sra. Profesora Ángela González, viuda de Menéndez. -Izamal.Esta sociedad, tomando en cuenta los merecimientos adquiridos por usted en el ramo de Educación pública, en virtud de haber ejercido el magisterio escolar,
con entera constancia, durante un lapso de tiempo no
menos de veinticinco años, y comprendiendo que toda
meritoria labor en ese sentido es acreedora al reconocimiento y al aplauso sociales, confiere a usted el presente diploma de honor, y desea que esta distinción que
hoy le hace, logre significarle el alto aprecio en que esta
Sociedad tiene a los obreros de la Enseñanza. –Patria y
Escuela, Mérida de Yucatán, a 23 de noviembre de
1913. –Presidente, Vicente Gamboa A. –Vocal 1°, Virgilio
Mendoza Medina. –Vocal 2°, Juan de Dios Díaz. –Vocal
3°, L. Pochet. –Vocal 4°, S. E. Gómez S. –Vocal 5°, Ramón
Fernández. –Vocal 6°, Zeferino Aragón. –Vocal 7°, Esteban
Gorocica C. –Vocal 8°, Milciades Moguel A. –Tesorero, J.
Rodríguez. –Secretario, Sixto Cetina Peniche. –Un sello
que dice: Unión de Profesores de Yucatán. –Secretaría.
La señora González de M., en su dilatada carrera profesional, ocupó muchas veces la tribuna popular en las
fiestas cívicas, arrancando siempre aplausos y felicitaciones; formó parte de varias Juntas de beneficencia;
concurrió con labores debidas a su habilidad a dos exposiciones locales y dos extranjeras, obteniendo en
ellas menciones honoríficas; dio un contingente de
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obras y de trabajos personales para el establecimiento
de bibliotecas públicas, y de bazares, cuyos productos
habían de servir para fomentar la educación de la niñez; sirvió de sinodal infinidad de ocasiones en escuelas oficiales y privadas, aun después de haber sido jubilada; hizo los reglamentos interiores o económicos de
los liceos que el Gobierno le confiara; escribió algunas
obritas de enseñanza que por su modestia han permanecido inéditas, y no cesó un punto de estudiar con el
mayor empeño todo lo que en libros y periódicos de
pedagogía le era dable conseguir, con el designio de estar siempre al tanto del movimiento y de los avances
del arteciencia de educar a las nuevas generaciones de
estudiantes, bien al contrario de lo que hacen ciertos titulares, que no vuelven a consagrarse al examen de las
cuestiones de su profesión, figurándose que les basta y
sobra con la práctica de la misma.
Radicada definitivamente en Izamal, desde su separación del magisterio activo, tuvo la inmensa desgracia
de decir ¡adiós! para siempre al compañero de su vida
y tareas escolares, a su esposo don Antonio Menéndez
de la Peña, el 17 de octubre de 1912. Anteriormente, en
la propia ciudad de Izamal, donde falleció don Antonio, vio morir a dos de sus hijos, hiriendo dolorosamente estos tremendos golpes, propios de nuestra frágil y perecedera condición humana, las fibras de su corazón sensible y delicado.
Allí, en la querida ciudad de las Cerros, anciana ya,
pero nunca olvidada de las escuelas, de los niños, del
movimiento evolutivo de la educación popular, de los
triunfos esplendorosos del saber, vive la señora Ángela
González de M. Vive allí y es objeto del cariño de sus
familiares y del alto aprecio y de las atenciones de la
culta sociedad en cuyo seno por tantos años fue la solícita y amante educadora de la juventud femenina. Vive
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allí querida, respetada y bendecida de todos. ¡Hermosa
recompensa que se otorga esta vez a una maestra de
escuela! Muchas otras, tan meritorias como ella, no han
tenido la satisfacción de ver premiados sus nobilísimos
esfuerzos, en pro de la santa causa escolar, ni por el
Gobierno del Estado, ni por la sociedad, que se olvida
fácilmente de sus más valiosos y abnegados servidores.
Mérida, 26 de noviembre de 1913.
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EXPLICACIÓN DE LOS MISTERIOS
DE LA MISA
POR
ÁNGELA GONZÁLEZ DE MENÉNDEZ
MÉRIDA
IMPRENTA VIUDA DE GUZMÁN
1872
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AL ILLMO. SR. DR. LEANDRO RODRÍGUEZ DE LA GALA,
DIGNÍSIMO OBISPO DE YUCATÁN:
Illmo. Sr:
¿A quién mejor que á U.S Illma, que tanto se desvela
por la propagación de la Fe y de la admirables doctrinas de nuestro amabilísimo Jesús, puede una hija de la
Iglesia Católica, dedicar sus humildes trabajos?
Dignaos, Illmo. Sr., aceptar la recopilación de la
"Explicación de la Misa", que tengo el honor de dedicaros; como una sincera prueba de la hija de Cuba, que
estima en mucho las altas dotes de que está US. Illma.
Adornado.
Besa el Sagrado Anillo de U.S. Illma.
Ángela González de Menéndez
Tixkokob, Octubre 14 de 1871
LICENCIA
El Illmo. y Dignísimo Sr. Obispo Diocesano, Dr. don
Leandro Rodríguez de la Gala, concede su licencia superior, para que se imprima como se ha solicitado la siguiente recopilación de la "Explicación de la Misa", que
le dedica a la Sra. doña Ángela González de Menéndez, y cuarenta días indulgencias, por su devota práctica.
Mérida, Octubre 23 de 1871
Lic. Pedro María Guerra
Srio.
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EXPLICACIÓN DE LA MISA
Pregunta. ¿Qué cosa es Misa?
Respuesta. Un sacrificio que se hace de Cristo, y una
representación de su vida y de su muerte.
P. ¿A quién se hace este sacrificio divino?
R. Al Altísimo y Eterno Padre
P. ¿Para qué?
R. Para tres fines: para darle gracias, satisfacerle y
pedirle beneficios.
P. ¿En qué se diferencia de la Misa del de la Cruz?
R. En que el de la Cruz fue cruento y el de Misa incruento.
P. ¿Qué quiere decir incruento?
R. Que en la Misa no se derrama sangre como se derramó en la Cruz.
P. ¿Cuántas cosas son necesarias para celebrar este
divino sacrificio?
R. Diez y Ocho, en sí muy distintas
P. ¿Cuáles son?
R. El sacerdote, el ministro, el alba, el amito, el cíngulo, la estola, el manípulo, la casulla, el cáliz consagrado, el purificador, la patena, la hostia, la hijuela, el
paño que cubre el cáliz, un misal, vinajeras con agua y
vino, dos luces, una Cruz y un altar con su ara.
P. ¿Qué significa el sacerdote?
R. Representa a Cristo
P. ¿Y el ministro?
R. A los Ángeles que le asistan
P. ¿Qué significa el amito?
R. El velo con que vendaron á Cristo los ojos cuando
le hirieron con una caña y le decían: "Adivina quién te
dio".
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P. ¿Qué significa el alba?
R. La vestidura blanca que puso Herodes a Cristo,
para que le tuvieran por loco.
P. Qué significa el cóngulo?
R. La soga con que en el Huerto fue atado
P. Y el manípulo ¿qué significa?
R. Los cordeles con que fue amarrado a la columna.
P. Y la estola ¿Qué recuerda?
R. Aquella soga con que fue llevado Cristo a crucificar, tirándole de ella, puesta al cuello.
P. La casulla ¿qué significa?
R. La púrpura vieja y rota que por escarnio pusieron
a Cristo en casa de Heredes.
P. La corona que lleva el sacerdote en la cabeza ¿qué
significa?
R. La corona de espinas que pusieron a nuestro Redentor Jesucristo sobre la suya.
P. La cruz de la casulla ¿qué significa?
R. Aquella que llevó Cristo, nuestro Bien, en sus divinos hombros, en el cual dio su preciosa vida por nosotros.
P. ¿Qué significa el Cáliz?
R. Aquel que consagró Jesús, la noche de la cena.
P. El paño que cubre el cáliz y corporales ¿qué significan?
R. Aquellos lienzos en que fue envuelto el cuerpo
difunto de Cristo.
P. ¿Qué significa el altar con la cruz?
R. El Monte Calvario
P. Las velas encendidas ¿Qué significan?
R. La humildad, devoción, reverencia y fervor con
que debemos estar a la contemplación del sacrificio divino de la Misa.
P. ¿Podemos según orden de la Misa, considerar la
pasión de Cristo?
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R. Sí y con mucho fruto de nuestra alma y del prójimo.
P. Cuando va el sacerdote al altar ¿Qué se ha de
considerar?
R. La presteza y diligencia con que Cristo fue a orar
al huerto con los Apóstoles.
P. ¿Y al principio de la Misa?
R. La oración que tres veces hizo Jesús en el huerto
P. ¿Qué hemos de considerar en la confesión?
R. Las agonías y sudores de sangre que padeció
Cristo.
P. Al besar al sacerdote el altar ¿qué se recuerda?
R. Aquel falso beso que por señal dio Judas a Cristo,
para que los judíos le prendiesen.
P. ¿Y al ir el sacerdote al lado de la epístola?
R. La prisión y tropel con que llevaron a Cristo.
P. ¿Y al introito de la Misa?
R. El examen que hizo Anás del mismo Jesucristo
P. ¿Qué se recuerda a los kiries?
R. Las tres veces que S. Pedro negó a Jesucristo.
P. Y en la Gloria ¿qué se considera?
R. La alegría que los judíos experimentaron de las
penas y tormentos que sufrió Cristo, nuestra dicha.
P. ¿Y al primer Dóminus vubiecum?
R. Cuando Jesús volvió su divino rostro para hablar
a S. Pedro.
P. En las primeras ¿qué hemos de considerar?
R. Las acusaciones, afrentas, vejaciones, salivas y
bofetadas que sufrió Cristo en casa de Pilatos.
P. ¿Y al ir el sacerdote al medio del altar?
R. Se considera cuando Jesús fue llevado de la casa
de Pilatos a la de Herodes.
P. ¿Qué se recuerda al leer el evangelio?
R. La doctrina que enseñó Cristo y el examen que de
su obra, segunda vez hizo Pilatos.
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P. ¿Y cuando se descubre el cáliz?
R. Se considera como Cristo fue despojado de sus
vestiduras sagradas, amarrado a la columna y azotado
cruel y bárbaramente.
P. ¿Y el ofertorio de hostia?
R. Aquellos rigurosos azotes impíamente descargaron sobre el venerable cuerpo de Jesús.
P. ¿Y al cubrir el sacerdote el cáliz?
R. Cuando colocaron la aguda corona de espinas sobre la santa cabeza de Jesús.
P. Cuando el sacerdote se lava las manos ¿qué recuerda?
R. Cuando Pilatos se lavó las manos para mostrar al
pueblo su inocencia.
P. ¿Y al orate fratres?
R. Se considera cuando Cristo fue puesto en la ventana de la casa de Pilatos, a vista de todo el pueblo, y el
dijo: "He aquí el hombre".
P. ¿Qué ha de considerarse el prefacio?
R. Como el pueblo no satisfecho con lo que Cristo
había sufrido, voceó diciendo: "Crucifícale, crucifícale"
P. ¿Y al Canon o Sanctus?
R. Se considera la humildad con que Cristo cargó
sobre sus hombros la pesada Cruz de nuestras culpas.
P. Y la vela que se enciende antes de la consagración
¿qué significa?
R. La luz que derramó por el mundo la dulce doctrina de Jesús.
P. Y al tocar la campanilla tres veces ¿qué se considera?
R. El ruido de voces, tambores y pregones que decían, llevando a Cristo a crucificar.
P. ¿Qué se considera a la elevación de la Hostia?
R. Como Cristo después de crucificado fue levantado en alto a la vista de todo el pueblo.
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P. Y al tomar el sacerdote la Hostia con dos dedos
¿qué se considera?
R. El haber sido Cristo crucificado entre dos ladrones.
P. ¿Y al levantar el Cáliz?
R. Se considera la sangre preciosísima que derramó
Cristo de la Cruz.
P. Y al “memento” de los difuntos
R. Como Cristo rogó al Artífice Supremo por el género humano.
P. Y al hacer el sacerdote aquellas cinco cruces sobre
el cáliz y la hostia.
R. Se han de considerar las cinco llagas de Cristo
nuestro Salvador.
P. Cuando el sacerdote se da un golpe en el pecho
¿qué se considera?
R. Como Jesús perdonó a aquellos que él crucificaron
P. Y a alzar la hostia con el cáliz?
R. Se considera la hiel y vinagre que le dieron a beber a Cristo.
P. Y al decir el sacerdote Pater noster?
R. Aquellas siete palabras que dijo Cristo en la cruz
son:
Primera: "Padre, perdona a estos porque no saben lo
que hacen.”
Segunda: A Dimas, el buen ladrón: "Hoy serás conmigo en el paraíso".
Tercera: Dirigiéndose a María que estaba al pié de la
cruz: "Mujer, he ahí tu hijo" y a San Juan "He ahí a tu
madre".
Cuarta: "Dios mío! Dios mío! ¿Por qué me han desamparado?"
Quinta: "Tengo sed".
Sexta: "Acabada está obra de la redención humana"
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Séptima: "Padre en tus manos encomiendo mi espíritu".
P. ¿Qué se considera al partir el sacerdote la hostia?
R. Aquella voz que dio Cristo cuando espiró
P. Al poner el sacerdote una parte de la hostia en la
cáliz, qué se considera?
R. El descendimiento de Cristo al "Seno de los Santos Padres".
P. Y al decir el sacerdote tres veces el Agnus Dei?
R. Se considera la conversión de muchos de los que
crucificaron a Cristo.
P. Qué se considera cuando el sacerdote comulga?
R. El entierro de los "Santos Varones" hicieron al
cuerpo difunto de Cristo.
P. Y al ir el sacerdote al lado de la epístola?
R. La resurrección de Cristo.
P. Y al segundo Dominus Vobicum?
R. La aparición de Cristo a sus apóstoles.
P. Y a las ultimas oraciones, qué se considera?
R. Aquel tiempo que estuvo Cristo en esta vida después de resucitado, con los apóstoles.
P. Y al último Dominus vobiscum?
R. La ascensión del Señor
P. Qué se considera cuando el sacerdote echa la
bendición?
R. La venida del Espíritu Santo sobre el "Apostólico
Colegio".
P. Y al último Evangelio?
R. La predicación de que Cristo y su doctrina admirable, hicieron por todo el mundo a los apóstoles.
P. Qué simboliza el fin de la misa?
R. Representa el fin del mundo
P. Qué se considera al apagar la velas, concluida la
misa?
R. Las señales que ha de haber el día del juicio.
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P. Los que no oyen misa los de precepto, como pecan?
R. Mortalmente.
P. Cómo debe oírse la misa?
R. Con atención interior y exterior.
P. En qué consiste la atención interior?
R. En aplicar a lo que se dice y hacer.
P. Y la atención exterior?
R. En que no se esté jugando, hablando, durmiendo,
saludando ni mirando a todas partes.
P. Qué oración se debe hacer mientras se oye misa?
R. Para cumplir con el precepto, cualquiera basta.
P. Pero cuál es la mejor, más apropiada a ese tiempo?
R. La consideración de la pasión de Cristo, porque
es la que en la misa se representa.
FIN
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66
ÍNDICE
PRÓLOGO
7
MAGISTERIO YUCATECO.
BOCETO BIOGRÁFICO ÁNGELA GONZÁLEZ DE M.
Rodolfo Menéndez de la Peña
13
EXPLICACIÓN DE LOS MISTERIOS DE LA MISA
Ángela González de Menéndez
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67
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