Séptimo sello

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LA PARTIDA
La película comienza con la llegada de Antonio y su escudero a Suecia tras pasar diez años luchando en las
cruzadas. El camino se encuentra marcado por una sucesión de visiones de enfermedad, muerte y hechos
trágicos, como la epidemia de peste que asola la región, que le hacen plantearse sus creencias personales.
Además, todo ello queda enmarcado en la partida de ajedrez en la que se enfrentan el caballero y la muerte.
A su llegada, la muerte va a buscar a Antonio con el objetivo de llevarlo con él, pero éste le pide tiempo para
encontrar alguna respuesta sobre lo que encontrará más allá, con ese objetivo, le reta a jugar una partida de
ajedrez, conviniendo que si el caballero gana queda libre. En plena crisis espiritual, se niega a morir antes de
saber qué es lo que le espera al otro lado. Éste sabe en todo momento que la muerte ganará la partida, pero
aprovecha el tiempo que dura en la búsqueda de conocimientos sobre lo que le espera tras morir.
Cada noche deben continuar la partida, en la que la muerte no escatima en engaños para poder salir
triunfadora. Esta partida representa la lucha entre el protagonista y su final. Desde el comienzo de la partida se
conoce quién saldrá vencedor, y la muerte aprovecha su mejor arma contra su adversario, la gran
incertidumbre que provoca. El papel que juega la muerte en esta partida está fundamentado claramente en el
gran desconocimiento que tienen los mortales de ella. El propio objetivo de la partida es el intentar encontrar
alguna respuesta sobre lo que encontraremos al cruzar el umbral que la muerte representa.
Sin embargo, esta constante búsqueda del hombre por lo que encontrará más allá, en muchas ocasiones no le
lleva una respuesta satisfactoria. El protagonista vive una lucha que lleva hasta sus últimos consecuencias y
que queda marcada por la concepción de los demás sobre la muerte
En la película aparecen perfectamente descritos los puntos de vista de los diferentes personajes, y que
representan los distintos puntos de vista en los que nos situamos incluso en la actualidad, ya que aún habiendo
pasado cincuenta años, esos interrogantes son atemporales y universales. Son planteados por cualquier
persona del mundo y en cualquier época o momento. Lo que sí está condicionado es la forma de darle
respuesta, ya que en función de la situación personal, social, económica, espiritual...la respuesta puede
aparecer de distintas formas. En la película aparecen el escudero con su escepticismo, el caballero con su
búsqueda incesante, la pequeña bruja, que quiere engañarse y creer en el diablo...
ESCENAS IMPORTANTES
A lo largo de la película se suceden las escenas de importancia cargadas de simbología. Destacan escenas
como la procesión de penitentes, la confesión del caballero y el final, en el que por fin todos sucumben ante la
muerte.
La procesión de penitentes
Refleja la desesperación de la que son presa todos los habitantes de la región debido a la peste negra. En todo
momento se ven rodeados de muerte, enfermedad y con el conocimiento de que su vida se puede acabar en
cualquier momento. Esta horrible situación les lleva al extremo de la demencia y locura. Aparecen en
procesión recorriendo un pueblo en el momento en el que los juglares representaban una obra y todos los
espectadores, y los mismos actores centran su atención en la procesión.
Esta procesión estaba constituida de un nutrido grupo de personas que se flagelan y autoinfligen una serie
castigos y daños en señal de penitencia hacia Dios. Ellos creen firmemente que la peste que coarta sus vidas es
un castigo de manos de Dios por todos los pecados cometidos, y muestran su arrepentimiento y penitencia en
la búsqueda de perdón y absolución de su castigo.
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La visión que representan estos penitentes hacia la muerte es de terror, muestran una arraigada creencia en
Dios, en un Dios severo y castigador, y en cuyo nombre se castigan y dañan en señal de remordimiento.
La confesión del caballero.
En un momento de debilidad y soledad decide confesarse y expresar sus dudas e inquietudes. Al principio
habla de forma comedida acerca de las dudas que le atormentan, y de la crisis de fe que sufre a raíz de sus
experiencias en la cruzadas. Finalmente se abre al confesor de manera directa y le habla de la partida que está
manteniendo con la muerte.
El protagonista olvida por un momento algo inolvidable, que la muerte nos acompaña en todo momento, y que
nunca nos abandona. Este olvido le costará la partida, ya que en el momento en el que habla sobre la estrategia
que seguirá a espaldas de la muerte para diezmar sus filas, la cortina se corre y se descubre la identidad del
confesor, que no es otra que la de la muerte.
En esta confesión el caballero habla sobre sus experiencias y sentimientos hacia la muerte. Relata su crisis de
fe y su necesidad de encontrar respuestas sobre la verdad de lo que le espera tras morir, respuestas que busca
en su confesor, como en cada persona que encuentra, sin obtener algo satisfactorio, sino al contrario, consigue
desvelarle a la muerte su estrategia de salvación. Descubre que no puede escapar de ella.
Quema de la bruja:
La pequeña bruja torturada se engaña y quiere creer en el diablo, que en realidad sólo existe para aquellos que
creen en él, gracias a los que la torturan; en el último momento ella quedará sola con el miedo al verdugo.
Esta ejecución es vista por el caballero, quien conversa con ella antes de morir, en busca de alguna respuesta.
La ejecución de la bruja transmite una sensación de impotencia común en todos los personajes y desconcierta
aún más al caballero en su incesante búsqueda de la verdad.
A lo largo de la película, también aunque de forma superficial, aparecen escenas de gran contenido y
personajes relevantes como el ex −seminarista que roba a los cadáveres para luego vender lo robado y obtener
beneficio. La escena en la taberna, en la que los bienalimentados religiosos, charlan sobre la constante
presencia de la muerte, su impotencia y el miedo que esto les produce, todo esto mientras disfrutan de una
generosa comida; la paliza y el ridículo al que es sometido el juglar como castigo por el delito que cometió
otro con una aldeana y por ser juglar; la conversación y las pinturas del hombre que pinta en las paredes de la
iglesia macabras escenas de muerte y sufrimiento...
Llegada al castillo y muerte:
Antonio, que se reencuentra con su mujer, ya sabe que esa noche llegará su final, pues la partida finalizó la
noche anterior con su derrota. Esta derrota, sin embargo, embarga de felicidad caballero, pues consigue
despistar a la muerte y salvar a la familia de juglares antes de morir, haciéndole sentir que algo ha merecido la
pena.
Una vez en el castillo, dispuestos a cenar, hace su aparición la muerte. En este momento definitivo todos
demuestran cómo reaccionan frente a ella. El caballero ya lo espera, pero no oculta el miedo que siente, miedo
que también embarga a su escudero, pese a su cinismo, y al resto de personajes que les acompañan. El
escudero, en este último momento reprocha a Antonio el haber derrochado sus últimos momentos de vida en
buscar respuestas en lugar de haber disfrutado del poco tiempo que le quedaba.
En esta escena están presentes el caballero y su esposa, el escudero, la pareja de campesinos y una muchacha.
Todos ellos, pese a representar formas diferentes, y en ocasiones opuestas de enfrentar la muerte, lo han de
hacer, pues ese es el destino al que todos han de sucumbir, todos por igual, ya que a la hora de encontrarse con
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la muerte no existen distinciones de sexo, cultura o posición, nadie vale más que nadie, cosa que queda
patente en este final.
Tras darse cuenta de lo que sucede, todos, uno a uno se someten a ella, y la película finaliza con la escena de
todos los personajes bailando de la mano al son que les impone la muerte en el camino que les conducirá por
fin al tan deseado desenlace.
Cuando ese baile llegue a su fin todos por fin descubrirán qué hay al cruzar ese umbral. Ese es el baile que les
llevará a las respuestas, si es que existe algo, porque también es posible que les conduzca a la nada, que no
haya nada más después de ese baile, opción que atemoriza a todos en su búsqueda, y que salvo el escudero
obvian.
PERSONAJES QUE APARECEN
Antonio, el caballero:.
Regresa a su hogar después de pasar 10 años en las cruzadas. La guerra santa le ha hecho recapacitar acerca
de la propia existencia de Dios. Atormentado por una sola certeza, si no existe Dios todo carece de sentido, la
no existencia de Dios supone la no existencia de nada más allá, y si no existe nada la vida carece de sentido
alguno.
Es el personaje alrededor del cual gira la película. Su partida de ajedrez con la muerte encuadra su búsqueda
de respuestas El caballero es el interrogador constante, que más que la fe busca un significado, Creer es un
sufrimiento, es como un amor en las tinieblas y que no responde jamás, ¿Cómo creer en los que no creen si
uno mismo no cree? y que se siente cada vez más aprisionado por la duda.
Al final parece encontrar un motivo, una razón, algo que le quita sufrimientos. Entrega su derrota a la familia
de juglares. Jugando en el bosque la partida con la muerte, trama un plan por el que asegura la salvación de
José, María y su hijo. Se encarga de que éstos le vean jugando, y atemorizados por la presencia de la muerte
huyan; él mientras entretiene a la muerte que no se da cuenta de los que consiguen escapar.
La partida finaliza, Antonio pierde, los juglares escapan y la muerte avisa de que le recogerá la noche
siguiente, y se llevará con ella a todos los que le acompañen. El caballero lo acepta y se encamina de forma
tranquila y sosegada hacia su final. Es un buscador incansable, cuyo ideal de un Dios benevolente y
misericordioso, que le asegure que la muerte no es el final; no le parece algo muy seguro. La crisis que sufre
no le permite creerse ese ideal, algo que le atormenta.
− Juan, el escudero:
Acompaña a su maestro, el caballero, de vuelta a casa. Él a su vez, ya está de vuelta de todo. Es un hombre
culto que conoce el espíritu humano y desconfía de él. A diferencia de su maestro, Juan no cree que haya cielo
o infierno después de la muerte, tras ésta sólo nos espera la nada; por lo que se esfuerza en disfrutar cada
instante de la vida a pesar de haber dado por perdida ya toda esperanza.
Es notoria la oposición existente entre el pensamiento de Juan y el de su caballero. De esta oposición surge la
riqueza de los debates que ambos mantienen respecto de sus posturas. El escudero es cínico y realista, y su
filosofía de vida es aprovechar al máximo el tiempo que le queda. Quedará en pie hasta el final: habría podido
evitar la angustia inútil, pero qué triunfo sentirse vivo hasta lo último. Y sólo callará protestando. Sin duda, es
el prototipo de aquellos que no creen ya en las fábulas y sin embargo constatan que La vida existe: tienes
razón, pero no pienses en ello.
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Esta ideología se demuestra a raíz de su parlamento, por ejemplo con el campesino cuya mujer ha
desaparecido fugándose con un juglar. En todo momento le recomienda que no le de mayor importancia, que
su mujer no le aporta nada y que debe afrontar ese abandono como una liberación y continuar con su vida, ya
que su brevedad no nos permite malgastarla de esa forma.
La Muerte.
Implacable. Acompaña al protagonista en todo momento, representando su presencia contínua en la vida real,
no podemos separarnos de ella. Como siempre, de riguroso negro y utilizando todo tipo de artimañas para
ganar a toda costa. La Muerte misma nada sabe de Dios. Concede al caballero un tiempo para que encuentre
respuestas que sabe que no conseguirá, y el tiempo lo concede en forma de partida que de antemano sabe que
ganará. La muerte es irreductible e insuperable.
Su arma más poderosa es el desconcierto y la sensación de incertidumbre que provoca. Nadie puede conocer
de manera segura qué nos espera al traspasar la barrera que nos impone, pero todos estamos condenados a
traspasarla. La imagen de la muerte ofrecida es de algo terrorífico, digno de terror, malévolo y poderoso.
José, el juglar:
Un hombre feliz y pacífico. Su principal preocupación es el bienestar de su mujer y su hijo. Vive su vida
procurando no interferir en la de los demás, y, a diferencia de el caballero, no está preocupado por lo que
pueda esperarle en el más allá. Esta familia si conocen las virtudes sencillas de la naturaleza, la gracia de un
niño, el sabor de las fresas con leche. Vivirán la fe inocente y sencilla encarnada por el juglar.
Representan la felicidad, la pureza, un paraíso que sólo está al alcance de ellos por su visión despreocupada de
la realidad. El hecho de que sepan disfrutar de la belleza de cada momento les confiere el poder de vivir, son
los únicos que escapan a la muerte en ese momento, que no de forma definitiva.
Otros.
A lo largo del recorrido aparecen otros personajes que representan, de forma muy clara, el resto de formas de
enfrentarse a la muerte. Como ejemplo podemos observar a la bruja que se inventa al diablo como aliado
suyo; El actor charlatán y seductor verá la muerte segar el árbol sobre el que se ha encaramado; el seminarista,
criminal de espíritu y de hecho, devorado por la peste; la pareja de campesinos, en la que la mujer se
aprovecha del marido que se siente dependiente hacia ella...
OPINIÓN PERSONAL
Esta película refleja las distintas formas de enfrentarse a la muerte, además en un marco desgarrador, con la
enfermedad y la peste de fondo. La búsqueda del protagonista representa la búsqueda de todo ser humano en
su vida hacia la incertidumbre que se nos presenta al reflexionar sobre qué habrá más allá. Además invita a la
reflexión sobre la propia concepción de la muerte y su significado en nuestra vida.
Mi postura se encuentra al lado de la del escudero. Al igual que Juan, yo opino que la muerte es el final, y
después de ella no hay nada. Esta certidumbre no me causa desconcierto, simplemente opino que hay que
aprovechar la vida en todo momento ya que en el instante más inesperado se puede ver coartada, sin opción a
recuperarla. De todas formas sigo buscando, ya que toda la vida es una incesante búsqueda en la que el
momento de encontrar la respuesta será el final de la misma.
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