Acerca de las “Normas sobre la actuación de la FANB en funciones

Anuncio
Acerca de las “Normas sobre la actuación de la FANB en funciones de control del orden
público"
Alejandro J. Rodríguez Morales
En la Gaceta Oficial No. 40.589 de fecha 27 de enero de 2015 ha sido publicada la
Resolución No. 008610 del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, mediante la cual se
establecen las "Normas sobre la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en
Funciones de Control del Orden Público, la Paz Social y la Convivencia Ciudadana en
Reuniones Públicas y Manifestaciones" (en lo sucesivo, Normas de actuación de la FANB),
documento que es conveniente leer antes de emitir pronunciamientos sin la base necesaria para
ello, como en efecto puede ya constatarse en las redes sociales.
Es importante decir, ante todo, que en diversos países del mundo se asignan a las fuerzas
armadas funciones de mantenimiento del orden, lo que no es problemático en la medida en que
tales funciones se lleven a cabo de acuerdo con una serie de principios fundamentales y
conforme a una adecuada preparación, entrenamiento y equipamiento de los funcionarios
encargados de las mismas, que claramente son en principio atribuciones propias de los cuerpos
policiales, por lo que es más común encontrar normas o disposiciones legales al respecto en
leyes o documentos que son aplicables precisamente a los cuerpos policiales.
En el caso de Venezuela, es sabido que desde el año 2008 se encuentra vigente la
llamada "Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana"
(sobre dicha ley he publicado el libro: RODRÍGUEZ MORALES, Alejandro J. Ley Orgánica
del Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional. Comentada. Ediciones Paredes.
Caracas, Venezuela. 2008). Dentro de las normas incluidas en esta ley se encuentran las
atinentes al uso de la fuerza, aplicables por tanto a operaciones para el mantenimiento del orden,
consagrándose un conjunto de principios fundamentales sobre la materia (que son un reflejo de
lo previsto en las normas internacionales respectivas, a saber el llamado "Código de Conducta
para Funcionarios encargados de Hacer Cumplir la Ley" y los "Principios Básicos sobre el
Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir
la Ley", ambos promulgados en el seno de la Organización de Naciones Unidas) así como dando
lugar a la noción del uso progresivo y diferenciado de la fuerza.
Pues bien, tanto en las referidas normas internacionales, como en Ley Orgánica del
Servicio de Policía y del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana de 2008, se consagra el uso
de armas de fuego, dado que evidentemente una de las instituciones fundamentales y más
antiguas conocidas por el derecho es la legítima defensa, con lo cual en defensa de la vida propia
o de terceros (tal como se dispone en el Principio 9 de los "Principios Básicos sobre el Empleo
de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley"),
es totalmente válido el empleo del arma de fuego y por ende hacer un uso potencialmente mortal
de la fuerza.
En las recientes Normas de actuación de las FANB a que se refiere esta breve reflexión,
igualmente se han consagrado los mismos principios y casi podría decirse que todas sus
disposiciones son un calco de lo previsto en los tres instrumentos normativos antes
mencionados. Es por ello, entonces, que también se establece el uso potencialmente mortal de
la fuerza y el empleo de armas de fuego (lo cual, por lo tanto, no resulta novedoso en modo
alguno, ni puede ser considerado algo sorprendente pues desde 1990, en el Derecho
Internacional, está previsto de ese modo, en virtud de los tantas veces mencionados "Principios
Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados
de Hacer Cumplir la Ley" (de nuevo, Principio 9).
Así las cosas, las Normas de actuación de las FANB no permiten usar arbitrariamente
el arma de fuego o simplemente en cualquier circunstancia, sino que restringen dicho uso, en el
numeral 2 de su artículo 23, a "una situación que constituya una amenaza cierta y efectiva a la
vida de cualquier persona envuelta en la situación, con el fin de preservarla" ; con esto se
evidencia la total compatibilidad de esta previsión con los estándares internacionales en materia
de uso de la fuerza, así como con la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del Cuerpo de
Policía Nacional de 2008.
Para mayores referencias considero conveniente remitir, sobre todo, a los "Principios
Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados
de Hacer Cumplir la Ley", que pueden encontrar en el siguiente enlace :
www.derechos.org.ve/pw/wp-content/uploads/uso_fuerza1.pdf
Para finalizar esta brevísima reflexión, quisiera reiterar que las recién promulgadas
"Normas sobre la actuación de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en Funciones de Control
del Orden Público, la Paz Social y la Convivencia Ciudadana en Reuniones Públicas y
Manifestaciones" son coherentes y compatibles en sus diversas disposiciones con los estándares
internacionales sobre la materia, conteniendo conceptos fundamentales como el uso progresivo
y diferenciado de la fuerza, así como consagrando los principios de proporcionalidad,
progresividad, minimización y la preeminencia de los derechos humanos. Incluso puede
añadirse que se ha incorporado, en su artículo 21, la escala de uso progresivo y diferenciado de
la fuerza que se utiliza en diversos países del mundo y que también ha sido adoptada
(gráficamente) desde 2010 por el Consejo General de Policía de Venezuela a través de su
Manual de Uso Progresivo y Diferenciado de la Fuerza Policial que lleva como título "Tu fuerza
es mi medida" – y que se puede descargar en visipol.gob.ve/descargas/manuales/Manual-usoProgresivo-Fuerza.pdf ), y de igual modo, como aspecto a destacar, se incluye en estas nuevas
normas una adecuada visión de las 3 fases o etapas del uso de la fuerza (antes, durante y
después; en los artículos 14, 15 y 16, respectivamente). Así, pues, una vez que se lee la totalidad
de la Resolución adoptada es posible darse cuenta que jurídicamente, que es tanto como decir
técnicamente, la misma no permite un uso indiscriminado o arbitrario de la fuerza sino por el
contrario un uso progresivo y diferenciado de la fuerza, incluso potencialmente mortal, tal y
como está previsto en las normas internacionales correspondientes y en la ley que rige el
servicio de policía en nuestro país.
Descargar