causas a estudiar 16/08/02 - Centro de Documentación Judicial

Anuncio
C-37-01
SALA DE LO PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
catorce horas del día once de septiembre de dos mil dos.
El anterior recurso de casación ha sido interpuesto por el Doctor Atilio Ramírez
Amaya hijo, en concepto de Defensor Particular, contra la sentencia definitiva
condenatoria, pronunciada por el Tribunal Quinto de Sentencia de esta ciudad, a las veinte
horas del día once de diciembre de dos mil, en el proceso instruido contra el imputado
CAIRO ALFONSO REYES, por el delito de HOMICIDIO SIMPLE, Art.128 Pn., en
Ricardo Ernesto Rivera Alvarenga, y HOMICIDIO SIMPLE EN GRADO DE
TENTATIVA, Arts.128 en relación con el 24 Pn., en perjuicio de José Milton Alvarenga
Rivera.
Habiéndose celebrado la audiencia respectiva para la fundamentación y discusión
oral del recurso, esta Sala procede a pronunciar sentencia con base en los Arts.427 y 428
Pr.Pn..
CONSIDERANDO:
1.- Que mediante sentencia definitiva expresada en el preámbulo, se resolvió: "...
A)- CONDENASE, al imputado presente CAIRO ALFONSO REYES, quien es de las
generales ya mencionadas en el preámbulo de la presente sentencia a cumplir la pena
principal de DIEZ AÑOS DE PRISIÓN por el delito calificado en forma definitiva, como:
HOMICIDIO SIMPLE, tipificado y sancionado en el Art.128 C.Pn., en perjuicio de la vida
de RICARDO ERNESTO RIVERA ALVARENGA o ALVARENGA RIVERA, hecho
sucedido como a eso de las dieciocho horas con treinta minutos del día veinte de junio de
mil novecientos noventa y nueve, en el interior del reparto las cañas de la ciudad de
Ilopango.---B) CONDENASE, al imputado presente CAIRO ALFONSO REYES, quien es
de las generales ya mencionadas en el preámbulo de la presente sentencia a cumplir la pena
principal de CINCO AÑOS DE PRISIÓN por el delito calificado en forma definitiva,
como: HOMICIDIO SIMPLE EN GRADO DE TENTATIVA, tipificado y sancionado en
los Arta.24, 68. 128 C.Pn., en perjuicio de la vida de JOSE MILTON ALVARENGA
RIVERA, hecho sucedido como a eso de las dieciocho horas con treinta minutos del día
veinte de junio de mil novecientos noventa y nueve, en el interior del reparto las cañas de la
ciudad de Ilopango.---Las penas anteriormente impuestas hacen una sumatoria de QUINCE
AÑOS DE PRISIÓN, de los cuales el imputado CAIRO ALFONSO REYES, lleva de estar
detenido UN AÑO CON CINCO MESES Y VEINTIUN DIAS, y cuya penal total la
cumplirá el día VEINTE DE JUNIO DEL AÑO DOS MIL CATORCE, en el Centro penal
que s encuentra recluido.---C)- CONDENASE, al imputado presente CAIRO ALFONSO
REYES, de las generales ya expresadas, a la inhabilitación absoluta de los derechos de
ciudadano, los cuales durarán el tiempo de la condena, así como a la incapacidad de obtener
toda clase de cargo o empleo público.---D) CONDENASE, al imputado presente CAIRO
ALFONSO REYES, al pago de la cantidad de SEIS MIL QUINIENTOS COLONES
EXACTOS, distribuidos de la siguiente manera CINCO MIL COLONES EXACTOS que
deberá percibir el señor MISAEL ALVARENGA RIVERA, en concepto de
RESPONSABILIDAD CIVIL POR INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS,
por el delito calificado en forma definitiva como HOMICIDIO SIMPLE, tipificado y
sancionado en el Art.128 C. Pn., en perjuicio de la vida del joven RICARDO ERNESTO
RIVERA ALVARENGA o ALVARENGA RIVERA, y UN MIL QUINIENTOS
COLONES que deberá percibir el señor JOSE MILTON ALVARENGA RIVERA, en
concepto de RESPONSABILIDAD CIVIL POR INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y
PERJUICIOS, por el delito calificado en forma definitiva como HOMICIDIO SIMPLE EN
GRADO DE TENTATIVA, tipificado y sancionado en los Arts.24, 68 y 128 C.Pn., en
perjuicio de la vida del joven JOSE MILTON ALVARENGA RIVERA, hecho sucedido
como a eso de las dieciocho horas con treinta minutos del día veinte de junio de mil
novecientos noventa y nueve, en el interior del reparto las cañas de la ciudad de Ilopango.--E)- ABSUELVESE, al imputado presente CARLOS ERENESTO PINEDA PINEDA, de
las generales ya expresadas DE LA ACUSACIÓN FISCAL Y DE TODA
RESPONSABILIDAD PENAL, RESPONSABILIDAD CIVIL Y COSTAS
PROCESALES OCASIONADAS EN ESTA INSTANCIA por los delitos calificados en
forma definitiva, como: HOMICIDIO SIMPLE, tipificado y sancionado en el Art.128 C.
Pn. en perjuicio de la vida del señor RICARDO ERNESTO RIVERA ALVARENGA o
ALVARENGA RIVERA, Y HOMICIDIO SIMPLE EN GRADO DE TENTATIVA,
tipificado y sancionado en los Arts.24, 68 y 128 C. Pn. en perjuicio de la vida del señor
JOSE MILTON ALVARENGA RIVERA; hecho sucedido como a eso de las dieciocho
horas con treinta minutos del día veinte de junio de mil novecientos noventa y nueve, en el
interior del reparto las cañas de la ciudad de Ilopango; por consiguiente cese todo tipo de
restricciones a la libertad ambulatoria que por el presente hecho tuviese dicho imputado.--F-) ABSUELVESE al imputado presente CAIRO ALFONSO REYES, del pago de
COSTAS PROCESALES OCASIONADAS EN ESTA INSTANCIA, por los delitos
calificados en forma definitiva, como: HOMICIDIO SIMPLE, tipificado y sancionado en el
art.128 C. Pn. en perjuicio de la vida del señor RICARDO ERNESTO RIVERA
ALVARENGA o ALVARENGA RIVERA, Y HOMICIDIO SIMPLE EN GRADO DE
TENTATIVA, tipificado y sancionado en los arts.24, 68 y 128 C. Pn. en perjuicio de la
vida del señor JOSE MILTON ALVARENGA RIVERA; hecho sucedido como a eso de las
dieciocho horas con treinta minutos del día veinte de junio de mil novecientos noventa y
nueve, en el interior del reparto las cañas de la ciudad de Ilopango.---No obstante que se
demostró con la prueba desfilada en la Vista Pública que el arma decomisada a CAIRO
ALFONSO REYES, la cual es de las siguientes características tipo revólver, marca Taurus,
serie ML 877430, tuvo participación directa en los presentes hechos, pero que por no
haberse demostrado que la misma fuese o no propiedad del referido imputado, por
consiguiente devuélvasele en su debida oportunidad a la persona natural o jurídica que
demuestre su legítima propiedad.---Déjase expedito el derecho a las partes de poder recurrir
de la presente sentencia, debiéndose remitir de conformidad al art.43 de la Ley
Penitenciaria y art.47 C.Pr. Pn. las certificaciones pertinentes al Juzgado Segundo de
Vigilancia Penitenciaria y de Ejecución de la pena de esta ciudad, caso contrario no se
recurriere de esta Providencia, en su oportunidad Archívense las presentes actuaciones...".
2.- Contra el anterior pronunciamiento, el defensor doctor Atilio Ramírez Amaya
hijo, finalizó su recurso alegando los motivos siguientes:
MOTIVO PRIMERO: Violación a los Arts.15, 162, 356, 339, 18, 184 No.5, 224 y
362 No.3 Pr.Pn., porque la sentencia se basa en medios o elementos no incorporados
legalmente en el juicio; el fundamento de dicho motivo lo hace residir en el hecho de que el
sentenciador basó su resolución en los peritajes balísticos practicados en el arma homicida,
sin haber sido ésta secuestrada previamente e incorporada al juicio.
Como solución, pretende que se aplique el Art.5 Pr.Pn., porque con base en las
experticias balísticas no debió el sentenciador hacer el reproche de culpabilidad del
imputado.
El punto de la sentencia que cuestiona es del tenor literal siguiente: "... "el arma de
fuego que le fue decomisada al acusado... fue sometida a diversas experticias y de ellas
resulta sumamente importante traer a mención el Análisis Balístico, de fecha doce de
noviembre de mil novecientos noventa y nueve.... así como el Análisis Balístico de fecha
veinticuatro de junio de mil novecientos noventa y nueve... y con el cual se estableció que
las seis vainillas encontradas en dicha arma fueron percutadas por esta...".
Esta Sala, procede a verificar si se ha dado el defecto denunciado, para lo cual se
examinan las actuaciones pertinentes; así: a fs.5 corre agregada el acta levantada por los
agentes captores, a las veinte horas del día veinte de junio del año mil novecientos noventa
y nueve, en la que consta la detención del imputado Cairo Alfonso Reyes a quien se le
decomisó el arma de fuego tipo revólver, la cual fue puesta a la orden y disposición de la
señora Jueza de Instrucción de Soyapango en el laboratorio de Investigación Científica del
Delito de la Policía Nacional Civil, fs.74, no obstante la citada funcionaria no ratificó el
decomiso en mención, contraviniendo el Art.180 Inc.2º. Pr.Pn..
No obstante la anterior infracción, la Sala estima oportuno referirse a los principios que
rigen el sistema de nulidades en el actual Código Procesal Penal, así se tiene el del interés
procesal, ya que no toda irregularidad acarrea la anulación automática de un acto, pues aún
cuando se diera una violación de una norma procesal que prescribe una formalidad
sancionada con nulidad, ya sea absoluta o relativa, si no existe dicho interés, no es posible
técnicamente decretarla.
Existe interés procesal cuando el acto viciado es adverso para una de las partes, de modo
que le cause indefensión y no pueda reponerse en el curso del proceso ni en la sentencia. El
Código no utiliza un lenguaje uniforme para referirse a dicho principio, así en los Arts.223
y 406 Inc.4º. Pr.Pn., lo llama "agravio". Lo expuesto permite afirmar que para declarar
cualquier nulidad, debe mediar un interés procesal al resolver un incidente o un recurso; su
verificación se hace por dos formas: a) por el método de la inclusión hipotética, la omisión
de una prueba esencial se incluye mentalmente como si se hubiera cumplido, si la situación
jurídica de que se trate se conserva igual que antes de la adición hipotética, no hay interés;
pero si con la inclusión se logra el beneficio y equilibrio de la defensa, entonces existirá tal
interés en la nulidad. Y b) por el método de la supresión mental hipotética, en virtud del
cual, si a pesar de la eliminación mental de la prueba esencial, se conserva igual la
situación, no hay interés; pero si con la eliminación se logra el beneficio y equilibrio de la
defensa, entonces existirá interés en la nulidad y por ende procede decretarla.
En el presente caso, no obstante haberse omitido la ratificación judicial del secuestro, para
determinar si la prueba introducida ilegalmente al juicio es decisiva e influye efectivamente
en el fallo, se aplicó el método de la supresión mental hipotética del arma de fuego,
decomisada, de lo que resultó que tal supresión no dejaba sin base a la sentencia recurrida,
pues ésta se apoya en otras pruebas que son suficientes para fundamentarla, como lo son
entre otras, la pericial o análisis balístico realizado en el revólver y dos proyectiles
extraídos del cadáver de Ricardo Ernesto Rivera Alvarenga, la testimonial, rendida por los
agentes captores Ismael Rodríguez Aguilar, José Medardo Albayero Romero y María Ana
Silvia Hernández, las periciales practicadas en el arma de fuego por José Herbert Méndez
Matías perito adscrito al Laboratorio de Investigación Científica del Delito de la Policía
Nacional Civil, y testimonial rendida por José Milton Rivera Alvarenga, por lo que no ha
lugar a casar la sentencia por tal motivo.
No está demás agregar, que las peticiones de nulidad con base en criterios formalistas como
el presente, responde a la típica concepción "procedimentalista", según la cual, el proceso
no es más que un conjunto de trámites que conducen eventualmente a una decisión judicial.
Esta concepción puede provocar la violación del principio de justicia pronta y cumplida, en
especial cuando injustificadamente se anulan en el proceso, actos o resoluciones que no
justifican de ninguna manera el incumplimiento de un principio tan importante como es el
de celeridad en la resolución de las causas judiciales.
II.- Alega también la violación de los Arts.15, 162, 356 Pr.Pn., en relación con los
Arts.211 y 217 Pr.Pn., y argumenta que la Policía Nacional Civil obvió el procedimiento
que especifica el Art.211 Pr.Pn., de manera que cuando el juez ordenó la diligencia de
reconocimiento en rueda de personas, ya el imputado había sido presentado por la policía,
al testigo; y propone como solución, que la sentencia sea casada.
Del contexto de la fundamentación relacionada con esta infracción, la Sala procede
a examinar lo pertinente con la identificación del imputado, en la sentencia de la cual se
recurre: "... únicamente como testigo presencial el joven José Milton Rivera Alvarenga,
quien estableció el día en que ocurrió la muerte de su hermano Ricardo Ernesto Rivera
Alvarenga, que ese día regresaba de la cancha de la zona franca de San Bartolo, y que a la
entrada de la Colonia Las Cañas encontraron primeramente un sujeto, luego un segundo
sujeto y posteriormente un grupo de seis sujetos, y que estos sin existir motivo alguno les
detuvieron y les dieron patadas, realizando posterior a ello disparos en contra de su
humanidad, resultado que de dichos disparos perdió la vida Ricardo Ernesto y resultó con
lesiones José Milton, que los sujetos que realizaron los disparos no los conocía ni los había
visto con anterioridad, pero sí tuvo la oportunidad de verlos bien el día de los hechos; al
tener conocimiento de dicha noticia, los agentes José Medardo Alvayero Romero, Ismael
Rodríguez Aguilar y María Ana Silvia Hernández, de la Policía Nacional Civil, se
apersonaron al lugar y de acuerdo a lo que les manifestaron personas del lugar, montaron
un retén a fin de encontrar a uno de los sujetos que había participado en dicho disturbio, de
quien les dieron sus características, y además de ello que viajaba en un autobús de la ruta
Veintinueve, cuyas placas eran AB – 73071, encontrando en el interior de dicha unidad de
transporte a Cairo Alfonso Reyes, persona que vestía de acuerdo a lo que les habían
manifestado, a quien procedieron a registrar y al hacerlo encontraron en una de las bolsas
del pantalón de éste dos casquillos de proyectiles de arma de fuego, motivo por el cual le
bajaron de dicha unidad y al continuar el registro le encontraron escondido a la altura del
tobillo un arma de fuego, calibre 38; ello generó la sospecha de que éste hubiese
participado en los hechos que se investigaban en ese momento, y lo cual generó que le
pidieron su cooperación a fin de llevarlo al Hospital Nacional de San Bartolo, lugar donde
se encontraban las víctimas de los hechos investigados, y al verle el joven José Milton
Rivera Alvarenga, les indicó a los policías que ese era uno de los que había matado a su
hermano...".
En la parte transcrita no se advierte violación alguna a las disposiciones que el
impugnante considera infringidas pues si bien el imputado fue aprehendido en flagrancia y
conducido por los agentes captores al centro hospitalario, no se ha determinado que se le
haya señalado para reconocerlo; la actuación de la Policía Nacional Civil no fue más que
una medida inicial de investigación cuyo propósito fue el de individualizar al posible
culpable del hecho; entendida la individualización como el conjunto de rasgos o
características que permiten distinguir a un hombre del resto del género, pero no se sabe
quien es, tal concepto suele confundirse con el concepto de identificación, pero este va más
allá pues consiste en encontrar que una persona es la misma que se busca. En otras
palabras, un imputado puede estar individualizado pero no identificado; ambos conceptos
tienen efectos procesales distintos, ya que la falta de individualización origina un archivo
inmediato, mientras que la falta de identificación origina una desestimación de la denuncia,
porque no es posible proceder contra el imputado.
No obstante, el principio de utilidad de la nulidad y la exclusión de la nulidad por la
nulidad misma que permite evaluar el efecto real del acto que se pretende anular, si
aplicásemos la regla de exclusión mental hipotética en la parte pertinente a la identificación
realizada por el testigo, la sentencia siempre estaría legalmente sustentada, porque el
señalamiento del imputado se mantiene con su dicho, con las experticias realizadas en el
revólver decomisado y el análisis balístico realizado en los dos proyectiles extraídos al
cadáver de la víctima Ricardo Ernesto Rivera Alvarenga, por medio del cual se determinó
que uno de ellos fue disparado por el arma en la cual se practicaron así como el análisis
balístico con el que se estableció que las seis vainillas encontradas en dicha arma fueron
percutidas por ésta, el acta de reconstrucción de los hechos, el croquis de ubicación y el
album fotográfico en el lugar donde se verificaron. Aunado a lo anterior, el imputado fue
aprehendido en flagrancia con los objetos con los cuales cometió el delito; razones que son
suficientes para considerar que no es procedente acceder a lo solicitado en cuanto a esta
infracción se refiere.
Por todo lo expuesto, ninguno de los motivos invocados y analizados anteriormente
invalidan la sentencia recurrida, por lo que ha de declararse sin lugar el recurso interpuesto.
POR TANTO: Con base en las razones antes dichas, disposiciones legales citadas y
Arts.50 Inc.2º. No.1, 357, 421, 422, y 427 Pr.Pn., en nombre de la República de El
Salvador, esta Sala FALLA:
A.- NO HA LUGAR A CASAR la sentencia de mérito por los motivos invocados;
B.- Remítase el proceso al tribunal de origen.-----R. GUSTAVE T.---E. CIERRA--F. LOPEZ ARGUETA---PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS
QUE LO SUSCRIBEN.---ILEGIBLE---RUBRICADAS.
Descargar