Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 47.785 AVANCES EN PSICOFARMACOLOGÍA Agmatina: perfil farmacológico y efectos conductuales José Francisco Navarro Universidad de Málaga PERFIL FARMACOLÓGICO DE LA AGMATINA En 1994, Li et al1 purificaron y establecieron la estructura de un ligando endógeno para el receptor de imidazolina, que recibió la denominación de agmatina (guanido butanolamina). Esta molécula es una amina y un catión orgánico que se sabía era sintetizada en bacterias, plantas, numerosos invertebrados y peces, pero nunca se había encontrado en mamíferos. Se sintetiza a partir de la L-arginina por la enzima arginina decarboxilasa, y posteriormente es hidrolizada por la enzima agmatinasa a putrescina, sustancia precursora de algunas poliaminas, como la espermina y la espermidina. La agmatina se encuentra ampliamente distribuida en numerosos órganos y tejidos, y su concentración cerebral es relativamente baja. En el cerebro de ratas se han detectado concentraciones que se sitúan entre 2,5 y 15,5 ng/ml, comparables con las de algunos neurotransmisores monoaminérgicos clásicos, y con una localización preferentemente neuronal. Las mayores concentraciones parecen hallarse en las capas más profundas de la neocorteza, el hipocampo, la amígdala, el septum, el núcleo de la estría terminal, los núcleos talámicos de la línea media y el hipotálamo. En el troncoencéfalo se ha localizado principalmente en el núcleo del tracto solitario y complejo parabraquial pontino, el núcleo laterodorsal, el locus ceruleus, el núcleo dorsal del rafe y la sustancia gris periacueductal2,3. Asimismo, mediante técnicas inmunocitoquímicas se han detectado cantidades apreciables de agmatina en la glándula adrenal, en el cuerpo carotídeo4 e, incluso, en células astrocitarias5. La evidencia disponible en la actualidad indica que la agmatina puede desempeñar un importante papel como neurotransmisor o neuromodulador. De hecho, cumple Correspondencia: Dr. J.F. Navarro. Área de Psicobiología. Facultad de Psicología. Universidad de Málaga. Campus de Teatinos, s/n. 29071 Málaga. Correo electrónico: [email protected]. 130 Psiq Biol 2002;9(3):130-2 la mayoría de los criterios para ser considerada un neurotransmisor central. Es sintetizada en el cerebro, se almacena en vesículas sinápticas en neuronas distribuidas de manera heterogénea, es inactivada por recaptación, degradada de manera específica por una enzima (la agmatinasa), se libera desde las terminales axónicas por despolarización, y se une con elevada afinidad a receptores cerebrales6-8. Al igual que la clonidina, la agmatina se une con alta afinidad al receptor alfa-2-adrenérgico y a todos los subtipos de receptores de imidazolinas. En cambio, carece de afinidad por los receptores alfa-1 y betaadrenérgicos. Además, presenta características únicas, ya que al ser un catión orgánico puede penetrar en la célula a través de canales iónicos. Por otro lado, también actúa antagonizando el receptor NMDA e inhibiendo la actividad de la enzima óxido nítrico sintasa, responsable de la síntesis del óxido nítrico6-8. EFECTOS CONDUCTUALES Y FISIOLÓGICOS DE LA AGMATINA Efectos analgésicos La mayoría de los trabajos publicados sobre los efectos conductuales y fisiológicos de la agmatina se ha centrado en su posible acción analgésica. Así, Kolesnikov et al9 examinaron los efectos moduladores de la agmatina sobre la analgesia opioide en ratones. Sus resultados indicaron que, por sí sola, no producía efectos significativos en el tail-flick test (0,1-10 mg/kg). Sin embargo, incrementaba la analgesia inducida por morfina de manera dependiente de la dosis. En cambio, no tuvo efecto sobre la inhibición del tránsito gastrointestinal. La analgesia mediada por el receptor opioide delta también se ve potenciada tras la administración de agmatina, mientras que la mediada por los receptores kappa-1 y kappa3 no parece ser afectada por esta sustancia. Horvath et al10 analizaron el efecto de la inyección intratecal de agmatina sobre la hiperalgesia térmica en ratas y encontraron que la administración conjunta de ag- Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Navarro JF. Agmatina: perfil farmacológico y efectos conductuales matina y dosis bajas de morfina tuvo un efecto antihiperalgésico significativamente más alto que la administración por separado de cada una de estas sustancias. De igual modo, la agmatina disminuye la hiperalgesia que acompaña a la inflamación11. Recientemente, Önal y Soykan12 evaluaron el efecto de la administración i.p. de agmatina (37,5-300 mg/kg) sobre el dolor tónico y fásico en ratones utilizando los tests de la formalina y el tail-flick. La agmatina provocó una reducción de las conductas nociceptivas en la primera y la segunda fase del test de la formalina, que constituye un modelo de dolor tónico. La yohimbina (un antagonista alfa-2-adrenérgico) bloqueó el efecto de la agmatina en la fase 2, pero no produjo ningún cambio en la fase 1. En contraste, en el tail-flick test, la administración de agmatina no indujo ningún cambio significativo en la conducta de los animales. Estos resultados sugieren que la agmatina presenta efectos analgésicos sobre el dolor tónico más que sobre el fásico. En la misma línea, Yesilyurt y Uzbay13 investigaron el efecto de la coadministración de agmatina y morfina sobre la analgesia en el tail-flick test en ratones. Por sí sola, la agmatina (10, 20 y 40 mg/kg) no provocó ningún efecto significativo, pero cuando fue administrada junto con morfina (1 mg/kg) se observó una clara potenciación del efecto analgésico. Este efecto fue completamente bloqueado cuando los animales fueron pretratados con yohimbina (0,625 mg/kg), un antagonista selectivo de los receptores alfa-2 que, de manera aislada, no produjo ningún cambio significativo en la analgesia inducida por morfina. Estos resultados indican que la administración conjunta de agmatina y morfina incrementa el efecto analgésico a través de un mecanismo receptorial alfa-2-adrenérgico, y sugieren que la combinación de ambas sustancias podría ser una estrategia terapéutica efectiva para el tratamiento médico del dolor. Agmatina y drogodependencias Una prometedora línea de investigación está relacionada con el posible papel de la agmatina en el tratamiento de algunas drogodependencias. En este sentido, Uzbay et al14 investigaron recientemente la capacidad de la agmatina (20, 40, 80 y 160 mg/kg) para prevenir el síndrome de abstinencia al alcohol en ratas. La administración de agmatina produjo un efecto inhibitorio dependiente de la dosis de las conductas estereotipadas, los temblores y los wet dog shakes, sugiriendo que podría ser una sustancia útil en el tratamiento de la dependencia al etanol. Por otra parte, Aricioglu-Kartal y Uzbay15 observaron que la agmatina atenuaba de manera significativa y dependiente de la dosis todos los signos de un síndrome de abstinencia inducido por morfina en ratas. En concreto, implantaron subcutáneamente dos pellets que contenían 75 mg de morfina en el lomo de ratas Wistar; 72 h después de la implantación inyectaron i.p. sulfato de agmatina (20, 30 y 40 mg/kg) o suero salino; 45 min más tarde administraron naloxona (2 mg/kg) para precipitar un síndrome de abstinencia, que fue notablemente reducido tras la administración de agmatina. En este contexto, Li et al16 han demostrado también que el pretratamiento con agmatina puede prevenir el desarrollo de dependencia a morfina en ratones. Finalmente, Morgan et al17 han analizado los efectos de la agmatina (10 y 30 mg/kg) sobre las conductas de autoadministración de cocaína y fentanilo en ratas. Sus resultados demostraron que la agmatina atenuaba el proceso de autoadministración de fentanilo, pero no el de la cocaína. Efectos sobre el aprendizaje y la memoria La administración de agmatina (5 y 10 mg/kg, i.p.) deterioró significativamente la adquisición y produjo claros déficit de la consolidación en un paradigma de miedo condicionado, sin afectar a la actividad motriz espontánea o los umbrales nociceptivos18. Puesto que unas concentraciones fisiológicamente elevadas de agmatina no son capaces de inhibir la actividad del receptor NMDA, estos resultados sugieren que puede ser necesaria una modulación de las poliaminas en los receptores NMDA en el hipocampo para una apropiada adquisición y consolidación de los estímulos de miedo contextual. Asimismo, McKay et al19 han examinado recientemente el papel de la agmatina (1, 5, 10 y 50 mg/kg) en una tarea de aprendizaje en el laberinto acuático de Morris y en un tarea de aprendizaje de aversión gustativa condicionada. Aunque la agmatina no afectó a la primera tarea, abolió significativamente las aversiones gustativas aprendidas por los animales de experimentación. Otros efectos Diversos estudios han demostrado que la agmatina también ejerce efectos neuroprotectores en diferentes modelos de daño cerebral in vitro e in vivo, reduciendo el tamaño de los infartos isquémicos o la pérdida de neuronas hipocampales20. Por otro lado, Prasad y Prasad21 encontraron que la administración aguda de agmatina (10 mg/kg) incrementaba la ingesta calórica y la preferencia por carbohidratos en ratas saciadas, pero no en ratas hambrientas, efecto que se mantenía tras la administración crónica de dicho compuesto. Psiq Biol 2002;9(3):130-32 131 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 25/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Navarro JF. Agmatina: perfil farmacológico y efectos conductuales En el sistema periférico, la agmatina modula el metabolismo de la insulina y la glucosa. En el riñón, actúa como natriurético, incrementando la excreción de Na+, con independencia de sus efectos sobre el flujo sanguíneo. Asimismo, bloquea la proliferación estimulada de células musculares lisas de la pared vascular22. Por último, se ha comunicado que la agmatina presenta un potente efecto ulcerogénico que parece estar mediado, al menos parcialmente, por los receptores alfa-2-adrenérgicos e imidazolínicos23. BIBLIOGRAFÍA 1. Li G, Regunathan S, Barrow CJ, Eshraghi J, Cooper R, Reis DJ. Agmatine: an endogenous clonidine-displacing substance in the brain. Science 1994;263:966-9. 2. Otake K, Ruggiero DA, Regunathan S, Wang H, Wang H, Milner TA, et al. Regional localization of agmatine in the rat brain: an immunocytochemical study. Brain Res 1998;787:1-14. 3. Thyssen SM, Libertun C. 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