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Villa Macul Academia
Depto. de Filosofía
Alejandra Rosales Calvo
Apunte Complementario: Platón (427-347 a.c.)
Metafísica: Teoría de las Ideas
* Platón (427-347 a.c.) sabía que el mundo físico está, como dijo Heráclito (500 a.c.), en perpetuo devenir.
Ese fluir universal debería hacer imposible nuestro conocimiento científico de la realidad, pues la ciencia
aspira a definir sus objetos, y la definición sólo es posible sobre aspectos invariables. ¿Cómo es que
conseguimos, a pesar de lo dicho, elaborar definiciones verdaderas? La respuesta platónica va a ser genial,
y se apoya en una evidencia empírica: el hecho de que todos los seres materiales, por debajo de sus cambios
y diferencias, presentan una configuración específica que hace que una ardilla, una rosa o un gato sean
siempre gato, rosa o ardilla, sin posibilidad de ser confundidos entre sí o con otras especies.
* Platón explicará este hecho por la existencia de un molde inmaterial o “idea” (del griego eidos: forma)
que es causa de los miles o millones de individuos en los que puede materializarse sin confundirse con ellos.
Según esto, un animal puede envejecer y morir, pero su “idea”, el modelo inteligible del cual procede, es
eterno e inmutable. De hecho, Platón piensa que lo eterno no es el arjé presocrático sino las “ideas”
inmateriales a cuya imagen está copiado el mundo físico. Platón llamó “ideas” a las causas metafísicas del
mundo físico, y no entendió por “ideas” los conceptos o formas mentales que produce nuestra inteligencia,
sino los modelos inmateriales que han dado lugar, por imitación o participación, al mundo sensible.
Todo el pensamiento platónico gira en torno a este punto fundamental: la afirmación del “Mundo de las
Ideas”, realidad suprasensible que es causa última de todo lo que existe.
* Platón divide todo lo que existe en dos planos del ser: El Mundo Sensible o Mundo de las cosas (el de las
cosas materiales y visibles, captable por los sentidos) y el Mundo Inteligible o Mundo de las ideas (captable
por la razón, la inteligencia). Hay “ideas” de cosas, de animales, de plantas, de relaciones, de valores, de
entes geométricos y matemáticos, y de toda clase de cuerpos.
* Al ser la causa del mundo físico, las “ideas” son más reales que lo que llamamos realidad, son la
verdadera realidad y tienen varias propiedades inconfundibles:
a) Son inmutables, no cambian nunca, y esto es lo que permite que se las pueda definir y conocer con
precisión. Aunque cada hombre cambie a lo largo de su vida, la “idea” de hombre es siempre la misma: no
crece, ni cambia, ni muere.
b) Son atemporales, eternas. No han comenzado a existir ni dejarán de existir.
Aunque todos los hombres murieran, la “idea” de hombre seguiría siendo la que es, como por ejemplo, la
“idea” de dinosaurio es la que es aunque ya no exista ninguno.
c) Son únicas: aunque existan muchos hombres, todos proceden de la “idea” de hombre. No hay dos “ideas”
iguales.
d) Son inteligibles: sólo pueden ser conocidas por la razón, no por los sentidos.
El alcance de la teoría de las “ideas” es enorme. Platón ha pretendido demostrar que lo sensible sólo se
explica apelando a lo suprasensible; que lo relativo exige recurrir a lo absoluto, lo móvil a lo inmóvil, y lo
corruptible a lo eterno.
Si los seres materiales son copias imperfectas, las “ideas” son los modelos prefectos.
ASPECTOS GENERALES:
1- Platón afirma, que el alma humana consta de una parte inmortal y divina (alma racional) y
otra ligada a los cuidados del cuerpo (alma irascible y alma concupiscible). En el Fedro, la
describe así: “El alma se asemeja al poder combinado de un carro alado y de un cochero… la
parte que gobierna en nuestro interior (parte racional), ésa guía el coche… Uno de los caballos
(la parte irascible) es bueno y bello, él y sus padres; el otro, él y sus padres, malo y feo; por lo
cual nos es muy difícil y penosa la dirección del carro…Cada alma mientras es perfecta y alada
vuela hacia lo alto y gobierna el mundo; pero, si pierde sus plumas, es arrastrada en todas
direcciones, hasta no establecerse en alguna cosa sólida que convierta en su mansión para
tomar allí un cuerpo terreno… Pero, lo que es divino es belleza, es bondad y perfecciones
semejantes, y de éstas se nutren y florecen las alas del alma, y se entristecen y pierden sus
plumas por sus contrarios.”
2- Para Platón existen 3 planos del ser: El primero y más bajo es la realidad sensible; el segundo
son las Ideas; y el tercero, la Idea del Bien (donde tienen su unidad y principio el mundo
sensible e inteligible, mundo de las cosas o apariencias y mundo de las ideas, respectivamente.)
“Todo aspira al Bien”.
3- El alma humana es inmortal. Como el cuerpo es corruptible y perecedero, implica la preexistencia
de ésta y también de que su unión con el cuerpo es accidental, un estado transitorio. Más aún, puede
ser calificado como antinatural, ya que el lugar propio del alma es el mundo de las Ideas, y su
actividad más propia, la contemplación de éstas. El cuerpo es la cárcel del alma. El alma, en su
unión con el cuerpo debe purificarse de las inclinaciones negativas del cuerpo, comportándose
adecuadamente, según las virtudes de la Prudencia, la Fortaleza, la Templanza y la Justicia.
4- “Conocer es recordar”. Cuando el hombre conoce algo, está “reconociendo o recordando” aquello
que su alma ya conoció o contempló (la idea), en el mundo de las Ideas, a partir de los objetos
sensibles de este mundo y con todas las limitaciones que el mundo sensible y los sentidos poseen. La
teoría de la Reminiscencia (teoría del conocimiento en Platón), reestablece la unidad perdida entre
este mundo de apariencias o sensible y el mundo real, el de las Ideas, al cual debe regresar el alma
inmortal del hombre.
5- Platón, al principio, gracias a su maestro Crátilo conoció la teoría de Heráclito de Éfeso, según la
cual todas las cosas se encuentran sometidas a variación y cambio: “Todo fluye”; pero
posteriormente, en un viaje a la Magna Grecia entró en contacto con las ideas de Parménides,
según las cuales “el ser es uno, inmutable, perfecto, eterno…” De este modo parece que Platón
quiso establecer un equilibrio entre ambas filosofías: la variedad y el cambio son propios del
Mundo Sensible; la inmutabilidad, la perfección y la eternidad del Mundo Inteligible. Así, Platón
aplicó atributos contrapuestos y contradictorios a uno y otro mundo. El Mundo de las Ideas se halla
formado por lo que siempre es y no varía, el ser inengendrado e imperecedero, las esencias
inmutables; El Mundo de las Cosas, por el contrario, se encuentra integrado por las cosas que
vemos en este mundo, las cosas cambiantes, que nacen y mueren y que están sometidas a continuo
devenir, esto es, que son contingentes, y por tanto en parte son y en parte no son.
6- Platón explicó el surgimiento del mundo sensible en su diálogo Timeo: Este mundo ha sido
realizado por el Demiurgo, quien teniendo en cuenta la realidad del cosmos inteligible, proporcionó
la forma adecuada a una materia preexistente. Según esta teoría, en el nacimiento del mundo
intervinieron tres realidades: El Demiurgo, las Ideas y la materia indeterminada. El Demiurgo
viene a ser un Dios “hacedor o artífice”, que en su obra se sirvió de otras realidades que ya
existían antes; A diferencia del Dios judeo-cristiano, que es omnipotente y creador “ex nihilo” (a
partir de la nada) de todas las cosas.
7- Las ideas son la auténtica realidad, y en cuanto tal, son inengendradas, imperecederas, inmutables
y eternas. Existen ideas de todas las clases de objetos, formas y relaciones que encontramos en el
mundo sensible. Este mundo ES, únicamente, en cuanto participa o imita la realidad de las ideas.
(Mundo inteligible)
- (El Mito de la caverna, tal y como Platón lo expuso en el libro VII de”La República”, constituye un claro
ejemplo de su concepción de la realidad.).
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