centroamericano

Anuncio
MUJERES DEL CAMPO
centroamericano
FIDA
Cinco historias sobre equidad de género
en proyectos financiados por el FIDA en
Centroamérica
Contenidos
Foto de portada: productoras de granos básicos de La Másica, Honduras.
La equidad de género es uno de los principios básicos en las estrategias
de lucha contra la pobreza que promueve el FIDA a través de los proyectos
que financia. Bajo este principio se busca tratar equitativamente a hombres
y mujeres en función de sus respectivas necesidades. En el contexto
del desarrollo, este enfoque suele demandar medidas planificadas para
compensar las desventajas históricas y sociales de la mujer.
La integración de la perspectiva de género en los proyectos es el proceso
por el cual la reducción de las brechas en las oportunidades de desarrollo
entre mujeres y hombres, y el trabajo en pos de la igualdad entre ellos,
se convierten en una parte integral de la estrategia, las políticas y las
operaciones de la organización o proyecto. Aquí presentamos cinco historias de mujeres emprendedoras apoyadas
por programas de desarrollo rural cofinanciados por el FIDA en El Salvador,
Nicaragua, Guatemala, Honduras y Panamá.
Mujeres del campo centroamericano
2
Un trabajo elaborado por el Fondo Internacional para
el Desarrollo Agrícola (FIDA) y la Unidad Regional de
Asistencia Técnica (RUTA).
Se agradece la participación de las beneficiarias y
beneficiarios así como del personal de los proyectos
visitados para elaborar esta publicación.
Dirección:
Carmen Eugenia Morales, Enlace de FIDA/RUTA
Marco Tulio Sierra, Especialista en Proyectos, RUTA
Redacción y edición:
Gabriela Hernández Herrera
Fotografías:
Gabriela Hernández y proyectos.
Diseño:
Mónica Schultz Clarke
San José, Costa Rica
Enero 2010
Cinco historias sobre equidad de género en proyectos financiados por el FIDA en Centroamérica
3
Los cinco proyectos
visitados en Centroamérica
Los proyectos visitados para conocer algunas de sus experiencias en
materia de equidad de género son el Programa Nacional de Desarrollo Local
(PRONADEL) de Honduras, el Programa de Desarrollo de las Verapaces
(PRODEVER) en Guatemala, el Programa de Reconstrucción y Modernización
Rural (PREMODER) en El Salvador, el Programa de Desarrollo Económico de
la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC), y el Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB)
en Panamá.
El Programa Nacional de Desarrollo Local (PRONADEL), de la Secretaría de Agricultura y Ganadería
(SAG) de Honduras, beneficia a más de 30.000 familias campesinas, organizadas en 438 grupos
de base. El proyecto finalizó en diciembre de 2009. El PRONADEL ha invertido US$56,978.000 en
ocho años, de los cuales US$36.5 millones provienen de dos préstamos del Fondo Internacional de
Desarrollo Agrícola (FIDA), US$6.5 millones del BCIE, US$5 millones del PNUD, US$2.3 millones del
Gobierno de Honduras, y US$6.6 millones como contraparte de los actores locales.
El Programa de Desarrollo de las Verapaces (PRODEVER) es una iniciativa del Gobierno de Guatemala
que ha inyectado más de US$26 millones en siete años de trabajo, de los cuales cerca de $15
millones provienen de un préstamo del FIDA, $5 millones de la OPEP y el resto de la contraparte
nacional. PRODEVER beneficia a 20.000 familias y ha sido ejecutado por el Fondo Nacional para la Paz
(FONAPAZ), abarcando nueve municipios de Alta Verapaz y cuatro de Baja Verapaz.
El Programa de Reconstrucción y Modernización Rural (PREMODER) en El Salvador, es ejecutado por
el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Se inició en el año 2003 para beneficiar a pobladores
rurales pobres de cinco departamentos afectados por los terremotos del 2001. Contempla una
inversión de US$24.5 millones, de los cuales $20 millones provienen de un préstamo del FIDA, $4.5
millones los aporta el Gobierno de El Salvador y $900 mil son contraparte de los beneficiarios.
El Programa de Desarrollo Económico de la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC) se inició en
setiembre de 2004 y contempla una inversión de US$25 millones en seis años, hasta finales del 2010.
De este monto, US$14 millones provienen de un préstamo blando del FIDA, US$3.9 millones del BCIE,
US$4 millones del Fondo de Desarrollo Campesino (FONDECA), US$1.8 millones del Gobierno de
Nicaragua, y US$1.1 millón como contraparte de los beneficiarios. El Programa lo ejecuta el Instituto
de Desarrollo Rural (IDR).
El Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB) del gobierno de Panamá fue diseñado para beneficiar a 30.000
personas de manera. Se inició en 2003 con una inversión de US$33 millones, de los cuales US$25
millones provienen de un préstamo del FIDA y el monto restante es aportado por el Fondo de
Inversión Social (FIS) de la Presidencia de la República de Panamá. El gran propósito del PNB es mejorar
las condiciones económicas y sociales de las comunidades indígenas y los campesinos pobres en
los 16 territorios de la Comarca Ngäbe- Buglé, y de 15 corregimientos aledaños a la Comarca, que
pertenecen a las provincias vecinas de Bocas del Toro, Chiriquí y Veraguas.,
Avanza el campo centroamericano
4
Con una unión y solidaridad ejemplares, las integrantes de la Asociación Municipal de Mujeres
Las Guadalupanas están abriendo puertas para beneficiar a toda la población femenina
de San Pablo Tacachico, un pequeño pueblo del departamento La Libertad. La granja que
abrieron, con apoyo del PREMODER, les está permitiendo consolidarse como organización y
proyectarse como líderes en la comunidad, con grandes planes para el futuro.
Más de 50 mujeres se superan con
exitosa granja en El Salvador
L
La mañana del 18 de febrero de 2009, un gran
acontecimiento marcó la vida de más de 50 mujeres de San
Pablo Tacachico, un pequeño municipio del departamento
La Libertad, en El Salvador. Ese día, arribaron las 1.500
gallinas ponedoras con las cuales se inició la producción
de la granja de la Asociación Municipal de Mujeres Las
Guadalupanas (ADEMGUAPE).
El arribo de las gallinas significó la culminación de una
primera etapa de esfuerzo en que se dio forma a la
organización, creada un año antes, se diseñó el plan de
negocios, se hizo el diagnóstico de mercado, se gestionó
el proyecto y se recibió el desembolso de US$39.750 por
parte del Programa de Reconstrucción y Modernización
Rural (PREMODER). Además se construyó la primera galera
de la granja y las oficinas, y se seleccionaron y compraron
las aves que ese día llegaban, entre otros muchos detalles.
También fue el punto de partida para todo lo que vendría
a futuro: un largo y desafiante proceso de producción,
de consolidación organizacional, de salir adelante como
mujeres emprendedoras, de ver realizarse sus sueños, de
mejorar sus condiciones de vida y la de sus familias, y de
empezar a ejecutar sus planes de solidaridad con las otras
mujeres de la comunidad.
Mujeres de El Salvador
5
Por eso las gallinas fueron recibidas con esmero. “Por
el traslado llegaron estresadas y seis socias durmieron
durante dos noches en la granja para cuidarlas, dándoles
agua, separándolas para que no se ahogaran hacinadas,
y orientándolas”, cuenta María Julia Portillo, Presidenta de
ADEMGUAPE y líder indiscutible de este emprendimiento
apoyado por PREMODER y el FIDA.
Excelente producción
Pineda, una de las vendedoras con más carisma de la
asociación.
Planes para ayudar a otras mujeres
Para el futuro, las socias de ADEMGUAPE tienen grandes planes. Lo primero es aumentar su negocio con otra galera para
otras 1.500 gallinas. La idea es que las ganancias sirvan para
construir una “Escuela de Formación para la Mujer” a nivel
del municipio.
Con la seriedad y dedicación de las socias de ADEMGUAPE,
eran de esperarse los buenos resultados obtenidos en los
primeros meses de operación de la granja. En marzo, se
inició la postura de huevos y para julio de 2009 ya se estaba
produciendo a un 92% de la capacidad, con un promedio
de 43 cartones diarios de 30 huevos cada cartón.
“En San Pablo Tacachico hay una problemática social, altos índices de violencia intrafamiliar, falta de participación,
una mayoría de mujeres jefas de hogar y un alto índice de
analfabetismo”, explica María Julia Portillo, Presidenta de
ADEMGUAPE. “Por eso queremos ofrecer más formación
en género y otros temas de interés”, agrega.
Las socias desarrollaron una gran ofensiva en mercadeo
en tiendas, mercados y comunidades vecinas. Hicieron un
paquete de promoción que incluyó un brochure y tarjetas
de presentación. “Somos más de 50 mujeres, madres de
familia y jefas de hogar, que luchamos por llevar sustento
cada día a nuestras familias a través de la producción y venta
de huevos frescos, gallinas de descarte y gallinaza” indica el
brochure.
Por esas mismas razones, las socias de ADEMGUAPE están
promoviendo que la Alcaldía de San Pablo Tacachico establezca una Política de Género, pues el 58% de los habitantes de este municipio son mujeres (aproximadamente
13.000 de una población total de 23.000 personas).
El resultado fue una base de 40 clientes en los primeros
cuatro meses de trabajo, fruto de una sólida capacitación
en mercadeo.“He aprendido mucho en las capacitaciones;
cómo vender y cómo tratar a un cliente”, afirma Francisca
“A través del PREMODER he aprendido mucho, las jornadas de género me han ayudado a valorarme más y me
propusieron que fuera Concejal; yo acepté a partir del 1
de mayo de 2009 y ahora estoy sirviendo al pueblo”, expresa Rosalina Menjívar, otra de las socias de ADEMGUAPE. De
este modo, la asociación no es solo una plataforma para la
superación de las 50 socias, sino una base para reducir las
diferencias de género en este munipio salvadoreño.
Además de capacitación gerencial, las socias de ADEMGUAPE han recibido entrenamiento en producción avícola y mercadeo.
Actualmente son excelentes productoras y vendedoras, con un promedio de ventas de casi 38.700 huevos por mes.
FIDA
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA
Mujeres del campo centroamericano
6
Con gran valor y
determinación, 13 mujeres
del municipio de Condega
avanzan en salir de la pobreza
y algunas de la violencia
doméstica para convertirse en
exitosas microempresarias. La
capacitación en liderazgo y un
plan de negocios para elaborar
jugos naturales han hecho la
diferencia y tranformaron sus
vidas de manera radical.
Microempresarias realizadas
en Nicaragua
A
Al hablar con ellas, visitar las instalaciones de su
microempresa, conocer sus logros y observar el cafetín
que ahora tienen, cualquiera se impresiona frente a
microempresarias tan organizadas, exitosas y conocedoras
de su negocio.
Tal es la transformación y el avance que han tenido las
integrantes de la Asociación de Mujeres Sol Naciente de
Condega (AMSONAC), en el Departamento de Estelí, que
son apoyadas por el Programa de Desarrollo Económico de
la Región Seca de Nicaragua (PRODESEC), que cofinancia
el FIDA y ejecuta el Instituto de Desarrollo Rural (IDR).
Estas socias producen los jugos naturales más sabrosos del
municipio bajo la marca “Jugos Tropicales del Norte”, tienen
un encadenamiento productivo con productores de frutas
de la misma zona a los cuales les compran la materia prima,
tienen un cafetín y dan empleo a cuatro mujeres más. Y
todo eso lo han logrado en apenas cuatro años.
“Yo hacía tortillas, coyolitos y cajetas, y mandaba a mis hijos
a vender a la calle. Vivía encerrada entre cuatro paredes y
me sentía una mujer incapaz”, cuenta Alma Ligia González
de 53 años y Presidenta de la Asociación. Ahora, Alma es
la líder indiscutible de una microempresa pujante y ha
ayudado a otras mujeres a mejorar su vida.
El punto detonante fue un Taller sobre Hornos Solares que
recibieron en el 2005 en la Casa de la Cultura del municipio,
que estuvo acompañado de varias charlas sobre liderazgo.
Ahí nació el grupo con 20 mujeres de las comunidades
de San Diego, El Jobo y Santa Rita, muchas de las cuales
tenían en común una historia de violencia doméstica y de
pobreza extrema. Actualmente, las socias son 13.
“En los talleres de liderazgo nos dimos cuenta de que sí
somos capaces y que valemos. Entonces nos organizamos, empezamos a buscar financiamiento y el IDR nos
ayudó a elaborar un plan de negocios para procesar
jugos naturales con financiamiento del PRODESEC. Hoy
tenemos muchos logros”, asegura Alma.
El grupo recibió un aporte de US$10.000 del PRODESEC
para la compra de los equipos industriales y semi
industriales necesarios para desarrollar la producción,
al tiempo que recibieron capacitaciones en aspectos
contables, gerenciales, de mercadeo y de liderazgo.
Posteriormente, recibieron US$10.000 más para la
construcción y equipamiento del cafetín.
Mujeres de Nicaragua
7
un aumento de casi el 800% en la producción, empleando
apenas el 50% de su capacidad.
Su principal cliente es la Alcaldía Municipal de Condega que
compra los jugos para distribuirlos a escuelas como parte de
un programa de refrigerios para escolares financiado por la
Cooperación Austriaca, que igual apoya al grupo. La gente
del municipio también les compran jugos. Pero la visión
a futuro es pasar de micro a empresarias fuertes y están
tramitando el registro sanitario para vender los jugos a nivel
nacional en comercios, bases militares, hospitales y escuelas.
“Ahora somos mujeres realizadas”
Pero más allá de lo comercial, el negocio de los jugos
naturales ha propiciado una mejora radical en la vida de las
socias de AMSONAC. Muchas eran amas de casa que nunca
salían y no se creían capaces. Ahora, organizadas, están
dando pasos gigantescos.
Además de producir jugos tropicales, las socias de AMSONAC
instalaron un cafetín en Condega donde también venden panes y
repostería.
A pensar en grande
Al principio, las mujeres plantearon un modesto proyecto
para cría de pollos, pero inmediatamente los técnicos del
PRODESEC las retaron: “ustedes no van a salir de la pobreza
con eso; tienen que pensar en grande” les dijo Hugo López,
Oficial de Proyectos del IDR-PRODESEC en Estelí.
“Entonces ellas cambiaron y empezaron a ver qué alternativa
era mejor: jugos, granja, soya, derivados de cerdo o fábrica
de tortillas. A cada actividad se le dio calificación y la idea
más factible, la que ganó en el macrofiltro y microfiltro de
ideas de negocios, fue la de fabricación de jugos, porque ya
ellas sabían cómo procesarlos, tenían parte de los equipos y
disponen de materia prima en la región pues Condega es
un municipio altamente productor de frutas”, explica Hugo
López.
En efecto, la producción de jugos naturales ha sido un éxito
y de 10 galones semanales que producían han pasado a una
producción inicial de 70 galones por semana, 50 unidades
en envase de 7 onzas, 20 unidades en presentaciones de 1
litro y 20 unidades en envases de litro y medio. Esto significa
“Yo era ama de casa, ahora estoy separada y vivo sola con
mis hijos. Ha sido un gran logro haberme liberado de la
dependencia en que vivía”, relata Marisel Martínez quien
hoy es Promotora de Liderazgo en la Asociación y usa su
propio testimonio para dar ejemplo de lo que una mujer
puede lograr.
“A mis 55 años soy la Tesorera del Proyecto de Jugos, me
siento diferente y con valores que no creí que tenía. Soy
promotora de hornos solares, hago informes, hago cheques
y mucho más”, explica Francisca Fuentes, otra socia.
“Yo soy maestra y tengo cuatro hijos, y ahora mi familia
se da cuenta de que yo soy capaz; yo he cambiado y eso
también beneficia a mi familia”, afirma Silvia Flores, Secretaria
de AMSONAC.
“Mi esposo emigraba a trabajar a Costa Rica y yo cosía, pero
siempre había querido estar organizada. Ahora me siento
una mujer realizada y tengo a mis tres hijos estudiando.
Aquí podemos trabajar dignamente y nos sentimos con la
autoestima en alto”, indica, por su parte, Francisca Gómez,
Responsable de Producción en el Proyecto de Jugos.
Y así, una a una, las socias de AMSONAC son una muestra
de mujeres empoderadas y microempresarias cuya vida de
pobreza está quedando atrás.
FIDA
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA
Mujeres del campo centroamericano
8
Catorce socios de la Asociación Flor de
Algodón, la mayoría mujeres, crearon esta
organización y reactivaron su producción
de textiles con el apoyo del PRODEVER
desde el año 2002.
Ahora exportan a Estados Unidos y a
Europa, y con las ganancias compran
alimentos, siembran, pagan la educación
a sus hijos y algunos hasta han comprado
un terreno. Su meta es crear nuevos
mercados y vender más. Para eso
diseñaron una nueva colección y abrieron
su propia página web.
Productoras de textiles en Guatemala
T
Tejiendo manteles, individuales y servilletas de alta
calidad 100% algodón, estos indígenas mayas de la etnia
Achí, originarios de la aldea Chuaperol, en Rabinal de Baja
Verapaz, están saliendo adelante.
La Asociación de Desarrollo Flor de Algodón (ADIFA)
se formó en 2003 con el apoyo del PRODEVER, un año
después de que sus primeros socios se integraran al
intensivo programa de capacitación previsto para las
organizaciones apoyadas por el Programa.
“Asistimos a talleres durante seis meses en Cobán sobre
administración, agricultura y actividad pecuaria. Al año nos
dijeron que si queríamos organizarnos como una asociación
ellos nos apoyaban con los papeles y así podríamos exportar
nuestros productos”, recuerda María Ana Lajuj, Presidenta
de ADIFA y principal impulsora del grupo.
María Ana, junto con otras mujeres viudas de la guerra de
los ochenta, había aprendido a tejer mediante un programa
del Centro de Integración Familiar y UNICEF. Eran finales
de los ochenta y se acababan de firmar los Acuerdos de
Esquipulas, que conducirían después a la firma de los
Acuerdos de Paz. Para esa época María Ana tenía 16 años
y aún no tenía hijos, así que aprendió muy bien el oficio
de los tejidos. Era un grupo grande de mujeres de cinco
comunidades que trabajaban juntas, muchas con niños y
niñas huérfanos de padre. Pero durante la década de los
noventa no les fue bien. No se conseguía mercado para
los productos y la mayoría del grupo emigró a ciudad de
Guatemala o se fueron a trabajar en fincas.
“Cuando llegó PROVEDER en 2002, sólo quedábamos
siete mujeres en el grupo y nos ofrecieron la capacitación.
Ahora ya somos una Asociación con personería jurídica y
se unieron otros socios; actualmente somos 10 mujeres y 4
hombres”,explica María Ana.
Para apoyar a este grupo, PRODEVER ha invertido en
capacitaciones, especialmente para fortalecimiento
gerencial, la construcción de un área de revisión y empaque
del producto, participación en ferias y ruedas de negocios,
asistencia técnica para mercadeo y comercialización,
un equipo de cómputo así como apoyo en el diseño de
una nueva colección y una página web. En este proceso
también han participado instituciones como Agexport y
Manos Mayas.
Mujeres de Guatemala
9
El cambio se siente
La inversión del PRODEVER y el esfuerzo de los indígenas
ha valido la pena. Se propusieron elaborar productos de
alta calidad y crearon un Comité de Control de Calidad.
Apoyados por PRODEVER y Agexport hicieron tres rondas
de exportación a Bélgica y ahora, a través de la Organización
Manos Mayas, están exportando a Estados Unidos.
Cada socio tiene dos telares y trabajan en casa.Los principales
productos son manteles, individuales y servilletas, pero
también elaboran hamacas, bolsos, bufandas, centros de
mesa, chalinas, güipiles, cojines y monederos.
En 2007, el grupo hizo ventas por un total de 2,000.000 de
quetzales (US$240.000 aproximadamente). En 2008, año de
crisis, las ventas no fueron tan buenas, pero aún así cada
socio ha estado percibiendo ganancias entre 1.000 y 3.000
quetzales por pedido cada dos meses (entre $190 y $570
aproximadamente), lo que totaliza un ingreso libre de entre
$1.140 y $3,420 anuales.
Para estos empresarios, este dinero sirve para comprar
alimentos y sobre todo para costear la educación de sus
hijos, aunque a algunos también les ha alcanzado para
sembrar maíz y frijol, hacer mejoras en su casa y hasta
comprar un terreno.
“Yo le compré un terreno a mi mamá en 3.000 quetzales, y
ahí sembré milpa y frijoles que ya estamos por cosechar”,
relata Juana Capriel, una de las socias. María Ana Lajuj y su
esposo Paulino Sarpec también compraron un terreno, en
el cual invirtieron 50.000 quetzales.
Para otras socias la gran ventaja no es solo ganar dinero,
sino poder trabajar en casa y así cuidar de sus hijos. “Yo
vengo desde lejos y si llueve mucho no puedo pasar el río,
por eso me gusta este trabajo porque puedo hacerlo en
la casa y puedo estar con mis hijos. Además gano dinero y
a mis hijos no les falta nada”, explica María Lorenza Manuel,
otra de las socias.
De este modo, los productores también están enseñando
el oficio a sus hijos y rescatando valores tradicionales
Achi´es como el respeto y amor a la familia, a la vida y a la
naturaleza.
Lo mismo destaca Ángela Berta Sánchez: “Esto me ayudó
a darle el estudio a mi hijo que está en la escuela. Yo
María Ana y Paulino revisan información de las ventas en la
computadora facilitada por PRODEVER . Los socios proyectan hacer
cambios a los telares para aumentar la producción y abrieron un
sitio en internet para mercadeo .
hago servilletas e individuales. Puedo trabajar en la casa y
sembramos milpa para el consumo”.
“Cuando nos pagan compramos maíz, comida, frijoles,
de todo”, indica por su parte Cipriana Capriel, otra de las
socias, mientras que Juliana Román asegura que le va
mejor con este trabajo.
Página web y nueva colección
Los socios de ADIFA saben que apenas están empezando
y desean crecer. En 2009, buscando repuntar las ventas, la
Asociación lanzó tres nuevas colecciones —Típica, Fuerza
y Pastel— y abrió una página web (www.textildealgodon.
com) para promocionar sus productos en todo el mundo
y facilitar la comercialización. PRODEVER, FIDA, Agexport
y Encadenamientos Empresariales les han asesorado en
este proceso.
“Este año queremos hacer nuevos clientes y después abrir
un local para mostrar nuestros productos en Sololá. Ya
tenemos una página web y de ese modo estamos dando a
conocer lo que hacemos”, indicó Paulino Sarpec.
La ADIFA es otra de las organizaciones que está avanzando en
su consolidación y que se encuentra en pleno crecimiento,
dando muestras de sostenibilidad, innovación y apropiación
de los conocimientos necesarios para salir de la pobreza.
FIDA
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA
Magdalena, su marido,
hijos, hijas, nietos y nuera
trabajan conjuntamente en
el negocio de la sábila.
Con menos de un año de haber empezado a producir, esta familia de Agua Caliente de Reitoca
ya tiene una línea cosmética de cinco productos a base de sábila y ven el futuro prometedor.
Magdalena lidera un negocio familiar
a base de sábila en Honduras
D
Desde hace 15 años, Magdalena Ilovares empezó a procesar
artesanalmente la sábila en la humilde aldea de Agua
Caliente, municipio de Reitoca, departamento de Francisco
Morazán, una zona seca y de difícil acceso en el centro sur
de Honduras. Un vecino le regalaba las pencas de sábila
y Magdalena hacía unos pocos jabones para vender y
ayudar a la economía familiar. A su generoso vecino, le
recompensaba con algunos jabones. Pero la inquietud de
Magdalena estaba ahí,esperando la oportunidad para hacer
de su habilidad un negocio, y desarrollar otros productos a
base de sábila ya como una línea comercial.
Su sueño se hizo realidad en el año 2008, luego de que
Magdalena y su familia se incorporaron a los proyectos del
PRONADEL en esta zona. Participaron en la asamblea local
de presentación de propuestas con su iniciativa de elaborar productos cosméticos a base de sábila, y su iniciativa fue
considerada viable e innovadora. Para entonces ya Magdalena había fundado una pequeña microempresa rural denominada “Productos Naturales Agua Caliente”, PRONAC.
“Pero no teníamos fondos para trabajar, y en agosto del 2008
el PRONADEL nos dio 122,000 lempiras para iniciar nuestro negocio. También nos capacitaron para hacer cuentas
y manejar el dinero”,
relata Magdalena a
viva voz. De estos
122.000
lempiras
(cerca de US$7.000),
PRONAC recibió un
primer desembolso en el 2008 y con
eso empezaron a
producir en noviembre de ese año,
involucrando a diez
socios y socias del
núcleo familiar.
Para julio del 2009,
en menos de un año, el grupo ya había desarrollado cinco
líneas de productos: champú, acondicionador, dos tipos
de jabón, crema para el cuerpo (en dos presentaciones)
y una pomada medicinal, cuyo costo unitario oscila entre
uno y dos dólares. “Primero hicimos una encuesta entre
la gente del pueblo para ver qué productos necesitaban
y qué tamaño les servía para que el precio fuera accesible,
así todos nos beneficiamos”, explica Magdalena.
Mujeres de Honduras
11
Florecen las capacidades
“Qué me iba a imaginar que yo iba a poder hacer champú”,
expresa emocionada Miriam Funes, quien es maestra de
kinder en Agua Caliente y es socia de PRONAC. Miriam
recuerda que tuvo que luchar para que le dieran permiso en el trabajo para asistir a la capacitación de tres días
donde aprendió a fabricar champú y acondicionador. “Yo
sabía que esto era importante y que iba a servir para toda
la vida”, afirma Miriam con contundencia. Ella y tres socios
más fueron a esa capacitación.
Otros cuatro socios habían ido antes a capacitarse para elaborar jabón, uno de los principales productos que actualmente fabrican. Nely Funes, hermana de Miriam, cuenta
que no es fácil hacer jabón: “Es un proceso de tres días.
Primero se hace la mezcla de sábila con soda caústica y
se deja reposar, al día siguiente se le agrega el aroma y se
sigue batiendo, la mezcla es pesada; cuando ya se coagula se tapa y se pone a reposar otra vez; al día siguiente se
corta y se empaca”, explica Nely.
Todos los socios y socias han aprendido a elaborar los productos que ofrecen, enseñados por los que fueron a capacitarse. “Todos tenemos que saber, por si alguno falta”,
indica Magdalena.
Con el aporte del PRONADEL, el grupo adquirió gabachas y
guantes para el proceso de fabricación,además de las materias
primas. También plantaron su propia parcela de sábila.
PRONADEL les ha capacitado en mercadeo y les ha
apoyado para que asistan a ferias, especialmente las
Magdalena Ilovares es la Presidenta de PRONAC (Productos
Naturales Agua Caliente). Ella es
la líder de este negocio familiar,
en el que participa también su
esposo, Miguel Funes. La familia
construyó un local para producir
los cosméticos, justo al frente de
la nueva parcela de sábila que
han plantado y que cuida toda
la familia (la foto de la izquierda
muestra la construcción cuando
estaba en proceso).
ferias del agricultor del INA (Instituto Nacional Agrario) y
ferias patronales de los pueblos vecinos en Reitoca, San
Miguelito, La Libertad, Curarén y otros. Además, instalaron
una pequeña tienda en el centro de Reitoca en donde
venden parte de los productos.
El grupo también construyó un nuevo local para la
fabricación de los cosméticos, pues durante el primer año
tuvieron que hacerlos en la cocina de Magdalena. Con el
nuevo local cumplirán un requisito indispensable para
obtener el registro sanitario y así tramitar el código de barras
y la marca comercial.
Miguel Funes, esposo de Magdalena, y sus hijas se han
encargado de estos trámites, con el apoyo de los técnicos
del PRONADEL.
“Vamos bien. Cada mes tenemos que depositar 6.650
lempiras para pagar el préstamo, y las primeras ventas
nos están alcanzando para esto. Todavía no nos estamos
repartiendo utilidades pero sabemos que apenas estamos
empezando”, afirma Adela Funes, Secretaria de PRONAC.
“La idea de nosotros es mejorar nuestro nivel de vida. No
nos vamos a quedar aquí, vamos a hacer más productos
y por eso estamos haciendo el local, para producir más”,
concluye Magdalena, feliz de ver que su sueño por fin se
está haciendo realidad.
FIDA
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA
Mujeres del campo centroamericano
12
Más de 1.500 mujeres indígenas
Ngäbe y Buglé han recibido becas
para la educación de sus hijos e
hijas entre 2004 y 2009. Están
felices por el beneficio que esta
ayuda representa para el futuro
de sus niños y jóvenes, y también
porque ellas han podido adquirir
capacidades y empoderamiento al
administrar los fondos.
El Programa de Becas es una de
las iniciativas más exitosas del
Proyecto Ngäbe-Buglé (PNB).
Indígenas Ngäbe beneficiarias de becas para sus hijos e hijas en las comunidades de
Los Valles, Los Lajones y otras localidades.
Mujeres empoderadas mediante exitoso
programa de becas en Panamá
E
El Programa de Becas para niños y jóvenes de los 16 territorios
de la Comarca Ngäbe-Buglé, ha resultado ser uno de los
mayores aciertos del PNB. Esta iniciativa se planteó como
parte de la estrategia de equidad de género del Proyecto,
pues no solo beneficia a los estudiantes sino que es un
medio para capacitar y empoderar a las madres, que son las
encargadas de recibir y administrar el dinero.
Entre 2004 y 2009, el PNB ha becado a 1.677 personas, de las
cuales 1.548 (un 97%) corresponden a niños y jóvenes de
educación primaria, premedia y media de familias indígenas
y campesinas.
El Proyecto ha comprometido US$2.2 millones para el
otorgamiento de becas y la mayoría de beneficiarios han
sido mujeres: de los 1.677 becados, 733 son hombres y 944
mujeres.
Los niños de primaria reciben una beca de US$250 anuales
que se entregan en dos tractos de $125 cada uno, y los
becados de premedia y media reciben una ayuda económica
de $350 al año, divividos en dos pagos de $175 cada uno.
Generalmente, las becas se otorgan por un período de tres
años para cada beneficiario.
La condición es que los becados y becadas se mantengan
estudiando y muestren buenas calificaciones, pero las
encargadas de retirar y administrar los fondos son las madres.
Muchas mujeres Ngäbe y Buglé recibieron por primera
vez en sus vidas un cheque y ha sido una experiencia
significativa para ellas, por el apoyo que representa para el
estudio de sus hijos e hijas, y por el empoderamiento que
les otorga la administración de dichos fondos.
El Programa de Becas del PNB comprende:
• Becas para estudios primarios, educación premedia,
media y universitaria.
• Formación técnica y laboral para jóvenes, hombres y
mujeres.
M u j e r e s d e Pa n a m á
13
Estos colegiales Ngäbe caminan dos horas cada día para llegar
desde Cerro Tula hasta el Colegio de Hato Chamí, y otras dos
horas para regresar a sus hogares. El esfuerzo de los estudiantes
y de sus padre es extraordinario para que los chicos y chicas se
mantengan estudiando. En la foto de la derecha: estudiantes de
primer ciclo en una comunidad Buglé. El Proyecto Ngäbe-Buglé
diseñó el Programa de Becas para reforzar el proceso de desarrollo
sostenible de la Comarca y para disminuir la desigualdad de
oportunidades en el acceso a la educación por parte de las
familias más humildes.
“La beca nos ha ayudado bastante para comprar las cosas
de la escuela, y lo que queda se usa en la comida”, cuenta
Gloria González de la comunidad Paredón, quien administra
la beca de su hijo de 12 años que se encuentra en sexto
grado.
“Me siento muy contenta porque nos apoyaron y mi niño
está estudiando. Con la beca pude conseguirle vestido
y zapatos”, afirma Cecilia González de la comunidad de
Banquillo, otra de las beneficiarias cuyo hijo de 13 años
está becado y cursando el tercer año básico.
Un relato similar hace Evarista Sánchez de la comunidad
de Batista: “Nos ayudó mucho porque tenía dos hijos
en secundaria y otros niños en la escuela”. Su hijo de
16 años fue becado, cursa el quinto año en un colegio
agropecuario y “le gustaría ser ingeniero”.
Para varias mujeres entrevistadas, el apoyo recibido mediante las becas tiene un extraordinario valor, no solo por las
oportunidades que abre para el futuro de sus hijos, sino por
el soporte que esta ayuda significa para el entorno familiar y
para ellas como “administradoras” del dinero recibido.
“Nunca en mi vida había cambiado un cheque”, cuenta
Sofía Bordones de la comunidad Paredón Arriba. Ella y la
mayoría de las indígenas Ngäbe y Buglé no saben leer ni
escribir. Por eso aprecian lo que las becas pueden hacer
por ellas y por sus hijos; unas becas que han mejorado la
vida de miles de familias en la Comarca.
“Mi marido entiende que soy yo la que tiene derecho a
cuidar la plata para mi hija y para la comida”, explica Juana
Urriola, de la comunidad Paredón Abajo. Juana tiene 5
hijos, 4 son mujeres y su hija de 14 años recibe una beca y
actualmente cursa segundo año de colegio.“Ella no me ha
fracasado ningún año y yo le digo a los niños que estudien,
porque ellos tienen esa suerte que nosotros no tuvimos, de
poder estudiar y que nos dieran una beca”, agrega Juana.
Estas niñas Buglé se trasladan diariamente en bote para asistir
a la escuela, en la zona costera de la Comarca, limítrofe con la
provincia Bocas del Toro.
FIDA
Elaborado con apoyo de FIDA/RUTA
Con esfuerzo, capacitación, empoderamiento y apoyo,
miles de mujeres rurales centroamericanas están liderando
proyectos y mejorando su calidad de vida.
FIDA
www.ifad.org
www.ruta.org
Descargar