Encendiendo el motor forestal

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DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA EN MARCHA
Encendiendo el motor forestal
- PIERO GHEZZI SOLÍS Ministro de la Producción
L
os últimos días han sido
muy importantes para la
diversificación productiva. Además de los seis decretos legislativos aprobados para impulsarla, se implementó
tres acciones para facilitar el despegue del sector forestal: la aprobación de cuatro reglamentos a la Ley
Forestal, impulsados por el Ministerio de Agricultura; la modificación
del Fondo Mipyme en la Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), que facilitará el financiamiento
al sector; y la aprobación de la construcción del Centro de Innovación
Tecnológica (CITE) forestal en Pucallpa, el más grande del país.
Las cifras de nuestro potencial
forestal son elocuentes. Tenemos
de 10 a 12 millones de hectáreas de
bosque amazónico. Usamos menos de 2 millones. Es madera fina,
lista para aprovecharse con un manejo ambientalmente sostenible.
Además, tenemos en los espacios
andinos y amazónicos aproximadamente 9 millones de hectáreas “reforestables” para plantaciones. Solo
hemos reforestado 33 mil hectáreas.
La bolaina crece en nuestras plantaciones en 8 años versus 23 años del
pino radiata, especie con propiedades similares, en Chile. Sin embargo, este país, con mucho menos territorio de aptitud forestal, exporta
alrededor de US$5.500 millones de
productos forestales versus US$170
millones del Perú.
Logros de la mesa forestal:
El potencial observado nos llevó
a instalar la mesa forestal, a iniciativa del Ministerio de Agricultura
(Minagri), como parte del Plan Nacional de Diversificación Productiva. La mesa elaboró un diagnóstico integral e identificó tres tipos de
barreras: a) Deficiente regulación y
tramitología. b) Falta de innovación
y baja productividad. c) Falta de financiamiento.
En regulación, este 30 de setiembre se publicaron los cuatro regla-
mentos forestales pendientes, liderados por el Minagri.
Participaron más de 2.500
personas, incluidas comunidades nativas vía la consulta
previa. Los reglamentos permiten que aquellos que tienen posesión pero no titulación de
sus tierras puedan comerciar su madera de manera legal. También los
dueños de tierras pueden realizar
plantaciones forestales sin trámite
alguno. Para el bosque, se simplifica
los trámites, se permite que la concesión pueda constituir garantías
para préstamos, y se
da una visión integral
(más allá de productos
maderables).
Además, se levantaron las barreras en tramitología: carga casi cero;
agilización notable del mecanismo de exportación;
implementación
del Manual de Auditoría
Quinquenal y Sistema de
Información Gerencial; mejora en regulación de las infracciones y sanciones y conformación
del Tribunal Forestal.
ren mínimo a diez años, con
largos períodos de gracia
debido al flujo de caja acumulado negativo hasta la cosecha. Ese tipo de financiamiento no existe. Tampoco
para las concesiones de bosque primario, pues en el pasado las
concesiones nunca se han aceptado
como garantía. Esperamos utilizar
un monto relativamente pequeño
CRECIMIENTO
Lograr el despegue definitivo
del sector forestal requerirá
reglas de juego sostenidas en
el tiempo.
El CITE forestal en Pucallpa ayudará a acelerar la innovación en los
procesos productivos, y, con nuevas
especies, a transferir tecnología a las
pequeñas y medianas empresas (mipymes) y atraer expertos calificados
del exterior. Sus laboratorios darán
certificaciones de calidad. También
ayudará a la estandarización. Mejorará nuestros procesos de secado
y corte de la madera que aún no son
ideales, inyectando competitividad.
En cuanto al financiamiento, las
plantaciones forestales lo requie-
ILUSTRACIÓN: GIOVANNI TAZZA
(S/.200 millones inicialmente) para préstamos de segundo piso que
gatillen el financiamiento privado
al sector, como hizo el Fondo Mivivienda con el sector inmobiliario.
Las compañías de seguros y fondos
de pensiones locales son los inversionistas naturales.
Las ventajas del sector forestal rebasan lo productivo. Desarrollar el
sector no solo es compatible con el
medio ambiente, sino que protege
nuestra biodiversidad, nos ayuda a
preservar el agua, e incluso podría
mitigar desastres naturales. Además, es una actividad socialmente inclusiva. Por cada 2
hectáreas de plantación
se genera un empleo
formal para trabajadores no calificados.
Países vecinos decidieron años atrás
impulsar su sector forestal. Para desarrollarlo, Chile devolvía
hasta 75% de lo que las
empresas invertían en las
plantaciones. Similares incentivos, en menor porcentaje, han
aplicado Brasil, Uruguay, Colombia
y, recientemente, Ecuador. A diferencia de nuestros vecinos, el Perú
apuesta principalmente por mejorar la productividad.
Naturalmente lograr el despegue definitivo del sector forestal
requerirá más que lo logrado hasta
hoy. Requerirá también reglas de
juego sostenidas en el tiempo,
y acompañamiento continuo
para hacer ajustes cuando sea
necesario. Asimismo, seguir
fortaleciendo la infraestructura logística. Esperamos que
con lo hecho y lo que queda
por hacer este motor del
crecimiento, por tantos
años apagado, se encienda para impulsar el progreso
del Perú.
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