rompiendo tabúes

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ROMPIENDO TABÚES
Bisexualidad
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Últimos estudios sobre el tema, tienden a favorecer a quienes piensan que la
bisexualidad sí existe
La apertura cada vez mayor en el tema de la sexualidad saca a la luz situaciones y
conductas que, habiendo existido siempre, encuentran ahora una ventana a la que
asomarse dentro de la oscura habitación en la que siempre han vivido. Más aún, dicha
ventana permite conductas que, de otro modo, hubieran quedado reprimidas en el
encierro. Y más todavía, dicha ventana provoca conductas incluso actuadas, forzadas solo
por el interés en experimentar sensaciones diferentes en esa búsqueda de satisfacciones
que muchas personas no son capaces de encontrar en su vida cotidiana. Entre ellas, cada
vez está más de actualidad el tema de la bisexualidad.
Aunque el debate sobre la existencia o no de la bisexualidad no es tan viejo, tampoco es
nuevo. Hace ya algunos años que ha empezado a investigarse, aunque todavía no de
forma profusa. Las primeras investigaciones tendían a dar la razón a los que pensaban
que la bisexualidad no existe, sino que es una forma de enmascarar la homosexualidad, o
un paso intermedio para reconocer la homosexualidad cuando ésta era más tabú que
actualmente. En la actualidad las investigaciones tienden más a dar la razón a quienes
defienden que la bisexualidad sí existe, que hay personas que sienten atracción sexual
hacia ambos sexos.
Llama la atención que las conclusiones de las investigaciones tienden a seguir la corriente
de cada momento. Cuando la bisexualidad era tabú, la conclusión era que la bisexualidad
no existía; cuando va dejando de ser tabú, la conclusión es que sí existe. Esta
contradicción se da incluso en investigaciones realizadas por una misma institución, como
la Northwestern University de Chicago, para la que lo que ayer (2005) era una cosa, hoy
es otra. Ello pone en duda la objetividad y la validez de las investigaciones sobre el tema.
Y es lógico; la propia metodología empleada es, a mi modo de ver, de muy dudosa validez,
porque se basa en el análisis de la respuesta sexual de personas que han experimentado
la bisexualidad ante estímulos de videos tanto de hombres como de mujeres en actitudes
sexuales. El resultado fue que en ambos casos existía una respuesta sexual, captada por
unos sensores en los genitales; por tanto, existía la bisexualidad. ¿Y qué esperaban?
Parece que conocen muy poco sobre la biología de la sexualidad, y menos aún sobre la
psicología de la sexualidad.
La capacidad para excitarse ante un estímulo sexual explícito, independientemente de que
sea del mismo o de diferente sexo, existe de forma natural, en mayor o menor medida, en
casi todo ser humano, y eso no implica homosexualidad ni bisexualidad. Así que tranquilos
todos los que se sienten identificados y han sentido alguna (reprimida) confusión al
respecto. Incluso aquellos o aquellas que han experimentado la relación con ambos sexos
por las razones que sean. La orientación sexual se determina no tanto por respuestas
biológicas o conductas sexuales, sino por mecanismos psicológicos, aun cuando éstos
tengan vínculos biológicos. La identificación psicológica que se siente con uno u otro
género, la atracción que se siente, en general, por uno otro género, que es mucho más
completa y va mucho más allá de una simple atracción física por un cuerpo masculino o
femenino, sin necesidad de tener actitudes sexuales como estímulo; la capacidad de
enamorarse de una persona de uno u otro género, es lo que determina la orientación
sexual de la persona.
Y no; no veo compatible que todo ello pueda suceder indistintamente con uno u otro
género. La persona que se siente identificada con el género opuesto a su género biológico
y siente atracción y capacidad de enamorarse de alguien de su mismo sexo, es
simplemente homosexual. Y el hecho de que pueda tener relaciones sexuales con
personas del otro sexo no lo hace bisexual. De la misma manera, una persona
psicológicamente heterosexual no se convierte en homosexual o en bisexual por el hecho
de tener alguna relación homosexual. La bisexualidad puede existir en la conducta, pero
no en la mente.
http://www.contrapunto.com.sv/sociedad/rompiendo-tabues/bisexualidad
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