Envejecer en casa con teleasistencia en España. Un análisis del

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DOI: 10.1590/1413-81232015218.13472015
Aging at home with telecare in Spain. A dicourse analysis
Juan C. Aceros 1
Maria Tereza Leal Cavalcante 2
Miquel Domènech 3
Abstract Caring for the elderly is turning to
forms of community care and home care. Telecare
is one of those emergent modalities of caring. This
article will explore the meanings that older people
give to the experience of staying at home in later
life by using telecare. Discourse analysis is used to
examine a set of focus groups and interviews with
telecare users from different cities of Catalonia
(Spain). The outcomes include three interpretative repertoires that we called: “Aging at home”,
“normal aging” and “unsafe aging”. For each repertoire we examine how the permanence of older
people in their homes is accounted, and which role
telecare plays in such experience.
Key words Home care, Technology, Older people,
Aging, Discourses
Vicerectoría de
Investigaciones, Universidad
Manuela Beltrán. Calle
de los Estudiantes 10-20,
Ciudadela Real de Minas.
Bucaramanga Santander
Colombia. juan.aceros@
docentes.umb.edu.co
2
Facultat d’ Educació Social
i Treball Social Pere Tarrés,
Universitat Ramon Llull.
Barcelona Espanha.
3
Departament de Psicologia
Social, Universitat
Autònoma de Barcelona.
Bellaterra España.
1
Resumen El cuidado de las personas mayores
está dando un giro hacia modalidades de atención comunitaria y domiciliaria. La teleasistencia
es una de dichas modalidades. Este artículo se
propone explorar los significados que las personas
mayores asocian a la experiencia de permanecer
en el hogar a edades avanzadas con ayuda de la teleasistencia. Se utiliza el análisis del discurso para
examinar un conjunto de grupos de discusión con
y de entrevistas a usuarios de teleasistencia de diferentes ciudades de Cataluña (España). Como
resultado se presentan tres repertorios interpretativos denominados: “envejecimiento en casa”,
“envejecimiento normal” y “envejecimiento inseguro”. Para cada uno se examina la forma como
describen la permanencia de las personas mayores
en sus hogares, así como el papel que la teleasistencia juega en dicha experiencia.
Palabras clave Asistencia domiciliaria, Tecnología, Personas mayores, Envejecimiento, Discursos
ARTIGO ARTICLE
Envejecer en casa con teleasistencia en España.
Un análisis del discurso
2413
Aceros JC et al.
2414
Introducción
Métodos
La atención socio-sanitaria de las personas mayores está cambiando en la dirección de modalidades de cuidado comunitario y domiciliario que
promueven el “envejecimiento en el lugar” (aging
in place)1,2. Este modelo propende por la permanencia de las personas en su entorno de vida habitual a edades avanzadas, tanto como sea posible3.
La idea es relativamente nueva, pero goza de una
amplia aceptación4. En España, se están instaurando numerosos servicios que responden al ideal
del envejecimiento en el lugar (centros de día y de
noche, pisos tutelados, etc.). El aumento de estas
formas de atención socio-sanitaria hace necesario
un examen de su funcionamiento, de sus efectos
y del significado que tienen para sus beneficiarios4,5. Este artículo se interesa por el significado
de la teleasistencia, un servicio que implementa
soluciones técnicas para envejecer exitosamente
en los lugares de residencia habitual.
La forma más extendida de teleasistencia en
España incluye un conjunto de equipos instalados en el hogar (una terminal telefónica, un
dispositivo “manos libres”, detectores de caídas,
etc.), que en caso de emergencia permiten enviar
una alarma a una central desde donde se pueden
movilizar recursos para auxiliar al usuario6. Los
promotores y proveedores de teleasistencia sostienen que con la ayuda de estas tecnologías es
posible asegurar el bienestar de los mayores, promover su independencia y reducir los ingresos
a instituciones socio-sanitarias7. Por ejemplo la
Cruz Roja de Cataluña, una de las instituciones
pioneras en la provisión de teleasistencia, afirma
que este servicio “promueve la autonomía de las
personas mayores (…) garantizando la seguridad
y tranquilidad de los usuarios y de sus familiares”8. La Ley 34 de 2006 (o “Ley de dependencia”), insiste en este mismo argumento cuando
contempla la teleasistencia como uno de sus “servicios de promoción de la autonomía personal”.
Diferentes trabajos muestran que las personas mayores tienen una actitud muy favorable
tanto hacia el envejecimiento en casa9-11 como
hacia la teleasistencia5,12. Sin embargo, aún se
sabe poco sobre el sentido que envejecer en casa
con teleasistencia tiene para los mayores. El objetivo de este artículo es acercarse a esta cuestión.
La pregunta que pretende responder es: ¿Cómo
interpretan las personas mayores su permanencia en el hogar a edades avanzadas con ayuda de
servicios de cuidado remoto? Responder a esta
pregunta puede contribuir a la formulación de
políticas públicas que contribuyan mejor a la salud del creciente colectivo de personas mayores.
Este artículo presenta un acercamiento cualitativo a la comprensión que los mayores tienen de
envejecer en casa con teleasistencia. Concretamente, emplea el análisis del discurso, un método
interpretativo que Íñiguez y Antaki13 definen así:
“Un discurso es un conjunto de prácticas lingüísticas que mantienen y promueven ciertas relaciones sociales. El análisis consiste en estudiar cómo
estas prácticas actúan en el presente manteniendo y promoviendo estas relaciones”. Entre las distintas tradiciones de AD, se ha optado por el análisis de repertorios interpretativos14,15. Esta perspectiva entiende que cualquier objeto del mundo
puede construirse discursivamente de diferentes
maneras, para cumplir funciones variadas. Cada
versión es producida movilizando un repertorio
interpretativo específico. Por “repertorio interpretativo” se entiende un sistema de significación
compuesto por términos, descripciones y figuras
del lenguaje que están convencionalmente relacionados entre sí y que son usados de una manera estilística y específica para caracterizar y evaluar objetos, acciones y eventos14,16.
Los datos provienen de dos investigaciones
sobre teleasistencia en España en las que se utilizaron diferentes métodos cualitativos. Para los
efectos de este artículo solo se han analizado los
datos recogidos mediante grupos de discusión
con y entrevistas semiestructuradas a adultos
mayores (descartando datos obtenidos con trabajadores de teleasistencia, profesionales sociosanitarios, familiares y cuidadores). En los grupos
de discusión participaron 19 personas mayores
usuarias de un proveedor de teleasistencia privado. Para su selección se empleó el muestreo propositivo. La muestra incluyó personas de más de
65 años, de diferentes ciudades de Cataluña, con
distintos tiempos de permanencia en el servicio.
Aunque se procuró que los grupos estuvieran
equilibrados en cuanto al género, la mayor parte
de las participantes fueron mujeres; lo que se corresponde con el perfil de usuario de teleasistencia
en España. Los grupos de discusión se realizaron
en las instalaciones del proveedor que colaboraba
con el estudio y tuvieron una duración de aproximadamente una hora. Para su realización se
contaba con un guión con preguntas sobre usos
y características de los dispositivos, beneficios y
riesgos de la teleasistencia, opiniones sobre el servicio y espacios de la vida cotidiana. Los encuentros fueron grabados con la autorización de los
participantes y fueron transcritos en su totalidad.
Para complementar la información recogida durante los grupos de discusión, se llevaron
2415
Resultados y discussión
El examen de los datos evidencia que las personas mayores movilizan diferentes formas de
comprender el envejecimiento en casa con dispositivos tecnológicos. En este sentido, se han identificado distintos repertorios. En lo que sigue exponemos tres de especial relevancia e interés. Los
hemos llamado: “envejecimiento en casa”, “envejecimiento normal” y “envejecimiento inseguro”.
Así mismo, se examina el significado que la teleasistencia tiene en cada uno de estos repertorios.
Envejecimiento en casa
El “envejecimiento en casa” resuena con los
discursos oficiales sobre aging in place. Consta de
tres componentes principales. En primer lugar,
presenta una preferencia por el hogar como lugar para permanecer en la vejez. En el siguiente
fragmento se aprecia dicho componente. En él,
una usuaria habla sobre una situación vivida con
uno de sus hijos:
(1)
E: [Su hijo] Vio que usted está bien. No pasó
nada.
P1: Sí y entonces, bueno. Quiso que me fuera
con ellos y que me estuviera unos días allá con ellos
y después digo: Mira a mi dejadme ir a mi casa que
es donde estoy mejor. Es que parece mentira, ¿eh?
[...] Aunque tengan un piso que es fantástico [...]
pero yo [prefiero estar] en mi casa.
En segundo lugar, este repertorio ofrece argumentos a favor de permanecer en el hogar a
edades avanzadas. Este elemento argumentativo
se aprecia en fragmentos como el siguiente:
(2)
E: ¿Prefieren el aparato [de teleasistencia] que
estar en una residencia?
P2: Yo más que una residencia preferiría tener
una mujer en casa. Estás en tu casa y haces más o
menos lo de siempre.
El “envejecimiento en casa” presenta la opinión de que es importante que los mayores conserven su forma de vida, dando continuidad a
sus rutinas cotidianas, en un entorno conocido.
Dichas rutinas incluyen el desarrollo de las actividades “domésticas” (cocinar, limpiar, ver televisión, etc.) de acuerdo con las normas, ritmos y
objetivos que la persona mayor se da a sí misma.
También comprende la realización de actividades
sociales en la comunidad inmediata, en compañía de vecinos, amigos y familiares, aunque tal
opción es mencionada con menos frecuencia.
Finalmente, este repertorio incluye un componente descriptivo, que asocia al hogar un conjunto de atributos favorables. Lo hace mediante
comparaciones entre la casa y otros lugares (residencias, instituciones de salud y la casa de los hijos). Estos últimos escenarios, en el mejor de los
casos, se describen como “buenos” lugares; pero
como no lo suficientemente buenos como para estar en ellos por mucho tiempo. En el peor de los
casos, son descritos como ambientes perniciosos
y “deprimentes”, generadores de efectos negativos
sobre las personas (esto es común cuando se contrasta el hogar con las residencias). Por oposición
a esos lugares, el domicilio propio es dibujado
como un lugar familiar, acogedor y potenciador
de la independencia personal.
El “envejecimiento en casa” valora la familiaridad del hogar, la sensación de “estar en casa”
que produce, así como la “autonomía” de la persona mayor. En efecto, constituye discursivamente a los mayores como sujetos capaces de “organizarse la vida” por sí mismos mientras vivan en un
entorno conocido y confortable. El significado y
el valor del hogar como espacio para el envejecimiento se construyen mediante contrastes con
Ciência & Saúde Coletiva, 21(8):2413-2421, 2016
a cabo entrevistas individuales a 9 usuarios residentes en diferentes ciudades catalanas. Estos
últimos fueron seleccionados por conveniencia y
sus entrevistas se llevaron a cabo en el contexto
de visitas domiciliarias durante las cuales se llevaba a cabo observación participante. Las entrevistas se realizaron con atención al mismo guión
empleado en los grupos de discusión, y fueron
igualmente grabadas y transcritas.
Para identificar los repertorios interpretativos, se siguió el procedimiento recomendado por
Potter y Whetherell15. Los investigadores hicieron
una lectura independiente del material que condujo a una primera codificación temática. Así, fue
posible focalizar el análisis posterior en fragmentos relevantes organizados por tópicos. Este artículo se centra en uno de los temas: la casa como
lugar para envejecer. La selección de fragmentos
a ser incluidos en dicho tema fue inclusiva. Se
tuvieron en consideración todos los segmentos
de los que se sospechara una correspondencia temática, aún a riesgo de incluir algunos sobre los
que los analistas no estaban seguros. Posteriormente, se volvió sobre los datos con el objetivo
de completar y refinar la codificación. A partir de
una serie de relecturas se identificaron patrones
de variabilidad discursiva y su consistencia interna. La identificación de dichos patrones llevó
finalmente a la delimitación de un conjunto de
repertorios interpretativos sobre el objeto de interés del estudio.
Aceros JC et al.
2416
otros lugares; sin embargo, cuando los hablantes
movilizan este repertorio terminan postulando
el carácter incomparable del domicilio propio. En
este sentido, formulaciones de casos extremos17
como “no hay lugar como el hogar” o “como la
casa no hay nada” son indicativas de que este repertorio está siendo utilizado. Por ejemplo, en
(3) un grupo de usuarias discute si estarían dispuestas a vivir en la casa de sus hijos:
(3)
P5: ¡Oh! Si te quieren genial. Si no te quieren...
P2: No. Es que aunque quieran, no querría ir.
P3: Sí, mujer sí.
P2: ¡No!
P5: Como la casa no hay nada.
P2: Ya lo sé. Pero en mi casa. En casa de las
hijas no. No quiero ir a mortificar a nadie.
En los datos, el “envejecimiento en casa” aparece cuando los usuarios tienen que exponer sus
preferencias entre un número determinado de
alternativas. El repertorio permite escoger entre
ellas, optando por la que socialmente se considera más aceptable. Adicionalmente, permite
rechazar las representaciones estereotípicas de la
vejez y capacita al hablante para 1) reafirmar su
condición de persona capaz y responsable de sí
misma y 2) descartar la posibilidad de que se le
describa como un “problema” o una “carga” para
los demás.
Envejecimiento normal
El “envejecimiento normal” comparte con
el discurso anterior su preferencia por el hogar
como sitio para vivir en la vejez. Sin embargo, se
distingue por su concepción del envejecimiento y
por su orientación hacia el futuro. Con respecto a
esta última cuestión, el “envejecimiento normal”
trasciende la fijación en el presente que caracteriza a los demás repertorios. Los otros discursos
operan sobre una foto fija de las condiciones de
vida actuales. El “envejecimiento normal” mira
más allá y permite al hablante anticipar cambios
por venir. Así, en (4) una usuaria imagina un
momento de la vida en la que “no pueda salir de
casa”:
(4)
P2: Yo cuando me lo pusieron [el servicio] me
dijeron que que si quería pagar más cada mes, que
pagaba y entonces me llamarían no se si cada día
o cada cuanto, para tener compañía. [...] Pues yo
dije: ¡Ay no no no! De momento yo no lo necesito
[...] Y dije que si alguna vez me pasaba eso, que no
pudiera salir de casa, yo que se... entonces podría
pagar ese servicio, pero en principio no.
Este repertorio cuenta con una teoría lega
sobre lo que algunos hablantes consideran el desarrollo humano “normal”. La misma recuerda
la mirada biomédica y su énfasis en el envejecimiento como proceso biológico degenerativo18.
En fragmentos como el siguiente encontramos
indicios del uso de dicha teoría:
(5)
E1: Y sus hijos, [...] ¿están contentos [con la
teleasistencia]?
P2: Hombre, ¡claro que están contentos! Porque saben que es una ayuda muy grande la de eso.
[...] Porque me dicen: también puedes irte a una
residencia. Pero ya me lo pensaré cuando no pueda
más. Mi cabeza ... a lo mejor, claro que tenemos
que ir a parar, porque todo el mundo va, pero de
momento, mientras que pueda vivir ... yo no salgo
de mi casa.
La idea principal del “envejecimiento normal”
es que el proceso de envejecimiento viene acompañado de un conjunto de pérdidas cuya acumulación conduce a una “vejez dependiente”18
incompatible con la permanencia en casa. Tal razonamiento está implícito en frases como “en casa
mientras pueda”; pero también puede exhibirse
más visiblemente, sobre todo en descripciones
que la persona hace de sí misma o de otras personas de edad avanzada. Esto es lo que ocurre en
(5), cuando la usuaria menciona su “cabeza” (en
lo que puede interpretarse como una referencia a
un deterioro cognitivo por venir, o ya en proceso)
o sostiene que “todo el mundo va” a experimentar
los efectos del “envejecimiento normal”.
Las descripciones del ciclo de vida “normal”
construyen una imagen de la persona de edad
avanzada como alguien que carece de las capacidades y/o los recursos para dirigir su propia vida
y cuidar de sí mismo. Así pues, este repertorio
resuena con representaciones sociales estereotípicas que asocian este momento de la vida con el
declive, la enfermedad y la dependencia. La imagen deficitaria de la vejez que articula este repertorio también incluye, en ocasiones, referencias a
relaciones sociales débiles que no pueden asegurar un adecuado cuidado de la persona mayor. El
siguiente fragmento es un ejemplo. En él, el entrevistador pregunta a un grupo su opinión sobre
el envejecimiento en casa:
(6)
E: ¿Estáis de acuerdo con esto?
P5: Eso no lo vemos muchas. Porque yo también no me gustaría irme [de mi casa]. Pero es lo
que digo si no puedo pagar una mujer [una cuidadora], y los hijos están trabajando, tienen sus
hipotecas y todo; pues, no pueden responder por mí.
2417
Envejecimiento inseguro
Este repertorio es llamativo por su caracterización del hogar. La literatura psicológica suele
resaltar el carácter restaurador de la casa, a la
cual las personas asocian un conjunto de significados positivos20-22. Nuestro estudio constata ese
mismo hecho, especialmente en el repertorio de
“envejecimiento en casa”; sin embargo, también
documenta una mirada menos auspiciosa. El
“envejecimiento inseguro”, en efecto, se estructura alrededor de la idea de la casa como entorno
peligroso. Por ejemplo, en (7) las usuarias hablan
de accidentes sufridos en el hogar:
(7)
P1: Eso le pasó a Laia, ¡uy! [...] ¡Vinieron los
bomberos y todo! [...] Con las escaleras esas tan altas, tuvieron que entrar porque ella...
P3: ¡Ah! ¡Que estaba en el balcón cuando cayó!
¡En el balcón!
P1: [...] Se rompió el femur en la misma casa,
¿eh? Pues bueno. La llave la tenía en la cerradura,
no podían entrar [...] y entraron hasta, por el balcón. Y ella en el suelo.
En fragmentos como este, la casa se cuestiona
como lugar seguro y protector, y se interpreta el
envejecimiento en el hogar desde la lógica de los
accidentes y los riesgos23. Dicha lógica se moviliza especialmente cuando las personas refieren
los motivos de contratación de la teleasistencia,
y cuando hablan sobre su forma de emplear los
dispositivos de alarma. En dichos contextos de
enunciación, los hablantes realizan un análisis
de riesgos en torno a tres temas. El primero remite a la naturaleza temporal del riesgo y resalta
momentos del día en los que la persona mayor
corre más peligro. Diversos hablantes coinciden
en apuntar a la noche como el momento más
riesgoso del día, como en (8):
(8)
P4: ... yo lo tengo puesto [el colgante] en la noche también [...] lo pongo en la mesa de noche. Pero
muchos días me lo dejo porque si no me acuerdo
al momento de levantarme... porque lo peligroso es
cuando te levantas en la noche. Puedes caer. [...]
Casi es más necesario de noche que de día [llevar el
colgante], me parece a mi.
El segundo tema se refiere al carácter espacial
del riesgo. Consiste en la identificación de lugares
peligrosos para los mayores. Con frecuencia se
hace mención de escaleras, jardines y patios; sin
embargo, el lugar más mencionado es el lavabo y,
en concreto, la bañera o la ducha:
(9)
E: ¿Cuándo se ducha también [usa el colgante]?
P1: Ya me han dicho que no me lo quite. Y lo
levo, sí. Porque es el momento en el que más peligro tienes. Ya tengo una barra en la ducha, pues
desde hace unos tres años tenía bañera y al final la
cambié [...] puse ducha porque me costaba salir de
la bañera.
Un tercer tema tiene que ver con actividades
arriesgadas. Se trata de acciones mediante las
que la persona mayor intenta mantener la casa
en condiciones adecuadas de limpieza, orden y
estética. En el siguiente ejemplo, el entrevistador
pregunta a las participantes si desde que usan la
teleasistencia hacen cosas que antes no hacían:
(10)
P2: La única cosa si, a ver: limpio un armario,
me lo cuelgo [el colgante] [...] Normalmente no lo
llevo puesto. Si limpio un sitio o tengo que colgar
alguna cosa; ves... pues si. Enseguida me lo coloco,
porque pienso: si caes de la silla o de la escalera;
pues a ver...
Los distintos temas que componen el “envejecimiento inseguro” contradicen la mayor parte
los estudios de los significados que el hogar tiene para las personas en general, y las personas
mayores en particular (significados, frecuentemente positivos). Nuestros resultados se acercan
más a los expuestos por Bofill Poch24 quien ha
documentado afectos negativos ligados al hogar
Ciência & Saúde Coletiva, 21(8):2413-2421, 2016
El hallazgo de este repertorio indica que entre los mayores existen definiciones opuestas y
contradictorias del envejecimiento y la vejez. En
un extremo, el “envejecimiento en casa” resuena con discursos oficiales desde los que se están
definiendo formas novedosas de envejecimiento
normativo19. Estas nuevas normatividades consideran que el “buen envejecimiento” es aquel
que se acompaña de altas tasas de actividad y
participación social, y que ocurre en lugares familiares. En el otro extremo, el “envejecimiento
normal” asocia la vulnerabilidad, la enfermedad
y la dependencia a la vejez. Cuando las personas
utilizan el repertorio de la “normalidad” se aplican a sí mismas estas imágenes estereotípicas. Así,
procuran presentarse públicamente como sujetos realistas que asumen y aceptan la identidad
de persona-que-envejece. Las personas también
emplean este repertorio para discutir con otros
los límites del “envejecimiento en casa”. En este
sentido, los datos sugieren que la actitud positiva hacia el aging in place no necesariamente se
mantiene a toda costa. Envejecer en casa puede
concebirse como una decisión que se toma hasta
nuevo aviso, a espera de lo que pase en el futuro.
Aceros JC et al.
2418
en la vejez. En nuestro estudio, el “envejecimiento
inseguro” se opone además al “envejecimiento en
casa” y su imagen idealizada del hogar. La existencia de estas dos comprensiones contrapuestas
de la casa como espacio para envejecer puede
plantear a las personas mayores la paradoja de
desear su permanencia en un lugar que resulta
peligroso para ellas. Sin embargo, como se verá,
el “envejecimiento inseguro” parece conectarse
bastante bien con los otros dos discursos identificados.
El “envejecimiento inseguro” no es un repertorio completamente autónomo con respecto a
los otros discursos. Este repertorio da por supuesto que las personas mayores desean envejecer en
casa, a pesar de los riesgos que corren en ella. En
este aspecto, comparte la valoración positiva que
hemos encontrado en los demás repertorios. Por
otro lado, comparte la visión carencial de la vejez
que sostiene el “envejecimiento normal”: postula
que la vejez es un período vulnerable de la vida.
Así, el “envejecimiento inseguro” parece funcionar como un discurso fronterizo que conecta a
los otros repertorios. Una idea semejante ha sido
planteada por López23 para quien la “seguridad
es el problema que estructura el orden socio-técnico de la teleasistencia domiciliaria. La atención
inmediata, la inclusión de la autonomía, el envejecimiento en casa y, finalmente, el cuidado tienen sentido cuando se basan en y son diseñados
para la seguridad”.
La teleasistencia en los distintos repertorios
Como puede apreciarse, cada repertorio
plantea formas distintas de entender el envejecimiento en casa. Cada uno de ellos, además versiona de manera distinta la teleasistencia domiciliaria. La posibilidad de que existan un abanico
de comprensiones el cuidado remoto ha sido
estudiado por autores como Greenhalgh et al.25,
quienes han hallado visiones que se debaten entre una aproximación favorable y optimista hacia la teleasistencia, y posicionamientos críticos
que denuncian sus problemas y limitaciones. En
nuestros datos, las posturas críticas no están representadas. En realidad los tres repertorios se
muestran favorables a la teleasistencia.
El “envejecimiento en casa” incluye ideas que
son coherentes con los discursos oficiales sobre
las virtudes de la teleasistencia. Según dichos discursos, el servicio contribuye a mejorar la salud,
prevenir la enfermedad, incrementar la calidad
de vida y la satisfacción con el cuidado5. Tales
ideas son integradas en el repertorio para dar
fuerza retórica a la preferencia de los hablantes
por el “envejecimiento en casa”. Al contar con el
servicio, el hablante puede justificar su elección
y puede afirmar que cuenta con las condiciones
requeridas para “envejecer en casa”. De esta manera, le es más fácil persuadir a otros de que actúa
racionalmente, considerando las opciones que
aseguran su bienestar y disminuyen los riesgos
que correría viviendo en casa sin ayudas técnicas. Así pues, la teleasistencia es, para el “envejecimiento en casa”, un recurso retórico que sirve a
los propósitos del hablante y que le ayuda a justificar su deseo de vivir autónomamente en un
contexto familiar.
El “envejecimiento normal”, dado su acento
en lo temporal, plantea papeles provisionales para
la teleasistencia. Se encuentran dos tendencias.
Una de ellas es la de aquellos hablantes que se
consideran personas “activas” (o que rechazan la
categoría de “persona mayor”), pero que pronostican una situación carencial por venir. En estos
casos, la utilidad de la teleasistencia queda en
suspenso, hasta la llegada del futuro que la teoría
lega del desarrollo “normal” predice. La persona,
en este sentido, afirma contratar el servicio para
cuando sea “mayor”. La segunda tendencia es la de
aquellas personas que se reconocen actualmente
como “mayores” y que anticipan un aumento de
su grado de dependencia. Para estas personas, la
teleasistencia brinda cuidado y apoyo temporalmente, hasta el momento en el que consideren
necesario desplazarse a una residencia.
Finalmente, el “envejecimiento inseguro” incluye descripciones de los mayores como sujetos
frágiles, en constante riesgo de enfermar o de
caer. En consecuencia, la teleasistencia aparece
como solución a estos problemas, garantizando
una ayuda rápida y oportuna, en situaciones de
emergencia. Es así como la asistencia remota se
asocia con una sensación de “seguridad”, habitualmente encontrada en estudios sobre la percepción del servicio23. Adicionalmente, el “envejecimiento inseguro” realza los casos de aquellas
personas que viven en hogares unipersonales y
que sufren una situación que en ocasiones roza
el abandono. De la conjunción entre la soledad
y la vulnerabilidad resulta el riesgo de no contar
con nadie en casa para obtener ayudar si se tiene
un accidente o problema. Esto deriva en la comprensión de la teleasistencia como proveedor de
“compañía”, apoyo social y de una rápida atención en casos urgentes.
Así pues, en general, los repertorios antes descritos entienden la teleasistencia como proveedora de diferentes beneficios. Tales beneficios han
2419
Conclusiones
Los discursos sobre el envejecimiento en casa con
teleasistencia son recursos culturales mediante
los cuales las personas mayores pueden dar sentido a su experiencia cotidiana como usuarios del
cuidado remoto. También pueden ser fuente de
información relevante para la formulación de
mejores políticas públicas orientadas al cuidado de las personas de edad avanzada. En efecto,
los repertorios establecen lo que los potenciales
beneficiarios de tales políticas consideran como
formas de envejecimiento posible y deseable,
brindando pistas sobre las necesidades que la política pública puede llegar a satisfacer.
Ahora bien, es necesario tener en cuenta que
aunque cada uno de los repertorios es internamente consistente, en su conjunto están lejos de
ofrecer indicaciones unívocas acerca del tipo de
envejecimiento que puede considerarse como
adecuado o exitoso. Por el contrario, vuelven incierto lo que es concebible como “buena” forma
de envejecer: ¿Se trata de conservar el estilo de
vida personal a toda costa o de explorar nuevas
alternativas de bienestar? ¿Es deseable prolongar
la estadía en casa todo lo posible, o sólo mientras
las condiciones de salud lo permitan? ¿Se debe
apostar por envejecer en un lugar que plantea un
conjunto de peligros cotidianos?
La variabilidad discursiva que hemos encontrado – y especialmente las referencias al carácter
condicionado del envejecimiento en casa, y a los
riesgos asociados a dicha alternativa – contrasta
con el acento que las políticas públicas actuales
ponen en los aspectos positivos del aging in place. Articular la información que ofrece nuestro
análisis a la formulación de planes y programas
para el colectivo de mayores requeriría del diseño y puesta a punto de estrategias para abordar
y gestionar los aspectos menos favorables de la
permanencia en el domicilio a edades avanzadas.
Esto es especialmente relevante para el caso de
aquellos países en los que los sistemas de protección social son deficitarios y en los que el paradigma del aging in place puede servir de excusa
para disminuir los recursos públicos destinados
al cuidado de las personas mayores.
Las políticas basadas en el aging in place se
acompañan de la esperanza (o la promesa) de que
el envejecimiento poblacional no sobrecargará
los sistemas de salud si cada persona mayor se
vuelve capaz de cuidar de sí misma. Si esta apuesta por el auto-cuidado no está acompañada por
el ofrecimiento de nuevos servicios y suficientes
apoyos a los mayores puede llevar a situaciones
de soledad y abandono, a la sobrecarga de los cuidadores, y al deterioro de la calidad de vida de las
familias (sobre las que suele recaer la responsabilidad del cuidado de las personas de edad avanzada en España y los países latinoamericanos). La
teleasistencia suele presentarse como una solución tecnológica a este tipo de inconvenientes. Sin
embargo, sus beneficios quedan necesariamente
restringidos a aquellas personas que pueden pagar por el servicio, o que reciben ayudas públicas
para tal fin. Los resultados del presente trabajo
se encuentran limitados necesariamente al colectivo de personas mayores que, por una razón u
otra, pueden contar con tecnologías de cuidado
remoto instaladas en sus hogares.
A la luz de los discursos analizados aquí, la teleasistencia parece contribuir a un mejor abordaje
de los retos que plantea el envejecimiento poblacional a las sociedades contemporáneas. Estos
servicios son entendidos por sus usuarios como
herramientas para promover la “autonomía”, disminuir las situaciones de “dependencia”, favorecer
la permanencia en un entorno “familiar” y mantener a las personas mayores protegidas de los
posibles “riesgos” de vivir solos en casa a edades
avanzadas. Esto parece apoyar (o apoyarse en) los
discursos oficiales mediante los cuales se presenta
la teleasistencia como una confiable solución tecnológica a los problemas atribuidos al progresivo
crecimiento de la población mayor de 65 años.
Sin embargo, diversos autores han mostrado que
las tecnologías de cuidado remoto no son necesariamente buenos aliados para la consecución de
objetivos políticos26,27 (generando, en ocasiones,
resultados inesperados o no deseados).
Para profundizar en los significados que la teleasistencia domiciliaria puede llegar a tener, así
Ciência & Saúde Coletiva, 21(8):2413-2421, 2016
sido identificados por otros estudios. Por ejemplo, López23 resalta la capacidad de la teleasistencia para ofrecer seguridad, compañía, cuidado
y autonomía. Nuestros resultados se acercan a
los de este autor, aunque sugieren que cada repertorio se focaliza en ventajas concretas: la teleasistencia para “sentirse en casa” y promover la
“autonomía” son parte central del “envejecimiento en casa”; el acento puesto en la “seguridad” y
la “compañía” son propios del “envejecimiento
normal” y el “envejecimiento inseguro”. Con
atención a estos distintos valores, la teleasistencia se postula como una solución tecnológica a los
problemas o necesidades tanto de las personas con
altos niveles de “dependencia”, como de aquellas
que se sienten “autónomas”.
Aceros JC et al.
2420
como para comprender mejor sus impactos en la
salud colectiva, se requiere ir más allá del análisis
de repertorios interpretativos. Futuros estudios
han de atender las prácticas efectivas mediante las
cuales la teleasistencia es introducida en la vida
cotidiana de las personas mayores, examinando
sus efectos en la calidad de vida de quienes optan
por envejecer en casa. Los repertorios interpretativos son prácticas lingüísticas que están íntimamente conectadas con otras prácticas sociales13.
Resulta prioritario explorar cómo tales prácticas
se articulan con acciones concretas en contextos
específicos de aplicación. Esto abre un espacio
Colaboradores
El diseño de la investigación fue liderada por M
Domènech. Los tres autores participaron en la
recolección y análisis de los datos. La redacción
del artículo fue liderada por JC Aceros. MTL Cavalcante y M Domènech colaboraron en la revisión y la edición final.
muy rico de investigación en el que es fundamental el reconocimiento de las realidades locales en
las que la teleasistencia es utilizada. Existe un creciente número de investigaciones en este sentido
en países europeos2,23,26,27. La situación es distinta
en el entorno latinoamericano, donde los servicios de cuidado remoto son de más reciente implantación. Los discursos con los que los usuarios
dan sentido a estos servicios, los beneficios y problemas que perciben en ellos, así como los retos a
los que se enfrenta la implementación de la teleasistencia en Latinoamérica son cuestiones que futuras investigaciones podrán ayudar a esclarecer.
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Artigo apresentado em 21/07/2015
Aprovado em 27/01/2016
Versão final apresentada em 29/01/2016
Ciência & Saúde Coletiva, 21(8):2413-2421, 2016
Referencias
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