Monitor Semanal Tributario y Legal Los aportes irrevocables mal contabilizados: un error que puede costar caro Existen distintas interpretaciones respecto de si los aportes constituyen un pasivo de la sociedad o se trata de un rubro patrimonial. Una forma habitual de financiamiento de las sociedades es recibir aportes, adelantos o anticipos a cuenta de futuras capitalizaciones o emisiones de acciones por parte de sus socios o terceros ajenos a la sociedad. Esto normalmente ocurre cuando el capital social está agotado y para formalizar la capitalización es necesario aumentar aquel capital. Normalmente estos “aportes” se realizan en forma “irrevocable”, lo que implica que, en principio, el aportante no podría solicitar la devolución de los fondos. De todas formas, el adelanto a cuenta de la futura capitalización, siempre estará sujeto a la condición implícita de que la asamblea resuelva no aumentar el capital o no capitalizar los aportes irrevocables. En este caso, el Directorio deberá restituir el dinero. Debido a que no existen normas legales o reglamentarias que regulen expresamente esta categoría de “aportes”, se han presentado algunos problemas en la práctica, a la hora de contabilizar esta partida, habiendo distintas interpretaciones respecto a si la misma constituye un pasivo de la sociedad con el aportante o se trata de un rubro patrimonial. En general la doctrina comercialista mayoritaria que ha abordado el tema considera que lo relevante es definir en qué situación jurídica queda quien realiza un “aporte” a cuenta de futuras capitalizaciones en el período que transcurre entre que la sociedad dispone de los fondos y la decisión del órgano social competente que aumenta el capital. El tratamiento que se le de a esta partida es crítico desde un punto de vista tributario, ya que si es considerado un pasivo debe considerarse para el cálculo del ajuste por inflación a efectos del Impuesto a la Renta de Actividades Empresariales (IRAE). En efecto, al ajustar por inflación los pasivos sociales se puede generar una ganancia en cabeza de la sociedad en la medida en que se reduce el valor de la deuda en términos reales (sucede a la inversa en caso de los activos que al ajustarlos por inflación generan una pérdida social). Si en cambio se considera al aporte irrevocable como un rubro patrimonial entonces la partida ni siquiera será considerada a efectos del cálculo del ajuste por inflación y, en esa medida, no tendrá impacto alguno en el IRAE a pagar. © 2013 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 16 de agosto de 2013, N° 532 Monitor Semanal Desde un punto de vista puramente fiscal, es importante tener presente que el artículo 97 del Decreto N° 150/07 de 26.04.2007 replicó el texto de otra norma reglamentaria aplicable en época del IRIC (artículo 99 del Decreto N° 840/88) estableciendo que “las integraciones realizadas en sociedades por acciones a cuenta de futuros aumentos de capital, no se computarán como pasivo si tales aumentos hubieran sido aprobadas por el órgano social competente”. Por ende, lo que importa determinar a efectos del tratamiento fiscal de la partida es si el órgano social decidió el aumento de capital o no, ya que, hasta que ello no ocurra la partida deberá considerarse un pasivo social. Importancia desde el punto de vista fiscal Hasta tanto no exista resolución de aumento de capital, los “aportes irrevocables” son un pasivo a considerar en el cálculo del ajuste por inflación a efectos del IRAE. En caso de omitir considerar este tipo de partidas como pasivo, eventualmente ante un contexto inflacionario como el actual, se generará una contingencia fiscal para la sociedad, ya que habría una ganancia por inflación de dicho pasivo que no se estaría computando en la determinación del IRAE de la sociedad. Recientemente, el Tribunal de lo Contencioso Administrativo se ha pronunciado respecto de este tema en Sentencia N° 479/12 de 16 de agosto de 2012, dando la razón a la Dirección General Impositiva (DGI), que había re liquidado IRIC de tres ejercicios de una sociedad que no ajustó por inflación los aportes irrevocables a cuenta de futuras integraciones de capital recibidos. El Tribunal funda su fallo en la naturaleza jurídica de los aportes haciendo eco de la doctrina comercialista mayoritaria, la normativa fiscal e inclusive citando normativa internacional como la NIC 32 que establece que las partidas sujetas a cancelación o devolución como instrumentos financieros, deben ser expuestos en el pasivo, por lo tanto, si se deniega la capitalización, la sociedad debe restituir el dinero o bienes entregados en cuenta. © 2013 KPMG Sociedad Civil, sociedad civil uruguaya y firma miembro de la red de firmas miembro independientes de KPMG afiliadas a KPMG International Cooperative (“KPMG International”), una entidad suiza. Derechos reservados. 16 de agosto de 2013, N° 532