Materiales basicos ESCUELA DE MAYORES SEMBRANDO BOSQUES PROPUESTA DE FORMACIÓN PARA LOS ADULTOS MAYORES ESCUELA DE MAYORES SEMBRANDO BOSQUES PROPUESTA DE FORMACIÓN PARA LOS ADULTOS MAYORES SEMBRAR UN ÁRBOL. Sembrar un arbol, establecer un punto de referencia; algo que todas y todos los participantes reconocen como suyo y aceptan como su responsabilidad. Las escuelas de mayores, siembran un a rbol y lo aceptan como suyo. En las escuelas de mayores ese a rbol es muy importante, hacerlo crecer, cuidarlo y aprender de la forma en que ese arbol se desarrolla, es la base de la propuesta educativa. CÓMO CRECE UN ÁRBOL Un a rbol es primero una semilla, es igual a una persona. En cada semilla de a rbol, esta latente lo que va a ser en el futuro. Las personas tambie n “saben” de alguna manera lo que van a ser, so lo que lo olvidan. Deben recordarlo. Un a rbol crece hacia todos lados, las personas tambien, pero a veces tambie n lo olvidan hay que recordarles que son como los arboles con muchas ramas, es decir, con varios talentos que van dejando en el camino o que van desarrollando. Esa es su opcio n y acaso su decisio n Al crecer deben fortalecer sus raí ces, porque si no lo hacen, el arbol es de bil y cualquier viento fuerte lo puede tirar. Los adultos, aprenden en las escuelas de mayores a crecer y desarrollarse. En estas escuelas, se trata de construir entre todos las mejores condiciones para que a esos robustos arboles de mas de 70 anos les crezcan mas ramas y que sus profundas raíces se extiendan ma s alla de los límites, que han sido alcanzados hasta ahora. Se trata de que los adultos mayores hagan visibles y patentes las bases culturales sobre las cuales han construido su existencia, y la de sus comunidades. APRENDER COMPARTIENDO En las escuelas de mayores, los adultos “recuerdan” lo importante que es ser escuchados y escuchar a los otros. Ponen en practica sus saberes, compartiendo con los demas y aprendiendo de los demas. En estas escuelas se fomenta el dialogo como la forma mas adecuada para crecer en comunidad con los otros. Este dialogo tiene buenas bases, porque en las escuelas se fomenta la tolerancia, el respeto y una relacio n fundada en la importancia de compartir las experiencias. Compartiendo lo que saben, los adultos mayores se sienten valorados y descubren nuevamente el enorme “valor” de su experiencia. Como los viejos sabios de antano, los adultos mayores, saben que escucha ndose pueden ser fuertes y ayudar a que las nuevas generaciones escuchen el “callado grito” de la Historia y el silencioso murmullo de la conciencia que les ha crecido con los anos. Es en un dialogo de saberes donde las ramas ma s robustas y las raíces mas profundas se entretejen para formar un entramado que fortalece al grupo y al individuo, ya que le da razo n a la “vida vivida”. Verdaderos bosques, nacen de este colectivo que se organiza y construye vergeles. En estos espacios, tambie n se fomenta, el dialogo constructivo con las generaciones jovenes. Este dialogo intergeneracional logra que unos y otros aprendan, pero sobre todo, logra que sea el conocimiento del otro y no el prejuicio destructivo, el que brote como nuevas ramas de arboles que se protegen y ayudan a crecer a las dema s. APRENDER LO NECESARIO Los a rboles crecen porque cuentan con lo necesario para hacerlo, al igual los adultos mayores encuentran en las escuelas de mayores motivos y estímulos suficientes para sentirse con ganas de aprender. No se aprende para obtener beneficios “escolares”. Se aprende porque se hace necesario para la vida, para la convivencia, por el simple gusto de saber algo mas. En las escuelas de mayores se trata de que lo que se aprende sirva para algo, sea u til para la vida de los ancianos. Para aprender hay muchos caminos, es por eso que las educadoras prueban todos estos atajos para interesar inicialmente al adulto mayor y luego dejar que sea e l o ella quienes decidan que quieren aprender y co mo les es mas fa cil aprenderlo Para empezar las educadoras platican con los adultos mayores, les dan confianza y les generan confianza en ellos mismos. Por eso les comentan que el conocimiento es algo que nace de la necesidad y que así como los a rboles buscan con sus raíces el alimento que necesitan y lo complementan con la energía del sol para crear su alimento, así el ser humano busca en sus conocimientos previos lo que le sirve para aprender lo nuevo y aprovechan la orientacio n de los demas y de su educadora para construir los conocimientos y desarrollar las habilidades que les son necesarias para vivir en plenitud. El saber dignifica la existencia, es uno de los grandes destinos del ser humano, es una de las lí neas ba sicas de la vida. En las escuelas de mayores, los adultos dibujan un gran arbol y lo llenan de ramas de acuerdo a lo que van aprendiendo. De esta manera se dan cuenta de lo que van logrando juntos y, al alimentar el a rbol, hacen que nazca entre ellos una gran amistad y complicidad. Cada vez que ellos aprenden juntos, el arbol crece, se robustece. Las preguntas son la herramienta que se utiliza en las escuelas de mayores. Una pregunta lleva a otra y así hasta que se acaben las dudas, es decir, nunca. Las raíces son sus herramientas, cada vez que surge una pregunta o una duda del grupo, entonces es cuando las raíces buscan explicaciones, argumentos, similitudes, informacio n. Algunas de las preguntas que las educadoras siembran en las escuelas de mayores y que pueden formar el tronco del arbol son las siguientes: ¿CO MO INTERESAR A LOS ADULTOS MAYORES EN LA CONSTRUCCION DEL FUTURO? ¿CO MO LOGRAR AVANZAR EN EL DIA LOGO PARA INTERCAMBIAR SABERES Y CONSTRUIR UN NUEVO CONOCIMIENTO? ¿CO MO MEJORAR LAS CAPACIDADES DE LOS ADULTOS MAYORES PARA INTERVENIR EN SUS PROPIOS CONTEXTOS? ¿CO MO HACER INTERESANTE EL TRABAJO SOBRE UN TEMA DETERMINADO? Al ir aprendiendo a partir de estas preguntas van anotando en las ramas lo aprendido, van haciendo que nazcan nuevos brotes en las ramas, ya que la duda genera ma s dudas. Así va creciendo el a rbol, cada arbol es distinto, cada escuela es un bosque diferente, pero que puede “polinizar” a otros arboles y a otros bosques. Eso y no otra cosa son los intercambios que se procuran entre las diferentes escuelas para que cada una de ellas muestre y contagie a otras. TRANSFORMAR APRENDIENDO, APRENDER TRANSFORMANDO Las escuelas son transformadoras por naturaleza. Al igual que un a rbol transforma el lugar donde nace y crece, convirtiendo en un vergel lo que pudo haber sido un espacio desierto. Así las escuelas de mayores hacen crecer a rboles que les dan sombra a todos sus integrantes y que les ayudan a no estar solos y a desarrollarse plenamente. Todo lo que aprenden estos viejos sabios incrementa su posibilidad de transformar el tiempo y el espacio. Todo lo que saben y aprenden los prepara mejor para intervenir de manera ma s organizada en su propia vida y en la de la comunidad en la que viven. Los arboles juntos se fortalecen y crean espacios, climas, ambientes favorables para la vida. Asimismo, si son vistos de lejos por los demas, estos ambientes generan esperanza y mejoran el clima en general. Los ancianos juntos, organizados y preparados son ma s capaces de intervenir en la sociedad en la que viven. Desde su propia experiencia, e incrementando sus saberes a partir de esta experiencia, van aprendiendo a intervenir en la sociedad; recuperando el importante papel que los viejos sabios tení an en las sociedades antiguas. Transformar lo que viven, se convierte en una de las actividades principales de las escuelas de mayores, porque ese es el motor que mueve este tipo de escuelas, es el motivo principal que esta atra s de los nuevos aprendizajes. Aprendemos porque necesitamos transformarnos y transformar el mundo en el que vivimos; entonces al igual que los hermosos bosques, que afortunadamente vemos todavía, los ancianos se convierten en una fuerza que puede ayudar a mejorar las cosas. Las escuelas de mayores establecen poco a poco su estructura de contenidos y van aprendiendo en la medida que se proponen acciones y proyectos para la vida. Los proyectos de las escuelas de mayores surgen del interes por transformar la realidad. Cada proyecto es pequeno o grande, de acuerdo a los anhelos, esperanzas, conocimientos y voluntades que se ponen en la accio n personal y colectiva. Los nombres de los proyectos pueden variar de escuela en escuela, pero algunos de estos nombres pueden ser: • • • • • • • • • • Red correo Red de Turismo de la tercera edad Red de apoyo familiar al adulto mayor Co mo elaborar antologías de diversos temas Co mo aprender, realizando talleres por demanda Co mo lograr el reconocimiento a una vida digna y productiva Dialogos generacionales Co mo formarnos para consejeros familiares Muralismo popular Medicina alternativa En las escuelas de mayores cada proyecto representa un fruto del a rbol, es una flor. Cada uno de estos proyectos cuenta con una ficha en las que se explica de manera puntual en que consiste y co mo se va logrando interesar a los grupos que forman las escuelas de mayores.