Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua Evolución morfosedimentaria de la transformación de un embalse en un humedal (Embalse de Doña Aldonza, Alto Guadalquivir) – Estimación de la degradación específica de la cuenca Julio Calero, José David Del Moral, F. García-García Departamento de Geología. Universidad de Jaén. Campus Las Lagunillas, s/n. 23003 Jaén Patricio Bohórquez Departamento de Ingeniería Mecánica y Minera. Universidad de Jaén. Campus Las Lagunillas, s/n. 23003 Jaén 1. Introducción El aterramiento de embalses es un proceso producido por la sedimentación continuada de las partículas que transporta una masa de agua al entrar en contacto con la masa de agua embalsada. La velocidad de la masa de agua entrante al embalse se reduce drásticamente perdiendo la capacidad para transportar sedimentos, depositando inmediatamente los sedimentos más gruesos y distribuyendo los sedimentos de tamaño intermedio por el vaso del embalse en función de las corrientes del mismo (Cobo et al,. 2008). Los efectos directos de esta problemática se han descrito a nivel global con una reducción del 1% anual en la capacidad de almacenamiento de agua en los embalses. El coste de las actuaciones que se llevan a cabo para minimizar dicha problemática y evitar la inutilización final de la presa, tales como dragado por succión o actuaciones mecánicas, afecta tanto a la rentabilidad inicial de la obra como a la explotación de la misma. En España se ha estudiado la pérdida de la capacidad de acumulación de agua por aterramiento en 109 embalses, cuya superficie de las cuencas vertientes es el 45% del área del país. En 98 de ellos se ha demostrado que tienen una pérdida anual inferior al 1%, estando 12 embalses entre 1-5% de pérdida anual de acumulación de agua por lo que se 3 3 habrían perdido a fecha 2002 4.335 hm sobre un total de 51.653 hm (Avendaño el al., 2002). Las estimaciones futuras reflejan que hacia el año 2025 se habrán perdido 6.384 3 3 hm sobre 51.653 hm (Cobo el at., 2008) por lo que progresivamente se irá disminuyendo la capacidad de acumulación de agua de nuestras presas agravando los efectos comentados anteriormente y aumentando el coste para minimizar dichos efectos. Los embalses de Puente de la Cerrada, Doña Aldonza y Pedro Marín se construyeron en la década de los cincuenta del pasado siglo en el curso alto del río Guadalquivir (provincia de Jaén, Fig. 1) con el doble objetivo de su explotación hidroeléctrica y el abastecimiento de A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua la demanda de agua para cultivo de regadío. Desde entonces han experimentado un proceso de aterramiento hasta encontrarse hoy en día colmatados prácticamente en su totalidad, y transformados en humedales de alto valor ecológico, lo que les ha valido la catalogación conjunta de zona protegida con la figura de ‘Paraje Natural del Alto Guadalquivir’. El alto porcentaje de pérdida anual de capacidad del embalse de Doña Aldonza (4,43% pérdida anual de capacidad según datos de Cobo, 2008), muy por encima de la media nacional (inferior al 1%), con una merma del 98% de su capacidad original de 3 almacenamiento de agua (22,439 Hm en 1955) ha motivado este estudio dirigido a analizar la evolución del proceso de aterramiento, las relaciones entre los procesos erosivos de la cuenca vertiente y la sedimentación en el embalse y, finalmente, discutir los factores hidroclimáticos y de uso del suelo que han controlado la acelerada sedimentación en el embalse. Figura 1. Comparativa visual de los embalses del Alto Guadalquivir entre su estado inicial de máxima capacidad de almacenamiento de agua en 1956 hasta su situación actual prácticamente aterrados A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua 2. Métodos y materiales 2.1. Trabajo de gabinete El trabajo de gabinete ha comprendido dos aspectos: la cartografía geomorfológica a partir de ortofotografías aéreas y el cálculo de la pérdida de suelo de la cuenca vertiente del embalse. (1) La cartografía geomorfológica de la distribución de ambientes deposicionales en el embalse a partir de una serie de ortofotografías con la ayuda de estereóscopos de espejos o la herramienta de superposición de imágenes históricas digitalizadas a la imagen de Google Earth, que abarcan un periodo de 70 años (1945-2010): la serie A del vuelo Americano (marzo 1945), serie B del vuelo Americano (julio 1956), vuelo Interministerial (1977), vuelo Nacional (marzo 1985), Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (años 1999, 2004 y 2007) y la imagen base del software Google Earth (octubre 2010). El largo periodo de tiempo sin ortofotografías comprendido entre 1956 y 1977 ha supuesto una importante limitación para reconstruir la secuencia de procesos deposicionales pues la notable reducción areal de lámina de agua observable entre ambas ortofotografías pone de manifiesto la alta dinámica sedimentaria en el embalse durante ese periodo de 20 años. (2) La pérdida de suelo en la cuenca vertiente se ha estimado en base al Mapa de pérdidas de suelo medias anuales correspondiente al Inventario Nacional de Suelo 2002-2012, Provincias de Jaén (INES, 2004) y Granada (INES, 2007), que emplearon el modelo RUSLE: A = R ∙ K ∙ LS ∙ C ∙ P [1] -1 -1 Siendo A la pérdida de suelo por unidad de superficie y año (t∙ha ∙año ), R la erosividad de la lluvia, K la erosionabilidad del suelo, LS el factor topografía, incluyendo el factor longitud de ladera (L) y el factor pendiente (S), C el factor de cubierta del suelo y P el factor de prácticas de protección del suelo. 2.2. Trabajo de campo Se realizó una campaña de muestreo de sedimentos en la superficie del embalse emergida. La estrategia para posicionar los puntos de muestreo estuvo condicionada por el previo estudio de ambientes deposicionales a partir de las ortofotografías. Las 3 muestras recogidas (JD-01, JD-02, JD-03) son representativas de diferentes ambientes de depósito y se localizan tanto en las proximidades de la presa (JD-01), como hacia la cola del embalse, próxima al canal (JD-02) y en la zona lagunar (JD-03) (Fig. 2). La toma de muestras inalteradas se llevó a cabo utilizando cilindros de aluminio (Eijkelkamp 09.02) 5 cm de diámetro x 5 cm de altura (Fig. 3). A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua Figura 3. Toma de muestras usando el cilindro Kopecky Figura 2. Localización de las muestras 2.3. Trabajo de laboratorio El análisis mecánico de la fracción tierra fina (< 2 mm) ha seguido el procedimiento descrito en Soil Conservation Service (1972), separando arenas por tamizado y limo y arcilla por sedimentación y extracción con pipeta de Robinson. La granulometría de las arenas se estableció por tamizado mecánico, atendiendo a los siguientes límites de tamaño de partícula: i) arena muy gruesa: fracción de la tierra fina retenida por el tamiz de 1000 m; ii) arena gruesa: fracción constituida por las partículas de tamaño de grano entre 1000 y 500 m; iii) arena media: entre 500 y 250 m; iv) arena fina: entre 250 y 100 m; y v) arena muy fina: entre 100 y 50 m. En función de los porcentajes de arena, limo y arcilla se estimó la clase textural del sedimento según USDA (1998). La densidad aparente del sedimento se calculó a partir de los cilindros inalterados tomados en campo, tal como especifican Blake y Hartge (1986). A partir de la densidad aparente de los sedimentos y del volumen del embalse se calculó la masa de sedimentos contenida en el mismo. Mediante la siguiente expresión (Avendaño et al., 1993) se calculó la degradación específica (DE) de la cuenca que se define como la masa de sedimento 2 (SAE, t) acumulada en un embalse (Ae, km ) durante su tiempo de funcionamiento (Tf, 2 años) en relación con la superficie de la cuenca vertiente (Ac, km ): DE= SAE / Tf · (Ac-Ae) [2] 2 2 La cuenca vertiente del embalse se redujo de 12.477 km a 8.600 km en 1985 por la construcción aguas arriba del río Guadiana Menor del embalse del Negratín. Esta corrección se ha tenido en cuenta en los cálculos. -1 -1 La estimación de la degradación específica (DE, t·ha ·año ) asume que sólo una parte de -1 -1 la pérdida de suelo de la cuenca vertiente (RUSLE, t·ha ·año ), proporción dependiente A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua del coeficiente de entrega de sedimentos (CES, %) que representa el porcentaje de sedimento que sale de la cuenca y viene dado por la siguiente expresión (Glymp et al., 1954; Bodoque et al., 2011): CES= DE/RUSLE [3] 3. Resultados 3.1 Evolución histórica de la distribución de ambientes deposicionales (1945-2010) El análisis granulométrico (tabla 1) es coherente con el tipo de ambiente deposicional definido en base a la ortofotografía y el estudio en campo: arcilloso en el caso de los materiales de decantación (JD-01 y JD-03), y franco limoso -rico en arenas finas y muy finasen el caso de los depósitos de levee (JD-02). TEXTURA %Arcilla (< 0.002 mm) 71 CLASE TEXTURAL (USDA) 62 2 franco limosa 22 68 arcillosa JD-01 % Arena (20.05 mm) 5 %Limo (0.050.002 mm) 24 JD-02 36 JD-03 11 MUESTRA arcillosa GRANULOMETRÍA ARENAS %AF %AG (1-0,5 %AM (0,5(0,25-0,10 mm) 0,25 mm) mm) 0,34 0,28 0,73 MUESTRA %AMG (2-1 mm) JD-01 0,68 JD-02 0,43 0,25 1,17 17,48 17,11 JD-03 0,15 0,40 0,96 6,06 3,43 %AMF (0,10-0,05 mm) 2,99 Tabla 1. Granulometría de las muestras estudiadas. Por otra parte, las densidades aparentes medidas (tabla 2), menores -3 de 1,40 g cm , son coherentes con depósitos de granulometría mediafina aún no consolidados. A continuación se narra la historia de distribución de ambientes de sedimentación o depósito en el embalse (Fig. 4). A.8. DENSIDAD APARENTE -3 MUESTRA g cm JD-01 1,32 JD-02 1,24 JD-03 1,26 Media 1,27 Tabla 2. Medidas de densidad aparente de los sedimentos del embalse muestreados. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua 1945 El tramo de río antes de la construcción de la presa muestra un trazado muy sinuoso con un meandro casi abandonado (futura área lagunar) por un proceso de estrangulamiento (neck cut-off). 1956-1977 En 1956 se reconocen barras arenosas subacuosas en la desembocadura del Guadalquivir en la cola del embalse (delta axial). En un proceso combinado de construcción deltaica hacia el norte y migración lateral del canal también hacia el norte por construcción de barra de meandro y levee o mota natural arenosa-limosa (muestra JD-02), se produce la individualización de un área lagunar en el sector oriental del embalse (1977). Algunos lóbulos de desbordamiento del canal principal se depositan en la laguna durante alguna avenida ocurrida en este periodo. En el sector occidental del embalse, el Arroyo de la Choza que vierte al embalse desde el margen norte construye en su desembocadura un delta (delta transversal) con morfología asimétrica elongado en el sentido del flujo principal que redistribuye parte del sedimento deltaico. Este delta transversal constriñe la zona embalsada hacia la presa, donde domina la sedimentación arcillosa de decantación de partículas finas en suspensión (muestra JD-01). 1977-1985 La zona lagunar de la cola del embalse está desconectada completamente del resto del embalse que va alargando y estrechando la zona bajo lámina de agua recuperando la morfología canaliforme característica de un río. La zona lagunar bajo lámina de agua se va reduciendo por la aportación de los arroyos que vierten a la misma Arroyo de la Minilla que depositan gran carga de sedimento en forma de pequeños deltas que desplazan la línea de costa de la laguna hacia el centro de la misma (muestra JD-03). 1985-actualidad La zona embalsada se ha reducido a la zona lagunar central hacia donde han avanzado los lóbulos deltaicos formados en la desembocadura de los arroyos (Fig. 5A, B) mientras que el resto del embalse aparece representado por un canal estable después de una característica dinámica meandriforme de migración lateral, y limitado por una ancha y vegetada llanura de inundación (Fig. 5C-E). La zona embalsada ha quedado reducida a un sector próximo a la presa (Fig. 5F). A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua Figura 4. Evolución de la distribución de ambientes sedimentarios a lo largo de la historia de aterramiento del embalse (1945-2010) interpretada a partir de una serie de ortoimágenes obtenidas a partir de fotografías aéreas restituidas (Fuente: Servicio Cartografía de la Junta de Andalucía y Google Earth) A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua 3.2 Cuantificación de los procesos de erosión-sedimentación El valor medio de pérdida de suelo de la cuenca vertiente del embalse estimado por RUSLE -1 -1 es de 15,7 t·ha ·año . Teniendo en cuenta que gran parte de la cuenca estudiada presenta usos del suelo de baja intensidad (forestal o de reserva natural, incluyendo el Parque Natural de la Sierra de Cazorla), supone un valor medio relativamente alto. Un factor importante para explicar este hecho es la elevada erosión de los suelos de olivar convencional. Así, los valores medios de pérdida de suelo por municipio (INES, 2004) son especialmente destacables en las zonas eminentemente olivareras de las comarcas de La -1 -1 Loma y la Campiña baja: Úbeda (41,9 t·ha ·año ), Villanueva del Arzobispo (78,4 t·ha 1 -1 -1 -1 -1 -1 ·año ), Villacarrillo (58,5 t·ha ·año .) o Torreperogil (57,1 t·ha ·año ). Tales pérdidas de suelo son del orden de las estimadas en olivar convencional por otros autores como Gómez et al. (2003), Álvarez et al. (2007) o Wanwallenghen et al. (2011). -1 -1 2 El valor medio de 15,7 t∙ha ∙año , para una extensión de la cuenca de 8.500 km , arroja 6 -1 un total de 13,345∙10 t año . Por otra parte, la masa de sedimento que almacena el -3 embalse, calculada a partir de una densidad media aparente del sedimento de 1,27 g·cm 3 6 (tabla 2) y el volumen del mismo (23 Hm ) es de 29,2·10 t. La degradación específica de la cuenca (DE, ecuación 2) estimada a partir de la medida directa del aterramiento es de 46,2 -2 -1 t·km ·año , y el coeficiente de entrega de sedimentos (CES, ecuación 3) es de 3%. Al asignarse a todo el sedimento del embalse la densidad de los sedimentos superficiales no compactados donde se realizó el muestreo, la masa de sedimento es infravalorada respecto a la real, luego los valores de degradación específica y de entrega de sedimentos estimados se sitúan en la parte baja del rango previsible. El valor de degradación específica de la cuenca vertiente de Doña Aldonza es inferior a embalses de áreas montañosas en la vertiente atlántica (Bodoque et al., 2001) e inferior a la media de los obtenidos en embalses de otras cuencas del ámbito mediterráneo como la del Segura y Ebro –vertiente pirenaica- (Sanz et al., 1998; 2002), superior a la vertiente meridional del Ebro (Batalla y Vericat, 2011), y coincidente con los valores obtenidos en áreas montañosas del sureste peninsular (Bellin et al., 2011). La equiparación de la degradación específica del embalse estudiado con la obtenida en embalses de otras grandes cuencas mediterráneas, en vertientes con características pluviométricas, orográficas-geológicas y de uso del suelo comparables (p.ej. vertiente meridional de la Cuenca del Ebro) apunta al aspecto hidroclimático, topográfico-geológico y de uso del suelo como los factores que controlan la degradación específica de la cuenca. El valor inferior de degradación específica de la cuenca estudiada respecto a cuencas con ríos de mayor pendiente y menor recorrido (p.ej. Cuenca del Segura) y de cuencas con mayor pluviometría (vertiente septentrional del Ebro) también apunta al control que sobre el coeficiente de entrega de sedimentos tiene la orografía y pluviometría. Así, condiciones hidroclimáticas mediterráneas, donde los ríos tienen baja capacidad de transferir la carga de sedimento entre sectores de diferente orden dentro de una misma cuenca (Batalla y Vericat, 2011), el aterramiento de los embalses será favorecido por cuencas de mayor pendiente y menor recorrido. El análisis cualitativo y cuantitativo de los procesos de sedimentación en el embalse e, indirectamente, los procesos de erosión en su cuenca vertiente confirma el protagonismo principal de los arroyos laterales (mayor pendiente y A.8. Actas de las IV Jornadas de Ingeniería del Agua menor recorrido que el río principal) que vierten directamente al embalse respecto al papel secundario del principal efluente en la historia de aterramiento de los embalses en la Cuenca del Guadalquivir, ya apuntado por Viseras et al. (2009). En nuestro embalse, este fenómeno se plasma en el rápido proceso de acreción deltaica del Arroyo de la Minilla, cuya cuenca vertiente drena, además, una zona con una tasa media de erosión particularmente elevada: el olivar sobre materiales margosos del municipio de Torreperogil. Actualmente, cuando uno de los retos que la Unión Europea plantea a las confederaciones hidrográficas como la del Guadalquivir, es la reducción de las altas tasas de erosión, debían considerarse estos estudios a la hora de diseñar planes de deceleración de la erosión e, indirectamente, del aterramiento de los embalses. 5. Conclusiones El estudio pone en evidencia la complejidad del relleno sedimentario de los embalses y confirma la importante contribución que en el aterramiento de los mismos tienen los arroyos laterales (alta pendiente, corto recorrido) vertientes directamente al embalse en regiones mediterráneas, así como pone de manifiesto la necesidad de implementar prácticas efectivas de control de la erosión del suelo en las zonas limítrofes de los embalses. Agradecimientos Este trabajo se integra dentro de los proyectos IBP-0617-0280-29 “Paleohidrología de inundaciones en la cuenca alta y medio de los ríos Guadalquivir y Segura” y “Modelado multifásico de procesos de colmatación de embalse: impacto sobre la producción hidroeléctrica, abastecimiento de agua y riesgos geológicos” financiados por la Universidad de Jaén-Fundación Caja Rural de Jaén. Referencias Álvarez, S., Soriano, M. A., Landa, B. B. and Gómez, J.A., 2007. 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