Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm

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Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 173/2006.
Ponente: Ilmo. Sr. D. Manuel María Benito López
EXTINCION DEL CONTRATO DE TRABAJO: voluntad del trabajador: falta de pago o
retrasos en el abono del salario: impagos reiterados y persistentes: expediente de
regulación de empleo posterior al ejercicio de la acción resolutoria.
El TSJ estima el recurso de suplicación interpuesto por la parte actora contra Sentencia
del Juzgado de lo Social núm. 1 de Salamanca, de fecha 21-12-2005, en autos promovidos
sobre extinción del contrato de trabajo, que queda revocada en el sentido que se indica en
la fundamentación jurídica.
En Valladolid a veinte de febrero de dos mil seis.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, sede de Valladolid,
compuesta por los Ilmos. Sres. anteriormente citados, ha dictado la siguiente:
SENTENCIA
En el Recurso de Suplicación núm. 173/06 interpuesto por Dª Melisa contra la Sentencia
del Juzgado de lo Social 1 de Salamanca de fecha 21 de diciembre de 2005, recaída en
autos núm. 875/05, seguidos a virtud de demanda promovida por precitada recurrente
contra Arte Manual, SL, sobre EXTINCIÓN DE CONTRATO, ha actuado como Ponente el
Ilmo. Sr. Don Manuel Mª Benito López.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO Con fecha 10 de noviembre de 2005, tuvo entrada en el Juzgado de lo Social 1
de Salamanca demanda formulada por Dª Melisa en la que solicitaba se dictase sentencia en
los términos que figuran en el Suplico de la misma. Admitida la demanda y celebrado el
juicio, se dictó sentencia desestimando referida demanda.
SEGUNDO En referida Sentencia y como Hechos Probados constan los siguientes:
«I.-Melisa ha trabajado para la empresa demandada Arte Manual, SL desde el 12 de
septiembre de 1995, con la categoría profesional de Auxiliar y percibiendo un salario de
579, 60 euros brutos mensuales, incluida la parte proporcional de pagas extras.
II.-La empresa demandada no ha abonado a la trabajadora los salarios correspondientes al
período comprendido entre los meses de octubre de 2004 a agosto de 2005, más las pagas
extras de Navidad de 2004 y julio de 2005.
III.-Con fecha 11 de octubre de 2005 la empresa arte Manual, SL presentó ante la Oficina
Territorial de Trabajo de la Delegación Territorial de Salamanca de la Junta de Castilla y
León, escrito solicitando autorización para suspender la relación laboral con dieciocho
trabajadores de su plantilla por motivos económicos. Esta solicitud dio lugar al Expediente
de Regulación de Empleo 16/05 en el que se ha dictado el 24 de octubre de 2005 resolución
del Jefe de la Oficina Territorial de Trabajo en la que se acuerda: Primero: autorizar a la
empresa arte Manuel SL la suspensión durante 6 meses como máximo de los contratos de
los dieciocho trabajadores que se especifican en el expediente fundamentado en razones
económicas según la relación de trabajadores que consta en el expediente, entre los que
figura la actora. Segundo: Deberán comunicar a esta Oficina territorial de Trabajo y al
Servicio Público de Empleo Estatal la fecha a partir de esta resolución, que hacen uso de la
presente autorización de suspensión de los contratos durante seis meses. Tercero: Si
mejorase la situación económica de la empresa antes de transcurridos los seis meses por
los que se concede la autorización de suspensión, los trabajadores podrían reintegrarse a
sus puestos de trabajo en las mismas condiciones, comunicándolo a esta oficina y al
Servicio Público de Empleo Estatal.
IV.-La actora ha interpuesto Recurso Ordinario contra la Resolución Administrativa de
fecha 24 de octubre de 2005, que autoriza la suspensión del contrato de trabajo del actor,
entre otros.
V.-Se ha celebrado el preceptivo acto de conciliación con el resultado de Intentado Sin
Efecto».
TERCERO Interpuesto Recurso de Suplicación contra dicha Sentencia por la actora, fue
impugnado por la demandada. Elevados los autos a esta Sala se designó Ponente,
acordándose la participación a las partes de tal designación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO Frente a la sentencia de instancia, que desestima la demanda rectora de los
autos, con la que la actora instaba la resolución indemnizada de su contrato de trabajo por
incumplimiento grave de su empleador, arte Manual SL, aduciendo falta de pago del salario
pactado, interpone aquella recurso de Suplicación que limita al examen del Derecho y en el
que denuncia infracción de lo dispuesto en los art. 49.j, 50.1.b) y 2 ET ( RCL 1995, 997) .
Al no cuestionarse los hechos que declara probados, resultan ser inmodificados
presupuestos fácticos del debate los de que:
La empresa adeuda a la actora los salarios desde octubre de 2004 hasta agosto de 2005,
más las pagas extras de navidad de 2004 y julio de 2005.
Que la empresa solicitó autorización para suspender la relación laboral de 18 trabajadores,
entre ellos la actora, en fecha 11 de octubre de 2005, dando lugar a expediente de
regulación de empleo 16/05 en el que recayó resolución de la autoridad laboral el 24
posterior autorizando indicada suspensión, que ha sido recurrida por la actora, quien había
presentado papeleta de conciliación solicitando la extinción de su contrato el 23 de
septiembre anterior.
SEGUNDO Y con tales antecedentes, coincidimos plenamente con la misma respecto de que
el incumplimiento contractual de la empresa constituye la justa causa de extinción del
contrato que contempla el art. 50.1.b) del Estatuto Laboral ( RCL 1995, 997) y de que el
ERE planteado en absoluto enerva la acción resolutoria ejercitada.
1.-Respecto a lo primero, conforme a criterio jurisprudencial dictado para la unificación de
doctrina ( SSTS de 25-1-99 [ RJ 1999, 898] , 28-9-98 [ RJ 1998, 8553] , 25-9-95 [ RJ
1995, 6892] o 29-12-94 [ RJ 1994, 10522] , entre otras), «para que prospere la causa
resolutoria a instancia del trabajador basada en la falta de pago o retrasos continuados en
el abono del salario pactado» es necesaria la concurrencia del requisito de «gravedad» en el
incumplimiento empresarial, y a los efectos de determinar tal «gravedad» debe valorarse
exclusivamente si el retraso o impago es o no grave o trascendente en relación con la
obligación de pago puntual del salario «ex» arts. 4.2.f) y 29.1 ET ( RCL 1995, 997) ,
partiendo de un criterio objetivo (independiente de la culpabilidad de la empresa), temporal
(continuado y persistente en el tiempo) y cuantitativo (montante de lo adeudado); en
consecuencia, concurre tal gravedad cuando el impago de los salarios no sea un mero
retraso esporádico, sino un comportamiento continuado y persistente, por lo que la
gravedad del incumplimiento se manifiesta mediante una conducta continuada del deber de
abonar los salarios debidos, con independencia a estos fines de que tal retraso no
esporádico sea debido al arbitrio injustificado del empresario o derive de una imposibilidad
total o parcial debida a circunstancias económicas imputables o no a aquél; en efecto, pues
si tal situación de crisis económica concurre impidiéndole cumplir con su obligación de pago
puntual de salarios la norma estatutaria le posibilita el acudir a las formas de modificación
de las condiciones de trabajo, suspensión o extinción «ex» arts. 41, 47, 51 ó 52.c) ET, pero
no puede obtener por su propia autoridad y contra la voluntad de los trabajadores
afectados una quita o aplazamiento en el pago de sus obligaciones salariales, por lo que de
no acudir a tales figuras y persistir en su continuado incumplimiento existe justa causa
para la extinción contractual «ex» art. 50.1.b) ET a instancia de los trabajadores
afectados; en suma, que una situación económica adversa, ponderable a efectos de
posibilitar la modificación, suspensión o extinción de los contratos de trabajo, no es
aducible, sin embargo, para excluir la aplicación de la causa resolutoria «ex» art. 50.1.b)
ET, ya que dicha situación no afecta al esencial deber de abonar puntualmente los salarios.
La doctrina que ha sido reproducida significa que no cabe sino atribuir la exigible gravedad
a incumplimiento empresarial tan trascendente -en cualquier economía, pero muy
especialmente en la de un trabajador de oficio (auxiliar)- como es el adeudar a la fecha de
ejercicio de la acción resolutoria los 11 meses precedentes del salario y 2 pagas extras, sin
que conste por demás que la empresa hasta la petición de suspensión de las relaciones
laborales arbitrara medida alguna, paccionada o no, para intentar saldar o minorar dicho
débito. Y aunque la cuestión es ciertamente casuística, ha de destacarse que los supuestos
enjuiciados en las sentencias del Tribunal Supremo que antes hemos citado ello contemplan
situaciones en que el incumplimiento contemplado era en muchos casos de inferior entidad
objetiva, pese a lo cual el Alto Tribunal consideró existente la justa causa para dar por
extinguida la relación de trabajo. Por tanto, ante la constante y reiterada morosidad en el
pago de los salarios, que gozan de especial protección legal, por su naturaleza de elemento
patrimonial fundamental de subsistencia del trabajador y de su familia, con el consiguiente
perjuicio para la trabajadora ahora recurrente respecto a la seguridad de poder realizar
en tiempo sus propios pagos a terceros y en relación a los términos regulares de su
subsistencia, es claro que concurre justa causa para extinguir su contrato de trabajo, con
derecho a la indemnización señalada en el artículo 56.1.a del estatuto laboral, a la que se
remite el citado artículo 50.2; y hemos de decir ya que el efecto constitutivo de la
sentencia en este tipo de procesos, reiteradamente señalado por el Tribunal Supremo,
entre otras en sentencia de 23 de abril de 1996 ( RJ 1996, 3403) , aboca a que para el
calculo de la indemnización legalmente prevista se haya de considerar el período que media
entre el inicio de la relación laboral y la fecha de esta resolución, lo que comporta, en
función de la antigüedad de la trabajadora (12 de septiembre de 1995) y salario
prorrateado que percibía (579,60 euros brutos/mes), una indemnización s.e. u o. a su favor
de 8.956 euros, aclarando que no procede, como se pide en el suplico de la demanda, el
abono de salarios de tramitación, sin perjuicio de que la actora pueda reclamar los que le
son adeudados hasta la fecha de extinción de su contrato.
2. En cuanto a lo segundo, ciertamente que la favorable acogida de la acción rescisoria
basada en el art. 50 ET requiere que el contrato esté vivo en el momento de dictarse la
sentencia, puesto que la extinción del contrato por voluntad del trabajador se origina por la
firmeza de la sentencia que estime que la empresa ha incurrido en alguna de las causas que
dan lugar a la resolución, pero no antes, de manera que tal sentencia es constitutiva y no
declarativa, fijando la extinción del contrato en la misma fecha en que se dicta, pero
subordinando su eficacia a la firmeza de la resolución ( SSTS de 23 de abril de 1996 o de 8
de noviembre de 2000 [ RJ 2001, 1419] , entre otras). Pero esta exigencia que el contrato
se mantenga en vigor no presupone que el ejercicio de la acción por el trabajador haya de
realizarse necesariamente desde la situación de activo, por más que aquí así haya sido, ni
que la suspensión colectiva de relaciones laborales ulteriormente solicitada y autorizada
sirva para enervar la acción resolutoria entablada. A favor de este planteamiento se impone
indicar que en el Ordenamiento jurídico ningún precepto legal prohíbe el ejercicio de acción
«ex» art. 50 ET a quien tenga suspendido su contrato de trabajo; ni ello consta en los arts.
45 a 48 ET («suspensión del contrato»), ni en el propio art. 50 ET («extinción por voluntad
del trabajador»), ni a nada de ello apunta precepto alguno del RD 43/1996 ( 19-enero [ RCL
1996, 573, 1174] ), por el que se aprueba el Reglamento de los procedimientos de regulación
de empleo y de actuación administrativa en materia de traslados colectivos. Muy
contrariamente, al señalar los efectos genéricos atribuibles a la suspensión del contrato, el
art. 45.2 ET ( RCL 1995, 997) dispone que «la suspensión exonera de las obligaciones
recíprocas de trabajar y remunerar el trabajo»; en su laconismo, la indicación legal viene a
proclamar que durante la situación suspensiva tan sólo se interrumpen la prestación de los
servicios y su correlativa obligación salarial, persistiendo el vínculo jurídico existente entre
las partes y permaneciendo en vigor el restante contenido obligacional; o lo que es lo mismo,
el contrato surte con carácter general todos los efectos que no se supediten a los servicios
o a la retribución.
La Sala no desconoce la STS de 22 diciembre de 1988 ( RJ 1988, 9898) , que resolvió que
procedía desestimar la pretensión de resolución de contrato ejercitada al amparo del art.
50 del ET porque el actor, incluido en un ERE aprobado por la Autoridad laboral, se había
acogido a la solución de que su contrato de trabajo quedara suspendido y el trabajador
«incorporado al Fondo de Promoción de Empleo del Sector de Línea Blanca», situación de
suspensión contractual que resultaba «incompatible con la de la resolución del contrato de
trabajo en base a las previsiones del art. 50 del Estatuto de los Trabajadores».
Pero no es el supuesto de hecho que aquí se analiza, como tampoco el que decidiera la Sala
en su sentencia de 18-7-05 ( AS 2005, 1804) -incumplimiento empresarial (impago del
salario de diciembre de 2004 y extra de navidad) que no revestía la nota de gravedad, no
pasividad de la empresa ante su situación de crisis económica, comunicando a los
trabajadores que no podía darles ocupación efectiva antes incluso de la presentación de la
demanda (14-1-05) y negociando con el comité para alcanzar una solución negociada de la
crisis, que concluyo con acuerdo (25 de febrero) que fue precedido de un período de
consultas...-; y nos parece oportuno repetir aquí las palabras de la STS de 5 de abril de
2001 ( RJ 2001, 4885) « QUINTO.-En cambio, en pro de la tesis contraria a la que
sustenta la resolución que aquí se combate, existen preceptos legales expresos, tales como
el citado art. 50 del ET ( RCL 1995, 997) , que confiere a éstos, sin ninguna limitación, la
acción resolutoria contractual, cuyo ejercicio -así como el de cualquier otra acción
individual derivada del contrato- constituye un derecho laboral básico a tenor del art. 4.2
g) del mismo Texto estatutario, precepto éste último que supone el reflejo en un aspecto
particular y concreto del derecho fundamental al libre acceso a los Tribunales y a la tutela
judicial efectiva que consagra de manera general el art. 24.1 de nuestra Ley Fundamental (
RCL 1978, 2836) . Por consiguiente, debe llegarse a la conclusión en el sentido de que, en
tanto el contrato de trabajo esté vigente y el Ere iniciado antes de presentarse la
demanda no se haya resuelto, no hay obstáculo legal alguno para la interposición de la
aludida demanda y, por ende, para que el Juzgado dicte sentencia resolviendo el fondo de la
pretensión, ya sea para estimar la demanda, ó ya para desestimarla, a la vista de las
alegaciones y pruebas de ambas partes, en tanto en cuanto es preciso distinguir entre el
derecho de acceso al proceso -que aquí se reconoce a los actores- y la acomodación o no a
derecho de sus pretensiones, fundamentalmente si se parte de la inhabitual situación que
se ha producido al solicitar una extinción por la vía del art. 50 del ET cuando existe una
previa solicitud que persigue igual finalidad con amparo en el art. 51 del propio Estatuto. De
la anterior doctrina se desprende la total indiferencia tanto del alegado y no probado
conocimiento por parte de los trabajadores de la intención de la empresa de acudir a la vía
del despido colectivo como de la efectiva tramitación del expediente de regulación de
empleo decayendo, en consecuencia, los argumentos del recurrente en tal sentido».
Y si ello es así, con mayor razón será viable la acción resolutoria ejercitada antes de
iniciarse el Ere de suspensión colectiva de relaciones laborales, no siendo éste óbice para
su decisión ni eventual estimación de concurrir, como es el caso, causa justificada al
efecto.
Por todo lo expuesto, y
EN NOMBRE DEL REY
FALLAMOS
Que estimando el recurso de Suplicación formulado por Dª Melisa contra la Sentencia del
Juzgado de lo Social 1 de Salamanca de fecha 21 de diciembre de 2005, recaída en autos
núm. 875/05, seguidos a virtud de demanda promovida por precitada recurrente contra
Arte Manual, SL, sobre EXTINCIÓN DE CONTRATO, debemos revocar la misma y con
estimación, en los términos señalados, de la demanda planteada declaramos resuelto el
contrato de trabajo que unía a las partes, condenando a la mercantil demandada a abonar a
la actora una indemnización de 8.956 euros.
Notifíquese la presente a las partes y a la Fiscalía de este Tribunal Superior de Justicia en
su sede de esta Capital. Para su unión al rollo de su razón, líbrese la correspondiente
certificación incorporándose su original al libro sentencias.
Firme que sea esta sentencia, devuélvanse los autos, junto con la certificación de aquélla, al
Juzgado de procedencia para su ejecución.
Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACIÓN.-En la misma fecha fue leída y publicada la anterior Sentencia por el Ilmo.
Sr. Magistrado Ponente, celebrando Audiencia Pública en esta Sala de lo Social. Doy fe.
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