Introduciendo la Perspectiva de Genero a Indicadores de

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TEMA: INDICADORES
INTRODUCIENDO LA PERSPECTIVA DE GENERO A
INDICADORES DE SEGUIMIENTO Y EVALUACION
VALERIA BUDINICH
La elaboración de este documento fue posible gracias al financiamiento y apoyo de
PREVAL y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Aquí se incluye
solamente uno de los capítulos de un position paper titulado “Lineamientos para
Incorporar la Perspectiva de Género en Sistemas de Seguimiento y Evaluación”.
III.
Introduciendo la Perspectiva de Género a Indicadores de
Seguimiento y Evaluación1
A.
Indicadores para Medir el Avance de un Proyecto
Los indicadores de avance de un proyecto “son mediciones que describen que tan
bien un programa o proyecto esta logrando sus objetivos.” (USAID/Tips, 1997). Los
indicadores constituyen un componente decisivo de un marco de monitoreo y
evaluación orientado a la obtención de resultados. Son señales que revelan los
cambios ocurridos en determinadas condiciones o los resultados de intervenciones
concretas. Los indicadores aportan pruebas de los progresos de las actividades de un
programa o proyecto en cuanto al logro de los objetivos de desarrollo (PNUD, 1997).
Los indicadores son importantes porque permiten:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Clarificar los objetivos y la lógica de un programa;
Conocer su grado de cumplimiento de los objetivos y metas;
Orientar y motivar al equipo del proyecto hacia el logro de resultados;
Informar las decisiones de asignación de recursos para verificar que estas estén
dirigidas a priorizar aquellas actividades más exitosas y por lo tanto promueven el
uso eficiente de los recursos;
Proyectar el comportamiento futuro del programa y prever posibles áreas de
problemas y/o que requieran especial atención;
Comunicar sus logros a las instituciones que participan en el proyecto y a los
clientes de este;
Demostrar a audiencias externas los resultados del programa con el fin de obtener
tanto apoyo político como financiero de las agencias donantes y la comunidad;
Facilitar la sistematización del aprendizaje del proyecto al proveer periódicamente
información cuantitativa y cualitativa sobre la marcha del proyecto; y
Medir el grado de satisfacción de los clientes y evaluar si el proyecto esta o no
mejorando sus vidas.
Para poder cumplir exitosamente con estas características, los indicadores deben de
tener una serie de características. Entre estas están el que sean simples y directos,
objetivos (no ambiguos), adecuados frente al tipo de información que se busca obtener
y transmitir, preferentemente cuantitativos (en la medida de lo posible), desagregados
(cuando sea apropiado), prácticos y confiables. En las siguientes secciones se
presentan ejemplos de indicadores con y sin perspectiva de género.
1
La elaboración de este fue posible gracias al financiamiento y apoyo de PREVAL y el Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Aquí se incluye solamente uno de los capítulos de un
position paper titulado “Lineamientos para Incorporar la Perspectiva de Género en Sistemas de
Seguimiento y Evaluación”. La autora, Valeria Budinich, asume la responsabilidad exclusiva por los
contenidos y las opiniones expresadas en este documento. La autora es consultora internacional con
organizaciones como EnterpriseWorks Worldwide (antes denominada ATI), Edeavor Initiative Inc.,
PROCASUR y Women’s World Banking. De 1990 a 1996 estuvo a cargo de las operaciones de Aprópiate
Technology International (ATI), un organismo especializado en desarrollo de pequeña y microempresa
que opera en más de 22 países alrededor del mundo. Comentarios y sugerencias sobre este documento
pueden enviarse por correo electrónico a [email protected]
B.
Caso 1: Creación de Nuevas Empresas de Procesamiento a través de
Comercialización de Tecnología
En este ejemplo, el objetivo del proyecto es el contribuir aumentar los ingresos de
productores y productoras de semillas de aceite a través de la creación de empresas
procesadores de aceite comestible da micro y pequeña escala. Para lograr este
objetivo el proyecto establece relaciones con empresas fabricantes de tecnología y
concentra sus intervenciones en la promoción de estas tecnologías a los micro y
pequeños productores y productoras en áreas rurales. El resultado que se quiere
lograr es que sus clientes no solo accedan a la tecnología, sino que la utilicen de
manera rentable con el consecuente incremento de sus ingresos. Para lograr estos
fines el proyecto promueve la compra de esta tecnología entre sus clientes y les brinda
capacitación en el uso de la tecnología y en la operación de empresas de aceite
comestible.2
Nivel 1:
•
•
•
Indicadores Globales
Número de unidades vendidas.
Número de clientes capacitados en el uso y operación de la tecnología.
Aumento en los ingresos brutos de los productores participantes.
Dado que el medio que utiliza el proyecto para contribuir al aumento de los ingresos es
la promoción y venta de prensas de aceite, un indicador clave es el número de
unidades vendidas. Por otro parte, dado que el proyecto también invierte en
capacitación en el uso y operación de la tecnología, este debe de monitorear el
número de clientes que tuvieron acceso a estos servicios. Ambos indicadores se
refieren al proceso mismo que sigue el proyecto, pero no indican el efecto real que
este esta teniendo en sus clientes.
Durante la vida del proyecto, no nos interesa que los productores compren esta
tecnología, nuestra intención es que la utilicen para establecer una empresa rentable.
De ahí, que el proyecto seleccione el tercer indicador para poder medir el aumento en
los ingresos. En teoría deberíamos medir ingresos netos, pero la experiencia es que
muy pocas micro y pequeñas empresas cuentan con información confiable sobre sus
operaciones. De ahí, que no enfoquemos en medir durante la vida del proyecto el
aumento en los ingresos brutos de los productores participantes. Para calcular este
dato simplemente mediríamos periódicamente la diferencia entre las ventas brutas de
productores que venden sus semillas de aceite y las ventas brutas de aceite
comestible para aquellos productores que las pueden procesar al tener acceso a la
tecnología y transformar sus negocios en venta de aceite comestible. En este caso,
reservaríamos el uso del indicador de ingresos netos para cuando se lleven a cabo
evaluaciones de impacto y pueda contarse con muestras representativas y un estudio
más detallado de la operación de las nuevas empresas.
2
Este ejemplo esta basado en la experiencia de Aprópiate Technology International (AIT) e., la difusión de
una prensa manual para la producción de aceite comestible en seis países en Africa. La tecnología fue
diseñada por ingenieros de ATI y por ser una tecnología nueva, ha requerido de una estrategia de
penetración de mercado que permitiera la comercialización de la misma a hombres y mujeres. Entre 1989
y 1993, el programa fue implementado en cuatro proyectos de Africa del Este y fue capaz de generar un
total de US $ 5 millones de beneficios económicos adicionales a más de 85,000 participantes (incluyendo
productores de semilla, procesadores y consumidores) que tuvieron acceso a estos servicios.
Nivel 2:
•
•
•
Indicadores para Medir el Grado de Acceso de Hombres y Mujeres a los
servicios
Número de unidades vendidas desagregado por sexo de los clientes.
Número de mujeres y hombres capacitados en el uso y operación de la tecnología.
Aumento en los ingresos brutos de los productores participantes desagregado por
sexo.
Al desagregar esta información por sexo, el proyecto podrá conocer las limitaciones
y/o éxitos que esta teniendo en facilitar el acceso de sus servicios tanto a hombres
como mujeres. En el caso del proyecto que inspiró este ejemplo, el obtener este tipo
de información, combinada con grupos focales en los que participaban hombres y
mujeres, permitió identificar que el diseño básico de la prensa de aceite no se ajustaba
a los requerimientos de las mujeres debido al esfuerzo físico que era necesario para
operar la prensa manual. Por otro parte, se identificó también que las mujeres
disponían de menos tiempo para operar estos negocios, lo cual implicaba que la
rentabilidad de sus empresas era menor que en el caso de empresas operadas por
hombres.
Esto llevo a la dirección del proyecto a decidir introducir tres diferentes tamaños de
prensa, con tres niveles de capacidad de producción y precios distintos, lo que resulto
en el incremento del número de mujeres que se beneficiaban de los servicios del
proyecto. A partir de ese momento, la información sobre unidades vendidas no solo se
desagregaba por sexo, sino también por modelo de prensa, lo que permitía corroborar
la hipótesis que las mujeres tendían a preferir los modelos de menor capacidad
instalada y menos precio.
Por otra parte, el proyecto varió su estrategia de capacitación en manejo de empresas
estableciendo la alternativa de empresas asociativas de mujeres. Esta opción les
permitía a las mujeres unirse en la adquisición de la tecnología, compartir su uso y
aumentar la rentabilidad de la operación. Hubieron casos de mujeres que al recibir la
capacitación y comprender el potencial de la empresa decidieron optar por el modelo
de mayor capacidad y contratar hombres para que la operaran. Este tipo de estrategia
sugiere un indicador adicional en cuanto al número de clientes desagregados por sexo
y el número de cada uno de estos que corresponde a empresas asociativas.
Nivel 3:
Indicadores para Medir la Eficiencia y Efectividad de la Estrategia de
Promoción y Capacitación
•
•
Costo de los Servicios de Promoción.
Costo de los Servicios de Capacitación.
•
Relación Costo-Beneficio: Costo anual de los servicios dividido por el Aumento de
los Ingresos Brutos.
Relación Costo-Efectividad: Costo anual de los servicios de promoción dividido
entre el número de unidades compradas anualmente por los clientes (desagregado
por promotor/extensionista y por el sexo de estos).
•
En la medida que el proyecto fue obteniendo información sobre las relaciones de
Costo-Beneficio y Costo-Efectividad, se hizo evidente la necesidad de mejorar la
efectividad de los servicios. Para ello, se inicio un proceso de privatización del servicio
de promoción y capacitación. Bajo el nuevo esquema los promotores/extensionistas
se transformaron en vendedores de la tecnología (antes el proyecto simplemente
intermediaba entre el productor de las empresas y los clientes, sin ganar una
comisión). Al operar como vendedores, su estructura de remuneración vario
substancialmente; se redujeron los sueldos básicos y se introdujo un sistema de
comisiones por venta. Aunque este proceso se introdujo tan solo hace un año atrás,
es evidente, a través de la información que proveen estos indicadores que la
efectividad de los esfuerzos de promoción ha aumentado considerablemente.
Desde la perspectiva de género, existe un indicador adicional que podría o no tener
una aplicabilidad en este tipo de proyectos. Este se refiere a la efectividad de
extensionistas mujeres que brinden servicios a clientes mujeres. En el caso que
inspiró este ejemplo, el sexo del extensionista era particularmente importante en el
contexto de grupos asociativos, no así para productoras individuales. En parte, esto
se debía a que los grupos asociativos tendían a estar compuestos por mujeres de
menores ingresos y nivel de educación y que por lo tanto necesitaban una
capacitación más integral e intensa. También es importante mencionar que en estas
regiones de Africa, son las mujeres a las que se les reconoce como las principales
productoras de semillas de aceite a pequeña escala.
En contraste con esta situación, existen proyectos en los que el sexo del extensionista
es clave para que este(a) puede acceder a las productoras. Un ejemplo clásico de la
importancia de considerar este factor es la producción de leche en la India donde una
típica unidad de producción lechera esta constituida en promedio por dos o tres
animales y manejada exclusivamente por la mujer. Por muchos años los programas
gubernamentales de extensión en el Sector Lechero fracasaron ya que estaban
operados por extensionistas hombres que dirigían sus acciones a los hombres de la
comunidad, los cuales al no estar involucrados en la producción lechera no tenían
necesariamente credibilidad para las mujeres. Por otra parte, por una cuestión de
organización social, no era posible en la mayoría de los casos que los extensionistas
hombres tuvieran acceso director a las mujeres productoras. Las estrategias de
extensión están cambiando radicalmente e involucran ahora la capacitación de
extensionistas mujeres, que si han demostrado tener una efectividad mayor en
influenciar las prácticas de producción. De hecho, en la región de Ahmedabab, la
National Dairy Development Board of India (la entidad responsable a nivel nacional por
el desarrollo del Sector Lechero) ha establecido una alianza estratégica con la SelfEmployed Women Association (SEWA), una ONG establecida por mujeres que brinda
servicios a más de 100,000 mujeres auto-empleadas. Bajo esta alianza, SEWA
capacita a mujeres extensionistas de la comunidad en el establecimiento de negocios
que brindan servicios de asistencia técnica a productoras lecheras. De esta manera,
el sistema no sólo responde mejor a las necesidades de las productoras de leche, sino
que también es sostenible ya que estas pagan por el servicio que reciben (ATI, 1997).
C.
Caso 2: Indicadores para Programas de Crédito
La gestión de programas de crédito es tradicionalmente monitoreada a través de
indicadores tales como:
•
•
•
Número de préstamos.
Monto Total de los Préstamos Colocados.
Tamaño Promedio de los Préstamos.
•
Tasa de Repago.
Al igual que en el caso anterior, en un primer nivel de aproximación hacia un enfoque
de género, podríamos desagregar esta información por sexo y obtener periódicamente
esta información. Aunque estos nos ayudaría a identificar las diferencias entre
hombres y mujeres en cuanto a su acceso y participación en el programa de crédito, la
información no sería suficiente para poder determinar las razones que generan la
menor participación de mujeres en programas de crédito. Como se muestran en el
cuadro a continuación, existen múltiples factores que limitan la participación de las
mujeres al crédito.
Cuadro 6. Algunos Aspectos que Limitan el Acceso de Mujeres al Crédito
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Bajo volumen de ingresos y capitalización en el caso de la mujer.
Bajo monto de los préstamos solicitados por mujeres, debido a la escala relativamente
pequeña de las actividades económicas realizadas por las mujeres.
Concentración de la mujer en sectores de bajo crecimiento, y discontinuidad de sus
ingresos.
Discriminación por parte de los organismos de créditos, derivada de su no reconocimiento
como productora/sujeto de crédito.
Control de las actividades productivas al interior de la unidad familiar.
Su limitado acceso a garantías, especialmente bienes raíces.
Elevado costo económico y de tiempo de las transacciones con instituciones financieras.
Elevado costo de transacción en los préstamos a la mujer para las instituciones
financieras y dificultades para evaluar riesgo.
Bajo nivel de educación y de experiencia en negocios de la mujer en comparación con
clientes hombres.
Falta de integración de la mujer en organizaciones y redes en que se distribuya
información sobre fuentes de crédito y posibilidades de acceso.
Préstamos limitados a jefes de familia, que impiden más de una transacción por hogar.
Dominio del cónyuge en la toma de decisiones.
Fuente: Adaptado de “Guía para la Planificación y Formalicen de Proyectos de Desarrollo Agrícola/Rural
con Perspectiva de Género”. Documento del Banco Interamericano (Faune, 1996).
De la identificación de estas limitaciones se deduce, entre otras, la necesidad de
visibilizar a las mujeres como productoras en los diferentes sub-sistemas (hogar, patio,
huerto, finca, comunidad) como condición básica para que estas puedan ser
reconocidas como potenciales sujetos de crédito (Faune, 1995). El proceso de
visibilizarlas como productoras requiere de una voluntad política y técnica del
programa de entender la naturaleza de sus demandas y facilitar la satisfacción de
estas. Para ello es necesario llevar a cabo un análisis comparativo de mecanismos,
requisitos y procedimientos diferenciados, que indiquen igualdad de condiciones en el
acceso, instrumentados sin prejuicio de género y que aseguren efectivamente el
acceso de la mujer rural al crédito (Mones, 1992). A partir de este tipo de análisis
puede definirse una serie de indicadores adicionales.
1. Porcentaje de solicitudes de crédito aprobadas de aquellas que fueron
presentadas por los clientes desagregado por sexo.
De comprobarse que un mayor porcentaje de las solicitudes de mujeres son
rechazadas, se haría necesario estudiar las razones y probablemente establecer
mecanismos de apoyo para que estas puedan presentar solicitudes que si sean
aprobadas. Es probable que la naturaleza de los mecanismos de apoyo tenga que
ir más allá de simplemente mejorar la preparación de las solicitudes; que se haga
necesaria por ejemplo complementar el apoyo financiero con un apoyo en la
comercialización y el desarrollo de productos.
2. Tipo de garantías que se utilizan normalmente para el otorgamiento del crédito a la
mujer rural.
En la medida que esta la posibilidad de comparar el efecto de diferentes tipos de
garantías con el grado de acceso de la mujer al crédito, este tipo de indicador
permitiría medir el impacto de las políticas de garantías en el acceso de la mujer al
crédito rural.
3. Costo de transacción para cada préstamo desagregado por sexo del cliente.
El costo de transacción dependerá del tipo de trámite que se requiera para el
análisis de solicitudes y el otorgamiento de un crédito: cantidad y tipo de
información requerida, tiempo requerido para la tramitación de la solicitud y número
de pasos de cada solicitud y el número de veces que el cliente debe de
comparecer para dar seguimiento a la solicitud hasta su aprobación. Estos
factores no solamente inciden en el costo de oportunidad del tiempo que tenga que
invertir el o la cliente en la transacción. El grado de acceso de la mujer al crédito
podría por lo tanto variar substancialmente dependiendo del tipo de proceso para
el análisis y aprobación de las solicitudes que el programa establezca.
4. Monto de líneas de crédito disponibles y utilizadas en acciones que liberen el
tiempo que la mujer invierte en actividades reproductivas.
Ejemplos de esto podrían ser préstamos a la comunidad o a grupos para
inversiones tales como infraestructura para servicios de comedores, lavanderías
comunales, cuidado de niños y otras similares.
Este tipo de indicadores adicionales, nos permite ir más allá de medir la eficiencia
económica del programa de crédito mismo. Indicadores como estos facilitan la
identificación de alternativas que permitan mejorar las condiciones de acceso de las
mujeres al crédito y por lo tanto van dirigidos a avanzar hacia la equidad de género.
Dado que no siempre es factible, por una cuestión de costo, obtener información
periódica sobre todos y cada uno de estos indicadores, es importante que el sistema
de S&E priorice aquellos que son más claves en el contexto de sus objetivos,
estrategias y metas. En caso que durante el proceso de monitoreo se detecten
problemas o un incumplimiento de metas, la unidad de seguimiento y evaluación
puede llevar a cabo estudios en los que investigue, a través de indicadores
adicionales, las causas que están afectando la marcha del proyecto.
D.
Caso 3: Indicadores de Impacto Social a Nivel del Hogar y en las Mujeres
para Programas de Microempresa y Pequeña Empresa
Mas allá del impacto directo que un programa de asistencia técnica o crédito tenga en
la empresa o unidad de producción, es importante medir el impacto que este tipo de
intervenciones genere al interior del hogar y en las mujeres que participan en el
programa. La pregunta clave que estos indicadores buscan responder es: ¿Cómo
han mejorado los aumentos en los ingresos y el acceso a los servicios del proyecto las
condiciones de vida de la familia en general y la mujer en particular?
A diferencia de los indicadores que hemos mencionado para los dos ejemplos
anteriores, los que mencionaremos a continuación requieren ir más allá del
seguimiento como tal, ya que involucran una evaluación de los efectos, resultados e
impactos del programa. Entre estos están3
A nivel del Hogar:
Indicadores Mínimos:
•
•
Cambio en los gastos para comida, ropa y otras necesidades básicas.
Cambio en las condiciones de acceso a vivienda, electricidad, agua o servicio.
Indicadores Mínimos:
•
•
•
Cambio en la cantidad y el porcentaje que contribuye la empresa o unidad de
producción a los ingresos del hogar.
Cambios en los ahorros disponibles en efectivo.
Cambio en el número y valor de los bienes del hogar (incluyendo ganado).
Impacto Social en las Mujeres:
•
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•
•
•
Cambio en el uso del tiempo disponible para hombres y mujeres.
Aumento en la disponibilidad de ahorros.
Incremento en la participación de la mujer en la toma de decisiones en el hogar.
Participación de la mujer en posiciones de liderazgo dentro de las organizaciones
de la comunidad.
Aumento de las compras de la mujer para si mismas.
Impacto Social en los Niños:
•
•
•
•
•
•
•
•
•
3
Cambios en el trabajo de hijos e hijas.
Cambio en el número y porcentaje de niños en edad escolar.
Disminución de la brecha entre la asistencia de niños y niñas al colegio.
Aumento en la asistencia de niñas al colegio.
Mejoramiento en la nutrición de niños de 1 a 3 años de edad.
Disminución de la brecha en el nivel de nutrición de niños y niñas de 1 a 3 años.
Aspiraciones de los niños.
Aspiraciones de las niñas.
Valor del último objeto comprado exclusivamente para los niños con las utilidades
de la microempresa o unidad de producción.
Adaptado del grupo de indicadores utilizados por el sistema de seguimiento y evaluación de Save the
Children. Citado por Hyman E.; Dearden K.; en “Comprehensive Impact Assessment Systems for NGO
Microenterprise Development Programs”, World Development, Vol. 26, N° 2., 1998.
Aunque, dependiendo del tipo de programa, los datos para algunos de estos
indicadores pueden ser obtenidos periódicamente, para la mayoría de ellos será
necesario una evaluación en el sentido estricto del término. Esto implicará no sólo que
el programa tenga cierto tiempo mínimo de operación, sino también el diseño y
aplicación de encuestas u otros instrumentos a una muestra representativa de la
población que participa en el proyecto. También su aplicación requiere de técnicas de
evaluación participativas que garanticen el involucramiento de todos los actores claves
del programa, incluyendo a hombres y mujeres.
Como se muestra en el cuadro a continuación los métodos más comunes de métodos
de evaluación de impacto incluyen: encuestas de muestreo, “evaluaciones rápidas”,
observaciones de participantes, estudios de caso, y aprendizaje y acción
participativos. En el cuadro se incluye también una breve descripción de estos
métodos.
Cuadro 7. Métodos Más Comunes de Evaluación de Impacto
METODO
Encuestas de Muestreo
Evaluaciones Rápidas
Observaciones de Participantes
Casos de Estudio
Aprendizaje
Participativos
y
Acción
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
Obtención de datos cuantitativos a través de
cuestionarios. Usualmente una muestra aleatoria y una
comparación con un grupo de control son usados para
medir indicadores pre-determinados antes y después de
la intervención.
Representa una amplia gama de herramientas y
técnicas
desarrolladas
originalmente
como
“evaluaciones rurales rápidas” (Rapid Rural Appraisal –
RRA). Involucra el uso de grupos focales, entrevistas
semi-estructuradas con informantes claves, casos de
estudios, observaciones de los participantes y fuentes
secundarias.
Investigadores de campo residen con una comunidad
por un período determinado utilizando técnicas
cuantitativas y mini-encuestas.
Estudios detallados de una unidad específica (ej.;
grupos, localidad, organizaciones) que involucran
preguntas abiertas y la preparación de “historias”.
Involucra la preparación por parte de los beneficiarios
que se espera participen en el proyecto de: calendarios,
flujos de impacto, mapas de la comunidad y sus
recursos, ranqueo del nivel de vida y el bienestar,
diagramas estacionales, ranqueo de problemas, y
evaluaciones de las instituciones a través de sesiones
de grupo asistidas por un facilitador.
Fuente: Tomado de “Impact Assesment Methodologies for Microfinance: A Review”; Documento
preparado para la Reunión Virtual del CGAP Working Group; David Hulme, 1997.
Finalmente, es importante señalar que dada la complejidad involucrada en el diseño y
la aplicación de algunas de estas metodologías, es indispensable que estas participen
personas que hayan sido previamente entrenados en el uso de estas. Aunque
algunos de estos métodos son de relativamente fácil aplicación (no necesariamente
así el diseño mismo, el cual tiende a ser más complejo), es indispensable asegurar un
nivel adecuado de objetividad por parte de los que apliquen estos métodos y que estos
sean supervisados por especialistas en el tema, que preferentemente no estén
involucrados en la implementación del proyecto.
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