Número de registro: 17969 Novena Época Instancia: Primera Sala

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
Número de registro: 17969
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XIX, Marzo de 2004
Página: 265
CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS. ENTRE LAS SUSTENTADAS POR LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS SEGUNDO Y QUINTO, AMBOS EN MATERIA CIVIL
DEL TERCER CIRCUITO, SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO
PRIMER CIRCUITO, SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO CIRCUITO,
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO
Y SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO.
CONSIDERANDO:
CUARTO. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito al resolver el
quince de junio de mil novecientos noventa y cuatro el amparo directo 183/94, promovido
por Gildardo López Hernández, sostuvo, en lo que interesa, lo siguiente:
"QUINTO. Son infundados los conceptos de violación. Lo alegado por el quejoso respecto de
que el Juez responsable en forma equivocada denomina sentencia interlocutoria a la
resolución reclamada, siendo que propiamente se trata de un auto, resulta intrascendente para
la posible concesión de un amparo para efectos, pues el hecho de que el Juez natural
denomine a la resolución reclamada como una sentencia interlocutoria y no como un auto,
que debiera ser lo correcto en términos del artículo 36 del Código de Procedimientos Civiles
del Estado de Puebla, en nada afecta al quejoso, pues no resiente ningún agravio en sus
derechos ni mucho menos es violatorio de garantías individuales en su perjuicio. Por otra
parte, no le asiste la razón al quejoso por cuanto alega que la resolución reclamada carece de
fundamento y motivación, pues del análisis de la misma se desprende que el Juez responsable
fundó su resolución en el artículo 17 constitucional y en los diversos artículos 16 y 18 del
código procesal de la materia y la motivó en diversos razonamientos, a los que más adelante
se hará referencia, por tanto, resultan inaplicables las distintas tesis jurisprudenciales
invocadas por el quejoso, máxime que el Juez responsable no introdujo nuevas cuestiones a la
litis, sino que expresó lo que en su concepto servía de motivación a su resolución. Ahora
bien, se ha venido alegando sustancialmente por parte del demandado, ahora quejoso, la falta
de disposición legal que lo obligue a señalar en sus promociones el número de expediente en
el que deben ser acordadas, argumentando que el número de expediente no constituye una
formalidad judicial, sino que ese número se lo asigna el juzgado y que en todo caso tanto el
secretario como el oficial mayor tienen la obligación de buscar el expediente que corresponda
en los libros de gobierno, con base en los datos proporcionados en los escritos de las partes, y
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que en la especie lo que sucedió y ha aceptado es que en el escrito por el que interpuso
apelación en contra de la sentencia dictada en el procedimiento de origen, por equivocación,
señaló un número de expediente incorrecto. Estos argumentos y las demás aseveraciones que
en torno a los mismos se hacen valer resultan infundados, porque si bien es cierto que no
existe disposición legal que obligue a las partes a señalar en sus promociones el número de
expediente en que deban ser acordadas, también cierto es que por razones de necesidad,
identificación, impartición pronta de justicia, manejabilidad de los asuntos, control de los
mismos, entre otras, es que se les asigna un número de expediente con el que quedan
registrados en los libros de gobierno y, por consecuencia, después de la demanda las partes
deben señalar en sus promociones el número de expediente dentro del cual pretendan que
sean acordadas pues, de lo contrario, como bien lo expresó el Juez responsable, se infringiría
el artículo 17 constitucional al ocupar todo su tiempo, ya sea el secretario o el oficial mayor
del juzgado, en la búsqueda del expediente en que debiera ser acordada una promoción en la
que no se precisara el número de expediente y, sobre todo, en aquellos escritos o
promociones en que se señala un número diferente al que en realidad corresponde al asunto.
Ciertamente, si una de las partes señala por error un número de expediente diferente, tal
circunstancia repercute en su perjuicio, porque la obligación en ese caso del secretario o del
oficial mayor consiste en dar cuenta al Juez con la promoción y con el expediente señalado
en la misma, que es el que corresponde según el señalamiento del interesado, pues es de
entenderse que es su voluntad el presentar un escrito dentro de ese expediente sin que
necesariamente deba recaer un acuerdo favorable, pues se ignora cuál es la finalidad de la
presentación de ese escrito dentro de un expediente en el que el ocursante no es parte. A lo
anterior cabe agregar que de acuerdo con el principio de estricto derecho que rige en materia
civil, los errores de las partes no pueden ser convalidados o subsanados por actuaciones del
Juez o de los demás empleados del juzgado, ya que las partes deben precisar los datos
correctos, entre ellos el número de expediente, para la debida identificación del expediente y,
por consecuencia, del asunto en el que debe recaer acuerdo a la promoción de que se trate.
Así las cosas, independientemente de la antigüedad de los asuntos que se manejan en el
juzgado, de que pudiera proceder o no la acumulación en el supuesto de que se hubiesen
promovido varios juicios de igual naturaleza, en donde figuraran como actor y demandado las
mismas partes, como quiera que sea, este Tribunal Colegiado comparte la consideración del
Juez responsable, es decir, estima que, entre otras, por razones de necesidad y atendiendo al
principio de estricto derecho que rige en materia civil, las partes tienen la carga procesal de
señalar en sus escritos o promociones no sólo el número de expediente que se le hubiese
asignado al asunto dentro del cual promueven sino el número correcto, puesto que, de lo
contrario, corren el riesgo de que su escrito o promoción se acuerde dentro del expediente
que señalan aun cuando esto sea por error."
La anterior ejecutoria dio origen a la siguiente tesis:
"Octava Época
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
"Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: XV-2, febrero de 1995
"Tesis: VI.2o.539 C
"Página: 474
"PROMOCIONES DE LAS PARTES. DEBEN SEÑALAR EL NÚMERO CORRECTO
DEL EXPEDIENTE QUE CORRESPONDA AL ASUNTO (LEGISLACIÓN DE PUEBLA).
Aun cuando en el Código de Procedimientos Civiles del Estado, no existe disposición legal
que obligue a las partes a señalar en sus promociones o escritos, el número de expediente que
corresponda al asunto, sin embargo, entre otras, por razones de necesidad, identificación,
impartición pronta de justicia, manejabilidad y control de los asuntos, es por lo que, después
de la presentación de la demanda, recae en aquéllas la carga procesal de señalar en sus
promociones o escritos, no sólo el número de expediente que corresponda al asunto sino el
número correcto, pues si una de las partes señala, aun por error, un número de expediente
diferente, tal circunstancia redunda en su perjuicio, porque la obligación del oficial mayor o
del secretario del juzgado consiste en dar cuenta al Juez con la promoción y el expediente
señalado en la misma, que es el que corresponde según el señalamiento del interesado,
porque debe entenderse que es su voluntad presentar un escrito dentro de ese expediente. Por
lo tanto y atendiendo al principio de estricto derecho que rige en materia civil, los errores de
las partes no pueden convalidarse o subsanarse por actuaciones del Juez, secretario o demás
empleados del juzgado, sino que aquéllas deben precisar los datos correctos del asunto, entre
ellos, el número de expediente en que deba recaer acuerdo a su promoción.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
"Amparo directo 183/94. Gildardo López Hernández. 15 de junio de 1994. Unanimidad de
votos. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo."
QUINTO. El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito al resolver el
veintiuno de febrero de dos mil tres el amparo directo 777/2002, promovido por Aba
Seguros, Sociedad Anónima, sustentó, en la parte que interesa, lo siguiente:
"CUARTO. Son fundados los conceptos de violación hechos valer. Con el objeto de
esclarecer si es o no un deber de los promoventes anotar con exactitud el número del
expediente al que comparecen debe tomarse en consideración que en el Código de
Procedimientos Civiles del Estado no existe precepto alguno que imponga esa carga, de
suerte que habrá que recurrirse a la interpretación de la ley o a los principios generales de
derecho de acuerdo con lo que señala el artículo 14 constitucional. Además, el hecho de que
un escrito contenga el error mencionado, de opinar como lo hace la responsable, trae
consecuencias sumamente graves para el litigante, en atención a que no solamente puede
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originar la caducidad de la instancia, como ocurre en la especie, sino también que al
demandado no se le tuviera oponiendo excepciones ni formulando reconvención, a las partes
ofreciendo los medios de convicción para justificar los hechos constitutivos de la acción o de
sus excepciones, impugnando las resoluciones, etcétera. Si no existe esa exigencia en el
ordenamiento procesal aludido resulta incorrecto que el Juez desestime los escritos en que se
incurra en el equívoco apuntado, en atención al principio de legalidad, consistente en que las
autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les autoriza. De igual forma, se opina que cobra
aplicación, por analogía, el artículo 2o. del cuerpo de leyes local referido, que prescribe: ‘La
acción procede en juicio, aun cuando no se exprese su nombre o se exprese equivocadamente,
con tal de que se determine con claridad la clase de prestación que se exija del demandado y
el título o causa de la acción’; en el entendido de que existen semejanzas en la hipótesis a que
se refiere el numeral acabado de copiar con el problema que se examina, dado que en ambos
casos se está en presencia de un error de las partes cometido en un libelo dirigido al órgano
jurisdiccional y, en el primero, el legislador reguló la hipótesis sin mayor perjuicio para quien
incurrió en la irregularidad. En otro aspecto, se estima conveniente copiar en su totalidad la
promoción cuestionada que dice: (se transcribe). Lo transcrito es útil para poner de
manifiesto que la intención del mandatario aludido fue la de comparecer al juicio de donde
derivan los actos reclamados porque, aparte de que mencionó quiénes eran los contendientes,
del examen de dicho proceso se desprende que en efecto existe pendiente la notificación cuya
práctica fue solicitada. Tampoco tiene repercusión la circunstancia de que la actora no haya
reiterado su petición, en virtud de que al interrumpirse el término de la caducidad, según se
vio, la única sanción que sobrevendría es la de que con la ausencia de impulso procesal se
fueran acumulando nuevamente los días de inactividad. Aunado a lo expresado, debe decirse
que lo propio se resolvería si en la sentencia se nombrara equivocadamente a una de las
partes, se mencionara con error el expediente, se invocara un artículo o un ordenamiento en
lugar de otro, pues, en todos esos casos, podría llegarse a la conclusión de que se trataba de
errores irrelevantes, habida cuenta que de todas suertes se sabría a qué se quiso referir el
autor o los autores del documento. En ese sentido, en oposición al criterio asumido por el ad
quem, se comparten las tesis consultables en la Octava Época del Semanario Judicial de la
Federación, la primera, en el Tomo III, Segunda Parte-2, página 1034, la segunda, en el
Tomo VI, Segunda Parte-1, página 229 y, la tercera, en el Tomo IX, febrero, página 242, que
respectivamente señalan: ‘PROMOCIONES EN EL JUICIO DE GARANTÍAS.’ (se
transcribe). ... Asimismo, la diversa consultable en la Novena Época del Semanario
susodicho, Tomo XV, marzo de 2002, página 1429, del siguiente tenor: ‘PROMOCIONES.
LA LEY NO EXIGE COMO REQUISITO QUE LAS PARTES INDIQUEN EL NÚMERO
DEL EXPEDIENTE AL QUE COMPARECEN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
MÉXICO).’ (se transcribe). En cuanto a la manifestación de la Sala responsable en el sentido
de que no son aplicables las tesis que se transcribieron párrafos atrás en primer y tercer
términos por referirse, indica dicha autoridad, a una hipótesis regulada en el Código de
Procedimientos Civiles del Estado antes de sus últimas reformas, debe señalarse que es
evidente que en esos precedentes se interpretan normas contenidas en ordenamientos ajenos
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al caso, empero, se estima son aplicables por analogía al encontrarse en iguales condiciones
que el código procesal civil local, al no regularse en ninguno de ellos claramente el supuesto
a que se contrae el presente asunto, o sea, de qué manera debe proceder el Juez cuando las
partes o los sujetos procesales omiten anotar en sus escritos el número de expediente o lo
hacen equivocadamente, aun cuando anoten otros datos que permitan conocer el juicio al cual
comparecieron. No era trascendente que se allegara al toca el original del ocurso copiado
párrafos atrás, toda vez que la copia del escrito con el acuse de recibo original del juzgado,
previsto por el artículo 58 del enjuiciamiento civil local, hace las veces de aquél, ya que,
pensar de otro modo, no tendría ninguna razón de ser que ese comprobante se entregara a los
interesados. Consiguientemente, procede otorgar la protección federal impetrada a efecto de
que la Sala responsable, siguiendo los lineamientos referidos, resuelva de nuevo el recurso;
decisión que se hace extensiva a la autoridad ejecutora con base en la jurisprudencia 88 del
Tomo VI del último Apéndice al Semanario multicitado que refiere: ‘AUTORIDADES
EJECUTORAS, ACTOS DE, NO RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS.’ (se
transcribe). Por último, se estima innecesario ocuparse del escrito del tercero perjudicado a
través del cual formula alegatos, al no formar parte de la litis en el juicio de garantías, según
lo explica la jurisprudencia 39 del tomo y Apéndice aludidos, de rubro: ‘ALEGATOS. NO
FORMAN PARTE DE LA LITIS EN EL JUICIO DE AMPARO.’. Las razones que se dan
en este fallo sirven para dar respuesta a lo que solicita el Ministerio Público en su pedimento.
Debido a que los criterios que se citan en esta ejecutoria son discrepantes con la tesis
sustentada por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, localizable en la Octava
Época del Semanario indicado, Tomo XV-2, febrero de 1995, página 474, que dice:
‘PROMOCIONES DE LAS PARTES. DEBEN SEÑALAR EL NÚMERO CORRECTO
DEL EXPEDIENTE QUE CORRESPONDA AL ASUNTO (LEGISLACIÓN DE
PUEBLA).’ (se transcribe), con fundamento en el artículo 197-A de la Ley de Amparo,
procede denunciar la correspondiente contradicción de tesis a la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación."
SEXTO. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito al resolver el
veintiséis de octubre de mil novecientos ochenta y ocho el recurso de reclamación 10/88,
promovido por J. Jesús Orozco García, en lo conducente, consideró lo siguiente:
"TERCERO. Son infundados los motivos de agravio aducidos por el recurrente porque, si
bien es cierto que en el expediente en que se actúa se pone de manifiesto que el promovente
de este juicio de garantías, Esteban González Romero, a efecto de interrumpir la inactividad
procesal, dirigió equivocadamente su ocurso al H. Primer Tribunal Colegiado en Materia
Civil de este Tercer Circuito con el número de expediente 85/87, y que cuando fue acordado
el ocurso de mérito por este órgano jurisdiccional (a foja treinta y cuatro) ya habían
transcurrido más de trescientos días, no menos cierto resulta que de acuerdo a lo establecido
por los artículos 3o. de la Ley de Amparo y 271 del Código Federal de Procedimientos
Civiles, de aplicación supletoria, las partes solamente tienen el deber de promover por escrito
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y de ninguna forma tienen la obligación de identificar el número de expediente;
consecuentemente, en atención a las disposiciones legales invocadas, en concepto de los que
integran este órgano colegiado, se estima que basta con que se den los datos indispensables
para identificar el asunto al que van dirigidos, tales como serían el nombre del quejoso y
autoridad o autoridades responsables, requisitos que se cumplen en la especie en el
presentado en forma equivocada (el de dieciséis de octubre de mil novecientos ochenta y
siete, que obra a foja treinta y tres) siendo, por tanto, que si en el ocurso de referencia se
apuntó equivocadamente el número de expediente es obvio que no procedía agregarse, en
virtud de no corresponder el nombre del quejoso y las autoridades responsables; sin embargo,
el encargado de la oficina de correspondencia común de los Tribunales Colegiados en
Materia Civil de este circuito tenía la obligación, de acuerdo a lo previsto por el numeral 45
de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal, de buscar a cuál asunto se dirigió en realidad
dicho escrito, a efecto de no violar el derecho de petición que concede el artículo 8o.
constitucional. Por otra parte, si el amparo tiene la finalidad de salvaguardar las garantías
constitucionales se deberá de tomar en consideración al momento de pronunciar la ejecutoria
en este juicio de garantías la fecha en que se recibió el ocurso precitado por la Oficialía
Común de Partes (sic) (el dieciséis de octubre de mil novecientos ochenta y siete), como acto
por el cual se interrumpió la inactividad procesal en este juicio y no aquélla en que se
desglosó el mismo por parte del Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil con residencia
en esta ciudad (acuerdo de catorce de junio de mil novecientos ochenta y ocho, que obra a
foja treinta y dos)."
El anterior criterio dio origen a la siguiente tesis:
"Octava Época
"Instancia: Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: III, Segunda Parte-2, enero a junio de 1989
"Página: 1034
"PROMOCIONES EN EL JUICIO DE GARANTÍAS. De acuerdo con lo que disponen los
artículos 3o. de la Ley de Amparo y 271 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria por prevención expresa del numeral 2 de aquel ordenamiento, las partes
en un juicio de amparo no están obligadas a precisar en sus promociones el número de
expediente al que se refieren, sino que basta que en las mismas proporcionen los datos
indispensables para identificarlo, como son el nombre del quejoso y la autoridad responsable,
pues en base a esta información, el encargado de la oficialía de partes común de los
Tribunales Colegiados en Materia Civil del Tercer Circuito, debe encaminar el ocurso de que
se trate al asunto al que realmente pertenece, conforme a lo preceptuado por el dispositivo 45
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
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"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO.
"Reclamación 10/88. J. Jesús Orozco García. 26 de octubre de 1988. Unanimidad de votos.
Ponente: Rodolfo Moreno Ballinas. Secretario: César Omar Romero Ballesteros."
SÉPTIMO. El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito, al resolver el seis de
septiembre de mil novecientos noventa el recurso de revisión 169/90, promovido por ... en lo
conducente, consideró lo siguiente:
"TERCERO. Son fundados los transcritos motivos de inconformidad. El Juez Primero de
Distrito en el Estado de Michoacán, que conoció del juicio constitucional promovido por ...
en contra del auto de formal prisión atribuido al Juez Tercero de Distrito también en esta
entidad federativa, dentro del proceso penal número II-10/990, que lo tuvo como presunto
responsable en la comisión del delito contra la salud en las modalidades de compra, posesión
y venta de cocaína, esta última en grado de tentativa, previsto y sancionado por el artículo
197, fracciones I y V, del Código Penal Federal, negó el amparo solicitado por encontrarse
impedido para emprender el estudio del acto reclamado, habida cuenta que el quejoso no
aportó, como era su obligación procesal, copia certificada de las constancias conformantes
del aludido proceso penal, en las que se basó la responsable para pronunciarlo. Apoyó su
criterio en la tesis relacionada a la jurisprudencia número 165, consultable en la página 276,
Octava Parte de la compilación del 1917 a 1985, del rubro: ‘INFORME JUSTIFICADO,
DEBEN APORTARSE PRUEBAS PARA DEMOSTRAR LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO QUE SE RECLAME, AUNQUE FALTE
AQUEL.’. La anterior determinación la estima ilegal la parte recurrente porque aduce que
oportunamente exhibió copia certificada de las principales constancias del expediente penal
número II-10/990, en el que se pronunció la formal prisión combatida en el amparo,
solamente que fueron glosadas en forma equivocada al cuaderno de amparo IV-554/990,
porque bajo ese número fue registrada su demanda en el libro ‘índice’ que se lleva en el
Juzgado Primero de Distrito en el Estado de Michoacán, según se asentó en la certificación
levantada en el juicio de garantías II-557/990, número real del amparo que promovió; error
que, según afirma, lo dejó en estado de indefensión, pues trajo como consecuencia que no se
analizara la legalidad o ilegalidad del acto que reclamó. Asiste la razón al inconforme, ya que
de la certificación que obra a foja 28 del expediente de amparo en el que se dictó la sentencia
que ahora se revisa, cuyo original se acompañó a los agravios, hecha por la secretaria del
Juzgado Primero de Distrito en esta entidad federativa, se desprende que en efecto, el número
con el cual se encuentra inscrito en el libro ‘índice’ que se lleva para control interno de aquel
juzgado, el juicio constitucional promovido por ... es el IV-554/990 y que en ese expediente,
que realmente corresponde al incoado por ... contra actos del Jefe de la Operación de la
Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos de Zamora, Michoacán, se encuentra
agregado un escrito del aquí recurrente presentado el 15, quince, de junio de 1990, mil
novecientos noventa (antes de la fecha señalada para la celebración de la audiencia
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constitucional), por el cual ofreció prueba documental que se halla anexada de la página
veintiséis a la ciento veinticinco, lo que se traduce en que, por un error no atribuible al
peticionario del amparo, las constancias que exhibió como prueba no se hayan tomado en
consideración en el juicio de garantías que promovió, con el consiguiente estado de
indefensión para su parte, pues a él incumbe demostrar la inconstitucionalidad que alega en el
amparo. Máxime que es obligación del secretario, al dar cuenta al Juez con las promociones
de las partes, cerciorarse de que aquéllas realmente correspondan al juicio en que se actúa,
constatándolo con el nombre del quejoso y no con el número del expediente, ya que éste no
es dato confiable de su identificación, porque fácilmente se puede incurrir en error al citarlo,
dándose lugar a una denegación de justicia con la manera en que se procedió en este negocio
por el Juez a quo. En esas condiciones, con fundamento en la fracción IV del artículo 91 de la
Ley de Amparo, procede revocar la sentencia recurrida y ordenar la reposición del
procedimiento, para el efecto de que se desglosen del juicio de amparo número IV-554/990
los elementos de convicción ofrecidos por el quejoso, debiéndose anexar al diverso II557/990 el número correcto del juicio de garantías que él promovió y hecho que sea, señale el
Juez de Distrito nueva fecha para la celebración de la audiencia constitucional, en la cual
debe analizarlos y determinar acerca de la constitucionalidad o inconstitucionalidad del acto
reclamado."
La anterior ejecutoria dio origen a la siguiente tesis:
"Octava Época
"Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: VI, Segunda Parte-1, julio a diciembre de 1990
"Página: 229
"PROMOCIONES DE LAS PARTES. Es obligación del secretario al dar cuenta al Juez con
las promociones de las partes, cerciorarse de que realmente corresponden al juicio en que se
agreguen, constatándolo con el nombre del promovente y no sólo con el número del
expediente, por no ser éste el único dato confiable de su identificación.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO PRIMER CIRCUITO.
"Amparo en revisión 169/90. ... 6 de septiembre de 1990. Unanimidad de votos. Ponente:
Raúl Murillo Delgado. Secretaria: María Cristina Torres Pacheco."
OCTAVO. El Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito, al resolver el diez de octubre
de mil novecientos noventa y uno el amparo directo 109/91, promovido por Ema Gloria
Martínez Pacheco, en lo conducente, consideró lo siguiente:
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
"QUINTO. Resultan esencialmente fundados los conceptos de violación que aduce la
quejosa. En efecto, la sentencia definitiva que se reclama dice en la parte final de su único
resultando que al haber transcurrido el término del emplazamiento y no haberse presentado la
demandada, hoy recurrente, a hacer el pago o a oponerse a la ejecución, a petición de la parte
actora se tuvo por acusada la rebeldía y se citó para sentencia. Como se ve, las constancias
que integran el expediente 2283/90 relativo al juicio ejecutivo mercantil del que emana la
sentencia que se reclama, obra agregado a fojas quince a la veintidós, inclusive, un
cuadernillo denominado de número equivocado veintiocho, compuesto por un escrito y copia
del mismo de fecha seis de febrero del año en curso, presentado por Ema Gloria Martínez P.,
en su carácter de demandada y dirigido al Juez Tercero del Ramo Civil y en cuyo rubro
aparece el número 2282/90 tachado y sobre él el número 2283/90. Del ocurso en mención se
aprecia que mediante el mismo se da contestación a la demanda promovida por Norma
Delgado Molina, en su carácter de endosataria en procuración de Elvira Vázquez Salgado, y
aparece a fojas veintidós del expedientillo que se alude un acuerdo que ordena la formación
del mismo. Ahora bien, resulta cierto, como lo aduce la impetrante, que corresponde a los
secretarios de juzgado, así como al funcionario designado por la Ley Orgánica del Poder
Judicial y su reglamento, la responsabilidad de los expedientes que se radiquen ante el
tribunal respectivo, conforme lo dispone el artículo 151 del Código de Procedimientos
Civiles del Estado de Sonora, de aplicación supletoria a la materia mercantil y, asimismo, de
que dichos funcionarios cuidarán que todas las actuaciones o documentos se glosen al
expediente que corresponda. Por lo que si en el caso existía la promoción ya referida
mediante la cual la ahora quejosa verificó su contestación de demanda en la que, si bien es
cierto, como lo afirma, existe un error al señalarse como número de expediente el 2282/90 y
no el correcto 2283/90, también lo es que no es el único dato de identificación contenido en
el ocurso de mérito, ya que expresamente se lee en la primera hoja del mismo que Ema
Gloria Martínez P., como parte demandada, daba contestación a la demanda en el juicio
ejecutivo mercantil promovido por Norma Emilia Delgado Moreno, en su carácter de
endosataria en procuración de Elvira Vázquez Salgado. De lo anterior se colige que el
secretario, al dar cuenta al Juez con tal promoción, tuvo elementos suficientes para glosarlo al
juicio correspondiente, como lo son los ya mencionados nombres de las partes, actora y
demandada, así como el tipo de juicio, estimando este tribunal que, en el caso, se incumplió
por parte de este funcionario con la obligación consignada en el numeral 151 del
ordenamiento legal último en comento, al tener como único dato confiable de identificación
el número de expediente al que se dirigía, circunstancia que originó que el Juez Tercero de lo
Civil de esta ciudad, a solicitud de la parte actora, declarase rebelde a la hoy quejosa y citase
para oír sentencia mediante proveído de fecha trece de febrero del presente año, con
fundamento en el artículo 1404 del Código de Comercio y, consecuentemente, pronunciase
su fallo resolutor, mismo que se publicó en lista de acuerdo del día catorce del mismo mes y
año, por el que se condenó a la peticionaria de garantías en los términos de sus puntos
resolutivos. Sirve de apoyo a lo expuesto el criterio sustentado por el Segundo Tribunal
Colegiado del Décimo Primer Circuito publicado en la página doscientos veintinueve del
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
Tomo VI, Segunda Parte-1 del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, que dice:
‘PROMOCIONES DE LAS PARTES.’ (se transcribe). Por lo que en ese orden de ideas, al
afectarse las defensas de la quejosa y trascender al resultado del fallo las violaciones de
referencia, en los términos ya apuntados, este tribunal estima fundados y suficientes los
conceptos de violación hechos valer y concede el amparo y protección de la Justicia Federal
solicitado para el efecto de que, en reparación a sus garantías violadas, se reponga el
procedimiento a partir del proveído de fecha trece de febrero de mil novecientos noventa y
uno, y se provea conforme a derecho el escrito de contestación de demanda de referencia en
los autos del juicio ejecutivo mercantil seguido bajo el expediente 2283/90, dejando
insubsistente lo actuado con posterioridad."
El criterio anterior se encuentra contenido en la siguiente tesis:
"Octava Época
"Instancia: Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación
"Tomo: IX, febrero de 1992
"Página: 242
"PROMOCIONES DE LAS PARTES. OBLIGACIÓN DEL SECRETARIO DEL
JUZGADO DE GLOSARLAS AL EXPEDIENTE QUE CORRESPONDA. Es obligación
del secretario para dar cuenta al Juez con las promociones de las partes, cerciorarse de que
realmente corresponden al juicio en que se agreguen, constatándolo no sólo con el número de
expediente, sino con los demás datos que aparezcan consignados en el escrito respectivo,
como pueden ser los nombres de las partes, actora y demandada, tipo de juicio, etcétera, ya
que el número del expediente no es el único dato confiable de su identificación.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO CIRCUITO.
"Amparo directo 109/91. Ema Gloria Martínez. 10 de octubre de 1991. Unanimidad de votos.
Ponente: Adán Gilberto Villarreal Castro. Secretaria: Rosa Eugenia Gómez Tello Fosado.
"Véase: Tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo VI,
Segunda Parte-1, pág. 229, bajo el rubro: ‘PROMOCIONES DE LAS PARTES.’."
NOVENO. El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, al resolver
con fecha veintiuno de noviembre de dos mil uno el amparo directo número 590/2001,
promovido por Adán Ortiz Gómez y otra, consideró:
"Los artículos 125, 126, 127, 128, 589 y 599 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de México, en su orden disponen: ‘Artículo 125. Las actuaciones judiciales y
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
promociones pueden efectuarse en una forma cualquiera, siempre que la ley no haya previsto
una especial.’. ‘Artículo 126. Cuando la ley prescriba una determinada forma para una
actuación, sólo será nula, si se efectúa en una forma diversa, cuando la ley así lo ordene.’.
‘Artículo 127. Las actuaciones judiciales y promociones deben escribirse en lengua española.
Lo que se presente escrito en idioma extranjero, se acompañará de la correspondiente
traducción al castellano. Las fechas y cantidades se escribirán con letra.’. ‘Artículo 128. En
las actuaciones judiciales no se emplearán abreviaturas ni se rasparán las frases equivocadas,
sobre las que sólo se pondrá una línea delgada, salvándose, al fin, con toda precisión, el error
cometido. Igualmente se salvarán las frases escritas entre renglones.’. ‘Artículo 589. Todo
juicio principiará por demanda en la cual se expresarán: I. El tribunal ante el cual se
promueve; II. El nombre del actor y la casa que señale para oír notificaciones; III. El nombre
del demandado y su domicilio; IV. Lo que se pide, designándose con toda exactitud en
términos claros y precisos; V. Los hechos en que el actor funde su petición numerándolos y
narrándolos sucintamente con claridad y precisión de tal manera que el demandado pueda
preparar y producir su contestación y defensa; VI. El valor de lo demandado si de ello
depende la competencia del Juez; VII. Los fundamentos de derecho y la clase de acción,
procurando citar los preceptos legales aplicables; y VIII. El término de prueba que estime
necesario el actor, en su caso, para demostrar su derecho.’. ‘Artículo 599. El demandado
deberá formular la contestación refiriéndose a cada uno de los hechos aducidos por el actor,
confesándolos o negándolos si son propios, o expresando los que ignore, por no serlo, o
refiriéndolos como crea que tuvieron lugar. El silencio y las evasivas harán que se tengan por
confesados o admitidos los hechos sobre los que no se suscitó controversia.’. Ahora bien, de
una correcta y armónica interpretación de esos numerales se colige que ninguno de ellos
exige que cuando comparece alguna de las partes a un juicio determinado señale el número
del expediente, por lo que, contrario a lo considerado por el Juez de los autos, el hecho de que
los hoy quejosos hubieran identificado en el rubro de la promoción respectiva el expediente
235/99, secretaría A, no era motivo fundado y suficiente para que se agregara a dicho
expediente el escrito por medio del cual Adán Ortiz Gómez y Senorina Camacho Castillo
dieron contestación a la demanda e interpusieron reconvención en contra de Lina Pérez Ortiz,
tomando en cuenta que de la copia fotostática del escrito respectivo con sello de recibido del
Juzgado Cuarto Civil del Distrito Judicial de Texcoco se advierte que los promoventes en el
proemio señalaron lo siguiente: ‘Guillermo Cuevas Díaz, su sucesión vs. Adán Ortiz y
Senorina Camacho Castillo. Juicio: ordinario civil reivindicación. Exp. No. 235/99, Sría.
«A». Contestación de demanda y reconvención’; datos que lógicamente permitían identificar
el expediente al cual en realidad se pretendía dirigir. Luego, como lo aducen los quejosos, fue
incorrecto que el Juez haya considerado en la interlocutoria de veintitrés de septiembre de mil
novecientos noventa y nueve que carecía de facultades para ordenar el desglose del escrito
dirigido al expediente 235/99, secretaría ‘A’, para agregarlo al expediente 433/99, ya que con
tal acto se sustituiría en la voluntad de los demandados a efecto de corregir el número de
expediente asignado al juicio reivindicatorio de que se trata porque, en su opinión, la
legislación procesal civil no establece la posibilidad de enmendar las promociones exhibidas
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
por alguna de las partes, habida cuenta que, como ya se precisó, ningún precepto del
ordenamiento jurídico en cita prevé como requisito de forma que las partes de un juicio, al
instar al órgano jurisdiccional, deban indicar el número del expediente al que comparecen,
pues basta con que se proporcionen los datos suficientes que permitan su identificación y, en
el caso, tales exigencias quedaron satisfechas porque los demandados en el escrito respectivo
proporcionaron al Juez el nombre del actor y de los demandados, la clase de juicio, el objeto
de su comparecencia y la autoridad jurisdiccional ante la cual se radicaba el juicio, que era el
Juez Cuarto de lo Civil del Distrito Judicial de Texcoco, con residencia en Nezahualcóyotl,
Estado de México. Por tanto, es inconcuso que no existía base legal para que el Juez no
accediera a acordar lo solicitado por los demandados, hoy quejosos, en el expediente
correspondiente, con lo cual dejó a los enjuiciados en estado de indefensión, ya que se les
tuvo por perdido el derecho para contestar la demanda y, por ende, por confesos de los
hechos invocados en la demanda, lo que indudablemente trascendió al resultado del fallo que
ahora se reclama, ya que al dictarse la sentencia de primera instancia se declaró procedente la
acción reivindicatoria ejercitada en su contra, condenándolos a la desocupación y entrega del
inmueble materia de la controversia, resolución que posteriormente fue confirmada por el
tribunal responsable. Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis I.4o.C. J/41 sustentada por el
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, visible en la página 110,
Tomo VII, mayo de 1991, Octava Época del Semanario Judicial de la Federación, que dice:
‘PROMOCIONES. CUÁNDO PROCEDE SU INTERPRETACIÓN.’ (se transcribe). En
estas condiciones, procede conceder el amparo para el efecto de que el tribunal responsable
deje insubsistente la sentencia reclamada y ordene reponer el procedimiento en el juicio de
primera instancia, a partir de los autos de tres de septiembre de mil novecientos noventa y
nueve, en donde el Juez tuvo a Adán Ortiz Gómez y Senorina Camacho Castillo por confesos
de los hechos constitutivos de la demanda, por no haber dado contestación a la misma dentro
del término concedido para tal efecto, y en el que determinó que fue causa imputable a los
demandados y no al juzgador el hecho de que la promoción a través de la cual dieron
contestación a la demanda se hubiera glosado al expediente 235/99 y no a los autos del
expediente en el que se actuaba; hecho lo cual, con plenitud de jurisdicción, provea lo que en
derecho proceda respecto del escrito de contestación de demanda suscrito por Adán Ortiz
Gómez y Senorina Camacho Castillo. La concesión del amparo se hace extensiva al acto
reclamado de la autoridad ejecutora, al tenor de la jurisprudencia número II.3o. J/12,
sustentada por el entonces Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito, visible en la
página 41, Octava Época, tomo 55, julio de 1992, Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, que dice: ‘AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE LAS, NO
RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS.’ (se transcribe). Atento lo anterior, es innecesario
abordar el estudio de los restantes conceptos de violación que expresan los peticionarios del
amparo, en los que sustancialmente delatan diversas violaciones posteriores a la examinada y,
tocante al fondo, tienden a impugnar la legalidad de la sentencia reclamada, dado que de
estudiarse todos esos motivos de inconformidad, cualquiera que llegara a ser la conclusión,
ya no incidiría en el sentido de esta ejecutoria. Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
visible en la página 72, Volúmenes 175-180, Séptima Época, Cuarta Parte del Semanario
Judicial de la Federación, que dice: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO
INNECESARIO DE LOS.’ (se transcribe)."
La ejecutoria anterior dio origen a la siguiente tesis:
"Novena Época
"Instancia: Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XV, marzo de 2002
"Tesis: II.3o.C.38 C
"Página: 1429
"PROMOCIONES. LA LEY NO EXIGE COMO REQUISITO QUE LAS PARTES
INDIQUEN EL NÚMERO DEL EXPEDIENTE AL QUE COMPARECEN
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). De una correcta y armónica interpretación
de los artículos 125, 126, 127, 128, 589 y 599 del Código de Procedimientos Civiles para el
Estado de México, se colige que ninguno de ellos prevé como requisito de forma que las
partes de un juicio, al instar al órgano jurisdiccional, deban indicar el número del expediente
al que comparecen, pues basta con que se proporcionen los datos suficientes que permitan su
identificación, exigencias que se satisfacen cuando en los escritos respectivos el promovente
proporciona al Juez el nombre del actor y de los demandados, la clase de juicio, el objeto de
su comparecencia y la autoridad jurisdiccional ante la cual se radica el juicio; por lo que el
hecho de que los quejosos hubieren identificado en el rubro de la promoción respectiva un
número de expediente distinto al en que en realidad se actuaba, no era motivo fundado y
suficiente para que el Juez natural no accediera a acordar lo solicitado en el expediente
correspondiente.
"TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEGUNDO CIRCUITO.
"Amparo directo 590/2001. Adán Ortiz Gómez y otra. 21 de noviembre de 2001. Unanimidad
de votos. Ponente: Ana María Serrano Oseguera de Torres. Secretario: Ricardo Díaz
Chávez."
El mismo Tribunal Colegiado, al resolver con fecha seis de febrero de dos mil dos el amparo
directo 699/2001, promovido por Proyectos y Procesos Imagen, Sociedad Anónima de
Capital Variable, sostuvo lo siguiente:
"QUINTO. El análisis de los motivos de inconformidad arroja el siguiente resultado. En la
especie, el acto reclamado se hizo consistir en la sentencia pronunciada el primero de octubre
de dos mil uno por el Juez Segundo Civil de Cuantía Menor del Distrito Judicial de
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
Tlalnepantla, Estado de México, en el expediente 517/2001. En dicha resolución se declaró
procedente la vía ejecutiva mercantil intentada por Gloria Martínez Ortiz, por lo que se
condenó a Proyectos y Procesos Imagen, Sociedad Anónima de Capital Variable, a pagar a
favor de la citada actora, o a quien sus derechos representa, la cantidad de seis mil trescientos
noventa pesos con treinta y cinco centavos, como suerte principal; al pago de intereses
moratorios desde la fecha en que se constituyó en mora hasta la total liquidación del adeudo,
a razón del seis por ciento anual; así como a las costas del juicio. Ahora bien, en contra de
esta determinación la parte quejosa aduce, en esencia, que se cometieron en su contra
diversas violaciones al procedimiento, las cuales la dejaron en estado de indefensión, la
primera de ellas la hizo consistir en la negativa por parte de la responsable a acordar el escrito
de contestación a la demanda presentado en tiempo y forma. En la especie, es cierto el hecho
en que descansa la referida violación, porque mediante ocurso presentado el seis de agosto de
dos mil uno, ante el juzgado del conocimiento, Proyectos y Procesos Imagen, Sociedad
Anónima de Capital Variable, a través de su representante legal Carlos Ramírez Quintero, dio
contestación a la demanda promovida en su contra por Gloria Martínez Ortiz; acompañado
(sic) un instrumento notarial en copia certificada, copia simple del mismo y una copia simple
de la credencial de elector. Que en proveído de ocho de agosto de dos mil uno el Juez natural
estimó que no había lugar a acordar dicha petición, pues del libro de gobierno existente en
ese juzgado se desprendía que no existía ningún expediente con el número 517/200; por lo
que ordenó que únicamente se hicieran las notificaciones que procedieran por medio de lista
y tuvo por autorizadas a las personas mencionadas en el escrito de cuenta, para los fines ahí
indicados y para consultar el expedientillo, dejando a su disposición los documentos
exhibidos. Que mediante ocurso presentado el catorce de agosto de dos mil uno, interpuso
recurso de revocación en contra de dicha negativa, el cual tampoco fue acordado
favorablemente, dado que mediante acuerdo de quince de ese mismo mes y año el Juez
natural estimó que no había lugar a acordar de conformidad lo solicitado, en virtud de que el
promovente no tenía acreditada su personalidad y que, además, el expediente en que se
actuaba no contenía ningún auto de ocho de agosto, por lo que no podía accederse a su
petición. Ahora bien, conforme a lo dispuesto en el artículo 158 de la Ley de Amparo, en el
juicio constitucional directo que se interponga contra la sentencia definitiva pueden
reclamarse las violaciones a las leyes del procedimiento, siempre y cuando se cumplan los
siguientes requisitos: que se cometa en el curso del juicio, que haya dejado sin defensa al
quejoso y que trascienda al resultado del fallo. En la especie, tales requisitos se satisfacen,
pues la omisión de acordar la contestación a la demanda se realizó en el transcurso del
procedimiento; dejó sin defensa a la quejosa, dado que le impidió excepcionarse en contra de
las pretensiones de su contraparte; y trascendió al resultado del fallo pues, a merced de esa
omisión, el Juez responsable concluyó que la parte actora acreditó los extremos de la acción
cambiaria directa que ejercitó en contra de Proyectos y Procesos Imagen, Sociedad Anónima
de Capital Variable. Además, se cumplió con lo dispuesto en el artículo 161 de la ley de la
materia dado que la quejosa impugnó dicha resolución mediante el recurso de revocación. En
ese contexto, procede ocuparse de la violación propuesta. Así, tenemos que la impetrante
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
aduce en esencia que el Juez del conocimiento indebidamente omitió acordar el escrito de
contestación a la demanda instaurada en su contra pues, si bien era verdad que por un error
omitió el dígito uno, referente al año en que se actuaba, es decir, que señaló al rubro del
escrito de contestación como número de expediente el 517/200- secretaría única, cuando lo
correcto era 517/2001- secretaría primera, también lo era que constituía obligación de la
responsable constatar que la promoción se glosara al expediente respectivo tomando en
cuenta el nombre del promovente y no sólo el número de expediente. Además de que
oportunamente solicitó se glosara el expedientillo que se formó con su contestación al
expediente principal. De ahí que la resolución combatida era incongruente y ambigua, pues
de autos se desprendía que produjo en tiempo y forma la contestación a la demanda y, si bien
era cierto que al rubro de dicha contestación omitió un dígito (1), esa simple omisión o error
no era suficiente para pasar por alto que contestó la demanda en tiempo, por lo que era
evidente la violación procesal en que incurrió el Juez del conocimiento al haberla excluido de
la litis pues, ante la determinación de no tener por contestada la demanda, el procedimiento se
siguió por todas sus fases, dejándola en estado de indefensión, pues no tuvo la oportunidad de
ser oída y vencida en juicio. Estos argumentos resultan fundados. En efecto, los artículos 125,
126, 127, 128, 589 y 599 del Código de Procedimientos Civiles del Estado de México,
disponen: ‘Artículo 125. Las actuaciones judiciales y promociones pueden efectuarse en una
forma cualquiera, siempre que la ley no haya previsto una especial.’. ‘Artículo 126. Cuando
la ley prescriba una determinada forma para una actuación, sólo será nula, si se efectúa en
una forma diversa, cuando la ley así lo ordene.’. ‘Artículo 127. Las actuaciones judiciales y
promociones deben escribirse en lengua española. Lo que se presente escrito en idioma
extranjero, se acompañará de la correspondiente traducción al castellano. Las fechas y
cantidades se escribirán con letra.’. ‘Artículo 128. En las actuaciones judiciales no se
emplearán abreviaturas ni se rasparán las frases equivocadas, sobre las que sólo se pondrá
una línea delgada, salvándose, al fin, con toda precisión, el error cometido. Igualmente se
salvarán las frases escritas entre renglones.’. ‘Artículo 589. Todo juicio principiará por
demanda en la cual se expresarán: I. El tribunal ante el cual se promueve; II. El nombre del
actor y la casa que señale para oír notificaciones; III. El nombre del demandado y su
domicilio; IV. Lo que se pide, designándose con toda exactitud en términos claros y precisos;
V. Los hechos en que el actor funde su petición numerándolos y narrándolos sucintamente
con claridad y precisión de tal manera que el demandado pueda preparar y producir su
contestación y defensa; VI. El valor de lo demandado si de ello depende la competencia del
Juez; VII. Los fundamentos de derecho y la clase de acción, procurando citar los preceptos
legales aplicables; y VIII. El término de prueba que estime necesario el actor, en su caso, para
demostrar su derecho.’. ‘Artículo 599. El demandado deberá formular la contestación
refiriéndose a cada uno de los hechos aducidos por el actor, confesándolos o negándolos si
son propios, o expresando los que ignore, por no serlo, o refiriéndolos como crea que
tuvieron lugar. El silencio y las evasivas harán que se tengan por confesados o admitidos los
hechos sobre los que no se suscitó controversia.’. Las disposiciones antes insertas ponen de
manifiesto que no existe obligación alguna para las partes, al comparecer a un juicio
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
determinado, de señalar el número del expediente, por tanto, contrario a lo estimado por el
Juez natural, la circunstancia de que la quejosa haya identificado en el rubro de la promoción
en la que produjo su contestación el expediente 517/200- Sría. única, no es motivo fundado y
suficiente para que el Juez del conocimiento ordenara la formación de un expedientillo
independiente con dicha promoción y estimara que no había efectuado oportunamente la
contestación a la demanda. Luego entonces, si tomamos en cuenta que en el ocurso de
contestación a la demanda que obra a fojas de la veintinueve a la treinta y ocho la
promovente especificó en el proemio de la demanda lo siguiente: ‘Martínez Ortiz Gloria vs.
Proyectos y Procesos Imagen, S.A. de C.V. Juicio ejecutivo mercantil. Expediente 517/200
Sría. Única’, resulta evidente que esos datos lógicamente permitían identificar el expediente
al cual se dirigía dicha promoción. Luego, como lo aduce la hoy quejosa, es incorrecto que el
Juez responsable haya omitido dar curso legal a la contestación de la demanda que produjo,
por la simple circunstancia de que en su promoción haya señalado el expediente 517/200;
habida cuenta que ningún precepto de la legislación procesal de la entidad prevé como
requisito de forma que las partes en un juicio, al instar al órgano jurisdiccional, deban indicar
el número del expediente al que comparecen, pues basta con que se proporcionen datos
suficientes que permitan su identificación, requisitos que en el caso la empresa demandada
satisfizo, pues en el escrito respectivo proporcionó al Juez del conocimiento el nombre de la
parte actora, el de la parte demandada, la clase de juicio, el objeto de su comparecencia y la
autoridad jurisdiccional ante la cual se radicó el juicio (Juez Segundo Civil de Cuantía Menor
de Tlalnepantla, Estado de México). Así las cosas, resulta incuestionable que no existía base
legal para que el a quo no accediera a acordar lo solicitado por la demandada, hoy quejosa, en
el expediente correspondiente, situación con la cual dejó en estado de indefensión a la
enjuiciada, con lo que evidentemente se infringió en perjuicio de la quejosa las garantías de
legalidad y seguridad jurídica consagradas en el artículo 14 constitucional. Sirve de apoyo a
lo anterior la tesis I.4o.C. J/41 sustentada por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Primer Circuito, visible en la página 110, Tomo VII, mayo de 1991, Octava Época del
Semanario Judicial de la Federación, que dice: ‘PROMOCIONES. CUÁNDO PROCEDE SU
INTERPRETACIÓN.’ (se transcribe). Así como la diversa tesis TC0280389 C11, aprobada
por este Tribunal Colegiado al resolver el amparo directo 590/2001, pendiente de
publicación, bajo el rubro: ‘PROMOCIONES. LA LEY NO EXIGE COMO REQUISITO
QUE LAS PARTES INDIQUEN EL NÚMERO DEL EXPEDIENTE AL QUE
COMPARECEN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO).’ (se transcribe). En
consecuencia, procede conceder el amparo y protección de la Justicia Federal solicitada para
el efecto de que el Juez responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y decrete la
reposición del procedimiento a partir del proveído de ocho de agosto de dos mil uno, en
donde expuso que no había lugar a acordar de conformidad la contestación a la demanda
presentada por la hoy quejosa; hecho lo cual, con plenitud de jurisdicción, resuelva lo que en
derecho proceda respecto del escrito de contestación de la demanda suscrita por Proyectos y
Procesos Imagen, Sociedad Anónima de Capital Variable, por conducto de su apoderado
legal Carlos Ramírez Quintero. Atento lo anterior, es innecesario abordar el estudio de los
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
restantes conceptos de violación que expresa la peticionaria del amparo, en los que
sustancialmente relata diversas violaciones posteriores a la examinada y, tocante al fondo,
tienden a impugnar la legalidad de la sentencia reclamada, dado que, de estudiarse todos esos
motivos de inconformidad, cualquiera que llegara a ser su conclusión ya no incidiría en el
sentido de esta ejecutoria. Sirve de apoyo a lo anterior la jurisprudencia visible en la página
72, Volúmenes 175-180, Séptima Época, Cuarta Parte del Semanario Judicial de la
Federación, que dice: ‘CONCEPTOS DE VIOLACIÓN, ESTUDIO INNECESARIO DE
LOS.’ (se transcribe)."
DÉCIMO. Como cuestión previa a cualquier otra debe establecerse si, en el caso,
efectivamente existe la contradicción de tesis denunciada.
Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, al interpretar los artículos 107, fracción XIII,
constitucional y 197-A de la Ley de Amparo, ha estimado que para que exista materia sobre
la cual pronunciarse, esto es, para que se pueda dilucidar cuál tesis debe prevalecer en un
caso determinado de contradicción debe existir cuando menos formalmente una oposición de
criterios jurídicos respecto de una misma situación jurídica; asimismo, que para que se surta
la procedencia de la contradicción la oposición debe suscitarse entre las consideraciones,
razonamientos o interpretaciones jurídicas dentro de la parte considerativa de las sentencias
respectivas.
En otros términos, se da la contradicción cuando concurren los siguientes supuestos:
a) Que al resolver los negocios se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se
adopten criterios discrepantes.
b) Que la diferencia de criterios se presente en las consideraciones, razonamientos o
interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas, y
c) Que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.
Lo anterior ha sido establecido en la siguiente tesis:
"Novena Época
"Instancia: Pleno
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
"Tomo: XIII, abril de 2001
"Tesis: P./J. 26/2001
"Página: 76
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA. De conformidad con lo que establecen los artículos
107, fracción XIII, primer párrafo, de la Constitución Federal y 197-A de la Ley de Amparo,
cuando los Tribunales Colegiados de Circuito sustenten tesis contradictorias en los juicios de
amparo de su competencia, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la Sala
que corresponda deben decidir cuál tesis ha de prevalecer. Ahora bien, se entiende que
existen tesis contradictorias cuando concurren los siguientes supuestos: a) que al resolver los
negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes; b) que la diferencia de criterios se presente en
las consideraciones, razonamientos o interpretaciones jurídicas de las sentencias respectivas;
y, c) que los distintos criterios provengan del examen de los mismos elementos.
"Contradicción de tesis 1/97. Entre las sustentadas por el Segundo y el Primer Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa, ambos del Tercer Circuito. 10 de octubre de 2000.
Mayoría de ocho votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Disidentes: José Vicente
Aguinaco Alemán y Genaro David Góngora Pimentel. Ponente: Sergio Salvador Aguirre
Anguiano. Secretario: Francisco Olmos Avilez.
"Contradicción de tesis 5/97. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito. 10 de octubre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.
"Contradicción de tesis 2/98-PL. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados en Materia Civil del Tercer Circuito. 24 de octubre de 2000. Once votos. Ponente:
Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José Carlos Rodríguez Navarro.
"Contradicción de tesis 28/98-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 16 de noviembre de 2000.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y José Vicente
Aguinaco Alemán. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rubén D. Aguilar Santibáñez.
"Contradicción de tesis 44/2000-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito. 18 de enero de 2001. Mayoría de diez votos. Disidente: Humberto Román
Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: José Luis Vázquez
Camacho."
Conforme a lo anterior, debe establecerse si en el caso existe oposición entre los criterios
denunciados.
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
A. El Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente en Materia Civil, al
resolver el amparo directo 183/94, estimó que aun cuando no existe disposición legal que
obligue a las partes a señalar en sus promociones el número de expediente en que deban ser
acordadas por razones de necesidad, identificación e impartición pronta de justicia,
manejabilidad de los asuntos y control de los mismos, es que se les asigna un número de
expediente con el que quedan registrados y, por consecuencia, las partes deben señalar en sus
promociones el número de expediente dentro del cual pretendan sean acordadas, ya que, de lo
contrario, se infringiría el artículo 17 constitucional al ocupar todo su tiempo, ya sea el
secretario o el oficial mayor del juzgado, en la búsqueda de un expediente en el que deba ser
acordada una promoción; que la obligación del secretario consiste en dar cuenta al Juez con
la promoción y con el expediente señalado en la misma, además de que, de conformidad con
el principio de estricto derecho que rige en materia civil, los errores de las partes no pueden
ser convalidados o subsanados por actuaciones del Juez o demás empleados del juzgado.
B. El Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito al resolver el juicio de
amparo directo 777/2002, estableció que si en el ordenamiento procesal del Estado no existe
la exigencia de que los promoventes anoten con exactitud el número de expediente al que
comparecen, debe atenderse a las consecuencias graves que se producen, de estimar que tal
exigencia debe cumplirse, así como al principio de legalidad consistente en que las
autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les autoriza; asimismo, dicho órgano colegiado,
para llegar a tal determinación, consideró de manera analógica el contenido del artículo 2o.
del Código de Procedimientos Civiles del Estado, el cual dispone que: "Artículo 2o. La
acción procede en juicio, aun cuando no se exprese su nombre o se exprese equivocadamente,
con tal de que se determine con claridad la clase de prestación que se exija del demandado y
el título o causa de la acción.", en virtud de que en ambos casos se trata de un error de las
partes cometido en el libelo dirigido a un órgano jurisdiccional.
C. El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, en la resolución que
dictó al resolver el recurso de reclamación 10/88, señaló que de conformidad con los artículos
3o. de la Ley de Amparo y 271 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación
supletoria a dicha ley, las partes sólo tienen el deber de promover por escrito y de ninguna
forma tienen la obligación de identificar el número de expediente, por lo que basta que se den
los datos indispensables para identificar el asunto al que van dirigidos; que, por tanto, en el
caso, el encargado de la Oficina de Correspondencia Común de los Tribunales Colegiados en
Materia Civil de ese circuito, en términos del artículo 45 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, tenía la obligación de buscar a cuál asunto se dirigió el escrito
respectivo a efecto de no violar el derecho de petición contenido en el artículo 8o.
constitucional.
D. El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito al resolver el amparo en
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
revisión 169/90, estimó que es un error no atribuible al quejoso el que se hayan glosado las
pruebas ofrecidas por dicha parte a un expediente diverso a aquél en el que se tramita su
juicio, toda vez que es obligación del secretario, al dar cuenta al Juez con las promociones de
las partes, cerciorarse de que aquéllas realmente corresponden al juicio en que se actúa,
constatándolo con el nombre del quejoso y no con el número del expediente, ya que éste no
es dato confiable para su identificación, porque fácilmente puede incurrirse en error al citarlo;
que en el caso, el número con el cual se encuentra inscrito en el libro "índice" que se lleva
para control interno del juzgado a quo, el juicio constitucional promovido por el quejoso es el
IV-554/990, número que refirió dicho quejoso en su promoción y el cual realmente
corresponde a otro juicio, lo que se traduce en un error no atribuible al quejoso.
E. El Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito al resolver el amparo directo 109/91,
consideró que aun cuando en la promoción relativa a la contestación de demanda existió un
error en la cita del número de expediente, ese no era el único dato de identificación contenido
en dicha promoción, pues estaba el nombre de quien contestaba la demanda, así como de
quien promovió el juicio ejecutivo mercantil, por lo que el secretario del juzgado, al dar
cuenta al Juez con dicha promoción, tuvo elementos suficientes para glosarla al juicio
correspondiente, incumpliendo dicho funcionario con la obligación consignada en el artículo
151 de la Ley Orgánica del Poder Judicial y su reglamento.
F. El Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, en las ejecutorias que
emitió al resolver los amparos directos 590/2001 y 699/2001, sostuvo que ningún precepto
del ordenamiento procesal civil del Estado de México prevé como requisito de forma que las
partes de un juicio, al instar al órgano jurisdiccional, deban indicar el número de expediente
al que comparecen, toda vez que basta que se proporcionen los datos suficientes que permitan
su identificación.
Así las cosas, esta Primera Sala considera que sí existe la contradicción de tesis denunciada
por lo que se refiere al criterio del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto
Circuito y los sustentados por el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer
Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado
en Materia Civil del Segundo Circuito, pues al emitir tales criterios examinan cuestiones
jurídicas esencialmente iguales y adoptan criterios discrepantes, los cuales provienen del
examen de los mismos elementos como a continuación se apreciará:
1. Al resolver los asuntos que se confrontan, los mencionados tribunales examinan una
cuestión jurídica igual consistente en determinar si el hecho de que se haya señalado en una
promoción de manera equivocada el número de expediente en el que se debe acordar la
misma constituye un error que pueda ser subsanado por el juzgador.
2. Existe discrepancia de criterios en las consideraciones e interpretaciones jurídicas de las
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
sentencias pronunciadas por los referidos Tribunales Colegiados al resolver los asuntos de
referencia, pues mientras, por una parte, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Sexto Circuito estima que aun cuando no existe disposición legal que obligue a las partes a
señalar en sus promociones el número de expediente en que deban ser acordadas, las partes
deben hacerlo, ya que de lo contrario, se infringiría el artículo 17 constitucional, pues la
impartición de justicia se retardaría en la búsqueda que el secretario tendría que realizar del
expediente en el que deba ser acordada una promoción, además de que la obligación del
secretario consiste en dar cuenta al Juez con la promoción y con el expediente señalado en la
misma, y que de conformidad con el principio de estricto derecho que rige en materia civil,
los errores de las partes no pueden ser convalidados o subsanados por actuaciones del Juez o
demás empleados del juzgado; por su parte, el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito y el Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, consideran que resulta intrascendente que
se cite de manera equivocada el número del expediente en una promoción, toda vez que para
identificar el expediente en el que debe acordarse no sólo debe atenderse al número señalado
en la misma, sino también a los demás datos por los que se pueda identificar, ello en atención
a que la ley no señala como obligación de los promoventes citar el número de expediente y
porque es obligación del secretario del juzgado cuidar que todas las actuaciones o
documentos se glosen al expediente que correspondan.
3. También se advierte que los distintos criterios provienen del examen de los mismos
elementos, pues los referidos Tribunales Colegiados examinaron el problema desde el mismo
punto de vista, se emitieron al resolver amparos directos en los que se reclamó la
determinación en la que no se le dio trámite a una promoción en atención al error en la cita
del número de expediente en el que debía acordarse.
El análisis precedente conduce a concluir que entre el criterio sustentado por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito y los que sostienen el Quinto
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, se
surten los presupuestos que deben reunirse para que exista contradicción de tesis.
DÉCIMO PRIMERO. Ahora bien, en relación con los criterios sostenidos por el Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito, debe decirse que éstos no pueden integrar la presente contradicción,
toda vez que en los mismos, si bien se examinaron cuestiones jurídicas esencialmente iguales
a las demás ejecutorias y adoptaron criterios discrepantes en relación con el sustentado por el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito, lo cierto es que estos
últimos no provienen del examen de los mismos elementos como se apreciará a continuación.
Ciertamente, en la resolución por la que el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
Tercer Circuito resolvió el recurso de reclamación 10/88, estimó que de conformidad con los
artículos 3o. de la Ley de Amparo y 271 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de
aplicación supletoria a dicha ley, las partes sólo tienen el deber de promover por escrito y de
ninguna forma tienen la obligación de identificar el número de expediente, por lo que basta
que se den los datos indispensables para identificar el asunto al que van dirigidos.
Como se observa, dicho órgano colegiado, para llegar a su determinación, consideró los
artículos 3o. de la Ley de Amparo y 271 del Código Federal de Procedimientos Civiles,
elementos éstos que no fueron analizados de modo alguno por los restantes tribunales
contendientes.
Sucede lo mismo por lo que hace al criterio sustentado por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Primer Circuito al resolver el amparo en revisión 169/90, toda vez que el análisis
del asunto lo realizó sin considerar como error del promovente la incorrecta cita del número
de expediente en una promoción, como lo hicieron los demás Tribunales Colegiados
contendientes, sino como error no atribuible al promovente el que su promoción se haya
glosado incorrectamente a otro expediente.
Por tanto, resulta que con relación a los criterios sustentados por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Primer Circuito, no se surten en su integridad los requisitos necesarios para la existencia de
contradicción de tesis pues, como ya quedó apuntado, no provienen del examen de los
mismos elementos considerados en los demás criterios denunciados como contradictorios.
DÉCIMO SEGUNDO. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
estima que debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio que se define en esta
resolución.
Conviene precisar que la presente contradicción se reduce a determinar si el hecho de que se
haya señalado en una promoción de manera equivocada el número de expediente en el que se
debe acordar la misma constituye un error que pueda ser subsanado por el juzgador.
Uno de los criterios contendientes estima que la cita del número de expediente en una
promoción de manera equivocada es un error que el juzgador no puede subsanar; los otros
órganos colegiados consideran que tal error es intrascendente al existir otros datos que
pueden identificar el expediente al que va dirigida la promoción.
En primer término, debe señalarse que la función de la impartición de justicia debe descansar
en principios de buena fe y, atendiendo a la finalidad perseguida en los procedimientos
judiciales, se tiene que las promociones judiciales escritas son los documentos que provienen
de las partes a través de los cuales realizan manifestaciones dentro de un procedimiento
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CONTRADICCIÓN DE TESIS 52/2003-PS.
concreto.
Ahora bien, los ordenamientos civiles, tanto adjetivos como sustantivos, no establecen como
obligación de los promoventes citar el número de expediente al que se dirigen las
promociones y, si bien existe necesidad por parte del órgano jurisdiccional de identificar el
expediente al que se dirigen tales promociones, lo cierto es que para ello no resulta
indispensable que las mismas citen el número del expediente pues, para tal efecto puede
atenderse a los demás datos que se contienen en la promoción.
Resulta posible lo señalado considerando que todo órgano jurisdiccional cuenta con diversos
libros de registro, entre ellos, aquel que contiene el nombre de los promoventes, de las demás
partes y el número con el que se registra el juicio; además de que en la actualidad casi
siempre cuentan con sistemas de cómputo que ayudan a realizar la señalada identificación de
manera más rápida.
Para demostrar lo anterior, transcribiremos algunos numerales de las Leyes Orgánicas del
Poder Judicial de los Estados de Puebla, Jalisco, Sonora y de México, en donde se originaron
los criterios contendientes.
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Puebla:
"Artículo 77. Son obligaciones de los secretarios de Acuerdos:
"I. Dar cuenta, dentro de los términos legales, con los escritos, promociones y diligencias en
los que deba recaer algún trámite o resolución. ..."
"Artículo 80. Son obligaciones de los oficiales mayores:
"I. Recibir los escritos que se presenten, asentar en ellos la razón correspondiente, autorizada
con su firma y dar cuenta oportunamente con los mismos y con los antecedentes a la
Secretaría. A petición de parte, firmar copia del escrito por vía de recibo.
"...
" V. Llevar en su caso los siguientes libros:
" a) De registro de expedientes, con especificación del asunto de que se trate, nombre de las
partes, fecha de radicación y de terminación. En su caso, causa de remisión y fecha de salida.
..."
"Artículo 166. Se consideran faltas de los Magistrados, Jueces y demás servidores públicos
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del Poder Judicial:
"...
"IV. Ejecutar hechos o incurrir en omisiones que tengan como consecuencia traspapelar los
expedientes, extraviar los escritos o dificultar o demorar el ejercicio de los derechos de las
partes. ..."
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Jalisco:
"Artículo 43. Son obligaciones del secretario de Acuerdos:
"...
"II. Dar cuenta diariamente al presidente, bajo su responsabilidad y dentro de las veinticuatro
horas siguientes a las de su presentación, de todos los escritos, oficios y documentos que se
reciban en la Sala;
"...
"IV. Cuidar que los expedientes sean registrados, foliados, rubricados y entresellados como
lo previene la ley; y ..."
"Artículo 112. Los secretarios de Acuerdos tienen las siguientes obligaciones:
"I. Dar cuenta al Juez, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la presentación, de todos
los escritos, promociones, oficios y documentos que se reciban;
"...
"VI. Cuidar que los expedientes sean registrados, foliados y entresellados rubricando las fojas
en el centro, además que los oficios y documentos, cuenten con el sello respectivo;
"...
"XI. Tener a su cargo los libros pertenecientes al Juzgado; ..."
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Sonora:
"Artículo 37. El secretario general de Acuerdos lo será del Pleno, de las Salas, de las
comisiones y de la presidencia, y tendrá las siguientes facultades y obligaciones:
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"...
"II. Dar cuenta, dentro de las veinticuatro horas siguientes a su presentación ante la Oficialía
de Partes del Supremo Tribunal de Justicia, de los escritos, oficios y promociones que se
reciban, así como con los autos de expedientes que, conforme a la ley, ameriten acuerdo o
resolución;
"...
"V. Vigilar que los libros, registros y demás medidas de control del Supremo Tribunal de
Justicia se lleven correcta y oportunamente; ..."
"Artículo 70. Son facultades y obligaciones de los secretarios de Acuerdos de los juzgados de
primera instancia:
"I. Dar cuenta al Juez, bajo su responsabilidad, y dentro del plazo que determinen las leyes,
con los escritos y promociones, que se presenten ante la oficialía de partes del juzgado, así
como de los oficios y demás documentos que se reciban en la misma;
"...
"X. Tener a su cargo, bajo su responsabilidad y debidamente autorizados para su uso, los
libros de control del Juzgado; ..."
Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de México:
"Artículo 89. Son obligaciones de los secretarios:
"...
"III. Dar cuenta diariamente dentro de las 24 horas siguientes de su recepción, al presidente
del Tribunal Superior de Justicia, al presidente de la Sala o al Juez, según corresponda, con
los escritos, promociones y avisos presentados por los interesados, así como con los oficios y
demás documentos que se reciban y tramitar la correspondencia oficial;
"...
"XIV. Llevar al corriente los siguientes libros: el de gobierno, para anotar entradas, salidas y
el estado de los asuntos en cada ramo; el de registro diario de promociones; el de entrega y
recibo de expedientes y comunicaciones; el de exhortos para cada materia; el de entrega y
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recibo de expedientes al archivo judicial y los demás que sean necesarios para cada materia, a
juicio del Consejo de la Judicatura; ..."
De las anteriores reproducciones se advierte que es obligación de los secretarios de acuerdos
dar cuenta al titular del órgano jurisdiccional, entre otros, con las promociones que se
reciban; asimismo, tener a su cargo los libros en los que se lleve el control de registro de
expedientes y promociones.
Cabe destacar lo que prevé la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de Puebla, entidad
en la que se sostuvo el criterio relativo a que la cita equivocada del número de expediente en
una promoción es un error que el juzgador no puede subsanar, en virtud de que al ocupar todo
su tiempo, ya sea el secretario o el oficial mayor del juzgado en la búsqueda de un expediente
en el que deba ser acordada una promoción, se infringiría el artículo 17 constitucional.
En dicho ordenamiento legal se establece expresamente que el oficial mayor deberá recibir
los escritos que se presenten en el órgano jurisdiccional con los que, junto con los
antecedentes, deberá dar cuenta a la secretaría; asimismo, que deberá llevar los libros de
registro de expedientes con especificación del asunto y nombre de las partes; también se
prevé como una falta del servidor público, ejecutar hechos o incurrir en omisiones que tengan
como consecuencia dificultar o demorar el ejercicio de los derechos de las partes.
Como se observa, el órgano jurisdiccional, una vez que radica un asunto, no sólo cuenta para
su identificación con el número con el que lo registra, sino también con otros datos, como los
nombres de las partes, lo que, aunado a que la impartición de justicia debe descansar en
principios de buena fe y a que el dificultar o demorar el ejercicio de los derechos de las partes
constituye una falta de los servidores públicos, conlleva a desestimar el criterio sustentado
por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito.
Cabe agregar que no puede estimarse que la conclusión alcanzada contravenga la garantía
que contiene el artículo 17 constitucional consistente en que la administración de justicia
debe ser pronta y expedita, toda vez que, al margen de que es una obligación de quienes
administran justicia salvaguardar el ejercicio de los derechos de las partes, la búsqueda de
datos diversos al número del expediente al que se dirige una promoción no constituye una
labor que requiera de un esfuerzo considerable, cuando el órgano jurisdiccional lleva
correctamente el control de sus asuntos, además de que en la actualidad casi siempre cuentan
con sistemas de cómputo que agilizan la señalada identificación.
También debe decirse que si bien es verdad que en materia civil rige el principio de estricto
derecho y que, por tanto, los errores de las partes no pueden convalidarse por actuaciones del
Juez, lo cierto es que el error en la cita del número de expediente al que se dirige una
promoción es de carácter meramente formal pues, como ya quedó apuntado, en la promoción
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se contienen otros datos que identifican el expediente al que la misma se dirige.
Así se tiene que tratándose de errores meramente formales en los datos de identificación
contenidos en una promoción que impidan el conocimiento exacto del expediente al que la
misma va dirigida, el juzgador, a efecto de subsanar el error, debe atender a los demás datos
que se indiquen en dicha promoción y que, relacionados con los datos que el órgano
jurisdiccional tiene en sus registros, sea posible identificar plenamente el asunto al que
corresponden.
En las relatadas consideraciones, debe prevalecer con carácter de jurisprudencia el criterio
sustentado por esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en los
términos siguientes:
PROMOCIONES DE LAS PARTES. PARA SUBSANAR EL ERROR EN LA CITA DEL
NÚMERO DE EXPEDIENTE AL QUE SE DIRIGEN O DE CUALQUIER OTRA
REFERENCIA DE IDENTIFICACIÓN, EL JUZGADOR DEBE ATENDER A LOS
DEMÁS DATOS QUE CONTIENEN. Los ordenamientos civiles tanto adjetivos como
sustantivos no establecen como obligación de las partes citar el número de expediente al que
se dirigen las promociones, y si bien existe necesidad por parte del órgano jurisdiccional de
identificar dicho expediente, lo cierto es que para ello no resulta indispensable que se cite su
número, pues para ese efecto puede atenderse a los demás datos que se indican en tales
promociones, los cuales se encuentran registrados en los libros que llevan los órganos
jurisdiccionales. Asimismo cuando se trate de un error meramente formal en cualquier otra
referencia de identificación contenida en una promoción que impidan el conocimiento exacto
del expediente al que la misma va dirigida, el juzgador a efecto de subsanar el error, debe
atender a los demás datos que se indiquen en dicha promoción, y que relacionados con la
información que el órgano jurisdiccional tiene en sus registros, sea posible identificar
plenamente el asunto al que corresponden.
Por lo expuesto y fundado se resuelve:
PRIMERO. No existe la contradicción denunciada por lo que hace a los criterios sustentados
por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito, en términos del considerando décimo
primero de esta ejecutoria.
SEGUNDO. Sí existe contradicción entre los criterios sustentados por el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito y los que sostienen el Quinto Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito en términos
del considerando décimo de este fallo.
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TERCERO.-Debe prevalecer con el carácter de jurisprudencia la tesis formulada por esta
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que aparece en la parte final del
último considerando de este fallo.
CUARTO.-De conformidad con los artículos 195 y 197-A de la Ley de Amparo hágase la
publicación y remisión correspondientes.
Notifíquese; y en su oportunidad archívese el toca como concluido.
Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad
de cuatro votos de los señores Ministros: José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza,
José Ramón Cossío Díaz y presidenta Olga Sánchez Cordero de García Villegas (ponente).
Ausente el Ministro Humberto Román Palacios.
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