II Jornadas FEAFES Murcia Los sistemas sanitarios, judicial y penitenciario: Encuentros y desencuentros Mayo 2016 Mariano Hernández Monsalve Cárcel y patología psiquiátrica La prisión como sustituto del manicomio La prisión como generadora de patología psiquiátrica El comportamiento delictivo que aboca a la cárcel como efecto de la patología psiquiátrica Criminalización de la conducta socialmente desviada Cierre de instituciones psiquiátricas sin una adecuada preparación para el alta. Insuficiente sistema de apoyo y tratamiento comunitario Sistema legal que favorece las soluciones penales para las personas que delinquen por enfermedad mental y rechazan tratamiento Desinterés de las instituciones psiquiátricas por los enfermos mentales delincuentes, en la creencia de que carecen de recursos humanos y materiales adecuados para ello Rechazo de los pacientes psicóticos crónicos “difíciles” por considerarlos no aptos para el tratamiento Escasez relativa de recursos psiquiátricos Al menos 700 presos padecían ya la enfermedad en el momento de ser condenados o ha sido una situación sobrevenida dentro de prisión. Algunos incluso con una discapacidad del 98 por ciento «El discapacitado psíquico que está en la cárcel, lo está porque el juez le ha mandado a pesar de todo», explica Instituciones Penitenciarias. ¿Y como viven en prisión? «Están controlados, pueden pasar cosas, pero están controlados». O dicho en lenguaje sanitario: «Están médicamente compensados». Consultado un psiquiatra que ha servido en centros penitenciarios, considera que «cualquier discapacitado psíquico, en general, no debe estar en un cárcel. No se les puede valorar por el grado de discapacidad (casi 200 de los recluidos tienen una discapacidad del 65% o superior), ya que eso sirve sólo para la Seguridad Social, pero no para el psiquiatra. Es una aberración tenerles en prisión. Suelen estar recluidos en las enfermerías, y como necesitan vigilancia permanente, simplemente se les asigna un preso de confianza». Esta opinión coincide con la versión aportada por fuentes oficiales: «Es gente bastante tocada, que los tenemos en los centros penitenciarios normales, con el consiguiente riesgo. Algunos están como las maracas de Machín». Como conclusión, considera que «como no hay sitio en los psiquiátricos, nos los comemos con patatas y se quedan en la enfermería». En este mismo sentido se expresa un reputado penalista: «Una cosa es la teoría, que está muy bien, eso de que los discapacitados psíquicos deben estar en un centro de salud, y otra cosa es la práctica: la Dirección General de Instituciones Penitenciarias no se preocupa de reubicar a esos enfermos mentales, les deja morir de asco». Y añade: «El fin primordial de la pena es la reinserción social. Pero están incumpliendo ese fin primordial». Mayo 2007 España es el país europeo con mayor número de reclusos en sus cárceles (65.066 presos) El 25% de ellos padece depresiones y problemas mentales producidos por el consumo de drogas. El 8% de la población reclusa padece una enfermedad mental grave y el 40% tiene trastornos mentales y de personalidad (aunque no sean inimputables). La prevalencia dentro de prisión es de 7 veces más que en la sociedad. De hecho, el 50 % de los enfermos mentales delinque porque ha sufrido un brote sicótico, generalmente por no llevar un tratamiento adecuado. (??) De los ingresados en la enfermería el riesgo de suicidio se encuentra en torno al 20.6% (…) Los intentos de suicidio de la población en general, según los datos del INE del año 2005, es del 0,0050. Situación en el mundo En 2003, 8.750.000 personas estaban encarceladas en todo el mundo Inglaterra y Gales: Incremento del 50% en la población penitenciaria en 1990-2000 EEUU: 1.960.000 (686/100.000 habitantes) China: 1.460.000 Rusia: 920.000 (640/100.000 habitantes) En 2006: 79.008 España: 65.066 23.000 presos, 12 países occidentales Varones Mujeres Psicosis 3.7% 4% Depresión Mayor Trastorno de personalidad 10% 12% 65% 42% (47% antisocial) (21% antisocial) Inglaterra y Gales 1500 presos afectos de psicosis 3000 deberían ingresar en hospitales 21% de preventivos varones y 40% de mujeres tratamiento en el año previo a entrar en prisión Trastornos psiquiátricos a la entrada en prisión: 26% de varones (62% si se incluye uso de sustancias) [5%, psicosis] 59% de mujeres (sin incluir drogas) [11%, psicosis] Informe (Noviembre 2007) Sobre una muestra de 970 presos (excluidos los internos de HPP) 1 de cada 4 presos tiene diagnosticado un trastorno psiquiátrico 17,6% cuentan con antecedentes previos 3,2% ingresados en el año anterior al encarcelamiento 12% derivados a valoración psiquiátrica durante estancia en prisión Los enfermos mentales internos en prisión tenían mayores necesidades que los que viven en la comunidad, en aspectos como tratamiento y apoyos sociales Retraso Mental y cárcel 600 personas con DI en prisión Mayores dificultades para comprender normas, reglas y adecuar conducta Autismo y Trastornos Generalizados del Desarrollo Comorbilidad 70% Trastornos de Personalidad 80% tóxicos y alcohol 8,70% Enfermedad mental grave 60% trastornos conductuales Retraso Mental y Cárcel La cultura y la organización de la prisión aumentan el estrés Escasez de personal Incremento del estrés Aumento del estrés en el personal Aumento de las bajas laborales La mayor tensión entre el personal y los presos afecta negativamente a la salud mental de los penados y causa más estrés al personal El círculo de estrés Aumento del tiempo de aislamiento, aumentando la tensión , y fomento de las relaciones negativas entre personal y penados Nurse et al, Ararteko, 1996 Atención al consumo de drogas y riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas Mejorar coordinación y rentabilidad de los diferentes servicios intra y extrapenitenciarios Mejorar sensiblemente los servicios de sanidad de los propios centros Mejorar la situación profesional de médicos y sanitarios Dedicar una especial atención y arbitrar los recursos necesarios para la población reclusa con trastornos psicológicos y para las personas con padecimientos incurables Mayor control de las condiciones higiénico - sanitarias Ararteko, 2005 Las personas privadas de libertad se encuentran entre los grupos humanos con mayores dificultades para ejercer sus derechos y acceder a los bienes sociales . Los índices españoles de encarcelamiento son los más altos de la UE (mayor rigor punitivo) Todas las administraciones deben comprometerse Nanclares: Ararteko, 2005 40% reciben psicofármacos 10% patología muy grave Trastornos de personalidad, alteraciones psicológicas derivadas de la toxicomanías, creando situaciones “inabordables” “Altísimo gasto en medicamentos puesto que la química es prácticamente la única terapia disponible” Nanclares: Suicidio: Plan de choque Mejorar habitabilidad Medidas organizativas Análisis y definición de situaciones de riesgo Penados por violencia de género Medidas inconexas Voluntarismo: internos de apoyo Ararteko, 2005 Los médicos de prisiones se encuentran solos y no cuentan con apoyo especializado Hay una falta de recursos, y quedan por atender muchas necesidades Los servicios psiquiátricos extracarcelarios deben mejorar y tratar a los pacientes antes y después de la entrada en prisión Los pacientes con problemas leves tampoco tienen suficiente atención Escasa implantación de tratamientos psicológicos; exceso de psicofármacos Los servicios médicos de la prisión están desbordados por una mayoría de pacientes con problemas de drogas, autoagresiones, trastornos de la personalidad. Factores de riesgo de suicidio en medio carcelario Varones Raza blanca AP de trastorno de personalidad, esquizofrenia, depresión Preventivos Edad avanzada Delitos violentos / sexuales Reacciones de adaptación a estrés Penas largas Larga historia criminal Autoagresiones previas Victimización en medio carcelario (bullying) Sentimientos de culpa, sobre todo si la víctima del delito fue familiar Hacinamiento AP de sucesos vitales traumáticos Gordon, 2002 Austria: Sobre 220 HHCC analizadas de presos fallecidos por suicidio: 50% tenían intentos previos 37% había comunicado intención / ideación En 20% había informes escritos de personal no médico comunicando signos de riesgo de suicidio, pero no se habían emprendido medidas preventivas Riesgo más alto en preventivos y y en los primeros días de prisión 72% tenían antecedentes psiquiátricos 7% esquizofrenia – 18% trastornos afectivos 27% tóxicos / OH – 11% trastornos personalidad 52% antecedentes de autoagresión 62% antecedentes de abuso de sustancias 57% presentaban síntomas al ingreso Tasas estandarizadas de mortalidad por suicidio en presos varones, 19782003 En conjunto el riesgo de suicidio en presos varones es 5 veces superior al de la población general Especialmente alto de 15 a 17 años (multiplica por 28) Descenso del 18% en relación con el año anterior 30% de los fallecimientos tuvieron lugar en personas que se encontraban en planes de prevención Más frecuentes en prisiones con exceso de reclusos Posible causa de reducción de suicidios: Equipos de alcance La difícil salida de la prisión Tasa de mortalidad tras excarcelación (Tiempo dividido en quincenas) Número de suicidios La difícil salida de la prisión Tiempo desde excarcelación Tasa de suicidio en el primer año después de salir de prisión Riesgo de suicidio, por edad, en varones recientemente excarcelados, en comparación con la población general Riesgo de suicidio, por edad, en mujeres recientemente excarceladas, en comparación con la población general Necesidades Considerar a los presos con los mismos derechos sanitarios que cualquier ciudadano Necesidad de modernizar la Psiquiatría penitenciaria y situarla al nivel asistencial que disfrutan el resto de los ciudadanos Servicios de alcance en prisión Posibilidad cierta de atención sanitaria fuera de la prisión Compromiso de las diversas administraciones Coordinación de recursos y servicios Formación del personal de prisiones y del personal sanitario Centros específicos CONTINUIDAD DE CUIDADOS Programa marco para la atención integral psiquiátrica en CCPP Detección de signos Aislamiento Conducta agresiva / extraña Derivación a tratamiento Programa de rehabilitación Trabajo social: tramitación de prestaciones, asesoramiento a familias Internos de apoyo Terapia asistida con animales Signos de enfermedad mental en presos Aislamiento de otros internos y del personal Conducta persistentemente desorganizada o extraña Patrones conflictivos de sueño y alimentación Cambio súbito e inexplicado de actitud (p. ej., no acudir a taller) Higiene personal: extraña, cambios recientes o deterioro Otros (especificar) Birmingham & Mulle, 2005 Funciones de la pena de prisión Disuasión Retribución – Castigo Incapacitación (evitar reincidencia) Rehabilitación Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán consistir en trabajos forzados (Art 25 CE) “…la medida de internamiento en un centro penitenciario común no es la más adecuada para atender asistencialmente a un enfermo mental, ni representa (la) terapéutica más adecuada. A pesar de todo, sin embargo, y en función de su propia realidad social, el internamiento promueve en muchos casos la primera intervención asistencial de la enfermedad y ayuda a controlar las patologías psiquiátricas”. Sánchez Bursón JM: Los enfermos mentales en prisión. Rev AEN 2001; XXI (78): 139-153 CONGRESO