Leyendas de Xalapa Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa Página 2 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa UMBRAL. En un viejo cofre arrinconado dentro de humilde casucha, al abrirlo casualmente, nos encontramos guardados en su fondo, en medio de otros objetos inútiles, un tubo de hojalata ya enmohecido, conteniendo enrollados manuscritos casi ilegibles y apolillados y faltándoles partículas, por el “Cronos” inclemente. Tales pergaminos amarillentos y entintados por manos sapientes ¿pertenecían a Julio Zárate, a Manuel Rivera Cambas, a José María Roa Bárcena, triángulo luminoso de historiadores xalapeños?¿a literatos de la talla de José María Esteva, Eduardo Zárate o del propio Roa Bárcena, que también era poeta? ¿Quién sabe? Mas, de todos modos, nos creemos obligados a darlos a la luz pública YA QUE ALGUNA FUERZA DESCONOCIDA, ora llámese DIOS o NATURALEZA, nos señaló tal cosa, al elegirnos para hallarlos en el fondo de la vetusta arca. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 3 Leyendas de Xalapa Algún psiquiatra, conocedor profundo del alma humana, que estudiara psico gramáticamente estos escritos, sin vacilar afirmaría que la persona que los estampó en albo papel era sin duda un “ANORMAL”, maravilloso y sublime. Escritas estas palabras prologantes, dimos manos a la obra, reconstruyendo, no sin esfuerzos, algunas frases o vocablos, adivinando otros, pero siempre procurando conservar el sentido y “el encanto de las cosas viejas”, como dijera un poeta de esta ciudad encantadora. El título de los manuscritos es puesto por nosotros, que las tales narraciones no las tenían, por lo que pedimos perdón a nuestros lectores, y válganos para disculpa nuestra, lo que expresara el Divino Dante: “Válgame el gran estudio y el gran amor”. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Xalapa-Enríquez, Veracruz-Llave, 1948 Página 4 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa CALLE DE ROJANO, ANTES “CALLEJÓN DEL PERRO”. Sólo tres animales: dos racionales y uno irracional, aunque éste con más sentimientos y alma que los dos primeros, al decir de algunos sabios, habitaban una antigua casucha del “Callejón del Perro”, hoy Calle de Rojano, en memoria de uno de los combatientes en la invasión Norteamericana del 47. La mujer, una completa dama: virtud, laboriosidad, decencia y, más que estas brillantes cualidades, afecto acendrado al esposo. El hombre, un carpintero especializado, casi un ebanista; tahúr empedernido. El perro, un cuadrúpedo trompudo, orejón, patilargo y feo; pero profundamente cariñoso con sus amos. Noche con noche, esperaba al jugador tras de la puerta; y cuando oía los pasos de su dueño, pues los reconocía a distancia, ladraba quedamente como si no quisiera despertar a su ama. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 5 Leyendas de Xalapa Una vez, al llegar el trasnochador y recibirlo el animal, lamiéndole los pies y con arrumacos y meneos de cola, lo acompañó a su lecho y tendiéndose a su lado, se quedó profundamente dormido, arrullado por los ronquidos del jefe de casa, a quien muchas veces se les pasaban las copas que acostumbraba en el “tapete verde”. Al día siguiente, en la casucha señalada, se encontraron tres cadáveres. Los de los cónyuges, cosidos a puñaladas, yacían en su cama ensangrentados y en actitud de coraje defensivo; y el de “izcuintli”, con las patas rígidas hacia el cielo, la cabeza deshecha y sangrante y, en el hocico, un pedazo de tela de mezclilla con colgajos de epidermis. Todo se explicaba: al ser agredidos los amos del can por el ladrón, se abalanzó con rabia sobre sus piernas, arrancándole lo que después fue “el cuerpo del delito”. La gente hacía comentarios sobre la fidelidad del animal, que había luchado valientemente en defensa de sus amos, dejando su vida en la brega; y proporcionando a la Justicia el medio para la aprehensión del criminal, que fue castigado duramente. Página 6 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa El vecindario, admirado por la acción del fiel “amigo del hombre”, bautizó al callejón, hasta entonces anónimo, con el nombre del “Callejón del Perro”. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 7 Leyendas de Xalapa Página 8 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa PRIMERA CALLE DE ANTONIO MARÍA DE RIVERA, ANTAÑO “CALLEJÓN DEL DIAMANTE” Al ilustre escritor Don Rafael Heliodoro Valle En los tiempos coloniales, el “Callejón del Diamante” _ que en su parte media desembocaba el “Callejón de las Flores” que partía de la primera calle de Lucio, llamada entonces de Belén_ , era y es sumamente estrecho, antójase una verdadera sierpe: angostísimo, casi se tocan sus costado y refiere la leyenda que: En una de sus viejas casonas vivía un matrimonio: Ella, una criolla de hermosura desconcertante, esbelta, blanca, garbosa y joven; cabellera como el azabache, sus labios y mejillas rubicundos, dos esmeraldas entre sus largas pestañas y, arriba de ellas, maravillosamente bellas, las cejas gruesas y pobladas; pues en la época de “Xalapa de la Feria”, aún no se pensaba en depilarse esas regiones. Tal su retrato físico; en cuanto al Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 9 Leyendas de Xalapa moral: sentimiento, virtud y, más que nada, amor a su esposo. Este, un caballero español de grandes recursos económicos, bien formado, fuerte y mocetón, y todo alma, idolatraba a su dulce compañera. Cuando aún eran prometidos, él habíale obsequiado un anillo, en cuyo engarce lucía un hermoso diamante negro: que fingía un ojo diabólico en el blanquísimo anular derecho de la dama. El diamante brotó a la superficie de la tierra por la vanidad humana; da realce a la belleza de la fémina y quizá buenaventura; pues la tríada de ansias del hombre inteligente y culto es: ¡un brillante, una mujer y un libro!; y es por este trío de anhelos, por lo que lucha despiadadamente en su vida. La dama había jurado al galán, al recibir la joya, jamás separarse de él, ni aun en la tumba; mas, ¡oh juramentos femeninos!, ¡oh hábiles mujeres…! El recio ibero tenía un amigo, a quien consideraba como hermano, que logró penetrar al hogar y a quien se le veía como familiar; aun en ausencia del amo, tenía francas las Página 10 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa puertas; pero, “entre santa y santo, pared de cal y canto”, y “el hombre es yesca y la mujer estopa, llega el diablo, y sopla”; surgió lo inevitable: la pasión erótica entre la dama y el fraterno amigo. Y teniendo escrúpulos; de mancillar el hogar extremando el pecado, aprovecharon un viaje del esposo a la Capital de la Nueva España; ella fue a la casa del amante y, por razones que se ignoran, quizá la superstición, el anillo fue quitado del dedo y colocado en el buró, que se hallaba junto al lecho pecaminoso. Por motivos también desconocidos, tal vez el apresuramiento y la zozobra, fue olvidada la alhaja en el mueble. Llegó el esposo, y como a veces las coincidencias son frecuentes en tales casos, en lugar de dirigirse a su domicilio, fue primero al de su amigo, a quien encontró en su alcoba durmiendo la siesta y, ¡oh sorpresa!, lo primero que vio en la mesilla de noche, fue el diamante negro de su esposa. Controlándose hasta lo imposible, disimuladamente se apoderó de la joya fatal y despidiéndose de su amigo, se apresuró a salir y se dirigió a su casa. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 11 Leyendas de Xalapa Ya en ésta llamó a su bella compañera y, saludándola, al besdarle la mano, comprobó que el anillo no estaba en ella. Como el destello de relámpago, saltó la daga toledana de empuñadura de oro incrustada de rubíes, al pecho de la infiel, y dejando sobre el yerto cadáver de la esposa el anillo de diamante negro, desapareció para siempre el homicida. La gente que habitaba por ahí, exclamaba ¡Vamos a ver “el cadáver del diamante”! Después, sólo dijeron: ¡Vamos al “Callejón del Diamante”!, que la tradición ha mantenido a través de largos siglos. Página 12 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa CALLE DE CUAUHTEMOC, ANTES DE “JESUS TE AMPARE” Al Sr. Don Gabriel Garzón Cossa, talentoso clínico Los pintores y poetas, han tenido predilección por este corto y raro Callejón, quizá por el aspecto bellísimo que desde su parte baja, al quedar en su salida norte el imponente templo de San José, en donde recibió las aguas bautismales el “Tenorio de las Revoluciones de México”, don Antonio López de Santa-Anna Pérez de Lebrón. Este famoso Callejón es uno de los más legendarios de Xalapa, su nombre, que es toda una frase, proviene de que en una de sus añosas casas, habitó en la época en que la Urbe era Villa, una familia compuesta de matrimonio recién llegado de España y una criollita, hija de ambos. La joven, de diecisiete abriles, era una joya de luz y carne aunque la tez de su cara algo apiñonada, luciendo sobre el carnoso granate superior un bocillo duraznal. Sus Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 13 Leyendas de Xalapa cejas negras y sus ojos expresivos y brillantes, de mirada triste, como afirmarse lo tienen los genios. No podía dejar de tener novio semejante especímen de flor rara y divina en el pensil xalapeño; el afortunado, era un simpático mozo de dieciocho años, que ya con permiso de los padres de ambos, considerábase oficialmente el prometido. Todas las noches, salía de la tienda el joven Cosme de Taboada, que tal era su nombre y apellido; y partía presuroso a ver a su hermosa “Dulcinea”. Y hasta ya tarde, la ventana de la casa vieja y fea de la niña, era testigo fiel de promesas, suspiros, juramentos; nunca ósculos, que el respeto mutuo entre ambos jóvenes era ley. Pero una noche de esas nubladas y de lluvia _ que son tan frecuentes en la “Ciudad de las Flores” y que hizo exclamar, con malestar quizá, al más sutil novelista del Nuevo Continente, don Rafael Delgado y Sáinz, que la ciudad era “el orinal del cielo”_, apagase la luz del único farol de la callejuela y vino la tragedia. Página 14 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa Un ebrio energúmeno, acertó a pasar por ahí; y al ver a los tórtolos románticos, aparecieron en su cerebro loco, de serpiente venenosa en celo, monstruosos deseos de asesinar; y sacando filoso puñal, agredió al indefenso mancebo, asestándole tremendas heridas. Al caer muerto, su prometida, la hermosísima joven, se desplomó, gritando en el paroxismo de la angustia y de dolor: _ ¡Cosme, Jesús te ampare! Desde entonces, el populacho comenzó a llamar a la callejuela: “Callejón de la muchacha de Jesús te ampare”; y más tarde, acortando la frase, únicamente quedó: “Callejón de Jesús te ampare”. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 15 Leyendas de Xalapa Página 16 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa “CALLEJÓN DE LA CALAVERA” EN LA ACTUALIDAD SEGUNDA DE MORELOS Esta calle fue el lugar en donde se llevó al cabo uno de los más espeluznantes crímenes de carácter erótico, llamados pasionales. Los celos son siempre la manifestación del amor en loca y ciega pasión, como todas las pasiones morbosas; pues el vocablo se deriva del griego “Pathos”, que significa enfermedad. La mujer, profundamente celosa de su albañil, le espiaba por todas partes, llegando a colmarse su locura, al entrar el marido en su casa por la noche, muchas veces en completo estado de ebriedad alcohólica, “azotando” en su cama y guardando instintivamente su “estaca” debajo de sus “trapos”, para quedarse profundamente dormido, sin fijarse siquiera en las miradas felinas de la vesánica compañera. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 17 Leyendas de Xalapa Mas, una noche, la mujer se apoderó del cuchillo y tranquilamente se lo hundió en el corazón, haciéndole pasar del sueño etílico al eterno. Después, con gran facilidad, cercenó la cabeza del amante y, envolviéndola en hilachos, la metió en un tenate con cal y la guardó en un rincón debajo de su lecho; y el tronco humano lo enterró en medio de la pieza, no dejando huella de su crimen. Transcurrido un corto lapso, ella, a su vez, desapareció de la Villa, ignorándose su paradero. El propietario de la casa, con autorización judicial, la abrió y la autoridad hizo un inventario de los “triques”, encontrando con sorpresa debajo de la cama, el famoso “tenate” con la calavera, perfectamente conservada por la cal con que la asesina la había guardado. Desde entonces, la callejuela llevó el nombre de “Callejón de la Calavera” y, en la actualidad, “Calle de Morelos”, en recuerdo de nuestro epónimo héroe criollo, también conocido como “Siervo de la Nación”. Página 18 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa PASEO DE HIDALGO, ANTES DE “LOS BERROS” En el libro “Ensayo Político de la Nueva España”, del sabio Alejandro Humboldt, al ocuparse de Xalapa, habla del Paseo de “Los Berros” y escribe que ahí existía un pantano en donde se producía exuberante esa yodosa verdura, de ahí el nombre de la famosa Alameda xalapeña que ha conservado siempre. La leyenda que recuerda al notable paseo, que todos los estudiantes de la ciudad de Xalapa, en particular los preparatorianos, recuerdan con gran cariño, porque todos sin excepción, tienen un gaje de romances clavado en sus bancas y arriates cabe sus añosos árboles “reza”, ya resulta muy lejos el verbo del sujeto, mas culpa es de la añoranza que, a trasluz, vimos con los ojos de la imaginación; decimos reza, que en la Villa, allá en la época colonial, había un médico de fama bien lograda, que a las veces, le agradaba la disciplina Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 19 Leyendas de Xalapa de Clío y la Botánica; y hasta muy entrada la noche tenía su luz encendida, haciendo sus búsquedas históricas e investigaciones de las plantas. Y de tal manera tan huraña y antisocial se conducía, que la gente mal pensada, murmuraba que poseía hábiles ardides en hechicería. Una vez, un pobre enfermo ictérico, consumido y destruido en su salud, fue a verle para consultarle; examinándole el “Físico”, comprendió que algún padecimiento hepático mataba a aquel hombre; y entonces, y con énfasis y sin admitir réplica o comentos, le dijo: “Coma berros del pantano que está al Sur del pueblo”. Aquél paciente, dióse a ingerir la verdura diariamente y, transcurrido algún tiempo, volvió a ver al viejo médico, curado por completo. En la Villa se supo del caso, y desde entonces se hicieron famosísimos los berros del pantano; y han tenido la suerte de legarle su nombre al lugar, aun cuando ellos hayan desaparecido para siempre. Página 20 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa LEYENDA DE XALITIC Al jurista, Sr. Lic. Don Luis Garrido En la Monografía de la “Historia Precortesiana de Xalapa” (Dr. Gustavo A. Rodríguez), se escribe: “En la región que los mexicas llamaron Xalapam, había cuatro núcleos: uno al Norte, que llamaron los aztecas Xallitic; otro al Oriente, Techacapam; el tercero al Sur, Tehuampam; y el cuarto al Sureste, Tlalmecapam.” El pueblo totonaca al Norte, Xallitic que, en nuestro concepto se derivó de Xalac, “lugar de agua arenosa”, y Caxtli, “vasija honda”, por apócope Xitli, quedando Xalacxitli y después Xallitic, “agua cuya fuente está en arena”. En este sitio, que es hondonada o, más bien, desbarrancadero arenoso, se construyeron en tiempo de la Colonia unos lavaderos, en donde se desarrolló la leyenda que copiamos del manuscrito. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 21 Leyendas de Xalapa ¿Qué cuerpo escultural de blanco mármol y cabellera de azabache, está encorvado sobre el viejo lavadero de Xalitic? ¿Qué Ixtaccihuatl bella es tan laboriosa que no le bastan las horas alumbradas por Helios y roba las de Selene? Era el pensamiento que jugueteaba en el espíritu bohemio, trasnochador de mirar sombrío, al pasar por los vetustos lavaderos coloniales del barrio de Xalitic. Y no faltaba alguno que, valiente y atrevido, se acercara a la fémina, cuyo talle se antojaba forjado por Miguel Ángel; y al vibrar su corazón con ansias tremendas de sensualidad, ésta brotaba de sus labios en elocuencia pasional, al servicio de exquisito orador de barriada; y eran preciosas gemas: brillantes, rubíes, esmeraldas, amatistas… las palabras que salían de su boca, anhelando llegar al alma de aquella hembra estupenda que emulaba a Cleopatra por su diabólica hermosura. De las palabras aladas, se pasaba al beso apasionado del azabache que cubría su cabeza y cuello; y del ósculo pecaminoso en intención, a los tocamientos suaves y locos en deseos y entonces _ reza la leyenda_ volvía la mujer la Página 22 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa cara convertida en horrible calavera y lanzaba un ¡ay! lastimero que infundía calosfríos al más audaz que los escuchara y el desmayo en el osado galanteador, quien era recogido al día siguiente sobre los carcomidos lavaderos y recordando a la “Llorona”. Esta leyenda, creemos corrobora lo que escribimos en la Monografía “Doña Marina”. “Pero olvidada o casi desaparecida la conceja de la “Llorona”, es antiquísima y se generalizó en muchos lugares de nuestro país (hasta en la propia Xalapa), transformada o asociándola a crímenes pasionales, y aquella vagadora y blanca sombra de mujer parecía gozar del don de la ubicuidad, pues recorría caminos, penetraba por aldeas, pueblos y ciudades, se hundía en las aguas de los lagos, vadeaba ríos, subía a las cimas, donde se encontraban cruces para llorar al pie de ellas, se desvanecía al entrar a las grutas o al acercarse a las tapias de un cementerio”. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 23 Leyendas de Xalapa Página 24 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa “EL RINCÓN BRUJO”, HOY ÁNGULO FORMADO POR LA ÚLTIMA CALLE DE MANLIO FABIO ALTAMIRANO Y PRIMERA DE BUSTAMANTE Cuando la ciudad de Xalapa aún era Villa, las gentes del Barrio en donde se encontraba el antes “Rincón Brujo”, observaban, a ciertas horas del día y también de la noche, un cordón de personas que se dirigían hacia ese rumbo. Eran ricachonas, que sorteando dificultades y procurando no ser vistas, lanzaban bajo sus ricos atavíos miradas ardientes de soslayo, a muchachas hermosas y de suaves movimiento de caderas y paso garbosísimo, ora iban hombres maduros de canicie en las sienes, ora, de último, jóvenes melancólicos y románticos, algunos de los cuales musitaban versos de su musa inquieta; pero todos sentían profundamente, y era el factor común, el motivo poderosos, que los llevaba hacia ese rumbo: el Amor. Buscaban alivio a su libido insatisfecha o rechazada por el sexo opuesto, y rara vez también por el mismo. Llevaban Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 25 Leyendas de Xalapa monedas contantes y sonantes suficientes, para poder comprar el talismán, el amuleto o el filtro que destruyera su angustia y, en cambio, les volviera el bienestar y la alegría. El hombre omnipotente, el semidiós para esos apasionados, cuya tranquilidad de alma buscaban, era corporalmente horrible, un gorila verdadero, y sólo por complacer al lector, vamos a procurar retratar a grandes rasgos, pero con la comparación al simio, bastaría: patizambo, pies enormes y el hueco normal de la planta del pie, casi no existía; los miembros torácicos, larguísimos y las manos enormes; velludo, la barba crecida y el cabello sin cortar, le llegaba casi a la cintura; sus dientes deformes y gigantes; en cambio, sus ojos negrísimos, microscópicos, entre las pestañas ralas y las cejas muy pobladas. Producía temor al que lo veía. Sin embargo, era adorado por aquellas personas anormales y enfermas de la mente. Su voz era insinuante, su conversación sugestiva y cautivadora, hipnotizaba a los pocos momentos de escucharle. Tal era el secreto de la influencia tremenda que ejercía en el alma de aquellos individuos erotómanos. Página 26 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa Y a todos los despedía contentos y esperanzados en sus decepciones; pero eso sí, nadie se le escapaba de ser sangrado de sus bolsillos. Unos curaban su erotismo, otros no; pero unánimamente se consolaban y salían de la pocilga con la dulce ilusión de resolver sus problemas y conflictos amorosos. “Lasciate ogni speranza, voi che intrate” (Dejad toda esperanza, vosotros que entráis), escribe en la puerta del infierno el Divino Dante. Terrible apotegma para el que ingresa a los dominios de Lucifer. Genial fue el maravilloso poeta, al concebir esta frase, es lo más horrendo en unas cuantas palabras; pero el brujo fue también tremendamente genial al poner en la entrada de su puerta inmunda: ¡Ten fe en mí! ¡No pierdas la esperanza! ¿Qué es lo que está en el fondo de la caja de Pandora? Mas una vez, todo encantamiento se acaba, cuando no es sustentado en bases morales o científicas. Llegó a su jacal un bandido que no creía ni en Dios ni en el Diablo y que sabía que en este pícaro mundo, llamado por algunos “Valle de lágrimas”, suele ser el dinero la fuerza principal, quien Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 27 Leyendas de Xalapa pretextando la compra de un amuleto mareó al hechicero _¡todos tenemos nuestro cuarto de hora!_, y cuando más descuidado se hallaba el adivino, recibió tremenda puñalada en la espalda que lo dejó sin vida en un instante, no ayudándole en nada sus poderes sobrenaturales. El criminal huyó llevándose el oro y las joyas que guardaba el embaucador, no dejando rastro alguno de su persona. La Dactiloscopía era aún desconocida, las huellas digitales y demás “yerbas” de la identidad legal moderna, se desconocían. Desde aquella época, ese lugar de la Villa de Xalapa fue conocida con el nombre del “Rincón Brujo”, y después sólo con el de “Rincón Brujo”. Página 28 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa CALLEJÓN DE “LOS NEGRITOS” HOY CALLE DE LUIS J. JIMÉNEZ Estaba muy colérico. Un energúmeno. El esposo de la señora que había dado a luz a los gemelos negritos, se hallaba inconforme con que siendo su esposa y él blancos, los infantes fuesen de color oscuro. Los vecinos del Callejón estaban admirados y no faltaban los chascarrillos y guasas a costa del pobre cónyuge. Pero alguien le aconsejó que antes de tomar una determinación de consecuencias fatales para ambos esposos, consultara al señor cura de la parroquia, sacerdote sabio y profundo conocedor del alma humana. Así lo hizo, y éste a su vez le indicó que viera al Médico Ojeda de la Villa, sapiente en asuntos de atavismo. Corriendo fue al domicilio del facultativo, viejo investigador de la herencia animal, el cual estudió el caso y llegó a la conclusión de que la señora durante el embarazo, había estado mirando a un muñeco negro que tenía en una Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 29 Leyendas de Xalapa mesita de su alcoba. _La influencia psíquica que estudió Feré en su interesante y profundo libro “Sensación y Movimiento”, estaba demostrado en un caso concreto_. Él explicó el problema al esposo, y éste, teniendo en cuenta la sapiencia del facultativo, quedó conforme y todo volvió a su sitio. Mas la Calleja que tomó el nombre de “Callejón de los Negritos”, hoy se denomina de Luis J. Jiménez, en memoria de este ilustre pedagogo. Página 30 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa “CALLEJÓN DEL OBISPO” HOY DE FAUSTO VEGA SANTANDER Casi enfrente del “Cementerio Viejo” de la ciudad “Xalapa de la Feria”, desemboca en el antiguo “Camino Real” _después “Nacional” y hoy “Avenida 20 de Noviembre”_, un Callejón, en la actualidad, casi calleja, que comunica al Norte con el famoso “Cerro de Macuuiltépetl”, en cuya falda se anida la hermosa urbe de las Flores. Como a la mitad del mencionado callejoncillo existió, en tiempos de la Colonia, una casilla en donde habitaba un tipo que, sin duda, era esquizofrénico, esto es, un demente, cuya anomalía psiquiátrica consistía en una doble personalidad: “hendida o disgregada”, como diría Eugenio Bleuler, ya era un exquisito floricultor, ya un obispo completo. La casa consistía en una sala, una recámara, una cocina y un corredor. La huerta le seguía, dividida en dos partes: en Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 31 Leyendas de Xalapa la primera, estaba el jardín, y en la segunda, un sembrado de árboles frutales; pues el dueño de la finca, además de cultivar maravillosamente las flores, también lo hacía con frutos. Don Dámaso de la Flor, tenía claveles de todas clases y colores, rosales, cuya variedad llegaba a más de veinte; camelias blancas y rojas, gardenias, margaritas, violetas y gladiolos. El jardín, en su conjunto, antojábase una joyería llena de piedras preciosas, con toda la gama del color y todos los tonos del aroma. Se extasiaban la vista y el olfato, en medio de esa maravilla de las “Mil y una Noches”. Los frutos, ni se diga. ¡A dónde llegaba la maestría del cultor de flores! ¡Era sorprendente su habilidad en esas cosas! Pero algunas veces su espíritu, sus maneras, su indumento y hasta su voz, se trocaban en las del clérigo de alta graduación católica cristiana: la del Obispo. Más, sus caracterizaciones eran perfectas. Diríamos un Paul Muní de la Villa xalapeña. En una gustaba de cultivar flores y frutos, venderlos baratos y escuchar sus alabanzas bien ganadas de sus Página 32 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa marchantes. Ahí cifraba su vanidad. “¡El hombre es el más vanidoso de los animales…!” Y, en la otra, le agradaba rezar, dar consejos, bendiciones, limosnas, escribir órdenes a sus Vicarios y Curas y lucir su raído y mantecoso hábito eclesiástico. Toda la Villa sabía tal cosa y mucha gente iba a ver al Señor Obispo, y se oía con frecuencia la frase: “Vamos al Callejón del Obispo”, que la tradición ha mantenidohasta estos tiempos de inquietudes bélicas y angustias de hambre, no obstante el nombre de Fausto Vega Santander* que oficialmente se le diera recientemente. (*) NOTA. Subteniente P.A. Fausto Vega Santander. ¿Por qué Calle de Fausto Vega Santander? Porque este joven mexicano, nacido en el puerto de Tuxpan, Ver., después de haberse graduado como Piloto Aviador, en la Fuerza Aérea Mexicana, es llamado para participar en combate, durante la Segunda Guerra Mundial, con el Escuadrón 201 (1945). Después de haber mostrado su valor y pericia contra el enemigo, cae abatido en cumplimiento de su deber. Por lo tanto, su nombre ha pasado a engrosar la fila de los HEROES DE NUESTRA PATRIA. ¡LOOR ETERNO! Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 33 Leyendas de Xalapa Página 34 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa LA IGLESIA DE “LOS CORAZONES” _ Bueno, ¡pero usted no tiene ni en qué caerse muerto! _ Pero nos amamos, ¡y “ambos corazones” son uno solo! _ ¡Otra vez “LOS CORAZONES”…! Eso no basta. _ Está bien señor, saldré de aquí, haré fortuna y volveré a casarme con mi amada. _ ¡Hágalo! Así se desarrolló la última entrevista que tuvieron el padre de María y el galán de ésta, quien desapareció y, “en la lucha por la vida” y con ansias irrefrenables de hacer dinero, murió en las tierras tropicales, en donde mataba inclemente el vómito. María, la dulce y linda niña, ferviente católica y devota de la Virgen, madre de Jesús, murió piadosamente de Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 35 Leyendas de Xalapa tuberculosis pulmonar; siempre esperando a su prometido, que nunca escribió ni supo nada de él. Don Mateo, español de las Asturias, emigró a México en busca de oro. Duro, severo y áspero como el que más, pero en tratándose de su hijita única, se dulcificaba y hasta su físico sufría transformaciones. Estuvo como loco. Su María había muerto, no obstante sus cuidados y los de las eminencias médicas locales y de la Metrópoli. El obseso recordaba la conversación con el muchacho, y las palabras que más se le clavaron en el alma y que repetía constantemente, eran: “Los corazones”. Recibió el auxilio espiritual de un sacerdote, psicólogo, gran conocedor de las flaquezas humanas, el cual se propuso curarlo… ¿Cómo? Ordenándole, como penitencia, que construyera una Iglesia que llevara el nombre de “LOS CORAZONES”, y que debía hacer el Templo en donde una mariposa se posara. Página 36 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Leyendas de Xalapa El pobre viejo potentado, esperó largo tiempo, hasta que en uno de los días del mes de abril, acertó a volar sobre su vieja casona, el esperado insecto. La casa estaba situada cerca del Mercado; y desde allí comenzó a correr el caballero detrás de la mariposa divina _flor de raros y bellísimos colores, como símbolo de la almita de María_ , hasta pararse en una cerca de “mal hombres” que había en el lado Sur de lo que hoy es Cuarta calle de Altamirano. Y, obedeciendo la indicación del sabio sacerdote, curador de pecados, construyó la capillita que, como mole blanca, se yergue al Noroeste de la hermosa “Ciudad de las Flores”. Desde entonces don Mateo se tranquilizó y desapareció la angustia que llevaba en lo más profundo de su alma. Tal es la leyenda de la “IGLESIA DE LOS CORAZONES”, y tal la explicación del alivio del anciano caballero; bienestar que, científicamente explicaría el Psicoanálisis de Freud, coincidente en muchas facetas y, sobre todo, en sus resultados, con la bendita y útil confesión cristiana. Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz Página 37 Leyendas de Xalapa Página 38 Dr. Gustavo A. Rodríguez y Sáinz