INI_14_31_10_13 - Asamblea Legislativa del Distrito Federal

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HONORABLE ASAMBLEA:
El
suscrito Diputado Arturo Santana Alfara, integrante del Grupo
parlamentario del
Partido de
la Revolución
Democrática,
con
fundamento en lo dispuesto por los artículos 46 fracción I del Estatuto
de Gobierno del Distrito Federal; 85 fracción I del Reglamento para el
Gobierno Interior de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal; 10
fracción I y 11, 17 fracción IV y 88 fracción I de la Ley Orgánica de la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal, someto a su consideración
la Iniciativa con proyecto de decreto por el cual se adiciona una
fracción al artículo 130 del Código Penal para el Distrito Federal
al tenor de la siguiente:
Exposición de Motivos
La importante labor que realizan los organismos encargados de la
Seguridad Pública en el Distrito Federal es trascendental y de gran
valor para la ciudadanía, ya que son estos organismos los facultados
de velar por la seguridad y brindar protección a todos los habitantes
de nuestra ciudad; sin embargo esta labor se ha visto limitada en los
últimos meses, ya que el respeto por la investidura gue representa
la autoridad ha sido rebasada con muestras de prepotencia y
violencia hacia nuestros cuerpos policiacos; tal como se ha
evidenciado en diversas manifestaciones acontecidas en nuestra
Ciudad en las que diversos grupos sociales han lesionado y
retenido a algunos agentes de Seguridad Pública, así como también
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se ha retenido y golpeado a diversos trabajadores del Gobierno del
Distrito Federal, sin que hubiera provocación alguna por parte de
dichos cuerpos Policíacos o de los trabajadores del Gobierno del
Distrito Federal, ocasionando
con ello ataques a la paz pública,
LESIONES, amenazas, robos y ultrajes a la autoridad~
Como bien sabemos, al momento de cometer algún ilícito tales como
lesiones o conductas que puedan ser consideradas como abusos o
excesos en el uso de la fuerza ,la penalidad ha aumentado para los
cuerpos de seguridad pública, motivo por el cual esos cuerpos de
seguridad limitan su actuación ante las agresiones de los
manifestantes, dando como consecuencia la degradación de la
persona misma, la pérdida de la confianza depositada por la
ciudadanía a esos cuerpos de seguridad con el fin de que se le brinde
la protección ante los embates de la delincuencia.
No obstante lo anterior, y por el contrario, si los cuerpos de seguridad
son atacados, ofendidos, agredidos físicamente, insultados, como ya
se mencionó, denigrados en su persona, no pasa nada; motivo por el
cual debemos considerar que no sólo se les falta el respeto y. se
lesiona físicamente a dichos cuerpos en lo personal, sino que mas
aún, es a la autoridad que representan e inclusive a la misma
sociedad, ya que son estos los encargados de velar por el bienestar
de la ciudadanía y no puede ser permisible que un grupo de personas
. o una misma en lo individual, escudándose en la libre manifestación
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VI LEGISLATURA
de ideas, agreda físicamente a los servidores públicos encargados de
la seguridad de la ciudadanía.
Uno de los Principios que rigen el orden público, son las normas que
aseguran el perfecto funcionamiento de la sociedad, o bien el conjunto
de principios en que se basa dicha sociedad, por lo que podemos
considerar que EL RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS ES
PARTE DEL ORDEN PUBLICO.
En ese orden de ideas, la Ley de Seguridad Pública del Distrito
Federal en su artículo 2 establece:
"
ARTICULO 20.- La seguridad pública es un servicio cuya
prestación, en el marco de respeto a las garantías individuales,
corresponde en forma exclusiva al Estado, y tiene por objeto:
1.- Mantener el órden público;
11.- Proteger la integridad física de las personas así como sus
bienes:
111.- Prevenir la comisión de delitos e Infracciones a los
reglamentos gubernativos y de policía;
IV.- Colaborar en la investigación y persecución de los delitos, y
V.- Auxiliar a la población en caso de siniestros y desastres ... "
Ante esto, la comunidad internacional no ha sido ajena al cumplimiento
de la norma como principio rector en la relación entre el estado y sus
gobernados, buscando siempre que los cuerpos de seguridad actúen
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en concordancia a los derechos fundamentales de dichos gobernados,
señalando la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de
los Derechos Humanos, dentro del Manual ampliado de los Derechos
Humanos para la Policía, los siguientes criterios:
Los funcionarios encargados de hacer valer la ley cumplirán en
todo momento los deberes que les impone la propia ley, sirviendo
a su comunidad y protegiendo a todas las personas contra actos
ilegales, en consonancia con el alto nivel de responsabilidad exigido
por su profesión.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley respetarán y
protegerán la dignidad humana y defenderán y harán respetar los
derechos humanos de todas las personas.
La policía velará por la protección de la seguridad pública y los
derechos de las personas.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades,
toda
persona
estará
solamente
sujeta
a
las
limitaciones
establecidas por la ley.
Las limitaciones al' ejercicio de los derechos y. el disfrute de las
libertades tendrán el único fin de asegurar el reconocimiento y el
respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las
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VI LEGISLATURA
justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar
general en una sociedad democrática.
Todas las medidas de restablecimiento del orden serán compatibles
con los derechos humanos.
En tal virtud, el servicio a la comunidad y la disciplina, así como el
respeto a los Derechos Humanos y a la legalidad, son principios
normativos que los cuerpos de Seguridad Pública deben observar
invariablemente en su actuación.
Al respecto, es fundamental considerar que el ejercIcIo de la
Seguridad Pública por parte de los entes de gobierno, implica el
respeto por el derecho, las garantías individuales y los derechos
humanos de los que gozan los ciudadanos, en virtud de que las
atribuciones de las que goza la autoridad, deben ser encaminadas al
cumplimiento de las garantías consagradas en la carta magna, tales
como lo son la libertad, el orden y la paz pública, que son condiciones
que debe garantizar la autoridad a los gobernados; ahora bien, es
imprescindible sustentar que los bienes jurídicamente tutelados en
favor de los gobernados, suponen un equilibrio entre las garantías
individuales y el ejercicio del poder público, incluyendo en este la
exacta ejecución de la seguridad pública, motivo por el cual el sano
equilibrio que la Constitución impone, presupone una condición de
sana convivencia entre gobierno y gobernado, y es esa sana
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VI LEGISLATURA
convivencia en el ejercicio del derecho lo que obliga a concientizar a la
ciudadanía sobre la importante e impostergable necesidad de
lograr el respeto por el orden público, además de salvaguardar la
integridad física de los cuerpos policiacos, en aras de lograr el
equilibrio entre los integrantes del cuerpo social, entendiendo como
este a la sociedad en su conjunto, compuesta por autoridades e
individuos.
A mayor abundamiento, debe entenderse que la seguridad pública no
tendrá en ningún momento como objetivo el afectar a los individuos en
su esfera jurídica, lo que resulta inadmisible, ya que no puede
sustentarse el debido ejercicio de la seguridad pública en detrimento
de
las
garantías
proliferación
y
el
individuales,
dando
fortalecimiento
de
como
consecuencia
fenómenos
que
la
atenten
gravemente contra la sociedad, asi como la arbitrariedad de los
órganos de gobierno, motivo por el cual debe establecerse el equilibrio
entre dicho ejercicio en bien del cuerpo social, y por ende , debe
protegerse por igual cualquier exceso que implique detrimento en la
esfera jurídica de los actores de la vida en sociedad, tanto los
individuos como las autoridades.
Siguiendo este orden de ideas, los bienes jurídicos de la sociedad se
encuentran perfectamente tutelados, siendo que existe la imposición
de penas contra los representantes de la Autoridad, con la finalidad de
frenar el exceso en el ejercicio del poder público, sin embargo y de
igual forma, los excesos en la manifestación de los principios
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VI LEGISLATURA
constitucionales que le son otorgados a los individuos como lo es la
libre manifestación de las ideas, no deben permitirse en opresión a la
norma y del ejercicio del poder público.
Por otra parte, la reacción frente a comportamientos no esperados por
parte de la sociedad, suelen ser un llamado para que las sanciones
establecidas dentro de nuestro cuerpo normativo se endurezcan y, por
lo tanto, el Legislativo, en pleno uso de la facultad soberana para
prevenir actos en detrimento de las garantías constitucionales
consagradas a favor de la ciudadanía, diferencia la pena corporal de
otras formas de reacción estatal, porque supone la expresión fuerte,
firme y contundente que se puede imponer a un individuo con motivo
de la infracción de una norma de conducta.
En ese sentido, es impostergable adoptar las medidas jurídicas
necesarias como medida de prevención con el fin de evitar que la
sociedad en su conjunto o individualmente continúe agrediendo tanto
física como verbalmente a los Cuerpos Policíacos pertenecientes al
Gobierno del Distrito Federal o que representan al propio Ejecutivo
Federal, a quienes se les impone cumplir con las funciones que el
Estado y la legislación les ha encomendado.
Por lo tanto, es de suma importancia reafirmar que la actuación de la
autoridad se encuentra debidamente regulada por el cuerpo normativo
que rige su ejercicio, y que a su vez, dicho cuerpo normativo, debe
imponer sanciones efectivas a los individuos en el exceso de la
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VI LEGISLATURA
manifestación de ideas en contra de la autoridad, ya que el artículo
130 del Código Penal para el Distrito Federal, tutela el delito de
lesiones.
Considerando que las lesiones en el Derecho Penal, consisten en
causar un daño y un menoscabo a la integridad corporal de la
persona, su salud física o incluso su salud mental, siendo uno de los
delitos que se cometen con mas frecuencia en el Distrito Federal cuyo
bien jurídico protegido es la salud física y psiquica de las personas, y
no sólo su integridad corporal; la pena está relacionada directamente
con el daño causado a la víctima, esto nos lleva a la lógica jurídica de
hacer proporcional la sanción que debe de imponerse al sujeto activo,
dependiendo de la gravedad y las circunstancias en las que se comete
el hecho delictivo.
Para el jurista Carranca las lesiones consisten en un acto material que
produce el efecto. de disminuir a un individuo el goce de la
personalidad sin destruírsela, pero si estos efectos no se obtuvieron se
entenderá como tentativa, para Gonzáles de la Vega se comprende no
solamente
las
heridas,
excoriaciones,
contusiones,
fracturas,
dislocaciones, quemaduras, sino toda la alteración en la salud y
cualquier otro daño que deje huella materiales el cuerpo humano, si
esos efectos son producidos por una causa externa.
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Existen diferentes tipos de lesiones por ejemplo las externas que son
aquellas que por estar colocadas en la superficie del cuerpo humano
son perceptibles por la siempre aplicación de los sentidos, se pueden
mencionar los golpes traumáticos, las equimosis, las quemaduras, etc.
Las internas que son daños titulares o viscerales que por no estar
situadas en la superficie del cuerpo, requieren para su diagnóstico
examen clínico a través de la palpación.
También se dice que el delito de lesiones consiste en el daño injusto
causado a la integridad física o la salud de una persona, y no está
motivado por el propósito de matar, pues si alguien queriendo causar a
otro la muerte sólo logra lesionarle, el delito cometido no será de
lesiones, sino de tentativa de homicidio; por lo tanto, la alevosía,
ventaja o dolo que realiza el sujeto activo, desencadenará el grado de
lesión ocasionada al sujeto pasivo, existiendo una relación íntima entre
la causalidad, el hecho y el resultado nocivo de la conducta, es decir,
es. necesario que exista el ánimo de lesionar derivado de la conducta
del sujeto activo para que la conducta sea agravada dentro de la ley.
Tomando en consideración las circunstancias en las que se
desarrollan los hechos de violencia hacia los cuerpos policiacos
durante las manifestaciones ciudadanas, es impostergable enaltecer
el respeto por la autoridad
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el cuidado de su integridad física en
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el ejercicio del poder público, ya que esta preocupación es un reclamo
de la sociedad y debemos tener claro que los excesos que grupos
de individuos o individuos en los particular realizan al manifestar
su oposición sobre las medidas implementadas por el Gobierno
Federal o de esta Ciudad, generan desorden que afecta a la integridad
física, moral y de representación de los Cuerpos Policíacos y ponen en
entre dicho el ejercicio de los derechos tutelados en favor de terceros.
En tal virtud, y al ser la paz pública un estado, un convenio, un
proceso de entendimiento entre individuos, y que la armonía y la no
violencia es colectiva y no de un sólo grupo, afirmo que somos la
mayoría de los habitantes del Distrito Federal, los que pretendemos el
progreso de nuestra ciudad y lo hacemos con el trabajo diario, con la
aportación de ideas e incluso de reflexiones con propuestas para que,
mejorando lo que existe, podamos continuar todos juntos en el camino
del desarrollo que ha delineado el Jefe de Gobierno, y en el que
estamos comprometidos a colaborar en aras de sustentar una vida
social armónica en esta Ciudad, acorde a los caminos que han
fortificado las democracias en los países de primer mundo, en los que
sus principales metropolis se encuentran arropadas por el ejercicio de
la paz pública.
Ahora bien, revisando los recientes acontecimientos en los que la
autoridad y en específico los cuerpos policiacos han sido agredidos
físicamente en exceso por un grupo de individuos al amparo de la
facultad
constitucional de manifestar libremente sus
ideas,
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VI LEGISLATURA
ciudadanía no está dispuesta a que el equilibrio entre autoridades y
gobernados se vea rebasado y sometida por dichos excesos, por lo .
que es imperioso el respeto por el ejercicio público y por la
integridad física de los cuerpos policiacos, motivo por el cual se
vuelve impostergable que esta Legislatura actualice y coadyuve en la
solución de este problema, dotando de una correcta legislación en
materia de lesiones en contra de los cuerpos policiacos, lo que
desembocará en que el equilibrio social no sea roto por parte de sus
actores políticos y sociales y la Ciudad se vea beneficiada y a su vez
protegida por el correcto funcionamiento de la Seguridad Pública,
además de que el respeto por la integridad física de la autoridad
dignificará la correcta aplicación del ya citado ejercicio del poder
público, reclamo ciudadano que debe ser atendido con prontitud.
Por lo anteriormente expuesto, someto a la consideración de esta
Honorable Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la siguiente
Iniciativa con proyecto de decreto por la cual se adiciona la fracción
VIII al
artículo 130
del Código Penal para el Distrito Federal para
quedar de la siguiente manera:
ÚNICO.- Se adiciona la fracción VIII al artículo 130 del Código Penal
para el Distrito Federal
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL
Articulo 130.- Al que cause a otro un daño o alteración en su
salud, se le impondrán ....
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VI LEGISLATURA
Fracción VIII.- De tres años seis meses a siete años de prisión si
las lesiones derivan de agresiones físicas contra elementos de
corporaciones policíacas, en ejercicio de sus funciones con
motivo de manifestaciones, marchas, bloqueos que genere o
pueda generar disturbios masivos y estas tarden en sanar más de
15 días.
ARTICULOS TRANSITORIOS
PRIMERO.-
El presente decreto de ley entrará en vigor al día
siguiente de su publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal.
SEGUNDO.- Remítase al Jefe de Gobierno del Distrito Federal para su
promulgación y su debida publicación en la Gaceta Oficial del Distrito
Federal y para su mayor difusión en el Diario Oficial de la Federación.
TERCERO.- Se Derogan todas aquellas disposiciones que se
opongan al presente decreto.
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DIP'. ARTURO SANTANA ALFARO
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