C/ Camino de Rejas nº 1 28821 Coslada - Madrid (ESPAÑA) TLF-609014104 Email: [email protected] La acción directa del subcontratista del artículo 1597 del Código Civil El artículo 1597 del Código Civil recoge la denominada acción directa en el contrato de obra al decir: “Los que ponen su trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el contratista, no tienen acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a aquél cuando se hace la reclamación.” El ejercicio de esta acción se encuadra en el denominado "contrato de arrendamiento de obra" que, según el artículo 1544 CC, es aquel por el que una de las partes se obliga a ejecutar una obra a la otra parte por precio cierto. Más concretamente, se encuadra en el contrato de obra por ajuste o precio alzado, es decir, en aquel contrato en el que se fija el precio de la obra a su inicio señalando, para ello, un tanto alzado a la totalidad del trabajo. La acción directa consiste en la posibilidad del subcontratado para la realización de una obra de reclamar directamente al dueño de la misma el importe adeudado, hasta el límite que el dueño de la obra le adeude a su acreedor (que a su vez es el contratista que está incumpliendo con el subcontratado). Se entiende que estas obligaciones son solidarias, de suerte que el subcontratado podría dirigirse indistintamente contra uno u otro, aunque el dueño sólo va a responder hasta el límite señalado. Así, el artículo 1.597 establece: “Los que ponen su trabajo y materiales en una obra ajustada alzadamente por el contratista no tienen acción contra el dueño de ella sino hasta la cantidad que éste adeude a aquél cuando se hace la reclamación”. Es cierto que la redacción es algo confusa. Sin embargo, a la vista de la Doctrina y Jurisprudencia recaída sobre la materia, se pueden sentar los siguientes requisitos de la acción directa: - Están legitimados para reclamar los que ponen su trabajo y materiales en la obra, entendiéndose por los primeros todos aquellos que llevan a cabo prestaciones de hacer destinadas a la obra, no sólo los que están unidos al contratista por una relación laboral, sino también los que están unidos por una relación civil de servicios o de gestión. - Se le puede reclamar al dueño de la obra e incluso al subcontratante (cuando existen varias subcontratas). En caso de existir una pluralidad de sujetos, la acción podrá dirigirse contra cualquiera de ellos. - El subcontratista, que ha puesto su trabajo y materiales, se hace inmune a las excepciones que el titular de la obra pueda tener frente al contratista (como, por ejemplo, lo serían los vicios o defectos que le fueran imputables). - El dueño o contratista principal sería el obligado a demostrar que no adeuda cantidad alguna -pues por una inversión derivada de la facilidad probatoria a él le corresponde la carga de dicha prueba-. - Una vez ejercitada la acción, el importe deber se abonado al reclamante, y no al contratista principal. En conclusión Ante el impago de un crédito en el que hemos sido subcontratados para la realización de una obra, es conveniente valorar cuanto antes la posibilidad de ejercitar esta acción. Tengamos en cuenta que se invierte la carga de la prueba, con lo que es el titular de la obra el que debe probar que no adeuda cantidad alguna, y puede tratarse de una reclamación tanto judicial como extrajudicial. De este modo, aumentaremos las posibilidades de cobro, al tener la oportunidad de satisfacer el pago a cargo a de un crédito del que nuestro deudor es titular.