Centro Sector Público-Sector Privado Sesión de continuidad: “Las necesarias reformas del sistema de pensiones en España” Barcelona, 15 de diciembre de 2009 El pasado 15 de noviembre el Centro Sector Público-Sector Privado (SP-SP) del IESE Business School organizó, en la sede de la escuela en Barcelona, una sesión de continuidad que, bajo el título “Las necesarias reformas del sistema de pensiones en España”, contó con la participación de César Molinas, socio fundador de la consultora Multa Paucis, Silvia Ávila, directora general de BanSabadell Vida, y Màrius Berenguer, director general de SegurCaixa Holding. De izquierda a derecha: Sílvia Ávila, Xavier Vives, César Molinas y Màrius Berenguer Xavier Vives, director académico del SP-SP, dio la bienvenida a los asistentes y destacó la creciente importancia de las pensiones en un momento en que la esperanza de vida de los españoles aumenta a razón de cinco horas diarias. “El de las pensiones es un tema de futuro, sí, pero un futuro cada vez más próximo, por lo que conviene abordarlo cuanto antes, sobre todo Centro Sector Público-Sector Privado porque es evidente que existe un problema de sostenibilidad financiera”, concluyó Vives, apuntando así una idea compartida por todos los ponentes. El primero de ellos, César Molinas, señaló que el debate sobre las pensiones en España resulta “no sólo deseable, sino absolutamente necesario”, a la vista tanto del progresivo aumento de la esperanza de vida como también de la reducción de la vida laboral, derivada de la extensión de la enseñanza obligatoria y de la participación creciente en la no obligatoria. “El sistema español de pensiones es insostenible a largo plazo, pero aún estamos a tiempo de adoptar las reformas necesarias”, aseguró Molinas. No obstante, insistió en que no es necesario cambiar de raíz el actual sistema público de pensiones, que hasta ahora “ha funcionado razonablemente bien”, sino simplemente introducir cuanto antes una serie de reformas graduales ordenadas a garantizar “la sostenibilidad de las pensiones públicas basadas en el sistema de reparto”. César Molinas durante su intervención Por el contrario, calificó de “fracaso total” el sistema complementario de pensiones privadas, que, a su juicio, sí requiere un replanteamiento integral en la línea de modelos como el británico o el sueco que, en mayor o menor medida, prevén la obligatoriedad de los fondos de pensiones complementarios a la Seguridad Social. De hecho, la reforma del sistema privado de pensiones en España pasa, a juicio de Molinas, por introducir cierto grado de obligatoriedad de este tipo de fondos, toda vez que el actual sistema voluntario se ha revelado “ineficaz e insostenible”. Lamentó que, hasta ahora, no haya sido posible transferir el riesgo de longevidad al Centro Sector Público-Sector Privado sector financiero y lo achacó al “escaso éxito de las fórmulas de ahorro-previsión”. Prueba de ello es que el patrimonio de los fondos y planes de pensiones en España no llega al 8% del PIB, “proporción insignificante al lado del 130% de Holanda, el 77% de Reino Unido o, incluso, el 14% de Portugal”. Por último, animó a los poderes públicos y privados a constituir una comisión independiente, integrada por expertos y representantes de todos los agentes sociales y económicos implicados, con el objetivo de consensuar una serie de propuestas orientadas a adaptar nuestro sistema de pensiones a los cambios que la sociedad española ha experimentado en los últimos años. Seguidamente, Silvia Ávila, que coincidió con Molinas en la necesidad inaplazable de introducir reformas en el sistema español de pensiones, aplaudió que todo el mundo tienda a invertir cada vez más en su formación académica, pero lamentó que no haga lo mismo cuando se trata de ahorrar para su jubilación, lo que, en su opinión, seguramente se deba a la tendencia, más extendida en España que en otros países de su entorno europeo, a considerar que la compra de un piso supone ya una garantía suficiente a la hora de afrontar la jubilación. Tanto es así que, al decir de Ávila, “hoy en día en España hay mucha gente que vive pobre, pero muere rica”, en la medida en que son muchos los jubilados que, pese a contar con una vivienda en propiedad que algún día heredarán sus sucesores, se limitan a sobrevivir con “pensiones misérrimas”. Ávila recordó que la pensión máxima de la Seguridad Social en España está alrededor de los 34.000 euros, lo que en el caso de muchos profesionales técnicos y directivos supone reducir a la mitad sus ingresos anteriores a la jubilación. Para ella, la solución pasa por avanzar hacia un sistema mixto más equilibrado de reparto y capitalización que asegure la viabilidad del sistema. Por otra parte, reconoció que las dificultades derivadas de la actual crisis económica y financiera obligan a la industria aseguradora a redoblar sus esfuerzos a fin de ofrecer al consumidor, “menos propenso al riesgo que nunca”, lo que éste demanda, es decir, “garantía del capital, transparencia, tratamiento fiscal favorable, pero, sobre todo, un producto financiero comprensible”. Màrius Berenguer suscribió la propuesta de Ávila de concienciar a la población acerca de la importancia de ahorrar para la jubilación y abogó también por modernizar los parámetros del sistema español de fondos de pensiones privados a fin de incrementar sus rendimientos, porque “sólo así lograremos que el sistema sea sostenible a largo plazo”. A este respecto, Berenguer considera que el sector público “debe asumir de una vez por todas su incapacidad para hacer Centro Sector Público-Sector Privado frente al 100% de las pensiones de jubilación”, así como promover “una mayor participación del sector privado en el sistema de pensiones”. Ensalzó la creatividad de la industria aseguradora española, pero reveló que la caída de la rentabilidad de las pensiones obliga a las gestoras a “echar el resto para seguir ofreciendo planes que garanticen como mínimo el 100% del capital, o bien un rendimiento medio anual por debajo de la tasa anual de inflación”. Para ello, Berenguer, al igual que Molinas y Ávila, abogó por que las compañías aseguradoras “diversifiquen y flexibilicen su oferta en función de los perfiles de inversión de sus clientes” como ya se hace en países como Holanda o Reino Unido. Finalmente, Xavier Vives cerró la sesión agradeciendo a los presentes su asistencia y volvió a recordar la necesidad de no rehuir en el futuro el debate sobre las pensiones. Asistentes a la sesión de continuidad