Capitulo de muestra

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TEMA 40. CLASIFICACIÓN GENERAL
DE LOS MEDICAMENTOS. TOXICIDAD Y EFECTOS
COLATERALES. FARMACOVIGILANCIA
40.1. Administración de los medicamentos: precauciones previas a la administración de un fármaco.
40.2. Vías de administración: definición y tipos. 40.3. Técnicas y problemas más frecuentes en la administración de medicamentos. 40.4. Manipulación de citostáticos. 40.5. Administración de medicamentos en el domicilio: vigilancia de pacientes polimedicados.
40.1.
ADMINISTRACIÓN
DE LOS MEDICAMENTOS:
PRECAUCIONES PREVIAS
A LA ADMINISTRACIÓN
DE UN FÁRMACO
Antes de administrar un medicamento a un paciente,
deben seguirse los siguientes pasos:
• Identificar al paciente: es necesario siempre comprobar el nombre que figura en la hoja de medicación con
la habitación y la cama del enfermo.
• Administrar el fármaco: comprobar que se va a administrar el fármaco concreto, a las dosis prescritas.
Especial atención merecen aquellos medicamentos
considerados de alto riesgo, como son, por ejemplo,
insulinas, antiarrítmicos y antineoplásicos.
• Registro: una vez administrado el fármaco se registra
en la historia del paciente el nombre del fármaco, la
dosis, la vía, la hora y la firma de la persona que lo
administra, así como las reacciones adversas, si se
hubiesen producido.
• Evaluar la respuesta del paciente al medicamento.
Podemos resumir las normas básicas de seguridad
para la administración de medicamentos en las cinco comprobaciones básicas, o también llamada regla de los cinco
correctos:
• Administrar el fármaco correcto.
• A la dosis correcta.
• A un ritmo correcto.
• Por la vía correcta.
• Al paciente correcto.
La realización de estas cinco comprobaciones básicas reduce el riesgo de cometer errores en la administración de medicamentos; pero si, a pesar de todo, se ha
cometido alguno, se deberá informar inmediatamente
para evitar las consecuencias que de este error se pudiesen derivar.
Otros aspectos a tener en cuenta en la administración
de fármacos son los siguientes:
• La enfermera que prepare la medicación debe ser la
que la administre para evitar confusiones (con excepción de los que vienen preparados del servicio de farmacia).
• Si un paciente se niega a tomar la medicación, se utilizarán todas las técnicas posibles de comunicación para
que entienda los efectos beneficiosos de su indicación,
pero si a pesar de ello insiste, se deberá respetar su decisión y anotar en la historia las razones de su negativa.
No debemos olvidar que el paciente tiene derecho a estar informado de su tratamiento, de su indicación, de su
efecto beneficioso y de cualquier adverso posible; está
en su derecho a rehusar cualquier medicación, a tener
información completa sobre el empleo experimental de
cualquier fármaco, así como a denegar o consentir su
uso, a recibir de forma segura medicamentos etiquetados, a no admitir fármacos innecesario, etc.
• No se debe dejar sobre la mesa de las habitaciones
ningún fármaco a excepción de inhaladores, pomadas
o lociones cuyo uso esté indicado a demanda del paciente.
• Si un paciente vomita tras la toma de un fármaco,
hay que identificarlo y avisar al facultativo; si no hay
indicación expresa, no administrar una nueva dosis,
puesto que no se puede precisar la cantidad absorbida del fármaco.
40.2.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN:
DEFINICIÓN Y TIPOS
40.2.1. Vías indirectas o mediatas
Cuando el medicamento atraviesa piel o mucosas
intactas:
• Vía oral (v.o.-p.o.): es la más utilizada, es cómoda,
más barata que otras vías de administración y muy
adecuada para el tratamiento crónico y domiciliario;
sin embargo, requiere voluntariedad y capacidad de
deglución, por lo que es impracticable en pacientes
inconscientes, excepto si se coloca una sonda naso615
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
gástrica (se debe confirmar que el medicamento es
apto para la administración por sonda, existen muchas formas farmacéuticas que no deben triturarse
ni machacarse, por ejemplo comprimidos retard-continus). La absorción se produce en el estómago y,
sobre todo, en el intestino delgado; en el colon es
minoritaria para la mayoría de los fármacos. La vía
oral presenta metabolismo presistémico o de primer
paso, por lo que se puede reducir la biodisponibilidad
de los fármacos.
• Vía sublingual (s.l.): se evita el primer paso hepático, su rápida absorción permite un efecto rápido (por
ejemplo: nitroglicerina, captoprilo, buprenorfina). El
medicamento se deposita debajo de la lengua y se
absorbe por la mucosa sublingual, accede a las venas
maxilares y sublinguales, pasa a las yugulares y, por
fin, a la vena cava superior que desemboca en la aurícula derecha; con ello se elude el primer paso hepático. Puede ocurrir que, al tragar la saliva en la que se
encuentra disuelto el fármaco, se produzca absorción
por vía oral. Por esta vía no deben administrarse grageas, comprimidos recubiertos ni formas farmacéuticas de liberación retardada (retard-oros-continus).
• Vía rectal: es una alternativa a la vía oral, pero de
absorción muy variable y errática (puede evitar el primer paso, si la absorción se realiza en la ampolla
rectal). Se emplea cuando el paciente presenta vómitos o en los niños que rechazan la medicación por
vía oral (por ejemplo, diacepam, antiinflamatorios no
esteroideos) o para el tratamiento de colitis ulcerosa
de localización colónica en forma de enemas (con
mesalazina, lactulosa).
Estas tres primeras vías son enterales.
VÍAS ENTERALES
• Vía oral
• Vía sublingual
• Vía rectal
VÍAS PARENTERALES
• Vía intravenosa
• Vía intramuscular
• Vía subcutánea
• Vía intraarterial
Figura 40.1. Efectos adversos
• Vía tópica: consiste en la aplicación local del fármaco, generalmente, para el tratamiento de lesiones en
la zona (piel, vagina, ojos, oídos, nariz, boca). Son
formas características los emplastos o cataplasmas,
las pomadas y las emulsiones para la piel, los colirios para aplicación oftálmica, los geles y óvulos vaginales, y las gotas nasales u óticas. Los colutorios,
gargarismos, elixires o enjuagues se emplean por vía
tópica oral. Sin embargo, no debe olvidarse que por
alguna de estas vías (piel, nariz, vagina) puede producirse una absorción sistémica de los fármacos. Por
ejemplo, cuando se utilizan cremas de glucocorticoides para tratamiento tópico, sobre todo si su aplicación es extensa o si se practican curas oclusivas,
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pueden absorberse en cantidad suficiente para provocar una insuficiencia suprarrenal. En otros casos,
como el de la vía intranasal, administramos fármacos
para su absorción sistémica (calcitonina en osteoporosis y desmopresina en diabetes insípida).
• Vía inhalatoria: se administran fármacos en forma de
aerosoles, suele estar limitada a los que producen un
efecto local sobre los bronquios (asma y broncopatía
crónica), es el caso de los broncodilatadores (como
salbutamol, terbutalina, salmeterol) y los corticoides
inhalados con reducida absorción sistémica (budesonida, fluticasona). En otras ocasiones, se busca
un efecto sistémico rápido, como es el caso de la
administración de gases medicinales y anestésicos
inhalatorios (por ejemplo, isoflurano, sevoforano). El
acceso al lugar de acción depende de la técnica utilizada, del tamaño de las partículas y de la existencia
de obstrucción bronquial.
Los dispositivos que se emplean para administrar fármacos por esta vía son los siguientes:
– Cartuchos presurizados o inhaladores de dosis
medida (MDI), con o sin cámara de inhalación, presentan como:
› Ventajas: la administración de dosis precisa y
reproducible, se percibe la penetración del medicamento, su reducido tamaño proporciona
autonomía al paciente.
› Inconvenientes: la técnica es compleja, ya que
requiere coordinación entre la presión del MDI y
la inspiración del paciente, pueden generar elevado depósito orofaríngeo, dificultad de conocer dosis restantes y sólo un 10-20 por ciento
de dicha dosis llega a los pulmones.
– Cámaras de inhalación (espaciadoras): incrementan la distancia entre el cartucho presurizado
y la boca del paciente, están diseñadas para facilitar la coordinación del disparo del cartucho y la
inspiración del paciente.
› Ventajas: mejora la técnica inhalatoria con el
cartucho presurizado, útil en paciente geriátrico
y pediátrico, aumentan el depósito pulmonar de
fármaco y disminuyen el impacto orofaríngeo y el
depósito bucal (que podría generar micosis orofaríngea en la administración de corticoides).
› Inconvenientes: gran tamaño y sólo un modelo
universal: Aeroscopic® (compatible con todos
los inhaladores).
– Inhaladores de fármacos en polvo:
› Ventajas: técnica de administración fácil sobre
todo en niños y mayores (no requieren espaciador),
buen control del número de dosis y se consiguen
depósitos pulmonares de hasta el 30 por ciento.
› Inconvenientes: el paciente ha de ser capaz de generar un flujo inspiratorio alto, no pueden utilizarse
en pacientes inconscientes y aumenta el impacto
TEMA 40
orofaríngeo, por lo que presentan más efectos adversos que con la cámara de inhalación. Tipos monodosis y multidosis Turbohaler ® y Accuhaler ®.
• Vía transdérmica: se emplea para la administración
sistémica mantenida de fármacos de forma aguda o
crónica. La absorción transdérmica mediante la aplicación de parches se utiliza con aquellos fármacos de los
que se pretende conseguir unos niveles regulares en
sangre, ya que permite una liberación regular del mismo. También evita el efecto de primer paso hepático.
Es una vía de administración cómoda que permite, en
algunos casos, reducir el número de administraciones.
Asimismo, se han descrito pocos efectos adversos tras
su utilización; la mayoría de ellos son de tipo dermatológico y se reducen considerablemente con la rotación
paulatina de las zonas de aplicación. El mercado español presenta varias especialidades farmacéuticas de
aplicación transdérmica que contienen nicotina, estrógenos, nitroglicerina y fentanilo. Cada fármaco, en función de sus características farmacocinéticas y farmacodinámicas, presenta una posología distinta. Los parches
de fentanilo han de reemplazarse cada tres días (no han
de fraccionarse ni retirarse antes de las 72 h); mientras
que los parches de nitroglicerina se aplican cada 24 horas, el parche debe retirarse 8-10 h al día para evitar la
tolerancia provocada por la nitroglicerina.
El método de aplicación transdérmico debe seguir las
siguientes recomendaciones:
– Evitar áreas con pelo.
– Limpiar el área donde se aplica el parche (abdomen, tórax, brazo, pierna).
– Quitar las partes transparentes del parche, sin tocar su interior.
– Aplicar el parche.
– Evitar zonas húmedas, con roce o expuestas a mucho calor.
– Realizar una rotación de las zonas de aplicación.
•
•
•
•
•
40.2.2. Vías directas o inmediatas
ma general, la velocidad de administración debe
ser lenta (3-5 minutos).
Por esta vía se pueden administrar fármacos como:
albúmina, amoxicilina-clavulánico, atenolol, diazepam y muchos otros.
Nunca han de ser administrados preparados depot, cianocobalamina, dopamina, dobutamina, eritromicina, fenobarbital, insulinas retardadas (vía
s.c.), nitroprusiato, nitroglicerina, penicilinas retardadas, cloruro potásico, etc.
– Inyección i.v. intermitente: cuando el medicamento se administra diluido en 50-100 ml de
diluyente (generalmente suero salino fisiológico
0,9 por cien o solución de glucosa isotónica 5 por
cien) en un periodo de 3-60 minutos.
Por esta vía se suelen administrar: aciclovir, albúmina,
adrenalina, anfotericina B, azitromicina, eritromicina,
tobramicina, imipenen-cilastatina, vancomicina…
– Infusión i.v. continua: el medicamento se diluye en
soluciones de gran volumen (50-1.000 ml) y se administra de forma continuada; también puede realizarse
en pequeños volúmenes mediante bombas de jeringa: inmunoglobulinas i.v., dopamina, nitroprusiato sódico, potasio iv, cloruro de sodio hipertónico.
Vía intramuscular (i.m.): se utilizan músculos muy
irrigados como el deltoides y los glúteos. Hay que
evitar poner la inyección dentro de un vaso, ya que
existe riesgo de embolia. Pueden ser administrados
por esta vía amikacina, amitriptilina, vitamina B, estreptomicina, penicilinas retardadas (procaína, benzatina), sulpiride, tuberculina, vacunas, corticoides,
formas cronodose y depot.
Vía subcutánea (sc): tiene una absorción muy lenta, por
lo cual es poco empleada; se suelen administrar insulinas,
heparinas, calcitonina, interferones, vacunas, opioides...
Vía intradérmica: se administran anestésicos locales,
pruebas cutáneas (antígenos test, prueba de Mantoux).
Vías para acceder al sistema nervioso: vía epidural (anestésicos durante el parto), intratecal e intraventricular.
Vías específicas menos utilizadas: intraarterial, intraperitoneal, intraósea, intraarticular, intralinfática,
ureteral y vesical.
Genéricamente se incluyen bajo la denominación de vía
parenteral (cuando hay efracción de la piel o mucosas).
• Vía intravenosa (i.v.): es la vía utilizada en casos de
urgencia (por ejemplo, atropina). Permite la administración continuada de fármacos. Se clasifica en:
– Inyección i.v. directa: se administra el medicamento tal y como viene presentado (ampolla) o
previa reconstitución (vial con polvo) directamente
en vena o bien en el punto de inyección o catéter;
sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se recomienda diluir el medicamento con una cantidad
adicional de solución fisiológica o agua para inyección (API), antes de sus administración. Como nor-
40.3.
TÉCNICAS Y PROBLEMAS
MÁS FRECUENTES
EN LA ADMINISTRACIÓN
DE MEDICAMENTOS
40.3.1. Vía oral
A. Procedimiento
• Lávese las manos.
• Realice las comprobaciones básicas para la preparación y
administración de medicamentos: los cinco correctos.
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MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
• Explique y enseñe al cliente y a la familia, si procede,
todo lo referente a la técnica y medicación que va a
administrar.
• La posición adecuada para la administración de medicación por vía oral, salvo que esté contraindicada, es la
bipedestación, sedestación o Fowler, con la cabeza en
posición.
• Compruebe antes de la administración que no se han
producido cambios en el nivel de conciencia, ni en la
capacidad de deglución. Si tiene dudas sobre su capacidad de ingerir la medicación oral, controle los reflejos deglutorio, tusígeno y nauseoso. Si alguno de estos
está alterado, retire la medicación y avise al médico.
• Dé al cliente el vaso de medicación con todo lo que debe
tomar y ofrézcale agua o zumo para tragarla, si es posible.
• Si tiene dificultad para tomarla, dígale que coloque la medicación en la parte posterior de la lengua antes de tomar
el agua o zumo. La estimulación de la parte posterior de
la lengua desencadena el reflejo de deglución.
• Permanezca con el cliente hasta que haya ingerido totalmente cada uno de los medicamentos. La enfermera es responsable de asegurar que el cliente recibe el
medicamento y la dosis prescrita.
• Tras la administración, advierta al cliente que permanezca en posición de Fowler o sobre el lado derecho
con el cabezal elevado 30º durante treinta minutos,
para evitar el reflujo.
• Deseche el material utilizado.
• Lávese las manos.
• Registre la medicación administrada y firme la orden
médica.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Aspiración.
• Alteraciones gastrointestinales.
C. Observaciones
En caso de que el paciente presente disfagia, la administración de medicamentos por vía oral nunca es un procedimiento seguro. Si tiene paralizado sólo un hemicuerpo y está despierto y colabora, es posible que lo ingiera.
Intente administrar mejor medicamentos sólidos. Triture
los comprimidos y mézclelos con alimento blando. Nunca
lo haga con un derivado lácteo, porque estimula la salivación y aumenta el riesgo de aspiración.
Nunca triture una gragea, ya que se perdería la cubierta
entérica, disminuyendo o perdiendo su efecto terapeútico.
40.3.2. Vía sublingual
A. Procedimiento
• Coloque al paciente en posición de Fowler o semisentado.
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• Indique al cliente que sitúe la medicación bajo la lengua y deje que se disuelva totalmente.
• Avísele que no debe tragar saliva ni tampoco la medicación.
B. Observaciones
• No administrar líquidos con la medicación sublingual
al mismo tiempo.
• Si se traga, el medicamento es destruido en el estómago.
• Tampoco debe fumar.
40.3.3. Administración de medicación mediante SNG
A. Procedimiento
• Realice los tres primeros pasos descritos en la técnica
de administración de medicación por vía oral.
• La posición correcta para la administración de medicación por SNG es la sedestación o Fowler, si no está
contraindicada, ya que evita el reflujo.
• Compruebe, antes de la administración de la medicación, la posición y permeabilidad de la SNG:
– Aspire el contenido del estómago, registre el volumen y devuelva el aspirado al cliente, para prevenir
la pérdida de electrólitos y ácido clorhídrico.
– Si se observa un gran volumen de aspirado de 100
ml o más, readministre el líquido al cliente y avise
al médico antes de administrar la medicación. La
aspiración de grandes volúmenes puede contribuir
a la distensión gástrica, al reflujo esofágico y al vómito, lo que incrementa el riesgo de aspiración.
• Pince la SNG y retire la jeringa del extremo distal de la sonda.
• Retire el émbolo de la jeringa y reinserte la punta nuevamente en la SNG. Utilizando un vaso calibrado, instile
10 ml de agua en la SNG. Despince la sonda y permita
que fluya por gravedad.
• Administre la primera dosis de medicación. Añada
otros 10 ml de agua tras la misma.
• Si el agua o la medicación no fluye libremente y se ha
descartado obstrucción, dé un suave empujón con el
émbolo de la jeringa para favorecer el flujo del líquido.
• Tras la última dosis de la medicación, añada entre 30-60
ml de agua. Esto mantiene la permeabilidad de la SNG y
asegura la entrada de la medicación en el estómago.
• Pince la sonda, retire la jeringa y ponga un tapón de
SNG en su extremo.
• Tras la administración, advierta al cliente que permanezca en posición de Fowler o sobre el lado derecho
con el cabezal elevado 30º durante treinta minutos,
para evitar el reflujo.
• Deseche el material utilizado.
• Lávese las manos.
• Registre la medicación administrada y firme la orden
médica.
TEMA 40
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Aspiración.
• Alteraciones gastrointestinales.
• Déjele cómodo y proporciónele el máximo bienestar,
indicándole que avise ante cualquier molestia, dolor,
calambres o malestar.
• Recoja y limpie el material utilizado.
• Al finalizar la técnica, registre según proceda y firme.
C. Observaciones
B. Efectos adversos. Complicaciones
Cuando se administra alimentación continua con bomba de infusión, párela durante 15 minutos antes de la administración de la medicación.
Posteriormente, mantenga la alimentación parada durante una hora, así se evita que interaccione el medicamento con la alimentación y permite su adecuada absorción.
En caso de obstrucción de la SNG:
• Inyecte 5 ml de agua caliente en la sonda, clampar
durante cinco minutos. Lavar con agua hasta que salga limpia.
• Si continúa obstruido: triture un comprimido de bicarbonato sódico, mézclelo con enzimas pancreáticas y
5 ml de agua estéril. Inyecte la mezcla y clampar
durante 5 minutos. Lavar con agua hasta que salga
limpia.
40.3.4. Vía rectal
A. Procedimiento
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
Lávese las manos y emplee guantes no estériles.
Compruebe los cinco correctos.
Informe al cliente de la técnica a realizar.
Proporcione la intimidad necesaria al cliente.
Colóquele en la posición adecuada: decúbito lateral izquierdo con ambas rodillas flexionadas, manteniendo
la superior por encima de la inferior.
Examine el estado del ano y realice la higiene de la
región anal, si procede.
Lubrique la punta del supositorio o de la cánula y el
dedo índice con guante, antes de la inserción.
Con la mano no dominante, separe las nalgas del
cliente, para visualizar el ano.
Indíquele que respire profundamente varias veces por
la boca (relaja el esfínter anal y reduce la ansiedad de
inserción).
Con el dedo índice introduzca el supositorio, por su parte cónica, o cánula en dirección al ombligo unos 7 cm,
hasta sobrepasar el esfínter anal.
Mantenga apretadas las nalgas del cliente hasta que
ceda el tenesmo fecal.
Pídale que retenga el supositorio durante unos 10 minutos, permaneciendo en decúbito supino o lateral.
Quítese los guantes, introduciendo uno dentro del otro
y deséchelos en un lugar apropiado.
• Lesión de la mucosa rectal.
• Reacción vagal.
C. Observaciones
En el caso de supositorios con efecto laxante, conviene
insertarlos alrededor de 30 minutos antes de las comidas, ya que la ingestión de líquidos y alimentos estimula
el peristaltismo intestinal. Las medicaciones rectales están contraindicadas en clientes sometidos a cirugía rectal
o con sangrado rectal activo, así como en pacientes con
riesgo de arritmias cardiacas.
40.3.5. Vía tópica
A. Procedimiento
• Lavado de manos y uso de guantes no estériles.
• Compruebe los cinco correctos.
• informe al cliente de la técnica a realizar y eduque, si
procede.
• Coloque al cliente en la posición adecuada: con el área
que vamos a tratar a la vista, cuidando su intimidad.
• Cremas, pomadas y geles:
– Examine el estado de la piel.
– Límpiela, si fuera necesario, con jabón neutro.
– Aclare con una gasa impregnada en suero fisiológico.
– Séquela con una gasa con toques suaves, sin frotar.
– Aplique el medicamento, con un aplicador o gasa
o guante desechable, sobre la zona de manera
uniforme.
– Extienda el medicamento en la dirección del vello con
movimientos suaves hasta su completa absorción.
– Cubra la zona con un apósito si fuera necesario.
• Parches transdérmicos:
– No aplique el parche en pieles quemadas, lesionadas, con cortes o irritadas.
– Abra el envoltorio y retire el parche.
– Separe la lámina dejando al descubierto la superficie adhesiva, sin tocarla.
– Aplique el parche sobre un área seca y libre de vello, evitando las zonas de pliegues cutáneos y articulaciones. Estas zonas hacen que la absorción
sea irregular y su movimiento puede provocar el
desplazamiento del parche.
– Presione con firmeza con la palma de la mano durante
10 segundos. Asegúrese de que quede bien adherido.
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MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
– Para retirarlos y desecharlos, coloque los parches
doblados por la mitad y con las caras adhesivas en
contacto.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Dermatitis alérgica.
• Efectos adversos sistémicos.
C. Observaciones
Determinadas medicaciones oculares, como midriáticos y ciclopéjicos, borran temporalmente la visión del cliente. Su utilización errónea puede prolongar estos efectos
indeseables.
Extremar las medidas de asepsia por la gran facilidad
de contaminación.
C. Observaciones
• Evitar que el medicamento entre en contacto con los
ojos o con las mucosas.
• Restringir la aplicación del medicamento a la zona
afectada.
Es la administración de medicación en el saco conjuntival.
40.3.6. Vía oftálmica
A. Procedimiento
• Lávese las manos y póngase unos guantes.
• Informe al cliente de la técnica a realizar.
• Colóquele en una posición adecuada: decúbito supino o
sedestación con la cabeza ligeramente hiperextendida.
• Realícele la higiene de los ojos.
• Mantenga el ojo abierto, sujetando ambos párpados.
• Pídale que mire hacia arriba; disminuye la estimulación del reflejo palpebral.
• Instile el colirio sujetando el cuentagotas 1 ó 2 cm por
encima del saco conjuntival. Si cierra el ojo o si la gota
se derrama por fuera de los bordes del párpado, repita
el procedimiento. El efecto terapéutico de las gotas sólo
se obtiene cuando entran en el saco conjuntival.
• Indique al cliente que parpadee suavemente, ya que se
distribuye uniformemente la medicación a lo largo del ojo.
• Para administrar una pomada ocular: aplique un delgado cilindro de pomada uniformemente sobre la conjuntiva a lo largo del borde interno del párpado inferior,
desde el ángulo interno hacia el externo. Indíquele que
tenga el párpado cerrado y frote suavemente, ejerciendo un movimiento circular.
• Quítese los guantes, deseche el material, lávese las
manos y anote la actuación realizada.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Quemazón o dolor: el colirio se ha instilado sobre la córnea o el cuentagotas ha tocado la superficie ocular.
• Efectos secundarios locales: cefalea, enrojecimiento
ocular, irritación.
• Efectos secundarios sistémicos: FC, TA, tras la administración de un colirio de adrenalina.
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40.3.7. Vía nasal
Es la administración de medicación a través de la mucosa nasal. La forma más frecuente de instilación nasal
consiste en un nebulizador o gotas descongestionantes.
A. Procedimiento
• Lávese las manos y póngase los guantes.
• Compruebe los cinco correctos de administración de
medicación.
• Informe al cliente de la técnica a realizar.
• Para la administración de gotas, colocar al paciente en
decúbito supino con la cabeza inclinada hacia atrás.
• Pídale que se suene la nariz con suavidad, a menos
que esté contraindicado.
• Administre las gotas nasales. Ayúdele a adoptar el decúbito supino.
• Sujete la cabeza del cliente con la mano no dominante, esto previene la distensión de los músculos del
cuello. Indíquele que respire por la boca, ya que así se
disminuye la posibilidad de aspirar las gotas nasales
hacia la traquea y pulmones.
• Sujete el cuentagotas 1 cm por encima de las narinas
e instile el número de gotas prescritas hacia la línea
media del hueso etmoides (facilita la distribución de la
medicación sobre la mucosa nasal).
• Indíquele que permanezca en decúbito supino durante
cinco minutos. Infórmele que puede limpiarse el líquido que gotea por la nariz, pero no sonarse durante
algunos minutos.
• Retire el material en un contenedor adecuado, quítese
los guantes y lávese las manos. Anote la actuación
realizada.
B. Observaciones
Los frascos de la medicación son individuales. Nunca
deben intercambiarse.
40.3.8. Vía ótica
Es la administración de medicación en el conducto auditivo.
TEMA 40
A. Procedimiento
• Lávese las manos y póngase los guantes.
• Informe al cliente de lo que se va a realizar.
• Colóquele en decúbito lateral, con el oído que hay que
tratar hacia arriba.
• Coloque una toalla bajo la cabeza y el hombro. Sitúe
la batea por debajo del oído afecto.
• Limpie suavemente el pabellón auricular y la parte externa del canal auditivo.
• Irrigación:
– Vacíe la solución para irrigación en una batea
estéril y llene la jeringa de irrigación aproximadamente 50 ml, ya que es necesario líquido suficiente para aplicar un ritmo de irrigación continuo.
– Sujete suavemente el pabellón auricular y alinee
el canal auditivo, traccionando hacia atrás y hacia fuera (en niños, tirar hacia atrás y abajo).
– Instile lentamente la irrigación manteniendo la
punta de la jeringa a 1 cm por encima de la apertura del canal auditivo. Permita que el líquido drene
y continúe hasta que el canal esté limpio o la solución se acabe.
– Seque el exterior del canal auditivo y deje colocado un algodón sin apretarlo durante 5-10
minutos (absorbe el exceso de humedad en el
canal).
– Sitúe al cliente en una posición cómoda. Si estuviese encamado, colóquele en decúbito lateral
sobre el lado irrigado para facilitar el drenaje. Retire el material a un lugar adecuado y quítese los
guantes.
– Lávese las manos y anote la actuación realizada.
• Aplicación de gotas:
– Instile el número de gotas prescrito a la temperatura corporal sobre la pared lateral del conducto
auditivo sin tocarlo.
– Pida al paciente que permanezca en decúbito lateral durante cinco minutos y ponga un algodón en el
pabellón auricular para ayudar a retener la medicación cuando el paciente se levante.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Rotura timpánica.
• Vértigos o náuseas.
C. Observaciones
Si el cliente tiene cerumen impactado, instile una o
dos gotas de aceite mineral, o del ablandador disponible,
en cada oído dos veces al día durante 2-3 días antes de
la irrigación. Esto disuelve el cerumen y asegura una fácil
extracción del tapón.
40.3.9. Vía inhalatoria
A. Procedimiento
• Lavado de manos y uso de guantes no estériles.
• Compruebe los cinco correctos.
• Coloque al cliente en la posición adecuada: Fowler o
sedestación.
• Al finalizar la técnica en concreto, registre y firme.
• Cartucho en aerosol:
– Sujete el cartucho con los dedos índice y pulgar y
agítelo suavemente.
– Pida al cliente que se coloque la boquilla del cartucho en la boca.
– Solicítele que haga una respiración profunda y que
espire.
– Dígale que inspire por la boca muy lentamente y que al
mismo tiempo pulse una sola vez el cartucho.
– Pídale que retenga unos diez segundos la respiración y retire posteriormente el cartucho de la boca.
– Si es necesaria más de una dosis, indíquele que
espere un mínimo de 30 segundos para administrarla. Repetir el procedimiento.
– Enseñe al cliente a extraer el bote de medicación y a
limpiar el inhalador con agua caliente, ya que la acumulación de aerosol alrededor del extremo bucal puede
interferir en una distribución adecuada durante su uso.
– En el caso de utilizar dispositivos espaciadores o
cámaras aéreas, para facilitar la administración
del inhalador, indíquele, que tras los puff indicados
de medicación dentro de la cámara, no debe separar los labios de la boquilla, hasta respirar varias
veces por la boca y completar así la dosis prescrita.
B. Observaciones
Los niños de cinco años de edad y más se adaptan fácilmente a los inhaladores de polvo seco, pero necesitan
instrucciones cuidadosas y vigilancia para asegurarse de
que los usen correctamente.
Los inhaladores de polvo seco administran el medicamento sin necesidad de usar propulsores químicos, utilizados por niños mayores, no requieren el uso de espaciadores. Los medicamentos administrados por esta vía son
menos susceptibles de generar efectos secundarios.
Los inhaladores de polvo seco (Turbohaler® y Accuhaler®), a diferencia de los aerosoles presurizados, no
requieren una sincronización de la inspiración con la liberación de la dosis, puesto que la propia inspiración activa
el depósito.
Los inhaladores con el polvo en cápsulas, (inhaletas)
contienen el fármaco en forma de polvo en el interior de
una cápsula.
621
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
• Introducir la cápsula en el inhalador.
• Al presionar un botón, se perfora la cápsula quedando
así la sustancia disponible para la inhalación.
• A continuación, se aprieta la boquilla con los labios y
se inspira despacio, pero profundamente, para hacer
que el polvo sea arrastrado fuera de la cápsula por la
corriente de aire y pase a los pulmones.
Explíquele que puede notar una sensación nauseosa
en la garganta, debido a la presencia de restos de medicación en la faringe o en la lengua.
Este proceso se debe repetir dos veces, con lo que normalmente la cápsula se vacía por completo:
• Ventajas:
– Facilidad de empleo debido a su manejo sencillo
(no requieren coordinación pulsación-inspiración).
– Tienen un indicador que muestra la cantidad de
medicamento que queda en el inhalador.
– No utilizan gases propelentes contaminantes.
– Su reducido tamaño los hace manejables y fáciles
de transportar.
• Inconvenientes:
– Aumentan los efectos secundarios a nivel orofaríngeo.
– Algunas personas no aprecian la inhalación del fármaco.
– Si se espira en la boquilla, se dispersa la dosis preparada para ser inhalada.
• Mantenimiento y limpieza:
– Guardar el inhalador en un lugar seco.
– Vigilar el indicador del nivel de fármaco que queda
en el inhalador.
– Limpiar la boquilla con un paño y taparlo. No lavarlo con agua.
• Nebulización:
– Prepare el medicamento que va a administrar en la
jeringa seleccionada.
– Abra la tapa del recipiente nebulizador y vierta la
dosis del medicamento, añadiendo, si es preciso,
suero fisiológico.
– Cierre la tapa del recipiente nebulizador y adapte la
mascarilla a la cara del cliente con el máximo ajuste.
– Enséñele a mantener el nebulizador en posición
vertical. Impide que se vierta el contenido.
– Conecte la mascarilla a la fuente de gas presurizado (5-7 litros) y regule el flujo deseado. En caso de
administración a pacientes EPOC, el gas presurizado será aire comprimido y no O2 a alta concentración, por peligro de depresión respiratoria, ya que
la hipoxia dejará de ser un estímulo para respirar.
– Compruebe la salida de un vaho a través de los orificios laterales de la mascarilla.
– Controle la tolerancia del cliente y el normofuncionamiento del sistema.
– Cierre el flujo de gas presurizado.
– Retire el sistema de nebulización una vez finalizado y
proceda a su limpieza y secado correctos.
C. Efectos adversos. Complicaciones
Indique al cliente que realice un enjuague bucal tras la
administración de corticoides (evita la aparición de hongos
en la mucosa bucal).
• Realizar el lavado de manos y colocarse los guantes.
• Colocar al paciente en una posición cómoda (sentada
622
Tras la administración de aerosoles, mantener la
piel de la cara limpia y seca para evitar la irritación
cutánea.
• Sobredosis.
• Alteración de la mucosa oral, que favorece la aparición
de hongos.
• Retraso en la aparición del efecto terapéutico.
40.3.10. Vía vaginal
A. Procedimiento
•
•
•
•
•
Realizar el lavado de manos.
Informar a la paciente y preservar su intimidad.
Colocarle en posición de litotomía y ponerle la cuña.
Realizar la higiene de los genitales.
Separar los labios mayores con una gasa y localizar el
orificio vaginal.
• Introducir el óvulo vaginal lubricado, o el aplicador, de
5 a 7 cm.
• Retirar la cuña y dejar una compresa perineal y dejar a
la paciente en una posición cómoda.
• Retirarse los guantes, lavarse las manos y registrar la
técnica.
B. Efectos adversos. Complicaciones
Un uso excesivo de duchas o irrigaciones medicinales
pueden producir irritación vaginal.
C. Observaciones
40.3.11. Vía parenteral
Las cremas, gelatinas y espumas vaginales se aplican
utilizando un aplicador tubular con un émbolo.
Vía intradérmica
Administrar al paciente un fármaco debajo de la piel,
en la dermis, con fines diagnósticos, generalmente. Esta
vía no se utiliza con fines terapéuticos.
A. Procedimiento
TEMA 40
Figura 40.2. Acceso intradérmico
Figura 40.3. Inyección subcutánea
o Fowler).
• Seleccionar la zona de punción. Las localizaciones
ideales son: la cara interna del antebrazo, la región
subescapular y la parte superior del tórax.
• Limpiar la zona con antiséptico y dejar secar.
• Estirar la piel sobre la zona de punción con los dedos
pulgar e índice.
• Insertar la aguja conectada a la jeringa con el bisel
hacia arriba, formando un ángulo de 15º.
• Introducir la aguja unos 3 mm por debajo de la epidermis, asegurando que el bisel queda dentro de la
epidermis.
• Inyectar lentamente la sustancia formando un habón
o botón dérmico.
• Retirar la aguja mientras aplica suavemente una
gasa.
• No dar masajes sobre la zona puncionada, podría
dispersar la medicación hacia tejidos subyacentes y
alterar los resultados.
• Marcar con el rotulador un círculo alrededor de la
vesícula y, si fuera necesario, observar alguna reacción.
• Indicar al paciente que no se lave, ni se toque la
zona de punción.
• Recoger el material, retirarse los guantes, lavarse
las manos y registrar el procedimiento.
mica tienen que estar libres de lesiones y vello.
• Se utiliza sobre todo en el test de la tuberculina
(Mantoux) y para la realización de pruebas de alergia. A pesar de que con este tipo de inyección se
administran pequeñas cantidades de medicación
(0,01-0,1 ml), es conveniente tener preparado el
carro de reanimación, si el cliente fuera alérgico al
antígeno inyectado.
• En el test de la tuberculina, se inyectan 5 U (0,1
ml) de tuberculina y se realiza la lectura entre las
48 y 96 horas. Se mide el diámetro transversal de
la induración. Si es menor de 5 mm, la prueba es
negativa.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Dolor.
• Reacción anafiláctica.
• Infección. Advertir al cliente que no se rasque en la
zona de inyección ya que podría infectarse.
• Irritación tisular.
C. Observaciones
• Las zonas en las que se realizará la punción intradér-
Vía subcutánea
Una inyección subcutánea (SBC) se utiliza para administrar medicación en el tejido subyacente a la dermis.
A. Procedimiento
• Realizar el lavado de manos y ponerse los guantes.
• Colocar al paciente en una posición cómoda.
• Seleccionar la zona de punción adecuada (abdomen,
parte externa de los brazos, parte externa de los muslos, glúteos).
• Limpiar la piel con un antiséptico y dejar secar.
• Sujetar con la mano no dominante la zona de inyección: pellizcar sujetando la piel o estirándola (facilita
la inserción de la aguja y disminuye la sensación de
dolor).
• Introducir la aguja con el bisel hacia arriba formando
un ángulo de 45º a 90º y soltar la piel.
• Aspirar (si aparece sangre, retirar la aguja y repetir el
procedimiento) y, posteriormente, introducir el medicamento lentamente.
• Retirar la aguja y jeringa y aplicar una suave presión
con algodón sobre la zona de punción sin friccionar.
623
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
• Desechar el material, quitarse los guantes, lavarse las
manos y registrar el procedimiento.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Formación de abscesos estériles por soluciones concentradas o isquemia y necrosis por sustancias irritantes.
• La inyección repetida en el mismo punto crea una
zona de fibrosis que provoca irregularidades en la
absorción y favorece la aparición de lipodistrofias.
• Dolor.
• Formación de granulomas y nódulos al administrar
sustancias con microcristales.
C. Observaciones
• La heparina se administrará en el abdomen y no requiere aspiración previa para prevenir la aparición de
hematomas.
• La cantidad de tejido adiposo del cliente determina la elección del ángulo de inyección. Así, en pacientes obesos, elegiremos los 90º, y en pacientes
caquécticos y con poco tejido subcutáneo, será de
45º.
• En tratamientos prolongados por vía subcutánea es
preciso rotar las zonas de punción para evitar lipodistrofias.
Vía intramuscular
Figura 40.4. Acceso intramuscular a zonas corporales
A. Procedimiento
• Realizar el lavado de manos y ponerse los guantes.
• Colocar al paciente en una posición cómoda según la
zona de punción.
• Seleccionar la zona de punción adecuada:
• Dorsoglúteo (glúteo mayor).
• Vasto lateral externo.
• Deltoides.
• Ventroglúteo.
• Limpiar la piel con un antiséptico y dejar secar.
• Realizar la punción en un movimiento rápido y seguro
en el punto seleccionado, empleando una técnica cerrada (puncione sin retirar la aguja de la jeringa), con
un ángulo de 90º.
• Antes de inyectar la medicación, aspirar para asegurarse de no haber pinchado una vena o arteria.
Si esto ocurre, retire la aguja y repita el procedimiento.
• Inyecte lentamente y de forma suave la medicación
para disminuir el dolor.
• Sujetar la jeringa firmemente cuando la aguja se encuentra en los tejidos, para evitar la lesión tisular.
• Retirar suavemente la aguja con el mismo ángulo utilizado para la inserción.
624
• Aplicar una leve presión sobre la zona ya que favorece
la absorción del fármaco evitando su acumulación y
aliviando el dolor.
• Desechar el material, retirarse los guantes, lavarse las
manos y registrar el procedimiento.
B. Efectos adversos. Complicaciones
• Abscesos estériles por irritación del tejido cutáneo y
subcutáneo al utilizar medicamentos irritantes o soluciones concentradas.
• Infección local.
• Lesión nerviosa.
• Hemorragia local.
• Dolor.
C. Observaciones
La administración de medicación por vía intramuscular está contraindicada en aquellos pacientes que
presentan alteraciones en la coagulación sanguínea o
tratamiento anticoagulante, por el riesgo de formación
de hematomas.
TEMA 40
Localización de los puntos de punción
• Dorsoglúteo: también llamada zona de Barthelemy. Se
localiza dividiendo el glúteo en cuadrantes. La inyección se administra en el cuadrante superior externo.
Es preciso elegir el punto de inyección cuidadosamente por el gran riesgo de puncionar el nervio ciático,
arteria glútea o el hueso.
• Vasto lateral externo: está situada en la cara anterolateral del muslo. La zona a puncionar se extiende
desde un palmo por debajo del trocánter mayor del
fémur hasta uno por encima de la rodilla, en la cara
anterolateral del muslo. Es una zona de punción segura, ya que no existen vasos sanguíneos ni nervios
adyacentes.
• Deltoides: se localiza en la cara lateral de la parte superior del brazo. Se utiliza para pequeños volúmenes
de medicación. Se localiza la zona de punción a 5 cm
o tres traveses de dedos por debajo del acromión.
• Ventroglúteo: también llamada zona de Von Hochsteter. Es una zona de punción segura en todos los
clientes por estar alejada de grandes vasos sanguíneos y nervios principales.
• Procedimiento:
– Realizar el lavado de manos y ponerse los guantes.
– Colocar al paciente en una posición cómoda.
– Comprobar los cinco correctos.
– Retirar el tapón de la llave de tres pasos y situarlo
en una gasa estéril.
– Limpiar la entrada de la llave con antiséptico.
– Insertar la jeringa y girar la llave de tres pasos para
abrirla.
– Aspirar para verificar la permeabilidad de la vía y
administrar la medicación (la velocidad de administración vendrá determinada por el tipo de fármaco, la dilución, el estado del paciente, etc.).
– Limpiar el catéter con 2-3 ml de suero fisiológico, girar
la llave para cerrarla y colocar el tapón.
– Desechar el material, quitarse los guantes, lavarse
las manos y registrar el procedimiento.
• Observaciones: es el método más peligroso de administración de medicación, ya que no da tiempo a corregir errores. Los efectos terapéuticos y nocivos son
casi instantáneos.
B. En infusión permanente (sueroterapia)
Establezca el punto exacto de punción colocando la
palma de su mano sobre el trocante mayor del fémur, con
los dedos apuntando hacia la cabeza del cliente.
Utilice la mano derecha para la cadera izquierda y la
mano izquierda para la cadera derecha. Con el dedo índice
sobre la espina ilíaca anterosuperior del paciente, desplace el dedo medio hacia atrás, siguiendo la cresta ilíaca. El
triángulo formado por el dedo índice, el dedo medio y la
cresta ilíaca es la zona de inyección.
Técnica en Z
Cuando el medicamento que se tiene que administrar
es irritante y puede causar tinciones en la piel, se suele
utilizar esta técnica, que consiste en:
• Efectuar un desplazamiento lateral de la piel y del tejido
subcutáneo sobre el músculo antes de la inyección.
• Una vez retirada la aguja, soltar el tejido que se ha
desplazado para formar un trayecto en zigzag, lo que
proporciona un sello sobre la medicación inyectada,
evitando así su salida.
• No masajear la zona de punción.
Vía intravenosa
Se define como la administración de medicación directamente a la circulación sistémica con dos objetivos principales:
• Conservar o reemplazar líquidos y electrólitos.
• Mantener niveles de fármacos constantes en el organismo.
• Procedimiento:
– Realizar el lavado de manos y ponerse los guantes.
– Colocar al paciente en una posición cómoda.
– Comprobar los cinco correctos.
– Preparar la dilución según la prescripción e identificar el preparado para evitar errores.
– Conectar el sistema de goteo al suero o dilución
preparada.
– Purgar el sistema asegurándonos que no existe
aire en su recorrido.
– Retirar el tapón de la llave de tres pasos y conectar el sistema de goteo.
– Abrir y regular la velocidad del goteo mediante el
dispositivo existente en el sistema.
Cálculo de ritmo de goteo:
A. En bolus
Volumen total x 20*
Se trata de la administración de un tratamiento prescrito directamente y de una sola vez en la circulación sistémica. Normalmente se hace a través de una vía venosa
previamente canalizada.
Tiempo de infusión (minutos)
=
gotas
minuto
* Factor de goteo (en sistemas de microgoteo, 60)
625
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
– Vigilar la zona de inserción del catéter y comprobar
el correcto funcionamiento del sistema.
– Desechar el material, quitarse los guantes, lavarse
las manos y registrar el procedimiento.
M. cardiovasculares
Calcio, dopamina, dobutamina,
labetalol, nitroprusiato, hidralazinaM.
M. de estrecho margen
terapéutico,
Amikacina, ciclosporina, gentamicina,
fenitoína, fenobarbital, teofilina,
vancomicina, tobramicina
Cálculo de dosis:
Sólo son estables en
glucosado 5%
Amiodarona, anfotericina B, flecainida,
haloperidol, nitroprusiato,
noradrenalina, zidobudina
Sólo en suero salino
fisiológico
Amoxicilina, clavulónico, dihidralazina,
eritromicina, estreptomicina, fenitoína,
hidralazina, hierrosacarosa, infliximab,
somatostatina
Incompatibles PVC
Ciclosporina, factor VIIIa, nimodipino,
nitroclicerina, paclitaxel, tacrólimus
Requieren filtros
especiales
Abciximab, anfotericina B, liposamal y
lipídica, infliximab
Las ampollas pueden
administrarse vía oral
Estreptomicina, aminocaproico,
metamizol, tropisetron, vancomicina,
vitamina B12
Potasio i.v. agitar
diluciones
Nunca vía i.v. directaDiluido (máx 80 Eq/l)
Perfusión i.v. (velocidad < 10-20 mEq/h
nunca < 40 mEq/h
Calcio i.v.
administración rápida =
bradicardia
Evitar extravasación, no administrar con
fosfato, digoxina- Mejor glucobionato (3 min)
Vía i.m. sólo glucobionato
Cloruro sódico
En volúmenes elevados (v < 100 ml/h)
Bicarbonato sódico
I.v. directa (1-3 min)
Perfusión i.v. v < 50 mEq/h
Fórmula
=
D
H
xQ
D: dosis que se desea administrar.
H: dosis disponible.
Q: cantidad.
• Efectos adversos. Complicaciones:
– Locales:
› Infiltración (inflamación, frialdad, palidez, decoloración, tensión en piel y tejidos, fuga).
› Flebitis. Tromboflebitis.
– Sistémicas:
› Sobrecarga de líquidos.
› Infección.
› Embolismo aéreo.
› Shock anafiláctico.
› Toxicidad farmacológica aguda.
• Observaciones:
– Controlar periódicamente el ritmo de goteo.
– Vigilar y observar al paciente mientras se administra la medicación para valorar la aparición de posibles reacciones adversas.
– En caso de extravasación de fármacos agresivos e
irritantes (quimioterapia):
› Interrumpir la perfusión, dejando la cánula.
› Aspirar a través de ella.
› Poner hielo, elevar el brazo y aplicar crema de
esteroides (en el caso de la Vinca, aplicar calor
y no administrar corticoides).
› No ejercer presión sobre la zona.
› Aplicar antídotos, si los hubiera, para el fármaco extravasado.
Consideraciones importantes
para la administración segura de medicamentos
vía parenteral
Para evitar la aparición de reacciones adversas moderadas o graves en el paciente, se recomienda administrar
los medicamentos que aparecen en la Figura 40.5 diluidos.
Generalmente, no se aconseja la administración i.v.
directa y, en el caso de medicamentos cardiovasculares,
suele ser recomendable la monitorización de TA y ECG durante su administración.
626
Figura 40.5. Medicamentos de riesgo
en administración parenteral
Administración de hemoderivados
Es el conjunto de actividades encaminadas a administrar al enfermo por vía endovenosa sangre o hemoderivados:
• Hematíes: el objetivo es restituir el volumen de sangre
o aumentar el transporte de oxígeno en la misma.
• Plaquetas: restaurar o aumentar el nivel de plaquetas
en la sangre.
• Plasma: proporcionar o incrementar los factores de
coagulación y reponer el volumen plasmático.
Los antígenos eritrocitarios de la sangre son los que determinan la compatibilidad de esta. Los sistemas de grupo más importantes son los sistemas AB0 y Rh. La sangre
del grupo 0 no tiene antígenos eritrocitarios, pudiendo ser
transfundida al resto de los grupos con seguridad, se le
considera dador universal.
Las personas con el grupo AB (tienen antígenos A y B)
sólo pueden dar sangre a individuos del mismo grupo AB.
Los individuos Rh positivos poseen el antígeno D; por ello,
aun siendo del mismo grupo pero con Rh diferente no es
compatible la sangre. La sangre de un grupo diferente al
del receptor, independientemente de Rh, no es compatible,
a excepción del 0 negativo que se le considera el dador
universal.
TEMA 40
A. Procedimiento
• Lavarse las manos, ponerse guantes y preparar el material necesario.
• Informar del procedimiento al paciente, de los signos
y síntomas de alarma que pueden aparecer en casos
de reacción transfusional.
• Colocarle en posición cómoda.
• Verificar la identidad del paciente. Comprobar que
los datos corresponden con la bolsa de sangre, así
como la compatibilidad del grupo sanguíneo.
• Verificar el estado de conservación de la bolsa (color,
aspecto, temperatura, etc.).
• Constatar la existencia de consentimiento informado.
• Tomar las constantes antes de iniciar la transfusión.
• Purgar el sistema con cuidado de no perforar la bolsa
de sangre.
• Agitar la bolsa de sangre suavemente.
• Utilizar un acceso venoso de gran calibre.
• El ritmo de infusión, los diez primeros minutos, debe
ser más lento para detectar posibles reacciones adversas (reacción hemolítica aguda). La administración
completa no ha de sobrepasar las dos horas.
• Valorar los signos vitales del paciente.
• Al finalizar la transfusión, lavar la vía con suero salino.
• Desechar el material utilizado, quitarse los guantes y
lavarse las manos.
• Registrar la técnica realizada.
B. Efectos adversos. Complicaciones
•
•
•
•
•
•
•
Reacción hemolítica aguda.
Fiebre.
Reacciones alérgicas.
Sobrecarga circulatoria.
Embolia gaseosa.
Infecciones.
Hipotermia.
C. Observaciones
• En caso de reacción transfusional:
– Detener la transfusión inmediatamente.
– Iniciar perfusión de suero salino.
– Controlar las constantes y estado general del paciente.
– Informar a su equipo médico.
– Poner en marcha el protocolo de reacción transfusional de cada centro (remitir bolsa y sistema al
Banco de Sangre).
• Mantener en todo el procedimiento las normas de
asepsia para evitar infecciones.
• La transfusión de plasma y plaquetas no precisa un
acceso venoso de gran calibre, ya que es más fluido
que los hematíes.
• La administración de las plaquetas debe ser rápida
(una unidad cada diez minutos).
40.4.
MANIPULACIÓN DE CITOSTÁTICOS
40.4.1. Vías y formas de administración
de quimioterapia
Fundamentalmente, los citostáticos se administran
por la vía i.v., i.m., s.c. o v.o. La selección de una vía u otra
depende de los factores farmacodinámicos (solubilidad,
efecto del pH ácido del estómago y enzimas digestivas,
absorción, efecto de primer paso hepático, etc.) y de la
irritación local.
• Por vía i.v.: se prefieren los catéteres centrales, que
proporcionan una mayor confortabilidad para el paciente, preservan los accesos venosos periféricos y
previenen la extravasación con un riesgo bajo de complicaciones (flebitis, trombosis e infecciones).
• Catéter central: aconsejable en caso de citostáticos
muy irritantes o vesicantes, tratamientos a domicilio o
mal acceso venoso.
• Catéter periférico: es preferible utilizar un catéter de
plástico, corto y de pequeño calibre para evitar una
mayor irritación de la vena por roce.
40.4.2. Preparación de citostáticos
Se ha de tener un cuidado especial con la manipulación
de los fármacos citostáticos por sus peligros potenciales,
siguiendo las recomendaciones de empleo de forma muy
estricta:
• Se han de preparar en una campana de seguridad biológica de flujo laminar clase II.
• Utilizar ropa protectora adecuada (bata estéril impermeable de un solo uso, guantes quirúrgicos de látex
colocados encima de los puños de la bata, gafas con
protecciones laterales, gorra y mascarilla).
• La ropa contaminada se debe cambiar después de la
administración del fármaco.
• Lavado de manos antes y después de la administración del fármaco e inmediatamente después de cualquier tipo de contacto entre la piel y el fármaco.
• Protección de todas las superficies de trabajo con materiales absorbentes e impermeables.
• Especial cuidado en la eliminación de materiales contaminados (contenedores específicos para residuos
tóxicos).
• No se ha de comer, beber, fumar, etc., en el lugar
donde se preparen o administren citostáticos.
Actualmente vienen preparados desde el Servicio de
Farmacia. Cuando sea necesario, el profesional de enfermería protegerá el fármaco de la luz. También es muy importante que en la zona de trabajo existan los recipientes
627
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
residuales para deshacerse de los excesos de solución y
efectuar la purga de los equipos de suero de una forma
adecuada y segura.
40.4.3. Administración de citostáticos
• Verificar la identificación del paciente: revisar la historia y las alergias.
• Comprobar las instrucciones médicas (dosis, vía, tasa
y tiempo de administración de la medicación).
• Conocer los efectos colaterales inmediatos y a largo
plazo de los fármacos.
• Evitar utilizar fármacos por la vía i.v. junto con vesicantes (aquellos que forman ampollas: alcaloides de la
Vinca, antibióticos antineoplásicos, mostazas).
• Insertar vía i.v. (abocath, venocath, drum, palomita)
según las normas y procedimientos del centro. Es
aconsejable una vena de grosor importante y de trayecto rectilíneo. Al seleccionar el lugar de inyección
se recomienda el siguiente orden de preferencia:
antebrazo>dorso de las manos>muñeca>fosa antecubital. Cuando se canalice la vía, el apósito ha de
permitir valorar las posibles flebitis y extravasaciones.
No se debe canalizar una vía en un brazo edematoso
o en el que se haya practicado una linfadenectomía.
Consecuentemente, nunca utilizar el brazo homolateral a una mastectomía (que suele asociar vaciamiento
axilar).
• La expulsión de posibles burbujas en la jeringa se realizará colocando una gasa estéril impregnada en alcohol al 70 por 100.
• Todos los medicamentos vesicantes deben ser administrados mediante una conexión en Y a un goteo de
suero fisiológico.
• En el caso de tener que inyectar varios citostáticos, el
vesicante se hará en último lugar.
• Cuando todos los citostáticos son vesicantes, se empezará por el de menor volumen de dilución.
• Al finalizar la administración del citostático, lavar el
equipo y la vena con suero fisiológico.
• Vigilar la extravasación del producto (dolor intenso,
quemazón, hormigueo, eritema). Se puede producir
necrosis y ulceración del tejido, pudiendo llegar a ser
necesario un desbridamiento quirúrgico.
• Finalizada la administración, se ha de depositar todo
el material utilizado (gasas, agujas, equipos, guantes,
etc.) en una bolsa de cierre debidamente etiquetada
o en contenedores específicos, con la leyenda de contenido citotóxico.
• Se deberá evaluar la función medular (recuentos de
elementos sanguíneos) de forma periódica. Ha de
tenerse en cuenta que durante el tratamiento pueden requerirse medidas de soporte como antibióticos,
transfusiones de plaquetas o leucocitos y protección
ambiental (aislamiento, etc.).
628
40.4.4. Accesos venosos centrales utilizados
en la administración de citostáticos
Lo accesos centrales son de elección en quimioterapia
por la agresividad de los agentes empleados y la necesidad de tratamientos asociados (hemoderivados, antibióticos, etc.), así como la monitorización cardiovascular en
algunos casos.
Para su correcta utilización y la conservación de los catéteres de larga duración es necesario:
• Conocer la implantación y funcionamiento de los catéteres.
• Dar guías al paciente y a los familiares sobre el cuidado y la conservación de los mismos.
• Conocer las complicaciones y resolución de las mismas.
Figura 40.6. Tipos de cáterer
A. Catéter de silicona (tipo Hickman)
Es un catéter de silicona de larga duración, que puede
ser de una o dos luces. Su longitud es de 90 cm y con diferentes tamaños de luces (12 french y 9 french).
• Ventajas:
– Permite la perfusión de hemoderivados.
– Extracciones analíticas frecuentes.
– Al enfermo no se le punciona nada más que en el
momento de su implante.
• Inconvenientes:
– Requiere autocuidados dos veces por semana.
– Mayor riesgo de infecciones, al ser un sistema
abierto al exterior.
• Cuidados del catéter: el cambio del apósito del lugar
de salida del catéter se debe hacer diariamente.
– Vigilar si hay enrojecimiento, inflamación, dolor o
supuración (signos de infección).
– De forma aséptica, y con gasas estériles empapadas con suero fisiológico, se limpia bien la zona,
siempre hacia fuera para arrastrar bacterias, restos de exudados, etc.
TEMA 40
– Desinfectar con povidona yodada el lugar de salida
y tapar con un apósito limpio.
B. Catéter central con reservorio subcutáneo
El reservorio consiste en un portal de titanio (en cuya
base encontramos orificios para su fijación con sutura a
los tejidos) con una membrana de silicona comprimida a
alta presión. El portal se conecta a un catéter de silicona.
• Indicaciones: se utiliza para la administración de drogas, componentes sanguíneos, fluidos y también para
la extracción de muestras de sangre.
• Ventajas:
– Bajo índice de infección por tratarse de un sistema
interno cerrado.
– Permite un elevado número de punciones.
– Cómodo para el paciente.
– Estéticamente mejor aceptado (no se ve en el exterior).
• Inconvenientes: en cada administración hay que pinchar la piel del enfermo para acceder al reservorio.
• Cuidados del catéter:
– Vigilar las constantes vitales.
– Revisar el apósito colocado en quirófano y asegurarse de que no hay sangrado abundante.
– Reducir la inflamación con un saco de arena o bolsa
de hielo sobre el lugar de inserción.
Los catéteres deben de vigilarse bajo control radiológico para confirmar su correcta implantación. Se han de
realizar lavados con suero fisiológico y sellarlos con suero
fisiológico heparinizado.
40.4.5. Cuidados de enfermería
Evitar la extravasación. Precauciones en la administración, son fármacos muy agresivos con alto poder de
penetración. Los citostáticos son agentes mutágenos con
potencial carcinogénico.
Además algunos antineoplásicos son tóxicos irritantes,
por lo que se deberá evitar la extravasación de los mismos.
De esta manera podemos clasificar a estos agentes en
función de su capacidad irritativa en:
• Citostáticos vesicantes: asociados a necrosis una vez
extravasados (cisplatino, daunorrubicina, vincristina,
etc.).
• Citostáticos irritantes: causantes de irritación local
(ciclofosfamida, bleomicina, etc.).
• Citostáticos no agresivos: usualmente presentan
problemas cuando se extravasan (metrotexato, melfalán...).
Una vez comprobada la extravasación, su tratamiento
se realizará aplicando medidas inespecíficas a todos los
fármacos y la aplicación de medidas específicas a algunos
agentes vesicantes. La resolución final de muchas extravasaciones es la cirugía plástica.
• Medidas inespecíficas:
– Interrumpir inmediatamente la perfusión, dejando
la cánula in situ.
– Aspirar a través de la cánula para intentar extraer la
mayor cantidad de fármaco.
– Marcar los bordes del área que se sospecha afectada. Valorar la gravedad.
– Si se ha formado una ampolla, extraer la mayor cantidad de líquido posible con una aguja de insulina.
– Aplicar hielo, poner el brazo en alto y una crema de
esteroides (en los derivados de la Vinca lo que hay
que hacer es elevar el brazo pero aplicar calor y evitar las cremas de corticoides).
– No ejercer ninguna presión sobre la zona (no poner
vendajes).
– Documentar ampliamente el suceso y comunicarlo
al médico responsable.
– Observar la evolución. Informar al paciente.
• Medidas específicas: inyectar antídotos alrededor del
punto de extravasación para aquellos citostáticos que
los posean (tiosulfato para actinomicina, hidrocortisona para los antibióticos antitumorales, hialuronidasa
para los derivados de la Vinca, etc.).
• Evitar infecciones: los pacientes oncológicos suelen
estar inmunodeprimidos. La enfermera ha de vigilar
los signos y síntomas que evidencian una infección
local o generalizada. El lavado de manos antes y después de cualquier contacto con el enfermo es la principal medida de control de las infecciones. El control
de piel y mucosas para evitar infecciones tiene los siguientes aspectos:
– Eludir golpes y lesiones.
– Evitar las uñas muy cortas.
– Potenciar una adecuada higiene personal.
– Buena higiene perianal después de la defecación.
– Se recomiendan los baños de asiento para reducir
el traumatismo de la zona perianal.
– Evitar lesiones de la mucosa rectal con técnicas
agresivas (enemas, termómetros rectales, etc.).
Usar laxantes para ello.
– Vigilar la mucosa vaginal (no usar tampones).
– Aconsejar el lavado de los dientes con un cepillo
blando.
– Buena higiene bucal (ver más adelante).
– Usar lubrificantes para evitar que los labios se corten y se sequen.
– Reducir las abrasiones y las grietas en la piel.
– La dieta aconsejada debe tener un alto contenido
calórico y proteico. Evitar alimentos ácidos, fritos,
amargos, picantes, muy salados o condimentados,
así como verduras crudas, frutas y bebidas gaseosas. Añadir suplementos nutricionales si es necesario.
629
MANUAL CTO OPOSICIONES
DE
ENFERMERÍA
– Especial cuidado con los puntos de punción de catéteres, sondas vesicales (evitar sondas permanentes), heridas, etc.
– Ambiente limpio.
– Monitorizar las constantes vitales (temperatura, TA,
FC, FR).
• Estomatitis y mucositis: el paciente conocerá el régimen de higiene oral y tendrá la mucosa oral libre de
irritación y ulceración. La enfermera deberá:
– Enseñar y establecer un régimen de higiene oral al
inicio de la quimioterapia. Se realizará tras cada comida y antes de acostarse.
– Entrenar al paciente en el cepillado de dientes
atraumático.
– Valorar y registrar el estado de la cavidad oral en
cada turno (color, humedad, presencia de lesiones).
– Correcta hidratación de los labios.
– Si se observa infección, se cultivará la cavidad oral
y la higiene se llevará a cabo cada dos horas.
– En caso necesario, administrar medicación antifúngica y/o antibacteriana según pauta. Si existe candidiasis oral, el paciente deberá realizar los enjuagues
con la solución pautada para ello y luego tragarlo
(por la posible asociación a candidiasis esofágica).
– Proporcionar dieta líquida. La dieta blanda reducirá
la irritación y el dolor. Los alimentos no han de ser
muy calientes. Si es preciso, se administrará nutrición enteral o parenteral.
– Uso de anestésicos tópicos, saliva artificial, manzanilla o agua de bicarbonato.
– Fomentar el uso de enjuagues bucales con lidocaína viscosa, antes de la higiene oral y de las comidas para disminuir el dolor. Administrar analgesia
de moderada a fuerte (paracetamol, morfina).
• Diarrea: los pacientes a los que se les ha practicado
un trasplante de médula ósea pueden padecer diarreas importantes, ya que las células inmunocompetentes de la médula del donante no reconocen las
células del tubo digestivo del paciente y las destruyen. Otras causas de diarrea son la infección intestinal y la muerte de las células del epitelio intestinal
secundaria a la quimioterapia. Ante la sospecha de
una infección gastrointestinal, no se administrarán
fármacos antidiarreicos (para no inferir en la eliminación de los agentes patógenos gastrointestinales)
por el riesgo de sufrir una sepsis fulminante. Las medidas dietéticas son la primera terapia a seguir para
erradicar la diarrea. Se evitarán los fritos, los alimentos muy fríos o muy calientes, la cafeína, el alcohol,
las grasas, las especias, los lácteos y las verduras.
A veces será necesaria la nutrición parenteral a causa de la estomatitis grave, la diarrea recurrente o la
inapetencia persistente. La enfermera deberá:
– Controlar y registrar las características de las heces
(frecuencia, cantidad, consistencia, presencia de
sangre visible u oculta).
630
– Valorar y registrar la zona perianal.
– Enseñar a realizar los lavados de la zona perianal
con abundante agua y jabón neutro, secando bien
la zona. Reforzar la necesidad de lavarse después
de cada deposición.
– Prevenir tanto la diarrea como el estreñimiento.
– Valorar los signos de deshidratación y estimular
al paciente para que aumente la ingesta de líquidos.
– Los antidiarreicos se administrarán por orden médica.
• Estreñimiento: existen fármacos que aumentan el
estreñimiento, como los alcaloides de la Vinca (daño
de plexos nerviosos). El íleo paralítico puede ser una
complicación grave, aunque poco frecuente.
• Los tumores colorrectales, los ováricos y los linfomas
abdominales pueden cursar con una obstrucción parcial que dificulte la deposición.
• La hipercalcemia y la hiperpotasemia (presentes como
efectos secundarios de algunos citostáticos) pueden
ocasionar la reducción de la motilidad intestinal.
– El estreñimiento se puede tratar aumentando la
ingesta hídrica (>3.000 ml/día) si no está contraindicada por otra causa, con dieta rica en residuos,
fibra y con laxantes.
– Nunca administrar supositorios o enemas (por el
riesgo de sepsis).
40.5.
ADMINISTRACIÓN
DE MEDICAMENTOS EN EL
DOMICILIO: VIGILANCIA DE LOS
PACIENTES POLIMEDICADOS
La edad es un factor que se encuentra asociado a un
mayor consumo de medicamentos; los ancianos presentan
mayor pluripatología, lo que aumenta a la vez el riesgo de
iatrogenia medicamentosa o reacciones adversas presentadas en el paciente como resultado del tratamiento farmacológico.
El número total de fármacos es el principal factor asociado a la aparición de efectos adversos, interacciones,
errores de medicación e incumplimiento.
Es imprescindible la participación de un equipo multidisciplinar, familiares de los pacientes y el propio paciente
siempre que sea posible para una correcta adhesión al tratamiento prescrito.
40.5.1. Cuidados de enfermería
• Realizar una historia completa de medicación.
• Obtener una valoración integral del paciente; realizar
un proceso de análisis e interpretación de los datos,
identificando los factores de riesgo y valorando los
TEMA 40
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patrones alterados y los posibles problemas para el
seguimiento correcto del tratamiento prescrito.
Valorar la autonomía del paciente en su domicilio,
evaluando periódicamente su estado cognitivo, la audición, la agudeza visual y la destreza manual (como,
por ejemplo, la facilidad para coger la medicación del
envase).
Evitar pautas complejas para mejorar el cumplimiento.
Utilizar calendarios, diarios o pastilleros, a poder ser
semanales. Intentar que las pautas de los diferentes
medicamentos coincidan en el tiempo y con alguna
actividad (la hora de la comida, de la cena…), de esta
forma se refuerza la memoria del paciente.
Tener en cuenta las posibles interacciones con alimentos.
Evaluar periódicamente la aparición de posibles reacciones adversas e interacciones.
Valorar la función renal y hepática de los pacientes,
para posibles ajustes posológicos.
Controlar ciertos parámetros clínicos que permiten cuantificar la eficacia y seguridad del tratamiento (presión
arterial con hipotensores, frecuencia cardiaca con digoxina, niveles de potasio sérico, medida de la glucemia).
Vigilancia de medicamentos con estrecho margen terapéutico (digoxina, teofilina, aminoglucósidos) o que
precisan un control estricto (acenocumarol) con el fin
de individualizar la terapia. Monitorizar también medicamentos como litio, anticonvulsivantes, antipsicóti-
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cos, sedantes-hipnóticos, opioides y anticolinérgicos,
por ser fármacos de alto riesgo.
Controlar que la duración del tratamiento sea la adecuada:
antibióticos, antianémicos, AINES, protectores gástricos.
Educar en la administración de medicamentos que requieren entrenamiento (inhaladores, insulinas).
Informar sobre la conservación de los medicamentos
(nevera, temperatura ambiente...).
Colaboración de algún familiar. La familia, en la medida de lo posible, se debe implicar en el tratamiento
del paciente.
Revisar periódicamente la medicación prescrita.
Garantizar la comunicación entre los distintos niveles
asistenciales. Es preciso unificar en una ficha farmacoterapéutica las órdenes médicas obtenidas de los
distintos facultativos que tratan al paciente.
BIBLIOGRAFÍA
• Beare, P.G.; y Myers, J.L.: Enfermería Medicoquirúrgica. 2.ª
Ed. Madrid. 1995. Mosby.
• Manual CTO Enfermería. 4.ª Ed. CTO Editorial. Madrid.
• Mosquera, J.M.; Galdós, P.: Farmacología para enfermería. 2.ª
Ed. Madrid. 1998. McGraw-Hill Interamericana.
• Pradillo García, P.: Farmacología en enfermería. Enfermería
S.21. Madrid. 2003. DAE.
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