Dictámen Nro: 0050/08 - - Expediente Nro: 22593/07 Fecha Dictámen: 2008-03-14 Carátula: M.,A.A.s/ROBOs/CASACION. Materia: Casación- - Fuero: Penal TEXTO DICTAMEN Expte. N° 22593/07/STJ M.,A.A. S/ ROBO S/ CASACIÓN Procuración General de la Provincia de Río Negro Excmo. Tribunal: I A fs. 183/191 la Agente Fiscal Laura Pérez interpone recurso de casación contra el Auto Interlocutorio nº 220 de fecha 2 de octubre del 2007, dictado por la doctora Margarita Carrasco en su carácter de Juez subrogante del Juzgado Correccional nº 18 de General Roca, que -en lo pertinente- resuelve hacer lugar al beneficio de suspensión de juicio a prueba por el término de un año solicitado por el imputado. II Que en sus agravios alega la Fiscal Pérez -básicamente-inobservancia o errónea aplicación de la ley sustantiva, en violación a lo expresamente previsto por el art. 76 bis párrafo 4º del CP, art. 316 bis del CPP y doctrina legal obligatoria del Superior Tribunal de Justicia (conf. fallos “Ferraro, Magnin”, entre otros). Señala, como primer agravio, que la Sra. Juez concede el beneficio, discrepando con el criterio de la Fiscalía de fs. 178/180, fundando la decisión en el precedente “Banco” del STJRN, entendiendo la recurrente que el mismo no resulta de aplicación al caso de autos, pues se trataba de un supuesto encuadrable en el párrafo 1º del art. 76 bis CP, mientras que en estas actuaciones se trata de un caso previsto en el cuarto párrafo del art. 76 bis del CP. En este sentido señala, que debe analizarse primeramente la pena en abstracto (hasta tres años- 1er y 2do supuesto del art. 76 bis- y más de tres años- 4to párrafo del mismo), para evaluar en cual de los párrafos resulta encuadrable; en autos el delito prevé una pena en abstracto de hasta seis años de prisión. Luego, recién corresponde realizar un pronóstico de pena en concreto, dice la Fiscal, que fue formulado (de tres meses de prisión) al proponer el juicio abreviado (fs. 114 vta), aclarando que no alcanza a comprender la afirmación de la Sra. Juez de que “no se puede pre-juzgar en pensar que se aplicaría el máximo de la pena mencionada en abstracto en el CP”. Señala la recurrente que no se opuso al beneficio por este recaudo, sino porque la pena a imponer tiene que ser de ejecución condicional y en autos, en caso de recaer condena, la misma será necesariamente de efectivo cumplimiento, por aplicación de lo prescripto en los arts. 26 y 27 del CP. Afirma la doctora Pérez que este es el motivo por el cual se opone y sobre éste extremo, ningún argumento se formula en la resolución recurrida. Como segundo agravio, expresa que el art. 76 bis 4to párrafo establece “… y hubiese consentimiento fiscal”. En tal sentido, sostiene la recurrente, el dictamen fiscal resulta vinculante siempre que reúna los recaudos establecidos, en numerosos pronunciamientos, por el Superior Tribunal. Por lo tanto, la Juez al no nulificar el dictamen por falta de fundamentación, debió haberlo acatado y al proceder como lo hizo, viola la norma sustancial de fondo que expresamente prevé tal recaudo. Finalmente, señala que la resolución en crisis vulnera doctrina legal obligatoria del STJ y solicita la revocación, ordenando continúen los autos según su estado. III Que, he de ocuparme seguidamente del tratamiento del recurso interpuesto. En tal sentido, efectuaré previamente un racconto de los antecedentes respectivos de la causa. El imputado ha sido requerido a juicio por un hecho ocurrido el 23/12/03 calificado como Robo simple (arts.164 y 45 del CP) El delito provisoriamente calificado tiene conminada una pena en abstracto superior a los tres años de prisión. El acusado registra como antecedente computable sentencia condenatoria (fs. 102) de fecha 25/10/02 a la pena de un año y tres meses de prisión de ejecución condicional, por el delito de Lesiones leves y Amenazas con armas. A fs. 173 la defensa del imputado solicita la suspensión del juicio a prueba (conf. in re “Banco”), con el ofrecimiento de reparación del daño mediante el pago de una suma de dinero. Corrido traslado de la solicitud a la víctima, a fs. 175 obra rechazo de la reparación ofrecida, siendo declarada razonable por la Juez a fs. 177 y disponiendo que se corra vista al Ministerio Fiscal. En su intervención, la Agente Fiscal entre otros conceptos señala: “… No habiendo transcurrido el término previsto en los art. 26 y 27 del CP y violado las pautas fijadas conforme art. 27 bis CP, de recaer sentencia condenatoria en autos, teniendo en cuenta que el hecho se comete a un poco más de un año de dictada la sentencia anterior la misma será necesariamente de efectivo cumplimiento, correspondiendo incluso unificar la pena impuesta en dichos autos (Conforme pautas arts. 26 y 27 del CP). De lo expuesto se colige sin mayor esfuerzo que en los presentes autos la pena de ser eventualmente condenatoria NO SERA DE EJECUCION CONDICIONAL sino de efectivo cumplimiento por lo que tal lo establecido en el cuarto párrafo del art. 76 bis y 316 bis del CPP., el beneficio peticionado resulta improcedente. La defensa en el último párrafo cita el precedente “ Ñanco…”… debiendo interpretar que alude al caso “ Banco…” Sin duda tal precedente no tiene ningún tipo de aplicación ni vinculación al caso de autos. (vid. fs. 178/179). … Mas aun en el caso de autos, resulta improcedente la petición desde el punto de vista de la Tesis Amplia, solamente aún sin entrar a analizar el ordenamiento procesal, ya que se trata de un caso previsto en el CUARTO PARRAFO del art. 76 bis CP (ROBO SIMPLE pena máxima en abstracto superior a los tres años de prisión) y por lo tanto el Tribunal se encuentra habilitado por la propia tesis amplia- que prevé la separación de supuestos- a analizar si corresponde aplicación de pena de ejecución condicional y en el presente caso no se cubre con tal recaudo.” (vid. fs.179/180). Con posterioridad luce la resolución actualmente en crisis de la Juez doctora Margarita Carrasco, que hace lugar al beneficio. En la misma, luego de citar escuetamente los antecedentes supra referidos, se expresa como fundamento del rechazo: “… No se aplica en este caso la circunstancia mencionada por la Fiscalía y su dictamen no es compartido por la suscripta, toda vez que no se puede pre-juzgar en pensar que se aplicaría el máximo de la pena mencionada en abstracto en el Código Penal. Teniendo en cuenta la sentencia agregada a fs. 153/164 y la fecha de comisión del presente hecho 23/12/03 estamos en un caso similar al dado en Incidente de probation Banco Luciano Jorge…por lo que entiendo debe aplicarse dicho fallo” (vid. fs.181/180). Hecha esta reseña, razones de metodología me llevarán a abordar primeramente el segundo agravio planteado por la recurrente, esto es lo atinente a si la oposición del fiscal al pedido de probation, resulta vinculante o no para el magistrado. Así, adelanto que en mi opinión, la negativa debidamente fundada de un Agente Fiscal al pedido de suspensión de juicio a prueba, debe condicionar el otorgamiento del beneficio respectivo. En este marco, es dable señalar que el art. 76 bis del Código Penal – en lo que nos interesa- expresa: “Si las circunstancias del caso permitieran dejar en suspenso el cumplimiento de la condena aplicable, y hubiese consentimiento del fiscal, el Tribunal podrá suspender la realización del juicio.” Considero que el código de fondo ha contemplado dos requisitos: por un lado que las circunstancias del caso permitan la condenación condicional (facultad jurisdiccional eventual e indelegable) y por otro la conformidad del Fiscal en la ponderación de tales circunstancias. Tanto la conformidad como la oposición, en tanto conclusión del dictamen, deben hallarse munidas del correlato lógico y razonado que contribuya a la estructura de una opinión debidamente fundada. Compatibilizada tal norma con el código ritual (art. 316 bis), debemos concluir que recién reunidas tales condiciones, se estará ante la posibilidad del magistrado de decidir acerca de la procedencia del beneficio. Lo medular que merece ser entendido, para evitar intervenciones lábiles que conspiren contra la télesis del instituto y omitan la hermenéutica responsable, está dado en la obligación de plasmar argumentos atendibles. Destaco en cuanto a ello que ha expresado ese Superior Tribunal de Justicia en anteriores integraciones: “Si el Fiscal de Cámara se ha opuesto al otorgamiento del beneficio de la suspensión del juicio a prueba (art. 76 bis del CP), si tal oposición contiene debida fundamentación (más allá de que la misma pueda o no ser compartida por los magistrados y aún por el representante del Ministerio Público), no cabe otra conclusión de que tal negativa es en sí misma válida y suficiente para motivar una decisión en ese sentido. En virtud de ello, la Cámara no se encuentra autorizada para prescindir de la posición adoptada por el Ministerio Publico y, aún cuando disienta con ella, debe necesariamente rechazar el beneficio pedido, dejando a salvo, a lo sumo su opinión” (Conf. STJRNSP, SE. 65/97 del 1106-97 in re "LL., J. D. s/ ROBO SIMPLE s/ CASACION", del voto en mayoría del Dr. Balladini). También que: “Para que proceda la suspensión del juicio a prueba se requiere la conformidad del agente fiscal. Significa esto que no basta el cumplimiento de condiciones objetivas para ser merecedor de este beneficio. Se requiere además una valoración subjetiva (el resaltado me pertenece) que debe hacer el agente fiscal, sin cuya aprobación no podrá, en ningún caso conceder la suspensión del juicio (Cf. Legislador Sodero Nievas, Diario de Sesiones, Reunión 8, 16-06-93, pág. 1448)” (Conf. STJRNSP, SE. 82/96 del 05-06-96 in re "INCIDENTE DE SUSPENSION DE JUICIO A PRUEBA DE L., B. s/ CASACION). En este sentido, analizando concretamente el dictamen de fs. 178/180, surge que la representante de este Ministerio Público realizó un exhaustivo análisis del pedido formulado por la defensa, fundamentando claramente -en base a los antecedentes y demás constancias del expediente- la imposibilidad de acceso al beneficio solicitado. En consecuencia, la negativa debidamente fundada (conf. art. 60 CPP) al pedido de suspensión de juicio a prueba, debió condicionar el otorgamiento del beneficio respectivo; ergo devino vinculante para la magistrada. Estos argumentos han de resultar por sí mismos suficientes para hacer lugar al recurso impetrado. Pero además, y ya en relación al restante agravio que nos convoca (que fuera enumerado supra como el primero), cabe señalar que los fundamentos expuestos por la Agente Fiscal no difieren del pensamiento de esta Jefatura de los Ministerios Públicos antes señalado, a lo que he de añadir que el mismo temperamento ha sido compartido por ese Superior Tribunal. Así sobre el particular, V.E. se ha referido en una causa que bien vale en la oportunidad traer a colación. En efecto “Mutatis mutandi” ha señalado ese Cuerpo que: “…la problemática sometida a consideración en el sub examine se refiere a la aplicación al caso del cuarto párrafo del art. 76 bis del código de fondo, que, conforme la doctrina legal citada, permite la suspensión del juicio a prueba cuando el tipo legal en abstracto supere los tres años de prisión, pero el imputado pueda acceder a una condena en suspenso. … En el caso, el juzgador no concede el beneficio atento a que la eventual condena no sería la primera, pues el imputado computa una anterior, y puesto que tampoco podría ser de cumplimiento condicional, al no haber transcurrido el plazo previsto por el segundo párrafo del art. 27 del Código Penal, que sostiene que `... la suspensión podrá ser acordada por segunda vez si el nuevo delito ha sido cometido después de haber transcurrido ocho años a partir de la fecha de la primera condena firme. Este plazo se elevará a diez años, si ambos delitos fueran dolosos´. … Es evidente entonces que el falso testimonio reprochado es posterior a la condena que consta en los antecedentes y que entre ambos no transcurrió el plazo previsto en el segundo párrafo del art. 27 -ocho años a partir de la fecha de la primera condena firme y diez si ambos delitos fueran dolosos-, por lo que la suspensión de la ejecución de la condena no podría ser otorgada por segunda vez. … De tal modo, aun sosteniendo la tesis amplia respecto del beneficio de la suspensión del juicio a prueba, atento al párrafo cuarto del art. 76 bis del Código Penal, aquél no puede ser concedido puesto que el imputado no es merecedor de una condena condicional” (STJRNSP, Se. Nº 21 de fecha 14/03/07, EXPTE.Nº 21895/07 STJ). De tal modo, le asiste también la razón a la Agente Fiscal en relación al primer agravio planteado. Trayendo a colación un pasaje del voto del Dr. Sodero Nievas in re “Gigena” (STJRNSP, Se. 158 del 20-09-04), el mismo ha expuesto respecto del instituto, su naturaleza y finalidad que: “… la trascendencia de la reforma radica en merituar adecuadamente que en todo el país la suspensión del juicio a prueba significa un beneficio de reciprocidades donde, al igual que en la condena de ejecución condicional, el Estado no se va a desobligar de sus compromisos de instrucción, de investigación, de juzgamiento y persecución… los fines de resocialización serán -por lo menos en la finalidad íntima de la norma- tenidos en cuenta para que podamos agotar esta instancia y hacer luego una evaluación en el tiempo teniendo en cuenta los resultados…” (conf. Debate en la H.C.D.,”Antecedentes parlamentarios” Año 1,Nº 2, dic.1994). A lo cual, me permito agregar que, a diferencia de la “sursis” (art.26 del C.P.), por la cual el Estado, si bien formula un pacto con el infractor, dejando su pena en suspenso a cambio de la no comisión de otro delito, lo cual libra a su determinación y suerte; con la incorporación del art. 27 bis y la “Probation” de los arts. 76 bis y sgtes. del C.P., el pacto contiene reglas que obligan a ambas partes: el imputado debe cumplir las reglas (so riesgo de revocación) y el Estado controlarlo para así evitar la reiterancia y corregir el desvío, que se entiende ocasional por su condición primaria en la infracción al orden. En las obligaciones a cumplir subyace la esencia de la prevención especial (reparar el daño, adecuar su conducta futura, reeducarse y capacitarse para no incurrir en una nueva infracción, inhabilitarse por el tiempo mínimo que la ley exige, esto es, demostrar durante el lapso que el Juez determine, que es posible autoredimirse). En las obligaciones de controlar, se asienta la responsabilidad de prevención general a las cuales el Estado no puede renunciar. Para culminar, es menester tener siempre presente que la tarea de individualización de la pena, es siempre a priori, y parafraseando el voto del Dr. Almeyda en autos “Cora, Isabel”, C.N. Crim. Corr. SalaV, del 23/5/80) cabe señalar que “…las penas no deben ser severas ni benévolas sino esencialmente justas y respetuosas del principio de culpabilidad, no es acertado decir que las penas deben ser severas porque la realidad sociológica demuestra que en tal o cual circunstancia temporal, recrudezca una u otra forma de criminalidad…”. IV Que, en virtud de los motivos expuestos, en mi opinión V.E, debe hacer lugar al recurso de casación impetrado por la Agente Fiscal Laura Pérez, procediendo por la vía del art. 439 del CPP, a casar el resolutorio en crisis con arreglo a la ley y a la doctrina obligatoria de ese Superior Tribunal, revocando el beneficio concedido. Es mi dictamen. Viedma, 14 de marzo de 2008 Dra. Liliana Laura Piccinini PROCURADORA GENERAL . PODER JUDICIAL DICTAMEN N° 50/08 .