¿QUE ES LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS

¿QUE ES LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS?
Federico Escóbar Klose
Asesor Legal
Con el transcurrir de los años, los Estados del continente americano han suscrito y se han adherido a una
serie de instrumentos internacionales que se han convertido en la base de un sistema regional de promoción
y protección de los Derechos Humanos.
El año 1948, en el marco de la Novena Conferencia Internacional Americana celebrada en Bogotá –
Colombia, se aprueba la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, así como la Carta
de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La Declaración Americana de los Derechos y
Deberes del Hombre es considerada como el inicio formal del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos (SIDH).
El año 1959, con motivo de la Quinta Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores celebrada
en Santiago de Chile, se aprobaron importantes resoluciones relacionadas con el SIDH. En una de esas
resoluciones se crea la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en los siguientes
términos: “Crear una Comisión Interamericana de Derechos Humanos que se compondrá de siete
miembros, elegidos a título personal de ternas presentadas por los gobiernos, por el Consejo de la
Organización de los Estados Americanos, encargada de promover el respeto de tales derechos, la cual será
organizada por el mismo Consejo y tendrá las atribuciones específicas que éste le señale”.
Conforme el Estatuto vigente de la CIDH, aprobado mediante Resolución Nº 447 adoptada por la Asamblea
General de la OEA en su noveno período ordinario de sesiones, celebrado el año 1979 en La Paz - Bolivia,
la CIDH “es un órgano de la Organización de los Estados Americanos creado para promover la
observancia y la defensa de los derechos humanos y servir como órgano consultivo de la Organización en
esta materia”.
La CIDH es un órgano autónomo de la OEA encargado de la promoción y protección de los derechos
humanos en el continente americano; que junto con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte
IDH), conforman el SIDH. El Art. 106 de la Carta de la OEA dice textual: “habrá una Comisión
Interamericana de Derechos Humanos que tendrá, como función principal, la de promover la observancia
y la defensa de los derechos humanos y de servir como órgano consultivo de la Organización en esta
materia. Es así que, la CIDH realiza su trabajo en base a tres pilares: 1) el Sistema de Petición Individual;
2) el monitoreo de la situación de los derechos humanos en los Estados Miembros, y 3) la atención a líneas
temáticas prioritarias.
La función de la CIDH es promover la observancia y la defensa de los Derechos Humanos en los 35
Estados miembros de la OEA (incluida Bolivia); función que la ejerce a través de informes sobre la
situación de Derechos Humanos en un país o sobre una temática particular, la adopción de medidas
cautelares o solicitud de medidas provisionales a la Corte IDH, y el procesamiento de peticiones
individuales con el objetivo de determinar la responsabilidad internacional de los Estados por violaciones a
los Derechos Humanos y emitir las recomendaciones que considere necesarias.
Toda persona, de forma individual o colectiva, que considere que uno o más Estados miembros de la OEA
han violentado Derechos Humanos garantizados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) y otros tratados
interamericanos de Derechos Humanos, puede presentar una petición (denuncia) ante la CIDH.
Si la CIDH, después de investigar los hechos denunciados, resuelve que un Estado es responsable por haber
vulnerado los Derechos Humanos de una persona o grupo de personas, emite un informe con las siguientes
posibles recomendaciones al Estado: 1) suspender los actos violatorios de los derechos humanos; 2)
investigar y sancionar a las personas que resulten responsables; 3) reparar los daños ocasionados; 4)
introducir cambios al ordenamiento legal; y/o 5) requerir la adopción de otras medidas o acciones estatales.
Un aspecto importante de la existencia de la CIDH es que permite a las personas naturales poder hacer
considerar y resolver sus casos en la Corte IDH, presentando primero su petición a la CIDH; dado que sólo
los Estados Partes y la CIDH pueden someter de forma directa un caso ante la Corte IDH.
Un requisito para que la CIDH pueda examinar una petición, es que se deben agotar los recursos judiciales
internos previstos en la legislación del Estado al cual se denuncia. Pero, dicha regla tiene excepciones, las
cuales son: cuando las leyes internas no establecen el debido proceso para proteger los derechos que se
alegan violados, no se ha permitido a la presunta víctima el acceso a los recursos internos o se le ha
impedido agotarlos, o hay demora en emitir una decisión final sobre el caso sin que exista una razón válida.
Finalmente, la CIDH puede someter un determinado caso ante la Corte IDH respecto de los Estados que
han ratificado el Pacto de San José y han reconocido con anterioridad la competencia de la Corte IDH; en
mérito al Art. 62-I de dicha Convención que dice: “Todo Estado parte puede, en el momento del depósito
de su instrumento de ratificación o adhesión de esta Convención, o en cualquier momento posterior,
declarar que reconoce como obligatoria de pleno derecho y sin convención especial, la competencia de la
Corte sobre todos los casos relativos a la interpretación o aplicación de esta Convención”. Nuestro país,
junto con otros 22 países, ha reconocido la competencia de la Corte IDH mediante Ley Nº 1430 de 11 de
febrero de 1993, que aprueba y ratifica la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San
José), reconoce la competencia de la CIDH, y reconoce como obligatoria de pleno derecho,
incondicionalmente y por plazo indefinido, la jurisdicción y competencia de la Corte IDH.
En ese contexto, y dado el alcance del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, a través de sus dos
órganos: la CIDH y la Corte IDH; el posible retiro, como se ha anunciado, de Bolivia de la CIDH no sólo
pasa por abrogar o modificar una ley y listo, sino que implica retroceder todo lo que se ha avanzado en
materia de Derechos Humanos.