Beneficios de la lactancia materna. Nutrición óptima Red Comunal Laguna Blanca Ningún alimento es mejor para el niño o niña que la leche materna; ésta contiene todos los nutrientes que la guagua requiere, está siempre lista y a la temperatura adecuada. A medida que el niño o niña va creciendo, la leche materna se va adecuando a sus necesidades. 0 a 12 meses Entrega defensas La leche materna protege a la guagua de enfermedades y mantiene en óptimas condiciones el sistema inmunológico. El niño o niña alimentado con pecho rara vez tendrá enfermedades respiratorias, digestivas, otitis o alergias, o estas serán de menor intensidad. Favorece el desarrollo intelectual El niño o niña alimentado/a con leche materna es más activo, tiene mejor desarrollo psicomotor y una mejor capacidad de aprender. La experiencia de ser amamantado permite generar apego temprano, confianza y seguridad, lo que da las fortalezas psicológicas para explorar y conocer el mundo. ¡Ha llegado un nuevo miembro a la familia! Invitamos a todos a participar e involucrarse en el cuidado y desarrollo de la guagua. El o ella necesitan de tu atención y cariño para desarrollarse en forma saludable. Hay mucho que aprender, pero no te preocupes, a nadie le enseñan a ser padre, madre o hermano/a… Con cariño podrás aprender y entregarle a él o ella lo que necesita: Todas las guaguas son distintas y hay que tomarse el tiempo para conocerlas. Menor costo ¡La leche materna es gratis! A continuación, te presentamos algunas ideas, consejos e información, que buscan contribuir al buen desarrollo del nuevo o nueva integrante de la familia. Estableciendo el vínculo y el apego El apego o vínculo se refiere a los fuertes lazos emocionales que sienten las personas en sus vidas y que llevan a sentir placer cuando interactúan entre ellas. La calidad del apego que se genere entre la familia (especialmente los padres) y la guagua, tiene profundas implicancias en sus sentimientos de seguridad y la capacidad para construir relaciones de confianza, las cuales serán guía para las relaciones que el niño o niña establezca en el futuro. Hay cuatro fases para el desarrollo del apego 1) Desde el nacimiento hasta las seis semanas, la guagua establece múltiples contactos con sus padres y, en la medida que el adulto responde a las necesidades del niño/a, éste incentiva a que se queden cerca de él, lo tomen en brazos y sean cariñosos. Las guaguas pueden percibir el olor y la voz de sus padres. 2) De las seis semanas a los ocho meses, las guaguas empiezan a responder de manera diferente entre sus cuidadores y un extraño; se alivian al ver la cara de sus padres y aprenden que sus acciones afectan el comportamiento de quienes están cerca. Comienzan a desarrollar el sentido de confianza, esperando que su cuidador responda a sus señales. 3) Desde los seis/ocho meses hasta los 18 meses/dos años, el apego de la guagua al cuidador es evidente. Es normal que los niños/as de esta edad experimenten angustia de separación que los irrita cuando el adulto que ellos conocen los deja solos. Es natural que esta angustia desaparezca entre los 10 y 18 meses. 4) De los 18 meses hasta que los niños y niñas son mayores, se forma una relación recíproca, es decir, el rápido crecimiento y desarrollo del lenguaje permite a los niños/as entender algunos factores que inciden en la llegada y partida de su adulto cercano y aprenden a predecir su regreso; así, la angustia por la separación desaparece y comienzan a negociar con los adultos convenciéndolos de cambiar sus planes, en lugar de confrontarlos. Recuerda, es muy importante… Que el niño/a tenga oportunidades para establecer relaciones con uno o más cuidadores. La calidez de la respuesta de los adultos entrega confianza y seguridad. Cada guagua tiene características de personalidad propias que influyen en su desarrollo y en el apego que establecen, observa a tu niño o niña y confía en tu criterio. Lactancia materna La mayoría de las mujeres están en condiciones de amamantar a sus hijos e hijas. Esta práctica permite estrechar los lazos de cariño entre la mamá y el recién nacido/a, así como entregar todo el contenido nutricional que la guagua necesita. Después del parto, intenta comenzar la lactancia lo antes posible. Recuerda que es la mejor manera de alimentar a tu hijo o hija y de entregarle cariño. Aunque al principio puede parecer difícil y ser un poco molesto, sabrás encontrar la postura correcta y cómoda que facilite esta tarea. Cuando amamantes, busca hacerlo tranquilamente, en un lugar tibio y agradable. Mira a tu guagua a los ojos mientras la amamantas, ya que puede ser un momento de profunda comunicación entre ustedes. Durante la gestación los pechos se han ido preparando para la lactancia. Para ello, el pezón ha adquirido una forma similar al chupete. Confía en que las dificultades propias del amamantar se irán solucionando con la práctica y la experiencia. Si es necesario, solicita apoyo al equipo médico. Si es posible, amamanta a tu hijo o hija por lo menos hasta los 6 meses.