La problemática del aire acondicionado en los

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Capítulo 7.
LA PROBLEMÁTICA DEL AIRE ACONDICIONADO EN LOS TEATROS DE ÓPERA
Lleonard Garuz
Toni Garcia
Guillem Palau
Índice
1. LA PROBLEMÁTICA DEL AIRE ACONDICIONADO EN LOS TEATROS DE ÓPERA
2. AMBIENTE CONFORTABLE Y DE BIENESTAR
3. ACONDICIONAMENTO DEL AIRE
3.1. La temperatura y la humedad
3.2. La distribución de las temperaturas
3.3. La velocidad del aire
3.4. La ventilación y el filtrado
3.5. Contaminación biológica: Legionela
4. LEGISLACIÓN
5. CONCLUSIÓN
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1. LA PROBLEMÁTICA DEL AIRE ACONDICIONADO EN LOS TEATROS DE
ÓPERA.
La necesidad de mantener un ambiente confortable procurando una sensación
de bienestar, requiere un análisis y tratamientos especiales mediante diferentes
técnicas para controlar y actuar sobre todos los factores que afectan a este confort y
calidad ambiental.
En el caso particular de un Teatro de ópera, es necesario realizar un estudio de
cada uno de los espacios y de las actividades que se desarrollan en ellos: sala de
butacas, escenario, camerinos, vestuarios, salas de ensayo, almacenes, talleres, sala
de prensa, oficinas, espacios de restauración, espacio comercial, etc. Cada uno de los
espacios requiere unas necesidades diferentes i debe mantenerse un riguroso control
para garantizar que se mantengan las condiciones establecidas sin que se produzcan
conflictos.
Así, por ejemplo, durante una función, las condiciones de temperatura y
humidad que requiere una sala con 2.300 espectadores pueden ser muy distintas de
las que se requieren en el escenario, con lo cual, hay que mantener dos espacios
distintos, garantizando el equilibrio y minimizando los efectos nocivos que se producen
a causa de las diversas condiciones ambientales, como las corrientes de aire por
convección al tener diferentes focos de temperatura, que pueden resultar inaceptables
para los cantantes de ópera (una corriente de aire con una temperatura baja que se
desplace de la sala al escenario puede dañar las cuerdas vocales de los cantantes).
En los apartados siguientes se pretende abordar los parámetros que afectan el confort
ambiental, su problemática y las técnicas empleadas para modificar las condiciones
del aire en busca del confort.
2. AMBIENTE CONFORTABLE Y DE BIENESTAR
Con la evolución de la humanidad, las personas se han ido
preocupando cada vez más de obtener y mantener un ambiente
confortable y de bienestar, principalmente en el interior de los espacios
dónde habitualmente desarrollan sus actividades.
La percepción del confort es subjetiva y experimenta muchas fluctuaciones.
Asimismo, podemos determinar cuáles son los parámetros que afectan al confort y que
podríamos resumir de la siguiente manera:
Parámetros básicos:
-
Parámetros que afectan a la calidad del ambiente térmico: la temperatura y
la humedad.
Parámetros que afectan a la calidad del aire: la renovación del aire y su
pureza.
Parámetros que afecten a la calidad del ambiente acústico: el ruido2.
Parámetros que afecten a la calidad del ambiente lumínico: la iluminación.
Otros parámetros que influyen en el confort y la sensación de bienestar son:
2
No tratados en el presente estudio
154
-
Los cambios bruscos de temperatura y la distribución correcta y uniforme
de la temperatura en el volumen.
La manera de impulsar el aire tratado y extraer el aire viciado en el volumen
a climatizar.
La velocidad del aire. Las corrientes de aire generan molestias; incluso sin
velocidades elevadas se pueden producir sensaciones de temperatura baja.
Además, otros factores no controlables por los sistemas de climatización modernos que
también intervienen en la percepción de confort son:
-
-
El sexo y la edad de las personas.
El vestido, que dependerá de la época del año.
La procedencia de la persona, es decir, si procede de un lugar seco,
húmedo o templado.
La diferencia de sensibilidad entre individuos. La sensibilidad de las
personas es muy variable.
La actividad metabólica del individuo, es decir, la producción de calor por
parte de un individuo crece en proporción a la intensidad de la actividad que
desarrolla, su constitución física y su estado de salud. Incluso una mala
nutrición posibilita peores defensas para combatir el frío o el calor.
Factores psicológicos o incluso el estado de ánimo. Por ejemplo la
sensación en un día nublado puede influir en la percepción de confort.
El control de todos los factores posibles nos permitirá conseguir los niveles de
confort considerados como aceptables y en cualquier caso debemos considerar la
Temperatura i la Humedad como las variables fundamentales.
Asimismo, tal como se puede desprender del gran número de factores que
afectan al confort, la impresión y, por tanto, el nivel de satisfacción es subjetivo y sufre
muchas fluctuaciones. Una instalación de climatización, por muy bien concebida,
ejecutada y mantenida que esté, difícilmente podrá llegar a satisfacer a todos los
ocupantes. Por este motivo las normas vigentes establecen que para determinar la
calidad de un ambiente, hay que basarse en la determinación de un parámetro
estadístico: el PPI, es decir, Porcentaje de Personas Insatisfechas. Siempre habrá un
porcentaje de personas insatisfechas, considerándose un 5% como un valor muy
aceptable.
En este capítulo, de todos los parámetros antes señalados, sólo de abordarán
los aspectos más importantes que afectan el acondicionamiento del aire, su
problemática y la exposición de un conjunto de técnicas desarrolladas para modificar
las condiciones del aire en la búsqueda del confort.
3. ACONDICIONAMIENTO DEL AIRE
El acondicionamiento del aire persigue como objetivo el mantenimiento, en un
recinto determinado, de unas condiciones térmicas y de calidad del aire que
proporcionen una sensación de confort y bienestar a sus ocupantes, contrarrestando
155
sus aportaciones y las de otras fuentes tanto de dentro del recinto a tratar como del
exterior.
Por ello debemos someter el aire del local a una operaciones de calentamiento,
enfriamiento, humidificación o secado y renovación y filtrado según sea su estado.
Fig. 1. Planta termo frigorífica en el Gran Teatre del Liceu.
3.1. La Temperatura y la Humedad
La Temperatura y la Humedad como variables fundamentales que afectan al
confort.
El cuerpo humano cambia constantemente calor, por el fenómeno de
convección, con el aire que nos circunda y en una menor medida por radiación de
cuerpos calientes próximos como paredes y equipos de calefacción, y por conducción
directa por contacto con sillas y otros muebles. Además, la respiración supone un
cambio de temperatura y humedad del cuerpo hacia el ambiente.
Para mantener la temperatura interna de nuestro cuerpo constante, cerca de
los 36,5 ºC de media, se debe establecer un equilibrio energético de cesión y de
absorción de calor con el ambiente. Cuando este balance se desplaza hacia un
enfriamiento, nuestro cuerpo reacciona aumentando la cesión interna de calor hasta
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un límite y, si el problema persiste, pasa a fenómenos de temblor muscular para
favorecer la aportación interna de calor.
Ante el fenómeno contrario, el sobrecalentamiento, nuestro cuerpo reduce al
máximo posible su actividad metabólica y provoca el fenómeno del sudor. Nuestro
cuerpo suda para proveer a nuestra piel de agua en estado líquido para que se
evapore produciendo una cesión abundante de calor al ambiente.
La humedad del aire influye directamente en este fenómeno, de manera que,
con aire seco, nuestro cuerpo se equilibra con mucha eficacia, manteniendo la piel
también seca y el cuerpo en la temperatura interna de equilibrio. Normalmente se
considera que un ambiente seco produce una sensación más agradable, en general,
que uno de húmedo.
No obstante, hay que controlar que no se produzcan variaciones importantes
en la humedad, habida cuenta de que si la sequedad del aire es pronunciada, se
manifiestan ciertos inconvenientes, siendo los más importantes:
- La irritación de la garganta y la sequedad de las mucosas. Un ambiente
excesivamente seco trata de extraer humidad de materiales o de las
mismas vías respiratorias de las personas, y como consecuencia se
resecan las mucosas de las vías respiratorias, debilitando la resistencia a
las enfermedades infecciosas.
Al contrario, si el ambiente es excesivamente húmedo se manifiestan otros
inconvenientes, como:
- La sensación de ahogo.
- La dificultad para eliminar el sudor corporal, debido al hecho que la
evaporación se reduce y nuestro cuerpo genera una cantidad mayor de
sudor para contrarrestarlo. Se favorece la proliferación de musgo, hongos y
microorganismos que pueden causar alergia y malos olores. Un ambiente
húmedo aumenta la capacidad de percepción de los olores.
- Incluso puede provocar efectos negativos sobre el material de construcción
del edificio facilitando la emisión de substancias químicas o formaldehidos.
En el caso particular del Gran Teatre del Liceu, se dispone de equipos
destinados a la climatización de los diferentes espacios. En cada uno de estos equipos
se realiza el tratamiento adecuado del aire mediante las unidades de humectación,
batería de frío y baterías de calor, con los elementos de campo necesarios para llevar
a término la gestión centralizada, ajustándose en cada caso a las necesidades
preestablecidas para mantener las condiciones de confort.
Durante el proceso de tratamiento del aire hay que tener en cuenta que el aire
caliente absorbe más vapor de agua que el aire frío. Por ello se entiende que, al
intentar calentar aire frío con los sistemas de climatización, el aire se vuelve más
seco. Tal como ya se ha dicho antes, un ambiente excesivamente seco perjudica
directamente al estado de los órganos de nuestro cuerpo expuestos al intercambio
con el aire: mucosas nasales, garganta, cuerdas vocales y vías respiratorias más
bajas.
En el caso de individuos dedicados al canto, este problema se vuelve crítico ya
que sus instrumentos de trabajo, laringe, nariz y boca, son utilizados de una manera
intensiva y la falta de humedad del aire les afecta más. En general es preferible
mantener en el escenario una humedad alta para evitar la sequedad del ambiente. Es
habitual observar, durante una función, como los cantantes disponen siempre de
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bebida, cuyo uso les ayuda a mantener húmedas las vías respiratorias y aparato
fonador.
Cada espacio del Teatro dispone de unidades independientes de climatización
y tratamiento del aire. La climatización de los distintos espacios del Teatro se realiza
sin mucha complicación salvo la climatización de la Sala y Escenario que presentan
una complejidad especial, pudiendo llegar, incluso, a plantearse situaciones críticas
como se expone a continuación. Durante una función las necesidades de confort que
tiene el Escenario suelen ser diferentes de las de la Sala con una ocupación de 2.300
espectadores, como es el caso del GranTeatre del Liceu. Así pues, en la Sala el
sistema de climatización debe impulsar el aire con una humedad baja para conseguir
el nivel deseado junto a la aportación de humedad por parte de los espectadores.
Asimismo, en el Escenario, por los motivos antes indicados, el sistema de
climatización debe impulsar el aire con una humedad alta.
En cuanto a la temperatura, los espectadores necesitan en la Sala que el
sistema de climatización impulse el aire con una temperatura baja compensada con
su aportación hasta conseguir una temperatura de confort. En cambio, en el
Escenario, normalmente los artistas requieren la aportación de una temperatura más
alta que la de la Sala.
La Sala y el Escenario constituyen dos volúmenes que requieren condiciones
ambientales distintas, y la ausencia de separación física entre estos dos volúmenes
provoca que el mantenimiento de estas condiciones sea un verdadero problema, por lo
que cuanto más grande es la diferencia entre las dos realidades más posibilidades
habrán de provocar molestias y demás situaciones indeseables.
Ante esta situación, es evidente que se debe llevar a cabo un control riguroso
de las necesidades de confort requeridas y mantener un seguimiento de la evolución
de las variables, realizando los ajustes que sean necesarios en cada momento. Esta
situación se puede complicar todavía más cuando por motivos técnicos o por efectos
especiales de la escenografía, se requiere el paro temporal del sistema de
climatización.
Éste es un problema presente en todos los teatros, y sólo es evitable con una
instalación de aire acondicionado que mantenga ambos ambientes en condiciones
próximas a la igualdad de temperaturas, con presiones ajustadas, después del período
de puesta en marcha.
(Entendemos la temperatura como un valor fundamental para definir el estado
de la energía interna de un cuerpo y se denomina científicamente temperatura seca,
separándola del concepto de humedad, definido por diferentes parámetros. La
humedad absoluta, la humedad relativa, la temperatura húmeda y la temperatura de
rocío, todas ellas interrelacionadas, definen de igual manera un solo estado de
humedad para una temperatura y una presión fijas.)
(Los tratados modernos hablan de parámetros como la temperatura aparente o
la de ambiente corregida, que conjugan los dos anteriormente citados para definir la
temperatura ambiente juntamente con la humedad del aire que nos rodea en un solo
valor. Estos parámetros se basan en corregir al alza la temperatura seca del aire por la
influencia de la humedad de tal manera que, ante la ausencia o por valores reducidos
de ésta, los valores son iguales a la misma temperatura seca del aire.)
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Según la legislación vigente actualmente, regida por el RITE (Reglamento de
Instalaciones Térmicas Españolas) referente a las condiciones de confort de
Temperatura y Humedad, se establecen unos márgenes máximos y mínimos para
temperatura y humedad dependiendo de la época del año, pudiendo fijar dentro de
estos rangos concretos un valor medio que sirva para asegurar un ambiente aceptable
según lo expuesto anteriormente. (Ver punto 4 - Legislación).
Fig.2. Calderas de gas en el Gran Teatre del Liceu.
3.2. La distribución de las temperaturas
La distribución ideal de temperatura es la uniforme, o sea, la misma
temperatura en cualquier punto del espacio a climatizar y a cualquier altura del suelo.
No es recomendable que exista una variación apreciable de la temperatura del
aire en contacto con distintas zonas de nuestro cuerpo, provocando, por ejemplo, el
conocido inconveniente de notar los pies a una temperatura más fría y el resto del
cuerpo a otra distinta.
Este fenómeno suele aparecer cuando no se combate de una manera eficaz la
estratificación del aire provocada por el estacionamiento del aire frío en las capas
bajas y la acumulación del caliente en las altas, especialmente en invierno con
sistemas de impulsión y retorno por el techo.
Per obtener la sensación de confort, se hace necesario mantener el local a una
temperatura lo más constante posible, evitando los cambios de temperatura que reciben
los individuos que se desplazan a la sala en períodos cortos de tiempo y que no permiten
la aclimatación del cuerpo.
159
Incluso, ante la necesidad de las personas de desplazarse por distintos locales
en un mismo edificio, hay que evitar las variaciones bruscas de temperatura. Cuando
las temperaturas sean significativamente diferentes entre los distintos lugares de
trabajo, deberá haber locales de paso para que los operarios se adapten gradualmente
a unas y otras.
En el Gran Teatre del Liceu la impulsión y el retorno del aire se realizan de una
manera individualizada y diferente para cada espacio, atendiendo las necesidades de
cada uno de ellos.
En la Sala, que alberga cerca de 2.300 asientos para el público, la descarga del
aire en la zona de platea y de palcos se realiza mediante difusores diseñados
específicamente para el Liceu, que tienen en cuenta la temperatura del aire de salida,
la velocidad del aire y el nivel acústico. El aire se impulsa por debajo de los asientos a
través de estos difusores que se alimentan de la red de conductos distribuidos a lo
largo del falso suelo y debajo de cada butaca. En la Sala se impulsa a una
temperatura entre 18 y 21 ºC por el suelo y retorna por el techo, consiguiendo una
estratificación mínima y que el paso del aire en el entorno del espectador se acerque a
los 23-24 ºC, una vez hecho el intercambio de calor.
En el Escenario la impulsión del aire se realiza por los laterales desde
diferentes alturas y hacia distintas direcciones para combatir la estratificación
excesiva, retornando el aire por el punto más elevado del techo.
3.3. La velocidad del aire
Al moverse, el aire produce generalmente una sensación molesta. Además, las
corrientes de aire mantienen el polvo y los microorganismos en movimiento, siendo
más fácil el contagio cuando están presentes elementos patógenos.
Las corrientes de aire son, probablemente, la causa del mayor número de
quejas de las instalaciones de acondicionamiento del aire, puesto que provocan un
enfriamiento local del cuerpo que depende de la velocidad media, la intensidad de la
turbulencia y la temperatura.
En el Teatro, una de las dificultades más importantes en el control del
acondicionamiento del aire y del confort de la sala y del escenario es evitar o minimizar
el efecto de las corrientes de aire, las cuales son causadas por los siguientes
motivos:
Corrientes por convección entre sala y escena:
Las corrientes por convección son producidas por las diferencias de
temperatura que ocasionan diferencias de densidad, provocando un movimiento del
aire desde focos de temperatura baja hacia focos de temperatura alta. Ello sucede con
la tirada de las chimeneas.
En el Teatro se produce una tirada natural o tirada térmica en la misma caja
escénica, que tiene su origen en la propagación de corrientes de aire por convección.
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Para combatir este fenómeno es indispensable que la temperatura resultante
mediana del aire de todo el volumen de la sala sea igual o lo más parecido posible a la
del aire de la caja escénica.
Esta premisa puede ser crítica dependiendo de las condiciones que se
requieran en la escena dónde, a veces, se solicitan temperaturas y humedades muy
extremas y que se priorizan respecto a las de la sala, provocando una falta de confort
en el público.
Corrientes por convección entre sala / escena y espacios circundantes:
En algunos casos y situaciones se establecen conexiones físicas a través de
puertas y pasos abiertos con los espacios circundantes. En estos espacios, en su
mayor parte pasillos, se deben mantener las mismas condiciones que en la sala y en
la escena para evitar corrientes por convección idénticas a las explicadas en punto
anterior.
Corrientes por diferencias de sobrepresión:
Los equipos de climatización que tratan el aire de sala i escena son los
encargados de renovar el aire del interior. Para ello recogen aire del exterior para
impulsarlo una vez tratado y ceden una parte del aire recogido para el retorno al
exterior. Para mantener la sala y la escena con sobrepresión por diferentes motivos (la
no influencia de olores y aires descontrolados fuera de los recintos a tratar) captan
más aire del exterior del que ceden.
Al tratarse de sistemas de control diversos, si la diferencia de caudales hacia la
sala es distinta de la diferencia de caudales hacia la escena, sufriremos una corriente
de aire que irá desde la sala que presente menos diferencia hacia la de más
diferencia.
La velocidad del aire hacia la sala y hacia la escena del Gran Teatre del Liceu
se controla con ventiladores de caudal variable regulables desde el control
centralizado. Además, en la escena tenemos la posibilidad de controlar la cantidad de
aire que impulsamos por las distintas salidas que tenemos, accionando desde el
control centralizado compuertas motorizadas a este fin.
3.4. La ventilación y el filtrado (calidad del aire interior)
Se deben ventilar los locales para eliminar la contaminación del ambiente
interior.
En los locales cerrados se generan gases que pueden producir molestias e
incluso pueden ser perjudiciales para la salud.
En los locales acondicionados que no tienen ventilación puede ocurrir que la
temperatura sea correcta, pero al cabo de unos minutos nos lloren los ojos por culpa
de la falta de ventilación. Por tanto no es suficiente enfriar o calentar el aire, hace falta
ventilar, o sea, introducir aire exterior fresco no contaminado (filtrado y tratado antes
de ser introducido) con la finalidad de renovar el aire de recirculación que se utiliza en
el sistema de acondicionamiento del aire.
161
La degradación del aire interior en la Sala del Teatro es debida a diversas
causas, siendo las principales la disminución del oxígeno y aumento del dióxido de
carbono, ambos debidos a la respiración de las personas. Otras posibles fuentes que
pueden contribuir a contaminar el aire interior son los mismos materiales de
construcción y decorativos (pinturas, moquetas, resinas, etc.), en función de las
condiciones térmicas a las que están expuestas, tal como ya se expuso en el apartado
“Humedad”.
Por tanto, la cantidad de aire que hay que introducir en la Sala para conseguir
una ventilación correcta depende básicamente del número de personas, teniendo en
cuenta que realizan una actividad sedentaria y está prohibido fumar, a diferencia de
otros espacios donde depende también de otros factores, como la actividad que
ejercen, si son o no fumadores, si hay alimentos, etc.).
El dióxido de carbono es producido por las personas de manera proporcional
a su actividad metabólica. En locales con un alto grado de ocupación, como es el caso
del Teatro, se pueden encontrar concentraciones elevadas fácilmente detectadas por
las personas y se produce el olor característico de los ambientes cargados, por lo que
resulta conveniente el monitoreo del contenido de CO2 en el aire para controlar el
suministro de aire exterior.
Los estándares recomiendan un límite de 1.000 ppm para satisfacer los
criterios de confort. Normalmente, pero, esta substancia tiene muy pocos efectos
sobre la salud salvo que sobrepase los 5.000 ppm. En este sentido, el dióxido de
carbono, más que un contaminante, es un buen indicador de la contaminación
provocada por las personas con una actividad sedentaria, y por tanto, de la calidad del
aire y de si la ventilación en el edificio es suficiente o escasa.
Al no ser posible una ventilación natural (produciéndose la renovación a través
de ventanas), se impone una ventilación artificial forzándola mediante ventiladores y
compuertas. La ventilación artificial probablemente sea incluso más aconsejable,
habida cuenta que el aire exterior garantiza la renovación del aire interior pero no su
pureza ni calidad, ya que puede llevar agentes patógenos o sencillamente polvo o
ciertos componentes que hay que eliminar, y mediante la ventilación artificial nos
permite realizar un filtrado y una purificación de la mezcla de aire exterior y aire de
recirculación para conseguir esta calidad del aire (de tal manera que el filtro retenga
los elementos indeseables e impurezas del aire, partículas sólidas, malos olores,
humos, polvo, polen, etc.).
El Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades
Recreativas establece en el Cap. 1, sección 2ª, artículo 18 que, cuando el local tenga
un aforo de más de 2.000 espectadores, estará obligado a tener un sistema de
ventilación forzada de potencia proporcionada a su capacidad.
Según el artículo 19 del mismo Reglamento, se indica que en aquello no
previsto especialmente en la sección citada, la ventilación y acondicionamiento del
aire, en locales de espectáculos públicos, se regirá por lo que dispone el Reglamento
de Instalaciones de Calefacción, Climatización y Agua Caliente Sanitaria, así como por
sus normas complementarias.
En el Gran Teatre del Liceu disponemos de sistemas de climatización con cajas
de mezclas con compuertas motorizadas que regulan la cantidad de aire expulsado al
162
exterior y captado del mismo para asegurar la aportación necesaria y de sistemas de
filtrado específicos para cada sala a tratar.
3.5. Contaminación biológica: Legionela
Otro factor importantísimo que afecta la calidad ambiental es la contaminación
biológica, o sea, microorganismos que provocan riesgos para la salud de las personas.
Tal como se expuso en el apartado “Humedad”, hace falta realizar un tratamiento
adecuado de la humedad del aire. Para ello disponemos del sistema de humidificación
del sistema de climatización que puede llegar a ser un foco importante de
contaminación por microorganismos. Las bandejas de condensados acumulan
suciedad y agua (estado higiénico). El agua está en contacto directo con el aire de
impulsión y puede darse el caso que el transporte hasta el interior pequeñas gotas
contaminadas, por ejemplo, con Legionela.
La Legionela es una bacteria que se desarrolla en entornos húmedos y cálidos
mal desinfectados. Se transmite a través de partículas microscópicas de agua en
forma de aerosol, que al respirar se introducen en las vías respiratorias, provocando
una infección que afecta a los pulmones.
En el Teatro, adaptándonos a lo que especifican las nuevas normativas
vigentes, se realiza un mantenimiento higiénico especializado, efectuando
inspecciones periódicas, drenajes del circuito, limpieza y desinfección de bandejas,
depósitos de agua, conductos de agua, limpieza de los separadores de gotas,
pulverizadores, recogida de muestras periódicas de contaminación microbiológica del
agua.
Fig.3. Sala hidráulica en el Gran Teatre del Liceu
163
4. LEGISLACIÓN
Reglamento e instrucciones técnicas de las instalaciones de calefacción,
climatización y agua caliente sanitaria (IT.IC.)
El capítulo IV del Reglamento indica cuáles deben ser las condiciones ambientales de
los locales:
-
No se deberán considerar temperaturas de confort más exigentes que las
que indique la Instrucción Técnica correspondiente.
La humedad relativa deberá cumplir las exigencias establecidas en la
Instrucción Técnica correspondiente.
La toma de aire exterior deberá ser regulable y su cuantía no sobrepasará
los valores indicados en la Instrucción Técnica correspondiente.
IT.IC.02 Exigencias ambientales y de confort (esta IT desarrolla el capítulo 4 del
reglamento)
Se fijan en esta instrucción los valores límites entre los que debe encontrarse un local
climatizado, salvo los que se considera que no alcanzan suficientes condiciones de
confort.
A los efectos de confort la instalación deberá mantener las condiciones internas
que se indican.
Temperatura:
Condiciones interiores en invierno: temperatura seca resultante medida a 1,5 m del
suelo al centro del local deberá ser 18 ºC < T < 22 ºC.
En verano, la temperatura seca será inferior a 23 ºC.
Humedad:
La humedad relativa de los locales estará comprendida, en sistemas de aire
acondicionado, entre los 30 i el 65%.
Ventilación:
En toda instalación con control higrométrico deberá haber una toma de aire exterior
que permita una aportación mínima de 2,2 dm3/s y persona, de aire de ventilación
exterior.
En esta IT se considera que los locales deberán tener unos valores de ventilación
mínima (per razones de salubridad) y máxima (para obtener un ahorro de energía
adecuado) según el tipo de actividad.
En el caso de locales comerciales (Teatros, cines, salas de conciertos, etc.) los
requerimientos de aire de ventilación en dm3/s son:
Por persona
mín. 2,5
máx. 4,0
164
Per m2 de superficie mín. 2,0
También se indican para vestuarios, oficinas y salas de descanso.
Velocidad del aire:
Para la velocidad del aire ambiente en el interior de los locales se establece un valor
máximo de 0,25 m/s a una altura del suelo inferior a 2 m.
Ruido:
Niveles máximos de presión sonora como consecuencia del funcionamiento de la
instalación.
Salas de concierto u ópera: nivel sonoro máximo 35 dB A / 25 N.C.
Contaminación ambiental interior:
En las instalaciones con ventilación mecánica y tratamiento de aire exterior, no se
permitirán, en las zonas ocupadas, concentraciones de contaminación superiores a las
que seguidamente se indican:
Monóxido de carbono CO
Anhídrido carbónico CO2
Partículas 30 u/m3
Ozono 0,05 ppm.
1/10.000
50/10.000
Ordenanza General de Higiene y Seguridad en el trabajo:
Se mantendrán por medios naturales o artificiales condiciones atmosféricas
adecuadas, evitando el aire viciado, exceso de calor y frío, humedad o sequedad y los
olores desagradables.
Se deben evitar las variaciones bruscas. Cuando la temperatura sea extremadamente
diferente entre los puestos de trabajo, deberá haber locales de paso para que los
operarios se adapten gradualmente a unas y otras (se supone en idas y vueltas
continuas, y no, por ejemplo, en el caso de acceso a centros comerciales donde se
puede colocar una cortina…).
Capítulo 4. Exigencias de rendimiento y ahorro energético (para racionalizar
consumo energético)
IT.IC.04 Exigencias de rendimiento y ahorro de energía:
Condiciones ambientales
20º C es la temperatura media máxima en invierno
25º C es la temperatura media mínima en verano
22ºC es la temperatura límite superior en invierno
23ºC es la temperatura límite inferior en verano
30% < Hr < 65%
el
165
Apéndice III. Normas UNE relacionadas con el reglamento
El Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas,
establece en el art.10 que la capacidad cúbica de los locales destinados a espectáculo no
podrá ser inferior a los 4m3 por persona.
5.CONCLUSIÓN
Después de lo expuesto en este estudio, nuestra conclusión es que la única
manera de controlar y gestionar la “confortabilidad” del público, personal del
Teatro y actores/cantantes, es mediante un sistema avanzado de climatización,
que nos debe permitir un fácil y constante control, a la vez que nos da la
posibilidad de sectorizar ambientes teóricamente opuestos.
En ningún caso creemos conveniente dejar al azar el comportamiento
climatológico de las diferentes zonas del Teatro, ya que el edificio no está
preparado para ello, y por tanto, esta medida implicaría problemas graves de
higiene (falta de renovación), de temperatura (saltos térmicos importantes); sol –
sombra, mucha gente - poca gente, corrientes de aire (efecto chimenea, puertas
abiertas) y un gasto energético incontrolado (zonas de aportación de calor - frío,
teniendo las puertas y ventanas abiertas).
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