I VE requiere dictamen en las presentes actuaciones a este

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Dictámen Nro: 0038/06 - - Expediente Nro: 20544/05
Fecha Dictámen: 2006-03-07
Carátula: O., P. L. s c/ Correo Argentino S.A.s/ Ordinario s/ Inaplicabilidad de Ley
Materia: Competencia- - Fuero: Laboral
TEXTO DICTAMEN
Excmo. Tribunal:
I
V.E. requiere dictamen en las presentes actuaciones a este
Ministerio respecto del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto
por la parte incidentista a fs. 174/191 vta.
El mismo se deduce contra la sentencia de la Cámara del Trabajo
de la IV Circunscripción Judicial con asiento en la ciudad de Cipolletti de fecha
29.6.05 obrante a fs. 166/169 que rechaza las excepciones de incompetencia e
inhabilidad de título opuestas por la incidentista a fs. 124/131 como así también el
planteo de inembargabilidad.
A modo de introito, es dable practicar una reseña de las presentes
actuaciones. En el principal, el actor reclamó indemnización por despido sin justa
causa producido el 13.3.03 contra su empleador: CORREO ARGENTINO S.A.,
empresa privada que estuvo a cargo del servicio postal hasta el 19.11.03, fecha en que
fue reestatizado. Trabada la litis, el pleito terminó en conciliación mediante acuerdo
que fue homologado el 21.11.03 (fs. 100 y vta.).
Tal acuerdo conciliatorio resultó incumplido por el deudor
CORREO AREGENTINO S.A. y el accionante inicia ejecución de sentencia en su
contra, ordenándose traba de embargo sobre bienes de la demandada, librándose
mandamiento y citándola de venta. El oficial notificador hace saber a la Cámara (fs.
113 vta.) que devuelve el mandamiento sin diligenciar en función de que habiéndose
constituido en el domicilio indicado fue atendido por el Sr. M. B., director del lugar
quien le manifestó que no funciona más el Correo Argentino S.A. y que por Decreto
1075 y 1076 pasó al Estado y se llama “Correo Oficial” desde el 20.11.03. Agrega
que le es informado que una parte pequeña del Correo Argentino S.A. está
funcionando en Buenos Aires poniendo en su conocimiento que su dirección es:
Carlos de la Parlera 299, Piso 27, Capital Federal.
Los apoderados de la parte actora se presentan ante la Cámara
sosteniendo que CORREO OFICIAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA,
EMPRESA DEL ESTADO resulta continuadora de los derechos y obligaciones de la
ex empleadora y demandada en autos: CORREO ARGENTINO S.A. Invocan el
proceso de privatización operado en la década del 90 donde la jurisprudencia acogió
el criterio de que ante la transferencia de las empresas que habían pertenecido a entes
estatales correspondió aplicar la tutela que la Ley de Contrato de Trabajo otorga a los
créditos laborales en ocasión de la transferencia de establecimientos (arts. 225 a 228)
e imponiendo la solidaridad entre transmitente y adquirente respecto a estas
obligaciones. Como consecuencia de ello, entendiendo aplicables al caso los artículos
mencionados de la LCT solicitan que se libre mandamiento de intimación de pago y
embargo a la empresa CORREO OFICIAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA,
EMPRESA DEL ESTADO por los mismos importes que el ya librado en autos contra
CORREO ARGENTINO S.A.
A fs. 121 la jueza de la Cámara Laboral Dra. Aída Dithurbide
ordena el libramiento del mandamiento de embargo peticionado contra la firma
CORREO OFICIAL DE LA REPÚBLICA ARGENTINA, EMPRESA DEL
ESTADO. Invoca para ello los artículos 225 y 228 de la LCT y jurisprudencia citada.
El mandamiento es diligenciado embargándosele a la empresa estatal “la caja diaria
de la casa central del correo de Neuquén y de Cipolletti en el porcentaje que se
determine” (fs. 123).
A posteriori, se presenta el Estado Nacional Argentino, Ministerio
de
Planificación
Federal,
Inversión
Pública
y
Servicios,
Secretaría
de
Comunicaciones, Correo Oficial Unidad Administrativa Decreto 1075/2003, dando
respuesta a la citación de venta, contestando la citación, oponiendo excepción de
falsedad de la ejecutoria, incompetencia e inembargabilidad de los bienes atacados.
Al contestar la citación y demanda la referida Empresa Estatal
invocando la gestión procesal y la Unidad Administrativa del Dec. 1075/03, peticiona
el levantamiento del embargo con tercería y la falta de legitimación porque se trata, el
afectado, de un sujeto diferente al demandado. También interpuso falsedad de la
ejecutoria, inhabilidad de título, falta de legitimación pasiva y violación de la cosa
juzgada.
En tanto en el Capítulo IV plantean la incompetencia por ser, la
presentante que resultó embargada, persona jurídica estatal invocando la aplicación
de la Doctrina de V.E. expuesta in re “BRAESE” y el art. 2° del Dec. 1075/03.
La Cámara lo tiene por presentado y por parte ordenando el
traslado de las peticiones. La parte actora contesta el traslado pidiendo el rechazo de
las excepciones. Fundamenta en que la responsabilidad de pago de la tercerista e
incidentista respecto de las obligaciones laborales de la empresa privada surge de las
disposiciones de la ley laboral, en sus artículos 225 a 228.
En cuanto al rechazo de la excepción de incompetencia argumenta
en forma confusa que se pretendería sostenerla en función de la materia sobre la que
versa la litis y no sólo en atención a la calidad del sujeto afectado, el Estado
Nacional. Invoca los arts. 506, 507 y concordantes del C.P.C. y C. deduciendo que de
esos principios surge que esta excepción sólo puede fundarse en hechos posteriores a
la sentencia. También hace mención al art. 6 inc. 1) del código ritual que establece el
principio de que en el proceso de ejecución de sentencia será juez competente el del
proceso principal.
El Tribunal del Trabajo rechazó la excepción de incompetencia
denegando el fuero federal citando sin más el art. 6 inc. 1° del CPC y C., rechazando
también las demás excepciones. Contra dicho decisorio la parte incidentista introduce
el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley respecto del cual se me requiere
dictamen.
II
Resulta insoslayable analizar de manera excluyente la cuestión de
competencia introducida en estos autos porque según como se resuelva dependerá si
es o no V.E. quien tendrá que entender en los restantes planteos de inhabilildad de
título y de inembargabilidad.
Sostiene el Fallo puesto en crisis, en su item. II que, respecto de la
excepción de incompetencia, la misma no se encuentra contemplada en las permitidas
por el art. 506 del C.P.C. y C. y que, como dije supra, es de aplicación el art. 6 inc. 1°
del mismo texto legal, razón por la cual debe rechazarse sin más.
La Cámara con tan escueto argumento soslaya lo que constituye la
cuestión central a decidir en estos autos. Analizaré primeramente si la excepción de
incompetencia puede o no articularse en este proceso de ejecución de sentencia, en
virtud de que no se encuentra expresamente incluida en el citado artículo 506 del rito
civil y por ser ése el argumento utilizado en el fallo para desestimarla.
Al respecto, estudiando la temática de la referida norma, la
doctrina ha sostenido que la enumeración contenida en ella no es una enumeración
taxativa. Santiago C. FASSI en el CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL,
Editorial Astrea, T. II, págs. 206/207, dice que: “No es enumeración taxativa. Durante
la vigencia de un texto análogo, el del art. 539 del código derogado, se formó una
juiciosa jurisprudencia que amplió el número de las excepciones admisibles, que
consideramos tienen vigencia frente al nuevo texto, pues mediando las circunstancias
que la justifican no sería posible llegar a la venta de los bienes embargados” (conf.
Palacio, Colombo).
Refiriéndose específicamente a la excepción de incompetencia el
mismo autor (ob. cit. pág. 207) afirma que “Es en primer lugar oponible la excepción
estrictamente procesal de incompetencia, pues es un presupuesto que la ejecución
se deduzca ante juez competente”.
Coincidiendo con el mismo criterio, el maestro Palacio sostuvo
que “Pese al carácter taxativo que surge del texto de este artículo, la Jurisprudencia se
ha pronunciado a favor de la admisibilidad de las excepciones procesales, como las
de incompetencia (art. 501); falta de personería; nulidad de la ejecución y defecto
legal” (Lino Enrique PALACIO, Adolfo Alvarado BELLOSO, CODIGO PROCESAL
CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN, Tomo Noveno, Ed. Rubinzal-Culzoni, 1995,
pág. 114).
En consonancia con la opinión expuesta precedentemente por los
citados tratadistas, comentando el art. 506, FINOCHIETO-ARAZI afirman que
respecto de las excepciones no enunciadas en el Código “Si bien el precepto
comentado comienza ordenando una regla taxativa -“sólo se considerarán
legítimas”-, desde antaño, es decir, vigente el código de 1880, al decir de FASSI, se
formó “una juiciosa jurisprudencia que amplió el número de excepciones
admisibles”. Por eso, las destinadas a controlar la regularidad del contradictorio
(capacidad, personería, competencia) no pueden ser ignoradas, así como el defecto
de legitimación para obrar” (CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL DE LA
NACIÓN, Tomo 2, Editorial Astrea, 1993, pág. 626.
Con lo dicho, queda claro que la Cámara sentenciante debió haber
analizado y expedirse respecto de la excepción de incompetencia articulada y no
descartarla de plano sin fundamentación alguna.
III
En cuanto a la invocación al art. 6 inc. 1° del C.P.C. y C. como la
otra razón para desecharla, es necesario advertir que si bien es cierto que en el
mentado artículo se establece que será juez competente en los incidentes, tercerías. . .
el del proceso principal, no es menos cierto que el mismo comienza diciendo: “A
falta de otras disposiciones será juez competente:. . .”. Y en el sub examine existen
esas “otras disposiciones” y son, precisamente, de raigambre constitucional. Tal la
disposición del art. 116 de la Constitución Nacional que en el Capítulo Segundo,
Atribuciones del Poder Judicial, art. 116 reza: “Corresponde a la Corte Suprema y a
los tribunales inferiores de la Nación, el conocimiento y decisión de todas las causas
que versen sobre puntos regidos por la Constitución, y por las leyes de la Nación. . .;
de los asuntos en que la Nación sea parte. . .”.
La regla del art. 6 inc. 1° del C.P.C. y C. invocada por la Cámara
sentenciante coincide con la del art. 501 inc. 1° y preceptos similares según los cuales
al juez del proceso principal compete, entre otros casos, conocer en la ejecución de
sentencia pero “Este principio cede, sin embargo, cuando por razones de orden
constitucional el órgano que dictó la sentencia carece de competencia para conocer de
su eventual ejecución” (PALACIO, ob. cit. pág. 101).
La justicia ordinaria provincial, la Cámara de Trabajo de Cipolletti
resulta incompetente para entender en estos autos desde el momento que se anotició
de la finalización de la concesión del servicio postal estatal por parte del Correo
Argentino S.A. y consecuentemente de la existencia de la Empresa estatal. Frente a
esa toma de conocimiento debió declarar su incompetencia y no proceder como lo
hizo ordenando el libramiento de embargo contra Correo Oficial de la República
Argentina, Empresa del Estado. Simplemente porque no es la parte demandada,
resultando un tercero ajeno al juicio.
Para hacerlo invocó los arts. 225 y 228 de la LCT que refieren a
transferencia de establecimientos por los cuales las obligaciones emergentes del
contrato de trabajo pasarán al sucesor o adquirente como así también la solidaridad
entre transmitente y adquirente. Tuvo en cuenta el escrito presentado por la parte
actora a fs. 120 donde invoca la aplicación de tales artículos y cierta Jurisprudencia.
Amén de que la Jurisprudencia citada es referida a procesos de privatización llevados
a cabo en la década del 90 y el caso del Correo se trató exactamente de lo contrario,
de una reestatización; la Cámara se basa y tiene por ciertos los dichos expuestos en
media página por la ejecutante donde se argumenta que la Empresa estatal es
continuadora de los derechos y obligaciones de la ex empleadora y demandada en
autos, nada de lo cual es acreditado ni ofrecido hacerlo.
A más, lisa y llanamente desconoce el derecho, concretamente la
disposición del art. 230 de la misma LCT, el cual trata sobre la Transferencia a
favor del Estado y establece que “Lo dispuesto en este título no rige cuando la
cesión o transferencia se opere a favor del Estado. . .”.
La excepcionante considera, con rigor científico, que no hubo
transferencia de Correo Argentino S.A. (CASA) a la empresa estatal (CORASA) toda
vez que a la primera se le revocó la concesión para operar el servicio postal nacional
mediante Decreto N° 1075 de fecha 19.11.03, creándose la Unidad Administrativa
dependiente de la Secretaría de Comunicaciones del Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios, es decir una persona jurídica distinta de
carácter eminentemente estatal. No hay transferencia -sostiene- en tanto no hubo
solución de continuidad entre CASA y CORASA, sino dos actos administrativos, por
lo que no resultaría de aplicación el principio de solidaridad laboral del art. 228
invocado por el Tribunal para ordenar el libramiento de embargo.
Pero aún poniéndonos en el hipotético supuesto de que la hubiera
habido, resulta de total aplicación el mentado artículo 230 de la Ley laboral.
Glosando dicho artículo sostiene Miguel Ángel SARDEGNA (LEY DE CONTRATO
DE TRABAJO, Editorial Universidad, Novena edición actualizada, 2004, pág. 520)
que “Hasta aquí se ha analizado la transferencia o cesión que en forma permanente o
precaria tiene lugar entre dos particulares, sin embargo éste no es el único caso en
que el trabajador cambia de empleador, ni necesariamente éste ha de ser un particular,
pues como bien lo prevé la ley, el Estado puede adquirir el rol de adquirente, en cuyo
caso lo dispuesto en los artículos 225 a 229 de la Ley de Contrato de Trabajo
carece de vigencia, pues no rigen cuando la transferencia se opera a favor del
Estado”.
Nunca debió haberse librado el mandamiento a la Empresa Estatal,
por múltiples consideraciones, pero en lo que hace a la cuestión que analizo, porque
se carecía de competencia para hacerlo en función de que la empresa a la que se
pretende ejecutar, que no es parte y menos aún demandada, es una empresa estatal
nacional, lo que origina la competencia federal ratione personae. El Tribunal actuante
debió declararse incompetente de oficio ante la noticia de que la parte a la cual
pretendía ejecutarse era una empresa perteneciente al Estado Nacional y no lo hizo;
pero tampoco actuó como debió hacerlo cuando el ejecutado planteó la pertinente
excepción. Dice Santiago FASSI (ob. cit. T. II, pág. 280) “Si se trata de
incompetencia relativa, sólo cabe declararla si el ejecutado opone la correspondiente
excepción. La incompetencia absoluta puede ser declarada de oficio hasta la
oportunidad de la sentencia”. En el sub examine no fue declarada de oficio ni ante la
articulación de la pertinente excepción.
IV
V.E. se ha expedido reiteradamente en causas donde se planteaba
la misma cuestión que en los presentes autos. Así sostuvo ese S.T.J.: “Que en razón
de la materia puesta a consideración del Tribunal y asimismo de la persona
demandada, que resulta ser un organismo nacional corresponde que esta litis tramite
ante la justicia federal (arts. 116 y 117 de la Constitución Nacional). Es sabido que
por muchas facultades que tenga el Juez del amparo, y aún admitiendo su potestad
jurisdiccional sobre todo otro poder o autoridad pública, va de suyo que la primera de
las condiciones que debe reunir ese juez es su competencia. Sin ella no podría jamás
llegar a constituirse en Juez del amparo, pero un Juez de la Provincia no puede entrar
a entender en un asunto donde la materia no sea de concreta competencia provincial
(STJ., Aut. Int. N° 126/92, “MARTEGOUTTE de R. MEJÍA, del 27.11.92). Existen
cuestiones de competencia que son ineludibles y supuestos de esta índole ya han dado
origen a fallos del mismo Tribunal Supremo, como el dictado el 26 de agosto de 1959
in re: “Asociación Bancaria San Juan”, en el que se había declarado la competencia
de la justicia federal para conocer en un amparo contra un acto de autoridad nacional
(“Acción de Amparo”, Seminario sobre Jurisprudencia de la Corte Suprema de la
Nación, Universidad Católica Argentina, 1999, p. 102). En la presente causa no cabe
duda que el amparo se plantea contra un acto de ese carácter”. (Auto interlocutorio
N° 400, in re: “JESÚS ARROYO S.A.C.I.A.”, del 10.9.03).
En el precedente “ACUÑA” (se. n° 47 de fecha 25.4.94) citado por
CORASA (Correo Oficial de la República Argentina) la entonces Jueza de ese Alto
cuerpo Dra. Nelly Azucena Flores se remite a un fallo de la Corte suprema (in re
“AEROPUERTO INTERNACIONAL DE EZEIZA”) que está referido a una acción
planteada como consecuencia de la prestación de servicios a una empresa privada,
cuando precisamente la incompetencia que se articula se funda en el carácter de
empresa nacional de YPF, aunque actualmente actúe bajo la forma de sociedad
anónima. En el mismo voto, citando a Juan Carlos CASSAGNE (“Competencia de la
Justicia Federal para entender en acciones promovidas por una sociedad anónima
de propiedad estatal”. ED, T. 70, págs. 145/147) refiere que “El autor mencionado,
luego de señalar que se ajusta a los buenos principios el fallo de la CNFed. Sala I
civil y comercial que declaró la competencia de la justicia federal cuando una
empresa exhibe la presencia de un interés nacional, acotaba que “En consecuencia, ya
sea que se trate de una causa que deba resolverse sobre la base de normas y principios
de derecho civil o comercial, o bien, que el pleito deba fallarse por aplicación
prevaleciente de normas de derecho público, corresponderá en todos los casos en que
fuera parte una sociedad anónima de propiedad estatal o de participación mayoritaria
estatal, la competencia de la justicia federal”.
En el mismo Fallo, el Dr. Balladini trae a colación lo expresado
por algunos tribunales federales, los que han resuelto que “. . . Corresponde al fuero
federal intervenir en los litigios en que sea parte YPF, pues a pesar de la
transformación de esta empresa en sociedad anónima, subsisten las razones por las
que se la ha privilegiado con el fuero federal, tales como la presencia de un interés
nacional
y
capital
accionario
de
total
permanencia
del
Estado Federal” (CNFed. Civil y comercial, Sala II, mayo 8 – 1992, “PÉRSICO,
Oscar c/ YPF”, LL 1992-D-573).
En el sub examine el CIEN POR CIENTO (100 %) del capital de
la sociedad CORASA pertenece al Estado Nacional (art. 2 del Dec. 721/2004).
Más recientemente, el 8 de agosto de 2000, V.E. Falló in re
“BRAESE” se. n° 88, a raíz de la interposición de un recurso extraordinario por parte
de la demandada ENCOTESA contra el pronunciamiento dictado por la Cámara del
Trabajo de la IIIa. Circunscripción Judicial a través del cual dispuso rechazar la
excepción de incompetencia opuesta por aquella parte.
En este decisorio, el Dr. Luis Lutz sostuvo que le asiste razón a la
recurrente por lo que debe hacerse lugar a la excepción de incompetencia articulada.
Refiere que la Suprema Corte de Justicia de la Nación ya se ha expedido en la
cuestión que nos ocupa y en expresa referencia a ENCOTESA, circunstancia ésta que
define el punto. Dijo concretamente que “Debe cobrar relieve, por ende, la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación según la cual “. . . con
arreglo a lo dispuesto en los arts. 100 (actual 116) de la constitución Nacional, art. 2
incs. 6 y 12 de la Ley 48, corresponde a la justicia federal y no a la provincial,
conocer en las causas en que la Nación o una entidad nacional sean parte, aún en
aquellas emergentes de relaciones laborales” (Fallos 308:655 y sus citas, 318:1816,
entre otros y de conformidad a lo dispuesto por la corte en el ya citado caso de Fallos
319:2020)”.
V
En función de lo dicho, como así también de los antecedentes
jurisprudenciales y doctrinarios citados, soy de opinión de que debe hacerse lugar a la
excepción de incompetencia interpuesta por CORREO OFICIAL DE LA
REPÚBLICA ARGENTINA (CORASA), debiendo la Cámara del Trabajo de la IV
Circunscripción Judicial con sede en Cipolletti declinar su competencia en favor de la
Justicia Federal.
Es mi dictamen.
Viedma, 7 de marzo de 2006.
Dra. Liliana Laura Piccinini
Procuradora General
PODER JUDICIAL
DICTAMEN Nº 038/06.
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