Nº Autos. Procedimiento de Oficio 448/01 Sobre Demandante

Anuncio
Nº Autos. Procedimiento de Oficio 448/01
Sobre
Demandante: Gobierno Vasco. Departamento de Justicia y Asuntos Sociales
Demandado: Mercedes Paniego Moraga, Mercedes Rodríguez Remires de Ganuza y
grúas Ibisate S.A.
CÉDULA PE NOTIFICACIÓN
Por la presente queda Vd. notificado da la resolución cuya copia literal se transcribe,
con las advertencias que ahí se recogen.
En la ciudad de VITORIA- GASTEIZ a treinta y uno de Enero de dos mil dos.
Vistos por la Ilma. Sra. Magistrada-Juez del Juzgado de lo Social nº 2, Dña, MARÍA
DEL CARMEN GÓMEZ JUARROS los presentes autos nº 448/01 seguidos a instancia
del DELEGADO TERRITORIAL DE TRABAJO EN FUNCIONES DE ÁLAVA,
actuando en nombre y representación del DEPARTAMENTO DE JUSTICIA,
EMPLEO y ASUNTOS SOCIALES DEL GOBIERNO VASCO contra la Empresa
GRÚA S IBISATE, S.A.. MERCEDES PANIEGO MORAGA, MERCEDES
RODRÍGUEZ REMIREZ DE GANUZA sobre PROCEDIMIENTO DE OFICIO
EN NOMBRE DEL REY
Ha dictado la siguiente
SENTENCIA Nº 55
ANTECEDENTES DE HECHO
Con fecha 05/10/01 tuvo entrada demanda formulada por DELEGADO TERRITORIAL
DE TRABAJO EN FUNCIONES DE ÁLAVA, actuando en nombre y representación
del DEPARTAMENTO DE JUSTICIA, EMPLEO y ASUNTOS SOCIALES DEL
GOBIERNO VASCO, contra la Empresa GRÚAS IBISATE, S.A., Empresa GRÚAS
IBISATE S.A., MERCEDES PANIEGO MORAGA, MERCEDES RODRÍGUEZ
REMIREZ DE GANUZA y admitida a trámite se citó de comparecencia a las partes
para la celebración del correspondiente Acto de Conciliación y en su caso juicio para el
día dieciocho de Diciembre de dos mil uno a las 8'45 horas asistiendo como demandante
el Delegado Territorial de Trabajo de Álava, actuando en hombre y representación del
Departamento de Justicia, Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco, representada
por el Letrado Sr. Don José Luis Iparraguirre y de otra parte como demandada la
Empresa Grúas Ibisate , S.A., representada por el Sr. Don Roberto Ibisate Aberásturi y
asistido de la Letrada Doña María Angosto Hernaado Rubio, Mercedes Paniego
Moraga, representada por la Graduada Social Doña Blanca Quincoces, Mercedes
Rodríquez Remírez de Ganuza, asistida del Letrado Sr. Don Santiago Busto López de
Abechuco, y abierto el acto de juicio por S.Sª, las comparecidas manifestaron cuantas
alegaciones creyeron pertinentes en defensa de
sus derechos practicándose
seguidamente las pruebas que fueron admitidas según queda constancia en el acta
correspondiente, y finalmente manifestaron por su orden sus conclusiones.
En la tramitación de este proceso se han observado las prescripciones legales,
HECHOS PROBADOS
PRIMERO.- Mercedes Rodríguez Remirez de Ganuza y Mercedes Paniego
Moraga vienen prestando sus servicios para la Empresa Grúas Ibisate, S.A., Mercedes
Rodriguez Remirez de Ganuza con la categoría profesional de oficial de 2ª desde hace
aproximadamente 27 años y Mercedes Paniego Moraga con la. categoría profesional de
Oficial de 1ª desde hace un número no determinado de años.
SEGUNDO. - Mercedes Paniego Moraga hasta el año 2000 venía, realizando
labores de contabilidad y Mercedes Rodríguez Remirez de Ganuza venía realizando
labores de facturación y administración. habiendo participado en diversos cursos de
formación sobre informática, costes, atención a clientes.
No consta que las codemandadas hayan sido amonestadas o sancionadas como
consecuencia del trabajo qua han venido realizando durante los años que vienen
prestando sus servicios para la demandada. Asimismo no consta que las actoras hayan
sido partícipes en la empresa de hechos conflictivos.
TERCERO. - En el mes de Marzo de 2000 Grúas Ibisate, S.A. alegando una
reorganización de la empresa apartaba de sus funciones habituales a Mercedes Paniego
Moraga, alegando que incurría en errores en la confección de las nóminas, dejándole de
dirigir la palabra la dirección de la empresa. Después de disfrutar de un periodo de
vacaciones la trabajadora es relegada a otro puesto ubicándole en una mesa de pequeñas
dimensiones (mobiliario infantil tipo pupitre) ubicada de cara a la pared y disponiendo
como único instrumento de trabajo de un teléfono con el único cometido de atenderlo;
en el mes de Septiembre de 2000 se le cambia de los cometidos y se le encomiendan
tareas de facturación con un incremento importante de carga de trabajo iniciando el 8 de
Enero de 200l. un proceso de I.T. por presentar un cuadro ansioso-depresivo. Se
incorpora al trabajo el 8 de Febrero de 2001 siendo nuevamente relegada de su trabajo
sufriendo el 13 de Febrero de 2001 una recaída del cuadro ansioso-depresivo calificando
el Dr. Verástegui del Centro de Salud Mental de Osakidetza como cuadro compatible
con depresión reactivo (folios 88 y 93) permaneciendo actualmente en dicha situación.
Mercedes Rodriguez Remirez de Ganuza tras sufrir un periodo de I.T. por fractura de
tobillo se incorpora a su puesto de trabajo en Junio de 2000, a su incorporación la
trabajadora se encuentra la oficina modificada y pide que le asignen al puesto de trabajo
que venía ocupando, en ese momento la Empresa le practicó un test de los que viene
realizado a aquellas personas que van a ingresar, una vez realizado la dirección de la
empresa entrega, a la trabajadora el documento de advertencia que obra al folio 100
(que se da íntegramente por reproducido) y seguidamente se le comunica que iba a
desempeñar tareas diferentes de las que había venido realizando colocándole en una
mesa frente a la pared sin contenido profesional alguno. En el mes de Septiembre de
2000 se la asigna un ordenador para la realización de controles de alquileres, de
maquinaria y tráfico, transcurridos varios meses Mercedes Rodríguez Remirez de
Ganuza causó baja de I.T. por presentar un cuadro depresivo, situación en que se
encuentra en la actualidad.
Es a partir de dichas fechas (Marzo y Junio 2000) cuando las trabajadoras
codemandadas han presentado cuadros de llanto durante las jornadas de trabajo.
En la fecha en la que el Inspector de Trabajo giró visita a los locales de la
empresa el 26 de junio de 2002, según consta en el Acta levantada al efecto, las
trabajadoras no pudieron mantener una reunión con el Sr. Ibisate debido a su estado de
nerviosismo.
QUINTO.- La Inspección de Trabajo giró visita el 26 de Junio de 2001 al
domicilio de la empresa Grúas Ibisate, S.A. elaborando el informe que obra a los folios
7, 8 y 9 de las presentes actuaciones que se da íntegramente por reproducido,
proponiendo la imposición de sanción por infracción de la normativa laboral en materia
de derechos laborales al trabajo y a la consideración debida a su dignidad con
propuestas de sanción de multa de 3.005’6 euros.
SEXTO.- Mediante escrito presentado el 27 de Septiembre de 2001 el Delegado
Territorial de Trabajo del Departamento de Justicia, Economía, Trabajo y Seguridad
Social instó procedimiento de oficio solicitando se dictase sentencia declarándose la
conducta seguida por la Empresa Grúas Ibisate, S.A. constitutiva de trasgresión del art.
7.10 del R.D.L. 5/2001 de 4 de Agosto.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Los hechos declarados probados se infieren del conjunto de las pruebas
practicadas en la vista oral.
En primer lugar ha de señalarse que frente a la impugnación por parte de la
empresa demandada del informe emitido por la Inspección de Trabajo negando la
realidad de los hechos que se contienen en la misma; el contenido del acta de la
Inspección en los aspectos fácticos gozan de la presunción de certeza, presunción que
puede desvirtuarse mediante prueba en contrario pero que en el presente supuesto no se
ha articulado prueba suficiente que desvirtuara su contenido sino más bien a través de la
prueba testifical del propio Delegado de personal de la empresa, con una antigüedad de
más de 17 años, así como de la documental obrante en Autos consistentes en el informe
del Dr. Verástegui de la C.E.I. se configuran como elementos de convicción para
acreditar la certeza de los hechos que se exponen en el Acta y que dan lugar a formular
la comunicación-demanda que insta el presente procedimiento.
SEGUNDO.- El acoso moral o “mobbing” es un fenómeno que ha sido objeto de
estudio por la psicología que lo ha definido en el ámbito del trabajo como situaciones de
hostigamiento a un trabajador frente al que se desarrollan actitudes de violencia
psicológica de forma prolongada y que conducen a su extrañamiento social en el marco
laboral, le causan alteraciones sicosomáticas de ansiedad y en ocasiones consiguen el
abandono del trabajador del empleo al no poder soportar el stress al que se encuentra
sometido.
El acoso se manifiesta a través de muy variados mecanismos de hostigamiento con
ataques a la víctima por medio de la implantación de medidas organizativas -no asignar
tareas, asignar tareas innecesarias, degradantes o repetitivas, asignar tareas imposibles
de cumplir, etc. - medidas de aislamiento social -impedir las relaciones personales con
otros compañeros de trabajo, con el exterior, con clientes, no dirigirle la palabra, etc.medidas de ataque a la persona de la víctima- críticas hirientes, vejaciones, burlas,
subestimaciones, etc.- medidas de violencia física, agresiones verbales – insultos,
amenazas, rumores sobre la víctima, etc.El fenómeno así descrito se lleva a cabo a través de las relaciones interpersonales que
crea el contexto del trabajo y por tanto sus formas de expresión, presentan múltiples
conexiones con la relación jurídica que entre empresario y trabajador configura el
contrato laboral. En unos casos el empresario puede ser sujeto activo del acoso y en
otros espectador de situaciones entre compañeros de trabajo vinculados o no
jerárquicamente, no por ello exento de responsabilidad.
El acoso moral tal y como se describe no cabe duda que constituye un atentado a la
integridad moral de las personas a quienes se somete a tratos degradantes que impiden
el libre desarrollo de su personalidad y que desde esa perspectiva este acoso constituye
un atentado al derecho a la integridad moral que protege el art. 15.1 de la Constitución
Española.
Es preciso deslindar adecuadamente las conductas calificables de acoso de otros
posibles desafueros cometidos por el empresario ejercitando de forma abusiva sus
poderes de dirección y organización de la empresa, pues no resulta factible llegar a la
conclusión de que todo ejercicio abusivo de estas potestades puede calificarse de acoso
y ello obviamente sin perjuicio de las respuestas que desde la legalidad puedan
obtenerse en contra de esas actuaciones antijurídicas. No es equiparable acoso moral
con el ejercicio arbitrario del poder directivo empresarial, pues mientras que con éste el
empresario suele simplemente buscar por medios inadecuados un mayor
aprovechamiento de la mano de obra imponiendo condiciones de trabajo más favorables
a sus intereses, con el acoso lo que se busca es causar daño al trabajador socavando su
personalidad. El interés organizativo de la empresa no se presenta en primar plano pues
resulta obvio que la existencia de un clima hostil en el lugar de trabajo no lo procura,
como tampoco la utilización del trabajador en actividades inútiles, irrealizables o
repetitivas.
Por tanto son diferentes los motivos que inducen al empresario a emplear
arbitrariamente sus potestades directivas de los que mueven al sujeto activo del acoso
moral a hostigar a la víctima. Esa diferencia será la que permitirá distinguir los dos
planos diferenciados de protección legal frente a esas coductas. Así frente al ejercicio
arbitrario del poder empresarial, no estando comprometidos otros posibles y distintos
derechos fundamentales, cabrán las respuestas que proporcionan la legalidad ordinaria,
mientras que frente al acoso la respuesta la obtendremos del artículo 15.1. Constitución
Española por constituir como antes se indicó un atentado al derecho a la integridad
moral.
Pero también ejercicio arbitrario del poder empresarial y acoso moral se diferencian por
el perjuicio causado. En el primer caso pueden verse afectados los derechos laborales
sobre lugar, tiempo, modo y contraprestación por el trabajo, en el segundo su integridad
psíquica, su salud mental.
Esta diferencia exige por tanto la práctica de medios de prueba distintos y así quien
invoque padecer acoso moral no basta con que acredite posibles arbitrariedades
empresariales ejercitando su poder directivo, sino que es preciso que demuestre:
Que la finalidad del empresario como sujeto activo del acoso o en su caso
como sujeto tolerante del mismo sea perjudicar la integridad psíquica del
trabajador o desentenderse de su deber de protección en tal sentido.
Que se la han causado unos daños psíquicos, lo que exige la existencia de
una clínica demostrativa de la patología descrita por la psicología.
TERCERO.- Entrando al análisis del supuesto que ha dado lugar a las presentes
actuaciones ha de señalarse que concurren elementos fácticos suficientes para la
calificación de la conducta del empresario demandado como configuradora de un
comportamiento de acoso moral qua afecta a la dignidad de las trabajadoras.
Las codemandadas cuya permanencia en la empresa se remonta a varios años, una de
ellas, 27 años, sin haber sido objeto de ninguna critica, sanción o recriminación por su
trabajo, a partir del año 2000 (mayo-junio) se ven apartadas de su funciones habituales sin que se haya acreditado causa alguna (justificada o no)- para verse relegadas a
cometidos degradantes para su capacidad profesional -coger el teléfono, controles de
alquileres- asignándoles una ubicación vejatoria -casi de castigo- mirando hacia la pared
que obviamente impide el trato con el resto de los compañeros asimismo siendo objeto
de un trato humillante al no serles dirigida la palabra por parte de sus jefes inmediatos
sin conocer causa alguna; circunstancias todas ellas que conducen a ambas trabajadoras
a un estado ansioso depresivo -no hay antecedentes en las Sras. Mercedes Paniego
Moraga y Mercedes Rodríguez Ramírez de Ganuza de dicha enfermedad- que en el caso
de la Sra. Paniego expresamente se objetiva que se trata de un cuadro reactivo llegando
la C.E.I, inclusiva a proponer su incardinación como contingencia de enfermedad
profesional.
En consecuencia. no nos encontramos ante un supuesto de conducta abusiva del
empresario por cuanto no concurre la causa u objeto de obtener un mayor
aprovechamiento de la fuerza del trabajo de las codemandadas, sino todo lo contrario
mediante su comportamiento daña la dignidad de las mismas en su desarrollo
profesional, tratándose en consecuencia, de un mero hostigamiento con finalidad espuria
que produce un daño psicológico evidente, configurando consecuentemente el
comportamiento que se señala en el escrito de demanda una vulneración del contenido
del art. 4.2. e) del E.T., procediendo su íntegra estimación.
CUARTO.- Contra la presente Sentencia cabe Recurso de Suplicación de acuerdo con
lo dispuesto en los artículos 188 y 189.1 de la L.P.L..
Vistos los preceptos citados y demás de general aplicación,
FALLO
Que estimando como estimo la demanda interpuesta por el Delegado Territorial de
Trabajo en Funciones de Alava, actuando en nombre y representación del Departamento
de Justicia, Empleo y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco contra la Empresa Grúas
Ibisate, S.A., Mercedes Paniego Moraga y Mercedes Rodríguez Ramírez de Ganuza
debo declarar y declaro que la conducta seguida por la Empresa Grúas Ibisate, S.L. es
constitutiva de transgresión del art. 7.10 del R.D. Legislativo 5/2001, de 4 de agosto,
condenando como condeno a la Empresa demandada a estar y pasar por esta
declaración.
Contra esta Sentencia cabe recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal
Superior de Justicia del País Vasco, debiendo ser anunciado tal propósito mediante
comparecencia o por escrito ante este Juzgado en el plazo de cinco días a contar desde
su notificación, debiendo para hacerlo la demandada ingresar en la cuenta nº 00180000-65-0448/01 de la entidad bancaria BBV, la cantidad líquida importe de la
condena, sin cuyo requisito no podrá tenerse por anunciado el recurso; asimismo deberá
constituirse en la cuenta corriente nº 0018-0000-68-0448/01 que bajo la denominación
de recursos de suplicación tiene abierta este Juzgado, la cantidad de 25.000 pts,
debiendo presentar el correspondiente resguardo en la Secretaría de este Juzgado al
tiempo de interponer el recurso.
Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.
Y para que sirva de notificación de éste, expido y firmo la presente en el lugar y fecha
de la precedente resolución.
EL SECRETARIO JUDICIAL
Descargar