Nútn. 118. SEMANARIO PINTORESCO. GIS UN CAPRICHO DE

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Nútn. 118.
SEMANARIO PINTORESCO.
GIS
UN CAPRICHO DE ALENZA.
PRltlrA-
El, REFRESCO.
• ; Jj Madre Claudia / / que me ahogo!..., ¿
Madre ,- que es ja la hora de refrescar /•
Pan-cela,
~ Por cierto , hija Pomponia, que la calor es glande;
y á no ser por el aguardiente,
cosa era de abrasar-'
nos vivas.
DEL GRABADO EN MADERA,
H.
La vuelto á aparecer en las artes el grabado en inapa>a estampas y viñetas , egecutado con operacios muy diferentes de las que usaban ios antiguos artistas.
Al presente en vez de abrirse las líneas en una mat. e. .ni a dura como para el grabado en dulce , se forman y
elevan en relieve ; y asi en lugar de las parles huecas r e produce la impresión las que la escultura ha conservado.
Dos métodos , totalmente estraños el uno al otro , se
emplean para abrir láminas en madera j el primero , mas
lomo III. 9. * Trimestr».
antiguo y que por tanto tiempo ha servido para la r e p r o ducción de las obras de los grandes maestros y paia imprimir viñetas destinadas al adorno de libros, se emplea
en el dia casi esclusivamenle en servicio de la industria
manufacturera ; el segundo, que es el moderno , y que
los artistas ingleses han llevado al mayor grado de perfección , iguala á menudo en pureza , finura y brillantez á lo
mas hermoso de los grabados en talla dulce.
Es indudable que se debe á los orientales la invencipn
j . » de Junio de 1837.
'
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SEMANARIO PINTORESCO.
del grabado en madera y los primeros métodos para imprimir letras y adornos en las telas; pero este arte debió
i-i-norarse por mucho tiempo en Euiopa. Es de creer qué
los primeros dibujantes de aclorno para las hojas primeras
de los manuscritos antiguos dcsrubrieron el modo de grabar en madera las líneas de dichos dibujóse imprimirlas en
vitelas, para ahorrarse el trabajo de trazarlas á mano. S e gún opinión tle algmies sabios se hubiera dado mas pron-
La costumbre de adornar los libros con grabados en
madera se introdujo luego de la invención du la iini)renta , siendo probable que debiese parte de sus progresos á
loí fabricautes de naipes. Se í'ueron grabando después las
iniciales de algunos libros , mas se ignora á punto fijo la
época en que este ramo del arte se aplicó á asuntos mas
importantes. Lo que puede asegurarse es que antes de
l/}3o se grababan ya en madera pasajes de la Biblia, y
se llamaba á esta colecciou la Biblia de los pobres. La
lámina mas antigua que se conoce en este género es del
año i S a S , y la halló Mr. Heineckeu en la biblioteca de
los cartujos de Bunheim , cerca de Memniingen.
Pero solo empezó á llamar la atención este arte á
principios del siglo X V I . Alberto Altdorffes , suizo de
nacimiento , ejecutó pequeños grabados en madera , tan
notables por el dibujo como por la ejecución. Los aficionados no ignoran que AUterlo Dureix) ¿rúm en madera dibujos tan bellos , que los iinító el célebre Marco Antonio
y otros grabadores. El grabado en madera se adoptó en
Roma en 1467 para las estampas del libro de las Meditaciones del cardenal Turrecremala , y en Verona en \t^~^x
para la titulada Opus de re militari , de Roberto V u l -
to con el origen do la imprenta , si se hubiese atendido
qu2 en el grabado de madera las letras iniciales de los
manuscritos de uso diario , como los de Honts,
Preces
y Oficios y otros del siglo V I I I y I X , parecían bochas por simples iluminadores que hablan aplicado los colores siguiendo la linca marcada ó impresa en dichos libros.
turíus. Cultivó este arfo Meclieriiio di Sieno , Domingo
dcUe Croché , Domingo Campagnolo y otros hasta Hugo
da Carpi. A este atribuyen los italianos la invención del
grabado en claro-oscuro. Sin embargo , un artista alemán, llamado Juan Ulrieo Pilgrim , se habia distinguido
en este género en una época anterior , y sus estampas
aunque góticas son de un efecto admirable en cuanto al
claro-oscuro.
Las primeras estampas que se grabaron en madera no
presentaban mas que líneas simples ; mas adelante se empezaron á indicar algunas sombras , y en fin hacia el año
de i 5 o o apareció el género llamado camdicu ó claro-bsc u r o , que practicó con buen éxito y perfeccionó Hugo
Carpi.
El grabado en relieve es pues menos antiguo que el
grabado en hueco ; pero siendo mas simple y fácil su impiesion , suministró este las primeras pruebas. Sin remontar á las impresiones sobre telas, hechas por los indioSj
hallamos pruebas sobre papel de un San Cristóbal ,( i )»
grabado en madera en Alemania el año i¡Í23 , y de uu
[ I)
Véase el número 108 del Semanario.
SEMANARIO PLXTORESCO.
San Bernardo, grabado probablemente en Franela por
B. Miluet en i 4 / i 5 , a l p a s o que en Florencia no se hizo
prueba alguna sobre papel del grabado eu hueco hasta el
año de i/|5»..
V.n los siglos X V y X V I muchos grabadores, al~
gunos de los cuales tenían gran talento, dieron á luz
gran numero de eslampas, mas en adelanic no se empleo este género de grabado mas ([ue en viñetas de poca
esterision, florones ele. y a! cabo quedó totalmente abandonado: hasta estos últimos años, en que artistas de un mérito
superior, á cuja cabeza deben contarse á M. Thompson,
Godaid hijo, Tliiebaut, Suzemihl, Andrew , Best, L e loir etc. presentaron obras que rivalizan con los mas
hermosos grabados en dulce.
G17
la introducción del grabado en madera entre nosotros, y
los adelantos que en poco tiempo han hecho nuestros a r tistas , debidos como causa principal á la publicación de
nuestro Semanario.
ARTES Y OFICIOS.
UNA I M P R E N T A .
La necesidad de leer es general ; para leer es necesaLa ventaja del grabado en relieve sobre madera ó rio tener libros, asi como dccia un hombre célebre que
cobre es la de poder multiplicar indefinidamente las p r u e - para hacer un conejo asado, lo primero era tener el c o bas por medio del clisaje ó polítipacion., y en las obras en nejo. Es verdad que muchos llamados Hiéralos prescinque las figuras ocupan un lugar determinado junto al mismo den de tal necesidad , y no compran nunca un libro,
texto , la de poder colocarlas sobre cada una de las ho- contentándose con pedirlos prestados á cien años de plajas en que deben ir , é imprimirlas al mismo tiempo que zo ; esto es mejor y mas barato , pero no por eso m e nos cierto que los libros exislen ,• y para que existan es
aquel.
Para el grabado en madera no se usa en el dia de la preciso que haya imprentas, y esto de una imprenta es
punta sino de agujas y buriles ; se abre la madera del cosa que no conocen todos los que conocen los libros.
Ahora bien, si VV. los que se toman el trabajo de
mismo modo que el cobre , con sola la diferencia de que
en el grabado sobre metal se ahueca el mismo dibujo , y leer este nuestro Semanario, quieren saber como se h a en el grabado sobre madera se excavan las entretallas, ce un libro, fuerza será que nos sigan por un momento
y se desprenden de esta suerte eu relieve las partes que y detengan su atención no en la substancia sino en ¡a
debe reproducir la impresión , al paso que se rebajan las materia, no en las cojddlas de D. Eleutcrio sino como
decia D. Pedro, en la jornia de la letra.
partes blancas.
Ante todas cosas es preciso madrugar y echar, como
Las herramientas que suelen servir para este trabajo
son un marco pequeño de madera en cuyo centro hay quien xlice, una mañana á p e r r o s ; de este modo lomareuna aí>ertura cuadrada , en la cual se coloca la plancha mos la operación desde el principio, es decir, desde el
ó madera en que se ha de grabar. Para sujetar firme- momento en que despuntando los rayos del Sol se van
mente la pieza atraviesan lo grueso del cuadro dos tor- reuniendo en los tiznados salones de la imprenta la variada multitud- de los operarios , desde el entonado ivuiilos uno á lo largo y otro á lo ancho.
Para el grabado de viñetas y otras obras se emplea gcntc hasta el chico que corre con los cubos de agua.
Por supuesto que VV. señores lectores, estarán al
sola la madera , pero en lugar de trabajarla en láminas
Siguiendo la hebra, se graba sobre trozos derechos que corriente de todas las teorías de Adam Smith y J u a n
deben escogerse cuidadosamente entre troncos de media- Bautista S a y , sobre la división del trabajo; pues bien,
••o grueso, de color amarillo rojizo, que no tengan n u - ahora van VV. á verlas reducidas á la práctica , y sino
<íos, alburas ni grietas, y en una palabra bien sanos y lo han por enojo empezeinos por estos departamento^
Secos, condiciones sin tas cuales no se podrá sacar un que tenemos al frente.
En ellos están las cajas, y al frente de cada una
partido ventajoso de ellos.
de ellas un hombre ; pero ante lodo conviene saber
Los buriles y agujas son mas cortos que los que se
(pie esto que llamamos caja es un mueble harto d i *fnplean para abrir en cobre.
fícil de explicar ; porque ello es.... así á manera de
Las hojas de las agujas son á menudo anchas , y lie- cualquier cosa; esto e s , como si íucia un tablero d e
dle» puntas mas ó menos agudas y afiladas. Las agujas dos 6 tres pies en cuadro, pero aubdividido su i n t e "edondas deben emplearse mas generalmente, porciue rior en tantos compartimentos como son las letras del
<lejan mas pie á los cortes , y porque en las lincas afes- alfabeto; pero me equivoco; las divisiones son muchísitonadas ú ondulosas no raen los bordes del corle al vol- mas mas , como que ademas de las letras ordinarias, hay
ver como lo harian las agujas cuadradas ; estas son me- las mayúsculas y minúsculas, las acentuadas, los signos
jores para los cortes rectos y los cruzados. Se usa tam- ortográficos y otros ingredientes
necesarios para desleír
bién de un buril-aguja , llamado lengua de gato para los
en un pedazo de papel el pensamiento de un autor.
trabajos mas delicados y metidos, pues dá la convenienLuego que el cajista llega á colocarse en su puesto,
te profundidad sin ensanchar el corte.
lo primero que hace es echar mano del componedor.
No
Superfino es decir que el dibujo para grabar le hace
el dibujante sobre la madera misma con pluma ó lápiz, vayan VV. á creer que este tal componedor es alguno
y que debe evitar en lo posible el cruzado de líneas en de nuestros autores copleros ci músicos; sino háganse
todas direcciones, como se hace sobre el cobre, porque cargo que lo que se llama asi es un instrumentillo de
este jéuero de trabajo presenta grandes dificultades (pie metal en el cual á medida que el original lo exi"e van
colocándose las letras, línea por línea , reduciendo estas
pocos ai-listas son capaces de superar.
Ls necesario empezar siempre por fijar y terminar á la mas rigorosa exactitud á fin de ir después á formar
lo Ulterior de la fig^,,,^^ ^^^^^ ^p g,,¡,¡,a ^ antes de despren- la i-eunion de líneas que se llama molde.
No me parece que será del todo inoportuna la comderla enteramente de la superficie de la madera que la
rodea , la cual la da solidez mientras se trabaja , y la paración de un oficial de caja con un general de ejercipreserva de los accidentes irreparables que pueden so- to. Figurémonos que las letras son los soldados, que e s parcidos acá y acullá poco o nada valen; pero que á
brevenir.
Eo olrp articulo sobre este asunto hablaremos acerca de I la voz de un eefe diestro, se r e ú n e n , se organizan y se
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SEMANARIO PIIVTORESCO.
animan hasta llegar á formar una masa formidable.... pasa por la presión del tórculo y deja eslampadas las le•Pues qué ? ; se rien W . de la comparación? Pues ni tras en el papel , lo cual tiene que volverse á verificar
César ni Tamorlan , ni Napoleón , lian tenido á su dispo- por el otro lado con distinto molde , y es lo que se llama
sición tantos elementos ni tan difíciles de combinar. Véa- tirar y retiiar.
Muchísimos mas detalles pudiera dar de todas esta.s
se sino que rápido movimiento, que singular actividad
exige en el hombre inteligente encargado de reducirlos operaciones ; pero seria fastidiar la atención de mis lecá ordenación y sistema; que continuo saltar de vista y tores; bagóles por lo tanto gracia de todas ellas , y solo
de dedos desde el original á las cajas, desde estas al com- me atreveré á decirles que cuando lean el .Semanario r e ponedorl
¡Qué admirable instinto, que tacto esquisito flexionen que cada número de él contiene por lo regular
para no equivocar á cada paso una letra con otra , y se- (descontando el espacio de los dibujos) trece columnas;
guir punto por p u n t o , letra por letra, signo por signos que cada columna tiene sesenta y nueve líneas , y cada
el pensamiento del autor, y sin entenderle las mas veces, línea unas cincuenta letras, lo que , sino se me han olvique es lo mas gracioso.
dado los principios de aritmética viene á hacer 44,850
Como el oficial de caja recibe su estipendio á propor- letras, ó lo que es lo mismo , cerca de cuarenta y cinco
ción del trabajo que da hecho, déjase conocer la impor- mil viajes de la mano del oficial desde la caja- al comtancia de un ojo diestro y de una mano pronta a ejecu- ponedor.
Finalmente para concluir este artícuid relativo á i m tar estos rápidos movimientos. Sea dicho de paso que
los autores suelen tener no poca parte en el mayor o prenta parécenos del caso ofrecer á nuestros lectores la
menor resultado de este trabajo, pues las mas veces sue- vista y descripción de \a prensa mecánica en que se i m len dar al pobre cajista la tarea de adivinar su manus- prime el Semanario , y por cuyo ingenioso procedimiento,
crito , que cuanto m e j o r e s , tanto peor se puede leer.
invención del artistas G i r o n d o t , de Paris , se puede conscEl componedor contiene una línea , y luego que esta gir imprimir á la vez y por ambos lados ( blanco y retilleno se traslada esta á una plancha de madera llamada ración ) dos periódicos del tamaño de la Gaceta, seteciengalera: operación que exije una cierta destreza, á fin de tos ejemplares por hora de cada uno de ellos, cuyo trano dar lugar á descomponer toda la línea haciendo lo bajo equivale al que en igual tiempo podrían hacer ocho
que en el lenguaje técnico se llama un pastel.
prensas comunes.
Si alguna duda quedase de la ajilidad necesaria á la
ESPLICACIOIV DE LA MAQUINA.
mano del cajista, basta decir que se ha calculado que
duiante 3oo dias de trabajo al año recorre con ella un
Volante que acompaña el impulso dado por los.
espacio de 6.g28,g33 pies , que hacen cerca de 600 l e dos hombres necesarios para hacer andar la
guas , que viene a ser la distancia de Madrid á Constanmáquina, y que suaviza el movimiento.
tinopla.
Pero ya veo que nos hemos detenido largo rafo en
B. B. Ruedas de engrane por medio del que marchan
ú un mismo compás los dos cilindros D y F
estas operaciones elementales : subamos alguu grado mas
que á ellas se unen por los barrones que atray nos hallaremos con que para disciplinar estas brigaviesan su e|e.
das de oficiales mecánicos , tan difíciles de gobernar en
Pliegos en blanco colocados en el sitio en q u e
ciertos momentos, existen algunos hombres escogidos de
los recibe la máquina para su impresión.
entre ellos, tan prácticos en el manejo de los moldes
Cilindro de hierro fundido que recibe el pliego
que sabrán distinguir á ciegas un acento grave de otro
D.
en blanco C . , y á cuya presión se imprime
circunQejo. Estos son unos verdaderos artistas y tan d i por un lado ( blanco.)
versos de los simples oficiales de caja como los arípiitectos de los albañiles; pues si estos se ocupan en la maPequeños cilindros de madera por ios que se c u E.
terial fabricación del edificio, aquellos forman su plan,
laza el pliego después de impreso por la p r i arreglan y dirigen sus menores proporciones.
mera cara ( el blanco ) (i) >' P^sa á
Cuando los cajistas tienen concluida su composición
Cilindro de hierro fundido , igual al cilindro D ,
en porciones desiguales llamadas galeradas , el encargado
que imprime el pliego por el lado opuesto (re-:
del ajuste procede á reducirlas á la dimensión convenientiracion ) , y lo despide por el sitio G.
te alargando unas y acortando o t r a s , dispone los títulos
Pliego impreso ya por ambas caras.
G.
de un modo elegante , en que demostrara su gusto resH. II. Tinteros donde- se coloca la tinta , y de donde
pectivo , arregla la paginación , prepara los espacios
al solo uiovimieiilo de la máquina la toman
en los diversos párrafos, interlinea con regletas sin r e los rodillos que en la lámina .so ven cerca
lieve los vacíos que deban resultar , separa las notas del
de dichos tinteros para distribuirla en
tes-lo , y ajustn en fin toda la composición en unos marI.
Tablero de uíadcra , terso y muy nivelado d o n cos de hierro , fuertemente estrechados ú fin de pre[)arar
de se distribuye la tinta.
el. molde para su impresión. Hecho lodo esto remite su
J.
Moldes donde se ¡mpiimen los pliegos por sü
trabajo a la prensa.
primera cara (el
blanco.)
Aqui se presenta otra clase de hombres, al frenRodillos que toman la tinta del tablero I., y la
L.
te de las pesadas máquinas, y preparados á manejarlas
distribución en el molde.
con una destreza síngul?r, de la cual y de su esmero
Marcador compuesto de cuatro pequeñas r u e d e M
pende regularmente la belleza de la edición.
cillas dentadas enlazadas entre sí , que al m o vimiento de la máquina van marcando los
Llega el cajista con sus moldes, que ante todo ha
pliegos (pie imprime , siendo de advenir q u e
cuidado de limpiar bien con legia, y los fija en una tabla de
la primera de la izquierda, confórmese mipiedra cuidando de asegurarlos de modo que no padezcan
ra en la lámina , marca las unidades ; la sela menor alteración: el prensista entre tanto ha colocagunda las decenas; la tercera las centenas; y
do el papel en una especie de bastidor, de forma que al
la cuarta los millares.
caer sobre el molde corresponda exactamente á su configuración.-^ Otro operario ha pasado por encima del
molde un rodillo empapado en tinta, y el bastidor cae
( I ) IJOS pliegos van sujetos á los cilindros por cintas que »e
«obre el molde, el cual por un movimiento de vayven.
iilazan de unos cu otros (véase la lámina.)
ce.
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SEMAIVARIO PINTORESCO.
&
g»rjW4Wi«.v
MASANIELLO.
BIOGRAFÍA
Mliíi las reacciones sangrientas de los pueblos suele p r e seutai'se á la cabeza del movimiento un hombre enérgico
que i-econcentra en sí solo todas las pasiones que j u e gan en estos dramas terribles, y á quien pudiera llamarse la personificación de las venganzas populares. Que
este hombre sea de ilustre cuna ó de eslraccion plebeya;
que el móbil que le impele sea el crimen o el amor de
la patria; que se denomine Robespierre o Guillermo
T e l l , es cosa itidifercnte para aquel poder invisible que
tiene á su cargo el castigar, con tal que no le falle la
energía necesaria. Siendo esto cierto , puede decirse que
el hombre cuyo retrato vamos á bosquejar es uno de
aquellos que es necesario que existan en la serie de los
acontecimientos.
Tomas Jniello, mas conocido con el nombre de Masantello , era un pobre pescador, natural de Amalphi,
que para mantenerse iba ú vender su pesca á Ñapóles.
Naturalmente atrevido y aun temerario, fue desarrollándose cada vez mas aquel carácter en los continuos riesgos
de una vida dura y lavoriosa, que ocultaba en la oscuridad toda la fuerza de sus pasiones. P o r aquel tiempo se
hallaba la Italia española cargada de impuestos que se
agravaban cada dia; en España reinaban los favoritos y
las cortesanas ; las provincias estaban condenadas á contribuciones exorbitantes para llenar las arcas agotadas
por continuas dilapidaciones; y Ñapóles que miraba viola-
ITALIANA.
dos sus antiguos privilegios sancionados por Carlos V, e m pezó á quejarse abiertamente. La corte de Madrid no tan
solo miró con indiferencia aquella manifestación, sino que
votó un nuevo impuesto sobre los artículos de primera
necesidad que por consecuencia gravitaba sobre la plebe.
Hasta aqui proseguía la opresión su carrera impuneniente;
pero se habla colmado la medida, é iba la venganza a consumar su obra, respectiva.
En el mes de setiembre de 1647 habiendo ido masaniello á Ñapóles á vender su pesca se la quitaron por
haberse negado á pagar un impuesto, injusto en su concepto. Cualquier otro hubiera mirado aquel accidente
como uno de tantos en que se ve el hombre privado del
fruto de su industria; pero para el fogoso Aniello fue
una chispa que debia producir un gran incendio. Transformado repentinamente en otro h o m b r e , reúne al populacho y le subleva con aquella elocuencia de plazas de
que tanto partido aupo sacar poslenormente Danton.
.•Creedme, esclamaba , y P ' 0 " ' o "^ «c hablara ya de impuestos!" Sus protestas enérgicas le proporcionaron un
montón de partidarios entre las ina.sas dispuestas á coadvuvar sus esfuerzos, y habiéndose renovado á los pocos
dias tan odiosas exacciones y repetido Aniello sus clamores no tardó en verse á la cabeza de un ejército. Desde
entonces tuvo principio la formidable dictadura que el
pueblo acababa de confiarle; se obedecían sus órdenes
SEMANARIO
PIIVTORESCO.
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alegámenle, porque sabia hacerlas respelar, y se castigaba \
loda insuboidliíacioii con pena tapital. Al líente de ciiaA NUESTROS LECTORES.
leuta mil liombrcs precisó á que huyesen los encargados de
la recaudación de los impuestos, y el gefe de la policía loE L Semanario
Pintoresco Españolj á pesar de
gró á duras penas escaparse del suilicio á que se le destinaba. El duque de A r c o s , virey de Tíápolcs no se atrevió los muchos obstáculos y diiicultadcs inherentes á
á emplear medidas de rigor que le hubieran espuesto i n - una publicación de esta clase , ha logrado arribar al
dividualmente , y no pudo con todo su poder impedir que tercer año de su existencia, y favorecido constanlos amotinados incendiasen el edificio de la aduana y los temente con la grata acogida de u n público i n d u l libros de asientos. Este atentado cuya audacia pm-alizó el
g e n t e , está ya en el caso de acercarse á realizar,
poder del gobernador, no era sino el preludio de otras eslas esperanzas q u e anunció cu su prospecto
cenas mas importantes. El duque de Montolione y su herT r e s fueron las ideas principales que presidiemano José Carraffa enviaron quinientos bandidos para que
asesinasen á Masaniello; este se sustrajo como de milagro a ron á la fundación de esta obra periódica ; I.** d e - '
sus puñales, y descubierto su proyecto, fueion despedaza- mostrar que no era imposible , como se c r c i a , excidos por el populaclin. Can alTa pagó la acción infame que trar el interés del público con una publicación q u e
acababa de intentar, y su cabeza cortada por un carnicero prescindiendo de los acontecimientos y discursos
fue presentada al dictador. Sin duda seria un espectáculo políticos , tuviera únicamente por objeto propagar
terrible, el que ofreciera, aquella muchedumbre andrajosa
generalmente los conocimientos útiles de las c i e n embriagada de vino y de desórdenes, manchada de sangre,
y furiosa como un mar encrespado por la tempestad, con cias e x a c t a s , naturales é industriales, d é l a s b u e aquellas figuras siniestras que no suelen verse sino en tales nas letras y de las artes 5 — 2 . * que podia reducirse
momentos , animada por aquellas pasiones populares, tan esta publicaciou á un precio tan ínlimo q u e l l e g a vivas donde quiera, pero aun mas terribles en los climas me- se á estar al alcance de toda clase de fortunas; — y
ridionales, que se agolpaba ahullando al derredor de aquel 5 . " y ú l t i m a , q u e habia llegado el caso de ensayar
hombre, y llevándole por prueba de adhesión la cabeza entre nosotros ei arte del grabado en madera , deslívida y ensangrentada de uno de sus enemigos !
conocido en nuestra E s p a ñ a , y q u e de algunos años
So habia apoderado la consternación de la nobleza naá esta parte constituye el mas elegante adorno de '
politana. En aquel momento crítico el obispo Filomarini,
anciano venerable , fue solo el que se atrevió á recordar á las producciones de la prensa estranjcra.
L a esperiencia ha venido á demostrar que c o a
Masaniello que tal vez no era él sino un instrumento frág i l ' d e que Dios se valia para castigar al rey de España: larga constancia y no cortos sacrificios , era posible
añadiendo á estas reflexiones todo cuanto la religión tiene obtener favorable solución de aquellas cuestiones.
de mas convincente, y aun ofreciéndole doscientos escudos
Comprendida y a de una vez por el público la
de oro al mes: oferta que el héroe plebeyo desechó noble- tendencia y objeto de nuestro S e m a n a r i o , vencidos.,
mente. Todo fue inútil, y el duque de Arcos se vio en la en parte los inconvenientes materiales con que h u b o ,,
precisión de tratar con Masaniello. Aprovechóse este del
de luchar en u n p r i n c i p i o , y organizada la empresa
terror que inspiraba su n o m b r e , y antes de dejar las armas exigió la ratificación de la corte de Madrid y el olvido de u n modo mas amplio y bcnetícioso, trata de dar
general de todas las injusticias que podían haberse cometi- hoy á su tarea mayor importancia que hasta a q u í ,
do en la venganza que acababa de verificarse. Concluida su ^ y corresponder de este modo á la j u s t a e x i g e n misión, Masaniello quiso abdicar; mas el populacho pene- cia de los que sin tantos motivos le han favotrado de admiración hacia aquel nuevo Sila, puso un man- recido.
to de púrpura sobre los harapos del pescador, y le conEnemigos de todo lo que sea ofrecimientos pomdujo en triunfo por las calles de Ñapóles. Después de esta , p o s o s , los hemos escascado hasta adquirir la fundaobacion faltaba á Masaniello para complemento de su car- ¡
da esperanza de poder realizarlos, pero en el m o lera política alguna ingratitud de parte del pueblo que acababa de libertar, y no careció tampoco de tan triste desen- mento presente nos será lícito descender á algunas
gaño: el arzobispo habia dicho la verdad, y consumada la esplicaeJones que den á conocer nuestros propósitos
venganza, era preciso que se rompiese el instrumento de ulteriores.
ella. Desde entonces se notó una gran mudanza en la conN o comprendemos nuestra publicación en la
ducta del gefe popular, y ya dimanase de haberse anvane- importante línea de las que consagradas á dirigir .
cido con su triunfo, ya "por efecto de su efervescencia y la opinión sobre las doctrinas y sucesos p o l í t i c o s , '
vigilias, ó ya en fin por el de una bebida envenenada, que ejercen una influencia poderosa en los destinos del
los historiadores dicen que se le dio, su arrogancia y cruelp a í s ; renunciamos voluntariamente á una gloria que
dades se hicieron odiosas á sus mas celosos partidarios. Dejáronle , pues, que sucumbiera al hierro de los asesinos el ínfimo convencimiento de nuestras escasas fuerde que le rodeaba el virey; y su cuerpo arrastrado por las zas nos hizo no acometer j a m á s ; pero no por eso
falles , fue juguete de aquel mismo populacho, para quien podemos renunciar á la Importancia relativa q u c
<=' dia antes era la mas leve seña suya una sentencia sin ape- creemos deber dar á un trabajo como el n u e s t r o ,
lación. Su reinado meleórico duró diez y ocho días.
que tiene por objeto popularizar entre la multitud
Este episodio histórico ha dado lugar á la composición
de la opera titulada La Muda de Porticc, conocida ya en
nuestros teutios.
aquellos conocimientos líliles ó agrailables, que si
son familiares al corto uiímero de los doctos , escascan lastiníosamcntc en la Inmensa mayoría de la
población.
N o es á la verdad tan fácil coitio se cree el
hacerse leer de muchos, y espresar en el lengnagc
común los severos estudios y especial idioma de
í^BaaaaaBHi
6^2
SEMANARIO
PINTORESCO.
las ciencias; pero también de este duro trabajo vie- ñaule á preservar su salud con precauciones bigícnen á resultar mayores ventajas que de las mas s u - nicas , á aumentar su fortuna con económicos cálblimes disertaciones , y cuando se escribe teniendo culos, ó le revelan en fin las aplicaciones hechas
por única mira el bien de sus semejantes, deben ce- modernamente en las ciencias agrícolas c indusder á esta consideración las mas exigentes del amor triales.
propio y la vanidad. E s t o es lo que en otros paises
Todos estos objetos tienen cabida en una obra
han comprendido los principales escritores, los hom- de la clase de la que publicamos j y para ser tratabres públicos mas eminentes , y por eso no se des- dos en ella con la debida discreción, serian i n ú deñan de cimentar su popularidad en publicaciones tiles nuestros esfuerzos aislados, si tío contáramos
de la misma clase que la nuestra, escribiendo , no desde hoy con el auxilio de un crecido número de
para un reducido número de sabios, y en estilo colaboradores, cuyos nombres bien conocidos y
hinchado y campanudo , sino para el pueblo en g'c- apreciados del público parecen ofrecer una garaniieral, á quien hablan en su lenguagc propio, na- tía de nuestras promesas.
tural y sencillo.
La redacción ademas continuará teniendo á la
Ahora b i e n ; pregúntese á los pueblos si han sa- vista todas las publicaciones notables de esta clase
cado tantas ventajas de las tremendas enciclopedias en el cstranjcro; y aunque guiada de un noble e s de los erizados discursos, como del sin número de píritu nacional dará siempre la preferencia á las
publicaciones populares que inundan ala Alemania, producciones originales , y que traten de nuestro»
la Inglaterra, la Francia, la S u i z a , cte? S e ha países y nuestras costumbres 5 no por eso dejará de
dicho con razón que cada siglo tiene sus condicio- aprovechar en las ya dichas obras cstranjeras aquenes especiales j á nuestro enleuiler si hemos de b u s - llos trabajos , especialmente científicos, que juzcar el espíritu que distingue al presente , mas bien gue dignos de ser traducidos.
que en las academias y los institutos le encontraRajo estas bases podemos reducir á un cuadro
remos en las publicaciones populares tales como el sinóptico la serie de artículos de que por lo r e g u Musée des Jfamilles ó el Penny
Magaiinc.
lar se ha de componer el Semanario, sin que por
E n una obra , pues , que ha de comprender tan eso haya de esperarse que en cada número se comvasta escala de materias, necesario es que vengan prendan toJos e l l o s , sino que alternarán entre sí
á reunirse los trabajos de muchas y escogidas plu- con el orden.debido, á fin de llegar á formar al
mas , diversas en importancia, en objeto , y en es- fin de cada año un tomo lleno de utilidad y de
tilo, Las animadas descripciones y estudios filosó- recreo.
ficos de los, infinitos objetos que ostenta la naturaleza en sus inmensos dominios; sus fenómenos adV I A G E S . — E S P A Ñ A PINTORESCA. — B E L L A S
mirables y la investigación científica de las causas ARTES.
que los producen; la grata narración de los viages
CONOCIMIENTOS ÚTILES. — EDUCACIÓN. — M O á los pueblos y sitios embellecidos por la mano del RAL PRIVADA. — LEGISLACIÓN USUAL. — ECONOhombre ^ los monumentos del arte; los hechos his- MÍA INDUSTRIAL. — A G R I C U L T U R A . — C O M E R C I O . —
tóricos , y vida de los varones ilustres por su vir- ECONOMÍA DOMESTICA. — H I G I E N E .
t u d , por su saber ó su valor^ las aplicaciones de
H I S T O R I A . — BIOGRAFÍA. — ARQUEOLOGÍA. —
las artes industriales ^ la crítica literaria; los usos E F E M É R I D E S . —
y costumbres de los pueblos, y otros mil objetos
C R I T I C A LITERARIA. — FILOSOFÍA. —
TEAanálogos, pueden ocupar la ilustrada observación TROS. — P U B L I C A C I O N E S . —
del filósofo, el entusiasmo del poeta , ó el mágico
CUADROS DE
COSTUMBRES. — N O V E L A S . —
artificio del pintor.
CUENTOS. — POESÍAS. — M I S C E L Á N E A .
S i n tanta brillantez, aunque no con menor i m Últimamente, en cuanto á la parte artística tan
portancia los trabajos del hombre científico, del
grave moralistas, del económico calculador , despo- esencial en esta obra, también se han planteado
jándose de 1* austera severidad de la ciencia , y re- todas las mejoras que han sido posibles , tanto en la
•yestldos de formas mas halagüeñas, brindan á la elección de los dibujos, originales y trabajados
B-eneralidad de los lectores conocimientos de la por nuestros mas hábiles profesores , cuauto en el
mayor utilidad para su vida privada ; inspíranlc las esmero del grabado. La forma de impresión y el
mas sanas ideas de moral, le familiarizan inscusi- papel continuarán siendo los mismos hasta fin de
blcmcate con multitud de prácticas útiles, ensc- ano para no desfigurar el tomo tercero.
MADRID , IMPRENTA DE OMAMA : 1840.
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