la obra escrita de lorenzana como arzobispo de méxico 1766-1771

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L A OBRA ESCRITA
DE L O R E N Z A N A COMO
ARZOBISPO D E MÉXICO
1766-1771-*
Javier
MALAGÓN-BARGELÓ
Depto. de Asuntos Culturales,
OEA
L A OBRA ESCRITA DE L O R E N Z A N A es tal vez la más extensa de la
de todos los obispos contemporáneos a él, en la segunda mitad del siglo xvín, y abarca no sólo materias eclesiásticas sino
que, respondiendo al espíritu historiéis ta de la época, se refiere también al pasado de la monarquía española, en especial
a la historia eclesiástica y dentro de ésta a la de las dos diócesis arzobispales que rigió.
T a l vez su afición histórica, para la que su condición de
jurista era una buena preparación, nació o al menos se perfiló en la época doctoral de Sigüenza, cuando por el cargo
que ocupaba se le encomendó el 15 de febrero de 1751 la
organización de la biblioteca y el archivo capitular, ya que
al cabildo
se le h a b í a i n f o r m a d o q u e t e n i e n d o l a Iglesia l i b r o s a p r e c i a b l e s
por
su a n t i g ü e d a d se h a l l a b a n m a r r o t a d o s [sic]
y e n e l suelo
en u n c u a r t o e n c i m a de l a C o n t a d u r í a y allí expuestos p o r t e n e r
v e n t a n a a b i e r t a a l tejado, y q u e c e r r a d a y p o n i é n d o s e estantes
se p o d r í a n c o l o c a r p o r o r d e n d i c h o s l i b r o s , así c o m o o t r o s m u -
* Francisco A n t o n i o Lorenzana, es sin duda la figura más destacada
de la Iglesia española y americana en la segunda m i t a d del siglo xvín.
Nació en León el 22 de septiembre de 1722 donde hizo sus primeros
estudios. Estuvo en colegios de jesuitas y benedictinos. Estudió leyes en
la Universidad de V a l l a d o l i d y Salamanca, pero se graduó en l a de
437
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JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
chos q u e h a y e n i a C o n t a d u r í a
de cuentas
donde aperran y
otros papeles q u e p o r a n d a r s i n c u s t o d i a se h a l l a n expuestos a
desaparecer.
1
L a descripción del estado de los libros y papeles no era
muy halagadora, y con el f i n de poner u n poco de orden en
aquella riqueza documental histórica y cultural totalmente
abandonada, Lorenzana, de quien tal vez partió la iniciativa,
Burgos de Osma y en l a de Ávila. Colegial d e l M a y o r de San Salvador
de Oviedo, en Salamanca, d e l que llegó a ser Rector.
Canónigo doctoral de Sigüenza (1751) de donde pasa a u n a canonjía
a l a catedral de T o l e d o (1754) . V i c a r i o General, vicetesorero y doctoral
honorario d e l Cabildo catedralicio; abad de San Vicente; obispo de
Plasencia (1765) p o r menos de u n año, pasando a arzobispo de Méx i c o (1766-1772) . Su tarea p r i n c i p a l fue l a convocatoria y celebración
del I V C o n c i l i o Provincial M e x i c a n o . Se encontró envuelto en l a e x p u l sión de los jesuítas. Realizó u n a a m p l i a obra pastoral, visitando diversos
lugares de su arzobispado. F u e e l p r i m e r eclesiástico que de u n a sede
americana pasó a la P r i m a d a de España en 1772, la que rigió hasta
1800 en que renunció a ella.
E n su calidad de Arzobispo de T o l e d o , P r i m a d o de España e Indias,
juramentó a l futuro Fernando V I I como heredero de l a corona, septiembre de 1789, en l a ceremonia que tuvo lugar en la iglesia de los
Jerónimos de M a d r i d .
Elevado a Cardenal p o r Pío V I en 1789, Inquisidor General (17941797) d e l Consejo R e a l y Caballero de la O r d e n de Carlos III, salió
en 1797 para R o m a oficialmente para acompañar a l papa, pero en real i d a d como exiliado p o r conflictos que tuvo con e l favorito de Carlos I V ,
M a n u e l Godoy. L e tocó v i v i r en R o m a bajo l a ocupación napoleónica.
N o m b r a d o embajador de España ante l a Santa Sede, España pensó en él
como candidato para el Papado, haciendo gestiones a l efecto. M u e r t o
Pío V I participó como m i e m b r o d e l Cónclave que se reunió en Venecia,
del que fue tesorero —aportando altas sumas para cubrir su costo— y se
llegó a tenerle en cuenta para c u b r i r l a vacante. Residió en R o m a , bajo
Pío V I I , hasta su muerte e l 17 de a b r i l de 1804. Fue enterrado en l a
basílica de l a Santa Croce de Jerusalem, donde sus restos permanecieron
hasta 1956 en que fueron trasladados a i Panteón de ios Arzobispos en
la catedral de México. J . M A L A G Ó N B A R C E L Ó : " L o s escritos del cardenal
Lorenzana", Boletín
del Instituto de Investigaciones
Bibliográficas,
México, D . F., 1970, p p . 223-264.
i Gregorio SÁNCHEZ D O N C E L , "Francisco A n t o n i o Lorenzana, canónigo
doctoral de Siguenza". Hispania Sacra, v o l . X I V ( M a d r i d , 1961) , p . 326.
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
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se debió dedicar a examinar, estudiar, clasificar aquel mundo del pasado del cabildo seguntino, rico no sólo por la importancia que tuvo y todavía tenía l a diócesis y catedral de
Sigüenza, sino también por quienes habían ocupado la silla
episcopal o fueron miembros de la comunidad catedralicia
no más alejados en el tiempo de lo que hoy estamos de Lorenzana. Así, debió tener entre sus manos papeles del cardenal Mendoza, el hombre que colaboró con Isabel y Fernando
en l a creación de la monarquía española; el cardenal Bernardino López de Carvajal, prelado que jugó u n papel de
importancia en l a corte romana de Sixto IV, Inocencio V I I I ,
Alejandro V I , Pío III, León X , Adriano V I y Clemente V I I ,
que se enfrentó a J u l i o II convocando y presidiendo al Concilio de Pisa contra éste, y fue el autor de las Constituciones
del Cabildo de Sigüenza vigentes en la época en que Lorenzana pertenecía a él; del obispo Pedro de la Gasea, "bien conocido por l a jornada que hizo a las Indias contra Pizarro"
y por su participación en el Concilio Provincial de Toledo
de 1565; del vicario general Gonzalo Cisneros, que más tarde
toma el nombre de Francisco cuando ingresa en la O F M , llegando de confesor de la reina, a cardenal y arzobispo de T o ledo y a regente del reino; el obispo fray Lorenzo Suárez de
Figueroa, hijo de los duques de Frías y fraile dominico, ilustre
por sus virtudes y caridad; el cardenal Diego de Espinosa
presidente que fue del Consejo de Castilla en l a época de
Felipe II e inquisidor general, y bajo cuyo mandato se establece en forma fija el T r i b u n a l de la Inquisición en México
(18 de agosto de 1570),, y u n año más tarde en otros lugares
de América, famoso por sus incidentes con el príncipe Carlos, etc.
E R A T A M B I É N u n período historicista en el que los Borbones,
dinastía extraña y en cierto sentido advenediza, cuyos derechos al trono desde u n punto de vista moral e histórico eran
discutibles, trataron de recurrir quizás por afición, pero más
por razones políticas, al pasado español a fin de justificar su
presencia, rehacer el tambaleante imperio español, creando la
conciencia de u n poder debilitado pero no perdido, y al mis-
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JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
mo tiempo forjar su propia historia como parte de la historia
de España y la de ésta dentro del contexto universal. A todo
ello se une, bajo la forma de historia, u n florecimiento del
regalismo nacido en el reinado del cuarto de los Felipes —en
sus diferencias con l a Santa Sede—, regalismo que alcanza su
mayor importancia en los reinados de Carlos III y I V , bajo
los cuales ha de vivir como jerarca de la Iglesia Francisco
Lorenzana.
Este afán histórico nos lo prueban los estudios del padre
Enrique Flórez, el padre Risco, la tarea del padre Burriel, el
padre Juan Francisco Masdeu, el deán de Toledo, Infantes,
Antonio Capmany, el fraile dominico Jaime Villanueva, J .
Sempere y Guarinos, Pérez Bayer, el trinitario fray M i g u e l
de San José, don Francisco Ortiz, el padre Merino, Gregorio
Mayans, R . Jaime Caresmar, el padre Josep Martí, el padre
Jaime Pasqua! y en parte la obra personal del propio Lorenzana o la que realiza con l a colaboración de otros.
Casi todos estos escritores padecen de lo que se ha llamade "visigotismo" y, como parte del regalismo, interesa el
tema de los Concilios de Toledo, interés que se refleja no
sólo en los trabajos históricos sino en las pastorales y edictos
de gran número de obispos de esta segunda mitad del si2
3
2 Vicente R O D R Í G U E Z C A S A D O , La politica y los políticos en el reinado
de Carlos III. M a d r i d , 1962; Carlos C O R O N A , Revolución
y reacción en el
reinado de Carlos IV. M a d r i d , 1957.
3 Joan M E R C A D E R , Historiadors
i erudits a Catalunya i a Valencia en
el segle XVIII. Barcelona, 1966; B . S Á N C H E Z A L O N S O , Historia de la historiografía
española.
M a d r i d , 1946-1947, v o l . 3 ; R i c h a r d H E R R , The
Eighteenth Century Revolution
in Spain. Princeton, N . J . , 1958; y Jean
S A R R A I L H , La España
ilustrada de la segunda mitad del siglo
XVIII.
México, 1957.
9
4 T e m a más alejado d e l m u n d o visigótico que el de los jesuítas, sirve
de pretexto para referirse a él y naturalmente a los Concilios de T o l e d o ,
al arzobispo de T a r r a g o n a , d o n Francisco Armanyá, entonces obispo de
L u g o , en la respuesta que d i o (1769) a l dictamen que se solicitó a los
obispos sobre la disolución de l a Compañía de Jesús en la que dice:
" . . . la religiosa solicitud de la V . M . renovada la deis monarques mes
illustres que celebre eis annals de l'Eglesia i especialmente d e l rei
LA
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OBRA ESCRITA DE L O R E N Z A N A
glo x v i i i , como T a v i r a , Climent, A m a t , y Armanyá i Font,
entre otros.
A este renacimiento de los estudios históricos contribuyó
en parte la fundación de las academias y concretamente la
de la Real Academia de la Historia creada en 1738, y de la
cual llegó Lorenzana a ser miembro de honor.
5
6
7
8
9
S E PUEDE DECIR que Lorenzana inicia su labor como autor en
México, o por lo menos los primeros escritos de carácter eclesiástico que se le conocen, siendo ya prelado, datan de 1766,
E r u i g i precedcssor de V . M . que, en el C o n c i l i X I I I de T o l e d o demaná
el d i c t a m ais b i s b e s . . . " Pastorales. T a r r a g o n a , 1794, v o l . II, p p . 171 y
siguientes, cit. por E n r i c M O R E U - R E Y . El pensament illustrât a Catalunya.
Barcelona, 1966, p p . 107-108.
» J ô e l S A U G N I E U X , Un prélat éclairé don Antonio Tavira y
Almazán.
T o u l o u s e , 1970.
6 J ô e l S A U G N I E U X , " U n janséniste modéré, José C l i m e n t évéque de
Barcelone (Elementes p o u r une bibliographie) ", Bulletin
Hispanique,
t. L X X , n u m . 34. Toulouse, 1968.
7 Félix T O R R E S A M A T , Vida del limo. Sr. don Félix Amat, arzobispo
de Palmira.
M a d r i d , 1835.
8 Francisco T O R T M I T J A N S , Biografía
histórica
de Francisco de Armanya Font, O.S.A., obispo de Lugo y arzobispo de Tarragona (17181803). V i l l a n u e v a y G e l t r u , 1967.
9 Lorenzana fue m i e m b r o de la A c a d e m i a y elevado a la categoría
de h o n o r a r i o el 25 de j u l i o de 1794. M a n t u v o con ella magníficas relaciones colaborando en varios de sus trabajos y participando en alguna
de sus sesiones. "Catálogo de los señores individuos actuales de la R e a l
A c a d e m i a de la H i s t o r i a según el orden de antigüedad que corresponde
a cada uno en la respectiva clase que ocupa en el presente año de 1796".
Memoria
de la Real Academia
de la Historia,
t. I ( M a d r i d , 1796),
p. C X X X I X . Datos sobre Lorenzana figuran en las Memorias, t. I, p p . C X I I C X I I I , t. III, p p . 31 a 70, t. I V , p. X V I , y t. V , p p . X X V I - X X V I I , en
el que se da la noticia de su muerte: " D e la clase de los honorarios ha
fallecido i g u a l m e n t e . . . el Eminentísimo Señor Cardenal D o n Francisco
Lorenzana, prelado dignísimo por su mansedumbre y beneficencia, y
por su zelo en promover el estudio de las ciencias eclesiásticas y de la
historia en sus varios ramos como lo acreditan entre otras cosas las ediciones de las relaciones y cartas de Hernán Cortés, de los concilios provinciales de México, del breviario gótico y de las obras de los padres
toledanos".
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JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
poco tiempo después de llegar a la capital de l a Nueva España.
Es posible que en el tiempo que permaneció en Plasencia
publicara alguna pastoral o diera algún edicto, pero no fueron impresos o no quedó rastro de ellos.
Llega Lorenzana a ocupar el arzobispado de México al
fallecer Manuel R u b i o y Salinas, que había gobernado l a diócesis por casi dieciséis años y que se distinguió por su obra
reorganizadora del arzobispado. T a l vez lo conoció en España,
ya que fue abad de San Isidro en León y es posible que por
su intermedio entrara en relación con el padre Rávago, quien
propuso a Fernando V I la designación de R u b i o Salinas para
el arzobispado de México
y quien ayudó a Lorenzana en
sus primeros ascensos en la carrera eclesiástica. R u b i o y Salinas se había distinguido por su adhesión a los jesuítas en la
Nueva España a los que prestó colaboración y ayuda, mientras que Lorenzana, al llegar a México representaba, como su
amigo y nuevo obispo de Puebla, Fabián y Fuero, una posición regalista y antijesuítica que en l a Corte y en ciertos
sectores —en una gran mayoría— se había venido incubando
desde los últimos años del reinado de Fernando V I y que
culminaría en la expulsión de los ignacianos poco tiempo después de ocupar la sede novohispana, y en una sumisión obediente de gran número de prelados a l a corona.
Se enfrenta, pues, Lorenzana, al llegar a México con una
situación contraria a la que, consciente o inconscientemente,
representaba, bien organizada y atendida por la obra de su
antecesor, la que ha de tratar de cambiar. Así, vemos que
en los tres primeros años de su gobierno dicta una serie de
pastorales y edictos que abarcan todos los aspectos de la vida
de su arzobispado; entre aquéllas, las de 12 de octubre de
10
1 1
12
10 Según nos informó el canónigo archivero de l a catedral de Plasencia, d o n M a n u e l López Sánchez-Mora, no encontró n i n g u n a pastoral o
edicto de Lorenzana en dicho archivo.
11 Francisco de SOSA, El episcopado mexicano, 2* edición, México,
1939, p p . 262-275.
12 Sobre l a obra escrita de R u b i o y Salinas, véase BERISTÁIN DE SOUSA,
Biblioteca Hispano Americana Septentrional, 3? ed., v o l . I V , México, D . F.,
1947, p p . 262-263.
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L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
1767, 22 de septiembre de 1768 y 11 de abril de 1769 (es decir l a II, III y I V de u n total de seis que publica durante
su gobierno) son antijesuíticas.
De sus años de México nos dice Lorenzana:
13
Y a h a b í a c o n s e n t i d o de f i r m e e n v i v i r y m o r i r e n t r e m i s a m a dos mexicanos; ya m i r a b a m i
sepulcro entre
mis
dignísimos
A n t e c e s o r e s ; y a c o n t a b a esta P a t r i a p o r m í a ; y a d e l i n e a b a m i s
pensamientos
sobre
e l m o d o más
acertado
de
mi
Gobierno
P a s t o r a l ; y a e m p e c é a v i s i t a r m i s Ovejas, y c o n o c i e n d o q u e u n
C o n c i l i o P r o v i n c i a l es e l r e m e d i o q u e l a Iglesia n u e s t r a m a d r e
tiene
p u e s t o p a r a c o r r e g i r abusos,
cortar corruptelas, e x t i r p a r
v i c i o s , y h a c e r u n i f o r m e l a D i s c i p l i n a Eclesiástica e n todas las
D i ó c e s i s d e l a P r o v i n c i a , m e resolví c o n e l a r d o r de l a e d a d y
c o n f i a n z a de l a robustez a convocar e l
Concilio...
1 4
Es l a época en que escribe casi febrilmente. N o sólo publica edictos y pastorales sino que como medio de preparar el
Concilio I V Mexicano, lleva a cabo la edición de los concilios anteriores y como u n "subproducto" de ellos, pero encaminado al mismo fin, la de las cartas de Hernán Cortés, el
conquistador de l a Nueva España.
E n poco más de u n año (1769-1770) se imprimen las obras
que en México han de consagrar a Lorenzana como escritor
e historiador y las que en parte contribuyeron a destacarle en
el obispado de la monarquía española y a elevarle a l a silla
primada de las Españas, "caso nuevo en estas Américas", como
señala el propio Lorenzana.
Para su obra debió contar con l a colaboración no sólo de
los que formaban su familia eclesiástica, sino también de
sacerdotes que estaban debidamente enterados de la historia
de México, cuyos nombres no conocemos, pero que u n estudio cuidadoso permitiría identificar.
13 V e r
expulsión
14 " A
marzo de
el estudio d e l P . L u i s SIERRA, El arzobispo Lorenzana ante la
de los jesuítas...,
p p . 12-23.
todos los fieles de este nuestro Arzobispado", México, 7 de
1772.
444
JAVIER
MALAGÓN-BARCELÓ
Los concilios se publican para facilitar la labor de los que
van a participar en las tareas del que se va a convocar, pero
ello revela también el afán historicista y documentalista, en
la península, especialmente en la historia eclesiástica, atestiguado por Lorenzana y Fabián y Fuero (no olvidemos que
en su época de canónigos de Toledo, fundaron o fomentaron
una academia de historia en aquella ciudad). E l origen de la
serie de documentos de la historia de México que reunió
Lorenzana y que hoy se custodian en la Biblioteca Pública
de Toledo proceden principalmente, bien en original o en
copia, de la búsqueda que mandó hacer Lorenzana en "los
Archivos de la Dignidad Arzobispal, y de m i Santa Iglesia
Metropolitana" para complementar l a publicación de los textos de los concilios I a I I I .
Faltaba una historia eclesiástica de México, cuando L o renzana inicia la tarea de publicar los concilios anteriores, al
parecer como antecedente del que debía reunirse cumpliendo
órdenes reales, en parte inspiradas por él. Por ello no es de
extrañar que al publicar los dos primeros (de los cuales el
segundo estaba inédito) utilice los mismos originales que
se encontraban en el Archivo de la Catedral y que vayan precedidos del texto de una pastoral del editor en que relata
brevemente el objeto de los concilios y hace la historia de los
celebrados en México; de diversas resoluciones de la primera
Junta Apostólica después de una curiosa información sobre
la llegada de los primeros clérigos a l a Nueva España; de una
carta en latín de fray Julián Garcés, primer obispo de T l a x cala, a Paulo III en favor de los indios, y de la célebre bula
de junio de 1537 en que se declara l a racionalidad de los
indios.
Después del texto de los concilios se inserta la Serie de
limos, señores arzobispos de México, que termina con el propio Lorenzana, a la que precede una breve introducción; las
15
15 Parte de los fondos y libros de Lorenzana proceden de la iglesia
de P u e b l a en los que se refiere a l venerable obispo Palafox, y otros de l a
biblioteca de Francisco Javier G a m b o a que compró en parte solidariamente con José de Gálvez (información facilitada por el P . L u i s S i e r r a ) .
445
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
bulas de elección de l a iglesia de Tlaxcala, en latín; Serie de
los limos, obispos de Puebla, Guatemala, Oaxaca, Michoacán,
Guadalajara, Yucatán y Durango, sufragáneos del arzobispado
de México; una carta del arzobispo de Santiago, don Francisco Blanco, al obispo de Calahorra, don J u a n Ochoa Salazar, sobre las obligaciones del ministerio e p i s c o p a l anotada
por Lorenzana; Avisos para la acertada conducta de u n párroco en América; y Avisos para que los naturales de estos
reinos sean felices en lo espiritual y temporal, ambos documentos de Lorenzana.
Se publicó por separado al año siguiente u n Apéndice
a
los dos primeros concilios en el que, a más de una advertencia del editor, el propio arzobispo Lorenzana, se incluyen
" C a r t a original de los limos, señores Obispos de México,
Guatemala y Oaxaca, sobre la ida al Concilio General [ T r i dentino], y piden sobre distintos puntos así de Diezmos, como
otros para l a buena Planta y permanencia de l a Fe en este
Nuevo M u n d o " de 27 de abril de 1537; y " L o s Capítulos de
Estatutos, Avisos y Ordenanzas... se hicieron por ios dichos
Señores Obispos, y se dieron a los Reverendos Padres Religiosos, para que ellos los tuviesen y guardasen, y a los otros
Religiosos sus Subditos los hicieron guardar hasta tanto que
otra cosa por Su Santidad y Su Magestad fuere mandado",
16
1 6 E l doctor Francisco Blanco de Salcedo era leonés como Lorenzana, de l a p r i m e r a nobleza de León, canónigo de l a catedral de dicha
c i u d a d , obispo de Orense (1556-1565), asistiendo en calidad de tal a l
C o n c i l i o de T r e n t o en su tercera época (1562-1564), en la que jugó u n
p a p e l importante en las diversas discusiones y entre ellas sobre " s i los
obispos recibían l a potestad de jurisdicción inmediatamente d e l Papa o
de C r i s t o " y l a cuestión de l a residencia de los obispos. Fue más tarde
obispo de Málaga (1565-1574) y arzobispo de Santiago de Compostela.
D o n J u a n Ochoa de Salazar fue obispo de C a l a h o r r a y de Plasencia (los
dos personajes estaban unidos a l a historia personal de L o r e n z a n a ) .
B l a n c o publicó Mandamiento
e instrucciones del limo, y Revmo. Sr. ...
que manda guardar para el buen govierno de su metrópolis
y argobispado.
M a d r i d , 1579; Constituciones
synodales [del Sínodo de 1576]. M a d r i d ,
1579; Advertencias de curas. M e d i n a d e l C a m p o , 1587; y Summa de doctrina christiana. V a l l a d o l i d , 1587. V e r M a n u e l R . P A Z O S , El episcopado
gallego, t. I, M a d r i d , 1946, p p . 51-64 y 103-106.
446
JAVIER
MALAGON-BARCELÓ
México 1539. E l texto último lleva algunas notas aclaratorias en relación con ciertos aspectos de l a vida o costumbres
indígenas.
Reimpreso en volumen independiente el III Concilio, L o renzana espera publicar el IV, una vez celebrado, completando así la serie de concilios como nos los dice en l a advertencia
del Apéndice;
pero las circunstancias fueron otras y l o que
él consideró el acto más importante de su vida pastoral en
México nunca logró la aprobación de Su Santidad, y por tanto ver publicado su texto, como había planeado para completar l a serie de concilios mexicanos. E l tiempo hizo olvidar
a Lorenzana y a su obra, y el manuscrito del I V Concilio
Provincia! yacía olvidado hasta que el obispado de Querétaro
dispuso su publicación cuando finalizaba el siglo x i x .
En el propio año de 1770 apareció otra obra, más personal que l a publicación de los concilios, a saber, l a Oración a
Ntra. Señora de Guadalupe. N o conozco cuándo la pronunció, pero del texto se desprende que debió ser el día de la
Guadalupe, 12 de diciembre, de dicho año, y posiblemente
en la Catedral.
E l culto a l a Guadalupe se había intensificado bajo su
antecesor en l a sede mexicana, R u b i o y Salinas, y tal vez
Lorenzana quiso dar una muestra de su interés por el mismo, y más en un momento en que l a corte de Carlos III acentuaba l a devoción a la Inmaculada Concepción, a cuya historia hace referencia, relacionándola con la aparición de l a
17
18
19
20
17 Este apéndice fue publicado íntegramente p o r Nicolás L E Ó N , Bibliografía
mexicana del siglo XVIII, 4? parte. México, 1907, p p . 308-330.
18 " . . . e l feliz hallazgo de estos originales no le queda que desear a
el más curioso, pues con orden cronológico tiene noticia de l a p r i m e r a
Junta Apostólica y R e g i a de los primeros Religiosos Misioneros de l a
O r d e n de San Francisco; después sigue la carta de los Obispos a Su M a gestad en el año de 1537; l a J u n t a de los Obispos y Religiosos en e l 39
y después e l P r i m e r C o n c i l i o M e x i c a n o , y siguientes hasta el último
quarto P r o v i n c i a l . . . " . L E Ó N , op. cit., p . 309.
por
19 Concilio Provincial
Mexicano IV celebrado...
el 1771.
p r i m e r a vez en Querétaro, 1898. E n 4?, X-222 p p .
20 SOSA, El episcopado mexicano, p p . 266, 269 y 272.
Se i m p r i m e
447
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
Guadaiupana a un indio en México como muestra de amor
a esa tierra y sus gentes.
Es una oración erudita, más pensada que sentida, escrita
limpiamente y bien ordenada, de acuerdo con los "cánones"
de una oración sagrada y bien documentada y con toda l a i n formación disponible en l a época. Es más el escrito de u n
historiador que el sermón de u n clérigo. Como fuentes del
milagro de l a aparición de l a Guadalupe utiliza los escritos
de los que en nuestros días Francisco de l a Maza ha llamado
"los evangelistas de G u a d a l u p e " , Miguel Sánchez,
Luis
Lasso de l a Vega, Luis Becerra y Tanco
y Francisco Florencia que contribuyeron a revivir el culto guadalupano en
el siglo X V H .
A lo largo de l a oración exalta la obra de España en América, refiriéndose en ella a Hernán Cortés, cuyas cartas-relación acababa de publicar, a Zumárraga y a otros antecesores
suyos en el arzobispado y a obispos de otras diócesis de México.
A l describir l a imagen de l a Guadalupe, responde al sen21
23
22
2 4
2 5
26
21 Francisco de l a M A Z A , " L O S evangelistas de G u a d a l u p e y e l nacionalismo mexicano", Cuadernos Americanos, v o l . X L V I I I . México, D . F . ,
1949, p p . 163-188.
22 Imagen de la Virgen Madre de Dios de Guadalupe,
milagrosamente aparecida en la ciudad de México,
celebrada en su historia con la
profecía
del capitulo doce del Apocalipsis...
México, 1648. Es e l p r i m e r
impreso guadalupano que cuenta l a completa relación de las apariciones
d e l Tepeyac. D e él parten todos los relatos posteriores.
23 Huei tlamahizoltica
omonexiti
ilhuicac
tlatoca ihwapilli
Sancta
Maria. [ E l gran acontecimiento c o n que se apareció l a Señora R e i n a d e l
C i e l o Santa María.] México, 1649.
24 Origen milagroso del Santuario de Nuestra Señora de
Guadalupe.
México, 1666. H a y u n a edición posterior, de 1675, con cambio e n e l
título.
25 La Estrella de el norte de México, aparecida al rayar el día de la
luz evangélica
en este Nuevo Mundo,
en la cumbre de el cerro de Tepeyac. .. México, 1688.
26 E n t r e las citas n o sagradas q u e hace Lorenzana, tenemos a J u a n
de S O L Ó R Z A N O P E RE IRA, De Indiarum iure, y diversos escritos de A n t o n i o de
León P i n e l o .
448
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
tido escriturista de l a época, pues lo hace en continua referencia al Cantar de los Cantares, y en otros lugares recurre
a los textos de los Salmos, Génesis, Éxodo y de los evangelistas San Lucas y San Mateo.
E n Lorenzana es difícil determinar si el recuerdo de la
aparición de la Guadalupe de Extremadura en l a época de
San Leandro y la descensión de la Virgen para poner la casul l a a San Ildefonso, comparándolas con el milagro de Tepeyac, obedece al visigotismo, tan común en l a segunda mitad
del xvín, o responde a su unión vital a Toledo y Plasencia.
L a oración iba destinada a implorar:
27
los d i v e r s o s a u x i l i o s p a r a e l p r ó x i m o C o n c i l i o P r o v i n c i a l q u e
deseo e m p e z a r y acabar p a r a m a y o r g l o r i a de D i o s ,
exaltación
de l a S a n t a Iglesia A m e r i c a n a , e x t i r p a c i ó n de l o s v i c i o s y s a l u d de
todas las a l m a s . . .
L a tercera de las obras que aparecen en 1770 con l a firma
de Lorenzana es una edición, con el título de Historia de
Nueva España...
escrita por su esclarecido conquistador Hernán Cortés...
que dedica:
A l o s l i m o s , señores O b i s p o s , / nuestros h e r m a n o s , y c o m p r o v i n c i a l e s , / C a b i l d o s / de Iglesias C a t e d r a l e s , / P á r r o c o s
t o d o e l estado eclesiástico / de l a P r o v i n c i a M e x i c a n a ,
/ya
/ ...
dedicatoria en l a que claramente se expresa el regalismo de
Lorenzana cuando dice:
L a estrecha u n i ó n q u e debe h a b e r e n t r e E s t a d o Eclesiástico
y Secular; l a C o n c o r d i a f i r m e y constante q u e e l Sacerdocio h a
27 Lorenzana reverenciaba a la figura de San Ildefonso que nos lo
encontramos citado continuamente en sus escritos. E n 9 de febrero de
1788 Lorenzana firmaba u n a "Representación hecha p o r l a Santa Iglesia
de T o l e d o a l R e y Nuestro Señor, d o n Carlos I I I , . . . sobre que se restituyesen las sagradas reliquias de l a casulla d e l glorioso Arzobispo, que
existen en la Santa Iglesia y e l cuerpo d e l m i s m o Santo que se halla
en la ciudad de Z a m o r a " .
449
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
de mantener con el Imperio; la Relación
que el Brazo Ecle-
siástico d i c e a e l R e a l p a r a q u e le p r o t e j a y a u x i l i e ; las
tancias
de Ministro
Sacerdote;
separar
de
de Dios y Ciudadano,
la de Persona
Vasallo
Fiel
Consagrada,
y Obediente
que
y exenta
a su
se junta
que
circunscon
no se
todo
pueden
Soberano...
y más adelante escribe:
sea justo desahogo de m i p e c h o m i g r a t i t u d y h u m i l d e r e c o n o cimiento
a nuestro Soberano
que
me
elevó a esta
Dignidad
Arzobispal...
y para terminar dirigiéndose a los obispos:
A c l a m e m o s Señores Illmos. a nuestro R e y como lo hacían
los
P a d r e s de los C o n c i l i o s T o l e d a n o s . . .
E l plan original de la obra era el de publicar las cartas
segunda (Segura de la Frontera, 30 de octubre de 1520) y
tercera (Coyoacán, 15 de mayo de 1522) de Hernán Cortés
con algunas notas sobre "los sitios, pueblos, genio, religión
y costumbres de los naturales, poniendo al frente de este tomo
la serie del gobierno político y c r i s t i a n o . . . corregido y aumentado por documentos y originales dignos de fe", pero en la
dedicatoria aclara que decidió añadir la cuarta (Tenochtitlán, 15 ele octubre de 1524) para completar la visión de la
conquista.
E n la realidad se trata de una compilación documental
en que el centro de ella son las cartas de Cortés, con u n total
de 478 notas a pie de página, aclaratoria del texto. Las no28
29
28 E r a n las tres cartas de Cortés conocidas por haber sido publicadas,
ya que l a primera se ha perdido aunque de ella tenemos numerosas
referencias contemporáneas (Bernal Díaz del Castillo, Francisco Cervantes de Salazar y Francisco López de G o m a r a ) ; la q u i n t a no se publicó
hasta 1842 de una copia que mandó sacar en V i e n a el conde de F l o r i d a blanca en 1782 a la sazón m i n i s t r o de Estado, quién sabe si i n f l u i d o
p o r Lorenzana, ya en la Península y m i e m b r o de la corte de Carlos I I I .
29 E l original de las notas y apostillas se encuentran en la Academia
de la H i s t o r i a (Madrid) . Colección Muñoz, tomos 4 y 5, Signatura 9/4782.
450
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
tas cumplen el plan que Lorenzana señaló en el prólogo, pero
van más allá, pues aunque la mayoría de ellas son geográficas, identificando los lugares, que en algunos casos habían
cambiado de nombre o desaparecido, localizan accidentes orográficos, dan información sobre l a zoología y botánica nativa,
y sobre el origen de las costumbres, religión, productos,
cultivos y tributos de los indígenas; aclaran o dan el significado de términos o palabras indígenas; se relacionan también
con l a conquista propiamente dicha y l a colonización, como
las que ofrecen detalles sobre personajes o las funciones que
desempeñaban; industrias o artesanías introducidas por la
vieja España; heroísmo de los conquistadores y primeros pobladores y en general explican ciertos pasajes de las cartas
que para el lector del x v m requerían aclaración.
Siente una gran admiración por Cortés, que a más de
mostrarla en la dedicatoria y en el prólogo, se percibe a través del texto de muchas notas, en que elogia sus dotes de
militar, gobernante y político, su sentido humano, su comprensión del indígena, la grandeza de su obra y l a belleza
y sabiduría de sus escritos, que le lleva a exclamar en l a última nota:
30
. . . v e n e r a r é a Cortés, y beso s u f i r m a , c o m o a u n h é r o e p o l í t i c o ,
m i l i t a r y c r i s t i a n o s i n e j e m p l o p o r s u t é r m i n o ; de u n v a s a l l o ,
que
sufrió los golpes de l a f o r t u n a c o n l a m a y o r f o r t a l e z a y
c o n s t a n c i a , y de u n h o m b r e a q u i e n t e n í a D i o s d e s t i n a d o p a r a
poner e n manos
d e l rey católico
otro
nuevo, y más grande
mundo.
E l cariño y respeto al indígena se refleja a todo lo largo
de la obra, y de ello ya había dado pruebas varias en sus
pastorales y edictos y concretamente en uno de estos últimos
(de 20 de junio de 1768) sobre la "felicidad espiritual y temporal de los naturales de estos reinos". Así vemos que elogia
30 L e l l a m a l a atención, y l o señala, l a cortesía de los indígenas, ya
tradicional desde e l siglo x v i , como se puede ver en l a literatura de l a
época, p . ej. en Cervantes.
451
L A OBRA ESCRITA DE L O R E N Z A N A
el valor del indio frente a los conquistadores comparando su
resistencia con el heroísmo de los numantinos y saguntinos y
a "los naturales de l a V i l l a de Valderas". E n otro lugar dice
refiriéndose a la lucha que presentaron a los españoles: "Esta
acción [de Chichimecatecle] prueba que en los indios hay
esfuerzo y valor". Pero no sólo los admira como hombres por
su valor y su obra sino que los defiende de los moldes establecidos en la época tanto por los europeos como por los criollos. Los defiende frente a afirmaciones poco comprensivas:
no
los
s o n los i n d i o s t a n r u d o s c o m o los q u i e r e n hacer, y q u i e n
observe
reconocerá
la
capacidad
que
conoció
en
ellos
Cortés...
y continúa
a l g u n a s veces se h a c e n los b o b o s y es p o r q u e les t i e n e c u e n t a .
A d m i r a "el poder del imperio mexicano", "su industria
para las artes" y se interesa de tal modo en su pasado que
reúne piezas arqueológicas como ciertas "puntas de pedernal
de lanzas de largo más de u n palmo, y tan fuertes y penetrantes como el hierro", que, según escribe, conservaba en su
biblioteca.
L a naturaleza del Nuevo Mundo, con su grandiosidad, belleza y variedad, le impresiona y en diversos lugares la explica, pero no para el americano, sino para el hombre europeo
ignorante del Nuevo M u n d o , y tal vez descreído de lo que se
cuenta, y así, por ejemplo, al hablar de los ahuehuetes narra
" . . . E n Atlixco he visto uno, que dentro la concavidad del
tronco caben doce o trece hombres a c a b a l l o . . . " , y por si
su testimonio pudiera ponerse en duda continúa: " . . . y en
presencia de los ilustrísimos señores arzobispo de Guatemala
y obispo de la Puebla entraron dentro más de cien muchachos, y aún cabían más".
E n general, gran número de las notas narrativas de paisajes, productos, rutas, etc., están basadas en su experiencia personal. Así, cuando Cortés habla de Metztitlán como "tierra
asaz fuerte", Lorenzana anota:
452
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
L a s h e pasado y t i e n e s o b r a d a razón Cortés, p o r q u e necesité
a p e a r m e de l a m u í a . . .
o comentando otro pasaje de las Cartas dice
C o n o z c o a u n o s i n d i o s caciques q u e t i e n e n u n o s r a n c h o s c o m o
descendientes de los señores de T e z c u c o , y los l l a m a n de a p e l l i d o
S á n c h e z ; y está así d e c l a r a d o p o r l a R e a l A u d i e n c i a . . .
E n cierto sentido las notas de Lorenzana son una crónica
del México que él vivió y conoció y, como los cronistas del
xvi, hace comparaciones entre los hechos y costumbres mexicanas que relata y las de las tierras que él conoció y vivió en
la península. Pero en cierto sentido, por tener una preparación más completa, a veces los relaciona con hechos de l a
Castilla m e d i e v a l o con la historia eclesiástica y aun
l a antigua, concretamente con el Antiguo Testamento, al comparar lugares de México o hechos de su historia con algunos
de la Sagrada Escritura.
Justifica la conquista del Nuevo M u n d o como obra de la
Divinidad, que utiliza a España como instrumento para lograr la conversión de los indios y, por tanto, Dios la encaminó más al orden espiritual que al material.
31
32
C a s i t o d o e l o r o y joyas q u e t e n í a C o r t é s y los españoles se
p e r d i e r o n , y c u a n d o se g a n ó M é x i c o p o r l a fuerza, los i n d i o s l o
a r r o j a r o n a l agua, p o r q u e casi n a d a p a r e c i ó , p o r q u e D i o s m a n d ó
e n esto q u e l a c o n q u i s t a m á s h a b í a s i d o p o r g a n a r almas, q u e
los m e t a l e s .
33
31 C o m o ejemplo podemos señalar las referencias a Pedro I y a E n r i q u e II de Castilla (p. 455 de la 2? edición de 1828) ; a Santiago Apóstol
como protector de España y la leyenda de su aparición en las Navas de
T o l o s a y la costumbre de invocarlo desde entonces antes de empezar u n a
batalla (pp. 321, 346 y 429, i d . i d . ) .
32 Su admiración por el cardenal Pedro de Mendoza y el " g r a n card e n a l " d o n Francisco Jiménez de Cisneros, de los que iba a ser sucesor,
en la silla primada de T o l e d o , se encuentra en varias de sus notas
(pp. 254 y 273, i d . i d . ) .
33 v e r p . 192 i d . i d . y entre otras p p . 116, 218 y 273.
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
453
Las fuentes escritas que utiliza no son difíciles de identificar ya que las cita: fray Juan de Torquemada,
Monarquía
indiana (Sevilla 1615), que es de quien más se fía; Francisco López de Gomara, Historia de las Indias y la conquista] de
México
(Zaragoza 1552), que, como se sabe, utiliza en forma
extensa las Cartas de Cortés y al que en cierto sentido sigue
en su admiración por l a naturaleza del Nuevo M u n d o y en
la minuciosidad con que describe las costumbres indígenas;
Antonio de Solís, Historia de la conquista de México, población y progreso de la América Septentrional conocida con el
nombre de Nueva España (Madrid, 1684), de quien dice con
criterio no diferente al de l a historiografía actual:
c o n los v i v o s c o l o r i d o s de sus e x p r e s i o n e s ; castizo, elegante,
flui-
d o estilo, d e m o d o q u e es s i n g u l a r p i e z a de n u e s t r o C a s t e l l a n o ;
m a s p o r s u t a n sobresaliente e l a d o r n o , t a n l i m a d a s las p a l a bras, t a n discretos l o s discursos, q u e p o n e e n b o c a de los I n d i o s ,
q u e d a u n r e c e l o e n q u i e n les trata, de a l g ú n exceso d e exageración, n o p o r e l A u t o r , sino p o r l a materia; n o p o r falta de
v e r d a d e n l a substancia, sino p o r l a viveza de l a p i n t u r a ; n o
p o r artificio engañoso,
cubre e n l o n a t u r a l .
s i n o p o r c i e r t a d e c a d e n c i a q u e se des-
3 4
y efectivamente, no le merecía confianza l a obra de Solís, y
nos lo prueba el que de los autores clásicos de l a historia
indiana es al que menos recurre; padre Joseph Acosta, Historia natural y moral de las Indias (Sevilla, 1590); Antonio
de Herrera, Historia general de los hechos de los castellanos
en las islas y tierra firme del mar océano (Madrid, 1601-1615,
aunque es posible que Lorenzana se sirviera de l a edición
contemporánea a él, 1726-1730, que dirigió Antonio González
Barcia), y Bernal Díaz del Castillo, Historia verdadera de
la Conquista de la Nueva España (Madrid, 1632). Utiliza a
otros autores menores para ciertas citas, como el carmelita
34 prólogo, p p . I I I y I V sobre el valor de l a obra de Solís puede
verse Francisco E S T E V E B A R B A , Historiografía
Indiana.
Madrid, 1964,
pp.
125-129.
454
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
fray Antonio de la Ascensión "Relación del descubrimiento
del Capitán [Sebastián] V i z c a í n o " y al jesuíta Miguel Venegas, Noticias de la California y de su conquista temporal y
espiritual hasta el tiempo presente (Madrid, 1757). Para el
aspecto "de las plantas y yerbas, licores y cosas medicinales"
su fuente es "el D r . Francisco Hernández, cuya obra se hizo
de orden del rey, pintando al natural todas las plantas, que
pasan de m i l doscientas". E n l a "serie del gobierno político
cristiano" toma como punto de partida la obra del franciscano
fray Agustín de Betancur, Teatro mexicano; descripción breve
de los sucesos exemplares históricos, políticos y religiosos del
nuevo mundo occidental de las Indias (México, 1698), "corregido [lo que Betancur escribió], y aumentado por documentos, y originales dignos de fe".
Ahora bien, la obra que más utiliza para aclarar una serie
de conceptos de las Cartas de Cortés en lo que se refiere al
indígena, su vida y su pasado, es la de
35
36
37
e l c a b a l l e r o D. L o r e n z o B o t u r i n i y B e n a d u c i , i t a l i a n o , hace p o c o
q u e v i n o a estos reynos, y e n e l l o s t r a b a j ó c o n t a n t o desvelo,
p a r a i n t e r n a r s e e n e l c o n o c i m i e n t o de los i d i o m a s de los I n d i o s ,
e n l a h i s t o r i a de su g e n t i l i s m o , y c o s t u m b r e s . . .
35 Conocido el manuscrito o u n a copia ya que no había sido p u b l i cada. E l título completo es Relación
breve en que se da noticia del descubrimiento
que se hizo en la Nueva España en la Mar del Sur desde
el puerto de Acapulco hasta más adelante del Cabo Mendocino:
en que
se da quenta de las riquezas y buen Temple y Comodidades del
Reino
de las Californias: y de como podría Su Magd., a poca costa pacificarle y
encorporarle a su corona y hazer que en él se predique el Santo Evangelio [1620].
36 L a obra fue publicada p o r su compañero de O r d e n el famoso
P . Andrés M a r c o B u r r i e l a l que conoció personalmente Lorenzana, en
su época de canónigo de T o l e d o .
37 L a edición que utilizó fue, como el p r o p i o Lorenzana i n d i c a ,
el extracto de " e l D r . N a r d o A n t o n i o [Reccho] médico italiano; y es
razón que los españoles hagan el debido aprecio de ella, cuando h a dado
luz a los e s t r a g e r o s . . . " (loe. cit., p. 333). Sobre Hernández y su obra,
véase Germán S O M O L I N O S , " V i d a y obra de Francisco Hernández", en
Obras Completas [de este médico toledano]. V o l . I. México, D . F., 1960,
p p . 409-417.
LA
OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
455
Sentía Lorenzana gran admiración por él y por su método
de trabajo, pues luego añade:
. . . se m e t í a e n sus casas y jacales, y allí d o r m í a c o n i n c o m o d i d a d
ú n i c a m e n t e p o r a d q u i r i r m o n u m e n t o s d i g n o s de l a a n t i g ü e d a d :
en
efecto r e c o g i ó m u c h o s , q u e p a r a n e n u n o d e los o f i c i o s d e l
S u p e r i o r G o b i e r n o d e este V i r r e y n a t o . . .
E l l o permitió a Lorenzana consultar l a documentación
que a Boturini se le había recogido al ser expulsado de la
Nueva España en 1744 (por extranjero que había pasado
sin licencia real) y así nos lo indica con sus propias palabras:
. , . y e n e l o g i o de este C a b a l l e r o , d e b o d e c i r , q u e p o r sus p a p e les h e a p r e n d i d o m u c h o , q u e n o h a b í a
encontrado e n otros
Autores...
y termina su elogio y, de hecho, en defensa de Boturini, afirmando:
f u e d e s g r a c i a d o p o r causas, q u e p o r entonces p a r e c i e r o n justas,
m á s l a p o b r e z a c o n q u e m u r i ó , y e l l i b r o q u e e n M a d r i d dio a
luz
s o n p r u e b a s de sus fines, f i d e l i d a d y desinterés.
L a obra de B o t u r i n i a que se refiere Lorenzana, y que
éste sin duda utilizó, lleva el barroco título, tan propio de la
época, Idea de una nueva historia general de la América
Septentrional, fundada sobre material copioso de figuras,
symbolos, caracteres y geroglificos, cantares y manuscritos de
autores indios, últimamente
descubiertos (Madrid, 1746).
3 8
38 Sobre B o t u r i n i , personaje de gran interés, puede verse: Eugenio
S A R R A B L O A G U A R E L E S , El conde de Fuenclara,
embajador y virrey de
Nueva España
(1687-1752), v o l . I I . Sevilla, 1966, p p . 73-99; y sobre l a
documentación que reunió M a n u e l BALLESTEROS GAIBROIS, " L O S papeles
de d o n Lorenzo B o t u r i n i B e r n a d u c i " , en Documentos
inéditos para la
historia general de la América
Septentrional,
t. V I , p p . X I - X V I I 1 . V e r
también Víctor R i c o G O N Z Á L E Z , Historiadores
mexicanos del siglo XV111.
México, D . F . , 1949.
456
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
E l examen de los escritos de Lorenzana revelan el enorme influjo de Boturini, pues tal vez sin conocer sus papeles
no hubiera dado tanta importancia a la parte indígena que
intercala, n i hubiera ordenado preparar las láminas, que d i bujó Villavicencio, con motivos prehispánicos, pues aunque
en la segunda mitad del x v i u , cuando Lorenzana regía la
sede novohispana, ya se había despertado el interés histórico
y arqueológico por el mundo anterior a la conquista, las publicaciones sobre este tema son todas posteriores.
N o cabe la menor duda de que Lorenzana no hubiera podido preparar esta obra (sólo llevaba en México poco más
de tres años) sin l a ayuda de sus colaboradores —que no
sabemos quiénes fueron, pero que podríamos adivinar— tales
como José Antonio Álzate, que le prepara el mapa que figura en la obra, y por tanto le debió auxiliar en gran número
de las notas geográficas contenidas en la misma.
E n cuanto a los textos que utilizó de las Cartas suponemos
que fueron los de don Andrés González Barcia (Madrid,
1749), ya que las ediciones originales eran sumamente raras
y Barcia nos dice que para "repetirlas en su obra las consiguió después de mucha diligencia, del consejero de órdenes
don Miguel Núñez de Rojas q u e j a s tenía en su librería".
3 9
40
39 E n e l ' t o m o primero de l a colección de Historiadores primitivos
de
las Indias Occidentales. L a s impresiones originales de las cartas fueron:
segunda, Sevilla, p o r J u a n Cromberger, 1522; tercera, por el mismo C r o m berger en Sevilla, 1523; y l a cuarta, en T o l e d o , por Gaspar de Ávila,
1525.
40 E n r i q u e V E M A , Historiadores
primitivos
de las Indias
Occidentales (Colección d i r i g i d a e ilustrada p o r . . . ) , en Biblioteca de Autores
Españoles, t. 22. M a d r i d , 1918, p . X V I . L a edición de las " C a r t a s " de L o renzana fue traducida a l francés por e l conde de Flavigni con el título
de Correspondance
de Fernand Cortes avec VEmpereur Charles
Quint
sur la conquete de Mexique, publicada en París hacia 1778. (Es u n tomo
de 588 páginas, dedicado a l a marquesa de Polignac.) Contiene las tres
cartas que aparecen en l a de Lorenzana pero llamándolas primera, segunda, tercera y cuarta. Sigue a Lorenzana en todas sus notas hasta el punto
de repetir los elogios de éste a Cortés. Se reimprimió en Suiza en 1779.
V E D Í A , op.
cit.,
p.
XVII.
L a obra de Lorenzana fue reimpresa en N u e v a Y o r k en 1828 p o r
LA
OBRA
ESCRITA
DE
LORENZANA
457
L a cuarta de las obras de Lorenzana que se imprimen en
México es una compilación cronológica de las disposiciones
que promulgó como arzobispo de México, desde su primera
pastoral de 5 de octubre de 1766, cuando acababa de incorporarse a su puesto, hasta u n edicto de 28 de noviembre del
año 1770 en que se publica la colección. E n total son 6 pastorales, 1 carta y 16 edictos precedidos de una introducción
sobre l a "utilidad de las pastorales".
La q u i n t a esencia d e l espíritu d e l o s P r e l a d o s s o n sus C a r t a s
P a s t o r a l e s ; e n ellas e x p r i m e n t o d o e l j u g o d e su d o c t r i n a , m a n i -
fiestan a sus subditos
les s u m i n i s t r a n como
e l íntimo
Pastores
s e n t i m i e n t o d e sus corazones,
a u n o s leche
a otros
miel y
a
otros a l i m e n t o m á s sólido a c o m o d a d o a l a c o m p l e x i ó n y c a l i d a d
de cada u n o . . .
C o n estas palabras basadas en textos del profeta Malaquías
y de San Pablo abre Lorenzana el capítulo sobre l a " U t i l i d a d
de las Pastorales" en el volumen que recoge sus escritos como
cabeza del Arzobispado de México. Justifica esta compilación
con el ejemplo de San Gregorio el Magno, San Juan Crisòstomo, y, ya más cerca de sus días, el de Benedicto X I V ; Juan
Montalbán, obispo de Guádix; Pedro Lepe Dorantes, obispo
de Calahorra; Francisco Valero y Losa, arzobispo de Toledo,
y el venerable Juan de Palafox, obispo de Puebla de los Ángeles, y precursor de Lorenzana, aunque con carácter temporal, en el arzobispado de l a Nueva España. A más había
4 1
4 2
d o n M a n u e l d e l M a r , q u i e n cambió l a primera parte d e l título, dándole
el de l a nueva nación, Historia de México y la revisó y adaptó a l a ortografía moderna, adaptación que consiste principalmente en cambiar
la " X " p o r l a " J " , lo que en algunos casos l a hace de difícil lectura.
Suprimió varias láminas de l a edición o r i g i n a l y e l m a p a de l a Nueva
España p o r José A n t o n i o Alzate.
41 Cartas pastorales de mura, simonia y penitencia para confesores
y penitentes...
Salamanca, 1720 (11 h . , 448 p p . ) .
42 Cartas pastorales...
para la reformación
de costumbres,
destierro
de abusos, exerciclos de virtudes y devoción
del Culto Divino. V a l l a d o l i d ,
1720 (651 p p . 2 , h . ) .
458
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
una razón que, aunque no la señala explícitamente, no cabe
l a menor duda de que fue fundamental, a saber, la de que los
eclesiásticos tuvieran recopiladas las normas y directrices que
para el gobierno de su diócesis había dictado en los primeros años de gobierno, en los que había querido reformar la
situación existente.
Se extiende después sobre las condiciones y conducta de
los obispos, tanto en el orden espiritual como cultural y personal, recordando la respuesta que Santa Teresa dio a u n
canónigo de que "sólo es capaz para Obispo el que no tenga
gana de serlo". H a b l a con detenimiento de las fundones que
tiene que ejercer el que está al frente de u n cargo episcopal
señalando además los deberes de los subditos para relacionarlo todo con la publicación de pastorales.
Las fuentes que utilizó, independientemente de las referencias a hechos u opiniones de eclesiásticos y escritores, principalmente españoles, son las Sagradas Escrituras y las obras
de Santo Tomás de A q u i n o (Ética y Questiones). E n cuanto
a la primera de esas fuentes recurre en particular a los profetas Malaquías y Jeremías, los Salmos y el Deuteronomio del
Antiguo Testamento, y a los evangelistas San Juan y San M a teo, epístolas de San Pablo y la de Santiago del Nuevo Testamento, terminando su escrito con una cita de Palafox:
43
No
e s c o n d a m o s p u e s los O b i s p o s los talentos, q u e D i o s n o s
dio, p a r a c o m e r c i a r e n g a n a r A l m a s , p u e s tiene e n esto e m p e ñ a d a su c a u s a . . .
A continuación se reimprimen u n total de 23 escritos
que son de interés para conocer el pensamiento de Loren44
43 H a b l a n d o de los que con anterioridad habían publicado las pastorales, dice: " . . . p o r encerrar puntos m u y substanciales concernientes
á el buen régimen y con d i f i c u l t a d erraré e l que hubiere leido estos
preciosos d o c u m e n t o s . . . " .
44 V e r Javier M A L A G Ó N B Á R C E L O , " L o s escritos del cardenal L o r e n zana", en Boletín
del Instituto de Investigaciones Bibliográficas
núm. 4 .
México, D . F., 1970.
L A OBRA ESCRITA DE
LORENZANA
459
zana en cuanto a la organización y gobierno de su arzobispado, así como sus ideas en lo que a los jesuítas se refiere, a
las tareas de u n arzobispo y relaciones con las autoridades
reales y su preocupación de la vida en común de las religiosas, su paternalismo con el indígena, etc.
H a y temas que trata en México y a los que vuelve cuando
es arzobispo de Toledo, como el de las academias morales,
sobre el toque de campanas, el progreso material de las clases
humildes, etc.
¿Cuál fue l a razón de que, escasamente tres años después
de haber sido elevado a la silla arzobispal de México y a los
48 años de edad, le preocupara el reunir sus escritos pastorales, que además en su mayoría habían sido impresos para
su distribución a los párrocos y demás sacerdotes de su diócesis? T a l vez la razón, a más de las que él nos da, estribe en
su preocupación por no convertirse en u n obispo más o en su
aspiración a puestos de mayor importancia o más de su agrado. Hablamos en puros supuestos, pero no faltos de cierto
fundamento aparente, como nos lo prueba la felicitación que
Lorenzana envía al papa Clemente X I V al ser elegido, lo que
posiblemente hicieran también todos los obispos, pero Lorenzana además la imprimió y, como es lógico, la repartiría,
así como otra carta dirigida al mismo Santo Padre, al enviarle las ediciones de los Concilios mexicanos, la Historia
de la Nueva España y los dos volúmenes sobre el rito mozárabe, la que igualmente hizo imprimir y por lo tanto distribuir. Sea cual fuere la razón, no cabe duda de que tuvo
resultado la "actividad" de Lorenzana pues le sirvió para
elevarle a la silla primada de España, no sabemos si impresionó al papa, pero sí al confesor del rey, el padre Eleta, y
por lo tanto a su penitente, Carlos III, a los que de seguro
remitió ejemplares de sus obras.
E N T R E sus PASTORALES Y EDICTOS conviene destacar, respectiva-
mente, l a que figura en quinto lugar y el que aparece en el
decimoquinto en la colección, publicado originalmente el 6 de
octubre de 1769 y el 18 de agosto del año siguiente. Ambos
escritos se refieren al aprendizaje del castellano por los indios.
460
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
Este tema ya figura en la "Reglas para que los naturales
de estas regiones sean felices en lo espiritual y temporal",
dadas por Lorenzana el 20 de junio de 1768 en las que dice:
. . . s e p a n [los i n d i o s ] l a D o c t r i n a C h r i s t i a n a n o sólo e n s u i d i o ma, sino p r i n c i p a l m e n t e e n c a s t e l l a n o . . . ,
y más adelante agrega
Octava:
...que
t e n g a n escuela de castellano,
y a p r e n d a n los
n i ñ o s a leer, y e s c r i b i r , pues d e este m o d o a d e l a n t a r á n ,
sabrán
c u i d a r d e s u casa, p o d r í a n ser O f i c i a l e s d e l a R e p ú b l i c a , y explicarse c o n l o s S u p e r i o r e s , e n n o b l e c i e n d o su N a c i ó n , y dester r a n d o l a i g n o r a n c i a q u e t i e n e n , n o sólo de los M y s t e r i o s d e
l a F e , s i n o t a m b i é n d e l m o d o de c u l t i v a r sus tierras, cría d e ganados y c o m e r c i o d e sus f r u t o s , a l o q u e se a ñ a d e ser jaita
respeto
hablar
de ellos, pudiendo
en
su
idioma
hacerlo
con
los
en Castellano,
Superiores,
o
aunque
poco.
sea
de
delante
Lorenzana pensaba como castellano y su posición era l a
unificadora del poder central de la monarquía, frente a las
lenguas de las otras regiones, con idioma propio, de l a península. E l problema que él había vivido en España se lo encontraba igual, aunque con características propias, en l a Nueva
España.
Su preocupación por este problema no sólo en el aspecto
temporal, sino también espiritual, se refleja en el hecho de
que transcurrido poco más de u n año publicaba u n a pastoral,
"Para que todos los indios aprendan el castellano", en l a que
hace u n resumen sobre la política lingüística de las naciones
conquistadoras, desde el mundo antiguo, de imponer su
idioma.
Elogia y comprende el que al principio de la conquista
los misioneros aprendan los idiomas nativos "para lograr l a
conversión", pero no entiende cómo después de más de dos
siglos no han adquirido "los Naturales la Instrucción Española", y más cuando hay mandato en las Leyes de Indias
(1.18 tít. I. L i b . V I ) ; ahora bien el texto que él da no responde al de l a ley que cita tomada de unas reales cédulas
L A OBRA ESCRITA D E L O R E N Z A N A
461
de " d o n Carlos y los Reyes de Bohemia, Gobernadores en
Valladolid a 7 de junio y a 17 de j u l i o de 1550", pues olvida
que la propia disposición especifica "que los Indios, se les
ponga maestros, que enseñen a los que voluntariamente la
quisieran aprender, como les sea menos molestia, y sin
costa..."
Alega las ventajas, enumeradas en diversas ocasiones, y
los problemas que resolvería la unidad lingüística castellana.
Su posición no era nueva, pues en el siglo x v n el obispo
de Oaxaca, y en los principios del x v m los descendientes de
los nobles indios, había insistido sobre la necesidad de la enseñanza del castellano. L a diferencia de posiciones está en que
Lorenzana quiere la "obligatoriedad" del aprendizaje del castellano como nos lo prueba su pastoral en que termina diciendo:
Así l o m a n d a m o s y o r d e n a m o s e n v i r t u d de S a n t a O b e d i e n c i a y b a j o de las más graves p e n a s a todos los Párrocos, V i c a r i o s y C l é r i g o s de este A r z o b i s p a d o . . . u s a n d o e l castellano p a r a
l a e x p l i c a c i ó n de l a D o c t r i n a C h r i s t i a n a , y e n e l t r a t o c o m ú n . . .
y pide y ruega a la colaboración de las justicias seculares,
dueños de haciendas y demás personas, que puedan contrib u i r a f i n tan importante.
L a pastoral de Lorenzana tuvo tal acogida por el virrey,
marqués de Croix, que remitida al monarca, l a respuesta fue
una real cédula de Carlos III, en la que ordenaba a todas
las autoridades seglares y religiosas de Perú, Nueva España
y Nueva Granada, lo que Lorenzana había mandado a las
eclesiásticas de su arzobispado. E l texto de la real cédula, con
otras palabras era el de la pastoral del arzobispo.
Lorenzana, con su iniciativa había logrado, a más del f i n
que perseguía, llamar la atención del gobierno de M a d r i d y
del monarca, sobre su tarea como arzobispo y subdito leal a
l a corona, lo que unido a otros aspectos de su obra en México, facilitaría su ascenso futuro, que le llevó a l a silla primada de España y de las Indias.
Recibida l a real cédula en México, Lorenzana la publicó
462
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
ordenando su cumplimiento, por u n edicto. Debía sentirse
satisfecho de reiterar lo que había iniciado haría dos años.
Lugar aparte en sus publicaciones ocupa la Missa Gothica
seu Mozarabica et Officiiim itidém Gothicum, primera reedición del Misal Mixto de Cisneros, así como del Breviario Gótico, que se imprime en la tipografía del Seminario Palafoxiano de Puebla de los Ángeles, diócesis de su amigo y ex
cabildante de Sigüenza y Toledo, el obispo Francisco Fabián
y Fuero, coautor de l a obra, y quien quizás tuvo a su cuidado l a impresión de la misma. Consta de dos volúmenes; el
primero de 137 páginas, se inicia con los cuatro exámetros
de la portada de la Biblia complutense y su explicación relacionándolos con el escudo de armas del cardenal Cisneros
seguidos de las "Explanationes" en las que Lorenzana hace
la historia del rito mozárabe desde sus orígenes hasta su impresión en el siglo x v i , y explica las características de los
oficios mozárabes, y por último figura el texto de Cisneros
sobre l a misa; el segundo tomo, de 198 páginas, contiene
"Horae minores diurnae Breviarii Mozarabii, justa regulam
Beati Isidori".
Como señala el padre Germán Prado l a obra de Lorenzana no es l a simple reedición de la de Cisneros, agotada, y
obra rara antes de terminado el siglo x v i , sino que sabiendo
que adolecía de muchos defectos, erratas y omisiones l a compulsó con los códices toledanos dándonos "tras larga tarea
las regias ediciones que ahora sirven en la capilla mozárabe
toledana". E l prólogo macizo de erudición ha pasado a la
Patrología Latina de M i g n e , que fue obra personal de L o 45
46
47
48
45 P a r a información más a m p l i a sobre este aspecto de l a obra de
Lorenzana y sus consecuencias, véase Shirley B . H E A R T , La política del lenguaje en México: De la colonia a la nación. México, D . F . , 1972, p p . 80-86.
46 Sobre Fabián y Fuero, ver Francisco M A R T I G I L A B E R T , La Iglesia
en España durante la Revolución
Francesa. P a m p l o n a , 1971, p p . 331 a
367, y C a t a l i n a G A R C Í A , Biblioteca
de Autores. Guadalajara. M a d r i d , 1.
47 Historia del rito mozárabe
y toledano. Santo D o m i n g o de los Silos,
1928, p . 90.
48 Idem, loe. cit.
L A OBRA ESCRITA DE L O R E N Z A N A
463
renzana, así como las notas, explicaciones y el elogio, si bien
contó con la colaboración de Fuero, la cual debió consistir
principalmente en el cotejo de los textos especialmente los
escritos en griego, lengua que conocía, ya que muchas antífonas y doxologías en los códices mozarábigos están escritas
en griego.
¿A qué se debió la publicación de esta obra en México?
Es sin duda u n trabajo de sus años de canónigo de Toledo,
pues así se desprende de los títulos que emplean tanto él como
Fuero y del hecho que la dedique al "venerable Deán y
Cabildo de la Santa Iglesia de Toledo, Primada de las Españas y de las Indias" y su publicación debió ser parte de la
preparación del I V Concilio Provincial Mexicano, pensando
asimilarlo a los Concilios Toledanos, de los cuales había nacido el rito gótico.
Lorenzana no se dio por satisfecho con la edición de 1770,
pues veremos que ya arzobispo de Toledo sigue trabajando
sobre aquel rito publicando nuevas ediciones en Madrid y
en R o m a .
E n sus años en México publica otra serie de escritos, como
memoriales de los niños expósitos y de los pobres mendigos.
E n este último establece ya el principio de los hospicios como
centro de trabajo y médico, y, por tanto, centro de formación
profesional y de salud, principio que después ha de poner
en práctica en la Real Casa de l a Caridad de Toledo, incluso
con la tarea principal de tejer telas. E l memorial de los pobres, muy extenso y con u n gran sentido práctico, muy característico del despotismo ilustrado, es u n resumen de las ideas
de Lorenzana y de su pensamiento jurídico, con numerosas citas de textos legales (Partidas, Nueva recopilación,
Leyes
de Indias), de tratadistas (Solórzano, Pereira, Grocio) y de
49
4 9 L a colaboración d e l obispo de P u e b l a debió de ser de gran u t i l i d a d , como consecuencia de su conocimiento d e l griego. BERISTÁIN DE S O U Z A ,
Biblioteca
Hispano Americana
Septentrional,
3? edición. México, 1947,
v o l . I I , p p . 312-313, nos dice "haberme dado por sí mismo [Fuero] lecciones de l a lengua g r i e g a . . . " y en el " . . . Seminario de Puebla de los
Ángeles f u n d o . . . cátedra de lengua griega".
464
JAVIER MALAGÓN-BARCELÓ
cánones de diversos concilios españoles y extranjeros. Defiende la pobreza de la Iglesia ("la riqueza de la Iglesia, y aun el
oro y l a plata de sus a d o r n o s . . . están en ella como depósito,
para cuando ocurra ocasión de emplearlas útilmente en socorrer las m i s e r i a s . . . " ) . E n él se encuentran las preocupaciones de Lorenzana que a lo largo de los años, como arzobispo
de Toledo, las ha de convertir en edictos, pastorales o cartas:
sobre el peligro del incendio de los retablos; la necesidad
del trabajo; el fomento de la agricultura; la labor de catcquesis de los párrocos; la limpieza corporal, etc. Y en el memorial, como en la mayoría de sus escritos mexicanos, la referencia obligada al venerable don Juan de Palafox.
U n aspecto de gran interés de este trabajo es l a rica información que aporta para la historia de las clases bajas de
México en la segunda mitad del xvin.
Tenemos otros escritos de Lorenzana de este período, como
el Arancel y algún otro edicto no recogido en el tomo de
1770, por ser de menor importancia, y, naturahnentje, los
posteriores a la aparición de dicho volumen, pues aunque
en 1779 publicó otro similar, en él recopilaba sólo sus escritos como arzobispo de Toledo. Entre aquéllos figura la interesante carta de despedida, de 7 de marzo de 1772, al regresar
a la península. Contiene información autobiográfica, muy
adaptada a las circunstancias; por ejemplo, habla de que se
educó "tres años en el claustro de los hijos del Gran Patriarca
Benito"; señala el sacrificio que fue para él dejar Plasencia
"una de las mayores sillas de España" para pasar "a la metrópoli más insigne de Nueva España", " . . . s i n detenerme en
duplicadas Bulas y gastos en u n año para dos Mitras, viage
y peligro de mar; pues con la misma resignación con que me
resolvía a la aceptación de la primera, debía agradecer la Real
memoria para la segunda aunque fuera en las partes más
remotas de todo el M u n d o " ; destaca el honor que representa
para él el ocupar la silla primada "ilustrada con tantos Santos, Doctores y Maestros, como los Ildefonsos, Eugenios, Julianos, Eulogios y H e l a d i o s . . . " y "por Serenísimos Infantes
y Personas R e a l e s . . . " E n resumen Lorenzana se da cuenta, y
al mismo tiempo se atemoriza, de que está haciendo historia.
L A OBRA ESCRITA DE L O R E N Z A N A
465
Sigue el modelo de Palafox, al que cita, e incluso transcribe párrafos de la pastoral que éste dirigió en circunstancias
parecidas (Madrid, 8 de septiembre de 1653), especialmente
en lo que atañe a los indios. Formula una serie de recomendaciones sobre los deberes y conducta de los obispos, párrocos y misioneros y pide se lleve adelante la proyectada "fundación del Flospicio de Pobres Mendigos", se atienda "a mis
muy amados Niños Expósitos" y se enseñe "los dos Catecismos
de el quarto Concilio Provincial Mexicano".
Llegado a Toledo continuó publicando pastorales, cartas
y edictos recogidos en parte en los volúmenes que aparecen
en 1779 y 1786 y cuyo número no excede en mucho del total
de los de México, con la diferencia de que al frente del
Arzobispado Primado estuvo 28 años (25 efectivos) y en el
de la Nueva España escasamente seis.
Las circunstancias en uno y otro eran diversas, pues mientras en México fue arzobispo integral, gozando de buena
salud y con "el ardor de la edad y confianza de la robustez",
a Toledo llega como meta de su carrera eclesiástica, y ha
de verse mezclado en el círculo de la corte real, de un mundo
en crisis, con los consiguientes problemas, tanto en la vida
civil como eclesiástica.
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