Seguridad ante incendios

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SEGURIDAD ANTE INCENDIOS
ÍNDICE
−INTRODUCCIÓN.
−ELEMENTOS DE LA INSTALACIÓN.
• SENSORES.
• SISTEMAS DE AVISO Y SEÑALIZACIÓN.
• CENTRAL RECEPTORA DE ALARMAS.
• DISPOSITIVOS DE CONEXIÓN/DESCONEXIÓN.
• ACCIONAMIENTO DE OTROS DISPOSITIVOS.
−EJEMPLO DE INSTALACIÓN.
−ETAPAS DEL FUEGO.
−TIPOS DE SENSORES.
INTRODUCCIÓN.
Los sistemas de alarma están cada día más extendidos debido a la necesidad de una mayor seguridad. Hasta
hace unos años sólo se instalaban sistemas de seguridad en algunos lugares muy concretos, pero hoy en día se
utilizan en hogares, pequeños negocios, fábricas, además de lugares de alto riesgo.
Un sistema de seguridad no debe proporcionar falsas alarmas, ya que en la práctica un sistema propenso a dar
falsas alarmas, además de no ser seguro, tiende a ser ignorado.
Una buena instalación de seguridad, para que sea correcta, debe estar conexionada a una central receptora de
alarmas con vigilancia durante las 24 horas. Esta es la única forma de ofrecer seguridad continua a la fábrica,
almacén, oficina, o lugar de que se trate.
Antes de realizar una instalación, habrá que tener ciertas consideraciones bien claras, ya que van a definir la
instalación a efectuar:
• ¿Qué es lo que vamos a proteger?
• Riesgos existentes.
• Situación de los objetos a proteger.
• Entorno de dichos objetos.
• Valor de los objetos.
• Reglamentación de la instalación.
• Presupuesto.
Hay que advertir que es prácticamente imposible realizar una instalación perfecta, pero es aconsejable que la
instalación y el posterior mantenimiento los realice una empresa homologada, debido a la posible complejidad
de las instalaciones.
El concepto de seguridad es amplísimo y abarca muchos campos. Nos vamos a centrar en la seguridad ante los
incendios, dicho concepto consiste en la protección de las personas y de su entorno mediante elementos de
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seguridad.
Entre estos elementos destacamos sensores que van conectados a una central de alarmas que puede reaccionar
de varias formas: haciendo sonar una sirena, encendiendo luces, poniendo en marcha una instalación contra
incendios, avisando por teléfono, o avisando a la central receptora de alarmas que pondría en marcha todas las
medidas deseadas; policía, bomberos etc.
En general podemos definir un sistema de seguridad, como el conjunto de elementos e instalaciones
necesarias para proporcionar a las personas y bienes materiales existentes en un local, protección frente a
agresiones de incendios.
CLASIFICACIÓN DEL SISTEMA DE SEGURIDAD.
CENTRAL DE ALARMAS O UNIDAD DE CONTROL.
La central de alarmas es la que recibe la señal eléctrica de los detectores o sensores que por algún motivo son
activados. Al recibir esta señal, los circuitos electrónicos que lleva en su interior, accionan los sistemas de
alarma y aviso.
SENSORES.
Son los elementos capaces de comprobar las variaciones de una condición de reposo en un lugar determinado,
y envían esa información de variación a la central de alarmas.
SISTEMAS DE AVISO Y SEÑALIZACIÓN.
Son los dispositivos encargados de avisar de las variaciones detectadas por los sensores dentro del sistema de
seguridad, como culminación de los elementos anteriores, son los que dan sentido a los sistemas de seguridad,
y que si no estuvieran a punto no serviría de nada poner de forma estudiada los detectores y central de alarma.
Estos sistemas de aviso pueden ser acústicos (sirenas), ópticos (luces), o avisadores a la central receptora de
alarmas.
CENTRAL RECEPTORA DE ALARMAS (C.R.A.).
La central receptora de alarmas está ubicada en los locales de las empresas de seguridad encargadas de vigilar
los recintos donde se requiere seguridad.
Su cometido es recibir, vía telefónica la señal de activación de alarma y comunicar al vigilante
correspondiente la existencia de la misma, para que éste ponga en marcha los mecanismos correspondientes,
según la alarma activada.
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A la central de alarmas están conectados todos los sistemas de seguridad a distancia. En el momento de la
activación nos proporciona la información exacta de la alarma activada. Si se producen varias a la vez, ésta
efectúa una selección de las alarmas más importantes y las posiciona en pantalla, mostrándosela al vigilante.
La central receptora de alarmas está conectada a un ordenador central que se encarga de almacenar toda la
información que llega de las instalaciones; conexión, desconexión, avisos etc.
El lugar en el que está ubicada la central está protegido por las cuatro paredes en previsión de posibles
sabotajes. Al igual que la línea telefónica, ya que es fundamental su correcto funcionamiento las 24 horas del
día.
DISPOSITIVOS DE CONEXIÓN / DESCONEXIÓN.
En este apartado podemos considerar todos aquellos mecanismos que nos permitan la conexión y desconexión
de los sistemas de seguridad. Los cuales pueden ser de tipo mecánico o electrónico.
De tipo mecánico encontramos la llave de seguridad, que consiste en conectar o desconectar un circuito
eléctrico mediante una llave metálica, con forma especial. Este sistema está en desuso debido a los
inconvenientes que presenta, ya que si se pierde o es robada la llave el sistema se puede desactivar fácilmente.
Mediante el teclado electrónico se eliminan las posibilidades de sustracción, con lo que sólo pueden desactivar
la central de alarma aquella o aquellas personas que conozcan la clave.
ACCIONAMIENTO DE OTROS DISPOSITIVOS.
El sistema empleado puede proporcionarnos ciertas posibilidades a la hora de la activación de la alarma:
• Activación de luces de emergencia.
• Activación de puertas cortafuegos electromagnéticas.
• Actividad de extinción del incendio.
• Señal de alarma a central sin activar sirenas ni elementos ópticos.
En todo caso siempre dependerá de las centrales de alarma utilizadas, que cuanto más sofisticadas y completas
sean, más posibilidades nos darán para la realización de un sistema de seguridad fiable y seguro.
EJEMPLO DE INSTALACIÓN CONTRA INCENDIOS.
OFICINA BANCARIA.
Para proteger contra incendios un local, situaremos detectores de distintos modelos en cada una de las
dependencias. En las puertas de los despachos situaremos indicadores luminosos que nos indiquen el lugar
exacto del incendio, así como un pulsador de alarma, tanto dentro de la oficina como otro al alcance de los
clientes de la oficina bancaria.
Colocaremos igualmente algún extintor de incendio portátil, de la clase A, ya que se trata de incendios de
combustibles sólidos.
La central de alarmas no ha de ser muy compleja, porque el local a proteger es de pequeñas dimensiones.
Un aspecto que es necesario y obligatorio, será el de conectar la central de alarmas a una central receptora de
alarmas, para estar vigilada la oficina la 24 horas del día.
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ETAPAS DEL FUEGO.
• Etapa latente o de pirolización: en esta etapa la combustión se genera en partículas que aún no son visibles
para el ojo humano, pero que si pueden ser apreciadas por ciertos elementos electrónicos.
• Humo visible: en esta etapa aumenta la combustión, apareciendo partículas visibles al ojo humano.
• Llamas: es la etapa que comienza con la aparición del punto de ignición, produciéndose las llamas.
• Calor: la combustión despide calor y es aquí donde se generan más cantidad de llamas, humos y gases
tóxicos.
En general, todos creemos que el incendio sólo afecta a los demás, hasta que el fuego se produce en nuestra
casa o empresa. Pero hemos de recordar que existe una legislación vigente, concretamente la norma básica de
edificación N.B.E.− C.P.I.− 96, que es la norma que regula las condiciones de protección contra incendios que
deben reunir los edificios de nueva edificación o reformados a partir de la entrada en vigor de dicha ley.
Dados los daños que puede provocar un incendio, tanto humanos como materiales, se hace necesaria prever
las posibles zonas de riesgo e impedir que las llamas puedan alcanzar a las personas u objetos a proteger.
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Para ello se pueden tomar toda clase de medidas preventivas: uso de pinturas intumescentes, materiales
incombustibles, protecciones a circuitos eléctricos, etc. No obstante, lo mejor es descubrir el fuego con
rapidez y actuar sobre él con la mayor celeridad y evitar que alcance grandes proporciones.
TIPOS DE SENSORES.
Una vez explicado el funcionamiento de los sistemas de alarma y los de desarrollo de incendios, nos
centraremos en los detectores de los mismos, que son los encargados de detectar el inicio del fuego y pueden
dividirse en varios tipos, según el fenómeno que detectan:
• Detectores de humo:
− Iónicos.
− Ópticos.
− Barreras de infrarrojos activos.
• Detectores de temperatura:
−Térmicos.
−Termovelocimétricos.
• Detectores de llama.
Detector iónico:
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Es un detector de humos capaz de detectar incluso hasta los no visibles, actuando de una forma parecida a la
nariz humana.
El principio de funcionamiento de estos detectores se basa en que las partículas de la combustión que
ascienden hacia el techo del inmueble penetran en la cámara del aire detector, variando la conductividad del
aire ionizado por efecto de un pequeño material radiactivo, produciendo así, un cambio en el estado del
detector. Dando aviso, consecuentemente, a la central.
Este tipo de detectores detectan al incendio en su primera fase, siendo muy eficaces y por tanto de los más
empleados.
El inconveniente que presenta este detector es que no puede estar en locales donde habitualmente hay humos.
Detector óptico:
Es un detector sensible a los humos visibles, cuyo funcionamiento está basado en la utilización de una cápsula
que contiene un diodo semiconductor que emite luz, y un fototransmisor que la recibe constantemente.
Cuando por efectos de un incendio se interpone entre ambos el humo, deja de recibir luz y hace disparar al
detector.
Detectan al incendio en su segunda fase, usándose en aquellos lugares con presencia de aparatos eléctricos. Al
igual que el iónico, no se puede utilizar en lugares con presencia de humo
Habitualmente.
Detector térmico:
Es un detector sensible a los cambios de incremento de temperatura y sólo actúa al llegar a un valor
determinado de temperatura.
Su principio de funcionamiento esta basado en la composición de un bimetal, que se dilata con el aumento de
temperatura, activando así un contacto eléctrico que activa de esta forma la central de alarmas.
El más utilizado es de temperatura fija, que viene calibrado desde fábrica con un valor fijo, por ejemplo 50º.
También pueden estar compuestos por un elemento resistivo, que varía su valor en función de la temperatura
ambiente. Al detectar esta variación, el circuito electrónico hace disparar la señal de alarma.
Por ello, este tipo de detectores se hace aconsejable en aquellos lugares donde es habitual la presencia de
humos como pueden ser cocinas, talleres, aparcamientos, etc.
Detector termovelocimétrico:
Es un detector que, al igual que el anterior, es sensible a los cambios de temperatura.
Su principio de funcionamiento se basa en la construcción de una cavidad, que contiene una membrana, una
cámara de aire y una válvula de ventilación.
Cuando sube la temperatura en un local, producido por un incendio, hace que se dilate el aire y éste a su vez
oprime a la membrana, que conecta los contactos eléctricos, activando la señal de alarma.
Este detector también se utiliza en lugares con presencia habitual de humos. Pero no deben utilizarse a más de
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7 metros de altura y su alcance es de unos 40 metros de radio.
Tanto estos detectores como los térmicos detectan el fuego en su última etapa.
Detector de llamas:
Es un detector sensible a las llamas y a las radiaciones ultravioleta. Responde tanto a los humos visibles como
a las partículas no visibles para el ojo humano.
Dada su eficacia se utilizan en zonas de alto riesgo como pueden ser gasolineras, almacenes de combustible,
etc.
Tienen gran sensibilidad y un gran campo de actuación, donde su utilización se hace aconsejable en zonas de
gran altura, donde el humo llegará tarde.
Hemos de resaltar que los detectores de incendios deberán tener un pequeño mantenimiento periódico, que
garantice su correcto funcionamiento, ya que la misma acumulación de polvo hace que pierdan eficacia o, que
incluso, la pierdan.
Detector de barrera de infrarrojos:
Este detector es sensible al oscurecimiento por humo visible. Es de gran sensibilidad, siendo su alcance
superior a los 100 m. y una cobertura total de 1200 metros cuadrados.
Basa su funcionamiento en la emisión y recepción de infrarrojos. Cuando se interrumpa la barrera por la
presencia de humo, hace activar la alarma.
Por tener una gran cobertura es aconsejable su utilización en locales de gran superficie, donde se desaconseja
el uso de otro modelo por la altura de los recintos.
INSTALACIÓN REALIZADA
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