Gestión en Líne@ Nota Editorial: Gestion en líne@, ve la luz Diciembre de 2014 Gestión en Líne@ Para la Empresa URRÁ S.A. E.S.P. es importante poner a disposición de la opinión pública este boletín el cual expone lo que en materia socioambiental y técnica está desarrollando la organización, con el ánimo de informar oportunamente los temas relevantes a nuestros grupos de interés y fomentar una cultura en torno a la conservación de los recursos con los cuales se trabaja la generación hidroeléctrica al sur del departamento de Córdoba. Quienes somos? Índice de Contenido: Nota Editorial 1 Gestión al Día 2 Columnista Invitado 4 En line@ con la RSE 5 Historia en Líne@ 7 Desde la creación de la Empresa URRÁ y posterior entrada en operación de la central en el año 2000, hemos llevado a través de distintos medios la información referente a nuestra gestión que impacta a los distintos grupos de interés, de tal manera que se divulgue información de primera mano de lo que está sucediendo en la cuenca del río Sinú con relación a la operación de la hidroeléctrica URRÁ. A partir de esta edición, iniciamos otra vía de comunicación que esperamos sea de interés y utilidad para todos ustedes. Alfredo Solano, Presidente de URRÁ S.A. E.S.P. Gestión en Líne@ Página 2 Gestión Al Día: Una Licencia Ambiental Sui Generis para el Proyecto URRÁ Como es de conocimiento general, la idea inicial de construir el proyecto de URRA I, fue la de un embalse de regulación hídrica para el control de inundaciones; sin embargo, a raíz de la crisis del sector eléctrico en la década de los 80 se amplió su objeto hacia la producción y generación de energía por lo que en 1987 la Corporación Eléctrica de la Costa Atlántica CORELCA solicitó a la autoridad ambiental de la época, INDERENA, los términos de referencia para realizar un estudio de impacto ambiental aplicable a un “Proyecto Multipropósito” que debía tramitar la respectiva Licencia ambiental; es decir, se inició el proceso antes de la expedición de la ley 99 de 22 de diciembre 1993, norma que como es sabido, entre otros aspectos, elevó el estatus de la autoridad ambiental a nivel Ministerial y organizó el Sistema Nacional Ambiental SINA. En enero de 1993, en forma por demás Sui Generis, se decidió por parte del Ministerio de Agricultura, CORELCA y el INDERENA, que la evaluación ambiental del proyecto tendría dos etapas: la de construcción y la de llenado y operación, acordando que CORELCA elaboraría y presentaría al INDERENA los estudios para el manejo de los impactos ambientales asociados a la construcción de las obras civiles. Consecuente con esa especial determinación, INDERENA expidió los términos de referencia ajustados para el “Proyecto Multipropósito Urrá l.” Esta circunstancia explica lo que a veces a la mayoría extraña, es decir, que el INDERENA otorgara licencia ambiental únicamente para la etapa de construcción, mediante la Resolución No. 243 del 13 de abril 1993 y que condicionara a CORELCA a formular solicitud para las etapas de llenado y operación, siempre y cuando cumpliera las condiciones ambientales establecidas desde la etapa de construcción. Otro aspecto relevante a precisar, es que como para esa época las licencias ambientales no incluían las concesiones, permisos y autorizaciones regionales, la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge CVS a través de la Resolución 037 del 5 de febrero de 1993, otorgó por un plazo de cincuenta años, la concesión de aguas del río Sinú para el llenado y operación de la represa. Además de estas situaciones especiales, la presencia de comunidades indígenas en la zona de influencia directa del proyecto (Zenú y Embera) implicaba la obligación de adelantar dos procesos de consulta previa con estos grupos étnicos, toda vez que la misma fue consagrada en el Convenio 169 de la OIT, sobre pueblos indígenas y tribales, convenio acogido y ratificado por el Estado Colombiano mediante la Ley 21 de 1991, junto a los demás reconocimientos contemplados en la nueva Constitución Nacional de 1991 con la particularidad de que, a pesar de ser un mandato constitucional contenido en la Ley, y que tanto la Licencia de Construcción de la Central Hidroeléctrica de Urrá I como la creación del Resguardo y la creación de la Empresa Multipropósito de Urrá I fueron eventos posteriores que se sucedieron entre los años 1992 y 1993, inexplicablemente no se incluyó en dicha Licencia la obligación de adelantar un proceso de consulta con estas comunidades, previo al inicio de los trabajos de construcción de la Central Hidroeléctrica. Por tal razón, tampoco se incluyó en dicha Licencia el Plan de Manejo para la mitigación de los impactos que se generarían sobre estas comunidades. Esta resultó ser una situación bastante particular, pues la Empresa se vio avocada a realizar la Consulta posteriormente con las implicaciones jurídicas, económicas y políticas que consecutivamente se dieron, como el pago de una indemnización en dinero a cada miembro de la comunidad indígena por un período de 20 años y el aplazamiento del llenado del embalse por un año. Adicionalmente, la Ley 21 de 1991 no contemplaba el Protocolo para la aplicación y desarrollo de un proceso de Consulta con las comunidades indígenas, y el Estado Colombiano al ratificar el Convenio 169 mediante la Ley 21, tampoco desarrolló la misma. Es así como al momento en que URRÁ solicitó la modificación de la Licencia Ambiental no se había reglamentado esta Ley, de tal manera que la Empresa tuvo que enfrentar un vacío jurídico con respecto al tema. No obstante, la Empresa inicia un proceso de concertación que mantiene desde el año 1992. En octubre del año 1994, suscribe con las autoridades indígenas y la Organización Nacional Indígena de Colombia –ONIC- un primer acuerdo que contiene las primeras medidas de mitigación y compensación por los impactos que ya se estaban generando por la construcción de la Hidroeléctrica. Dicho proceso se continuó durante el año 1995 y en el mes de diciembre de este mismo año se suscribió un segundo acuerdo mediante el cual las autoridades indígenas autorizaban a la Empresa a utilizar los terrenos del Resguardo que eventualmente se inundarían durante el llenado del embalse, toda vez que dentro de los acuerdos del año 1994 estaba el de diseñar y presentar un Plan de Etnodesarrollo para la comunidad indígena Embera Katío del Alto Sinú, tendiente a mitigar y compensar los impactos negativos que se generaran por la construcción, llenado y operación de la Central Hidroeléctrica de Urrá I. Dicho Plan contenía proyectos en los componentes social, cultural, productivo y de seguridad alimentaria, ambiental, político y administrativo; todos con el propósito de mitigar y compensar los impactos negativos que generaría la Gestión en Líne@ ejecución del Proyecto y a coadyuvar la gestión comunitaria para lograr niveles de desarrollo sostenible, acordes con sus patrones culturales. Adicionalmente se pactó el desarrollo de actividades de divulgación y capacitación. Este plan inició su ejecución en el mes de enero de 1996. En el año 1997 se solicitó la modificación de la licencia ambiental para las etapas de llenado y operación, y simultáneamente se le solicitó a la Oficina de Asuntos Indígenas del Ministerio del Interior la homologación del proceso de concertación adelantado por la Empresa como proceso de Consulta Previa, toda vez que ya se habían establecido acuerdos con respecto a los impactos y sus medidas de mitigación y que estaban contenidos en un Plan de Manejo (Plan de Etnodesarrollo), plenamente concertado. El Ministerio del Interior negó esta validación y el del Medio Ambiente, en los meses de diciembre de 1997 y junio de 1998 a través de los autos No. 170 y 327 respectivamente, ordenó la realización de la consulta previa con los pueblos indígenas Emberá katío del Alto Sinú y Zenú de San Andrés de Sotavento. De igual manera, ordenó la realización de una Audiencia Pública que se llevó a cabo en la ciudad de Montería el 11 de junio de 1998 con el objeto de aclarar toda la información relacionada con los impactos del Proyecto Urrá I sobre el recurso íctico. Esta audiencia fue motivada por una acción de tutela instaurada por los pescadores del Bajo Sinú, otra situación Sui Generis, debido a que el proyecto ya estaba construido y ya se habían adelantado los procesos de concertación pertinentes. En este estado del proceso, aparentemente normalizado, surge otra situación igualmente especial, la Honorable Corte Constitucional produce la Sentencia T- 652 de 1998, la cual impartió órdenes de obligatorio cumplimiento a las distintas entidades involucradas en el proceso de consulta, como consecuencia de la revisión de los fallos de tutela proferidos por el Tribunal Superior de Montería y de Bogotá, con ocasión de las acciones de tutela interpuestas por los indígenas Embera Katio; además, mediante la sentencia T–194 del 25 de marzo de 1999, tuteló los derechos de los pescadores de la Ciénaga Grande de Lorica. Es evidente la realidad de la profusa participación de las comunidades en este proceso de modificación de licencia, seguramente por considerarlo impactante, sobre todo por la afectación al recurso íctico y la necesidad de tenerlo en cuenta en el ordenamiento integral de la Cuenca del río Sinú. Dentro de todas estas circunstancias tan especiales y particularmente Sui Generis, se expide la modifica- Página 3 ción de la Licencia Ambiental mediante la Resolución 838 de 1999 en el sentido de autorizar el desarrollo de las etapas de llenado y operación para la Central Hidroeléctrica de Urrá I, incluyendo no solo las órdenes de las sentencias de tutela citadas, sino aspectos determinantes para el buen desempeño del proyecto, como garantizar la calidad de las aguas, ordenando verificación mediante monitoreos tanto al rio Sinú como al embalse; seguimiento y monitoreo de la dinámica río-ciénagas; de las zonas deltaico estuarina; de los aspectos ícticos y pesqueros; de los aspectos forestales; de la flora y la fauna; del sistema de transporte en el área de influencia de la represa y del plan de educación para las comunidades de la cuenca del río Sinú; entre otros muchos aspectos, los que se han cumplido a cabalidad por parte de la Empresa mediante cuantiosas inversiones, según consta en los diferentes informes reportados a la autoridad ambiental. URRÁ continuó con el compromiso de lograr que el proyecto tuviera un equilibrio con la naturaleza intervenida y sobre todo con las comunidades que habitan en su área de influencia, a pesar de los elementos particulares en sus etapas de concepción, ejecución y operación. MIGUEL CAMPO RUIZ, Asesor para Asuntos Sociales. Gestión en Líne@ Página 4 Columnista Invitado: Para qué ha servido URRÁ? El nacimiento de URRÁ se remonta a la época posterior al gobierno militar de 1953. El Plan Tipton, que fue diseñado para convertir al Departamento de Córdoba en la despensa agrícola del país, incluía entre las necesidades principales del proyecto, la construcción de unas presas que pudieran controlar las crecientes anuales que sufría el rio Sinú, las cuales inundaban gran parte del valle en las épocas invernales. La idea de construir unas presas para conformar unos grandes distritos de riego, durmió el sueño de los justos hasta cuando el país sufrió el gran apagón. Colombia se quedó sin energía eléctrica y eso dio motivo a que se pensara en la construcción de centrales eléctricas en varias regiones del país. Se acordaron de URRÁ, que en sus principios no era para generar energía, sino para abastecer los distritos de riego que había proyectado el plan Tipton, y para poder invertir en ella le cambiaron su finalidad, “de ahora en adelante sería un Proyecto Multipropósito y se le adicionaría a su inicial finalidad la de producir energía”. El riego y el desarrollo agrícola, para lo que se había programado, que se fueran para otra parte. La necesidad era grande y por lo tanto se pensó, contra viento y marea, en la construcción de URRÁ I y URRÁ II. Los ambientalistas pusieron el grito en el cielo porque ellos siempre han vivido en lugares donde no les falta ni la luz ni el agua. El gobierno nacional, que seguramente en esos momentos estaba alumbrándose con una plantica eléctrica, dio luz verde al proyecto y se iniciaron los estudios para construir las dos presas. Se inició y terminó URRÁ I con su multipropósito, que el final solo quedó en uno, pero ayudó a disminuir los grandes racionamientos de energía que sufría el país. URRÁ I no solo ha venido produciendo energía y, aun cuando no ha sido usada para programar distritos de riego, ha servido para que el valle del Sinú en distintas oportunidades no haya tenido que sufrir grandes inundaciones, ha controlado con un buen manejo de su embalse, crecientes que de no haber existido la presa hubieran creado grandísimos daños a las poblaciones que están sentadas en sus riberas. Esas grandes crecientes, que estaban rebasando la capacidad de la represa, fueron las que dieron origen a que las directivas tomaran la decisión de ampliar esa capacidad colocando unos implementos llamados diques fusibles que extendieron la altura de rebose, lo que aumentó en unos 150 millones de metros cúbicos el volumen de agua almacenado. Este trabajo da una seguridad adicional a la que se tenía cuando se construyó URRÁ I. La Central Hidroeléctrica ha prestado una constante y efectiva labor en muchos casos, su administración ha estado pendiente de las necesidades presentadas, ayudando a su solución. Se puede decir que el manejo ambiental desarrollado por la empresa se ha realizado con la calidad que las obras necesitan. EUSTORGIO CARO SAGRE, Ingeniero Cordobés Página 5 Gestión en Líne@ En líne@ con la RSE PROMOCIÓN DE LA SALUD: UNO MÁS DE LOS DESAFÍOS EN RESPONSABILIDAD SOCIAL Para la Empresa URRÁ S.A. E.S.P., ejecutar el convenio de salud con el Hospital de Tieralta ha representado un desafío más de su gestión en Responsabilidad Social. El Convenio ejecutado desde el año 2006, consiste en desarrollar un programa participativo de salud intersectorial, el cual está destinado a lograr estilos de vida y ambientes saludables, además de motivar a las comunidades beneficiadas para que asuman el compromiso activo frente al mejoramiento de su calidad de vida. En el último año se atendieron 1.950 consultas médicas, a 200 niños bajo el esquema de vacunación completa, se atendieron a 181 niños en el programa de control de crecimiento y desarrollo, a 136 mujeres en planificación familiar, se realizaron 103 citologías y se efectuaron 457 visitas domiciliarias. Dentro del balance epidemiológico de los últimos años, hasta el 2011, las enfermedades infecciosas y parasitarias fueron la principal causa de consulta, con su principal exponente: la parasitosis intestinal. A partir del año 2012 y hasta la fecha, fueron desplazadas por las enfermedades del aparato respiratorio, en donde el resfriado común es la principal causa de consulta. Otra que evidencia una disminución significativa es la malaria, que pasó de 958 casos en el 2010 a 90 casos en el último año. El convenio, beneficia a un promedio anual de 2.500 que habitan en el contorno del embalse de Urrá. Uno de los resultados evidentes que arroja la evolución del convenio de salud es la participación activa y voluntaria de un grupo de 18 habitantes de las comunidades objeto del convenio quienes conformaron, a instancias del programa de salud, la Red de Agentes Comunitarios en Salud. Los 18 voluntarios, quienes aportan su tiempo y disposición, se organizaron en redes de apoyo para hacer vigilancia a la población de la primera infancia con problemas nutricionales, a los adolescentes y adultos mayores. Este programa ha aportado destrezas y habilidades al grupo de la red con el objeto de desarrollar las siguientes acciones voluntarias en las comunidades: educación en prácticas saludables, visitas domiciliarias de seguimiento, toma de muestras para el diagnóstico de malaria, identificación y remisión de usuarios a los diferentes programas de salud pública como planificación familiar, control prenatal, crecimiento y desarrollo entre otros. Las comunidades que cuentan con este recurso de vigilancia son: Bocas De Crucito, Venao, Lourdes, Limón, Colon, Crucito, Chibogado Alto, Frasquillo, Cenizas, Gallo, Kilómetro 40, La Mina, Altamira, Las Clara y Nueva Unión. SE AMPLÍA FORTALECIMIENTO ORGANIZATIVO A JAC DE TIERRALTA Enmarcado en el convenio URRÁ-CORDUPAZ (Corporación Desarrollo y Paz de Córdoba y Urabá), se inició la tercera fase de capacitación a la juntas de acción comunal de los reasentamientos y veredas vecinas a la Central Hidroeléctrica de Urrá y a su embalse en el municipio de Tierralta, cuyo objetivo es propiciar el fortalecimiento organizativo en las instancias comunales. Las fases anteriores han comprendido capacitaciones en diseño del plan estratégico, en la formulación de proyectos y elaboración de presupuestos, entre otros aspectos. En el marco del convenio y en la tercera fase de ejecución, se plantea el plan “formador de formadores” el cual consiste en capacitar a miembros de las comunidades en liderazgo comunitario, para que sirvan de sujetos multiplicadores en sus comunidades. Para el desarrollo de este ciclo se contará con el apoyo de universidades y organizaciones del nivel departamental. Cabe destacar que se sumaron 10 nuevas juntas de acción comunal a las 18 que se venían capacitando. Contexto: Cordupaz, es una organización civil comprometida con el desarrollo humano integral, el bienestar social y la paz en el departamento de Córdoba y la región de Urabá, territorios inmersos en situaciones y fenómenos de violencia que han ocasionado la desestabilización del orden social, político y económico. Tiene una cobertura geográfica de 28 municipios de los departamentos de Antioquia, Córdoba y Chocó distribuidos en tres subregiones: Subregión Costanera Centro, Subregión Alto Sinú y San Jorge y Subregión Urabá. Las tres subregiones tienen un total de 1.551.985 habitantes ubicados en un área de 39.650 km2. Página 6 Gestión en Líne@ En líne@ con la RSE VIVEROS FORESTALES COMUNITARIOS EN TIERRALTA Con el objeto de incentivar la participación activa de las comunidades organizadas en las labores de restauración forestal que adelanta la Empresa URRA en predios de su propiedad en el entorno del Embalse en el municipio de Tierralta, se viene fomentando desde el año 2013 el montaje de viveros forestales comunitarios - transitorios, a través de los cuales las comunidades beneficiadas producen el material vegetal (plántulas), necesario para las labores de siembra y mantenimiento forestal. La metodología de trabajo se fundamenta en la participación de comunidades organizadas, a través de las juntas de acción comunal, cercanas a los lotes de reforestación que se van a establecer o aquellos que ya existen y se encuentran en mantenimiento forestal. La actividad forestal está a cargo y es responsabilidad de la comunidad, el vivero funciona como un negocio comunitario donde se paga por número de plantas de buena calidad vendidas a quien desarrolla las labores forestales para URRÁ. Por su parte, la empresa ofrece asistencia técnica que orienta a las comunidades, además de proporcionarles conocimientos en el área técnica y contable, en el montaje y funcionamiento del vivero. El año pasado se produjeron en la vereda Las Claras más de 15 mil plántulas de especies forestales (maderables) nativas, valiosas desde el punto de vista ambiental y/o comercial. En el 2014 se cuenta con tres viveros, uno en la vereda de Las Claras, otro en la vereda Jamaica y uno más en la vereda Si Dios Quiere; localizadas en el entorno del embalse de Urrá, en cada uno se producen 28 mil plantas. Su tiempo de producción es de dos a tres meses; las especies que se manejan son: tambo, chingale, roble, hoja menuda, caña fístula, Campano bleo, orejero, carreto, almendro, dormilón y caoba. En el presente año se generan aproximadamente 256 jornales por vivero, contando con la participación activa de jóvenes y mujeres de la zona. ALIMENTOS Y PROYECTOS DE GRANJA PARA LOS EMBERA A través de la gestión emprendida por la Empresa URRÁ, 35 familias (integradas por 186 personas) y 34 madres de familia gestantes y lactantes habitantes de la comunidad de Tuis-Tuis, en cercanías a la cabecera municipal de Tierralta, están recibiendo alimentos del Plan Mundial de Alimentos (PMA). El papel de la empresa generadora es el de coordinar, recibir y distribuir los alimentos entre la comunidad indígena, además de prestar apoyo logístico para el transporte de los mismos. De la misma manera esta comunidad es beneficiaria de un proyecto piloto de “Granja Integral Sostenible”, el cual se desarrolla en torno a una actividad de investigación que consiste en indagar sobre la producción de alimento alternativo para peces y especies menores. ESTUFAS ECOLÓGICAS PARA ZONA RURAL DE TIERRALTA Con el objeto de fomentar en las comunidades del entorno del embalse de Urrá el uso de estufas ecológicas que ahorren el empleo de leña, y que adicionalmente favorezca la disminución de enfermedades respiratorias en sus usuarios, la Empresa URRÁ por intermedio de su operador para los programas de educación ambiental en la zona, la Fundación Santa Isabel, ha llevado un modelo de cocina denominado Lorena, cuyo nombre corresponde al apócope de las palabras lodo y arena, los cuales constituyen los materiales básicos con los que se construyen las estufas ahorradoras de leña. El proyecto piloto se desarrolla en la vereda Angostura de Tierralta, teniendo en cuenta que el principal combustible natural utilizado para cocinar alimentos en las regiones rurales es la leña y que para esto se requieren tasas de extracción de madera superiores, lo que produce un impacto negativo sobre los recursos forestales de la zona. Este tipo de estufa consiste de un bloque de barro, con ductos y agujeros donde se colocan los utensilios para cocinar. Si se utiliza adecuadamente puede ahorrar entre 25% y 50% de la leña que consume un fogón tradicional. URRÁ ha llevado a las comunidades la capacitación necesaria para la construcción de las estufas, las cuales requieren los siguientes materiales, en alto porcentaje existentes en su entorno: 20 latas de arcilla o barro seco y pilado, 15 latas de arena cernida colada o cascarilla, afrecho de arroz, 3 tablas de 3 metros de largo por 30 centímetros de ancho, una chimenea de 3 metros de largo por cuatro 4 pulgadas de diámetro con sombrero para evitar la entrada de agua, una lámina de zinc, en caso de que el techo de la cocina sea de palma o vende aguja, entre otros y 40 puntillas de dos y media pulgada. Antecedentes Los fogones tradicionales son prácticamente una fogata abierta en el interior de los hogares, con tres piedras para apoyar algún soporte y poder colgar las ollas sobre el fuego. Además, por la combustión poco controlada se disminuye la calidad del aire de la vivienda, pues las constantes emisiones de humo son inhaladas por los usuarios, lo cual puede afectar sus vías respiratorias. Página 7 Gestión en Líne@ Historia en Line@: Retrospectiva del repoblamiento de peces reofílicos en el embalse de URRÁ Las consecuencias de la aparición de hidroeléctricas alrededor del mundo se han visto reflejadas en las transformaciones de muchos ecosistemas hídricos, lo cual abrió las puertas al debate sobre los impactos y las secuelas sociales y ambientales derivadas de la construcción de grandes presas. En Colombia no ha sido la excepción, la operación de la Hidroeléctrica de URRÁ, ha generado impactos en toda la cuenca del río Sinú. En URRÁ, la modificación de los regímenes hidráulicos y el fraccionamiento de las poblaciones de peces debido a la barrera física impuesta por la represa, han sido los principales hechos que afectaron la biodiversidad, y por ende, tuvieron una incidencia directa sobre los usuarios de la cuenca: los pescadores. De allí que en el embalse de URRÁ, uno de los grandes retos es garantizar el establecimiento de las comunidades de peces, que permita expresar su diversidad y al mismo tiempo, prever la necesidad de orientar y dirigir un uso sostenible, con el fin de producir beneficios sociales y económicos a las poblaciones que habitan la cuenca del Sinú. Para este fin, la Empresa URRÁ S.A. E.S.P en conjunto con otras entidades como la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge -CVS-, la Universidad de Córdoba, la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca y Peces de Colombia PEZCOL-, viene trabajando para optimizar y estandarizar metodologías y técnicas tendientes a la reproducción artificial de peces nativos, y permitir la producción de un mínimo de 2 millones de alevinos (parámetro establecido según la capacidad del embalse en el inicio de operación), atendiendo las sugerencias del comité institucional del Plan de Ordenamiento Pesquero del Embalse y enmarcado dentro de los proyec- tos aprobados en la Licencia Ambiental. Encaminados a la recuperación del recurso pesquero y consecuente con la necesidad de diversificar el programa de repoblamiento, la empresa viene trabajando en los siguientes aspectos: Fortalecer la investigación en reproducción inducida de especies reofílicas tales como liseta (Leporinus muyscorum), barbul (Pimelodus spp), bagre blanco (Sorubim cuspicaudus), rubio (Salminus affinis) y dorada (Brycon moorei sinuensis). Operación de estanques nodrizas, con habitantes de la comunidad, con el objeto de fortalecer acciones participativas de ordenación. Aplicación de técnicas de rescate de larvas del medio natural en la desembocadura del río Sinú, para contribuir a disminuir los efectos genéticos asociados al repoblamiento. En los catorce años de operación de la Central Hidroeléctrica de URRÁ, se han liberado en el embalse más de 28 millones de alevinos de peces reofílicos, en su gran mayoría de las especies bocachico, bagre blanco y dorada, de, Sinú y Esmeralda representaron un 47% en las captura totales para el año, siendo el río Verde el que reportó la mayor captura entre los tres ríos (22%), hecho satisfactorio ya que es la zona en donde habitan el mayor número de la población Embera Katio del Alto Sinú. En el embalse la captura alcanzó las 80 Toneladas, de las cuales el 50% correspondieron a las especies reofílicas. Además, se destaca el aumento progresivo en la captura comercial de especies reofílicas en Puerto Frasquillo, (principal puerto comercial del embalse) que en los últimos años ha representado el 60% en ventas mensuales, siendo el bocachico la especie reofílico más comercializada seguida por el barbúl, dorada y bagre blanco. Es de esta manera, que el programa de repoblamiento de la Empresa URRÁ S.A. E.S.P, contempla todos los parámetros genéticos, comunitarios y pesqueros, para el beneficio de las comunidades que habitan el entorno del embalse y sus ríos aportantes, pensando siempre en una generación sostenible. EDUARDO ANDRÉS TORRES SIERRA, Asesor componente íctico Pesquero. se diseñaron protocolos de reproducción inducida para el rubio (Salminus affinis) y liseta (Leporinus muyscorum), primeros trabajos en Colombia en obtener alevinos de estas especies. Además, mediante el rescate de larvas, un 4 % del total repoblado corresponde a esta estrategia generando mayores beneficios a la pesquería del embalse y los ríos aportantes. Como resultado del programa, para el año 2013, se reportaron capturas en la pesca aguas arriba del embalse por encima de las 53 Toneladas, superior a las 42 toneladas del año 2012. Los ríos Ver- Página 8 Gestión en Líne@ CORREO EN LINE@ Su opinión nos importa, por ello establecimos esta ventana que nos permita retroalimentar sus comentarios sobre el Boletín Gestión en Líne@, los que contribuirán en la construcción de un mejor producto informativo y mejor relacionamiento con nuestros diversos grupos de interés Para enviarnos sus comentarios www.urra.com.co/Contacteno.php puede acceder al siguiente link: http:// Cra 2 No. 48-08 Montería - Córdoba Colombia Teléfono: (4)7851474 Fax: (4)7850259 Correo: [email protected] Estamos en la web! www.urra.com.co