NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES ,} DE VENTllACION EN EDIFICIOS ~. :~. ]< ACCION CONCERTADA EUROPEA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR Y SU IMPACTO EN EL HOMBRE o') Medio Ambiente}' Calidad de Vida ~~\ ;­ ,} INFORME N.o 11 DIRECTRICES } ~, ~ IS' ;J> :tI ; sobre / REQUISITOS DE LA VENTILACION EN EDIFICIOS , ', ~ .., ): '. ) , ", % " Comisión de las Comunidades Europeas. Consejo General para 12. Ciencia/Investigación y Desarrollo. Centro de Investigación Conjunta-Instituto del Medio Ambiente. EUR 14449 EN (Traducción al castellano de las directrices: «Ventilation Requirements in Buildings» publicadas na de Publicaciones de las Comunidades Europeas, 1992) 1992 pOí la Ofici­ CALIDAD DEL A[RE INTER[OR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ , ACCION CONCERTADA EUROPEA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR Y SU IMPACTO EN EL HOMBRE (anteriormente Proyecto CaST 613) y INFORME N.O 11 DIRECTRICES sobre REQUISITOS DE LA VENTILACION EN LOS EDIFICIOS preparado por el Grupo de Trabajo 6 q, .:..: Dominique BIENFA/T (F) Klaus FITZNER (O) Thomas lINDVALL (S) Olli SEPPANEN (SF) Michael WOOLLlSCROFT (UK) ." P. Ole FANGER (DK) Matti jANTUNEN (SF) o Elmu nd SKPRET (N) Joseph SCHLATIER (CH) revisado y aprobado por el Comité de Concertación ., -~ Anton P.M. BLOM (Nl) Birgitta BERGLUND (S) David A. BIZARRO LEANDRO (P) Bert BRUNEKREEF (NL) Maurizio DE BORTOtl (CEC) P. Ole FANGER (DK) Jan HONGSLO (N) Matti J. JANTUNEN (SF) He/mut KNÓPPEL (CEC) Yvon LE MOULLEC (F) Thomas LlNDVALL (5) Bjbrn LUNDGREN (S) Marco MARONI (1) James P. McLAUGHLI N (IR) Raf MERTENS (B) Claude MOL/NA (F) Lars M<ZlHAVE (DK) Antonio REGGIANI (1) Heinz ROTHWEILER (CH) Bernd SEIFERT (D) Panayotis SI SKOS (GR) Linda SMITH (UK) Michael .J. SUESS (WHO) Athanasios VALAVANIDIS (GR) H. U. WANNER (CH) Patrick A. WRIGHT (IR) Publicado por la COMISION DE LAS COMUNIDADES EUROPEAS ~, .' Consejo-General Información Mercado e Innovación Edificio Jean Monnet LUXEMBURGO ~ AVISO LEGAL Ni la Comisión de las Comunidades Europeas ni cualquier persona actuando de parte de la Comisión (­ responsable del uso que pudiera hacerse de la información siguiente. i? Comisión de las Comunidades Europeas. Consejo General para la Ciencia, Investigación y Desarrollo. Centro de Investigación Conjunta-I nstituto del Medio Ambiente. ., ;J EUR 14449 EN 199~ NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS INDICE PREFACIO 1. PROPOSITO ., .~ .;~ . 2. ALCANCE 3. CALIDAD DEL AIRE INTERIOR 4. ASPECTOS SANiTARIOS DE LA CALIDAD DEL AIRE INTERfOR 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 , 4.6 / 4.7 4.8 4.9 Radón Gases de los vertederos de basura Productos de la Combustión • Humo de Tabaco Ambiental Formaldehído Compuestos Volátiles Orgánicos Gases Metabólicos Humedad Microorganismos 5. CALIDAD DEL" AIRE PERCIBIDA 5.1 Dióxido de Carbono 6. FUNETES DE LA POlUCION DEL AIRE 6.1 Carga de Polución Química 6.2 Carga de Polución Sensoria! i. CALIDAD DEL AIRE EXTERIOR , 8. EFICACIA DE LA VENTILAC¡ON j ) 9. VENTlLACION REQUERID 9.1 Procedimiento para determinar el Factor de Ventilación Requerida 9.2 Ejemplos de determinación de los Factores de Ventilación Requerida 10. CIRCULACION D EL AIRE EN HABITACIONES 11. DISEÑO Y FUNCIONAMIENTO REFERENCIAS LITERATURA ~ ¡; APENDICE A Sistemas de Ventilación APEN DICE B Mediciones APENDICE C Organización t'llundia! de la Salud: Directrices Europeas de la Caiidad del Ai re. Capítulo 3: Resu­ men dé las Directrices CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _--'--_ _ _ _ _ _ _ _ _ __ RESUMEN «la Calidad del Aire Interior y su Impacto sobre el Hombre». Acción Concer­ tada Europea. Informe N.O 11: Directrices para los requisitos de ventilación en los Edificios. Oficina para Publicaciones de las Comunidades Europeas, Luxemburgo , .~. ~\ •.~\ (1992). Estas Directrices recomiendan la ventilación necesaria para obtener una calidad de aire interior deseada en una habitación. El primer paso es determi­ nar la calidad de aire deseada en la habitación ventilada. Para evitar efectos contra la salud se prescribe una cierta calidad de aire, mientras que se necesi­ ta una decisión sobre el nivel de calidad de aire percibido en el espacio venti­ lado. Se sugieren tres niveles diferentes de confort. El paso siguiente consiste en determinar la carga de contamin.ación en el aire causada por fuentes de polución en el recinto. La carga de contaminación total se obtiene sumando las cargas del edificio y la de los ocupantes. La calidad del aire exterior dispo­ nible y la eficacia de la ventilación del recinto ventilado también se tienen en cuenta. El índice de ventilación requerido para proporcionar la calidad de aire inte­ rior deseada se calcula entonces tomando como base la carga total de polu­ ción, la calidad de aire exterior disponible y la eficacia de la ventilación. Los índices dé ventilación requeridos para la salud y el confort se calculan separadamente, usándose para el proyecto el valor más alto. PREFAClO ) La ventilación consiste en el suministro y eliminación del aire de un recin­ to en orden a mejorar la calidad del aire interior. La idea es retener, eliminar y diluir los contaminantes emitidos en el recinto con el fin de alcanzar un ni­ vel de calidad de aire aceptable y deseado. Las directrices o modelos de venti­ lación existentes en los países Europeos y en otros lugares suponen que lo ocupantes de un espacio cerrado son los contaminadores principales o exclu­ sivos. Desgraciadamente, la conform ¡dad con las directrices o modelos exis­ tentes no ha evitado la exposición a contaminantes con efectos potencialmente adversos y a las quejas muy extendidas sobre la calidad del ai¡e interior en muchos edificios. Se ha comprobado a través de estudios recientes que los materiales de un edificio son con frecuencia contaminantes más importantes que los ocu pantes, contri buyendo sig ni ficativamente a esas quejas. Las presentes directrices consideran la carga total de contaminación causa­ da por los materiales del edificio, los ocupantes y sus actividades. El objetivo es proteger a los ocupantes de efectos adversos para la salud y proporcionar una calidad de aire interior que sea percibida como aceptable por la gran ma­ yoría de los ocupantes. NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS '; , ) ~ ? ~ ) .~ ,) ,~ ; ~ : ~ En contraste con los documentos existentes estas Directrices no sólo pres­ criben una cantidad dada de aire exterior a suministrar en el recinto. Por el contrario, lo que se prescribe es una determinada calidad de aire interior en orden a evitar efectos sanitarios adversos, siendo necesaria una decisión res­ pecto del nivel buscado de calidad de aire percibida en el espacio ventilado. Se sugieren tres niveles distintos de confort de calidad de aire percibida. La calidad del aire exterior disponible y la eficacia de la ventilación del recinto ventilado son también objeto de consideración. El índice de ventilación nece­ saria para proporcionar la calid'ad de aire interior seleccionada se puede cal­ cular entonces tomando como base todas las fuentes de polución presentes, la calidad del aire exterior disponible y la eficacia de la ventilación del recinto ventilado. Los índices de ventilación requeridos para la salud y el confort se calcu lan separadamente utilizándose p·ara el diseño el valor más alto. La información utilizada en estas Directrices sobre la carga de polución cau­ sada por el edificio y la eficacia de la ventilación se basa, relativamente, en pocqs datos. De ahí que para la ampliación de más datos se deban propiciar nuevos estudios. " 1. PROPOSITO Este documento recomienda la ventilación requerida para obtener una de­ seada calidad del aire interior de un espacio cerrado. Se recomienda la selec­ ción de productos y materiales de bajo nivel contaminante en los edificios. ;; 2. ALCANCE Este documento es de aplicación en recintos ocupados por personas en edi­ ficios no industriales. En el mismo no se incluyen directrices para el medio ambiente térmico, tal como la temperatura, radiación térmica y velocidad del aire. Los requisitos térmicos se pueden especificar en base a las normas inter­ nacionales para el confort térmico, ISO 7730\ 3. CAUDAD DEL AIRE INTERIOR Los ocupantes de un espacio cerrado tienen dos necesidades respecto del ai re de dicho espacio. Primero, e[ riesgo para la salud por respirar ei aire debe­ ría ser despreciable. Segundo, el aire debe ser percibido como agradable y fresco más bien que cargado, viciado e irritante. . " CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ Existen grandes diferencias individuales en las exigencias humanas. Algu­ nas personas pasan una gran parte de su tiempo en el mismo ambiente inte­ rior, mientras que otros no. Unas personas son muy sensibles y exigen mucho al aire que respiran. Otras personas son más bien insensibles y necesitan me­ nos requisitos del aire. La calidad del aire interior puede ser expresada como el punto en que las necesidades humanas hallan satisfacción. La calidad del aire es elevada si pocas personas se sienten poco satisfechas y hay un riesgo sanitario despreciable. La calidad del aire interior en un edificio no es constante. Está influenciado por cambios en el funcionamiento de! edificio, la actividad de los ocupantes y el clima del exterior. La calidad del aire interior puede ser controlada por u na combinación del control de la tuente contaminante y la ventilación. En estas Directrices la ventilación requerida para contolar el riesgo sanitario de contaminantes de! aire específicos se discutirán separadamente de la ventíla­ ción requerida para obtener una calidad de aire percibida deseada. Se reco­ m'ienda em plear el más alto de estos valores para el proyecto. ) ) ) 4. ASPECTOS SANITARIOS DE LA CALIDAD DEL AIRE INTERIOR La exposición a los contaminantes del aire puede originar un cierto riesgo para la salud. Efectos adversos para la salud pueden ser efectos adversos agu­ dos o efectos adversos a largo plazo como el cáncer. Otros aspectos defin idos por la Organización Mundial de la Salud, como por ejemplo molestias de olor y efectos en el bienestar social, no están incluidos en esta sección. Para limitar el riesgo sanitario a un nivel bajo, sería útil establecer una ex­ tensa lista de concentraciones permisibles máximas y los tiempos de exposi­ ción correspondientes para las substancias químicas del aire. Para los edificios industriales existen unos Valores Límite Mínimos (V.L.M.) que se aplican a lu­ gares de trabajo donde se usan substancias químicas de forma rutinaria du­ rante el proceso de producción. En los edificios industriales los trabajadores esté_n típicamente expuestos a uno o varios eiementos químicos al mismo tiem­ po. En oficinas y lugares similares de trabajo la exposición a cualquier elemen­ to contaminante es normalmente mucho más baja que en la industria. Por contra, la exposición se caracteriza por un amplio espectro de componentes a bajos niveles procedentes de los materiales de construcción¡ m uebles, equi­ pamiento de la oficina, metabolismo humano, humo de tabaco del ambiente y el aire exterior. Debido a la multitud de contaminantes deben perseguirse niveles mucho más bajos de substancias químicas. Esto se aplica también a viviendas don d e la gente pasa más tiempo que en el lugar de trabajo, y íos ocupantes incluyen personas más susceptibles (niños y ancianos). La Organi­ zación Mundial de la Salud ha publicado las «Dire~trices para Europa de la NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS ~ :) Calidad del Aire»2. En esta publicación los efectos para la salud de ciertos con­ tam i nantes del ai re han sido objeto de valoración habiéndose catalogado más de 25 elementos químicos con sus valores correspondientes (ver Apéndice C). Se aplican tanto para el aire exterior como para el aire interior. Los valores orien­ tativos de esta lista pueden usarse como límites para las substancias químicas del aire interior. Graves limitaciones impiden la evaluación de los efectos sanitarios de mez­ clas complicadas de contaminantes. El efecto combinado de dos contaminan­ tes puede ser sinérgico (C>A+B), aditivo (C=A+B), antagónico (C<A+B) o independiente. Cuando están presentes muchos contaminantes a bajos nive­ les, sus efectos combinados para la salud de los individuos no son previsibles con los conocimientos actuales. El métqdo preferido para la gestión de la cali­ dad del aire interior es el control de las fuentes de polución. Los métodos pre­ feridos para controlar las fuentes dominantes son eliminación/substitución de la fuente, aislamiento y ventilación local. Más información sobre el impacto en la salud de los elementos químicos del aire interior se da en el Informe N.O 10 «Efectos de la Contaminación del Aire Iníerior»3 de la Acción Concertada Europea. Por distintas razones, una serie de substancias son especialmente preocu­ pantes para la salud-humana. Entre estas substancias están el radón, gases pro­ cedentes de depósitos de basura enterrados, productos de la combustión , humo · de tabaco en el ambiente, formaldehido, compuestos orgánicos volátiles, ga­ ses del metabolismo, humedad y microorganismos. Se examinan por separa­ do más adelante. 4.1 Radón El radón es un gas radiactivo que se encuentra en el aire interior. Aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. Las estimaciones del riesgo del radón se dan en las «Directr¡ces de la Calidad del Aire para Europa»2 publicadas por la Or­ ganización Mu ndial de la Salud (ver Anexo C). La fuente mayor de radón del interior 10 constituye generalmente el gas del subsuelo dei edifi cio. El radón se da en altas concentraciones de gas del suelo con amplias variaciones debi­ das a la geología local. El gas del suelo cargado de radón puede penetrar en un edificio infiltrándose por las grietas y otras aberturas de los suelos y muros de separación del edificio del suelo. El mejor modo de controla t el nivel de radón del interio r es controlando la fuente. Ello puede hacerse sellando el edi­ ficio contra la entrada de gas del suelo o, donde ello sea posible, dando salida ai aire de! subsuelo a la atmósfera. Donde no haya recintos en e! subsuel o, los sumideros de radón bajo el suelo pueden emplearse al efecto. Dado que la entrada de radón del suelo es conducida, generalmente, por !a presión ,. h ay que tener cu ¡dado, cuando se usa u na ventilación del edificio forzada, c:)mo CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ , -.' u na solución técnica, que una presión insuficiente del aire del edificio pueda causar un incremento de la infiltración de gas del suelo cargado de radón. Más información sobre el tema se da en el Informe N.O 1 de la Acción Concertada Europea: «El gas Radón en el Aire !nterior»4. 4.2 Gases procedentes de los grandes vertederos de basura ) ) En lugares especiales, tales como zonas de eliminación de basuras,puede estar presente una gran variedad de substancias químicas potencialmente tó­ xicas, pudiendo ser necesario evaluar caso por caso el riesgo posible para la salud. El gas de los depósitos de basura se produce por la acción de microor­ gan ismos sobre materiales residuales. orgánicos depositados en los basu reros enterrados. El gas consiste principalmente en metano y dióxido de carbono, si bien pueden estar presentes otros gases tales como el hidrógeno y el sulfu­ ro de hidrógeno. En los basureros se han detectado vestigios de más de un cE;ntenar de compuestos orgánico-volátiles, incluyendo hidrocarburos aromá­ ticos y al ifáticos, alcoholes, esteres, éteres y com puestos organosu ¡fú ricos. Sin embargo, estos compuestos componen menos del uno por ciento de la mez­ cla total de gases representando en general más bien una molestia por el olor q IJ e u n riesgo tóxico. El mayor pel ¡gro que rep resentan los basu reros es el de explosiones; el metano es ¡nflamabie cuando se mezcla con eiaire con una tasa de concentración del 5 al 15% . Se han producido numerosos incidentes al prender fuego al gas de los depósitos de basura enterrados en el subsuelo de un edificio dañando su estructura e hiriendo a los ocupantes. Existe tam­ bién el riesgo de asfixia por cu Ipa de las emanaciones de ese gas. Los edificios construidos encima o al lado de lugares donde hay niveles elevados de esos pel ¡grosos gases tienen que ser sellados para evitar la entrada de gas así como un sistema para la dispersión de gases, por ejemplo un sótano vacío ventilado. 4.3 Productos de combustión E¡ monóxido de carbono está generado por la combustión incompleta. To­ dos íos años mueren en Europa cientos de personas por monóxido de carbo­ no de ca lentadores de gas, queroseno y carbón en mal funcionamiento , de estuf2.s de leña y por la infiltración de gases de la combustión de garajes, etc. Ei dióxido de nitrógeno (N0 2) es otro gas tóxico generado por la combustión de fuel fósil a altas temperaturas. Fuentes importantes de contaminación inte­ rior son los aparatos de cocina a base dé- gas y los calentadores de agua de ¡as casas sin ventilación. La forma apropiada de controlar ¡os productos de la combustión en el inte­ rior consiste en evitar o reducir las fuentes de polución. Deben evitarse los aparatos desprovistos de respiradero para calentamiento mediante combus­ tión de habitaciones igual que los calentadores de agua por combustión de­ _ _ _ __ ben usarse únicamente si van provistos de dispositivos de seguridad y ventilación que permitan un funcionamiento seguro. La pérdida de presión causada por los sistemas de ventilación no deberían interferir con el funcio­ namiento adecuado de los conductos abiertos. Las fugas de los garajes, etc. hacia espacios ocupados deben ser sellados. Es recomendable que los apara­ tos de gas para cocinar estén provistos de su propia campana para la eiimina­ ció n de los productos de la combustión. Sobre el dióxido de nitrógeno se da más información en el Informe N.O 3 de la Acción Concertada Eu ropea «Poi u­ ció n Interior por N0 2 en los Países Eu ropeos»s. , ." ,J' i -;'.1 ) ., 4.4 El humo de tabaco ambiental '} , -' l' 7 ~ ~. óI =S' ~i ~. ~ ~l " ,! NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS í.....· El humo de tabaco en el ambiente, Environmental tobacco smoke (ETS), com­ prende varios miles de substancias químicas. Los efectos de tos ETS más rápi­ da y comúnmente experimentados son la irritación de las membranas mucosas de los ojos, nariz y garganta. Los hijos de los fumadores sufren con más fre­ cuencia que otros de enfermedades respiratorias. El ETS resultante en cerca de 2 ppm de ca produce irritación y molestias entre el 20% de los expuestos a su efecto (6,7). Se sospecha que el ETS puede incrementar el riesgo de cán­ cer de pulmón. La.eliminación de cualquier riesgo sanitario causado por el ~TS exige que no se fume en el recinto. 4.5 Formaldehtdo , J El formaldehído es el aldehído m.ás simple. Es un gas incoloro, muy reacti­ vo y de olor picante. Tiene muchas aplicaciones, aunque el sector de aplica­ ción más importante es la fabricación de resinas sintéticas. Por ello, el formaldehído puede encontrarse en el aire interior en forma de emisión de partícu las con canten ido de adhesivos fabricados a parti r de resinas de u rea­ formol o material aislante de espumas de urea-formol. La concentración de formaldehído en el aire originada por aglomerados de madera depende de la calidad de estos tableros, así como de la temperatura, la humedad relativa y la veloc idad de intercambio del aire. Los posibles efectos sanitarios adve rsos debidos a la exposición al forma ldehído en el ambiente interior depende de la concentración y de la duración de la exposición. El formaldehído puede caL:­ sa r irrÍtación en los ojo;; y en el sistema respiratorio. En experir:rentos con ró­ tas, con elevadas dosis de expo sición (6 y 14 ppm), durante períodos prolongados, se han producido tumores de! epitelio nasal . Es probable que los efecto s i rritativos y masivos de estas eievadas concen'Jaciones sean u na condición necesaria para la aparición de tumores. Como los seres humanos no están expuestos a concentraciones tan elevadas durante períodos tan pro­ longados, el riesgo de desairollar un tumor es despreciable. Para más informa­ ción, véase el Apéndice e y ell nforme N.O 7 de la Acción Concertada Eu ropea CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) - - - " - - - - - - - - - -_ _ _ _ _ __ ; «La contaminación del Aire Interior por el Formaldehído en los Países Eu­ ropeos»8. 4.6 Compuestos orgánicos volátiles :¡ ) ) Los compuestos orgánicos Volátiles (COV), a excepción de los formaldehi­ dos, son emitidos por los seres humanos (ver más adelante los gases metabó­ licos), por muchos materiales naturales y, lo que es más importante, por un gran número de materiales de construcción artificiales, el mobiliario y el equi­ pamiento utilizado en los edificios. Los COY han sido definidos por la OMS como aquellos compuestos que tienen punto de fusión más bajo que la tem­ peratura de la habitación y cuyo punto de evolución está entre 10~,50 y 260 oC. También se emplean otras clasificaciones más detalladas. Los COy que se pue­ den detectar en un edificio aislado pueden consistir en centenares de com­ pU ,~stos orgánicos distintos, los cuales hacen que el análisis, la valoración del riesgo (incluidos los efectos combinados) y el establecimiento de directrices o consejos para estos compuestos sea una tarea excepcionalmente difícil. La gente percibe los COY por sus sentidos del olfato y de las substancias qu ímicas. Durante la exposición a los COY, se produce escasa adaptación. La respuesta humana a los Ca\! del aire interior se ha clasificado como el dete­ . rioro del medio ambiente percibido agudamente, reacciones agudas o leves del tipo inflamación de la piel o de las mucosas, o reacciones leves del tipo . stress. Se han propuesto dos enfoques prácticos respecto de las normas de la cali­ dad del aire interior de los COy (excluyendo el formaldehido y los COY carci­ nógenos), uno para la totalidad de [os COY (TCOV)9, el otro basado en la cuantificación y separación cromatográfica del gas (10). El primero de [os enfoques (9) se ha generalizado a partir de las respuestas toxicológicas publicadas en la literatura sobre polución del aire interior. Pro­ ponemos adoptar la sigu iente clasificación del grado de exposición relativo al nivel de los TCOV medidos por el detector de ionización de llama calibrado contra el to[uen o: zona de confort « 200 .ugJm 3 ), zona de exposición mu Itifac­ torial (200-3.000 Jl g/m3 ) , zona de malestar (3.000-25.000 ¡Lglm 3 ) y umbral de toxi­ cidad (> 25.000 ¡Lglm 3 ). En el segu ndo enfoque 10 los compuestos analizad os se clasifica n de acuer­ d o con sus concentraciones y se dividen en las siguie ntes ciaSeS (guía de clas i­ fi cación para los diez primeros de cada clase entre paréntesis); alcanos (100 ¡.¿ glm 3) , aromát icos (50 .ugJm 3 ), terpenos (30 ¡.¿glm 3 ), halocarbones (30 ¡.¿glm 3 ) , es­ te~es (20 p,glm 3 ¡ carbonilos (excepto formaldehído) (20 fLglm 3 ) y «otros» (SO ¡.¿g/m 3) . Las cl ases se surTan después para obtener el vab r TVOC. El vaior de 'la norma propuesta como objetivo para los TVOC es de 300 ¡Lglm 3 no debien­ do ningún compuesto individual exceder el 50% del objetivo de su clase o el NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIF1CIOS 10% del valor de la norma objetivo para los TVOC. Estos valores de clasifica­ ción no se basan en consideraciones toxicológicas, sino en niveles existentes y en un juicio profesional sobre los niveles alcanzables. Aunque los dos enfoques propuestos son diferentes, coinciden casi en la práctica. El primer enfoque sugiere una zona de confort de 200 ¡.¿g!m 3 , el se­ gundo propone un valor objetivo orientativo de 300 ¡.¿g!m 3 para los TVOC. Co­ mo los TVOC son emitidos por ciertos materiales de construcción, mobiliario, equipos y productos del consumidor, se recomienda la selección de materia­ les y diseños que reduzcan a mínimo la emisión de vaco 4.7 Gases metabólicos Los procesos metabólicos de los ocu·pantes de un espacio requieren oxíge­ no y producen dióxido de carbono, humedad, aldehídos, esteres y alcoholes. Para evitar efectos sanitarios adversos, se ha recomendado un nivel de exposi­ ción /al CO 2 en el aire interior ambiental, aceptable a largo plazo, de < 6,3 g!m 3 « 3500 ppm)11. El índice de ventilación necesario para mantener el nivel de seguridad es muy bajo. Esto quiere decir que el dióxido de carbono per se planteará muy raramente un problema de salud en los edificios reales. Otros gases metabólicos (bioefluentes) nunca alcanzan, en la práctica, concentraciones peligrosas, pero tienen unolor desagradable que requiere mucha más ven t Ila­ ción que la producción de dióxido de carbono. Esto se discute con detalle en la sección que trata de la calidad del aire percibida. 4.8 Humedad }' .7 .. ' . La humedad del aire interior puede tener directa o indirectamente un im­ pacto sobre los ocupantes. La humedad elevada del aire, la condensación o la entrada de humedad estimulan la producción de mohos y otros hongos, etc., que pueden causar alergia y malos olores. El aumento de humedad pue­ de también incrementar la emisión de substancias químicas como los forma!­ dehídos de los materiales. Una baja humedad puede causa r una sensación de seq uedad e irritación de la piel y mucosas de los ocupantes 12 • Normalmente, cuando la humedad relativa es del 30 al 70%, ocurren pocos problemas, supo­ niendo que no se produzca ninguna condensación 13-14. Sin embargo, una hu­ medad relativa elevada estimula la aparición de acáridos del polvo que pueden plantear riesgos serios de alerg¡a ; espec ialmente en los dormitorios 15 . Es, por consiguiente, particularmente i '1lportante evitar la humedad elevada en los dormitorios 16 . Cuando hay agua en los serpentines de enfriamiento o en los humidificadores de los sistemas de ventilación, existe un riesgo de crecimien­ to de hongos y otros m icroorganismos. Para evitar esto, son es en ciales un di­ seño, una iimpieza y un mantenimiento muy esmerados . CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IA'Q) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ 4.9 Microorganismos ) ) Los microorganismos más preocupantes del aire interior son las bacterias, los virus y hongos. Muchas bacterias y virus son de origen humano y pueden causar enfermedades infecciosas. Otras fuentes están constituidas por humi­ dificadores, de mantenimiento deficiente, los cuales producen la fiebre del hu­ midificador y los sistemas de agua que pueden propagar la legionela. Ciertos microorganismos pueden producir metabolitos que pueden ser tóxicos o irri­ tantes. Los niveles anormales de esporas fúngicas que se originan en las su­ perficies húmedas y en los materiales de construcción producen alergias y reacciones de hipersensibilidad. Los microorganismos pueden dOrlJinarse controlando los niveles de hume­ dad de las superficies y de los bioefluentes. No se puede ofrecer ningún re­ sultado de cuáles sean los efectos para la salud de los niveles permisibles. Una discusión detallada sobre los microorganismos y los medios apropiados para eyal uarlos y controlarlos en el ambiente interior se puede encontrar en el I n­ forme de la Acción Concertada Europea titulado: «Estrategias para la toma de m uestras de [as partículas biológicas en el medio ambiente de interiores»17. 5. LA CAUDAD DEL AIRE PERCIBIDA j ) Los seres hu manos perciben el aire con la ayuda de dos sentidos. El senti­ do del olfato está situado en la cavidad nasal, siendo capaz de percibir cente­ nares de miles de olores presentes en el aire. El sentido general para las substancias químicas está situado por todas las membranas mucosas de la na­ riz y de los ojos, siendo sensible a un número igualmente grande de elemen­ tos irritantes contenidos en el aire. Es la respuesta combinada de estos dos sentidos lo que determina la percepción del aire como fresco y agradable o como cargado, viciado e irritante. La calidad del aire percibida puede expresarse como el porcentaje de insa­ tisfechos, es decir, aquellas personas que perciben el aire como inaceptable justo después de penetrar en una estancia. Para el aire co;,taminado por bioe­ fluentes humanos, la Figura 1 muestra el porcentaje de insatisfechos como una fu nción del índice de ventilación por persona normal (la media de oficinistas adultos sedentarios se considera térmicamente neutra!). la polución genera­ da por u ! a persona standard se mejante se denomina un o f. La fuerza de la mayoría de las fuentes de polución interior puede expresar­ se como equivalente a una persona, es decir, el número de personas standard (olfs) necesarias para hacer el alre tan molesto (causante igualmente de mu­ 18 chos insatisfechos) como la fuente de contaminación real , ­ NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS " " ~ :~~ ) 3' ,:1 '\ ) Un decipol es la calidad del aire percibida en un recinto con una fuerza de la fuente de polución de 1 olf ventilado por 10 l/s de aire limpio, es decir, 1 decipol = 0,1 olf/(I/s)18. La Figu ra 2 muestra la relación entre la calidad del ai re expresada por el porcentaje de visitantes insatisfechos y expresada en decipo­ les. La calidad del aire percibida puede expresarse también por medidas basa­ das en factores de dilución relacionados con niveles de olor definidos, tal como la unidad de olor relacionada con el umbral del olor. Las medidas de calidad del aire percibida tal como la Unidad de Escala Master2 se han usado tam­ bién para expresar la calidad del aire percibida causada por otras fuentes dis­ tintas de los bioefluentes humanos. Se han efectuado entonces juicios del observador como estimaciones de magnitud de la fuerza percibida en un con­ texto conjunto con referencias de sub~tancias químicas olorosas e irritantes. % .- ,: so VJ O 40 I U l.U u.. VJ 30 ~ VJ Z 20 10 5 10 15 20 IN ~ 2S 30 3S l/s. persona standard ICE DE VENTILACION (q) Figura 1. insatisfacción causada por una persona standard (un olf) a distintos índices de ve:lti­ [ación. La curva se basa e n estudios europeos sobre 168 sujetos contaminados por bioefluentes de más de mi! hombres y mujeres sedentarios 18. 19 20 EstL':::lios en Norteamérica y )aoón por otros g rupos de investigación obtuvieron resultado s simil2íes. La CUíV2 se obtiene mediante las ecuaciones: PI = 395 exp(-í,83.q 0.25) ) Pl= 100 para q ~ 0.32 l/s. olf para q < 0.32 l/s. 01 1 CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _-:----_ _ % 50 40 CALIDAD - - - - -AIRE -- 30 Ci = 112 Wn (PD~5,98)]-4 20 ·) • 10 o o 1 2 3 4 5 6 7 8 decipoles CALIDAD DEL AIRE PERCIBIDA (Ci) ) Figura 2. Relación entre la caJidad del aire percib ida expresada por el porcentaje de insatisfe­ c hos y en decipoies (18). En la figura se muestran los tres niveles de calidad del aire interior, las categorías A, B Y C. } ) )' ) J Para determinar el coeficiente de ventilación requerida desde e! punto de vista del confort, es esencia! elegir el nivel deseado de calidad de ai re en el espacio cerrado. En la Tabla 1 se proponen tres niveles de calidad del aire per­ ci bida. Cada nivel de calidad (categoría) corresponde a un cierto porcentaje de insatisfechos. En algunos lugares con exigencias modestas puede ser sufi­ ciente proporcionar una calidad de aire de la categoría e con un 30% de ¡nsa~ t isfecho s más o menos, En mucnos espados se seleccionaría una calidad de aire de la categoría B con un 30% de insatisfechos más o menos. En muchos espacio s se seleccionada un a calidad de aire de la categoría B con un 20% de insatisfechos, mientras que en otros lugares con altas exigenci a: puede desearse u na calidad de ai re de la categoría A, con sól o un 10% de insatisfechos. Estos tres niveles de calidad de aire percibida se muestran también en la Figura 2. La decisión respecto al nivel deseado de calídad de aire en un recinto depen­ de principalmente de conside raciones económicas y de! uso a que se destine el reci nto. NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS ;. o,: La calidad del aire percibida de la Tabla 1 se refiere al juicio inicial de la gente al penetrar en un lugar (visitantes). La primera impresión es esencial, es decir, es importante que el aire sea percibido inmediatamente como acep­ table. Sin embargo, para los olores la adaptación tiene lugar comúnmente du­ rante los primeros 15 minutos de ocupación. La adaptación a los bioefluentes humanos es considerable y normalmente se produce cierta adaptación al hu­ mo de tabaco (a niveles moderados). Poca adaptación, si es que hay alguna, tiene lugar generalmente a los compuestos de humo de tabaco irritantes de las mucosas, así como a muchos contaminantes de mezclas de materiales de construcción, etc. 23 •24 • ., .) 1~ TABLA 1 / Tres niveles de percepción de la calidad del aire interior (ejemplos). Calidad de Aire Percibida Nivel de Calidad (Categoría) ) . - % insatisfechos decipoles B 10 20 C 30 0.6 :.4 2S A . Indice* de ventilac;:ión I necesaria I/s.olf i 16 7 I 4 I * Los coeficientes de ventilación que se dan son ejemplos que se refieren exclusivamente a la calidad del aire percibida. Se aplican exclusivamente a un aire del exterior limpio y una efica­ cia de ventilación de uno. , j/ Es importante darse cuenta que ciertos contaminantes peligrosos del aire no se sienten en absoluto y que el efecto sensorial de otros contaminantes no están relacionados cuantitativamente con su toxicidad. Por consigu iente, la calidad del aire percibida no es una medida universal de 105 erectos nocivos para la salud. Sin embargar es también verdad que cuando la percepción po­ bre de la calidad del aire de un edificio se mejora medi an te elimina,:ión de las fuentes de polución y un aumento de la ventilación, el riesgo de efectos sanitarios adversos se reduce también normalmente. 5.1 Dióxido de carbo no Los seres humanos producen dióxido de carbono (COz ) proporcional a su ritmo metabólico. Cuantitatívamente es el bioefluente humano más importan­ te. En las concentraciones típicamente bajas producidas en e' aire interior el CO 2 es inocuo y no es percibido por los seres humanos. Sin embargo, cons­ 1 ) CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ tituye un buen indicador de la concentración de otros bioefluentes humanos que se perciben como u na molestia. Como indicador de los bioefluentes hu­ manos, el CO 2 se ha venido empleando con mucho éxito durante más de un. siglo (6.25). La Figura 3 muestra el porcentaje de visitantes insatisfechos como fu nción de la concentración de CO 2 (arriba en el exterior) en lugares donde la única fuente de polución son los ocupantes. En aulas tipo anfiteatro, salas de reunión y locales similares con gran aforo que puede cambiar en corto tiem­ po el control de CO 2 es una práctica bien establecida para controlar el sumi­ nistro de aire exterior26 • Aunque el CO 2 es un buen indicador de la polución causada por personas sedentarias es con frecuencia un indicador general po­ bre de la calidad del aire percibida. No reconoce las numerosas fuentes de polución perceptibles que no prodU'ten CO 2 y ciertamente tampoco los con­ taminantes del aire peligrosos no perceptibles, tales como el monóxido de car­ bono y el radón. I / ) % 50 Vi 40 O I U LW u.. 30 PO=395' exp (-15.15' Cco2-0.25) t;: Vi Z 20 10 ll---~------'-_--'-------'----'---------"" 500 1.000 1.500 2.000 2500 ppm CONCENTRACIONES DE OIOXIOO' DE CARBONO DEL EXTERIOR ENC!MA DEL ESPACIO ANALIZADO (C0 2) , . Figu ra 3. El dióxido de carbono es un indicador d e íos bioefluentes humanos. La curva mues­ tra la calidad de aire percibida (% de insatisfacción) como función de la concentración de dióxi­ do de carbono. Se apl ica a espacios donde ¡os ocupantes sedentarios son las únicas fuente s de pOÍ'ución y está basada en los mismos datos de la Figura 1. La concentración de =02 en el exterior está típicamente en torno a las 350 ppm (700 mg!m 3) (ver Tabla 5). NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _---.:.._ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS 6. FUENTES DE POlUCION DEL AIRE Las fuentes de polución de u n edificio están constitu idas por los ocu pan­ tes y sus actividades, incluyendo el posible humo de tabaco. Además, los ma­ teriales de construcción, incluido el mobiliario, moquetas, productos químicos domésticos y el sistema de ventilación, pueden contribuir significativamente a la polución del aire. Ciertos materiales contaminan mucho, otros, poco, pe­ ro todos pueden contribuir al deterioro de la calidad del aire interior. Se reco­ mienda elegir materiales de baja contaminación para su uso en [os edificios. También es importante reducir las fuentes de contaminación del sistema de ventilación, ver Apéndice A. La fuerza de algunas fuentes de polución no es constante. La fuerza de la fuente puede cambiar con la temperat~ra, humedad, edad y nivel de polución del espacio. Muchas fuentes de polución emiten cientos de miles de substancias quí­ mic;as pero generalmente en pequeñas cantidades. Las fuentes de polución próporcionan una -carga de contaminación en el aire del espacio. Esta carga puede expresarse como una carga de polución química y como una carga de polución sensorial. Otras expresiones de carga de carga de contaminación ba­ sadas en los efectos biológicos son posibles como la actividad mutagénica pe­ ro no sor. discutidos aquí. La carga química puede expresarse c?mo la emisión de substancias químicas individuales procedentes de las fue-ntes. La carga sen~ sorial puede cuantificarse por la unidad olf, la cual integra el efecto de las nu­ merosas substancias tal como son percibidas por los seres humanos. Las cargas de polución química y sensorial se discuten por separado más adelante. 6.1 La carga de polución química ) La fuerza de la fuente de u n material puede ser expresada como el índice de emisión (o factor de emisión) de substancias químicas particulares en p.g/s o (fLg/m 2 .s). La carga de polución química de cada substancia química indivi­ dual en el aire del espacio puede estimarse entonces por la suma de las fuen­ tes y expresarse en ¡Lgls. Desgraciadamente se dispone de escasa información sobre el índice de emisión de los diferentes materiales empleados en la prác­ tica. Y puede ser más bien impracticable dar cuenta de la fuerza de la fuente oe cientos de miles de substancias qu ímicas que se pueden encontrar en el aire interior. Pero en aquellos casos en que una substancia qu ím ica en parti­ cular se supone sospechosa de ser un contaminante importante por SL: poten­ cial tóxico, es posible efectuar una estimación de la carga de polución de esa substancia particu\a¡ en el espacio. La carga química puede darse también co­ :lO la emisión total de un grupo de substancias químicas, por ejemplo, los co mpuestos orgánicos volátiles (T\lOe). En la Tabla 2_ se da un ejemplo de la carga química causada por el edificio, expresada en TVOC. La Tabla 3 enumera CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ las cargas químicas causadas por ocupantes fumadores presadas en CO y CO 2 , y no fumadores, ex­ 6.2 Carga de contaminación sensorial La carga de polución sensorial en el aire está producida por aquellas fuen­ tes de polución que tienen un impacto sobre la calidad del aire percibida, La carga de poi ución sensorial en u n espacio puede hallarse su mando las cargas producidas por las distintas fuentes de polución del espacio. Las fuentes de polución comprenden normalmente los ocu pantes y el edificio, incluyendo muebles, moquetas y sistemas de ventilación. Los ocupantes emiten bioefluent~s, y otros producen humo de tabaco. Una persona corriente (no fumadora) produce un olf, mientras que el fumador medio produce 6 01f19. La Tab[a 3 enumera [a carga de polución de [os ocupantes adultos empleados en distintas actividades 27 , sin fumadores y con distintos , ¡' ) TABLA 2 ;> Carga de polución producida por el edificio, incluyendo los muebles, moquetas y sistema de ventilación. J ~ ~ I .\ I Carga de polución sensorial olf/(m 2 suelo) Edificios existentes Oficinas 1 Colegios (aulas)2 Guarderías 3 Salas de reuniones 4 Viviendas s Media Escala 0,3 0,3 0,02-0,95 0,12-0,54 0,20-014 0,13-1,32 OA i 0,-; Carga de polución química TVOC ¡¡,gls, (m 2 suelo) Media - 6 - 6 - 6 6 0,2 Escala I I 0,1, 0,3 I I t Edificios de baja (objetivos) ! contaminación - 6 0,05, 01 I ) 1. Datos 2. Datos 3. Datos 4. Datos 5. Datos 6. Datos I I de 24 edificios de oficinas ventiiados mecánicamente de 6 colegios ventilados mecánicamente 28 , de 9 guarderías ventiladas mecánicamente 2S • de 5 salas de reuniones ventiladas me:ánicamente 30 , de 3 viviendas ventiladas naturalmente 32 , todavía no disponibles. 3 31 0- • NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES' DE VENTILACION EN EDIFICIOS '\ porcentajes de fumadores entre los ocupantes. Se da también la carga de po­ : lución de los niños 25-29. Además, la Tabla 3 relaciona la producción humana de " dióxido de carbono, monóxido de carbono y vapor de agua. La Tabla 4 enume­ ~ ra ejemplos de ocupación por m 2 de suelo en varios espacios, La carga de polución del edificio puede hallarse su mando las cargas de los materiales particulares presentes. Pero por el momento sólo disponemos de " información de unos pocos materiales. Un enfoque más viable consiste ahora ;, en estimar la carga de polución total por m 2 de suelo producida por el edifi­ cio, incluyendo muebles, moquetas y sistema de ventilación. La Tabla 2 com­ , prende tales datos procedentes de cargas de polución medidas en distintos ! tipos de edificios exjstentes25-2~30-31. La carga de polución producida por el edi­ ficio es con frecuencia elevada variando ampliamente de un edificio a otro. '$ Es esencial que se proyecten nuevos editicios como «edificios de baja conta­ ~ minación». Las cargas de polución relacionadas en la Tabla 4 para edificios de baja polución son valores objetivo para el proyecto. Requieren una elección ~) ./ TABLA 3 Carga de polución producida por los ocupantes. I Carga de polu­ Dióxido de Monóxido de Vapor de carbono ción sensorial carbono agua Olf/ocu pante I/(h. ocu pante) I/(h. ocu pante)3 g/(h.ocupante)4 I Sedentarios, 1-1, 2 meto 1) 0% fumadores I 20 % fu madore~4 : 40% fu madores 4 1100% fumadores 4 1 2 3 6 19 19 19 19 4 10 20 50 100 170 50 50 50 50 11 x 10-3 21 x 10- 3 53 x 10- 3 I Ejercicio físico Nivel bajo, 3 met Nivel medio, 6 met Nivel alto (atletas), 10 met i ! Niños ! Guarderías 3-6 años 2,7 met i Coleg. 14-16 an- " s¡ 1-1) met r') I 200 430 750 I I 1.2 '1 1.3 18 19 1 i 90 50 ! 1. 1 met es el factor metabólico de una persona sedentaria en reposo C; met=58W/m 2 área de la piel, es decir, aprox. 100W por persona media). 2. de humo de tabaco. 3. se aplica a personas cercanas a la neutralidad térmica . 4. consumo medio de tabaco 1,2 cigarrillos/hora por fumador índice de emisiór' 44 mi de CO/ci­ garrillo. I II CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ ) sistemática de materiales de baja polución para la construcción, incluyendo muebles, moquetas y sistema de ventilación. Muchos edificios existentes ne­ cesitan ser renovados para reducir la carga de polución. Las presentes Di rec­ trices proporcionan un fuerte estímulo para el diseño de edificios de baja contaminación, dado que las mismas reducen las necesidades de ventilación. Se recomienda calcular la carga de polución sensorial total de un espacio por simple suma de las cargas de las fuentes de polución individuales del es­ pacio. Esto ha proporcionado un método razonable de primera aproximación de combinación de muchas fuentes de polución 33 • Estudios futuros pueden mostrar que cuando ciertas fuentes de polución se encuentran en el mismo espacio, proporcionan una carga de polución total más fuerte o más débil que la prevista por la simple adición de-las cargas individuales. " !" TABLA 4 Ejemplos de ocupación de espacios. I ) ¡-­ Ocupantes/m 2 de suelo Ofici nas 0.07 Salas de conferencias 0.5 1.5 0.5 0.5 0.05 " - "- " Salas de reuniones, teatros, auditorios Escuelas (aulas) Jardines de infancia Viviendas - :­ I 7. CALIDAD DEL AIRE EXTERIOR ., r La ventilación requerida depende también de la calidad del aire exterior disponible. La Tabla 5 da una lista de niveíes característicos de percepción de ca lidad de aire exterior y de los contaminantes exteriores típicos. Le Organi­ zación Mundial de la Salud ha publicado unas «Directíices de la Ca lidad del Ai re para Europa»2 donde se dan valores orientativos para ciertas substancias de l aire exterior (e Interior). Estos valores están en la lista del Apéndice C. La calidad del aire exterior puede ser mucho peor que la que aparece en la Tabla 5 o la que se da en clJirectrices de Calidad del Aire para Europa». En estos casos puede ser necesario limpiar e! aire antes de que sea apropiado para la ventilación. Lo Que cuenta es la calidad de! aire exterior en la toma de aire. La situación apropiada de la toma del aire se discute en el Apéndice A. I NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS ~, TABLA 5 Niveles exteriores de calidad de aíre*. Dióxido carbono Monóxido carbono mglm3 O En poblaciones, buena calidad de aire En poblaciones, pobre calidad de ai re En el mar ) Contaminantes del ai re Calidad de aire percibida decipol Dióxido nitrógeno mglm3 ILglm 3 Dióxido azúfre 680 0-0,2 2 1 <0,1 700 1-2 5-20 5-20 >0,5 700-800 4-6 50-80 50-100 ILglm 3 • * Los valores para [a calidad de aire percibida son valores típicos medios diarios. Los valores para los cuatro contaminantes del aire son concentraciones medias anuales. '~ , 8. LA EFICACIA DE lA VENTILACION " La calidad del aire puede no ser la misma por todo el local ventilado. Lo que realmente cuenta para los ocupantes es la calidad del aire en la zona de respiración. Esta falta de homogeneidad de la calidad del aire en un local tie­ ne un impacto sobre las necesidades de ventilación. Esto viene expresado por la eficacia de ventilación (EJ definida como la relación entre la concentración de poiución en el aire de extracción (Ce) Y la zona de respiración (C). E v =~ C, I La eficacia de la ve ntilación depende de Ió. distribución del aire y de la loca­ lizac fón de las fuentes de polución de! espacio. Puede, pe r consiguiente, te­ ner distintos valores para distintos contaminantes. Si hay una mezcla completa de aire y contaminantes, la eficacia de la ventilación es uno. Si la. calidad del aire en la zona de respiración es mejor que en la de extracción, la eficacia ventilación es mayor que uno, y la calidad del aire deseada e ro la zona de res­ pi ración puede ser alcanzada con un coeficiente de ventilación menor. Si el aire en la zona de ventilación es más pobre que en la zona de extracción in eficacia de la ventilación es menor que uno, necesitándose más ventilación , ce TABLA 6 Eficacia de la ventilación en la zona de respiración de los espacios ventilados de distintas formas. Principio de ventilación Diferencias de temperatura entre el aire de abastecimien­ to y el aire de la zona de res­ pi ración, t5-ti oc Eficacia de la ventilación Ventilación de mezcla ts '1 ~ - Ah ' - Ce ~ -0-2 2-5 ~-------- ti ,.'" <o Ci 0,9-1,0 0,9 0,8 >5 0,4-07 <-5 0,9 0,9-1,0 1,0 Ventilación de m.ezcla ) ) ts ~~ ) 0-5 ti >0 Ci Ventilación de desplazamiento .,. ,AV' .. Ce II -------1 I I ~ I ts ; ~. ti .. Ci I I ~~----------------~. >2 0-2 <O 0,2-07 07-0,9 1,2-1,4 NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS Para estimar la e-ficacia de la ventilación es útil con frecuencia dividir un espacio en dos zonas. Una es la zona de suministro de aire y la otra zona com­ prende el resto de la habitación. En la ventilación de mezcla la zona de abaste­ cimiento está normalmente por encima de la zona de respiración. Las mejores condiciones se alcanzan cuando la mezcla es tan eficiente que las dos zonas se transforman en una. En la ventilación por desplazamiento hay una zona de abastecimiento, ocupada por personas y encima una zona de extracción. Las mejores condiciones se alcanzan cuando hay una mezcla mínima entre las zo­ nas de extracción y abastecimiento. La eficacia de la ventilación es función de ubicación y características de los dispositivos terminales del aire y de las fuentes de polución. Es, además, fun­ ción de la temperatura y de la velocrdad de circulación del aire de abasteci­ miento. La eficacia de la ventilación puede calcularse mediante simulaciones numéricas o por mediciones experimentales. Cuando se carece de estos da­ tos, pueden utilizarse los datos típicos de la Tabla 6 para distintos pl-incipios de ventilación 34-35. Los valores de la Tabla 6 consideran el impacto de la distri­ bución del aire pero no el de la ubicación de las fuentes de polución del espa­ cio. Se supone que las fuentes de contaminación están distrib'uidas uniformemente por todo el espacio ventilado. 9. VENTILACION REQUERIDA El factor de ventilación requerida para la salud y el confort debe calcularse separadamente usando para el proyecto el valor más elevado. La ventilación requerida desde el punto de vista sanitario se calcu la me­ diante la ecuación: } G 1 C,-C a E Qh=--­ I " donde Qh= factor de ventilación requerida para la sa ud (lis) G= carga de polución de substancias químicas ( ¡;.g/s) ,/ C¡= ) ) ,Ca = é v = concentración permisible de substanci as químicas (.t:.gill concentración exterior de su bstancias q u ím ieas en latomé de ai re (ug/l) eficacia de la ventilación C¡ y C o pueden expresarse también como ppm (vol/vol). En este caso la car­ ga de polución química G tiene que expresarse como l/s. La ventilación requerida para el confort se calcula mediante esta ecuación: donde Q =10· e G 1 e-eo I factor de ventilación requerida para el confort (1/s) carga de polución sensorial (olf) calidad del aire interior percibida, deseada (decipol) o = calidad del aire exterior percibida en la toma de aire (decipol) eficacia de la ventilación Ev = e ¡,Las ecuaciones (1) y (2) se aplican para condiciones de estabilidad. La absor­ ción y expulsión de los contaminantes del aire en las superficies del espacio pueden prolongar sign ificativamente el período necesario para obtener u na calidad de aire estable. Las reacciones químicas de los contamiantes del espa­ cio pueden tambrén modificar las ecuaciones (1) y (2). 9.1 Procedimiento para determinar el factor de ventilación requerida El siguiente procedimiento debe utilizarse para determinar las necesidades de ventilación en un edificio. En la práctica el confort determina normalmente la ventilación necesaria. Es por ello que primero se calcula eí factor de ventilación necesario para el confort. Este cálculo comienza con u na decisión sobre la calidad del aire inte­ rior deseada en el espacio ventilado. La Tabla 1 ofrece 'tres niveles (categorías) de calidad de aire correspondientes a 10, 20 o 30% de insatisfechos. A conti­ nuación debe estimarse la calidad de aire exterior percibida disponible (Tabla 5). El paso siguiente consiste en estimar la carga de polución sensorial. La car­ ga de polución por ocupante se da en la Tabla 3, la cual depende de la activi­ dad física y del comportamiento como fumadores de los ocupantes. Ejemplo s de ocupación, es dec ir; el número de personas por m 2 de suelo se dan en la Tabla 4 y para distintos espacios. La polución causada por el edificio incluyen­ do muebles, moquetas y el sistema de ventilación puede calcularse a partir de la Tabla 2. La carga de polución sensorial se h alla sumando las cargas de los ocupantes y del edificio. Según sea el principio de ventilación utilizado en el espacio, la eficacia de la puede estimarse a partir de la Tabla 6. La ventila­ ción ventilación requerida para confort se encuentra entonces mediante la ecua­ r' , (2\,. ,-Ion Un cálculo análogo del factor de ventilación requerida pare evitar proble­ mas de .sal ud se verifica uti t izando la ecu ación (1). Para la real ización de ese NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _~--- DE VENTILACION EN EDIFICIOS :"1; , ) 1 ~. cálculo es necesario identificar las substancias químicas más críticas (o el gru­ po de ellas, por ejemplo, los TVOe), y estimar la carga de poi ución (la fuerza de la fuente) de aquella substancia química en el espacio. Más aún, para esas substancias químicas debería disponerse de una concentración permisible (Apéndice e). Debe decidirse qué efectos hay que considerar para la salud (cán­ cer, alergia, irritación) y la sensibilidad de los grupos de ocupantes que se quiere proteger. Si estos datos están disponibles, se puede calcular el factor de venti­ lación requerida para la salud. Para el diseño se utiliza entonces el más alto de los dos coeficientes de ventilación, para el confort y para la salud. Desgraciadamente es aún bastante difícil calcular el factor de ventilación requerida para la salud, en la práctica. Hay varias razones para esto. Primero puede ser difícil identificar el eleme~to químico más crítico. Segundo, no dis­ ponemos de datos respecto de las fuentes de polución, normalmente, siendo difícil de predecir, entonces, la carga de polución química. Además, los valo­ res orientativos utilizados en el Apéndice e cubren solamente un pequeño número de las muchas substancias químicas que se encuentran en los edifi­ cios no industriales. Los estudios de campo en muchos edificios indican, sin embargo, que en los espacios ventilados para confort, la concentración de substancias quími­ cas será generalmente muy baja, es decir, más baja que los valores orientati­ vos que se prescriben en el Apéndice e, y normalmente varios órdenes de magnitud más bajos que los valores TLY. No obstante, las fuentes de polución preocupantes desde el punto de vista de ia salud se pueden producir. En vez de diluir los contaminantes de dichas fuentes mediante la ventilación, se re­ comienda, por el contrario, evitar o controlar tales fuentes aplicando en el edi­ ficio materiales de baja contaminación. 9.2 Ejemplos de determinación del factor de ventilación requerida Edificio de oficinas existente situado en una población con excelente cali­ dad de aire exterioG i.e, eo=o decipoles y los niveles de contaminantes del aire exterior no constituyen ninguna preocupación para la salud (Tabla 5). Se desea una calidad de aire interior de la categoría e, i.e. 30% de insatisfechos o e ,=2S decipoles (Tabla 1). Se permite fumar y se estima que el número de fumadores sea del 40% =3 off/ocupante (Tabla 3). La ocupación es de 0,07 ocu­ pantes (m 2 de suelo) (Tabla 4). En el edificio SE- usan materíales sf2no'ard=0;3 o ff/(m 2 suelo) (Tabia 2). Se aplica ventilación por desplazamiento con una efi­ cacia de ventilación estimada de 1,3 (Tabla 6). Ocupantes 3 Edificio o 0,07= Carga total de polu­ ción sensorial 0/2 ólf/(m 2 suelo) 0,3 olf/(m 2 suelo) 0,5 o!f(m 2 suelo) Factor de ventilación requerido para confort: Qc .~ .~ = 10· 2, 5-0 1 13 = 1,5 !/s(m 2 suelo) Desde un punto de vista sanitario existe el riesgo de irritación de 105 ojos producido por el humo de tabaco del medio ambiente. Con una producción de CO de 21 . 10- 3 !/h.ocupante (Tabla 3) y un límite de CO de 2 ppm para la irritación de humo de tabaco, el factor de ventilación requerido para la salud es . ~. ) -., 0,07 . 21 . 10-3 Qh 3600 . 2 . 10- 6 1 ­ 1;3 . -' ~.) , !f' ;: El factor de ventilación requerida para confort Qc = lr5 l/s(m 2 suelo) debe seleccionarse para el proyecto dado que es más alta que la ventilación reque­ rida para la salud. Edificio de oficinas nuevo, situado en una población con excelente calidad de aire exterior, i~e. Co=O decipoles y 105 niveles de contaminantes del aire _ exterior no constituyen preocupación para la salud (Tabla 5), Se desea calidad de aire interior de categoría B, i.e. 20% de insatisfechos o Ci= 1,4 decipoles (Tabla 1). Prohibido fumaT¡ i.e. 1 olf/ocupante (Tabla 3). Ocupación: 0,07ocu­ pantes/(m 2 suelo) (Tabla 4), Uso sistemático de materiales de bajo off en el edi­ ficio, i.e. O) olf/(m 2 suelo) (Tabla 2). Ventilación de desplazamiento, con una eficacia de ventilación estimada de 1,3 (Tabla 6). Ocupantes 1 . 0,07= . Edificio 0,07 olf/(m 2 suelo) 0,1 olf/(m 2 suelo) Carga total de polu­ ción sensorial 0)7 oif/(m 2 suelo) Factor de ventilación requerida para confort: Q c = 10 _ _ 0_,1_7_ _ 1; 4-0 Si es suficiente una ca li dad de aire interior de la categoría tisfechos) el factor de ventilación requerida es: 0;7_7_ _ Q c _ 10 _ __ 2, 5-0 ..-( I 1,3 = O~ !/s(m 2 suelo) e (30% de insa­ NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ DE VENTILACION EN EDIFICIOS Si, por otra parte, se prescribe una calidad de aire interior de la categoria A (10% de insatisfechos), el factor de ventilación requeridas es: 0)7 Qc - 10 ---'--~-1, 6-0 Nueva escuela situada en una población con una buena calidad de aire, í.e. Co = 0;3 decipoles y los niveles de los contaminantes del aire exterior son preocupantes para la salud (Tabla 5). En tales circunstancias debería evitarse el humo de tabaco y la combustión en el interior. Se desea una calidad de aire interior de la categoría C, i.e. Ci= 2,5 ckcipoles (Tabla 1). Prohibido fuma,", i.e. 1;3 olf/ocupante (Tabla 3). Ocupación: OrS ocupantes/(m 2 de suelo) (Tabla 4). Uso sistemático de materiales de baja polución en el edificio i.e. 0,1 0If/(m 2 suelo) (Tabla 2). La eficacia de la ventilación es de tOo ./ .~ ) Ocupantes 1;3 . 0,05= Edificio 0,65 olf/(m 2 suelo) 0,1 olf/(m 2 suelo) Carga total de polü­ 075 01f/(m 2 suelo) ción sensoria! Factor de ventilación requerida para confort: 075 Qc - 1 0 - - - ­ 2r5-0;3 ) Desde un punto de vista sanitario i.a. debe considerarse que en el edificio hay forma/dehído procedente del uso de contrachapados. La superficie con estos tableros es de 3 m 2/m 2 de suelo). Se han seleccionado tableros de baja contaminación con una em isión inicial menor de 40 ¡eglh.m 2 • La polución quí­ mica es entonces de 3 . 40/3600=0,033 ¡eg/s. (m 2 suelo). Los límites a la exposi­ ción prescritos por VVHO s'Jn para la población genera! 100 flJn 3 (30 m in .) (Apéndice C) y para grupos especialmente sensibles 10 ¡eg/m 3 3ó. ~ Factor de ventilación requerida para la salud: Población general: Qh = OjJ33 . 1000 100 Grupos sensibles: Qh = " ~. 0,033 . 1000 1 1,0 - - = 3,3 l/s(m 2 suelo) 10 El factor de ventilación requerida para confort Qc= 3,4 l/s (m 2 suelo) se ha seleccionado para el diseño, dado que éste es más elevado que el factor de ventilación requerido para la salud (incluso para grupos sensibles). Nuevas viviendas situadas en una población con una calidad del aire exte­ rior excelente, i.e. eo=o decipoles y los niveles de los contaminantes del aire exterior no son problema para la salud (Tabla 5). Se desea una calidad del aire interior de categoría e, i.e.ei= 2,5 detipoles (Tabla 1). Prohibido fumar, i.e. 1 olf/ocupante (Tabla 3). La ocupación es de 0,05 ocupantes/(m 2 suelo) (Tabla 4). Uso sistemático y esmerado de materiales de baja contaminación en el edifi­ cio, i.e. 0,05 olf/(m 2 de suelo) (Tabla 2). Eficacia de la ventilación es de 1,0. ! Ocupantes 1 .0,05= Edificio 0,05 olf/(m 2 suelo) 0,05 olf/(m 2 suelo) Carga totaí de poíu~ ción sensorial 0,10 olf(m 2 suelo) , f! Factor de ventilación requerida para confort: 0,10 Q c - 10 ----'----2, 5-0 1 - - - 0,4 l/s(m 2 suelo) 1,0 Desde un punto de vista sanitario ha sido recomendado 16 mantener la hu­ medad relativa por debajo del 45% durante algún tiempo cada invierno para reducir la población acárida del polvo. A 22 oC esto corre: ponde a 7 g de va­ por de agua/kg de aire. Con una típica humedad del aire exterior de 3 g de vapor de agualkg de aire y una producción de vapor de agua en la vivienda de 2S00 g/día y persona el factor de ventilación requerida para la salud es: Qh - '1 'ti ) 2500 . 0,05 (7-3) . 24 . 3,6 . 1,2 = 0,3 l/s(m 2 suelo) . El factor de ventilación requerida para confort Qc = 0,4 l/s (m 2 de suelo) se ha seleccionado para el proyecto dado que éste es más elevado que el fac­ tor de ventilación requerida para la salud. A la altura de un techo de 27 m esto corresponde a 0,5 cambios de aire por hora. NUEVAS DIRE/CTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS 10. LA CIRCUlACION DEL AIRE ENTRE HABITACIONES , ? Debe evitarse la corriente de aire de los lavabos, cuartos de baño, cocinas, etc, a otras habitaciones del edificio, lo cual se consigue manteniendo la pre­ sión adecuada por medio de dispositivos de escape colocados en dichas habi­ taciones. 11. DISEÑO Y FUNCIONAMIENTO Las presentes directrices pueden usarse tanto durante la fase de diseño co­ mo durante el funcionamiento del edificio. Es fundamental que los supuestos para los cálculos de! diseño estén documentados. Es especialmente importan­ te identificar qué carga de polución tiene que manejar el sistema de ventila­ ción diseñado. Los supuestos deben enumerarse en las instrucciones de fu ~cionamiento del sistema de ventilación. Debe declararse que la calidad del aire interior diseñada sólo puede alcanzarse si se cumplen esos supuestos. Lo cual puede impedir en el futuro la introducción de una carga de polución más alta procedente d~ nuevos productos o materiales durante la rehabiiitación o cambio de utilización de los espacios sin medidas correctivas para mantener la calidad del aire interior. Puede también promover el mantenimientú y lim­ pieza apropiados de los espacios y de los sistemas de ventilación (ver Apéndi­ ce A). Es posible que sea necesario verificar si la calidad del aire interior diseñada para un edificio se ha conseguido. Los métodos para esa verificación se tratan en el Apéndice B. REFE RENCiAS l. No~ma Internacional (international Standard) ISO 7730 (1984). Ambientes térmicos modera­ dos. Determinación de los índices PMV y PPO y especific ::;ón de las condiciones para el confort térmico. Ginebra. 2. Directrices de la Calidad del Aire para Europa (1987). Oficina Regional pa r~ ::' urop2 de la OMS Copenague. 3. Acción Concertada Europea (COST 613). Informe n.O 10 (1991). Electos de ía C::Jntaminación dp.1 Aire Interior sobre I¿ Salud Humana. Comisión de las Comunidades Europeas, Lu­ xemburgo. 4. Acción Concertada Europea (C05T 613). Informe n.o 1 (1988). El Radón en el Aire Inte¡ ior Comisión de las Comunidade:: Europeas, Luxemburgo. 5. Acción Concertada Europeo. (COST 613). Informe n.O 3 (1989). Contaminación Interior por N0 2 en los Países Europeos. Comisión de las Comunidades Europeas, Luxemburgo . • , -' • • • • - - • ••• • • " •• - - , - • •• ~ O" .. ... .._ - • • '~ -., . • •• _ . _ •• _ _,. o ' , _ " _._" . _ _ ." ,,",," _ . ..... . - . _ • • _ •• ~_ _ • • • _ , , _ •• , . . .. . . .. .... . . " " ,\r' _ . • •• " _ . • ~ . .. ... . , _ _ .~ , . ~. ,, ,; -' j 6. Huber G, Wanner HU (1983). Calidad del Aire Interior y factor de ventilación mínima. Inter­ nacional del medio ambiente. 9:153-156. 7. Weber, A y Fisher, T (1980). Los Fumadores Pasivos en el trabajo. Archivos Internacionales de las Condiciones Sanitarias Ocupacionales y del Medio Ambiente. 47, 209-221. 8. Acción Concertada Europea (COST 613). Informe N.O 7 (1991). Contaminación del Aire Inte­ rior por Formaldehído en los Países Europeos. Comisión de las Comunidades Europeas, Lu­ xemburgo. 9. Molave, L. (1990). Los Compuestos Volátiles Orgánicos, la calidad del Aire Interior y la Salud. Debates sobre el Aire Interior '90 en Toronto, Vol. S, 15-33. 10. Seifert, S. (1990). Regulación del aire interior. Actas sobre el Aire Interior '90 en Toronto, Vol. 5, 35-49. 11. Consejo de la Salud Medioambiental (1989). Guía de la exposición a la Calidad del Aire Inte­ rior Residencial. Un informe de la Comisión Consultiva Federal-Provincial sobre el Medio Ambiente y la Salud Profesional. Ottawa: Canadá. 12. Reinikainen, LM, Jaakkola, JjK; Helenius, T; Seppanen, O (1990). 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Fanger PO (1988). Introducción de las unidades olf y decipol para medir la polución del aire percibida por los seres humanos en el interior yen el exterior. Energía y Edificación 12:1-6. 19. Cain WS, Leaderer SP, isseroff R, 8erglund LG, Huey Rj, Lipsitt ED, Perlman O (1983). Necesi­ dades de Ventilación en los Edificios: control del olor de los ocupantes y del humo del taba­ co. Atmos. Environ. Vol. 7-6. 20. Iwashita G, Kimura K, Tanabe S, Yoshizawa S, Ikeda K (1990). Evaluación de la Calidad de! Aire Interior basada en las sensaciones olfativas humanas. Diario de Arquitectura. Plann. Am b. Engng, Aij, 410:9-19. 21. VOl 3881{ 3L 1 (1986) . Olfatometría. Geruchsschwellenbestimmung . 22. Berglu nd 8, Lindvall T (1979). Evaluación Olfativa de la Calidad del Aire Interior. En Fange: PO, Vaibjorn O (Eds ). El Clima Interior. Instituto Danés de Investigación de la Construcción , 141-157. 23. Yaglou CP, Riiey EC, Coggins DI (1936). Necesidades de la Ventilación. ASHVE Trans. 42:133-162. 24. 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Comité Nórdico sobre NOimativa en la Construcción: Espoo. NC)RMA ASHRAE 62-1989. La ventilación para un~ calidad del aire interior acep­ table. Atlanta. APENDICE A Los sistemas de ventilación Es fundamental disminuir o evitar las fuentes de polución en los nuevos sistemas de ventilación y mantener ese esfuerzo durante su vida de servicio. Salas para los Equipos de Control del Aire t ;' Las salas donde están situados los equipos de control del aire no deben uti Iizarse como lugares de paso o de al macenaje y sus puertas deben perma­ necer cerradas. La diferencia de presTón con las habitaciones ci rcu ndantes de­ be ser igual a cero o ligeramente positiva. De acuerdo con la norma Eurovent los equipos de control del aire, incluidas sus puertas, han de ser herméticos. Lqs superficies interiores de los equipos han de poder limpiarse con facilidad / ser resistentes a la abrasión. Hay que prever espacio suficiente para la lim­ pieza y el acceso a los equipos. " }' ) Fíltros de aíre Para protegJr el sistema de la contaminación de partícuias del aire exter:or, deben colocar le filtros en la toma del aire cuya calidad na debe ser inferior al tipo EU4. Un segundo filtro, mejor que el EU7, debe ponerse en el lado del suministro de la unidad de control de aire, detrás de un ventilador o de cual­ quier dispoSiti~O generador de aerosoles, por ejemplo, un lavador spray. Otros filtros necesarios, por ejemplo los filtros HEPA, deben instalarse junto a la sa­ la. Debe eXisti 1 un sellado adecuado entre los filtros de aire y las paredes de los conductos O equipos circundantes. Todos los filtros deben estar protegi­ dos contra la h¿medad procedente de lavadoras tipo spray, refrigeradores, nieve, lluvia, etc. De8e ser posible evaluar en cualquier momento la condición del filtro, por e¡el Plo, la gota de presión, la contaminación y la instalación. Hu rn ¡di fi e a do rr::; s evi~ar 11desarrollo :Je microor.?a~lismos como las bacterias y hongos, ¡O S humldlTicatiores deberan ser dlsenados de manera qu e todas sus partes, ¡r~c[uyendo.lo~ e!.ir:nin~dores por goteo, fu~r~~ acces¡bl~s. para una to~al !!,n:­ . Pera pieza y deslnfecClon. ti agua para los hu m¡J¡flcadores debe tratarse solo TiSI­ camente, si no puede evitarse el tratamiento químico¡ los productos utilizados deberán ser swbstancias que se haya probado que son inocuas toxicológica­ mente así comlo con ningún efecto significativo sobre la calidad de! aire perci­ bida. La limRieza y el mantenimiento adecuados y completos de los humidificadorf s son esenciales. Debe evitarse que la temperatura del agua esté NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS ' ....... comprendida entre 20 y SS oC, incluso cuando el sistema de ventilación no esté funcionando. Los humidificadores de vapor no deben contener antico­ rrosivos peligrosos para la salud o con algún efecto significativo sobre la cali­ dad del aire percibida. Para evitar el desarrollo de microorganismos se evitará la condensación de agua de los conductos situados más allá de los humidifi­ cadores. Enfriadores de aire :) ~.' '() }> Las bacterias y hongos se pueden instalar y proliferar en la zona de con­ densación de la refrigeración del ai re. Es por ello esencial que de u na manera regular se proceda a una limpieza completa y perfecta . • Ven tila dores Debe ser posible limpiar el interior del alojamiento de los ventiladores cen­ tríft.lgos. Puede ser necesaric proveer de abertu ras de limpieza desti nadas al efecto. ? ) Intercambiadores de calor ) l El acceso para u na limpieza correcta y completa de los mismos es esencial. Conductos de aire ) .., ,.:.' Las superficies interiores de los conductos de aire deben ser lisas y resis­ tentes a la abrasión para evitar la acumulación de polvo. Deben tomarse las disposiciones necesarias para la inspección y limpieza eficiente de los con­ ductos. Toda instalación que no esté relacionada con el sistema de ventilación no debe de ser montada en los conductos. Toma del aire exterior Debe situarse en un punto donde se pueda producir la mínima con tam i­ nación posible de polvo, hollín, olores, expulsión de aire y gases o por la cale­ facci ó " Debido a la acumulación de suciedad y al desarrollo de hongos \' bacterias, las tomas de aire no deben localizarse a nivel de l suelo o en pozo s ni, tampoco, pegadas a ¡as torres de refrigeración. Igualmente, el aire exterio ­ puede ser contaminado más intensamente en las zonas situadas más inme­ diatamente sobre tejados planos. Se recomienda situar la toma de l aire exte­ rior lo más cerca posible del equipo centra! de control del aire en orden a evitar largas conducciones de aire sin filtrar. Para determinar la ubicación óptima de la toma de aire en edificios complejos y condicione~ amb ientales y aerodiná­ :nicas desfavorables, se recomienda la realización de ensa /0s modelo túnel del tiempo de la distribución de la presión y el flujo del aire al rededor del edificio. . CALIDAD DEL ArRE INTERrOR (lAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ Ai re reciclado Es aire extraído de los espacios ventilados que se pretende utilizar como aire a suministrar. El aire de retorno puede contaminar la superficie de los con­ ductos, especialmente cuando contiene partículas o aerosoles, ejemplo. del tabaco. Es por consiguiente aconsejable no usar el aire reciclado que se mue­ ve po r el ci rcu ito de retorno a otras habitaciones. Puesta en marcha Todo el sistema de ventilación debe estar limpio antes de arrancar. Sí el sis­ tema se utiliza para calefacción y refrigeración cuando el edificio está en cons­ trucción, debe protegerse mediante frltros contra la suciedad. ) APENDICE B .'1ediciones En un edificio puede ser necesario verificar que la calidad del aire interior diseñada se ha reanzado. Es posible que haya necesidad de efectuar medicio­ nes químicas para verificar que [os requisItos sanitarios y la supuesta eficacia de la ventilación se dan conjuntamente. Igualmente, y con el fin de compro­ bar los requisitos de confort, será necesario efectuar mediciones de la calidad del aire percibida. Puede también ser útil determinar la carga de polución del aire en un edificio. Las medidas deben tomarse bajo las condiciones de fun­ cionamiento características del mismo. Este apéndice especifica cómo se pue­ den medir en un edificio la calidad de aire percibida y la carga de contaminación, '; " La calidad del aire percibida Se puede medir por un grupo experto o inexperto de personas que juzgen la calidad del aire. A causa del fenómeno de adaptación del grupo debe eva­ luar el aire inmediatamente después de entrar en el recinto y antes de juzgar la calidad debe refrescar sus sentidos respiran do aire de buena catidad del exteric " o dentro de ura habitaciór. especial. Un panel de inexpertos comprende un grupo de personas imparc ¡ales, sin :elación con el edificio objeto del estudio 11 • A cada miembro del panel se !e pide q ue juzgue si la calidad del aire es aceptable o no, imaginando que tuvie­ ra que estar expuesto a dicho aire durante toda su jornada de trabajo. El por> centaje de insatisfechos obtenido de las diversas opiniones nos da la ::alidad de aire percibida. Se recomienda que el paneí esté constituido por un míni­ mo de 20 personas. La Tabla 1 da los requisitos estad fsticos para verificar q ue se ha establecido un cierto nivel (categoría) de calidad de aire percibida. NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDI FICIOS TABLA 1 Para diferentes tamaños de un panel de inexpertos la tabla identifica el número de personas insatisfechas necesarias para declarar (con una fiabilidad estadística deI80%) que la calidad del aire medida pertenece a (o es mejor que) una cierta categoría de calidad de aire percibida. I I ) } Categoría de calidad de aire percibida I Número de personas por panel % Insatisfechos 10* 20 30 40 50 A 10 - - 0-1 0-2 0-3 B 20 - 1-2 2-4 3-5 4-7 C 30 1 3-4 5-6 6-9 8-12 (.) Con 10 personas no es posible distinguir entre las categorías A y B. rr., .' ) ) ¡ Un panel de expertos comprende un grupo de personas que están entre­ nádas para juzgar el aire comparándolo con referencias con niveles conoci­ dos de calidad de aire percibida tal como se ilustra en la Figura 1. Se recomienda un período de entrenamiento inicial de 1 a 2 horas y un nuevo entrenamiento de 30 minutos el -día de la prueba. El entrenamiento debe tener lugar en un esp"cio con a[tacalidad de aire y ser realizado pOr1jll m.'nimo de 6perso ra s por panel. t t decipol Referencias para juzgar la calidad de aire percibida por un pan el entrenado. Cada uno de los miembros del panel se entrena para juzgar la calidad X de aire desco:"locida por com para­ ción con referencias conocidas. En cada jarra se produce un gas de referencia (por ejemplo mediante evaporación pasiva ': para proporcionar una percepción deseada de la ca lidad de aire saliendo del difusor (caudal 0,8 lIS) . Para el propano como gas de referencia 37 SE. he.. empleado la siguiente relación entre cal idad de ai re (C) en decipoles y la concentración d'21 gas (P) en ppm: C=0,8+0,22.P. ) - CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ Carga de contaminación " ; La carga de contaminación de un espacio se puede determinar mediante las ecuaciones (1) y (2). La determinación de la carga de polución sensorial (31) req u iere u na medición del suministro de aire del exterior al interior del espa­ cio y de la calidad del aire interior percibida como se ha indicado anterior­ mente. La determinación de la carga de polución qufmica requiere una medición del su mi nistro de aire del exterior y de la concentración de substancias q u ím j­ cas en el aire interior. Una medición en el espacio sin ocupantes nos da la car­ ga de polución motivada por el propio edificio. Las mediciones deben tener lugar en condiciones de estabilidad. " APENDICE C* ORGANIZACION MUNDIAL DE lA SALUD: DIR ~CTR I C E S- EUROPEAS PARA LA CALIDAD DEL AIRE. CAPITULO 3: RESUMEN DE LAS DIRECTRlCES ~ Publicaciones Regionales de la OMS, Serie Europea n.O 23. 1987 Resumen de las directrices ; } El término «directrices» en el contexto de este libro implica no sólo valores numéricos (valores pauta) sino también cualquier clase de orientación dada. Consecuentemente, para ciertas substancias las directrices abarcan recomen­ daciones de naturaleza más genera! que ayudarán a reducir la explosión hu­ mana a niveles peligrosos de contaminantes del aire. Para algunos contaminantes no se recomienda ningún valor orientativo, indicándose, en cambio, los ries­ go s estimados. La Tabla 1 resurr e los diferentes resultados en que se han basa­ do los valores orientativos y ias estimaciones del riesgo carcinogémco para substancias orgánicas e inorgánicas, poniendo de manifiesto que fueron eva­ luad os tod os los efectos biológicos relevantes (resultados) y que a veces se con·­ sideró más de un resultado para las recomendaciones contenidas en la directriz. ("') Este Apéndice está reproducido con el acuerdo y permiso de la Oficina Regional para Eu ropa de la OMS. NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SO r3 RE NECESIDADES DE VENTILACION EN EDIFICIOS TABLA 1 Valores de las directrices y estimación del riesgo. Esti m ac ión del I--_V_a_1o_r_e_s_d_e..,...-Ia_s_d_i_re_c_t_ri_c_e_s_b,a_s_ad_o_s_e_n_-l Clasificación ; del Substancia Grupo IARe riesgo basada Efectos sensor. Resu Itados Efectos ecoen resultados o reacciones a carcinogénicos toxicológicos las molestias lógicos Substancias orgá. Acrilonitrilo Benceno Sulfuro de carb. 1,2 - Dicloroetano Diclorometano Formaldehído H idrocarbu ros aromáticos poi í n'ucleares (Benzo (a) pirene) Estireno I Tetracloroetileno Toluene '2A 1 x x x • a X a X 28 X b -3 3 x x X X X X X 3 Tricloroetil'eno Vinil clorido x x" 1 X 1 1 2B X Substancias inorg. Arsénico Asbestos Cadmio Monóxido de caro Cromo (VI) Acido sulfhídrico Plomo ¡ X X X 1 X 3 X IManganeso IMercurio X X Níquel , Dióxido de nitró. ¡ , foto. Radón i 1 IDióxido de azu. y' ¡ .\ lA c X x X X X Ipartíc.. de materia X X ¡Vanadio X Ozon%~~xido ) X X I X ,; No clasificados pero con eviaencia suficiente del carácter cancerígeno en animales experimentale5 b. No clasificados pero con evidencia suficiente del caíácter cancerígeno de los PAH en les seres hur, anos en ciertas expos iciones profesionales (Monografías ¡ARe sobre la Evaluación del riesgo carcinogénico de la, substancias químicas en los seres humanos. Vol 34). Evidencia suficiente del carácter cancerígeno del benzol (a) pirene en estudios de anima­ les. El bezol (a) pirene está presente como componente del contenido total de los hidrocarburos aromáticos policíclicos del ambiente. (Monografías IARe sobre la evaluación del riesgo carcinógeno de ¡as substancias químicas ero los seres humanos.) c. Las exposiciones a productos de la~ refiner¡as de níquel están clasificadas en el Grupo 1. CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) ..~ ", ..' " 3 ) _~-------_ _ __ __ __ Los valores numéricos y la estimación del riesgo de carcinógenos (Tabla 2-5) deben considerarse como el resumen más breve posible de un proceso de eva­ luación científica complejo. Los resultados científicos son una abstracción de las situaciones de la vida real, siendo ello todavía más cierto para valores nu­ méricos y estimaciones basadas en tales resultados. Los valores numéricos in­ dicativos no deben por consiguiente ser considerados como si separaran lo aceptable de lo inaceptable, sino más bien como indicaciones. Se han propuesto con el fin de ayudar a evitar mayores discrepancias para alcanzar la meta de protección efectiva contra los riesgos admitidos. Además, las directrices nu­ méricas para substancias diferentes no son comparables directamente. Los cam­ bios en la calidad y alcance de la información científica y en la naturaleza de los efectos críticos originan valores orfentativos que sólo son comparables en­ tre co ntam i nantes hasta u n cierto Iím ite. Debido a las distancias bases de valoración, los valores numéricos para los distintos contaminantes del aire deben ser considerados en el contexto de la do'cumentación científica anexa dando la consideración y el origen científicos. En consecuencia, cualquier interpretación aislada de los datos numéricos de­ be evitarse, debiéndose usar los valores normativos e interpretándose encon­ junción con la inf.ormación contenida en las secciones apropiadas. Es importante observarque las directrices valen para las sub~tancias quí­ micas particulares. Las mezclas de contaminantes pueden dar origen a toxici­ dades distintas, aunque actualmente los datos son insuficientes para la formulación de directrices para las mezclas (a excepción de! S02 y de partícu­ las en suspensión). RESUMEN DE LAS DIRECTRICES Valores de las Directrices basados en efectos distintos áe los del cáncer En ia Tabla 2 se dan los valores de las directrices para substancias indivi­ duale:: basados e r efectos distintos de los del cáncer y del olor. Los valores paía la exposición combinada al SO~ y a las partículas de materia se indican en la Tabla 3. El énfasis de las directrices de pone en ia exposición, daaa que ésta es el elemento que se puede controlar para disminuir la dosis y, por con­ siguien te, la reacci ó¡. Tal como se dijo anteriormente, el punto de partida pa­ ra e ( desarrollo de lOS valores de las directrices consistió en la definición de las concentraciones más bajas e r , las cuales se han observado efectos advf. t'_ sos. Los valores de las d irectrices fueron establecidos sobre la base del cuerpo de la evidencia científica y de los juicios de los factores de protección (se­ guridad). NUEVAS DIRECTRICES EUROPEAS SOBRE NECESIDADES DE VENTILAClON EN EDIFICIOS DIRECTRICES DE CALIDAD DEL AIRE TABLA 2 Valores de la directriz para substancias individuales basados en efectos distintos de los del cáncer o de las molestias del olor(a). ) I Media Estad ísti ca Su bstancia Tiempo Medio Capítulo I 1-5 nglm3 10-20 nglm3 Cadmio 100 /Lglm 3 100 mglm3 (b) 60 mglm 3 (b) 30 mglm 3 (b) 10 mglm3 07 mglm 3 Sulfuro de carbono I Monóxido de carbono -) 1.2·;Üicloroetano Diclorometano \clorometileno) Formaldehído Acido sulfhídrico IP lomo Manganeso Mercurio - Acido sulfúrico Tetracloroetileno Toluene ,Tricloroetileno ¡vanadio 400 flglm 3 150 flglm 3 1 hora 24 horas 1 hora 8 horas 24 horas 10 minutos 1 hora 27 (e) 5 mglm3 i 8 9 10 22 23 24 25 100-120 /l-glm 3 800 /Lglm 3 500 /Lglm 3 350 /l-glm 3 Estireno Dióxido de azufre 7 20 24 horas 30 minutos 24 horas 1 año 1 año (c) 1 año 150-200 /l-glm 3 Ozono 19 3 mglm 3 100 /l-glm 3 150 /Lglm 3 0,5-1,0 /l-glm 3 1 ¡¡.g/m 3 1 ¡tg/m 3 (d) (aire interior) Dióxido de nitrógeno 1 año (área rural) 1 año (área urbana) 24 horas • 15 minutos 30 minutos 1 hora 8 horas 24 horas 8 mglm 3 1 mglrl 3 1 ~m3 28 12 30 - 24 24 24 24 I 30 13 14 15 31 horas horas horas horas I I (a) La informació;¡ de esta tabla no debe utilizarse sin hacer referencia a la exoosición dada en el caoítulo indic ado. (o) La exposición a estas concentraciones no debe ser superio- a los periedos de tiempo indicados no debe re pe­ tirse en el plazo de 8 horas. (:::) A causa de las irritaciones respiratorias, sería deseable di sponer de una directriz a corto plazc. pero la base de datos presente no permite tales estimaciones. id ) El valor de la directriz se da únicamen te para la polución interior. No se da ningun2 directriz de las concentracio­ nes del aire exter:or (vía deposición y entrada en la caden2 alimenticia) que pudiera ser indirectam ente relevan te. le) Ver Capítulo 30. y J Nota: Cuando los niveles en el aire del ambiente genera! son órdenes de magnitu d más bajos que los valores de la diree triz, las expos i::: iones presentes no es probable que pre senten una preocupación para la salud. Los valores de la directriz en aquellos casos están dirigidas solamente a episodios específicos de escape o a problemas especiales de polución interior. DO ¡OS ~D DEL AIRE INTERIOR (IAQ) -~~------------_ embargo, la conformidad con los valores de las directrices no garantiza JSión absoluta de efectos no deseados a niveles por debajo de aquellos :,. Significa solamente que los valores de las directrices se han estableci­ , luz del conocimiento corriente y que se han introducido factores de 2ión en los mejores juicios científicos, sin que pueda evitarse cierta in­ }mbre. ~ ciertas substancias es muy difícil establecer una relación directa entre ~centraciones en el aire y los posibles efectos tóxicos. Ello es especial­ Jcierto con aquellos metales que producen una mayor carga corporal ~estión que por inhalación. Disponemos de datos que muestran, por que la cadena alimenticia es, para la mayoría de las personas, la vía ~de exposición no profesional al plomo y.al cadmio. Por otra parte, el )y el cadmio que se encuentran en el aire pueden contribuir de manera !ativa a la contaminación de los alimentos. Se tuvieron en cuenta com­ Qnes de esta naturaleza al intentar desarrollar direcüices para la calidad ~ que E7vitaran también aquellos efectos tóxicos de contaminantes del ~ginados tanto por ingestión como por inhalación. ciertos compuestos, tales como los disolventes orgánicos, las directri­ ritarias propuestas son órdenes de magnitud más elevada que los nive­ ,?mbiente corriente. El hecho de que los niveles ambientales existentes '} terminadas substancia-s sean mucho más bajos que los' niveles de las )ces no implicade ningún modo que las cargas de contaminación pue­ fTientar hasta los valores de las directrices. Cualquier nivel de polución es tema de preocupación y la existencia de valores que sirven de pau­ ~gnifica jamás un permiso para contaminar. :J1foque adoptado en la preparación de las directrices de la calidad del -?'sistió en el uso de paneles de expertos para evaluar los datos sobre ;tos sanitarios de los compuestos particulares. Como parte de este en­ fada substancia química está considerada de manera aislada. Inevita­ }te se pone poco énfasis en factores tales como la interacción entre ~1i,¡antes que pudieran conducir a efectos adicionales o sinergéticos y ~ ¡ destino ambiental de íos contaminantes (e.g. el pape l de los disolven­ ~ os procesos fotoquímicos de la atmósfera que conducen a la forma­ ; degradación del ozonO r la formación de lluvia ácida o la propensión n letales y o¡¡goelementos a aCUm UléJSe en nichos ambientales). :g raciadamente la situación con respecto a los niveles ambientales ac­ ~ lo~, valores de las directrices propuestas pó.ré. ciertas substancias es ~~nte la opu esta, i .e. los valores de la norma están por debajo de los ni­ !\,stentes en algu nas partes de '::u ropa. Por ejemplar lo s valores de Ié.S ~c ~s reco m endados para ¡os grandes contaminantes del aire urbano ta­ los óxídos de nitrógeno, ozono y anhídridos sulfurosos apuntan a 3sidad de una reducción significativa de emisiones en algunas zonas. Pi t t>J Ife­ en­ lar', IS V I Ire, de­ ~ue :lm­ tan­ nga nás ufre 3.S IS la~ de lOlca­ Ite los a rela­ humo omés­ jonde ración rp. J5ICIO­ INFLUENCIA DE LA INSTALACION DE AIRE ACONDICIONADO EN LA CALIDAD DE AIRE INTERIOR DE EDIFICIOS TABLA 5 RESUMEN DE LAS DIRECTRICES Estimación del riesgo carcinogénico basado en estudios humanos. Substancia Acri Ion ¡tri lo Arsénico Benceno Cromo (VI) Níquel Hidrocarburos aromáticos polinucleares (fracción carclnogénica) (c) Cloru ro de vinilo Clasificación GRUPO !ARC Riesgo de la unidad (b) Localización del tumor 2A 1 1 1 2A 2x10- s 4x10- 3 4x10- 6 4x10- 4 4x10 pulmón pulmón sangre (leucemia) pulmón pulmón ~ I i I 9x10- 2 1x10 1 pulmón hígado y otras partes (a) Calculado con un modelo de riesgo tipo medio. (b) Estimación de! riesgo de cáncer por exposición durante toda una vida a una concentración de 1 ~m3. (c) Expresado como bezol (a) pireno (basado en una concentración de benzol (a) pireno d e'l I4Ym 3 en el aire como componente de emisiones de hornos de cok solubles al benceno). TABLA 6 Estimación det riesgo de los asbestos (a). Concentración i Campo de estimación del riesgo pa:-c una vic:!a entera j 500F*/m 3 (O,0005F/ml) 10-6 - I 10-5 - I 10- 5 (cáncer de pulmón en un población donde 30% furnad ,:; res). 4 10- (mesotehoma) (a) Ver Capítulo 18 para u rla explicaci ó n de estas cifras. Nota: F"'= fibras med idas por medios ópticos. \ CALIDAD DEL AIRE INTERIOR (IAQ) TABLA 7 Estimaciones del riesgo y nivel de acción recomendado (a) para los derivados del radon. Exposición Estimación del riesgo, por toda una vida, de cáncer de pulmón 1 Bq/m 3 EER Nivel de acción recomendado en edificios ~ 100 Bq/m 3 EER (media anual) • ) (a) Para más información y para una explicación de estas cifras ver Capítulo 29. ¡' El formaldehído es una substancia química para la cual los biotest de cán­ cer en ratas han dado lugar a curvas no lineales de respuesta a la exposición. La naturaleza no lineal de la incidencia del tumor por la intensificación de las expos iciones llevó· a Starr. & Buck (a) a introducir la «dosis del ¡berada» (canti­ dad de formaldehído ligado por su valencia química a la r1'lUCOs~ respiratoria) como medida de exposición a varios modelos extrapolables de pequeñas sis. Los resultados mostraron diferencias considerables en el ratio entre esti­ maciones del riesgo basadas en la dosis administrada y los basados en la dosis del i berada, con grandes variaciones de ratios entre modelos. Dado que las es­ timaciones varían en función de las diferencias inherentes a los enfoques o planteamientos, las estimaciones de riesgo de cáncer se refieren a las directri­ ces pero no se usan para las mismas. Además, tales estimaciones deben com­ pararse con datos epidemiológicos humanos cuando tiene que formularse un juicio documentado. En animales experimentales es suficiente ia evidencia de la naturaleza can­ cerosa del d icioroetano 1,2, basada en datos de ingestión. No disponem os de ningú n biotest positivo de inhalación. Consecuentemente, se precisa una ex­ trapolación de los datos obtenidos por la vía ingestión a la vía inhalación para dar una estimación del riesgo de cáncer mediante los datos de! biotest. Estas extrapolaciones se conducen mejor cuando se dispone de información deta­ llada sobre ia d néti::a del metabolismo, I¿ distribución y la excreció n Para el riesgo de cáncer por inhalación de! dic!oroetano 1,2 exiSTen dos estimaciones ext raídas de datos de estudios de medicina ora! ; pero carecen de infor! ..ación detallada para [a extrapOlació n de u na vía a otra y no se utiliza en las directrices. Es importante observar que los cálculos cuantitativos del riesgo pueden dar una impresión de exactitud que de hecho no tienen. Un exceso de cáncer en u na población es un efecto biológico y no una función matemática, de mane­ do­ ) INFLUENCIA DE LA lNSTALACION DE AIRE ACONDICIONADO _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ EN LA CALIDAD DE AIRE INTERIOR DE EDIFICIOS ra que las incertidumbres de la estimación del riesgo están motivadas no sólo por datos de exposición inadecuada sino también, por ejemplo, por el hecho de que las propiedades metabólicas específicas de los agentes no están refle­ jadas en los modelos. De ahí que las directrices no indiquen si un riesgo espe­ cífico durante toda la vida es virtualmente seguro o aceptable. (a) Starr, T.B. & Buck, R.O. «La importancia de la dosis deliverada al estimar el riesgo de cáncer por pequeñas dosis de inhalación de formaldehído». Toxicología fundamental y aplicad a. 4: 740-753 (1984) . • .~ .: -. .! )