PRIMERA PARTE. BIENES CIVILES 31 bienes del causante sea distribuido entre sus causahabientes. No obstante, no existe unanimidad doctrinal ni jurisprudencial frente a su consideración o no como derecho real, creemos que la relación jurídica de los causahabientes no se da frente a cada bien individualmente considerado, sino frente a la masa herencial13 , lo que evidencia su consideración como universalidad. No obstante la herencia aparece enunciada como derecho real en el inciso segundo del artículo 665 del C.C.14 , consideramos que la misma denota una relación con un conjunto de bienes interrelacionados y no con uno determinado, que es la esencia de los derechos reales15, es decir, que la relación jurídica únicamente se da con un conjunto de derechos –al punto que antes de la partición de la herencia16 lo único que se tiene es un porcentaje de participación frente a dichos derechos– y no frente a ningún bien 13 14 15 16 Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil y Agraria. M. P.: Dr. Rafael Romero Sierra. Sentencia de 20 de mayo de 1997: “Conócese perfectamente, en efecto, que quizás el más acusado atributo de los derechos reales está en el derecho de persecución que les es propio, para cuya efectividad el legislador ha previsto y reglamentado de manera intensa las acciones pertinentes. Y bien es cierto que la acción que por antonomasia sirve a ese propósito es la reivindicatoria, como que cuadra con la naturaleza jurídica de la gran mayoría de los derechos reales; por excepción no cabe en tratándose del de herencia, pues su característica esencial, cual es la de ser una universalidad jurídica, se opone a la singularidad que es inmanente en la reivindicación. Fue necesario, así, reglamentar una acción especial que se denomina petición de herencia y que disciplinan los artículos 1321 y siguientes del Código Civil”. (Cursiva no es textual). Código Civil. Artículo 665: “Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos derechos nacen las acciones reales”. Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de 4 de octubre de 1977: “Como el título de adquisición de todo legatario de cuerpo cierto es siempre el testamento, desde luego que la Ley nunca hace asignaciones a título singular, institución reservada a los testadores, y como el modo de adquirir el dominio de ese cuerpo cierto es el de la sucesión por causa de muerte y no la tradición, es claro que el asignatario a quien el testador deja en su memoria testamentaria la propiedad plena o nuda de un cuerpo cierto, adquiere sobre éste el derecho de dominio desde el mismo instante en que el testador fallece, pues con su muerte se realiza el modo de adquirir llamado sucesión mortis causa que, unido al título ya preexistente: el testamento, hace al legatario que acepta titular del derecho de dominio sin que para llegar a ostentar la calidad jurídica de señor, requiérase de previa adjudicación del objeto legado, de sentencia aprobatoria de esa partición y de registro… Muy distinto es el caso del heredero, quien, por ser asignatario a título universal, con la muerte del causante adquiere el derecho real de herencia que le da vocación a la universalidad, mas no el real de dominio sobre cada una de las cosas que componen el acervo sucesoral.” (Cursiva no es textual). LAFONT PIANETTA, PEDRO. Derecho de sucesiones. Tomo II, 4ª edición. Bogotá. Editorial Librería del Profesional, pp. 521 a 523: “La partición hereditaria es aquel negocio jurídico solemne que pone fin a la comunidad hereditaria mediante la liquidación y distribución de lo que le corresponde a cada asignatario…En principio, a diferencia de lo que acontecía con el derecho romano, esta acción se considera voluntaria. Sin embargo, ella puede tornarse en contenciosas cuando se presenten desacuerdos y objeciones a la partición presentada, cuyo alcance y efectos analizaremos en otra oportunidad”. (Cursiva no es textual).