bienes del causante sea distribuido entre sus causahabientes. No

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PRIMERA PARTE. BIENES CIVILES
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bienes del causante sea distribuido entre sus causahabientes. No obstante,
no existe unanimidad doctrinal ni jurisprudencial frente a su consideración
o no como derecho real, creemos que la relación jurídica de los causahabientes
no se da frente a cada bien individualmente considerado, sino frente a la
masa herencial13 , lo que evidencia su consideración como universalidad.
No obstante la herencia aparece enunciada como derecho real en el
inciso segundo del artículo 665 del C.C.14 , consideramos que la misma
denota una relación con un conjunto de bienes interrelacionados y no con
uno determinado, que es la esencia de los derechos reales15, es decir, que la
relación jurídica únicamente se da con un conjunto de derechos –al punto
que antes de la partición de la herencia16 lo único que se tiene es un porcentaje
de participación frente a dichos derechos– y no frente a ningún bien
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Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil y Agraria. M. P.: Dr. Rafael Romero Sierra.
Sentencia de 20 de mayo de 1997: “Conócese perfectamente, en efecto, que quizás el más
acusado atributo de los derechos reales está en el derecho de persecución que les es propio,
para cuya efectividad el legislador ha previsto y reglamentado de manera intensa las acciones
pertinentes. Y bien es cierto que la acción que por antonomasia sirve a ese propósito es la
reivindicatoria, como que cuadra con la naturaleza jurídica de la gran mayoría de los derechos
reales; por excepción no cabe en tratándose del de herencia, pues su característica esencial,
cual es la de ser una universalidad jurídica, se opone a la singularidad que es inmanente en la
reivindicación. Fue necesario, así, reglamentar una acción especial que se denomina petición de
herencia y que disciplinan los artículos 1321 y siguientes del Código Civil”. (Cursiva no es
textual).
Código Civil. Artículo 665: “Son derechos reales el de dominio, el de herencia, los de usufructo, uso o habitación, los de servidumbres activas, el de prenda y el de hipoteca. De estos
derechos nacen las acciones reales”.
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil. Sentencia de 4 de octubre de 1977: “Como
el título de adquisición de todo legatario de cuerpo cierto es siempre el testamento, desde
luego que la Ley nunca hace asignaciones a título singular, institución reservada a los testadores,
y como el modo de adquirir el dominio de ese cuerpo cierto es el de la sucesión por causa de
muerte y no la tradición, es claro que el asignatario a quien el testador deja en su memoria
testamentaria la propiedad plena o nuda de un cuerpo cierto, adquiere sobre éste el derecho de
dominio desde el mismo instante en que el testador fallece, pues con su muerte se realiza el modo
de adquirir llamado sucesión mortis causa que, unido al título ya preexistente: el testamento, hace
al legatario que acepta titular del derecho de dominio sin que para llegar a ostentar la calidad
jurídica de señor, requiérase de previa adjudicación del objeto legado, de sentencia aprobatoria
de esa partición y de registro… Muy distinto es el caso del heredero, quien, por ser asignatario
a título universal, con la muerte del causante adquiere el derecho real de herencia que le da
vocación a la universalidad, mas no el real de dominio sobre cada una de las cosas que componen
el acervo sucesoral.” (Cursiva no es textual).
LAFONT PIANETTA, PEDRO. Derecho de sucesiones. Tomo II, 4ª edición. Bogotá. Editorial Librería
del Profesional, pp. 521 a 523: “La partición hereditaria es aquel negocio jurídico solemne que
pone fin a la comunidad hereditaria mediante la liquidación y distribución de lo que le corresponde a cada asignatario…En principio, a diferencia de lo que acontecía con el derecho romano, esta acción se considera voluntaria. Sin embargo, ella puede tornarse en contenciosas
cuando se presenten desacuerdos y objeciones a la partición presentada, cuyo alcance y efectos
analizaremos en otra oportunidad”. (Cursiva no es textual).
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