895-2007 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia

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895-2007
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las once
horas y tres minutos del día veintidós de octubre de dos mil diez.
El presente proceso de amparo se inició mediante demanda presentada por el señor
Walter Marcial Orellana Esquivel, mayor de edad, del domicilio de Armenia, con
documento único de identidad número cero cero cero cuarenta y seis mil doscientos diez
guión cinco; contra providencias del Ministro de Trabajo y Previsión Social, por considerar
que vulnera su derecho fundamental de libertad sindical.
Han intervenido en el presente proceso, además del actor, la autoridad demandada y
el Fiscal de la Corte.
Analizado el proceso y considerando:
I. 1. El pretensor manifestó en su demanda y en sus escritos de cumplimiento de
prevenciones, que como empleado de una empresa de seguridad privada y en base al
artículo 47 de la Constitución de la República, fundó con otros trabajadores de la misma
rama, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de Seguridad Privada de El Salvador,
cuyas siglas son SITRASPES. Que la razón legal por la cual se constituyeron en un
sindicato de gremio, es que cada uno de los integrantes desarrollan el mismo oficio, es
decir la prestación de servicios de seguridad privada.
Alegó, además, que actuando en calidad de Presidente de la Junta Directiva
provisional de dicho sindicato en formación, el 07/IX/2007, presentó una solicitud ante el
Ministerio de Trabajo y Previsión Social, a efecto que se aprobaran los Estatutos y se le
concediera la Personalidad Jurídica a dicha organización. Que el día 19/X/2007, se le
notificó la resolución del Ministerio en la cual declara “sin lugar por improcedente” la
solicitud presentada, resolución que fue confirmada en todas sus partes mediante recurso
de revocatoria.
La autoridad demandada justificó su decisión alegando que el artículo 7 inciso 3°
de la Constitución, prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o
gremial y que, además, los empleados de seguridad privada, por ser trabajadores de
confianza, tienen derecho únicamente a ingresar a sindicatos ya creados, no así de ser ellos
los constituyentes, de conformidad con el artículo 221 número 6 del Código de Trabajo.
Como consecuencia de lo anterior, considera el peticionario se ha vulnerado su derecho de
libertad sindical.
2. Por auto de las diez horas con veintiséis minutos del 09/IV/2008, se admitió la
demanda circunscribiendo el control de constitucionalidad a la resolución pronunciada a
las nueve horas del 18/X/2007, en virtud de la cual el Ministro de Trabajo y Previsión
Social negó la obtención de la personalidad jurídica a SITRASPES, y no así de la
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resolución que confirmó tal decisión, porque la misma no fue proveída como consecuencia
de la incoación de algún recurso ordinario reglado en la norma correspondiente cuyo
agotamiento se vuelva exigible. Lo anterior, presumiblemente vulnera el derecho a la
libertad sindical del peticionario.
Asimismo, se declaró sin lugar la suspensión del acto reclamado por producir éste
efectos positivos y se pidió el informe que establece el artículo 21 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales a la autoridad demandada. El Ministro de Trabajo y
Previsión Social expresó que no era cierta la violación constitucional atribuida en la
demanda y que en su oportunidad haría la relación pormenorizada de los hechos y las
justificaciones correspondientes.
3. Mediante providencia de las ocho horas y tres minutos del 19/V/2008, se mandó
a oír al Fiscal de la Corte, de conformidad con el artículo 23 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales, quien no hizo uso de dicha audiencia.
4. Por resolución de las ocho horas y tres minutos del 11/VI/2008, se confirmó la
resolución pronunciada a las diez horas con veintiséis minutos del 09/IV/2008, en la que se
declaró sin lugar la suspensión de los efectos del acto reclamado y se pidió nuevo informe
a la autoridad demandada, de acuerdo al artículo 26 de la Ley de Procedimientos
Constitucionales.
El Ministro de Trabajo y de Previsión Social en su informe expresó, que en efecto
el señor Orellana Esquivel actuando como Presidente de la Junta Directiva provisional de
SITRASPES, solicitó el otorgamiento de la personalidad jurídica de dicho sindicato. Que
habiéndose realizado previamente las consideraciones y el análisis jurídico respectivo, esa
cartera de estado decidió declarar sin lugar por improcedente la solicitud presentada, así
como el recurso de revocatoria interpuesto.
La autoridad demandada manifestó que la decisión de negar la personalidad jurídica
a dicho sindicato, tenía su fundamento constitucional en el artículo 7 inciso 3° de la ley
primaria, la cual prohíbe la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o
gremial. En ese sentido, expresó que los miembros constituyentes del sindicato en
formación, son empleados que prestan servicios de seguridad privada y que por la
naturaleza de sus labores, necesariamente utilizan armas de fuego o de otra índole; por lo
tanto, el otorgamiento de personalidad jurídica a dicho sindicato, hubiese significado una
evidente contravención a la norma constitucional antes citada.
Aunado a lo anterior, señaló que los trabajadores de seguridad privada desempeñan
una función de confianza y, por lo tanto, no pueden constituir un sindicato, únicamente el
derecho que les queda a salvo es el de ingresar a uno ya constituido, previa autorización de
la asamblea general, según lo dispone el artículo 221 número 6 del Código de Trabajo.
5. Por auto de las ocho horas con cincuenta y dos minutos del 14/VII/2008, se
confirió traslado al Fiscal de la Corte, como lo prescribe el artículo 27 de la Ley de
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Procedimientos Constitucionales. El Fiscal expresó que para excepcionarse de la acción
incoada en su contra la autoridad demandada deberá probar mediante sus informes que los
derechos le fueron respetados en tiempo y forma al peticionario.
6. Mediante providencia de las once horas con once minutos del 12/VIII/2008, se le
otorgó traslado a la parte actora, de conformidad con el artículo 27 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, quien no hizo uso del mismo.
7. Por resolución de las once horas con veintitrés minutos del 23/IX/2008, se abrió
a pruebas el presente proceso por el plazo de ocho días, como lo establece el artículo 29 de
la Ley de Procedimientos Constitucionales. En dicha etapa procesal la parte actora ratificó
la prueba documental presentada con la demanda y la autoridad demandada añadió prueba
documental.
8. Posteriormente, se confirieron los traslados que establece el artículo 30 de la Ley
de Procedimientos Constitucionales. El Fiscal de la Corte ratificó los conceptos expresados
en el anterior traslado. La parte actora, básicamente, ratificó los alegatos expresados en la
demanda y en su anterior traslado, al igual que la autoridad demandada.
Posterior a dichas actuaciones, en fecha 27/V/2009, quedó el proceso en estado de
dictar sentencia.
II. Corresponde ahora realizar el examen de la pretensión planteada para precisar
el objeto sobre el cual versa la presente controversia.
En esencia, el demandante pide se le ampare su derecho de libertad sindical,
concretamente en su manifestación de derecho a la libertad para constituir un sindicato, ya
que como Presidente de la Junta Directiva provisional de SITRASPES, solicitó al
Ministerio de Trabajo y Previsión Social la obtención de la personalidad jurídica de dicha
asociación, petición que fue negada por la autoridad demandada, por considerarla contraria
a la Constitución y al Código de Trabajo.
Por su parte, la autoridad demandada manifestó que la decisión de negar la
personalidad jurídica a SITRASPES, estaba fundamentada en la prohibición constitucional
de la existencia de grupos armados de carácter político, religioso o gremial, y además, los
trabajadores de seguridad privada, por las funciones que desempeñan, son considerados
como empleados de confianza y por eso no tienen el derecho de constituir un sindicato,
solo el de incorporarse a uno ya existente.
Delimitada la posición jurídica de las partes en el presente proceso, con el objeto de
entrar en el análisis de la pretensión planteada, se establece el siguiente orden de las
consideraciones previas que de manera breve se realizarán: (1) es necesario referirse al
alcance y contenido del derecho de libertad de asociación, regulado en el artículo 7 de la
Constitución; (2) se analizará el contenido del derecho de libertad sindical, establecido en
el inciso primero del artículo 47 de la Constitución y la relación que existe con el derecho
de libertad de asociación; y (3) finalmente, se procederá a analizar si los trabajadores de la
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seguridad privada gozan del derecho de libertad sindical, específicamente, en su
manifestación de derecho a la libertad para constituir un sindicato.
1) El derecho a la libre asociación es reconocido en el artículo 7 de la Constitución,
que establece: "Los habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a
reunirse pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. Nadie podrá ser obligado a
pertenecer a una asociación". Al respecto, tal como se ha entendido en la sentencia de
inconstitucionalidad ref. 63-2007AC considerando III de fecha 16/X/2007, el derecho de
libre asociación es la libertad de los habitantes para constituir y participar en agrupaciones
permanentes, cuya finalidad es la consecución de fines pacíficos y lícitos, comunes a
quienes las integran. Así también, que su contenido constituye un ámbito de autonomía
complejo que alcanza, tanto al derecho para crear asociaciones -derecho subjetivo
individual a asociarse- como al establecimiento de condiciones de libre desenvolvimiento
de aquéllas -régimen de libertad para las asociaciones-.
Sobre los aspectos anteriores se ha sostenido que el derecho subjetivo individual a
la libre asociación implica que la persona titular del mismo tiene la libertad para constituir
una asociación, ingresar a una ya existente, dejar de ingresar e incluso dejar de pertenecer
voluntariamente a una de la que ya es miembro. El derecho a la libre asociación comprende
un aspecto positivo, que es la libertad de asociarse, y un aspecto negativo, que es la
libertad de no asociarse. En su faceta positiva, consiste en la libertad de constituir
asociaciones o de adherirse libremente a las ya existentes, sin que los órganos y entes
públicos o los particulares puedan impedirlo arbitrariamente; y, en su perspectiva negativa,
implica la exclusión de cualquier forma de obligatoriedad de adhesión a una asociación
determinada, esto es, la imposibilidad que el titular del derecho pueda ser compelido a
formar parte de una asociación.
Por otro lado, toda asociación legalmente constituida tiene la capacidad para auto
organizarse, es decir, para buscar los mecanismos que le permitan lograr sus fines; en ese
sentido, el ordenamiento jurídico confiere capacidad normativa a la asociación por medio
de las personas que la constituyen, capacidad que encuentra su materialización en los
estatutos de la misma, los que a su vez alcanza con el establecimiento de las condiciones
internas de funcionamiento de ésta, así como con la regulación de la condición jurídica de
sus miembros, concretamente con el establecimiento de sus derechos y deberes.
Dentro del concepto de asociación pueden incluirse diferentes formas asociativas,
entre las que están: las de carácter personal, que pretenden satisfacer necesidades morales,
recreativas o intelectuales de sus miembros, como lo son las asociaciones religiosas,
culturales, deportivas, etc.; las de carácter económico, cuya finalidad principal es el lucro,
entre las cuales se pueden citar las diferentes formas de sociedades civiles y mercantiles;
las asociaciones de carácter político, como los partidos políticos; las asociaciones de
naturaleza socio-económica, cuyo objetivo es lograr el mejoramiento de la condición
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económica y social de sus miembros. Este último es el caso de los sindicatos. Es decir que
el derecho de libertad sindical constituye una manifestación más del derecho de libertad en
general y del derecho de asociación en particular.
2) Respecto de la libertad sindical, se ha sostenido que es el derecho de los
trabajadores y patronos particulares a formar asociaciones con objetivos no lucrativos;
además, tiene como fundamento la concreción de los derechos de igualdad jurídica en las
relaciones laborales y de libertad económica. Es un derecho constitucionalmente
reconocido, por medio del cual se permite a los trabajadores y patronos lograr fines lícitos
y pacíficos con relación a la protección de sus intereses, quienes para ejercerlo deben
cumplir con los requisitos y condiciones legal y constitucionalmente establecidas.
En cuanto a las características jurídico-constitucionales del derecho fundamental de
libertad sindical, cabría apuntar las siguientes en sus dos facetas: como libertad sindical
individual se predica de los trabajadores y como libertad sindical colectiva se establece
respecto de los sindicatos ya constituidos. Se concreta en una libertad positiva –para
constituir un sindicato (libertad de constitución) y para afiliarse a uno ya constituido
(libertad de afiliación)-; y en una libertad negativa –como libertad para no sindicarse o para
abandonar el sindicato al que estuviese afiliado-. La libertad sindical colectiva, por su
parte, se concreta en una serie de facultades específicas tales como la libertad de
reglamentación, la libertad de representación, la libertad de gestión, la libertad de
disolución y la libertad de federación, como se sostuvo en la sentencia de amparo
referencia 475-2005 considerando II letra a) número 2 del 5/XII/2006.
La libertad sindical, como derecho fundamental, exige algo más que su simple
reconocimiento jurídico, puesto que debe ser garantizado frente a todos aquellos sujetos
que pudieran atentar contra ella (el Estado, los empresarios u organizaciones empresariales
o el propio sindicato). En definitiva, el derecho fundamental a la libre sindicación
constituye en la actualidad una conquista irrenunciable e irreversible en el marco de la
defensa de los intereses laborales, a los cuales pueden optar en un plano de igualdad
patronos y trabajadores (art. 204 CT), en especial, estos últimos, quienes pueden
encontrarse imposibilitados de negociar de modo individual condiciones laborales
equitativas con la entidad patronal, tal como lo ha sostenido la Sala de lo Contencioso
Administrativo de la Corte Suprema de Justicia, en el proceso 133-S-01, del 15/VI/2005.
En similares términos, se ha reconocido que: "la libertad de asociación, en materia
sindical, reviste la mayor importancia para la defensa de los intereses legítimos de los
trabajadores y se enmarca en el corpus juris de los derechos humanos. La libertad de
asociación, en materia laboral, en los términos del artículo 16 de la Convención
Americana, comprende un derecho y una libertad, a saber: el derecho a formar
asociaciones sin restricciones distintas a las permitidas en los incisos 2 y 3 de aquel
precepto convencional y la libertad de toda persona de no ser compelida u obligada a
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asociarse. El Protocolo de San Salvador de 17 de noviembre de 1988, en su artículo 8.3,
recoge la misma idea y precisa que, en materia sindical, "nadie podrá ser obligado a
pertenecer a un sindicato" (Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Baena
Ricardo y otros versus Panamá, Sentencia de 2/II/2001).
En este sentido, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
ha sostenido que: “la libertad de asociación, en materia sindical, consiste básicamente en la
facultad de constituir organizaciones sindicales y poner en marcha su estructura interna,
actividades y programa de acción, sin intervención de las autoridades públicas que limite o
entorpezca el ejercicio del respectivo derecho. Por otra parte, esta libertad supone que cada
persona pueda determinar sin coacción alguna si desea o no formar parte de la asociación.
Se trata, pues, del derecho fundamental de agruparse para la realización común de un fin
lícito sin presiones o intromisiones que puedan alterar o desnaturalizar su finalidad” (Corte
Interamericana de Derechos Humanos, Caso Baena Ricardo y otros versus Panamá,
Sentencia de 2/II/2001).
En consecuencia, los sindicatos son organizaciones compuestas o integradas por
personas que, ejerciendo el mismo oficio o profesión, u oficios o profesiones conexas, se
agrupan para la protección de los intereses que les son comunes. Se trata de entes
colectivos cuyo objeto es la defensa de intereses comunes respecto de la actividad laboral
de sus integrantes, al punto que puede afirmarse que lo que permite distinguir a un
sindicato de las asociaciones en términos generales -creadas en el ejercicio del derecho de
libertad de asociación, artículo 7 de la Constitución-, es su objetivo principal, el cual
consiste en mejorar las condiciones de trabajo e intereses propiamente laborales de sus
agregados, esto es, los intereses económicos, sociales y profesionales que como
trabajadores buscan garantizar y proteger.
3) Finalmente, habiéndose establecido el alcance y contenido del derecho de
libertad de asociación y del derecho de libertad sindical, se procede a determinar si los
trabajadores de seguridad privada gozan de este derecho, concretamente, del derecho de
libertad para constituir un sindicato.
El derecho de libertad sindical se encuentra regulado en nuestra Constitución en el
artículo 47 inciso 1°, y literalmente dice: “Los patronos y trabajadores privados, sin
distinción de nacionalidad, sexo, raza, credo o ideas políticas y cualquiera que sea su
actividad o la naturaleza del trabajo que realicen, tienen el derecho de asociarse libremente
para la defensa de sus respectivos intereses, formando asociaciones profesionales o
sindicatos. El mismo derecho tendrán los trabajadores de las instituciones oficiales
autónomas, los funcionarios y empleados públicos y los empleados municipales”.
En este sentido, la Constitución es clara al señalar de manera imperativa en su
artículo 47 inciso 1°, que los trabajadores privados, sin distinción alguna, gozan del
derecho de asociarse libremente para la defensa de sus derechos, formando asociaciones
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profesionales o sindicatos; es decir, del texto constitucional no se infiere ninguna
excepción, en lo que a empleados privados se refiere, al ejercicio del derecho de libertad
sindical en cualquiera de sus manifestaciones, salvo la prohibición genérica que señala el
artículo 7 de la misma normativa.
El mismo artículo también garantiza el goce de tal derecho a los empleados
públicos, con la salvedad que en los incisos 2° y 3° se excluye a ciertos empleados, es decir
que en estos casos la misma Constitución expresamente ha establecido excepciones al
ejercicio del derecho a la libertad sindical respecto de los empleados públicos.
En el presente caso, el actor ha sostenido que se le ha vulnerado su derecho de
libertad sindical, concretamente en su derecho de libertad para constituir un sindicato,
porque la autoridad demandada le negó su solicitud para obtener la personalidad jurídica.
Por su parte, la autoridad demandada alegó que no otorgó tal solicitud porque la
Constitución prohíbe la existencia de grupos armados de carácter religioso, político o
gremial y que, además, los trabajadores de seguridad privada, por las funciones que
desempeñan, son considerados como empleados de confianza, y por lo tanto no gozan del
derecho de constituir un sindicato, únicamente el de afiliarse a uno ya constituido.
Por todo lo anterior, resulta necesario analizar los argumentos que utilizó la
autoridad demandada para negar la obtención de la personalidad jurídica y, como
consecuencia, la vulneración alegada al derecho de libertad sindical del señor Orellana
Esquivel como miembro de SITRASPES.
Al respecto, el entonces Ministro de Trabajo y Previsión Social justificó su decisión
en dos razones puntuales: (A) la prohibición de la existencia de grupos armados de carácter
religioso, político o gremial, contenida en el articulo 7 inciso 3° de la Constitución; y (B) la
imposibilidad que los trabajadores de seguridad privada, como empleados de confianza,
puedan comparecer como constituyentes de un sindicato, establecida en el artículo 221
número 6 del Código de Trabajo.
(A) Para interpretar la voluntad del Constituyente en su artículo 7 inciso 3°,
respecto de la prohibición de la existencia de grupos armados de carácter religioso, político
o gremial, es necesario comprender el contexto histórico en el cual nuestra Constitución
fue promulgada; es decir, entró en vigencia cuando en el país tenía lugar un conflicto
armado interno, precisamente entre un grupo armado de carácter político y la Fuerza
Armada de El Salvador.
En este sentido, la intención del referido artículo, fue justamente prohibir la
existencia de este tipo de grupos armados insurrectos, entendidos como grupos que bajo la
dirección de un mando responsable, lo que implica un cierto grado de organización y
jerarquía, ejercen sobre una parte de un territorio un control tal que les permita la
posibilidad de realizar operaciones militares sostenidas y concertadas, con la finalidad de
lograr sus objetivos mediante esa vía.
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Respecto del alegato de la autoridad demandada justificando su decisión en el
referido artículo, esta Sala colige que los trabajadores de seguridad privada no pueden ser
considerados como grupos armados, a partir del concepto anterior, ya que si bien es cierto
utilizan armas de fuego en sus labores, esto es por la naturaleza intrínseca de las funciones
que desempeñan, lo cual de ninguna manera quiere decir que para lograr sus objetivos, es
decir la defensa de sus respectivos intereses propiamente laborales, éstos se valgan de la
utilización de las armas.
(B) En cuanto al argumento de la autoridad demandada de negar la solicitud de
personalidad jurídica a SITRASPES, por considerar que éstos no pueden fundar un
sindicato por ser empleados de confianza, según el artículo 221 número 6 del Código de
Trabajo, esta Sala considera que aceptar dicho argumento sería interpretar restrictivamente
el contenido del derecho fundamental de libertad sindical para los trabajadores privados,
garantizado en el artículo 47 inciso 1°, en el sentido que se incorporaría una excepción al
ejercicio de tal derecho, cuando del texto constitucional se infiere que la intención del
Constituyente es que los trabajadores privados, sin distinción y cualquiera que sea su
actividad o la naturaleza del trabajo que realicen, gocen del derecho de asociarse
libremente en sindicatos para la defensa de sus intereses laborales.
Del artículo 47 inciso 2° de la Constitución y el artículo 16 número 3 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos o “Pacto de San José”, se entiende que
los únicos casos de privación del derecho de libertad sindical tienen lugar para ciertos
empleados públicos y, específicamente, para los miembros de la Policía y de la Fuerza
Armada, fuera de ellos, colige esta Sala, cualquier persona, especialmente los trabajadores
privados, gozan del derecho de libertad sindical en todas sus manifestaciones.
Por otra parte, consta en el expediente que el peticionario, en sus alegatos de
oposición a la negativa de la personalidad jurídica, sostuvo que el caso fue presentado a la
Organización Internacional del Trabajo, organismo que mediante el 342° informe del
Comité de Libertad Sindical, caso número 2423, párrafos 482, 483 y 488, emitió
recomendación en la cual instó al Gobierno de El Salvador para que otorgara sin demora la
personalidad jurídica a SITRASPES, ya que la decisión de negarla constituye una clara
violación al derecho de libertad sindical consagrada en la normativa internacional.
En consecuencia con lo expuesto, y analizados los criterios utilizados por el
entonces Ministro de Trabajo y Previsión Social para negar la solicitud de obtención de
personalidad jurídica de SITRASPES, esta Sala concluye que dicha decisión contraviene el
derecho de libertad sindical del señor Walter Marcial Orellana Esquivel, como trabajador
de seguridad privada y miembro constituyente de dicho sindicato, consagrado en el
artículo 47 inciso 1° de la Constitución de la República, por las razones expuestas en los
párrafos anteriores. En vista de todo lo anterior es procedente estimar la pretensión del
actor.
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III. 1. Determinada la violación constitucional en la actuación de la autoridad
demandada, procede establecer el efecto restitutorio de la sentencia estimatoria.
Al respecto, es necesario aclarar que cuando esta Sala reconoce en su sentencia la
existencia de un agravio personal, la consecuencia natural y lógica es la de reparar el daño
causado, restituyendo las cosas al estado en que se encontraban antes de la ejecución del
acto violatorio de derechos y restableciendo al perjudicado en el pleno uso y goce de sus
derechos violados. Por ello, el artículo 35 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, en
sus primeras líneas, señala el efecto normal y principal de la sentencia estimatoria: el
efecto restitutorio.
Ahora bien, este efecto restitutorio debe entenderse atendiendo a la finalidad directa
del amparo: el restablecimiento del derecho constitucional violado; y, en consecuencia, la
respectiva reparación de la lesión causada.
2. En este caso particular, el efecto reparador deberá concretarse en invalidar la
resolución pronunciada a las diez horas con veinte minutos del 18/X/2007, por el entonces
Ministro de Trabajo y Previsión Social, al haber quedado evidenciado que, con dicha
providencia, se vulneró el derecho de libertad sindical del impetrante; debiendo, en
consecuencia, pronunciar la resolución pertinente dentro de los parámetros de
constitucionalidad señalados en esta sentencia.
POR TANTO: sobre la base de las razones expuestas, a nombre de la República y
en aplicación de los artículos 3 y 7 de la Constitución y artículos 32,33, 34 y 35 de la Ley
de Procedimientos Constitucionales, esta Sala FALLA: (a) declárase ha lugar al amparo
solicitado por el señor Walter Marcial Orellana Esquivel contra actuaciones del entonces
Ministro de Trabajo y Previsión Social, por violación a su derecho de libertad sindical,
concretamente en su derecho de libertad de constituir un sindicato; (b) vuelvan las cosas al
estado en que se encontraban antes de la emisión del acto reclamado, por lo que se invalida
la resolución pronunciada a las diez horas con veinte minutos del 18/X/2007, por el
funcionario demandado al haber quedado evidenciado que, con dicha providencia, se
violentó el derecho alegado por el impetrante de este amparo; debiendo, en consecuencia,
pronunciar la resolución pertinente dentro de los parámetros de constitucionalidad
señalados en esta sentencia y conforme a la legislación correspondiente; y (c) notifíquese.
---J. B. JAIME---F. MELÉNDEZ--- E. S. BLANCO R.---R. E. GONZÁLEZ B.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN---E.
SOCORRO C.---RUBRICADAS.
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