V. Evaluación del contrato de sociedad mercantil 261 si se dejara la posibilidad, a los particulares, de alegar su ignorancia jurídica para eludir el cumplimiento de sus obligaciones de acuerdo a lo establecido por la misma ley, es más, el artículo 95 de la Constitución Política consagra que “Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes” y para cumplirlas se requiere conocerlas. Es por lo anterior que ya desde tiempos romanos se hablaba de la presunción juris et de jure, según la cual, una ley debidamente promulgada se entiende conocida por todo el mundo, sin embargo, nuestra Corte Constitucional considera que “…El recurso epistémico utilizado por el legislador es más bien la ficción, de uso frecuente y obligado en el derecho, y que en el caso específico… puede expresarse de este modo: es necesario exigir de cada uno de los miembros de la comunidad que se comporte como si conociera las leyes que tienen que ver con su conducta…”32. Sea como fuere, el error de derecho perjudica a quien lo comete ( juris error nocent)33, es decir que uno La Corte Constitucional en la sentencia que analizó la constitucionalidad del artículo 9 del Código Civil (Sentencia C-651/97 Exp. D-1698 Demandantes: Adriana Marcela Castro y otros. M.P. Dr. Carlos Gaviria Díaz. Bogotá, tres (3) de diciembre de mil novecientos noventa y siete (1997) se cuestiona si el mandato del artículo 9 del Código civil contiene una presunción de derecho, como lo afirma un numeroso grupo de doctrinantes y responde diciendo que “…No parece correcto ese análisis, si se considera –como hay que considerar– que las presunciones se fundan en lo que ordinariamente ocurre y no es ése el caso, tratándose del conocimiento de las reglas que conforman un ordenamiento jurídico. Más bien puede afirmarse con certeza que no hay siquiera un jurista especializado en una disciplina jurídica particular que pueda responder por el conocimiento cabal de las que constituyen el área de su especialidad. Mucho menos puede esperarse que un ciudadano corriente conozca todas las normas que se refieren a su conducta. El recurso epistémico utilizado por el legislador es más bien la ficción, de uso frecuente y obligado en el derecho, y que en el caso específico que ocupa a la Corte puede expresarse de este modo: es necesario exigir de cada uno de los miembros de la comunidad que se comporte como si conociera las leyes que tienen que ver con su conducta”. 33 “Como se señaló en estas consideraciones, en un Estado democrático todos los órganos del mismo y todas las personas están sometidos al ordenamiento jurídico. Esta condición permite lograr un orden justo y la convivencia pacífica en la sociedad, los cuales son esenciales en un Estado de dicha naturaleza, como lo es el Estado colombiano, y que consagra la Constitución tanto como valores como fines del mismo (preámbulo y Art. 2º). En este sentido, en desarrollo del principio de seguridad jurídica, el ordenamiento civil colombiano adoptó el principio general del Derecho Romano según el cual la ignorancia del Derecho no sirve de excusa (iuris ignorantia non excusat), con la consecuencia de que el error de derecho perjudica (iuris error nocet). Así lo estableció en el Art. 9º del Código Civil, en virtud del cual “la ignorancia de las leyes no sirve de excusa” y en el Art. 1509 ibídem, una de las normas objeto de la demanda que se estudia, que dispone que “el error sobre un punto de derecho no vicia el consentimiento”. Esto último significa que el error de derecho no da lugar a la declaración judicial de nulidad 32