si se dejara la posibilidad, a los particulares, de alegar su

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V. Evaluación del contrato de sociedad mercantil
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si se dejara la posibilidad, a los particulares, de alegar su ignorancia jurídica
para eludir el cumplimiento de sus obligaciones de acuerdo a lo establecido
por la misma ley, es más, el artículo 95 de la Constitución Política consagra
que “Toda persona está obligada a cumplir la Constitución y las leyes” y
para cumplirlas se requiere conocerlas.
Es por lo anterior que ya desde tiempos romanos se hablaba de la presunción
juris et de jure, según la cual, una ley debidamente promulgada se entiende
conocida por todo el mundo, sin embargo, nuestra Corte Constitucional
considera que “…El recurso epistémico utilizado por el legislador es más
bien la ficción, de uso frecuente y obligado en el derecho, y que en el caso
específico… puede expresarse de este modo: es necesario exigir de cada uno
de los miembros de la comunidad que se comporte como si conociera las
leyes que tienen que ver con su conducta…”32. Sea como fuere, el error de
derecho perjudica a quien lo comete ( juris error nocent)33, es decir que uno
La Corte Constitucional en la sentencia que analizó la constitucionalidad del artículo
9 del Código Civil (Sentencia C-651/97 Exp. D-1698 Demandantes: Adriana Marcela
Castro y otros. M.P. Dr. Carlos Gaviria Díaz. Bogotá, tres (3) de diciembre de mil
novecientos noventa y siete (1997) se cuestiona si el mandato del artículo 9 del Código
civil contiene una presunción de derecho, como lo afirma un numeroso grupo de
doctrinantes y responde diciendo que “…No parece correcto ese análisis, si se considera
–como hay que considerar– que las presunciones se fundan en lo que ordinariamente
ocurre y no es ése el caso, tratándose del conocimiento de las reglas que conforman
un ordenamiento jurídico. Más bien puede afirmarse con certeza que no hay siquiera
un jurista especializado en una disciplina jurídica particular que pueda responder por
el conocimiento cabal de las que constituyen el área de su especialidad. Mucho menos
puede esperarse que un ciudadano corriente conozca todas las normas que se refieren
a su conducta. El recurso epistémico utilizado por el legislador es más bien la ficción,
de uso frecuente y obligado en el derecho, y que en el caso específico que ocupa a la
Corte puede expresarse de este modo: es necesario exigir de cada uno de los miembros
de la comunidad que se comporte como si conociera las leyes que tienen que ver con
su conducta”.
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“Como se señaló en estas consideraciones, en un Estado democrático todos los órganos
del mismo y todas las personas están sometidos al ordenamiento jurídico. Esta condición
permite lograr un orden justo y la convivencia pacífica en la sociedad, los cuales son
esenciales en un Estado de dicha naturaleza, como lo es el Estado colombiano, y que
consagra la Constitución tanto como valores como fines del mismo (preámbulo y Art.
2º). En este sentido, en desarrollo del principio de seguridad jurídica, el ordenamiento
civil colombiano adoptó el principio general del Derecho Romano según el cual la
ignorancia del Derecho no sirve de excusa (iuris ignorantia non excusat), con la
consecuencia de que el error de derecho perjudica (iuris error nocet). Así lo estableció
en el Art. 9º del Código Civil, en virtud del cual “la ignorancia de las leyes no sirve de
excusa” y en el Art. 1509 ibídem, una de las normas objeto de la demanda que se estudia,
que dispone que “el error sobre un punto de derecho no vicia el consentimiento”. Esto
último significa que el error de derecho no da lugar a la declaración judicial de nulidad
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