Jornadas del Área Curricular 2015 – Ponencia Gomez

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Primeras Jornadas del Área Curricular 2015 – UTE
“ROBANDO SONRISAS CON LA MÚSICA”
Trabajo realizado por el docente: Ignacio Luis Gómez
Mail: [email protected]
Teléfonos: 43041458 / 1530247788
Destinatarios: alumnos de nivel inicial,
nivel primario y nivel secundario, de la
Escuela Hospitalaria Nº 3 Distrito Escolar 5º
SE PROYECTARÁ COMO PARTE DE LA EXPOSICIÓN UN
VIDEO DE 8 MINUTOS DE DURACIÓN.
1. Acerca de los lugares y los recursos donde se desarrollaron las clases.
Los fragmentos de clases que se observarán en el video, han sido realizados en salas
de internación hospitalaria del Hospital de Niños Pedro de Elizalde, ex Casa Cuna,
CEMs 4 y 5 de Clínica Médica, durante el año 2014, en el turno tarde. El personal
docente pertenece a la Escuela Hospitalaria Número 3 Distrito Escolar 5. Como recurso
principal de realización musical se utilizó un órgano electrónico, y también ha sido
utilizada una NET del Plan Sarmiento, en la cual se ha instalado un soft de aprendizaje
de piano, titulado SYNTHESIA, como así también varios videos con canciones
didácticas adecuadas a diferentes edades. Algunas veces, a consecuencia de los tiempos
de internación del alumno, las actividades se desarrollaron en un encuentro de una sola
clase, y en algunos casos aislados se trabajó con el mismo alumno más de 2 clases, con
una frecuencia de un encuentro por semana.
2. El desafío de la Educación Musical en contexto hospitalario.
Un niño puede enfermarse y requerir internación hospitalaria. Y ya sea que deba
pasar unos pocos días o un período de tiempo largo dentro del hospital, siempre dicha
internación conllevará una situación traumática, para el niño y para su familia. No es el
propósito de este trabajo ahondar en el análisis de dicha conflictividad. Solo resulta
inevitable para cualquier acercamiento a una labor educativa dentro de una institución
hospitalaria, nunca dejar de lado esa primera condición: ESTAR EN EL HOSPITAL ES
TRAUMÁTICO, Y NADIE DESEA PERMANECER MUCHO TIEMPO ALLÍ, ni
adultos ni niños.
Ahora bien, sabiendo ese primer y definitorio punto de partida, la escuela en
general, y la educación musical en particular, deben necesariamente adaptarse a ese
entorno para lograr metas adecuadas. Pero ¿cómo definir cuál es la meta u objetivo
adecuado en cada caso? Esa pregunta es el gran desafío que diariamente deben pensar,
plantearse, y reformularse, los docentes hospitalarios, adaptándose a situaciones
hospitalarias y educativas que cambian día a día, puesto que cada alumno y su propia
historia clínica, delimitan situaciones de enseñanza-aprendizaje únicas e irrepetibles.
Una inmediata reflexión que pienso en torno a todo esto y me animo a compartir,
es la siguiente: dentro del hospital, considero que la Educación Musical
OBLIGATORIAMENTE debe ser una experiencia placentera. Y eso es posible lograrlo
a través del arte aún realizando actividades que no siempre son de ejecución
instrumental o vocal (enmarcadas en el actual diseño curricular en el eje de Producción)
generalmente muy gratas de realizar, sino también actividades de análisis o desarrollo de
técnicas (estas últimas dentro de los ejes de Apreciación y de Producción del Diseño
Curricular).
Estoy seguro que el lector se preguntará ¿no debiera toda la educación ser
placentera, y no solo la educación artística? Y, si, estamos de acuerdo, deseo
fervientemente que estemos los docentes todos dirigiéndonos en esa dirección. Aunque,
modestamente, considero que las artes corren con ventaja en esa carrera. Pero, a no
desesperar, hay también matemáticos, profesores de lengua, y diversos expertos en otras
materias que se están de a poquito subiendo al mismo tren.
Y cabe preguntarse: resaltar el aspecto placentero de la experiencia ¿nos
conducirá a bajar las exigencias y a dar una educación de poca calidad? Justamente, en
el video que acompaña esta presentación, se podrá observar que ocurre todo lo contrario.
Cuando el móvil es el auténtico deseo por aprender algo nuevo, curiosamente sostenido
por un contexto difícil y doloroso que genera la urgente necesidad de buscar una vía de
escape, el resultado es: alumnos de todas las edades, realizando actividades musicales
enriquecedoras, complejas, placenteras y expresivas. Y por sobre todo, felices y sin
aburrimiento. Un “todos ganan”, docente incluído.
3.
La familia siempre presente.
Al momento de escribir este subtítulo acerca de la familia, se me vinieron a la
mente un montón de caras. Especialmente de madres, pero también de otros familiares.
Caras que pasan de la primer desconfianza al momento en que abrís la puerta de la sala
de internación, cuando no saben quién sos ni por qué aparecés en “su” habitación, a
primero sonreír con confianza cuando te escuchan decir “soy de la escuela”, y luego a
participar activamente de la clase, compartiendo el canto, ayudando en todo lo que
puedan, y manifestando su cooperación y su agradecimiento en todo momento. Con el
adecuado incentivo y apoyo, la madre tiene siempre la potencialidad de comenzar con
una palabra que genere una canción, o cantar alguna canción de cuna, y a partir de allí
ayudar a que se dispare la intervención musical del niño.
La familia en el hospital siempre está de la vereda del docente. Si perseguimos
una educación verdaderamente democrática, participativa, inclusiva e igualitaria, en el
hospital podemos ver el ejemplo de esa vanguardia de transformación educativa, donde
la integración familia-escuela se realiza de manera contundente, para bien del alumno.
4.
Música en el nivel inicial, en el hospital.
Si he dicho que la internación hospitalaria es un evento traumático, debo agregar
que eso es aún mucho más difícil de transitar para el alumno de nivel inicial. Es a todas
vistas evidente que dichas situaciones son objetivamente difíciles de explicar para un
niño pequeño. Las razones que motivan su internación muy probablemente le suenen
confusas, inexplicables, o simplemente “feas”. Es probable que el dolor corporal el niño
lo viva como arbitrario, sin entender “por qué le tocó a él, y no al amiguito”. Aquí se
torna más importante que en ningún otro nivel la presencia del juego en las clases de
Educación Musical. Y es también de destacar que el docente debe estar dispuesto a jugar
con el niño, siendo recomendable que para ese menester solicite en la medida que fuera
posible la colaboración de la familia, e inclusive del personal de salud. Los médicos y
las enfermeras que se dedican a Pediatría suelen estar siempre muy dispuestos a jugar
con los chicos. Y si todos jugamos, entonces la frecuente idea de “hacer el ridículo”
desaparece. El juego comunica, hermana, une, y fortalece al grupo. Con los chicos más
grandes, un ejemplo claro es el “Juego de los opuestos” que se observa en el video, y
que normalmente se instala como una propuesta permanente para que padres e hijos
continúen jugando fuera del horario de la clase. Con los más chiquitos, bastará con pedir
la colaboración de quienquiera que esté presente para bailar la canción, o cantarla con
nosotros, o participar de un juego de reconocimiento auditivo de melodías.
5.
El aporte a la salud física y emocional del alumno.
Considero que las actividades de Educación Musical expuestas en el video que
acompaña esta presentación hablan por sí mismas. La salud se recupera no sólo con los
antibióticos recetados por el médico. También se recupera en cada “sonrisa robada” por
el docente. La música levanta el ánimo, da felicidad, provoca sensaciones que apuntalan
el bienestar general del niño. Y por si esto fuera poco, dentro de la ejecución vocal o
instrumental se desarrollan potencialidades que es improbable esperar que aparezcan en
otras actividades. Hacia la mitad del video, se puede observar una alumna de unos 7
años, con una discapacidad mental importante, que no habla, pero que al momento de
escuchar sus canciones favoritas ejecutadas por el profesor, al mismo tiempo de sonreír
feliz, hizo palmas con sus manos y en su cuerpo. Lo curioso de esa situación fue
observar que esas palmas no eran aleatorias, sino que marcaban elementos musicales,
esa niña claramente estaba marcando los tiempos de la canción, los pulsos. Esa destreza
yo mismo no la hubiera imaginado presente en esa alumna. Aquí se ve cumplido el
propósito del Diseño Curricular de 1er Ciclo cuando señala: “Promover la formación de
los alumnos como oyentes y productores de música sensibles, brindando variadas
experiencias que les permitan familiarizarse con los elementos propios de la música…”
(D.C.pág. 79)
6.
Evaluación
Como nuestra actividad está ceñida sistemáticamente al Diseño Curricular, las
actividades de Educación Musical siempre deben “Crear situaciones de enseñanza que
permitan a los alumnos expresarse y comunicarse por medio de la música” (D.C., página
80). En el contexto hospitalario dichas situaciones de enseñanza a veces pueden durar
sólo una clase, y en otras ocasiones más encuentros. La evaluación, por consiguiente, se
realiza siempre por observación directa, en todo momento. El primer encuentro siempre
es, entonces, al mismo tiempo “de diagnóstico, productivo, y evaluativo”. En el caso
que, en comunicación con la familia o con el personal de salud, el docente pueda saber
de antemano que el niño permanecerá en el hospital el tiempo suficiente como para tener
varias clases, entonces ese primer encuentro se dirigirá más específicamente a
diagnosticar cuáles serán las bases de los encuentros subsiguientes, y a la realización de
planificaciones adecuadas desarrollando proyectos de corto o mediano plazo, siempre
enmarcados dentro de los Proyectos Escolares realizados desde principio de año en la
institución escolar en conjunto con el resto de los docentes asignados a los mismos
lugares de internación. Dicho planeamiento se realiza de acuerdo a lo que sea más
adecuado para ese niño, respetando sus intereses y deseos y al mismo tiempo generando
espacios de ejercitación de los contenidos de los diferentes ejes del Diseño Curricular.
Por supuesto, los proyectos son factibles de ir siendo modificados en función de la
permanencia del niño en el hospital o su concurrencia al mismo.
Bibliografía: Diseño Curricular para la Escuela Primaria, GCBA.
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