Cumplimiento de la cuota de contratación de personas con discapacidad Por: Cynthia Cuba, Director, IES & Labor Services, de KPMG en Perú Febrero 2016 Las normas que actualmente regulan la contratación de personas con discapacidad no tienen corta data: la Ley General de la Persona con Discapacidad N° 29973 entró en vigencia el 25 de diciembre de 2012, y su Reglamento, contenido en el Decreto Supremo N° 002-2014-MIMP, el 9 de abril de 2014. No obstante ello, la pregunta que nos hacemos es si, ya entrados en el año 2016, estamos en condiciones de cumplirlas: (i) Cuota de empleo para trabajadores con discapacidad; y (ii) Realización de ajustes razonables en el puesto de trabajo para el desarrollo de las labores de los trabajadores con discapacidad. En cuanto a la obligación relativa a la cuota de empleo (3%), como sabemos, involucra a aquellas empresas privadas que cuenten con 50 o más trabajadores. Para el cálculo, las normas disponen que se debe tener en cuenta lo siguiente: Período anual Determinación de cantidad de trabajadores Ente el 1 de enero y el 31 de diciembre. El trabajador que laboró durante todo el período anual equivale a 1. El trabajador que laboró por fracciones de año, equivale a tantos dozavos como meses laboró y a tantos treintavos como días. En caso de suplencia, los períodos del titular y del suplente se computan según la fracción correspondiente. A modo de ejemplo, tenemos lo siguiente: Año 2015 No obligada Obligada Número de trabajadores: 55 Número de trabajadores: 55 48 han laborado los 12 meses. 38 han laborado los 12 meses. 4 han laborado entre enero y 11 han laborado entre enero y noviembre. noviembre. 3 han laborado durante 26 días en 6 han laborado durante 26 días en julio. julio. Cálculo de la cuota: 38 x 1 = 38 11 x 11/12 = 10.08 6 x 26/360 = 0.43 Cálculo de la cuota: 48 x 1 = 48 4 x 11/12 = 3.67 3 x 26/360 = 0.22 Suma Total: 51.89 trabajadores durante Suma Total: 48.51 trabajadores durante todo el año 2015. Cuota = 1.56 (2 todo el año 2015. trabajadores) de empleo para la empresa X es de 2 trabajadores. Por otro lado, en cuanto a los ajustes razonables, éstos podrían consistir en cambios en el espacio físico, provisión de ayudas técnicas, servicios de apoyo, adaptación de herramientas de trabajo, ajustes en la organización del trabajo y horarios en función de las necesidades del trabajador con discapacidad, programas de entrenamiento, actualización laboral y programas de ascenso. A este respecto, con la finalidad de fomentar esta práctica, los empleadores generadores de renta de tercera categoría tendrán un crédito contra el impuesto a la renta equivalente al 50% de los gastos por ajustes razonables, siempre que estos se devenguen en el mismo ejercicio y se encuentren debidamente sustentados mediante comprobantes de pago. El importe de este crédito no puede exceder a la cifra que resulte de multiplicar el factor 0,73 por la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) y por el número de trabajadores con discapacidad. Finalmente, en cuanto a las infracciones y sus sanciones, está previsto en estas normas que su incumplimiento califica como una infracción laboral muy grave, sancionable con multas de entre 10 y 20 UIT. Al respecto, según la Resolución Ministerial N° 107-2015TR, a partir del mes de enero de 2016, la SUNAFIL iniciaría la verificación del cumplimiento de la cuota de empleo observando la información declarada en la Planilla Electrónica del año 2015. De ser el caso, emitirá un requerimiento para que aquellos empleadores que no hayan cumplido con la cuota (debido a aspectos formales) subsanen la omisión en un plazo de 10 días hábiles. En caso de no subsanar, la SUNAFIL extenderá un acta de infracción por incumplimiento de la cuota de empleo y otorgará al empleador un plazo de 15 días hábiles para presentar sus descargos. Estos podrán ser estimados en dos supuestos: (i) cuando no se hayan generado nuevos puestos de trabajo o vacantes por cubrir en el año; y (ii) cuando, a pesar de haberse generado vacantes en el año, concurran las siguientes circunstancias: Existan razones de carácter técnico o de riesgo vinculadas al puesto de trabajo que motiven una especial dificultad para incorporar trabajadores con discapacidad en la empresa. Haber ofertado los puestos de trabajo en la Bolsa de Trabajo, sin lograr ser cubiertos. Haber omitido todo requisito que constituya una exigencia discriminatoria contra las personas con discapacidad; y, Haber garantizado que los procesos de evaluación específicos permitan la efectiva participación de las personas con discapacidad que postulen.