LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Índice:

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LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
Índice:
Introducción El origen de la guerra Pág. 1 y 2
Desarrollo: El despertar de los cañones. Pág. 3
Guerra relámpago contra Polonia Pág 4
Ocupación de Dinamarca y Noruega
Ofensiva en el Oeste
La batalla de Inglaterra
Intervención en los Balcanes, el Mediterráneo y
África
Guerra en el Este
El Pacífico en llamas
Pearl Harbor y la intervención estadounidense
Desembarco en Normandía
La caída de Berlín
Capitulación del Japón
Conclusión: Pág.
Glosario Pag.
Bibliografía Pág.
Introducción
Hace 65 años que el mundo tuvo una de las más mortíferas, encarnizadas y extensas guerras de su historia.
Más de sesenta y cinco millones de muertos −casi cuatro veces la población chilena− fue el precio de aquella
lucha implacable, en la que la humanidad se jugó su destino en una increíble serie de destrucciones.
Se tratará de reconstituir, en pocas páginas, la tragedia que se abatió sobre nuestro planeta desde la invasión
de Polonia, en septiembre de 1939, hasta la capitulación japonesa, en agosto de 1945, por culpa de la locura
de un hombre: Adolfo Hitler.
Esta fue un conflicto en el que participaron dos bloques. Por un lado, el Eje, constituido por Alemania, Italia y
Japón, y por el otro, los aliados, constituidos principalmente por Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Canadá
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y Australia. Sin embargo, ésta fue una guerra que afectó a todo el mundo, donde incluso países pequeños
como el nuestro, se vieron involucrados.
Asimismo, este conflicto cambió el concepto que se tenía de una guerra hasta pocos años antes. Ya las guerras
no serían de trincheras o de caballería. En esta comenzarían a utilizarse mortíferos ingenios destructivos,
donde los submarinos, tanques y aviación tendrían una vital importancia, además de otros tales como las
bombas voladoras V1 y V2, para finalizarla, utilizando la más cruel de todas, la mortífera bomba atómica.
También este conflicto cambiaría los mapas geográficos y se pasaría a una división conocida como la Guerra
Fría, en la que las dos mayores potencias se disputarían la supremacía del poder. Esto fue lo que sucedió entre
Estados Unidos y la Unión Soviética
El origen de la Guerra
El día 11 de noviembre de 1918, Alemania firma el tratado de Versalles, en que se pone fin a una guerra que
había comenzado en 1914. Con el triunfo de las potencias aliadas, concluía una guerra que con posterioridad
sería llamada Primera Guerra Mundial.
Poco tiempo después, septiembre de 1919, en una cervecería, un grupo de individuos con veleidades políticas
funda un partido como tantos otros: el Partido Obrero Alemán. Entre ellos se encontraba un joven cabo
austriaco, llamado Adolf Hitler.
En una Alemania humillada, desgarrada por este tratado, reducida a la miseria por las crisis económicas y la
inflación, el joven cabo se abre camino.
En 1923, un mal organizado golpe de estado establecido por sus partidarios fracasa en Baviera. Condenado a
prisión, allí escribe MEIN KAMPF, libro que llegará a ser el evangelio del nazismo.
Cuando es puesto en libertad, organiza su partido, crea un programa de trabajo y arma su propia fuerza
armada.
En 1930, su partido tiene ya 107 diputados. Logra atraer el apoyo de los militares, de los políticos de derecha
y de los hombres de negocio.
Rápidamente logra un gran triunfo el 30 de enero de 1933, cuando el anciano presidente Hindemburg lo
nombra canciller. No transcurre un mes cuando el Reichstag − último baluarte de la democracia− , se
derramaba entre las llamas. Hitler acusa del incendio a los comunistas y se hace conceder poderes
extraordinarios. Se establece la dictadura.
El 14 de octubre de 1933 Alemania se retira de la conferencia general de desarme en Ginebra. Una semana
después abandona la sociedad de las naciones.
Ningún país reacciona.
En Marzo de 1935 es restablecido el servicio militar. Se forma un ejército de más de 500.000 hombres.
Surge la fuerza aérea, la temida Luftwaffe.
El año 1936 Renania es reocupada por tropas alemanas, violando el pacto de Locarno de 1925.
Bajo el grito de −un pueblo, un país, un jefe− logra unir al pueblo alemán.
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Entre los años 1936−1937 colabora con la Luftwaffe apoyando a Francisco Franco durante la guerra civil
española, tomando parte en las batallas de Madrid, Bilbao, Santander, Brunete, Teruel, las batallas del Ebro,
de Cataluña, de Barcelona y de Valencia. Este es el periodo en el cual prueba nuevas armas y tácticas de
guerra.
El 12 de Marzo de 1938, tropas alemanas invaden Austria.
Sin perder ni un solo soldado, Hitler había conseguido sus propósitos. La vecina Checoslovaquia estaba
cercada por tres lados.
El 30 de septiembre del mismo año, Checoslovaquia es obligada a ceder los Sudetes a Alemania.
Entre el 15 y 16 de marzo de 1939 Alemania invade Checoslovaquia
EL DESPERTAR DE LOS CAÑONES
El año 1938 − proclama Hitler en el mensaje de año nuevo que dirige al pueblo alemán el 1 de enero de
1939− ha sido el más rico en acontecimientos en la historia de nuestro país
Estos acontecimientos han tendido a un fin único: la reunión, en el centro de Europa, de setenta y seis
millones y medio de alemanes formando un bloque étnico y una comunidad política. En el transcurso de unos
meses la población del Reich se ha incrementado con 10.400.000 habitantes y su territorio ha aumentado en
112.935 kilómetros cuadrados.
La unión de Austria y después la de los Sudetes al Reich, ha representado el triunfo de una idea, la del
derecho de los pueblos a disponer de sí mismos. Este era el principio que Francia, Inglaterra y los Estados
Unidos habían establecido en 1918 como uno de los objetivos de la guerra; pero que en las gestiones de paz
había sido arrumbado definitivamente. Veinte años más tarde, Adolfo Hitler lo hace suyo, explotándolo a
fondo, y esto le va a permitir conseguir ventajas inmensas, sin recurrir a las armas.
Las reivindicaciones alemanas triunfaron por diversos factores; ante todo, por la utilización de la fuerza.
(Alemania jamás habría podido conseguirlas estando desarmada.) A esto se añade el hecho de que Hitler
hablase a nombre de 80 millones de alemanes, cuya unidad moral estaba muy en alto, y finalmente, al rápido
desarrollo de su aviación, la más poderosa de la época, que representó un papel decisivo como elemento
intimidador que obligó a Francia e Inglaterra a hacerle concesiones que jamás habrían hecho si el equilibrio de
fuerzas no les hubiera sido tan desfavorable.
Durante ese tiempo las fábricas trabajan a pleno rendimiento. El nivel de vida de la población sube.
Desaparece la cesantía, se prolongan las carreteras y el país disfruta de una prosperidad desconocida desde
1914. Las ciudades obreras se multiplican. Hitler ha dado a una enormidad de arquitectos la orden de proceder
a un gigantesco programa de construcciones monumentales como por ejemplo, una sala de congresos para
60.000 delegados y un estadio para 500.000 espectadores sentados.
Un plan de cuatro años, que orienta y coordina todas las actividades de la industria alemana, recibe un nuevo
impulso. Todos los ciudadanos alemanes, sin distinción de edad ni sexo, que no estén ya empleados en
jornadas completas, deben dedicar varias horas al día a las empresas de interés nacional. Se multiplican las
manufacturas de guerra, el almacenaje de materias primas y la requisa de material móvil. Poco a poco toda
Alemania se transforma en un campo atrincherado.
Guerra relámpago contra Polonia
Al amanecer del día 1 de septiembre de 1939, Alemania, cruzando la frontera polaca, desencadenó una
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tempestad sobre Europa y el mundo entero: Hitler, sin darse totalmente cuenta de ello, acababa de provocar la
segunda guerra mundial. Su primera víctima fue Polonia.
El plan blanco, minuciosamente preparado por el estado mayor del Führer desde abril, y cuya ejecución había
sido fijada para el día 1 de septiembre, entraba en acción al mismo tiempo que la Wehrmacht invadía Polonia
y que la aviación alemana se encarnizaba con las más importantes ciudades del país, bombardeándolas y
ametrallando a la población civil. Después de haber conquistado Austria y Checoslovaquia sin haber
disparado un solo tiro, el Reich se lanzaba a una gigantesca marcha hacia el este. Pero la Polonia de 1939 ya
no era el reino aislado y dividido que se habían repartido, en el transcurso de los siglos, los prusianos, los
austriacos y los rusos. Desde 1921 Polonia estaba ligada por varios tratados de ayuda mutua y de no agresión
con las naciones vecinas o amigas. Las firmas de Francia y de la Unión Soviética parecían garantizar a la
Republica polaca que no sufriría un ataque procedente de su tradicional enemigo germánico.
El puerto de Danzing era la única salida al mar que tenía Polonia antes de la construcción de Gdynia. Danzing
era una ciudad poblada casi en su mayoría por alemanes. El Tratado de Versalles había hecho de ésta una
ciudad libre, con un estatuto político particular, pero unida a Polonia por convenios postales, aduaneros y
marítimos. Pero Hitler no podía soportar la afrenta de ver que cerca de 300.000 danziqueses estaban
sometidos a la dominación de los eslavos que tanto despreciaba. Por ello es que a partir de 1936, la influencia
alemana se hizo más fuerte en Danzing. Derogada la constitución democrática, disueltos los partidos políticos,
la ciudad libre queda prácticamente bajo el control del Partido nazi, en noviembre de 1938.
En Moscú, el 23 de agosto, se firma un pacto de no agresión entre Alemania y la Unión Soviética, por diez
años. Unas cláusulas secretas− conocidas posteriormente− preveían un reparto de Polonia como precio de la
neutralidad soviética. Hitler, por su parte, reconocía a la U.R.S.S derechos sobre Finlandia, Estonia y Letonia.
De esta manera, el demonio marxista de la víspera se convertía en el aliado de hoy. Ese mismo día, Francia
moviliza a sus reservistas; en Polonia, el gobierno toma medidas militares preventivas. El día 25, a toda prisa,
se firma un tratado de ayuda mutua entre Gran Bretaña y Polonia. A pesar de las ofertas de los buenos oficios
de conciliación que hicieron el rey de Bélgica y la reina de Holanda, de los llamamientos a la conciliación
hechos por el presidente Rooselvelt y el Papa Pío Xll, Hitler no modifica en nada su línea de conducta. La
reincorporación de Danzing al Reich se efectuará cueste lo que cueste, había proclamado un mes antes. En
consecuencia, Hitler precipita las cosas. Así es como a las cinco de la mañana del 1 de septiembre de 1939,
Polonia es invadida.
En menos de un mes Polonia fue aplastada. El 6 de septiembre cae Cracovia; Varsovia es tomada el 27 y al
día siguiente, los restos de ejército polaco capitulan en Modlin. El 17 de septiembre la Unión Soviética, de
acuerdo con Alemania, invade a su vez Polonia con el propósito de proteger a los ucranianos y a los rusos
blancos. El día 19 el ejército ruso realiza su conjunción con la Wehrmacht. A los dos aliados ya no les queda
más que repartirse los despojos. Una vez más, Polonia desaparece del mapa de Europa.
Para el pueblo polaco iba a empezar una larga noche. Hans Frank fue nombrado gobernador general. Al
hacerse cargo de sus funciones declaró: Los polacos serán los esclavos del Reich alemán. A fin de eliminar
cualquier posibilidad de resistencia efectiva, lo primero que hizo fue eliminar a la elite intelectual del país:
profesores, sacerdotes y nobles desaparecieron por millares. La caza de judíos empezó apenas terminada la
lucha, y el 21 de febrero de 1940 dieron comienzo los trabajos para transformar a Auschwitz, pequeña ciudad
de 12.000 habitantes, en un campo de concentración.
Apenas terminado el reparto de Polonia, la Unión Soviética se vuelve hacia Estonia, Letonia y Lituania, y
posteriormente invade Finlandia.
Ocupación de Dinamarca y Noruega
Para asegurar a la industria alemana el suministro de mineral de hierro de Escandinavia, Hitler ordena
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ocupar Dinamarca e invadir las costas de Noruega. Los contingentes franco−británicos desembarcados en
Narvik no consiguen mantenerse en su puesto. La Marina de Guerra alemana dispone ahora de valiosos
puertos para la salida o abastecimiento de sus navíos, incluidos los temidos submarinos que operaban en el
Atlántico contra intereses y abastecimientos británicos.
Ofensiva en el Oeste
El 10 de mayo de 1940 empieza un violento ataque alemán desde la frontera holandesa hasta Alsacia. A
partir del 15 de mayo, la resistencia holandesa es aplastada. En Bélgica, los blindados aliados resisten
difícilmente a los tanques alemanes, mucho más numerosos.
En el extremo Norte de la defensiva Línea Maginot, las divisiones acorazadas alemanas irrumpen, y abren
una brecha de 100 km de ancho en el frente francés; remontando hacia el norte, , atacan por la retaguardia, en
Bélgica, a las tropas aliadas, que, por Dunkerque, son evacuadas a Inglaterra. El 4 de junio la operación estaba
terminada.
En el norte de Francia, son impotentes para detener la embestida de las tropas motorizadas alemanas. La
aviación alemana ametralla las carreteras repletas de civiles y militares, que huyen ante el enemigo.
El 10 de junio, Italia declara la guerra a Francia,y el 14 de junio los alemanes entran en París. Desde
Londres, el 18 de junio, el general De Gaulle pide a todos los franceses que se unan a él para continuar la
lucha al lado de Gran Bretaña.
La batalla de Inglaterra
Dueño de Noruega, Holanda, Bélgica y Francia, Hitler prepara la invasión de Inglaterra: su aviación se
empeña en la conquista del dominio del aire con vistas a un desembarco de tropas. A partir del 8 de agosto,
una enconada batalla aérea se inicia sobre el cielo inglés: cada día, varios centenares de aviones bombardean
la costa inglesa y la desembocadura del Támesis, Londres y las principales ciudades industriales.
Más de dos millones de inmuebles fueron destruidos o dañados. Pero la aviación de caza inglesa, aunque
inferior en número, causa pérdidas enormes a los bombarderos alemanes: más de 2.000 son destruidos. A
principios de octubre, perdida la "Batalla de Inglaterra", Hitler pospone su proyecto de invasión
indefinidamente.
Intervención en los Balcanes, el Mediterráneo y África
Italia lanza desde sus bases en Albania un ataque contra Grecia. Los griegos no solo repelen la invasión sino
que contraatacan e incluso se internan profundamente en territorio albanés. El ataque italiano a Grecia es el
pretexto que necesita Gran Bretaña para mandar un cuerpo expedicionario a Grecia y comenzar a operar en el
Mediterráneo. La aventura italiana se salda con un completo fracaso.
Hitler se ve abocado a socorrer a su aliado. El 2 de marzo de 1941, sus tropas entran en Bulgaria; del 6 a 13
de abril se apoderan de las ciudades de Yugoslavia, se lanzan luego contra Grecia, que sólo puede resistir
algunos días, y ocupan la isla de Creta.
Italia ataca desde sus posesiones en Eritrea a la Somalia Británica. Aunque en un primer momento el ataque
italiano se salda de forma favorable a Mussolini, los ingleses se reorganizan y comienzan un contraataque.
Los británicos son menos numerosos pero están mejor equipados, comandados y mantienen alta la moral. En
poco tiempo han destruido o capturado a la mayor parte del ejército italiano de África.
Hitler debe de nuevo ayudar a su aliado y manda a Libia el Cuerpo de Ejército.África Alemán, al mando del
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General Rommel, para intervenir al lado de los italianos; en junio de 1941 Rommel ha dado un vuelco a la
situación y se halla en las fronteras de Egipto, y sus aviones bombardean Malta, Alejandría y Suez. El
objetivo es El Cairo y el canal de Suez.
Los navíos británicos (apoyados por el contingente de la Francia Libre), impedirán finalmente que el Afrika
Korps se apodere de Egipto y del canal y les obligará a retroceder hasta Tunicia.
Guerra en el Este
Al mismo tiempo, Hitler emprende la invasión de la URSS. A pesar del pacto de no−agresión, el 22 de
Junio de 1941, un ejército numeroso y poderosamente equipado franquea las fronteras de la URSS, avanza
hasta Leningrado, que es sitiado, llega a las puertas de Moscú, ocupa Kiev, Jarkov y la cuenca del Donets.
Pero el ejército ruso (con recursos humanos casi inagotables) no es aniquilado, y el invierno, de un rigor
excepcional, paraliza las operaciones alemanas. Se repetía lo sucedido con Napoleón.
Se reemprenden las operaciones a comienzos del verano de 1942; están jalonadas por la conquista de la
región de los pozos de petróleo, en las proximidades del Cáucaso. Sin embargo, las tropas alemanas no
consiguen adueñarse de Stalingrado antes del invierno.
La ciudad será objeto de una lucha encarnizada, que terminará el 2 de febrero de 1943. A partir de este
momento, lentamente, el ejército ruso, superior en hombres, pasa a la ofensiva arrollando al ejército alemán.
Los alemanes, aunque mejor dirigidos, se ven superados por un enemigo que los supera en una proporción de
cinco a uno.
En la primavera de 1944 se ha liberado casi todo el territorio de la URSS; luego penetran en Finlandia, que
ha tomado las armas de nuevo, en Polonia y en Rumania.
El Pacífico en llamas
Mientras se desarrollan estas operaciones en Europa, Japón prosigue la conquista de China, y envía tropas a
Indochina.
Previendo la oposición de Estados Unidos a su política de dominación de Asia, bombardea y echa a pique,
por sorpresa y traicioneramente, a más de la mitad de la flota norteamericana anclada en Pearl Harbor, en las
islas Hawai (7 de diciembre de 1941), y ocupa en pocas semanas Hong Kong, Singapur, Siam, Birmania, las
islas Filipinas, una parte de las Indias Neerlandesas y amenaza a Australia. En marzo de 1942, el avance
japonés es bloqueado en una batalla aeronaval en el mar del Coral, donde sufre importantes pérdidas. Puesto
que Estados Unidos, después de Pearl Harbor, ha declarado inmediatamente la guerra a Japón, sus aliados
Alemania e Italia declaran asimismo la guerra a Estados Unidos.
Intervención estadounidense
Desde entonces, los norteamericanos ponen al servicio de la guerra contra las potencias del Eje su enorme
potencial industrial y económico, así como un ejército numeroso y poderosamente equipado. Suministran
material a sus aliados y en especial a la URSS.
Sus bombarderos gigantes, con bases en Gran Bretaña, emprenden la destrucción sistemática de fábricas,
vías férreas y centros vitales del enemigo en Alemania, Francia e Italia. Una dura batalla se entabla contra los
submarinos alemanes, que surcan el Atlántico y los mares de Europa, y desde el otoño de 1942 los aliados
ganan esta batalla de las comunicaciones.
El 8 de noviembre de 1942, importantes contingentes desembarcan en Africa del Norte; con la ayuda de las
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tropas francesas, expulsan a los alemanes de Túnez, cuya liberación tiene lugar en mayo de 1943 .
En julio desembarcan en Sicilia y, de allí, pasan a la Italia meridional. Mussolini es detenido, y el mariscal
Badoglio firma la capitulación italiana el 3 de septiembre. Sin embargo, los alemanes son todavía dueños de
Roma y de toda la Italia central y septentrional, donde Mussolini, liberado por los nazis, proclama la república
y sigue la lucha.
Durante todo este período se han organizado movimientos de resistencia en los países ocupados, con
unidades de combate que intervienen contra los grupos enemigos aislados y aseguran el servicio de
información para los aliados.
El desembarco de Normandía
El 6 de junio de 1944, bajo la dirección del general norteamericano Eisenhower, jefe de los ejércitos
aliados, se efectúa un desembarco en las playas de Normandía. Se abre así el reiteradamente pedido "segundo
frente" en Europa.
La acción de los grupos de Resistencia en el interior de Francia retrasa considerablemente la llegada de los
refuerzos alemanes; se establece una sólida cabeza de puente y los ejércitos aliados emprenden la liberación
de Normandía y del oeste de Francia.
El 25 de agosto, París es liberado; el 1 de octubre, los aliados han alcanzado la frontera alemana de Bélgica
y Holanda. Durante este tiempo, Hitler, que, el 20 de julio de 1944 se ha salvado de un atentado contra su
persona, emplea contra Inglaterra una nueva arma: las bombas volantes V1 y V2. La eficacia real de estas
armas en relación con su coste fue mínima. Para estas fechas, la otrora triunfante y orgullosa Luftwaffe
alemana ha sido prácticamente borrada de los cielos europeos.
El asalto al Reich. La caída de Berlín
Las tropas alemanas siguen por todas partes batiéndose con fanático encarnizamiento; en diciembre de 1944
lanzan una última ofensiva en un intento de recuperar la iniciativa en el Oeste. El avance alemán es reprimido
con gran dificultad por los norteamericanos, hasta ser definitivamente detenido en febrero de 1945 gracias en
gran parte a su aplastante superioridad aérea.
Entonces los ejércitos aliados franquean el Rhin y se dirigen al encuentro del ejército soviético. Desde el
Este, los soviéticos aplastan toda resistencia alemana. Se combate ya en el propio territorio del Reich. Hitler
da orden de resistir fanáticamente hasta el último cartucho. Se movilizan para la lucha a niños y ancianos.
El 30 de abril de 1945, Hitler se suicida en su búnker en Berlín, invadido por las tropas rusas. El 7 de mayo
en Reims, y al día siguiente en Berlín, generales alemanes firman la capitulación sin condiciones de todos los
ejércitos del Reich Alemán.
Fin de la Guerra en el Pacífico
Pero la guerra aún continuaba en el Pacífico. El 6 de agosto, un bombardero estadounidense arroja sobre
Hiroshima la primera bomba atómica de la Historia, que destruye por completo la ciudad y se lleva la vida de
250.000 seres humanos. El 9 de agosto, se arroja una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. El 14 de agosto
de 1945, el gobierno japonés se rinde incondicionalmente.
Consideraciones finales
Aunque estaba claro desde mediados de 1942 que Alemania perdería la guerra al no poder soportar tantos
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frentes abiertos, la obstinación de Hitler y el fanatismo y fé en el Führer de sus partidarios abocaron a
Alemania y al resto del mundo a una catástrofe humana y material de increíbles proporciones.
Se estima que la guerra costó la vida a mas 60 millones de seres humanos. Las pérdidas más considerables
fueron sufridas por la Unión Soviética (19 millones), Alemania (6 millones) y Japón (3 millones). Además,
muchísimas ciudades y pueblos enteros, de Europa y Japón principalmente, quedaron reducidos a montones
de ruinas.
Glosario
.− Fascismo
Movimiento político italiano, fundado por Benito Mussolini en 1919. Surgido en una época de inestabilidad
política y de crisis económica, el fascismo tuvo, en sus primeros momentos, un carácter de movimiento
revolucionario y social. Pero pronto fue orientándose hacia una política nacionalista y conservadora. En
1922, la marcha sobre Roma llevó a Mussolini al poder. Era el fin de la democracia en el país. Los grupos
fascistas se transformaron en milicias regulares sostenidas por el Estado.
En enero de 1925 se estableció una verdadera dictadura:
En el exterior emprendió una política audaz que, tras la aventura de la conquista de Abisinia, desembocó
con la entrada de Italia en la Segunda Guerra Mundial, al lado de Alemania. Durante la contienda, Mussolini
fue depuesto y asesinado. Italia fue derrotada; el gobierno fascista cayó en 1943.
De la doctrina fascista italiana se derivaron otros movimientos europeos de parecido signo: el falangismo
español y hasta, en cierta medida, el nacionalsocialismo alemán.
.− Nazismo
El Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista fue fundado en el año 1919.
Muy pronto Hitler lo transformó en un partido de masas, dotado de una sólida organización cuyas unidades
de choque, de carácter paramilitar, formaban el núcleo principal.
La crisis económica y el paro obrero que conllevó le proporcionaron nuevas ocasiones de éxito, que explotó
haciendo una delirante propaganda contra el comunismo y la democracia parlamentaria.
La complicidad de los grupos conservadores le abrió el camino del poder. Llamado a la cancillería, en
1933, por el presidente Hindenburg, Hitler liquidó la democracia, prohibió todos los partidos a excepción del
nazi, y más tarde reforzó su posición personal haciendo ejecutar a los que se le oponían en el seno de su
propio partido.
A la muerte de Hindenburg, desempeñó al mismo tiempo las funciones de canciller y de presidente. Hitler
se constituyó a partir de entonces en el Führer (caudillo) de Alemania, posición que mantuvo hasta la victoria
Aliada de 1945, que significó la disolución y la prohibición del partido nazi.
La ideología nacionalsocialista, muy parecida al fascismo, se caracterizó por el antiintelectualismo y la
entronización de mitos, elaborados y mantenidos conscientemente, como el de la vocación de los pueblos
germánicos a la dominación universal en virtud de su superioridad racial.
Esto justificaba, según sus postulados, la violencia, la guerra y el genocidio, principalmente en el caso de
los judíos y gitanos cuya exterminación total intentaron los nazis. Se estima que en el Holocausto nazi
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perecieron unos seis millones de judíos.
Bibliografía
Shirer, Williams L. −El Tercer Reich, desde sus orígenes a su caída.
Ediciones Stock, Barcelona, 1959−1960
Bataglia, Roberto La Segunda Guerra Mundial
Editorial Riuniti, Roma, 1960
Carrel, Paul Operación Barbaroja
Ed. Argos, Barcelona, 1964
Varios Autores Gran Crónica de la Segunda Guerra Mundial
Selecciones del Reader¨s Digest, Mexico, 1965
9
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