N° 160

Anuncio
Cámara de Apelación en lo Penal
-Sala Tercera-
Nº 160 Tº13
Fº 335
A C U E R D O: En la ciudad de Rosario, a los
13 días del mes de mayo
de Dos Mil Diez, se reúnen en Acuerdo los Señores
Vocales de la Sala Tercera de la Cámara de Apelación en lo Penal, con el fin de dictar
sentencia definitiva en el proceso seguido a C.M.G., argentino, casado, con instrucción,
ex combatiente de Malvinas, nacido en Las Garcitas (Chaco), el 26 de abril de 1962,
hijo de Francisco Ávalos y de Anacleta G., con domicilio en Pje. 2007 Nº3120 de
Rosario, D.N.I. Nº14.834.906, Planilla Prontuarial Nº1.482.025 Sec. I.G. de la U.R. IIRosario, por la comisión del delito de HOMICIDIO CULPOSO, hecho ocurrido en
Rosario (Arijón y Avda. Francia) el 12 de noviembre de 2005, resultando víctima
Emanuel Vecchio; en causa Nº1239/2005 (registro del Juzgado en lo Penal de
Instrucción Nº6); Nº94/2006 (registro del Juzgado en lo Penal de Sentencia Nº2) y
Nº1928/2009 (registro de la Cámara de Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario).Estudiado los autos, se plantearon las siguientes
cuestiones a resolver:
Primera cuestión: ¿Es justa la sentencia
apelada?
Segunda cuestión: ¿Qué pronunciamiento
corresponde dictar en definitiva?
Practicado el sorteo de ley, resultó el siguiente
orden de votación. Señores Vocales Doctores Elena Ramón, Otto Hugo Crippa
García y Ramón Teodoro Ríos.A la primera cuestión la Vocal Dra. Ramón dijo:
Mediante sentencia Nº172 del 25 de junio de 2009,
dictada por el Señor Juez en lo Penal de Sentencia Nº2, Dr. Antonio S. Ramos, se
condenó a C.M.G., como autor penalmente responsable del delito de Homicidio
Culposo, a las penas de Cinco años de prisión, accesorias legales y costas, y Diez años
de Inhabilitación especial para la tenencia de armas de fuego, haciendo lugar a la
demanda civil instaurada, fallo apelado por la Defensa, recurso al que adhiere el
Ministerio Fiscal.A fs. 373/7, el Señor Defensor, Dr. Carlos F.
Scalcione Fernández, circunscribe los agravios a las penas impuestas, peticionando se
reduzcan al mínimo legal y se deje en suspenso el cumplimiento de la pena privativa de
la libertad, atento lo dispuesto por el art. 26 del Código Penal. Aduce, en lo que
concierne a la personalidad moral del imputado, que su pupilo es veterano de guerra,
que como conscripto integrante del Batallón de Infantería de Marina fue herido en
combate, haciéndose merecedor de la medalla de honor al valor; que la ciudad de
Rosario lo declaró “ciudadano distinguido”; que desde hace años realiza tareas
comunitarias y solidarias que consisten en la preparación de comida que luego se reparte
en distintos sectores de la ciudad y que carece totalmente de antecedentes penales, tiene
constituida una familia armónica y mantiene excelente relación con sus vecinos.
Manifiesta que los fines de la pena estarían cumplidos y el encierro efectivo no se
presenta en el caso como la solución más aconsejable. Acompaña documentación y
solicita se revoque parcialmente la sentencia recurrida.A fs. 386/8, la Señora Fiscal de Cámaras
subrogante, Dra. Cristina Rubiolo, adhiere al recurso de apelación únicamente con
relación a la calificación legal, atento a que estima se obvió la agravante genérica del
art. 41 bis del Código Penal, cuestión que se relaciona directamente con los agravios de
la Defensa, debido a la escala penal resultante. Señala que la Defensa nada menciona
sobre el hecho que la “imprudencia” de su pupilo costó la vida a un joven menor de
edad, quien careció de oportunidad alguna en tanto G. tuvo un juicio conforme a
Derecho y se llegó al fallo que, por la duda y no por convicción, definió su accionar
como culposo y no doloso eventual, por la contradicción entre las pericias realizadas.
Solicita se confirme la sentencia, con la modificación en cuanto a la calificación legal
requerida.-
Pág. 1
Cámara de Apelación en lo Penal
-Sala Tercera-
A fs. 392/3, la Defensa se opone a la pretensión de
la actora penal.Oído el actor civil (fs. 399), queda la causa en
estado de ser resuelta.En primer término, he de analizar los agravios de
la actora penal, habida cuenta de su incidencia en la escala penal resultante.Conforme lo sostuviera in re “FRUTO, Ramón
Norberto s/Homicidio Culposo agravado por el empleo de arma de fuego”, Expte.
1175/2005, en mi opinión la agravante prevista por el art. 41 bis del Código Penal no es
aplicable al Homicidio Culposo.Señalé en el citado precedente que “La agravante
en estudio supone que el delito se cometa “con violencia o intimidación contra las
personas mediante el empleo de un arma de fuego”, de ahí que “sólo puede aplicarse a
delitos que en su descripción típica incluyan violencia o intimidación sobre las
personas” (Lurati, Carina en Reformas Penales, Coordinado por Edgardo Donna,
Rubinzal Culzoni, pág. 65). Va de suyo que el art. 84 del Código Penal se estructura
sobre la “violación del deber de cuidado” y la violencia o intimidación a que alude el
art. 41 bis no son elementos del tipo.La interpretación que sustento se adecua en mi
estima al voto de la mayoría en el Acuerdo N°10/05 de esta Cámara, en que se
sostuviera que quedan excluidos del ámbito de aplicación del art. 41 bis “los delitos no
dolosos, los delitos dolosos que no exijan violencia o intimidación contra las personas y
los delitos dolosos que ya contemplan como circunstancia agravante el empleo de
armas”.Consecuentemente, considero que no puede ser
favorablemente acogido el recurso del Ministerio Fiscal, por lo que corresponde ingresar
en el análisis de los agravios de la Defensa, circunscriptos a las sanciones y al modo
efectivo de ejecución de la pena privativa de la libertad discernida, que deriva del monto
impuesto.En mi opinión, analizadas las circunstancias del
caso, los testimonios rendidos por los vecinos del imputado que, aunque relacionados
con la cuestión principal, hacen referencia a sus condiciones personales (Stella Maris
Caraballo, fs. 17 y 53, Selva Jerónima Monzón (fs. 18 y 54), el informe ambiental que
luce a fs. 161, el cumplimiento de las reglas impuestas al tiempo de otorgarse por el
Juzgado de Instrucción actuante la sustitución de la prisión preventiva (fs. 134 vto.),
indican la inconveniencia del encierro efectivo, por lo que propongo al acuerdo la
disminución de la pena privativa a la libertad, de modo que permita la ejecución
condicional.En efecto, los argumentos esgrimidos por la
apelante Defensa revisten suficiente contundencia a los fines de fundamentar
debidamente la pena en suspenso peticionada, a lo que cabe añadir, habida cuenta de lo
expresado por la actora penal en la Alzada, en lo referido a que se ha segado la vida de
la víctima, que la causación de la muerte es el núcleo del tipo, para el que se establece
una escala punitiva que admite, dentro del mínimo y máximo establecidos, la selección
de un monto que, de acuerdo con las circunstancias del caso concreto enjuiciado,
permite la ejecución condicional de la pena privativa de la libertad.Por lo expuesto, estimo justo y equitativo
confirmar parcialmente la sentencia en crisis, modificando el monto y modalidad de la
pena privativa de la libertad, que se establece en Tres años de prisión, de ejecución
condicional, imponiendo por el plazo de Dos años reglas de conducta a fijarse en la
instancia de origen.A la misma el Vocal Dr. Crippa García dijo:
Dos son las cuestiones planteadas recursivamente,
ante esta instancia de Alzada, y son las del recurso de la defensa, en cuanto al monto
sancionatorio, y la de la adhesión de la Fiscalía, en cuanto a la agravante del art. 41 bis
Pág. 2
Cámara de Apelación en lo Penal
-Sala Tercera-
del Código Penal, y respecto a ambos temas, mi opinión y criterio difieren del que ha
propuesto mi distinguida colega.Más allá de esos temas, y como mera expresión de
mi criterio que quiero dejar sentado, soy de opinión de que la correcta subsunción legal
a escoger en baja instancia, hubiera pasado por la figura del Homicidio simple, habida
cuenta los testimonios de Herrera y Alarcón, las circunstancias del caso y el informe
pericial primero.Sin embargo, la sentencia ha concluido en otro
sentido, y esa reconstrucción histórica, del hecho que tuvo resultado letal para una vida
joven aún que estuviera cometiendo un delito, no puede ser atacada en lo formal, ante la
falta de agravio por parte de la Fiscalía, que no recurre y que solo adhiere a la calificante
por aplicación del art. 41 bis del Código Penal, por lo que debo referirme o limitarme a
ello.Y como decía antes, soy de una opinión distinta a
la del voto de la preopinante. No es que no acepte que como principio parecería que los
delitos culposos no pueden ser agravados por la norma indicada, puesto que no aparece
viable una intimidación o violencia; pero es del caso, que en el suceso que ha dado
origen, el imputado ha tomado el arma, la ha cargado, ha disparado una vez, que él dice,
al aire y ha vuelto a cargar y martillar el revolver para disparar nuevamente al salir; y si
ha hecho ello, es porque o trataba de disparar contra la persona o personas que él
menciona le estaban sustrayendo cosas, o pretendían, y así solamente puede entenderse,
intentaba intimidarlas mediante el uso de arma que preparó para ello, por lo que, si se
debe aceptar que el resultado fue culposo por negligencia, no puede negarse que si no
hubiera cargado el arma, si no la hubiese martillado, nada se hubiese producido aunque
simplemente la hubiera exhibido, pero como disparó el arma, al “caer” y apoyarla en el
piso, solo puede causarse el resultado si se tenía y llevaba justamente preparada para
tirar e intimidar, o eventualmente matar, y por ello, resulta aplicable la agravante; ya que
el tipo penal no distingue.Finalmente, en lo que hace a la pena, visto, insisto,
el resultado fatal, pero también que el elemento ha sido voluntariamente portado y
utilizado, sabiendo de la capacidad y entidad lesiva, y que con ello se ponía en riesgo a
otras personas, lo que implica para tener en cuenta y consideración, el medio empleado,
la extensión del daño y peligro causado y por ende, el reproche de culpabilidad, donde
también cabe considerar las circunstancias de vida porque ha pasado el imputado, me
hacen estimar como justo y adecuado, fijar la sanción en los Tres años de prisión que
propone la Dra. Ramón, aunque de cumplimiento efectivo, manteniendo la
inhabilitación por Diez años respecto al uso de arma, y en tal sentido, emito mi voto.A la misma cuestión el Vocal el Dr. Ríos dijo:
Comparto la opinión de la Vocal Dra. Ramón y por
iguales fundamentos y razones de brevedad, voto en idéntico sentido.A la segunda cuestión los Vocales Dres. Ramón,
Crippa García y Ríos dijo:
Atento el resultado obtenido al votar la cuestión
anterior, corresponde confirmar parcialmente la sentencia en crisis, modificando el
monto y modalidad de la pena privativa de la libertad, que se establece en Tres años de
prisión, de ejecución condicional, imponiendo por el plazo de Dos años reglas de
conducta a fijarse en la instancia de origen.Por tanto, la Sala Tercera (Integrada) de la
Excma. Cámara de Apelación en lo Penal, por mayoría de votos, dicta el siguiente
F A L L O: Confirmando parcialmente la
sentencia impugnada, aunque modificando la pena de prisión, que se establece en
Tres años de tal especie de pena, de ejecución condicional y estableciendo que las
reglas de conducta por el plazo de Dos años deberán fijarse en la instancia de
origen.-
Pág. 3
Cámara de Apelación en lo Penal
-Sala Tercera-
Regúlanse los honorarios del Dr. Carlos
Scalcione Fernández en el 50 % de la suma estipulada por la cuestión penal en
primera instancia, con noticia de la Caja Forense.Insértese, déjese copia, “hágase saber y bajen.(G., C.
M. s/Hom.Culp.”1928/09).-
Pág. 4
Descargar