1 FALLOS DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA RELATORÍA

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“Gral. Martín Miguel de Güemes
Héroe de la Nación Argentina”
FALLOS DE LA CORTE DE JUSTICIA DE SALTA
RELATORÍA CONSTITUCIONAL Y PÚBLICO
TOMO 159
ACCION DE INCONSTITUCIONALIDAD. Legitimación: legislador municipal. Acción de inconstitucionalidad (art.
704 CPCC). Acción popular de inconstitucionalidad (art. 92 Constitución Provincial). Ordenanza Presupuestaria
Municipal nº 13775.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR la acción de inconstitucionalidad interpuesta en autos. Con costas.
DOCTRINA: Conforme la doctrina de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, un miembro de un cuerpo deliberativo
no tendría legitimación activa cuando lo que trae a consideración de un tribunal de justicia es la reedición de un debate
que ha perdido en el seno de ese cuerpo en virtud del juego de mayorías y minorías. De no respetarse este axioma, se
tendría por derrumbado el principio republicano de gobierno, vigente en el ámbito municipal, que exige garantizar la
efectiva división de poderes estatales e implica impedir que un juez se arrogue la facultad de vetar medidas adoptadas
por los concejales municipales, representantes de las mayorías electivas que, a la vez, las decidieron a través del
ejercicio de voto expresamente previsto en las cartas orgánicas de los respectivos municipios y por medio de las
mayorías allí indicadas.
No cabe tampoco admitir la calidad de “ciudadano” para demandar en los términos de la acción popular de
inconstitucionalidad establecida en el art. 92 de la Constitución Provincial ya que ésta tuvo por objeto dotar a los
individuos que no podían, a través de otras vías, canalizar impugnaciones de orden constitucional en contra de normas
de carácter general. No es el caso de los legisladores que, al asumir el mandato otorgado a través de las urnas,
adquirieron ciertas potestades específicas y claramente diferenciadas de las del ciudadano común, validables en un
ámbito y mediante procedimientos también especiales.
El interesado en la declaración de inconstitucionalidad de una norma debe demostrar claramente de qué manera
ésta contradice la Constitución y le causa de ese modo un gravamen, precisando y acreditando fehacientemente el
perjuicio concreto que le origina la aplicación de la disposición que reputa inconstitucional. Si no define con datos
concretos la índole del perjuicio más allá de una apreciación conjetural, resulta insuficiente el planteo en orden a la
procedencia de la acción promovida. (Del voto de los Dres. Garros Martínez, Ferraris, Catalano y Cornejo).
La Constitución Provincial admite la demanda de inconstitucionalidad, es decir, la acción directa encaminada
exclusivamente a conseguir esa declaración (art. 153, II, a, de la Constitución Provincial, y art. 704 del Código
Procesal). La sanción de la Constitución de 1986 vino a ampliar la acción directa, extendiendo la posibilidad de accionar
a cualquier persona, encontrándose contemplada en el actual art. 92 de la Constitución Provincial la acción popular de
inconstitucionalidad, conforme a la reforma de 1998, que dispone que todo habitante puede interponer la acción popular
directa para que se declare la inconstitucionalidad de una norma de alcance general contraria a sus disposiciones. (Del
voto de los Dres. Posadas y Vittar).
Es deber de los tribunales pronunciar sus sentencias atendiendo al estado de cosas existente al momento de
decidir por cuanto no es posible que los jueces resuelvan cuestiones devenidas abstractas o vacías de contenido en el
curso del proceso o para responder a un interés puramente académico.
Atento a que desde que la causa pasó en estado de resolver, perdió vigencia la ordenanza presupuestaria
destinada a regir el ejercicio 2010 y en consecuencia también las autorizaciones por ella conferidas al Departamento
Ejecutivo y al Presidente del Concejo Deliberante a través de los artículos que se impugnan además de que el
presupuesto ha sido ejecutado en base a esas normas, por lo que el planteo se ha tornado abstracto por sustracción de la
materia litigiosa.
Si perjuicio de ello debe ponderarse que no obra constancia alguna de la inexistencia de residuos pasivos del
ejercicio –art. 20 de la ley de contabilidad de la Provincia-, emergentes de los actos perfeccionados en el marco de la
normativa impugnada, concernientes a un amplio espectro de asignaciones de fondos. En efecto, no se aportaron
elementos que permitan descartar que la ejecución de la normativa produzca consecuencias que excedan el término de
un año del ejercicio fiscal y que obliguen definitivamente al municipio, con la consiguiente responsabilidad económica
por los derechos de terceros legalmente adquiridos. Por consiguiente, la materia de la litis en orden a la
inconstitucionalidad del art. 8º (que prescribe la autorización al DEM y a la Presidencia del Concejo Deliberante a
ejecutar la partida 1.3.1. sin necesidad de atender a lo previsto en el art. 18 de la ordenanza 5552), no ha devenido
abstracta ni vacía de contenido.
Corresponde declarar la inconstitucionalidad del art. 8º de la ordenanza nº 13775 que al autorizar al
Departamento Ejecutivo Municipal y a la Presidencia del Concejo Deliberante a ejecutar una partida sin necesidad de
rendir cuentas, se encuentra en pugna con normas constitucionales, como así también con disposiciones de la Carta
Orgánica Municipal, la que de conformidad con lo establecido por el art. 178 de la Constitución de la Provincia de Salta,
regula las vías y procedimientos para asegurar la publicidad de todos los actos de los municipios y la legal y apropiada
inversión de sus recurso. (Del voto de los Dres. Posadas, Vittar y Díaz).
El art. 92 de la Constitución Provincial al habilitar a todo habitante de la Provincia a deducir acción popular
directa para que se declare la inconstitucionalidad de una norma de alcance general contraria a la Constitución, establece
una legitimación activa irrestricta, y corresponde a todas las personas que revistan la calidad de habitante, sin que sea
posible exigir la presencia de un interés o derecho propio, personal y directo en el actor o excluir su legitimación por
revestir el carácter de Concejal del Municipio demandado.
La representación que el rol de concejal implica encuentra su quicio constitucional en el ámbito del Concejo
Deliberante, pero de esto no cabe inferir que por él pueda negársele el carácter de habitante de esta Provincia a los fines
del ejercicio de una acción que no requiere la invocación de representación popular. Una interpretación contraria
ocasionaría una discriminación por razón del cargo que ocupa, sin base en norma alguna. (Del voto del Dr. Díaz).
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TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: RUEDA, ROQUE – ACCIÓN POPULAR DE INCONSTITUC. (Expte. Nº CJS 33.166/10) (Tomo
159: 293/316 – 7/septiembre/2011)
ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD. Reglamento. Reglamentación de una ordenanza declarada
inconstitucional.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DECLARAR la inconstitucionalidad de la resolución nº 237/10 del intendente de la
Municipalidad de la ciudad de General Güemes. Con costas.
DOCTRINA: Resulta inconstitucional la resolución, de naturaleza reglamentaria, que determinó la autoridad de
aplicación, su modalidad de percepción y la graduación de la multa en caso de incumplimiento, de la contribución por el
uso del espacio del dominio público declarado inconstitucional por esta Corte en una causa seguida entre las mismas
partes.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: EMPRESA DE DISTRIBUCIÓN DE ELECTRICIDAD DE SALTA – EDESA S.A. – ACCIÓN DE
INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 33.429/10) (Tomo 159: 465/468 – 20/septiembre/2011)
CADUCIDAD. Caducidad del incidente de caducidad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DECLARAR la caducidad del incidente interpuesto a fs. 150. Con costas.
DOCTRINA: La caducidad de instancia constituye un modo anormal de extinción del proceso que se configura por la
inactividad de las partes durante los plazos establecidos por ley. Tiene su fundamento, desde el punto de vista subjetivo,
en la necesidad de evitar la duración indeterminada de los procesos judiciales.
Respecto de la posibilidad de perención del incidente de caducidad, se ha considerado que si la vía incidental es
susceptible de perimir, no cabe exceptuar de la regla al incidente de caducidad de instancia, máxime tratándose de uno
de carácter suspensivo del procedimiento, que obsta a la prosecución del juicio principal.
Corresponde hacer lugar a la perención del incidente de caducidad su desde el último acto de impulso de éste,
ha transcurrido en exceso el plazo de un mes previsto en el Art. 310 inc. 4º del CPCC.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Catalano, Díaz, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: LÁVAQUE, ESTEBAN DANIEL; LÁVAQUE, NOEMÍ ALEJANDRA; FERNÁNDEZ DE LÁVAQUE,
DOLORES VS. SOCIEDAD PRESTADORA DE AGUAS DE SALTA – PROVINCIA DE SALTA – RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 31.590/08) (Tomo 159: 931/936 – 05/octubre/2011)
EXCUSACIÓN. Art. 17 inc. 7º del CPCC. Magistrados que han concurrido a dictar, como miembros del Tribunal
Electoral, la resolución cuestionada.
CUESTIÓN RESUELTA: I. ACEPTAR las excusaciones formuladas por los Sres. Jueces de Corte Dres. Guillermo
Alberto Posadas, María Cristina Garros Martínez, Sergio Fabián Vittar y Guillermo Félix Díaz a fs. 12, 13, 14 y 27,
respectivamente, para intervenir en autos.
DOCTRINA: Para que exista el debido proceso es menester que el juzgador sea un real tercero en la relación litigiosa.
De tal modo que cuando no está en esa condición, tiene el obvio deber de hacerlo saber a las partes mediante la
excusación, instrumento que la ley proporciona para afirmar la ausencia de su competencia subjetiva. El juez tiene
entonces que apartarse del conocimiento de todo pleito respecto de cuyo objeto o de sus partes no puede actuar con la
plena garantía de imparcialidad e independencia que requiere su actividad jurisdiccional.
La excusación tiende a asegurar una recta administración de justicia y la conducta imparcial e independiente de
los magistrados obligados a actuar objetivamente y con neutralidad, extremos, no obstante, que cabe considerar con la
mayor prudencia, pues debe asegurarse que, en lo posible, se satisfaga la aspiración (art. 18 de la C.N.) de que los juicios
se inicien y culminen ante sus jueces naturales.
La garantía consagrada en el derecho constitucional de ser oído por un tribunal competente e imparcial, prevista
en el art. 8o inc 1o del Pacto de San José de Costa Rica y en el art. 14.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, conduce a interpretar razonablemente las normas relativas a la inhibición de magistrados y funcionarios.
Corresponde hacer lugar a las excusaciones formuladas por los Magistrados basadas en haber dictado –como
miembros del Tribunal Electoral la resolución cuestionada, pues si se ubica a los jueces en la situación de tener que
valorar su propio pronunciamiento, se genera una situación que puede redundar en la afectación de la aludida garantía de
imparcialidad, cuya preservación se debe resguardar en virtud de los señalados preceptos constitucionales y los
derivados de tratados internacionales con tal jerarquía (arts. 18 y 75 inc. 22 de la C.N.).
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Catalano, Cornejo –Jueces de Corte-; Graciela Carlsen, Marcelo Ramón Domínguez,
Liliana Loutayf –Jueces de Cámara llamados a integrar-. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: PARTIDO
CONSERVADOR
POPULAR
Y
OLIVER,
MARCELO
RAÚL
ACCIÓN
POPULAR
DE
INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 34.585/11) (Tomo 159: 937/942 – 07/octubre/2011)
MEDIDA CAUTELAR. Acción de inconstitucionalidad. Ordenanza Tributaria. Contribución por ocupación o
utilización diferenciada de espacio de uso público. Verosimilitud del derecho. Requisitos. Servicio público del gas.
Bloque de legalidad aplicable.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la medida cautelar solicitada en el punto 7 de fs. 114/128 vta. de
autos.
DOCTRINA: (Mayoría) No proceden, por vía de principio, las medidas cautelares contra actos administrativos o
legislativos –tanto provinciales como municipales-, habida cuenta de la presunción de validez que ostentan los actos de
los poderes públicos.
Dicha presunción obliga a una estricta apreciación de las circunstancias del caso, toda vez que a los requisitos
usualmente exigibles para la admisión de una medida cautelar semejante, debe añadirse la concurrencia del peligro
irreparable en la demora, la acreditación de la ilegalidad o irrazonabilidad manifiesta del acto impugnado, y la
consideración ineludible del interés público comprometido.
La concesión de una medida precautoria en el ámbito de la acción de inconstitucionalidad adquiere una
particular configuración que se vincula con la irreparabilidad del perjuicio, a la vez que es necesario que esté
cuidadosamente resguardada la prevalencia del interés público.
La verosimilitud del derecho, en estos casos donde se enfrenta con el principio de ejecutividad de la ley, que a
su vez se basa en su presunción de legitimidad y validez, sólo puede configurarse cuando la fuerza de convicción de los
datos que debe aportar quien pide la suspensión, o el cese de los efectos, desvanezca tal presunción. La sola tacha de
arbitrariedad o ilegitimidad no alcanza en consecuencia para cumplimentar este recaudo, pues será necesario incorporar
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elementos de juicio contundentes que demuestren –en el grado provisorio del juzgamiento precautorio- la colisión de la
norma con el derecho o garantía constitucional invocado; mientras no se desvirtúe esa presunción, no existe la necesaria
verosimilitud que torne viable la prohibición de innovar solicitada.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación en el precedente de Fallos 326: 2653 puntualizo que si bien las
actividades de transporte y distribución de gas natural constituyen un servicio público nacional y, por ende, están sujetas
a su jurisdicción en todo el territorio de la República, el legislador no consideró contraria a esa afirmación, la
subsistencia de las facultades impositivas locales, en tanto y en cuanto no eximió de gravamen alguno a la actividad, a
diferencia de lo que expresamente hizo con otros servicios, tales como el de telecomunicaciones, transporte y
distribución de energía eléctrica; más aún, en el caso del gas incluyó como una de las variables de ajuste de la tarifa a los
impuestos.
Atento que el bloque de legalidad aplicable al servicio público de distribución de gas no permite apreciar a
primera vista la supuesta vulneración de las normas federales y las disposiciones constitucionales que se invocan, como
así tampoco se evidencia de qué manera la contribución impugnada podría afectar la prestación de dicho servicio, ello
impide tener por acreditada la verosimilitud del derecho invocado, como también el peligro en la demora que se vincula
con la irreparabilidad o gravedad del perjuicio, hasta tanto se resuelva sobre la validez constitucional de la ordenanza
atacada.
La nota verdaderamente típica de las providencias cautelares es la de no constituir un fin en sí mismas, sino la
de estar ineludiblemente preordenadas a la emanación de una ulterior providencia definitiva.
No resulta procedente la medida cautelar solicitada en tanto su objeto coincide con el del juicio, por lo cual su
otorgamiento importaría un adelanto sustancial del resultado del proceso sin escuchar a la contraria, con grave
vulneración del debido proceso y del principio de bilateralidad, excediendo lo pretendido el reducido marco de
conocimiento que es propio de las peticiones cautelares. ( Del voto de los Dres. Catalano, Ferraris y Vittar)
La procedencia de medidas cautelares tendientes a enervar la vigencia de leyes o actos administrativos debe
juzgarse con criterio restrictivo atento a la presunción de legitimidad que ampara a los actos de los poderes públicos, por
lo que sólo deben decretarse cuando, además de la presencia de los recaudos generales de verosimilitud del derecho,
peligro en la demora y contracautela, concurran requisitos específicos como daño irreparable, ilegalidad manifiesta y
consideración ineludible de interés público. Esta doctrina es, por lo demás, coincidente con la jurisprudencia pacífica de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación, conforme a la cual las medidas de no innovar no resultan, en principio,
procedentes respecto de actos administrativos o legislativos provinciales, habida cuenta de la presunción de validez que
ostentan.
Dado que el bloque de legalidad aplicable al servicio público de distribución de gas no permite apreciar a
primera vista la supuesta vulneración de las normas federales y las disposiciones constitucionales que se invocan, como
así tampoco se evidencia de qué manera la contribución impugnada podría afectar la prestación del servicio, ello impide
tener por acreditada la verosimilitud del derecho invocado hasta tanto se resuelva sobre la validez constitucional de la
ordenanza atacada. (Del voto de la Dra. Garros Martínez)
(Minoría) Si bien, con arreglo a la conocida doctrina de esta Corte, no proceden, por vía de principio, las
medidas cautelares contra actos administrativos o legislativos –tanto provinciales como municipales- habida cuenta de la
presunción de validez que ostentan, ello no es óbice para decretarlas cuando, como en la especie sucede, se los impugna
sobre bases “prima facie” verosímiles como contrarios a normas constitucionales o legales. De la misma manera, este
Tribunal ha señalado que la naturaleza de las medidas cautelares como la solicitada en autos excluye el juicio de verdad
o certeza, en tanto su finalidad es solamente atender aquello que no excede del marco de lo hipotético, dentro del cual,
asimismo, agota su virtualidad.
La apreciación de la verosimilitud del derecho, requisito para la procedencia de la medida cautelar peticionada,
no entraña más que un juzgamiento acerca de la probabilidad de la existencia del derecho debatido, toda vez que su
definitivo esclarecimiento constituye materia del pronunciamiento final a dictarse oportunamente.
Teniendo en cuenta la licencia otorgada a la actora en el marco de lo dispuesto en el decreto 2255/92, la norma
aquí impugnada, con base en la cual el municipio pretende el cobro precedentemente aludido, aparece “prima facie”
excediendo el ámbito de sus competencias, circunstancia que aconseja –hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo
planteada en el caso- mantener el estado de cosas anterior al acto impugnado, ya que la aplicación del precepto cuya
inconstitucionalidad se peticiona, configura, de por sí, la existencia de una amenaza de lesión cierta, actual e inminente.
La prohibición de innovar se encuentra fundada, esencialmente, en el principio de la inalterabilidad con el fin
de evitar perjuicios irreparables o sentencias ilusorias. Es decir, se trata de una medida tendiente a impedir que durante
el curso del pleito se modifique la situación de hecho o de derecho, cuando esa alteración podría influir en la sentencia o
tornar en ineficaz o imposible su ejecución o producir perjuicios innecesarios no justificados. Esta medida es la que
concreta, en el aspecto cautelar, el principio de igualdad de las partes, fundamento y finalidad expresamente reconocidos
por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. (Del voto de los Dres. Posadas, Cornejo y Díaz).
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: GASNOR S.A. – ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 34.309/11) (Tomo 159:
689/704 – 3/octubre/2011)
MEDIDA CAUTELAR. Acción popular de inconstitucionalidad. Presunción de legitimidad de los actos legislativos.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la medida cautelar solicitada a fs. 5/14, punto IX de autos.
DOCTRINA: Constituye doctrina uniforme de este Tribunal, expresada en numerosos y reiterados precedentes, aquella
según la cual no proceden, por vía de principio, las medidas cautelares contra actos administrativos o legislativos,
habida cuenta de la presunción de validez que ostentan los actos de los poderes públicos.
La concesión de una medida precautoria en el ámbito de la acción de inconstitucionalidad –criterio extensivo
por analogía a la acción popular de inconstitucionalidad-, adquiere una particular configuración que se vincula con la
irreparabilidad del perjuicio, a la vez que es necesario que esté cuidadosamente resguardada la prevalencia del interés
público.
La viabilidad de las medidas precautorias se halla supeditada a que se demuestre la verosimilitud del derecho
invocado y el peligro en la demora, pues resulta exigible que se evidencien fehacientemente las razones que la
justifiquen
Frente al conflicto entre la presunción de validez de la norma impugnada y el “fumus boni iuris” alegado pero
no acreditado por quien de manera preventiva pretende que se innove, la decisión judicial ha de inclinarse, naturalmente,
por la primera.
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TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Díaz, Ferraris, Garros Martínez. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
“PARRA RUÍZ DE LOS LLANOS, HÉCTOR FEDERICO – ACCIÓN POPULAR DE INCONSTITUCIONALIDAD”
(Expte. Nº CJS 34.672/11) (Tomo 159: 203/210 – 12/agosto/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Doctrina de la arbitrariedad. Cuestiones de derecho procesal.
Notificación. Fiscal de Estado. Nulidad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad deducido a fs. 762/767 vta. y, en su
mérito, DEJAR SIN EFECTO la sentencia de la Sala Tercera de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial, de
fs. 747/755 vta. Con costas por su orden. II. HACER LUGAR al incidente interpuesto a fs. 728/730 vta., DECLARAR la
nulidad de la providencia de fs. 664 en cuanto dispuso la elevación de los autos a la Cámara de Apelaciones en lo Civil y
Comercial y de todos los actos que fueran su consecuencia y ORDENAR que, previo a todo trámite, se notifique la
sentencia de fs. 634/638 vta. al Sr. Fiscal de Estado. Con costas por su orden.
DOCTRINA: La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar la garantía de la defensa en juicio y el debido
proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación
a las circunstancias comprobadas de la causa.
Si bien lo atinente a cuestiones procesales resulta como regla ajeno al recurso de inconstitucionalidad, éste se
erige en el remedio adecuado cuando lo decidido entraña una arbitraria violación al derecho de defensa de los
justiciables.
La adecuada notificación de las distintas etapas fundamentales del proceso tiene por objeto brindar a los
litigantes la oportunidad de ejercer sus defensas con la amplitud que exige el debido proceso, como asimismo plantear
las cuestiones que crean conducentes para la correcta solución del litigio.
Conforme lo dispuesto en los arts. 1 y 6 de la Ley Orgánica de Fiscalía de Estado nº 6831, la sentencia dictada
contra la Provincia debe ser notificada al Sr. Fiscal de Estado en su despacho aún cuando hubiere sustituido facultades o
no hubiere actuado en los autos.
Si la sentencia fue dictada luego del disuelto el organismo autárquico AGAS y creada la Agencia de Recursos
Hídricos como órgano perteneciente al Ministerio de Producción y Empleo, resulta arbitraria la decisión que rechazó el
incidente de nulidad deducido por la Provincia, con el argumento de que ésta se encontraba representada en la causa por
la referida agencia.
En atención a que el incidente se encuentra sustanciado con la actora corresponde evitar el reenvío y declarar la
nulidad de la providencia que dispuso la elevación de los autos a la Cámara y de los que fueron su consecuencia y
ordenar que previo a todo trámite, se notifique la sentencia de primera instancia al Sr. Fiscal de Estado.
DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
TRIBUNAL: Dres. Garros Martínez, Posadas, Catalano, Cornejo.
MARTÍNEZ DE DELGADILLO, GUADALUPE VS. DIRECCIÓN PROVINCIAL DE VIALIDAD DE SALTA Y
OTROS – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 32.728/09) (Tomo 159: 501/508 –
21/septiembre/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Doctrina de la arbitrariedad. Omisión de decidir cuestiones
planteadas. Omisión de valorar las pruebas producidas.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 144/148 vta. del
expediente principal y, en su mérito, revocar la sentencia de fs. 141/143 de esos autos. Con costas. II. ORDENAR que
bajen los autos a la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones del Trabajo para el dictado de un nuevo pronunciamiento,
con arreglo al presente. III. DISPONER que se remita testimonio de esta sentencia a la Sala Segunda de la Cámara de
Apelaciones del Trabajo.
DOCTRINA: La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar la garantía de la defensa en juicio y el debido
proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación
a las circunstancias comprobadas de la causa.
Resulta arbitraria la sentencia que omitió decidir si el cambio de tareas constituyó o no un uso irrazonable de
las facultades del empleador sin que resulte válida la exigencia impuesta al recurrente de que le aporte fundamentos
jurídicos.
Resulta también arbitraria la sentencia que omite ponderar la prueba producida, a fin de decidir si con ella era
posible constatar o no lo afirmado respecto a que el cambio de tareas le había implicado una sustancial modificación del
horario y lugar de trabajo.
La doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación incorpora al catálogo de sentencias arbitrarias a
aquellas que se dictan sin considerar constancias o pruebas disponibles que asumen la condición de decisivas o
conducentes para la adecuada solución del caso, y cuya valoración puede ser significativa para alterar el resultado del
pleito. Sostiene que si bien las cuestiones de hecho, prueba, derecho procesal y común resultan, en principio, ajenas al
recurso extraordinario, corresponde hacer excepción a ello cuando han sido resueltas sin dar respuesta a los planteos
formulados por el recurrente en defensa de sus derechos.
TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Ferraris, Garros Martínez. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: CABA, CLAUDIO JAVIER VS. STAR S.A. – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS
32.633 /09) (Tomo 159: 159/166 – 8/agosto/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Doctrina de la arbitrariedad. Regulación de honorarios. Sentencia
contradictoria. Reenvío.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR al recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 574/575 vta. del
principal y, en su mérito, DEJAR SIN EFECTO la resolución de fs. 571/573. Con costas por el orden causado. II.
HACER LUGAR al recurso de apelación deducido a fs. 530/ 532 y, en su mérito, REGULAR los honorarios del Dr.
Gustavo Ezequiel Gutiérrez en la suma total de $ 5.344 (pesos cinco mil trescientos cuarenta y cuatro) por la labor
profesional desarrollada en la etapa probatoria. Con costas por el orden causado.
DOCTRINA: La doctrina de la arbitrariedad es el medio para resguardar las garantías de la defensa en juicio y a un
debido proceso, al exigir que las sentencias sean fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con
aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa.
La causal de arbitrariedad por autocontradicción se patentiza cuando el pronunciamiento es inconsecuente
consigo mismo, portando incoherencias que lo descalifican como acto judicial. Su defecto refiere a la propia estructura
del fallo, en el que se incumplen las prescripciones legales sobre la obvia armonía que debe mediar primero entre los
fundamentos de la resolución, y después entre esos fundamentos y lo decidido.
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Resulta contradictoria la sentencia que a pesar de sostener la importancia de la tarea del apercibimiento de la
prueba y que la labor del apelante debería ser retribuida en, aproximadamente la mitad de la que le hubiera
correspondido por toda la etapa, calculó una suma sensiblemente inferior a la proporción señalada.
Es atribución de esta Corte no adoptar el camino del reenvío y decidir sobre el fondo del asunto cuando -como
en la especie sucede- así lo aconsejan razones de economía, celeridad y certeza, atendiendo a la naturaleza de la cuestión
suscitada y al tiempo transcurrido.
Es doctrina de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que una regulación justa y válida no puede prescindir
del intrínseco valor de la labor cumplida en la causa, de la responsabilidad comprometida en ella y de las modalidades
todas del juicio.
TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: FERRARI, AMANDA FABIOLA Y OTROS VS. PAN AMERICAN ENERGY; CONTRERAS
HERMANOS S.A. – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 32.717/09) (Tomo 159: 1003/1010
– 11/octubre/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Finalidad. Ejecución Fiscal. Impuesto Inmobiliario. Excepción de
inhabilidad de título.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad deducido a fs. 94/97 vta. de los autos
principales. Con costas.
DOCTRINA: (Mayoría) Es criterio reiterado del Tribunal que el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de
una tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias
pronunciadas por los jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no revistan vicios de entidad grave que lesionen un
principio constitucional, o que impliquen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la
doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
No resulta arbitraria la sentencia que, luego de analizar que el título base de la ejecución cumple con los
requisitos exigidos en la Ordenanza Tributaria, consideró inadmisible la excepción de inhabilidad de título sustentada en
un informe emitido por la ejecutante de la ejecutante (extraído de su página web) que indicaría que no debe el impuesto
inmobiliario por el período que se pretende ejecutar y que si lo que la accionada invocaba es el pago de la deuda, debió
acompañar los comprobantes que lo acrediten. Ello porque el art. 236 del Título XVIII (Impuesto Inmobiliario) del
Código Tributario Municipal (T.O. por ordenanza nº 13.254/08) prescribe que “las obligaciones tributarias establecidas
en el presente Título se generan por los hechos imponibles que se produzcan, con prescindencia de la incorporación de
las valuaciones fiscales al catastro, padrón o registro y de su liquidación por el organismo fiscal” y agrega en el segundo
párrafo que “las liquidaciones para el pago del tributo expedidas por el organismo fiscal, sobre la base de las constancias
de sus registros, no constituyen determinaciones tributaria. En consecuencia la presentación del certificado de deuda
expedido por el Director General de Rentas resulta hábil para deducir la ejecución en contra del contribuyente, sin que
pueda éste impedirla con la presentación de un certificado posterior que carece de firma, ya que conforme con lo
dispuesto en el art. 90 del C.T.M., la prueba de no adeudarse un tributo consiste en el certificado de “libre deuda
municipal” expedido por el organismo fiscal, carácter del que carecen los informes acompañados. (Del voto de los Dres.
Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo y Díaz)
(Minoría) Aunque el ordenamiento procesal permite un sistema de cobro rápido de los créditos fiscales,
instituyendo un procedimiento de privilegio para la administración accionante, ello no debe significar -en el marco de un
Estado de Derecho- que deje de respetarse, con relación al ejecutado, una garantía constitucional de rango superior como
lo es la del debido proceso; ésta conlleva los derechos a ser oído y a presentar prueba ante el órgano de la
administración, tiende a efectivizar el derecho de defensa -y con éste el principio de “tutela judicial efectiva”-, y engloba
no sólo el trámite judicial sino el seguido en expedientes administrativos.
Las ordenanzas de la Municipalidad de Salta nros. 7408 y 9661, que modificaron la nº 6330 justamente en lo que
hace a la cuestión aquí tratada (Código Tributario Municipal actual, T.O. ordenanza nº 13.254), tuvieron en cuenta la
necesidad de concretar la instancia administrativa previa al proceso ejecutivo, de conformidad con lo dispuesto por el
art. 170 inc. 16 de la Constitución Provincial (hoy art. 176 inc. 18), para garantizar el efectivo ejercicio de las garantías
constitucionales del debido proceso y la defensa en juicio de los contribuyentes, responsables y/o sujetos obligados (v.
Libros de ordenanzas municipales 1996-1 págs. 72 vta./73 y 2000-2, págs. 221 vta./223).
Advirtiéndose la necesidad de una fácil comprobación probatoria para que resulte admisible la excepción, la
prueba idónea resulta ser justamente el expediente en el que constan los antecedentes de la emisión del título; su aptitud
probatoria surge de la posibilidad de que la liquidación del impuesto inmobiliario, ante la inexistencia de deuda alegada
por el contribuyente con sustento en la información obtenida del propio organismo, sea confrontada con los antecedentes
administrativos a fin de que -con la inmediatez requerida en el juicio ejecutivo- se logre desvanecer inmediatamente la
oscuridad que fundara la causal de inhabilidad. Esta es la razón por la que, mediando planteo de inexistencia total o
parcial de deuda, el examen y valoración de las actuaciones administrativas por el juez quedan habilitados.
Atento a que la defensa fue planteada con sustento en las constancias del organismo fiscal que al mismo tiempo
informan que el catastro nº 45.793 “no registra deuda” y “no registra pagos” por los años 1999 a 2003, esta circunstancia
exige una particular lectura de la causa desde la perspectiva de los artículos 61 y 178 de la Constitución Provincial, que
garantizan el derecho de acceso a la información pública, tanto en su dimensión de condicionante para el ejercicio de
otros derechos –pues constituye un presupuesto indispensable al momento de concretarlos con eficacia- como de
herramienta para el control de la administración pública, teniendo en cuenta que cuanto más precisa sea la información
pública disponible para la comunidad, menor será la discrecionalidad de la burocracia
Resulta procedente el recurso de inconstitucionalidad deducido en tanto el fallo impugnado contiene una
fundamentación insuficiente para rechazar la excepción, al tener por cumplido el requisito de deuda exigible sin valorar,
ante las particulares circunstancias del caso, la falta de presentación -por parte de la ejecutante- de las constancias
administrativas que hubieran permitido desvirtuar las alegaciones de inexistencia de deuda. (Del voto de los Dres.
Garros Martínez y Ferraris).
TRIBUNAL: Dres. Garros Martínez, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: MUNICIPALIDAD DE SALTA VS. FIGUEROA ARIAS, LUCRECIA – RECURSO DE
INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 29.214/06) (Tomo 159: 771/786 – 03/octubre/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Fundamentación. Prescripción. Responsabilidad del Estado por el
daño sufrido por un paciente internado en el Hospital. Distintas posturas en doctrina y jurisprudencia.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad deducido a fs. 437/441 vta. de los autos
principales. Con costas por el orden causado.
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DOCTRINA: La correcta deducción del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia impugnada,
desde el estricto punto de vista constitucional, para lo cual el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos
en los que se apoya el “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. De este modo, si el recurrente, como en la
especie, no controvierte de manera eficaz la totalidad de los razonamientos en los cuales se apoyan las conclusiones del
fallo, es inconducente el tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria.
Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus argumentos se hagan cargo, a través de una
crítica prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado. Resulta así ineficaz la formulación de
una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos.
El recurso de inconstitucionalidad no tiene por objeto corregir pronunciamientos que se estimen equivocados o
erróneos, pues sólo comprende aquellos casos de omisiones o desaciertos de gravedad extrema que impiden su
calificación como acto judicial, vulnerando así la exigencia constitucional de que las sentencias sean fundadas y
constituyan derivación razonada del derecho vigente con arreglo a las circunstancias concretas de la causa. Ello es así,
habida cuenta de la naturaleza excepcional del recurso intentado, según lo ha subrayado constantemente este Tribunal
con diferentes integraciones.
La aplicación de la doctrina de la arbitrariedad resulta excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en
los que se verifique un apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de
fundamentación, extremos estos que en el “sub judice” no se presentan, habida cuenta que la delicada relación médico–
paciente y más particularmente en el marco de una pretensión de resarcimiento con motivo de haber el accionante
contraído SIDA a partir de su atención en un hospital público, resulta una materia ampliamente discutida en doctrina y
que en jurisprudencia obtuvo distintos pronunciamientos.
Resulta improcedente el recurso extraordinario si los argumentos de la impugnante sólo revelan una mera
divergencia con la interpretación dada por el tribunal “a quo” a cuestiones sobre las que la sentencia recorrida ha
expresado motivación suficiente para configurarla como acto judicial válido.
TRIBUNAL: Dres. Garros Martínez, Posadas, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: ÁLVAREZ, JULIÁN VS. PROVINCIA DE SALTA – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte.
Nº CJS 32.082/08) (Tomo 159: 509/518 – 21/septiembre/2011)
RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD. Intervención de tercero. Legitimación para apelar. Interés.
Usucapión. Cuestiones de hecho, prueba o derecho común. Doctrina de la arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de inconstitucionalidad interpuesto a fs. 536/539 de los autos
principales. Con costas.
DOCTRINA: El fundamento de la intervención adhesiva simple o coadyuvante reside simplemente en la conveniencia
de brindar al tercero la posibilidad de colaborar en la gestión procesal de alguna de las partes originarias, en la medida
en que la sentencia sea susceptible de repercutir dañosamente en su situación jurídica. Con esta intervención, el tercero
aspira a impedir que en la relación que media entre las partes principales se dicte, contra la parte ayudada, un fallo que
pueda de hecho obstaculizar el ejercicio práctico de un derecho del tercero, o que haga sentir sobre el derecho del tercero
su eficacia refleja. El tercero adhesivo simple no asume el carácter de una parte autónoma, sino que interviene para
sostener las razones de un derecho ajeno y si bien su actuación se halla limitada por la conducta asumida por la parte
principal, se encuentra habilitado para subrogar procesalmente a la parte principal en el caso de que ésta obrare
negligente, ineficaz o dolosamente en su perjuicio. La sentencia afecta al tercero de la misma forma que a las partes
principales y aquél puede recurrir el pronunciamiento, siempre que la coadyuvada no lo haya consentido expresamente.
Una vez declarada admisible la intervención, en cualquiera de sus formas, el tercero deja de ser tal para asumir
la calidad de parte, con las facultades y deberes que tal calidad implica, por lo que habiendo sucumbido en sus
pretensiones en primera instancia, se encontraba habilitado para apelar, ya que ello importa un agravio a su parte que
justifica el interés en la vía recursiva.
La comprobación de los extremos exigidos para la usucapión, debe efectuarse de manera insospechable, clara y
convincente, dado que la posesión veinteñal constituye un medio excepcional de adquisición del dominio.
La circunstancia de acordar preferencia a determinados elementos probatorios no configura arbitrariedad,
habida cuenta que los jueces no están obligados a valorar todos y cada uno de los hechos probados y alegados por las
partes, sino tan sólo aquellos considerados relevantes para la solución del litigio.
El recurso extraordinario es inadmisible cuando se lo dirige contra sentencias donde se resuelven cuestiones de
hecho, prueba o derecho común, como que tampoco resulta procedente en los supuestos de discrepancia con la
valoración, interpretación y conclusiones efectuadas por los jueces de la causa, ya que el recurso de inconstitucionalidad
ha sido instituido para atender los casos enumerados por los arts. 153 inc. III-a de la Constitución Provincial y 297 del
Código Procesal Civil, o descalificar como actos jurisdiccionales válidos a las sentencias que presenten vicios de tal
magnitud que conduzcan a catalogarlas de inconstitucionales, en el marco y bajo las estrictas pautas de la doctrina de la
arbitrariedad.
La doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto convertir a esta Corte en una tercera instancia ordinaria,
sustituyendo a los jueces de la causa en la decisión de cuestiones que les son propias. Las resoluciones recurridas, para
ser cuestionables, deben prescindir inequívocamente de la solución prevista por la ley o adolecer de una manifiesta falta
de fundamentación.
TRIBUNAL: Dres. Garros Martínez, Catalano, Cornejo, Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA: DAHER,
SERGIO BENJAMÍN VS. CHAVARRÍA, JOSÉ ANTONIO – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte.
Nº CJS 32.253/09) (Tomo 159: 53/64 – 8/agosto/2011)
RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia.
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 4/10 vta.
DOCTRINA: Para posibilitar el examen de los agravios deben acompañarse todos los recaudos necesarios, los que
precisados por vía jurisprudencial en base a lo dispuesto por el art. 276 del Código Procesal Civil y Comercial, abarcan
las actuaciones que hagan a la resolución impugnada y aquellas relativas a su sustanciación, de modo que si no se han
presentado las copias correspondientes a la mentada resolución, al escrito de interposición del recurso de revocatoria y
su contestación, como así tampoco a las del planteo de inconstitucionalidad, debe entenderse que no se ha cumplido con
el requisito exigido por dicha norma.
La queja debe autoabastecerse, vale decir, su resolución debe ser posible sólo con los recaudos acompañados
por el recurrente.
Al no contarse con las copias referidas, se torna imposible establecer –sin necesidad de tener los autos
principales a la vista- si el “a quo” ha excedido el límite de sus posibilidades interpretativas al fallar en la apelación. Por
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lo demás, cabe recordar que a esta Corte le corresponde tan sólo juzgar sobre la base de lo que le hayan ofrecido los
propios interesados, razón por la cual el requerimiento del expediente principal, previsto por el art. 276 citado,
constituye una mera facultad discrecional del Superior, el que no debe suplir la falta del recurrente.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: AGROBER S.A. VS. CABRAL, CLAUDIA ROXANA – QUEJA POR REC. DE INCONST.
DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.425/11) (Tomo 159: 623/628 – 03/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Autosuficiencia. Art. 276 del CPCC y Acordada Nº 10910/11.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 31/32 de autos.
DOCTRINA: Esta Corte, mediante la Acordada Nº 10910/11 (publicado en B.O. Nº 18576 de fecha 27/04/2011, pág.
2396), reglamentó la presentación de los escritos en los cuales se interpone queja por recurso de inconstitucionalidad
denegado, sistematizando sus requisitos formales. Esa disposición comenzó a regir el 16 de mayo del año en curso, por
lo que resulta aplicable al remedio aquí intentado, cuya presentación se efectuó el 22/06/11.
Corresponde rechazar la queja si el impugnante ha omitido presentar las copias correspondientes al memorial de
agravios de la apelación ordinaria y de su contestación en contravención a la lo requerida en el apartado I punto 3 de la
Acordada nº 10910/11.
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar, Cornejo Catalano. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: SAAVEDRA, SILVIA NÉLIDA VS. TAMER, RICARDO MANUEL - QUEJA POR REC. DE INCONST.
DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.576/11) (Tomo 159: 1071/1074 – 12/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Finalidad. Fundamentación. Recurso de inconstitucionalidad: finalidad. Cuestiones de
hecho, prueba y derecho común. Extinción del contrato de trabajo. Ponderación de la prueba. Doctrina de la
arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 51/73 de autos.
DOCTRINA: (Mayoría) La queja no constituye propiamente un recurso ni un medio de impugnación de los actos
jurisdiccionales sino sólo un medio para obtener la concesión de otro recurso declarado inadmisible.
Constituye un impedimento para la admisión de la queja el hecho de carecer de la debida fundamentación, por
haber omitido el recurrente demostrar la inexactitud de las razones en que se sustentó la denegatoria.
Es esencial que la queja contenga claros argumentos convincentes de la insuficiencia de los fundamentos
esgrimidos por el “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso. Y la falta de debida fundamentación de la queja,
conforme con la constante doctrina de este Tribunal, provoca su desestimación.
El recurso de inconstitucionalidad, lejos de constituir la apertura de una tercera instancia, sirve para el
cumplimiento del estricto control de constitucionalidad, razón esta que impone que su admisión no puede importar en
modo alguno la habilitación de una etapa revisora de sentencias pronunciadas por los respectivos tribunales de
apelación, en tanto en ellas no se evidencien vicios de entidad grave como para informar una lesión a un principio
constitucional, o su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la arbitrariedad.
Las cuestiones atinentes a las consecuencias de la extinción del contrato de trabajo constituyen temas de
derecho común, ajenos, salvo arbitrariedad, a la instancia extraordinaria.
La circunstancia de acordar preferencia a determinados aspectos probatorios no configura un caso de
arbitrariedad, pues los jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones, ni a ponderar una
por una y exhaustivamente todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas estimadas conducentes para fundar
sus conclusiones.
La doctrina de la arbitrariedad es de aplicación excepcional y sólo reservada para aquellos supuestos en los
cuales el pronunciamiento impugnado contiene vicios que lo descalifiquen como acto judicial válido y requiere, para su
procedencia, que las resoluciones recurridas prescindan inequívocamente de la solución legal prevista para el caso o
adolezcan de una manifiesta falta de fundamentación. (Del voto de los Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez,
Posadas, Catalano.)
(Minoría) El tribunal “a quo” no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de
inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de
probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el
impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perderse de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen
infringidos.
Si bien las cuestiones de hecho, prueba y la aplicación del derecho común resultan ajenas, en principio, a la
instancia extraordinaria, corresponde hacer excepción cuando la sentencia efectúa una interpretación del régimen legal
aplicable que desvirtúa las normas en juego y omite la valoración de constancias relevantes para la correcta solución del
litigio.
Corresponde acoger la queja toda vez que se atribuye arbitrariedad a la decisión por omitir valorar prueba
relevante para la solución del litigio. (Del voto del Dr. Vittar).
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Catalano, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: DELGADO, LUCIANA XIMENA VS. TARJETAS CUYANAS S.A. – QUEJA POR REC. DE
INCONST. DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.190/11) (Tomo 159: 787/796 – 03/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Finalidad. Procedencia.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 641/650 de autos y, en consecuencia,
DECLARAR mal denegado el recurso de inconstitucionalidad.
DOCTRINA: El recurso de queja no constituye propiamente un recurso ni un medio de impugnación de los actos
jurisdiccionales sino sólo un medio para obtener la concesión de otro recurso declarado inadmisible
El tribunal “a quo” no debe limitarse a rechazar o conceder mecánicamente el recurso de inconstitucionalidad
sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, ha de efectuar un juicio provisorio acerca de la probable
afectación de los derechos y garantías constitucionales en que pudo haber incurrido la sentencia impugnada.
Corresponde admitir la queja deducida en tanto se alega arbitrariedad del fallo por haberse declarado desierto el
recurso de apelación sin tratar los agravios relativos al factor de atribución por el que se imputa responsabilidad a la
demanda y a la improcedencia de los rubros indemnizatorios por la extinción del vínculo laboral.
TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Catalano, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: ÁLVAREZ GONZÁLEZ, AÍDA VS. GÉMINIS S.A. Y/O RESPONSABLE LEGAL Y/O MAPFRE
ARGENTINA ART S.A. – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.130/10) (Tomo 159:
581/586 – 27/septiembre/2011)
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RECURSO DE QUEJA. Fundamentación. Requerimiento del expediente principal. Abogado. Sanción.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 84/85 vta. de autos. II. APLICAR la
sanción de apercibimiento a la Dra. Martha Sofía Poma y ORDENAR que se libre oficio al Colegio de Abogados y
Procuradores de la Provincia, con copia de la presente.
DOCTRINA: Constituye un impedimento para la admisión de la queja el hecho de carecer ésta de la debida
fundamentación, al haber omitido los impugnantes demostrar la inexactitud de las razones en que se sustentó la
denegatoria del recurso.
Es esencial que la queja contenga claros argumentos convincentes de la insuficiencia de los fundamentos
esgrimidos por el “a quo” al clausurar la viabilidad del recurso. De este modo, los agravios deben dirigirse a controvertir
los fundamentos desarrollados al denegar el recurso de inconstitucionalidad, a fin de demostrar la falta de razonabilidad
de ellos y no de la sentencia tachada de inconstitucional. Y la falta de debida fundamentación de la queja, como en el
caso sucede -conforme con la constante doctrina de este Tribunal- provoca la desestimación del recurso.
La atribución de esta Corte de requerir el expediente principal constituye una mera facultad discrecional del
Superior, al que no le cabe suplir la falta del recurrente, sino tan sólo juzgar sobre la base de lo que le hayan ofrecido los
propios interesados.
Corresponde imponerle una sanción de apercibimiento a la letrada que en el escrito recursivo, trasluce una
reprochable conducta procesal, en tanto los términos empleados y expresiones vertidas respecto a la actuación de los
señores jueces de Cámara y de los magistrados en general resultan violatorios de los deberes impuestos a los abogados
por los arts. 41 inc. c), 70 inc. b) y 71 inc. a) de la ley 5412.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: BANCO MACRO S.A. VS. MONTAÑEZ, CÉSAR APOLO Y D’ANDREA DE MONTAÑEZ, MARÍA
VIRGINIA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte. Nº CJS 32.446/09) (Tomo 159: 749/756 –
03/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Fundamentación. Sentencia definitiva. Recurso de inconstitucionalidad: finalidad,
fundamentación.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR la queja interpuesta a fs. 45/47 vta. de autos.
DOCTRINA: Es esencial que la queja contenga claros fundamentos convincentes de la insuficiencia de los argumentos
esgrimidos por el “a quo” para clausurar la viabilidad del recurso y la falta de esos fundamentos, conforme con la
constante doctrina de este Tribunal, provoca su desestimación.
No es sentencia definitiva, ni equiparable a ella, la decisión que rechazó la impugnación que articuló el quejoso
respecto del valor atribuido a los inmuebles objeto de la litis, a fin de determinar la base para la regulación de sus
honorarios.
Constituye carga procesal del recurrente demostrar que existe una relación directa entre la materia del pleito y la
invocada cuestión constitucional, extremo que no se satisface con la simple alegación de que el fallo cuestionado lesiona
determinadas garantías de la Constitución si el apelante no precisa, ni demuestra en concreto, cómo se ha efectivamente
operado tal violación en la sentencia impugnada. La mera reiteración de argumentos vertidos en etapas anteriores y resueltos
con suficientes fundamentos de derecho, descarta la tacha de arbitrariedad. (Del voto del los Dres. Catalano, Cornejo,
Ferraris y Vittar).
El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación restrictiva, y su admisión
se circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, oportuna y debidamente introducida, deviene esencial
para la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una tercera instancia,
sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias pronunciadas por los
jueces de la causa, en tanto y en cuanto ellas no presenten vicios de entidad grave que lesionen un principio
constitucional, o que impliquen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el ámbito de la doctrina de la
arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La correcta deducción del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia de segunda instancia,
desde el estricto punto de vista constitucional; para ello el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos en
los cuales se sustentó el tribunal “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. Además, si no se controvierte
de manera eficaz la totalidad de los razonamientos donde se apoyan las conclusiones de la alzada, es inconducente el
tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria.
No resulta procedente el recurso de inconstitucionalidad si el impugnante, pese a alegar que el cesionario se
obligó al pago de los todos los honorarios devengados, no controvierte lo señalado por el tribunal “a quo” respecto a
que, en la cesión –aceptada por el abogado- el cesionario recibió los litigios con las cargas y restricciones que puedan
acarrear, pero también con sus ventajas, derechos, derechos y garantías, entre ellos el convenio de honorarios celebrado
entre el cedente y el abogado impugnante. (Del voto del los Dres. Garros Martínez y Posadas).
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: MAESTRO LINDOW, NICOLÁS FEDERICO VS. BENNASAR, ÁNGEL JUAN Y/O FRANCO, MIRIAM
AZUCENA Y/O PERSONA QUE SE CONSIDERE CON DERECHO – QUEJA POR REC. DE INCONST.
DENEGADO (Expte. Nº CJS 33.881/10) (Tomo 159: 141/150 – 8/agosto/2011)
RECURSO DE QUEJA. Procedencia. Caducidad de instancia.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 100/106 vta. de autos.
DOCTRINA: El tribunal recurrido no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de
inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de
probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el
impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perderse de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen
infringidos.
Si bien los planteos referidos a la caducidad de instancia remiten al examen de cuestiones de índole procesal,
que son –como regla y por su naturaleza- ajenas a lo previsto por el art. 297 del C.P.C. y C., tal principio cede frente a la
existencia de una posible arbitrariedad, que al ser invocada por los quejosos de una manera razonable y fundada, obliga
a verificar su concurrencia, más aún cuando la confirmación de aquélla trae aparejada la prescripción de la acción de
daños y perjuicios, lo que ocurriría en el presente caso.
Corresponde acoger la queja toda vez que se atribuye arbitrariedad a la decisión por haber omitido considerar la
existencia de actos interruptivos de la perención de instancia.
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TRIBUNAL: Dres. Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar, Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: ARJONA, SARA; TOLABA, VICTOR ALEJANDRO; TOLABA, VALERIANO VS. CAYO, JOSÉ
FERNANDO – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.342/11) (Tomo 159: 359/366 –
7/septiembre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Procedencia. Honorarios.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta a fs. 24/28 vta. de autos, y declarar mal denegado
el recurso de inconstitucionalidad.
DOCTRINA: Corresponde hacer lugar a la queja toda vez que se atribuye arbitrariedad a la decisión por fijar los
aranceles apartándose del valor económico en juego y soslayando las normas aplicables.
Si bien los planteos referidos a regulaciones de honorarios remiten al examen de cuestiones de índole procesal,
que son –como regla y por su naturaleza- ajenas a la instancia extraordinaria, tal principio cede frente a la existencia de
una posible arbitrariedad, que al ser invocada por los quejosos de una manera razonable y fundada, obliga a este
Tribunal a verificar su concurrencia.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Días, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: COUREL S.A. VS. OLMEDO, GUSTAVO Y/O CEIBALITO S.A. – QUEJA POR REC. DE
INCONST. DENEGADO (Expte. Nº CJS 34.277/11) (Tomo 159: 287/292 – 7/septiembre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Procedencia. Prescripción. Principio de congruencia.
CUESTIÓN RESUELTA: I. HACER LUGAR a la queja interpuesta por el actor a fs. 54/60 de autos y, en consecuencia,
declarar mal denegado el recurso de inconstitucionalidad.
DOCTRINA: El tribunal recurrido no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de
inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de
probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el
impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perderse de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen
infringidos.
Corresponde acoger la queja toda vez que se cuestiona la sentencia de la alzada atribuyéndole arbitrariedad por
omitir valorar constancias de la causa que acreditarían la interrupción del plazo de prescripción y modificar los términos
en que quedó trabada la litis.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: VEGA, JOSE ANTONIO VS. PROVINCIA DE SALTA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO
(Expte. Nº CJS 33.590/10) (Tomo 159: 197/202 – 8/agosto/2011)
RECURSO DE QUEJA. Recurso de inconstitucionalidad: cuestiones de hecho, prueba o derecho común.
Arbitrariedad. Fundamentación. Interpretación de los contratos.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 171/188 vta. de autos.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad es inadmisible cuando se la dirige contra sentencias en las cuales se
resuelven cuestiones de hecho, prueba o derecho común; como tampoco resulta procedente en los supuestos de
discrepancia con la valoración, interpretación y conclusiones efectuadas en la sentencia por los jueces, por cuanto el
recurso de inconstitucionalidad local sólo opera en casos de sentencias arbitrarias, en el sentido interpretado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación, a fin de corregir desaciertos de gravedad extrema que las descalifiquen como
pronunciamientos judiciales.
En materia de arbitrariedad, el recurso de inconstitucionalidad no debe constituir la apertura de una tercera
instancia donde se intente reproducir el debate ordinario acerca de los hechos considerados anteriormente. Por ello, y
para que los agravios referidos a cuestiones fácticas hagan procedente la vía extraordinaria, la decisión recurrida debe
presentar serios defectos de fundamentación, traducidos, a su vez, en evidente menoscabo de derechos constitucionales.
Es requisito de admisibilidad del recurso extraordinario que sus fundamentos se hagan cargo, a través de una
crítica prolija y circunstanciada, de las razones en que se apoya el fallo apelado; resulta así ineficaz la formulación de
una determinada solución jurídica con prescindencia de esos motivos.
Lo atinente al examen e interpretación de las disposiciones contractuales y el alcance que el pronunciamiento
les atribuye, remiten por regla al análisis de cuestiones de hecho, prueba y de derecho común extrañas, por naturaleza, a
la instancia extraordinaria.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: DINARCO S.A. VS. TRENTO S.A. – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte. Nº
CJS 34.191 /11) (Tomo 159: 943/950 – 11/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Recurso de inconstitucionalidad. Finalidad. Fundamentación. Arbitrariedad. Sentencia:
condena a hacer; incumplimiento. Cuestiones de hecho, prueba, derecho procesal y común. Doctrina de la
arbitrariedad.
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 190/199 de autos.
DOCTRINA: (Mayoría) El recurso de inconstitucionalidad resulta de carácter excepcional y de interpretación
restrictiva, y su admisión se circunscribe a los supuestos en que una cuestión constitucional, debidamente introducida,
deviene esencial para la resolución de la causa. Por ello, el remedio extraordinario, lejos de importar la apertura de una
tercera instancia, sirve para el cumplimiento del estricto control de constitucionalidad y no para revisar sentencias
pronunciadas por los jueces de los tribunales inferiores, en tanto y en cuanto ellas no presenten vicios de entidad grave
que lesionen un principio constitucional, o que impliquen su descalificación como actos jurisdiccionales válidos en el
ámbito de la doctrina de la arbitrariedad, tal como ha sido elaborada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
La correcta deducción del recurso extraordinario exige la crítica concreta de la sentencia de segunda instancia,
desde el estricto punto de vista constitucional; para ello el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos en
los cuales se sustentó el tribunal “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian. Además, si no se controvierte
de manera eficaz la totalidad de los razonamientos donde se apoyan las conclusiones de la alzada, es inconducente el
tratamiento de los reparos formulados en la instancia extraordinaria.
El art. 523 del C.P.C.C. establece que en caso de que la sentencia contuviese condena a hacer alguna cosa, si
la parte no cumpliese con lo que se le ordenó para su ejecución dentro del plazo señalado por el juez, se hará a su costa o
se le obligará a resarcir los daños y perjuicios provenientes de la inejecución, a elección del acreedor. Esta norma –que
es complementaria de las prescripciones contenidas en los arts. 626, 629, 630 y concordantes del Cód. Civ.- en razón de
hallarse legalmente vedada la posibilidad de reclamar la ejecución en forma específica cuando para ello es menester
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acudir a la utilización de medidas coercitivas contra la persona del obligado (art. 629 del ordenamiento citado), reconoce
al acreedor, frente al incumplimiento de la obligación, la facultad de acudir a las medidas de subrogación ejecutiva
previstas por la ley, las cuales consisten, optativamente, en ejecutar el hecho por cuenta del deudor, por sí o por un
tercero, o reclamar el pago de los daños y perjuicios emergentes del incumplimiento de la obligación (art. 630 del Cód.
Civ.). En la hipótesis de que el acreedor opte por el resarcimiento de los daños y perjuicios y la sentencia no haya fijado
el monto de aquéllos para el caso de inejecución, la determinación de dicho importe debe realizarse mediante el
procedimiento previsto por los arts. 503 y 504 del CPN –arts. 513 y 514 de nuestro Código Procesal- o por el del juicio
sumario, según lo establezca el juez.
Resulta improcedente el recurso de inconstitucionalidad, en tanto la pretensión del impugnante revela una
mera divergencia con cuestiones de hecho, prueba, derecho procesal y común, propias de los jueces de la causa y ajenas
al remedio intentado.
La mera disconformidad con la valoración de la prueba producida en modo alguno justifica la tacha de
arbitrariedad, pues los jueces no están obligados a seguir a las partes en todas sus argumentaciones ni a ponderar una por
una y exhaustivamente todas las pruebas agregadas a la causa, sino sólo aquellas estimadas conducentes para fundar sus
conclusiones.
La doctrina de la arbitrariedad reviste carácter excepcional y no resulta apta para corregir sentencias que el
recurrente estime equivocadas, sino que atiende sólo a supuestos de gravedad extrema, en los que se verifique un
apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de fundamentación hipótesis que en el
“sub judice” no se presentan.
El recurso de inconstitucionalidad no tiene por objeto corregir pronunciamientos que se estimen equivocados
o erróneos, pues sólo comprende aquellos casos de omisiones o desaciertos de gravedad extrema que determinen la
descalificación de una sentencia como acto judicial válido, vulnerándose así la exigencia de que las sentencias sean
fundadas y constituyan derivación razonada del derecho vigente con aplicación a las circunstancias comprobadas de la
causa. Ello es así, habida cuenta de la naturaleza excepcional del recurso previsto por el art. 297 del Código Procesal
Civil y Comercial, según lo ha subrayado constantemente este Tribunal con diferentes integraciones. (Del voto de los
Dres. Garros Martínez, Posadas, Catalano y Cornejo)
(Minoría) La Corte Suprema de Justicia de la Nación precisó que el requisito de “introducción oportuna” de la
cuestión constitucional sólo rige respecto de las cuestiones federales previstas en el art. 14 de la ley 48, que deben ser
resueltas de modo previo por los jueces de la causa a fin de dar lugar a la intervención del Tribunal, último intérprete de
ellas. Mas la arbitrariedad no es una cuestión federal de las efectivamente aludidas en la reglamentación del recurso
extraordinario, sino, en rigor, la causal de nulidad del fallo por no constituir, a raíz de sus defectos de fundamentación o
de formas esenciales, “la sentencia fundada en ley” a que refiere el art. 18 de la Constitución Nacional; de ahí que las
partes no tienen por qué admitir de antemano que el juzgador podría incurrir en ese fundamental defecto.
El tribunal recurrido no debe limitarse a denegar o conceder mecánicamente el recurso de
inconstitucionalidad sino que, valorando los agravios desde la óptica del recurrente, debe efectuar un juicio de
probabilidad sobre la afectación de principios constitucionales. A la luz de dicho criterio, los agravios expuestos por el
impugnante han de ser valorados en abstracto, sin perder de vista los derechos de jerarquía constitucional que se dicen
infringidos.
Corresponde acoger la queja toda vez que se atribuye arbitrariedad a la decisión por vulnerar el principio de
congruencia y omitir prueba conducente para la solución del litigio. (Del voto de los Dres Ferraris y Vittar).
TRIBUNAL: Dres. Ferraris, Garros Martínez, Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: LEAL, MARIO RODOLFO VS. MUNICIPALIDAD DE PICHANAL - QUEJA POR REC. DE INCONST.
DENEGADO (Expte. Nº CJS 33.941/10) (Tomo 159: 833/848 – 03/octubre/2011)
RECURSO DE QUEJA. Sentencia definitiva. Recurso de inconstitucionalidad: fundamentación. Doctrina de la
arbitrariedad. Recusación
CUESTIÓN RESUELTA: I. RECHAZAR el recurso de queja interpuesto a fs. 90/94 de autos.
DOCTRINA: El recurso de inconstitucionalidad sólo procede contra sentencias definitivas, que son aquellas que dan por
terminada la controversia y por finiquitado el pleito, o bien contra resoluciones que –aún sin revestir dicho carácterresultan equiparadas, por sus efectos, a una sentencia definitiva, sea porque ponen fin a la cuestión debatida, impiden la
continuación del proceso, o causan al recurrente un agravio de imposible o insuficiente reparación ulterior.
El pronunciamiento que se limita a desestimar la recusación formulada contra los magistrados que conocen en
la causa no es revisable por la vía extraordinaria del recurso de inconstitucionalidad, toda vez que no constituye la
sentencia definitiva a que alude el art. 297 del Código Procesal Civil y Comercial, ni causa un agravio irreparable, sin
que obste a la ausencia del mencionado requisito la invocación genérica de cláusulas constitucionales que se dicen
lesionadas.
La correcta deducción del recurso extraordinario, además, exige la crítica concreta de la sentencia impugnada desde el
estricto punto de vista constitucional, para lo cual el apelante debe rebatir todos y cada uno de los fundamentos en los
que se apoya el “a quo” para arribar a las conclusiones que lo agravian.
La doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto sustituir a los jueces de la causa en la decisión de cuestiones
que les son privativas, como así tampoco abrir una nueva instancia ordinaria para debatir temas ajenos a la competencia
específica de la Corte, cuando no se demuestra que el pronunciamiento impugnado contenga, en estos aspectos, graves
defectos de fundamentación, o de razonamiento, que lo hagan inválido como acto jurisdiccional.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias.
CAUSA: DÁVALOS, MARGARITA CELIA VS. COSMÉTICOS AVON S.A. – PIEZAS PERTENECIENTES –
QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte. N° CJS 34.229/11) (Tomo 159: 573/580 –
27/septiembre/2011)
RECURSO DE REVISIÓN. Recurso contra una resolución de la Corte de Justicia. Improcedencia
CUESTIÓN RESUELTA: I. NO HACER LUGAR al recurso deducido a fs. 98/99 vta. de autos.
DOCTRINA: Resulta manifiestamente improcedente el recurso de revisión interpuesto en contra de una decisión de esta
Corte con sustento en que se debía verificar el cumplimiento de las garantías constitucionales.
Contra las resoluciones dictadas por este Tribunal, sean de competencia originaria o derivada, no cabe recurso
alguno en el orden local y sólo son impugnables ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
TRIBUNAL: Dres. Catalano, Díaz, Ferraris, Garros Martínez, Posadas. DOCTRINA: Dra. Solá de Arias. CAUSA:
DÍAZ, FAUSTINA CONCEPCIÓN VS. POMA, VIOLETA – QUEJA POR REC. DE INCONST. DENEGADO (Expte.
Nº CJS 30.861/07) (Tomo 159: 557/560 – 23/septiembre/2011)
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RECURSO EXTRAORDINARIO FEDERAL. Acordada Nº 4/07. Requisitos. Fundamentación. Doctrina de la
arbitrariedad. Desistimiento. Costas.
CUESTIÓN RESUELTA: I. DENEGAR el recurso extraordinario federal interpuesto a fs. 254/262. Con costas.
DOCTRINA: El recurso interpuesto incumple las disposiciones contenidas en el apartado d) del art. 3º de la Acordada
Nº 4/07 en tanto los vicios atribuidos al pronunciamiento impugnado sólo pone de manifiesto una discrepancia del
recurrente con lo resuelto por esta Corte con suficiente fundamentación de derecho y sobre la base de las constancias de
la causa.
El recurso extraordinario federal, en tanto vía impugnaticia especial, está dirigido a un objetivo concreto y
restringido: reparar agravios constitucionales; por eso, la existencia de una cuestión federal o constitucional configura la
base misma del recurso.
La doctrina de la arbitrariedad reviste carácter excepcional y no resulta apta para corregir fallos equivocados, o
que el recurrente estime tales según su criterio, sino que atiende sólo a supuestos de gravedad extrema en los que se
verifique un apartamiento palmario de la solución prevista en la ley o una absoluta carencia de fundamentación. Luego,
no cubre las discrepancias del recurrente con el alcance asignado por el Tribunal a los planteos no federales propuestos,
cuya solución es del resorte exclusivo de los jueces de la causa.
La doctrina de la arbitrariedad no tiene por objeto sustituir a los jueces de la causa en la decisión de cuestiones
que les son privativas, como así tampoco abrir una nueva instancia ordinaria para debatir temas ajenos a la competencia
específica de la Corte, cuando no se demuestra que el pronunciamiento impugnado contenga, en estos aspectos, graves
defectos de fundamentación, o de razonamiento, que lo hagan inválido como acto jurisdiccional.( Del voto de los Dres.
Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris y Garros Martínez).
No es arbitrario el fallo de esta Corte que considera que correspondía eximir de costas a la actora que desistió
de la ejecución en virtud de que luego de interpuesta la demanda la Corte Federal se pronunció por la improcedencia del
impuesto reclamado con sustento en que la actora pido haberse considerado con razón para litigar cono lo hizo en razón
de los antecedentes judiciales emitidos con anterioridad al cambio de jurisprudencia.
Si bien la Corte Suprema de Justicia de la Nación dijo que la exención de costas fundada en desistimientos
efectuados con el propósito de acatar jurisprudencia requiere que el fallo invocado haya sido resuelto sin costas,
posteriormente varió dicho criterio en causas análogas a la de estos autos y entendió aplicable su doctrina que autoriza,
con carácter de excepción, la imposición de costas en el orden causado en virtud de la complejidad del tema debatido.
(Del voto de los Dres. Catalano y Cornejo)
TRIBUNAL: Dres. Posadas, Vittar, Catalano, Cornejo, Díaz, Ferraris, Garros Martínez. DOCTRINA: Dra. Solá de
Arias. CAUSA: DIRECCIÓN GENERAL DE RENTAS DE LA PROVINCIA DE SALTA VS. TRANSPORTADORA
DE GAS DEL NORTE S.A. – RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD (Expte. Nº CJS 30.181/07) (Tomo 159:
1033/1042 – 11/octubre/2011)
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