Apasionados por el PERÚ 18 relatos de personajes chinos con un mismo corazón peruano -Patricia Castro Obando AL PUEBLO CHINO ÍNDICE 4. Zhao Zhenjiang: “Los poetas chinos esperan a Vallejo”. Traductor de obras de César Vallejo APASIONADOS POR EL PERÚ 18 relatos de personajes chinos con un mismo corazón peruano INTRODUCCIÓN [1] PRÓLOGO [2] I EL PRINCIPIO 1. Jiao Ruoyu: “Así empezó la [4] historia”. Primer embajador chino en el Perú Relación de embajadores chinos en [ 16 ] III LOS ESCRITORES 5. Liu Xiaomei: “El único libro en chino sobre literatura peruana”. Autora del libro “La literatura peruana” [ 20 ] 6. Wang Shishen: “Manual en chino para conocer el Perú”. Autor del libro “La cultura del Perú” [ 22 ] el Perú IV LOS INVESTIGADORES II LOS TRADUCTORES 2. Zhao Deming: “El honorable [6] 7. Los científicos chinos y el Centro Internacional de la Papa (CIP): “Perú es la gran despensa de papas y camotes de China”. Estudios sobre la papa y el camote [ 26 ] [ 12 ] 8. Song Baozhong y Wang Dayou: “En la búsqueda de ancestros comunes”. Investigación sobre probables ancestros comunes [ 30 ] traductor de Vargas Llosa”. Traductor de obras de Mario Vargas Llosa 3. Bai Fengsen: “Comentarios Reales, en caracteres chinos”. Traductor de obras del Inca Garcilaso de la Vega y Ricardo Palma 9. Pan Wei: “El futuro del Perú está [ 36 ] VI LA NUEVA GENERACIÓN en China”. Mirada a la política y sociedad 15. Yu Shiyang: “Elegida por Vallejo” [ 62 ] peruana actual Autora de la Tesis doctoral sobre César Vallejo V LOS OTROS APASIONADOS 10. Chen Ziming: “La virtud china [ 40 ] 16. Zhou Yan: “Mabel en el País de de la paciente espera”. los Incas”. Musicólogo Autora de la Tesis de maestría sobre [ 66 ] la inmigración china al Perú 11. Wang Yuxian: “Amistad por [ 46 ] correspondencia”. 17. Alumnos de español: “El Perú de [ 70 ] Filatelista 12. Gong Bencai: “Tanta belleza los estudiantes chinos”. [ 50 ] Los 14 alumnos de la Universidad junta en un solo país” Normal de Hebei que estudiaron en Empresario y fotógrafo el Perú 13. Wang Yong y Ding Xiaoshan: [ 54 ] “China se apasiona por los sabores [ 76 ] Dragón”. peruanos”. El niño que se inspiró en la marca Administrador de restaurante y chef 14. Fan Shaocheng: “El dueño de la 18. Pu Tian: “El Perú, la Marca del Perú [ 58 ] embajada dejó su casa”. Mayordomo de la embajada AGRADECIMIENTOS [ 80 ] Textos y fotos: Patricia Castro Obando Traducción: Centro de Estudios Hispánicos. Universidad de Beijing Diseño y diagramación: Christian Espinoza A manera de INTRODUCCIÓN “Apasionados por el Perú” reúne 18 relatos de personajes chinos que a través de un ángulo personal se involucraron en el tema peruano hasta apasionarse. De esta forma, cada uno de ellos ha aportado sus impresiones que enriquecen el concepto de lo peruano. Son puentes que contribuyen desde esta orilla a enlazar los dos pueblos. Las historias fueron recopiladas desde el 2006 hasta el 2012, durante la corresponsalía del Diario El Comercio en China, originalmente para ofrecer al lector peruano otras miradas sobre el Perú. La traducción al idioma chino de estos relatos de apasionados por el Perú es una invitación especial a los lectores chinos para que se animen cruzar hacia la otra orilla. Allí, un país envuelto en impresionantes misterios los espera. El libro recoge entrevistas a traductores, escritores, investigadores, jóvenes estudiantes, entre otros tantos personajes chinos, que se han aproximado al Perú a partir de un aspecto peruano que despertó su interés y curiosidad. Patricia Castro Obando Beijing, noviembre del 2012 De esta forma, cada uno de ellos ha aportado sus impresiones que enriquecen el concepto de lo peruano. Son puentes que contribuyen desde esta orilla a enlazar los dos pueblos. 1 PRÓLOGO La historia de las relaciones entre dos países, ¿la hacen las naciones con sus tendencias estructurales, o la van tallando los hombres y mujeres en su devenir diario? Ciertamente no hay una respuesta definitiva a esta pregunta. Ambos componentes se yuxtaponen y complementan para prevalecer uno u otro, de acuerdo al momento histórico que se viva. 2 que sus descendientes serían parte del destino de esa nueva nación, que en ese momento se les mostraba tan exótica y diferente. No es menos cierto, sin embargo, que la trayectoria personal de individuos determinados puede crear tendencias y percepciones, que nos permiten observarnos mutuamente con múltiples perspectivas, ya sean positivas, estereotipadas o, en algunos casos hasta críticas o sesgadas. Las historias personales, que muchas veces se pierden en el anonimato, pueden ser fuente de inspiración o aprendizaje, así como también sustento de innovación, arte o sensibilidad. El componente de cultura china que se ha insertado en el Perú es innegable, y pasa desde el nivel gastronómico, con nuestros tan mentados “chifas”, hasta el empresarial, con el concepto de modernización del servicio al cliente, desarrollado por una familia peruana de origen chino; desde el culinario, con el humilde “kion” que hoy reconocemos como tan nuestro -habiendo abandonado el castizo “jengibre”-, hasta el político, con el desempeño en altos cargos de gobierno en el país por parte de descendientes de los inmigrantes cantoneses. Todo ello es testimonio que las tendencias estructurales y los casos individuales que surgen de la migración pueden producir efectos gratamente sorprendentes e inesperados. Con la llegada de los primeros inmigrantes chinos a las costas del Perú para aportar arduamente su mano de obra en las haciendas azucareras o algodoneras, a mediados del Siglo XIX, se inició entre el Perú y China un proceso que permitió entremezclarnos en diferentes aspectos de la vida de nuestro país. Poco imaginaban los trabajadores de Guangdong En ese contexto se ubican las historias personales, que nutren la vida de la relación entre las naciones y que merecen ser recordadas. Rescatar esas historias es una tarea a la que Patricia Castro Obando, periodista destacada y observadora profunda, con una notable y fina sensibilidad para la cultura china, ha volcado pacientemente mucho esfuerzo a fin de brindarnos el devenir de un grupo de ciudadanos chinos que en múltiples campos del quehacer humano han dedicado esfuerzos, trabajo y amor para que el Perú sea mejor conocido y apreciado en la China. la vida de aquellos amables ciudadanos chinos que acompañaron y acompañan a los representantes del Perú en Beijing en su devenir diario, y que son la primera cara que vemos de este gran país. Al recorrer las páginas de la recopilación de semblanzas que ella nos ofrece en esta obra somos testigos de los esfuerzos de ciudadanos chinos para que la literatura del Perú se conozca en este país; nos compenetramos en el análisis social de nuestra realidad, vista desde la perspectiva oriental; pero también nos asomamos a la imagen vívida y palpitante del Perú, a través de la mirada de los lentes de un fotógrafo chino. Y este magistral recorrido descriptivo, en el que Patricia Castro Obando nos lleva de la mano, no se limita a presentarnos personas con una destacada trayectoria intelectual o artística, también tiene la delicadeza de hacernos conocer El libro, al mismo tiempo que es expresión explícita de agradecimiento por lo que han realizado 18 personas o grupos de personas por las relaciones entre el Perú y la China, quiere ser también una muestra de lo que los actores individuales, con sus historias personales, pueden aportar para generar afecto, reconocimiento y amistad entre dos pueblos unidos por la historia. Gonzalo Gutiérrez Reinel Beijing, noviembre de 2012 El componente de cultura china que se ha insertado en el Perú es innegable, y pasa desde el nivel gastronómico, con nuestros tan mentados “chifas”, hasta el empresarial, con el concepto de modernización del servicio al cliente, desarrollado por una familia peruana de origen chino. 3 Así empezó LA HISTORIA... Jiao Ruoyu Primer Embajador de la República Popular China en el Perú (Febrero de 1972 - Enero de 1977) Nació en la provincia de Henan, en 1915. Estudió en la Universidad del Norte de China y se graduó en el Departamento de Política y Economía. Se unió al Partido Comunista Chino en 1936 y desde entonces ha desempeñado cargos destacados en la vida política del país. En 1965 ingresó al Ministerio de Asuntos Exteriores de China. Además de representar a la República Popular de China en el Perú, también ha sido embajador en la República Popular Democrática de Corea y la República Islámica de Irán. En 1979 asumió la dirección del Octavo Ministerio de Industria Mecánica, y de 1981 a 1983 fue alcalde de Beijing. A los 97 años de edad se convirtió en el delegado más antiguo de la Asamblea Popular Nacional, integrado por 2270 miembros en el 2012. Relación de embajadores chinos en el Perú: Jiao Ruoyu (Febrero de 1972 - Enero de 1977) 12 4 Wang Ze (Mayo de 1977 - Mayo de 1981) Xu Huang (Noviembre de 1981 - Marzo de 1984) Yang Mai (Octubre de 1984 – Marzo de 1988) Zhu Xiangzhong (Junio de 1988 - Octubre de 1990) Dai Shiqi (Octubre 1990 - Agosto de 1993) Chen Jiuchang (Setiembre de 1993.09 - Noviembre de 1996) Ren Jingyu (Noviembre de 1996 - Octubre de 2000) Mai Guoyan (Noviembre de 2000 - Diciembre de 2004) Yin Hengmin (Diciembre de 2004 - Febrero de 2007) Gao Zhengyue (Febrero de 2007 - Julio de 2009) Zhao Wuyi (Agosto de 2009 - Noviembre de 2011) Huang Minhui (Noviembre de 2011 - hasta hoy ) Jiao Ruoyu. Primer Embajador de la República Popular China en el Perú. (Febrero de 1972 - Enero de 1977) 5 13 El honorable traductor de VARGAS LLOSA La verdad de las mentiras es que afirme ser tan sólo un traductor chino, cuando en realidad es otro personaje de novela. El profesor Zhao Deming, posee la extraña virtud de salir ileso tras los golpes desaforados de las aparentes derrotas; esquivar el piso y convertirlas en aciertos premeditados. Librar batallas como guerrero en leyenda equivocada. Y haberse dedicado, en los últimos 25 años, a verter la obra de Mario Vargas Llosa a caracteres chinos. Tan sólo tres años de edad lo separan de Vargas Llosa, asegura el traductor chino. Todo el resto lo aproxima, agrega convencido. La vida del profesor Zhao, llena de señales y presagios como en una novela, lo encaminó hacia la obra del escritor peruano con un final feliz. Extrañas coincidencias que el traductor ha convertido en certezas. A los siete años se enfrentó a la ciudad y los perros. Primer gran aviso, señala: “Cada mañana tenía que cruzar el centro de Beijing, caminando 30 Kilómetros, para ir a la escuela de los hijos de los obreros ferroviarios. Nosotros vivíamos en las afueras de la 14 6 ciudad. Sentía mucho miedo y rencor. Temor a la oscuridad especialmente en el invierno cuando me levantaba a las 5 de la madrugada para ir al colegio. Y rabia contra los perros que salían acezantes de las casas para ladrarme con furia. Yo les lanzaba piedras y corría por mi vida. Ante mis ojos de niño, Beijing era la ciudad de los perros”. Muchos años después, la primera novela de Mario Vargas Llosa que cayó en sus manos fue precisamente “La ciudad y los perros”. También fue la primera obra de este escritor peruano que el profesor Zhao tradujo al chino mandarín. No es casualidad sino un juego del destino. Y sigue nombrando coincidencias, o más bien, esforzándose por descubrirlas. “Mi vocación por la literatura empezó muy temprano gracias a mi hermano segundo, Zhao Dejun. Debido a sus calificaciones, había obtenido una beca para estudiar en una escuela que tenía biblioteca. Todos los fines de semana mi hermano traía libros a casa. Y yo leía con curiosidad las novelas, especialmente las traducciones al chino de las obras de la literatura contemporánea. Mis padres me decían, “tú serás diferente, los libros serán tu vida”. Si a Vargas Llosa lo llamaban poeta, a mí me decían “zuojia”, algo así como “escribidor”, recuerda y sonríe orgulloso. Muy pronto también, la adversidad se subió al cuadrilátero y le propinó el primer puñetazo, desbaratando sus planes iniciales. Quería estudiar Derecho pero el director del programa le pintó la realidad: “Tú no eres comunista, le dijo. La carrera es ventajosa para los miembros del Partido Comunista que forman el nuevo poder político. No para ti”. Otra señal, concluyó. Volvió a su propio rumbo y postuló a la Facultad de Lenguas y Literaturas Occidentales de la Universidad de Beijing. Estaba ensimismado con el francés, cuando en 1960 la revolución cubana lo hizo cambiar de idioma. “Los jóvenes chinos nos preguntábamos cómo un país tan pequeño como Cuba tenía el coraje de enfrentarse a una nación tan grande como Estados Unidos”, rememora. Fue así que dejó el francés por el español, no para leer a Cervantes, sino para entender al Ché Guevara. En 1964 un acuerdo de intercambio de estudiantes entre China y Chile lo condujo por primera vez a Santiago. Estaba sorprendido y fascinado con Latinoamérica que desbordaba 16 8 en apasionamientos de todo tipo. Sorprendido con la forma que tenían los jóvenes latinoamericanos para resolver sus diferencias políticas. De discusiones acaloradas siempre terminaban en peleas a puñetazos. Fascinado con las muchachas latinas y esa inclinación a tocar, abrazar y besar. Una cultura de mucho contacto físico, escribió impresionado. Durante su estadía en Santiago, conoció a muchos becarios provenientes de distintas partes del continente. Aprendió pronto que aunque todos hablaban castellano cada quien reflejaba su propia cultura: “Un amigo argentino me explicó exhaustivamente los problemas que enfrentaba América Latina. Y después de un tiempo, hasta me presentó a su novia a la que llamaba ‘La primera flor de la universidad’. Por entonces, yo vivía comprando libros con el dinero de la beca. Pero al momento de volver, no me permitieron traer peso y tuve que dejarlos en casa de mi amigo. Me causó un gran dolor”. Desprovisto de la mayoría de sus libros, retornó a China en 1966, cuando la Revolución Cultural empezó su furiosa marcha. Fue nombrado profesor auxiliar de la Universidad de Beijing, pero su salón de clases había sido trasladado al campo. Tampoco se desanimó y más bien abrió un nuevo capítulo en su vida. Se casó al año siguiente con su vecina, Li Yage, y no se movió en los siguientes siete meses de casa. “Fue la primera persona que escuchó sobre mis experiencias en América Latina. Nunca perdió el interés y aunque sólo puede decir cinco palabras en español, se convirtió en una gran aficionada de la literatura hispanoamericana. Ella es la primera lectora de mis traducciones”, asegura el hispanista chino. Basta una lectora interesada para que Al año siguiente la Universidad de Beijing abrió nuevamente sus puertas y empezó a renacer. Tres años después arribó a la Facultad de Español, el profesor peruano Miguel Ángel Ugarte. Entre sus libros, traía consigo un ejemplar de “La ciudad y los perros”. El profesor Zhao confiesa que desde el primer momento fue prisionero de esta novela. Traducirla se convirtió en una forma de liberarse. “Cada tarde visitaba al profesor Ugarte en el Hotel de la Amistad para que resolviera mis dudas El profesor Zhao confiesa que desde el primer momento fue prisionero de esta novela. Traducirla se convirtió en una forma de liberarse. aparezca un traductor. Durante los años en que la Revolución Cultural se apoderaba de China, el profesor Zhao traducía clandestinamente “Martín Rivas” de Alberto Blest Gana. Así describe la época: “Estaba prohibida cualquier literatura que no tuviera relación con Mao Zedong. Así que le coloqué al libro de Martín Rivas, la solapa de Citas del Presidente Mao. Cuando nadie me vigilaba, leía con detenimiento la novela. Terminé la traducción en 1974”. interminables. Lo más complicado fue entender la estructura de la novela. Esto se convirtió en un dolor de cabeza”, admite. Pero al mismo tiempo, “La ciudad y los perros”, le permitió observar desde distintas perspectivas la destreza como escritor de Vargas Llosa. Avanzó a lo largo de la trama, reconociendo las técnicas y los juegos literarios empleados. Confeccionó su propio diccionario de peruanismos, destruyó otros de 9 17 tanto pasar las hojas. Empezó a distinguir las contradicciones mentales de los personajes. Aprendió a manejar los tiempos y los espacios. Tomó miles de apuntes en caracteres chinos. Y después de mucho esfuerzo, recién se animó a traducir. No recuerda bien cómo ni cuándo terminó. Lo cierto es que en 1982, la Casa Editorial del Pueblo publicó su trabajo, con una tiraje de 70 mil ejemplares. Desde entonces, empezó a libre encontraban a su paso. Fue así que Mario Vargas Llosa sin saberlo, ocupó el lugar principal de su casa. El 12 de julio de 1994, día del cumpleaños de su hijo mayor, el profesor Zhao, se dirigía hacia el centro de Beijing, a pesar de la incesante lluvia, para entrevistarse por primera vez con Mario Vargas Llosa. Catorce años antes, había empezado a traducir sus libros al chino. Aprendió a manejar los tiempos y los espacios. Tomó miles de apuntes en caracteres chinos. Y después de mucho esfuerzo, recién se animó a traducir. dedicar horas, días, semanas, meses y años en traducir las obras completas de Vargas Llosa al chino mandarín, algunas, en colaboración con otros colegas, como los profesores Sun Jiameng, Meng Xianchen, Li Deming, y Yin Chengdong. Mientras esto sucedía, los libros del autor peruano, diversos estudios sobre su obra, diccionarios, manuscritos y apuntes en chino, desbordaban los estantes de su biblioteca, apoderándose de cuanta pared 18 10 “Llegué al Hotel Wangfu y cuando ingresé a la sala, inmediatamente tuve la sensación de que ya lo conocía. Hablamos sobre su obra; le interesaba conocer las publicaciones en chino, el tiraje y las ediciones, pero también hacía muchas preguntas sobre política china. Me regaló “El pez en el agua”, corrigió personalmente las erratas de impresión y escribió una hermosa dedicatoria que empezaba así… “Para mi amigo chino”. Hasta me invitó a El profesor Zhao Deming traductor de las obras de Mario Vargas Llosa. participar en un simposio internacional que se celebraría al año siguiente en España. Aquella vez, no recibió a la prensa, ni se entrevistó con dirigentes políticos. Sólo quería reunirse con los hispanistas”, rememora el traductor. “Tu fracaso en la política es una fortuna para tus lectores en todo el mundo”. En 1995, el profesor Zhao se encontraba en Granada, dictando un curso, cuando recibió la invitación formal para participar en el simposio internacional sobre la obra del escritor peruano. Después de leer su ponencia titulada “La obra y la vida ante mis ojos”, se dirigió a Vargas Llosa, presente en la sala, con estas palabras: “Tu fracaso en la política es una fortuna para tus lectores en todo el mundo. Los políticos pasan, pero los grandes escritores como Vargas Llosa, perduran”. El hispanista chino aún hoy puede escuchar los aplausos del público y la risa de aprobación de su escritor predilecto. Y anota que desayunó dos veces y almorzó una vez con el escritor peruano. 11 19 “Comentarios Reales” en CARACTERES CHINOS Desde su aparición en caracteres chinos, “Comentarios Reales” ha despertado el interés por el Imperio de los Incas. Con la publicación en 1993 de esta obra, por primera vez en mandarín, el Inca Garcilaso de la Vega, sigue vigente en China. A fines de los 80, la prestigiosa Editorial Comercial encargó la traducción de “Comentarios Reales” a Bai Fengsen y Yang Yanyong, dos expertos del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales. El consejo editorial recomendó la traducción de este libro porque “lo consideró fundamental para conocer el Perú y la cultura incaica desde la perspectiva de los vencidos”, recuerda Bai. Los traductores chinos se basaron en una edición de “Comentarios Reales” publicada en 1963, por el Ministerio de Instrucción Social de Uruguay, la cual reproduce el texto de la edición príncipe de Lisboa, 1609. Bai y Yang tardaron seis años en volcar la voluminosa obra del español al mandarín. En 1993, apareció “Yinka Wangshi Shuping” (“Comentarios Reales”), un libro de 777 páginas y 500.000 caracteres chinos. El primer tiraje fue de 1.300 copias y cada ejemplar se vendió a 16 yuanes. En el pasado, dificultades lingüísticas y temáticas habían postergado la publicación de esta obra en chino. Para el traductor Bai, el texto escrito en español antiguo y los términos en quechua fueron dos grandes problemas. Lograron superar estos obstáculos con un diccionario español-quechua y una antología de Comentarios Reales proporcionados por la misión diplomática del Perú en China. La versión en mandarín contiene un glosario En el pasado, dificultades lingüísticas y temáticas habían postergado la publicación de esta obra en chino. 12 para acercar al lector chino a una realidad muy distinta a la suya. “Fuimos los primeros en traducir una obra que retrata lo que sucedió en el Perú antes de la llegada de los españoles”, sostiene Bai. La traducción también sirvió para corregir palabras que había adoptado el chino. “Antes decíamos “Yinjia” pero nosotros popularizamos “Yinka” que suena más parecido al término en español, Inca”, explica. Este trabajo recibió un premio nacional por su esmerada traducción. Según Bai, para los lectores en China, “Comentarios Reales” es una enciclopedia del Perú antiguo. No es el primer libro que el profesor Bai escribió sobre el Perú. La Academia China de Ciencias Sociales publicó en diciembre de 2006, dentro de su serie titulada “Guía Mundial de Países”, un nuevo volumen dedicado al Perú preparado por el experto. Bai también ha traducido al mandarín, “Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” de José Carlos Mariátegui, “Tradiciones Peruanas” de Ricardo Palma y varios cuentos de Julio Ramón Ribeyro. En dos ocasiones, Bai ha viajado a Lima. La primera vez fue en 1988 y la segunda, trece años después. En el 2001, la Universidad Ricardo Palma le otorgó el grado de doctor honoris causa por su versión en chino de “Tradiciones Peruanas”. Bai también ha traducido al mandarín, “Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” de José Carlos Mariátegui, “Tradiciones Peruanas” de Ricardo Palma y varios cuentos de Julio Ramón Ribeyro. 15 Los poetas chinos ESPERAN A VALLEJO Desde hace muchos años los poetas chinos esperan a “Saisaer Bayehuo”, conocido en Occidente como César Vallejo. Quien es considerado el más prolífico de los traductores al español, Zhao Zhenjiang, asegura que los poetas chinos están muy interesados en la publicación de una antología de Vallejo en mandarín, hasta hoy inexistente. “Como me dedico a la traducción de poemarios, conozco a muchos poetas chinos que están esperando esta obra”, señala Zhao, catedrático de la Universidad de Beijing. Según afirma, “Vallejo ha influenciado en los poetas jóvenes de China” que lo conocen a través de algunos poemas sueltos en mandarín publicados en el circuito local. Zhao, como otros de su generación, leyó a Vallejo a principios de los 70, cuando el escritor peruano Álvaro Mendoza llegó a la Universidad de Beijing a dictar un curso de español. “Él escribió un capítulo sobre Vallejo en un libro suyo. Durante un viaje me habló del poeta y me despertó el interés”, recuerda. Por entonces, el poeta latinoamericano más conocido en China era Pablo Neruda. Otro que ha marcado la pauta ha sido Octavio Paz. Neruda visitó China en 1951 y 1957, y cultivó una gran amistad con el poeta Ai Qing. “En los años 50 fue el ídolo de los jóvenes chinos por su entusiasmo revolucionario”, sostiene el experto. Paz tuvo un marcado interés orientalista y “una penetrante influencia en la literatura moderna china”, destaca Zhao. Además, la figura de Paz ha sido ampliamente difundida por el gobierno mexicano en China. “Vallejo no tuvo la misma suerte, por “Como me dedico a la traducción de poemarios, conozco a muchos poetas chinos que están esperando esta obra”. 16 eso mismo era urgente traducirlo”, opina el experto. En 1981, mientras estudiaba en México, adquirió un poemario de Vallejo y empezó con su labor. Por esos años, debido a la coyuntura política, solo se conocía su novela “El Tungsteno” y el poema “España, aparta de mí este cáliz”; aunque en ambos casos, los traductores chinos se basaron en la versión en inglés. En China, Zhao es tan conocido en los círculos literarios como los poetas que traduce. Ha sido el traductor oficial de poetas como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Rubén Darío, Octavio Paz, José Hernández, y los españoles Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Juan Ramón Jiménez, y otros más. Por su trabajo de difusión y el alto nivel de sus traducciones, el rey de España Hasta el momento Zhao ha traducido los libros “Poemas Humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”, además de otros poemas sueltos de “Los Heraldos Negros” y “Trilce”. Hasta el momento Zhao ha traducido los libros “Poemas Humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”, además de otros poemas sueltos de “Los Heraldos Negros” y “Trilce”. Admite que el poeta peruano es uno de los más difíciles de traducir y comprender a cabalidad por los chinos, pero también “un personaje monumental en el desarrollo de la poesía occidental”. El primer número de “Poesía Contemporánea Mundial”, una prestigiosa antología publicada en chino, dedica sus primeras páginas a Vallejo con “Renlei de Shipian” (Poemas Humanos). 26 18 lo condecoró en 1998 con la orden de Isabel La Católica. A Zhao –que ha traducido a los grandes poetas contemporáneos de la lengua españolale cuesta aceptar que no exista una antología dedicada a Vallejo en mandarín. “Pensaba pedir una ayuda financiera al Ministerio de Cultura de España. Aunque Vallejo no es un poeta español, es muy importante. Pero me recomendaron que solicitara primero el apoyo del Perú”, sostiene. Zhao Zhenjiang, considerado el más prolífico de los traductores al español. Hasta ahora el traductor chino solo ha recibido promesas y buenas intenciones, aunque nada concreto ni oficial. “Si no se consigue la ayuda del Perú tendré que pedirla a España”, reflexiona. Anteriormente, el fondo español ha subvencionado la publicación de varias traducciones de Zhao, quien no cobra por su trabajo. Vallejo y China, ya no pueden esperar más. A Zhao –que ha traducido a los grandes poetas contemporáneos de la lengua española- le cuesta aceptar que no exista una antología dedicada a Vallejo en mandarín. 19 27 El único libro en chino sobre LITERATURA PERUANA Liu Xiaomei se apasionó por Latinoamérica cuando conoció al Ché Guevara en una biblioteca, hace medio siglo. Tenía apenas 17 años de edad, cursaba el primer año de estudios de español en la Universidad de Lenguas Extranjeras de Beijing y estaba sentada en una sala de lectura casi vacía. De pronto apareció Ernesto Ché Guevara y una comitiva. Cuentan que el Ché había pedido visitar la biblioteca, a esa hora desprovista de alumnos. Quizás porque parecía una niña, él se fijó en ella. “Su intérprete le comentó que yo estudiaba español. Él extendió su mano, y me dijo “Mucho gusto”. Le di la mano y la estrechó con fuerza. Quería decirle que el gusto era mío pero me interrumpió con una pregunta”, recuerda: “¿Y qué libros de español has leído?” preguntó el Ché. Antes de que ella respondiera, él continuó interrogando, “Y has leído El Quijote?”, añadió. “Lo he leído en chino”, contestó ella con franqueza. “Tienes que leerlo en español” replicó el Ché. Y así como vino, se fue. “Recién empezaba la carrera pero quedé tan 28 20 impactada con esta tarea que de inmediato comencé a leer El Quijote en español con la ayuda de un diccionario. ¿Y si volvía y me preguntaba otra vez? Fui descubriendo el valor de ambos personajes, el Quijote y el Ché. Muchos años después mi esposo, que también fue mi compañero de clases y conocía esta historia, publicó una traducción al chino del libro de Cervantes”, rememora Liu Xiaomei. El encuentro con el Ché la conectó con América Latina, su literatura, su historia, su pensamiento y su gran tradición. Su primera lectura sobre el Perú fue “Comentarios Reales de los Incas” del Inca Garcilaso de la Vega. Después de graduarse, la universidad le ofreció una plaza de docente. Con apenas 21 años se convirtió en la profesora de español más joven de China. En 1999, una casa editorial china seleccionó cinco países para que representaran las letras en español como parte de una colección de literatura mundial. Convocaron a catedráticos chinos, entre ellos a Liu Xiaomei, quien pidió encargarse de la edición dedicada a la Liu Xiaomei autora del libro “La literatura peruana” el único de su tipo que existe en China sobre el estudio de nuestra historia literaria. literatura peruana. Por entonces, Liu Xiaomei ya había traducido “Los Perros Hambrientos” de Ciro Alegría, entre otras novelas peruanas. El libro se llamó “La literatura peruana” y es el único de su tipo que existe en China sobre el estudio de nuestra historia literaria. Esta edición ha circulado por la red de instituciones educativas del país como una referencia sobre las letras peruanas. Fue lo último que publicó Liu Xiaomei antes de jubilarse. Con esta obra cerró casi cuatro décadas dedicadas al estudio del español y la literatura. Hoy vive rodeada de sus libros. 21 29 Manual en chino para CONOCER EL PERÚ El Cau Cau, ese exquisito plato de humilde origen, podría haber sido un invento de los culíes. Así lo señala en su reciente libro “La Cultura del Perú”, el ex diplomático chino Wang Shishen, quien trabajó en el área cultural de la Embajada de China en Lima durante once años. “El intestino y la panza eran residuos ante los ojos de los hacendados. Los inmigrantes chinos los obtenían gratuitamente. Sabían cómo lavarlos para desechar el olor y aderezarlos en una sartén según las costumbres culinarias de sus pueblos natales. En manos de estos peones chinos, resultó un plato sabroso que además llamaba la atención por su olor”, relata. Muchos investigadores gastronómicos han debatido sobre el origen de este platillo y especialmente, su nombre. Como una forma de insulto y para cobrar revancha por el maltrato que sufrían, los culíes llamaron al plato cau cau. “Cuando el capataz preguntaba: ¿qué están comiendo?, ellos respondían cau cau, palabra cantonesa que quiere decir 22 perro”, sostiene el ex diplomático. Y fue así que los hacendados norteños creyeron que el plato se llamaba cau cau. Algo parecido sucedió con la palabra chifa, que también procede del cantonés. Wang explica que hay diversas formas de preparar la panza en la culinaria china pero que el cau cau es creación de los culíes. Aún así, el plato es tan peruano como el lomo saltado y el wantán, ambos también de origen chino. Un antepasado del lomo saltado se sirve todavía en China y el wantán del Perú tiene un gusto tan local que ha roto con sus ancestros. “Los platos del chifa y otros inventos de los culíes ya no son chinos. Se aclimataron al gusto local, variaron con los nuevos ingredientes hasta convertirse en genuinos representantes de la cocina peruana”, concluye el experto. La riqueza de la gastronomía del Perú radica en haber sabido cocinar los aportes de distintas culinarias del mundo hasta alcanzar el sabor de un nuevo plato. “Los inmigrantes chinos trajeron nuevas variedades de arroz e incorporaron más verduras a los platos. La herencia también se nota en la administración de los arrozales y otras técnicas agrícolas”, añade. El capítulo sobre la influencia de la culinaria china y el valor de la gastronomía peruana ocupa un lugar destacado en el libro de Wang. Empezó a escribirlo cuando volvió a Beijing en el 2007, tras haber trabajado durante once años en Lima. Lo que Wang más extraña del Perú, son las frutas y verduras. “Baratas, de alta calidad y gran variedad” describe. “Cada país tiene platos típicos que lo representan, pero en el Perú hay tal variedad que es imposible mencionar solo uno, dos o tres. Se necesita todo el menú”, opina. Cuando despide a un colega que viaja a Lima le dice, “Tu paladar será inmensamente feliz en el Perú”. “Cada país tiene platos típicos que lo representan, pero en el Perú hay tal variedad que es imposible mencionar solo uno, dos o tres. Se necesita todo el menú”. Wang confiesa que guarda un cariño especial por el país y su gente. Más que un libro, “La Cultura del Perú” es un detallado manual de 643 páginas dirigido al lector chino que aborda distintos aspectos de la sociedad peruana hasta retratarla completamente. “Es un resumen de lo que vi, oí y sentí. De lo que viví allá en el Perú y de mis experiencias con los amigos peruanos”, comenta. 32 24 Pero el libro excede el carácter testimonial. En siete capítulos y anexos, el experto desarrolla temas como historia, política, geografía, patrimonio cultural y natural, gastronomía, artes plásticas, música, danza, folclor, artesanías, literatura, teatro, televisión, tradiciones, idiosincrasia, y por supuesto, la influencia china en el país. Hasta incluye un listado con los nombres en chino de lugares típicos y peruanos ilustres. Wang Shishen, ex diplomático de la Embajada de China en el Perú, es autor del libro “La Cultura del Perú”. De acuerdo con la perspectiva del escritor, lo que une fuertemente a los dos países es la inmigración china al Perú desde mediados del siglo XIX, un tema hasta hoy desconocido por muchos de sus compatriotas. “Incluso, algunos expertos aseguran que la relación empezó mucho antes. Ciertos registros arqueológicos e históricos muestran trazos muy parecidos a caracteres chinos en objetos exhumados de culturas precolombinas”, indica. Otro tema clave en el libro es la descripción de la idiosincrasia peruana. “Me impresionó mucho la laboriosidad, la imaginación, la hospitalidad y el profundo optimismo de la gente”, dice. Según explica a sus lectores, el peruano es de trato fácil, siempre invita a su casa y practica la frase “pan para hoy, mañana será otro día”. Recuerda que se conmovió cuando un diario local publicó una encuesta titulada “1,000 razones para no irse del Perú”. Casi no se va. 25 33 Perú es la gran despensa de PAPAS Y CAMOTES DE CHINA China es el mayor productor de papa y camote del mundo pero el Perú ha sido su principal despensa. “Gracias a la colaboración de más de treinta años entre China y el Centro Internacional de la Papa (CIP) -que tiene su sede en Lima- y a las investigaciones desarrolladas a partir de papas y camotes oriundos del Perú, así como a otros esfuerzos, China contribuye actualmente con el 25% de la producción mundial de papa y el 80% de camote”, afirma Xie Kaiyun, científico de la oficina regional del CIP en Beijing. La papa, que en tres décadas ha duplicado su producción, se cultiva en veinte provincias chinas. Según el investigador, 5 millones de hectáreas son destinadas cada año a la siembra de papa y otras 4 millones a la del camote. La tasa de crecimiento anual de la producción de papa en China ha superado a cualquier otra de los principales cultivos. El éxito que hoy cosecha en China se remota a 1978, cuando este país envío una delegación de investigadores a Lima para iniciar su relación con el CIP. China recibió 26 una papa llamada CIP-24 que era resistente a la sequía y enfermedades. Este primer intercambio resultó ser tan beneficioso que hasta hoy se siembra en 200.000 hectáreas, especialmente en las provincias del norte. En 1985, se creó la oficina en Beijing y se incorporó al camote. A partir del convenio firmado entre la Academia China de Ciencias Agrícolas y el CIP, se profundizó en el intercambio de germoplasma, en las investigaciones conjuntas para la prevención y detección de plagas y enfermedades, y en la capacitación de investigadores. “Los más importantes científicos chinos que hoy lideran la investigación de la papa y el camote se formaron en el CIP. Más de 2.000 investigadores han sido capacitados y por lo menos un millar viajó a Lima”, sostiene Xie que en un década visitó siete veces el Perú. En 1994, llegó a China una variedad de papa llamada “Tacna”. Fue introducida en tierras áridas del norte del país. Debido a su resistencia a la sequía, el calor, los virus y la salinidad de Xie Kaiyun es un científico de la oficina regional del Centro Internacional de la Papa (CIP) en Beijing. suelos, la variedad “Tacna” logró un 40% más de rendimiento que sus pares locales. Doce años después, el gobierno Chino la registró como una nueva variedad de papa nacional, le dio el nombre chino de “Jizhangshu 8” y una extensión de 66.000 hectáreas de siembra. Actualmente se cultiva en todo el territorio. “Ninguna otra variedad de papa en China ha alcanzado una extensión tan grande después de su registro”, recuerda el investigador Xie. La década del 90 fue del camote. China explotó el potencial del camote y aumentó 36 28 la producción en más de 30% en un millón de hectáreas. Su almidón fue destinado principalmente a la producción de tallarines, incluso para la exportación. A causa de la demanda en el mercado interno de carne porcina, los agricultores han empleado el camote como alimento animal. En los próximos veinte años, China deberá aumentar la producción de alimentos en 100 millones de toneladas. De todos los cultivos, la esperanza está puesta en la papa y el camote, los únicos que son capaces de seguir creciendo en una tierra donde la población aumenta y ya no hay espacio. De todos los cultivos, la esperanza está puesta en la papa y el camote, los únicos que son capaces de seguir creciendo en una tierra donde la población aumenta y ya no hay espacio. 29 37 En la búsqueda de ANCESTROS COMUNES ¿Cabe alguna remota posibilidad de que peruanos y chinos tengamos ancestros comunes? Song Baozhong y Wang Dayou llevan dos décadas investigando las relaciones culturales entre la antigua China y la América Precolombina. En el 2006, el antropólogo Song y el historiador Wang recorrieron Ecuador, Perú y Bolivia, tras los pasos de lo que ellos han llamado “el viaje de los Yines hacia el Este”. Para estos expertos chinos, hay ciertos indicios de que “los indígenas de América son los descendientes del grupo Yin, que destacó durante la segunda mitad de la dinastía Shang (1600-1046 a.C.). Esta época ha quedado registrada a través de los miles de objetos de bronce, jade, piedra, hueso y cerámica que se han recuperado de las excavaciones arqueológicas. Según una antigua leyenda, cuando esta dinastía cayó, un desencantado príncipe Yin dejó China con su guarnición y se dirigió hacia el Este. Lo que a primera vista parece un mito no deja de ser una posibilidad. Los investigadores 30 chinos sostienen que se han descubierto tablas de jade de la Cultura Olmeca en las cuales se traza el árbol genealógico de la dinastía Shang. “Los caracteres tallados en estas tablas son pruebas fehacientes de las relaciones precolombinas y narran que 150.00 soldados yines bien equipados cruzaron el Pacífico y llegaron a América”, manifiestan. De acuerdo con el libro “Nueva investigación de la antigua Historia China” de Wang Hansheng, “en el Perú se halló una columna de cerámica con 20 ‘fan o zhou’, igual que los caracteres de las dinastías Shang y Zhou”. Song y Wang concuerdan que esta podría ser una pieza conmemorativa de la llegada de los chinos Yin a la costa peruana. Hay otras similitudes: Inca suena como “Yinjia”, que significa “familia y casa de yines”. Inti puede ser traducido literalmente del chino “inti o indi” como “emperador de los yines”. Los expertos aseguran ver en las representaciones del Inti varias formas de los caracteres “fusang”. Según la mitología china, el sol residía sobre un árbol llamado Fusang. Además, dicen haber encontrado en estas figuras el caracter “sang” que se relaciona con árbol y el “tian” que significa cielo o divinidad. Los investigadores chinos van más allá al afirmar que “antiguos caracteres que hacen referencia a los nombres de los emperadores de la dinastía Shang aparecen en los túnicas y tapices tradicionales del Perú”. Particularmente el caracter “shang” se encuentra en vestimentas atribuidas al Inca o altos funcionarios. Otros revés, difíciles de reconocer por un hablante chino común. Ambos investigadores manifiestan que no es complicado reconocer caracteres chinos en ceramios, piezas, artefactos, túnicas y tapices de las culturas preincas. Lo interesante, destacan, es que los caracteres seleccionados están dispuestos correctamente en los objetos ceremoniales, esconden algún mensaje místico o registran fechas de supuestos Song y Wang han encontrado algunas descripciones en el capítulo “Viajes por el gran espacio oriental” que calzan perfectamente con la cultura Chavín (800-200 a.C). caracteres como “gong” (trabajo) y “ren” (noveno tronco celeste), se observan en tapices de la localidad de Aguas Calientes, mencionan. “Los caracteres “tian” (cielo), “wang” (rey) se utilizan de forma muy correcta en objetos ceremoniales hallados en Sudamérica, al mismo estilo chino”, opinan los investigadores. También existen antiguos caracteres dispuestos en “bafen shu”, un tipo de escritura china al 40 32 acontecimientos que marcaron historia en la vida del grupo. Durante el viaje a Perú, entraron en contacto con los estudios de otros investigadores peruanos como Teodorico Olaechea, Pablo Patrón, José Antonio de Lavalle y Francisco Loayza. “En el plato encontrado por Olaechea en una huaca de Ica se pueden leer los caracteres “ren” (etnia), “ben ri” (el mismo día), y “ershibai Song Baozhong y Wang Dayou llevan dos décadas investigando las relaciones culturales entre la antigua China y la América Precolombina. baoyi”, (2.000 baoyi). Interpretamos que una etnia rinde homenaje al soberano Baoyi (rey de los Yin) con una vasija hecha a 2.000 días de su muerte”, proponen. “Nos impresionó un recipiente de barro hallado en la costa norte donde se pueden apreciar tres caracteres “richu” (salida del sol), comentan. Se trata de uno de los ceramios que Loayza encontró en 1933, en el Museo Nacional. En otra vasija del siglo V, citada por Lavalle, los expertos chinos reconocen el caracter “gong” (arco), “cuya forma de escritura estaba en boga durante el período de la Dinastía Han (202 a.C- 220)”, destacan. Varios de estos detalles que podrían resultar “meras coincidencias debido a la forma geométrica de los antiguos caracteres chinos”, pasan desapercibidos o no son tomados en cuenta por los equipos de profesionales peruanos. Los profesores chinos advierten que los antiguos caracteres siempre traen nuevas luces a las investigaciones. Una vasta fuente de información para Song y Wang es la antigua obra “Viajes por montañas y mares” que alcanzó su popularidad durante el período de los Reinos Combatientes (475221 a.C.). Se trata de una popular obra de consulta que describe la geografía, la historia, 33 41 las culturas, los transportes, las costumbres y los mitos de la época. Especialistas en el tema afirman que este libro registra el intercambio cultural precolombino entre China y América. se pueden distinguir otros motivos como el “bingfenglong” (dos cabezas de dragón con un mismo cuerpo), y “bingfengqi (dos cabezas e serpiente con el mismo cuerpo)”. Song y Wang han encontrado algunas descripciones en el capítulo “Viajes por el gran espacio oriental” que calzan perfectamente con la cultura Chavín (800-200 a.C), su localización geográfica y sus manifestaciones artísticas y religiosas. La fuerte presencia del felino en la iconografía Chavín que también está presente en los relatos documentados, levantan muchas sospechas para estos investigadores. Según Song y Wang, se puede ver claramente al Taotie en los pectorales de la cultura Chavín como en otros objetos de carácter ritual o guerrero en la América precolombina. El dragón es un elemento que aparece en los ceramios. Los expertos manifiestan que en la Estela de Chavín se muestra el rostro de Taotie, un miembro de la familia de 9 o 13 dragones que según la leyenda, acepta sobornos. “Aparece frecuentemente representado en las piezas de bronce de la dinastía Shang y a la vez, en varios objetos de América precolombina”, anotan. El Taotie surgió en el neolítico y fue representado en las piezas de cobre y bronce de las dinastías Shang-Yin (Yin-Shang) y Zhou. Simboliza la valentía, la agresividad y la fuerza. Es una mezcla de dragón y felino, tiene ojos protuberantes, marcadas ventanas nasales, colmillos, cuernos y garras. Además 42 34 El investigador peruano Fernando de Trazegnies, en su trabajo titulado “Asia y Latinoamérica Una visión histórica con perspectiva de futuro”, señala que un elemento mítico-religioso común es el dragón. “Mientras que el dragón europeo tiene cuatro patas y alas, el chino es una suerte de serpiente con lomo surcado de la cabeza a la cola por aletas en punta como las del Stegosaurius y no tiene patas sino cuatro garras. El dragón peruano no es como el europeo sino como el chino: Una serpiente (sin alas), generalmente con cuatro garras y no patas, con la misma apariencia de Stegosaurius y se encuentra muchas veces rodeado por serpientes propiamente dichas”. Trazegnies también destaca que en lo huacos Mochica se encuentran algunos personajes que no corresponden absolutamente al tipo indoamericano: “Existen varias piezas que muestran un personaje de barba y bigotes largos –siendo el tipo étnico americano absolutamente lampiño- con una suerte de sombrero inusual para esta cultura y que evocan marcadamente la idea de un mandarín chino. En uno de esos ceramios se advierte en su base el dibujo de olas, lo que puede indicar que se trataba de alguien que había llegado por el mar”. Otras culturas donde se registran contactos –según los profesores chinos- son Nazca y Paracas. El famoso Candelabro en la Bahía de Paracas sería una representación del árbol de Fusang realizado por los Yin o sus descendientes, sostienen los especialistas. De acuerdo con la mitología china, el sol residía sobre un árbol llamado Fusang. Song y Wang aseguran que la forma del candelabro se asemeja al caracter “sang” y su posición cumple con el ritual de adoración de los Yin. Los expertos hacen referencia a los quipus, conocidos como “jie sheng” (nudos con significado), “que los antiguos chinos inventaron para anotar los acontecimientos”, destacan. Quipu suena muy parecido a “jipu” y a “jizhu”, cuyo significado es “apuntar y memorizar”. Para Song y Wang, “todos estos datos no son casuales, sino causales”, advierten. “Hemos heredado los éxitos de notables investigadores chinos y extranjeros, nuestra misión consiste en dar un paso más. Hay que cruzar el océano nuevamente”, proponen. A lo mejor, resulta que China y Perú, nunca estuvieron lejos. El famoso Candelabro en la Bahía de Paracas sería una representación del árbol de Fusang realizado por los Yin o sus descendientes, sostienen los especialistas. 35 43 El futuro del Perú ESTÁ EN CHINA Muchos países quieren tener una relación más estrecha con China pero no todos están dispuestos a comprometerse. ¿Cómo puede hacer el Perú para aprovechar el vínculo de más de cuarenta años que ha construido con el gigante del Asia? El puente más seguro de cruzar está formado por los contactos desde ambas orillas. “Si China y el Perú realmente quieren elevar sus vínculos hasta un punto estratégico deben aumentar los contactos entre personas de ambos países que son la base de cualquier relación”, sostiene Pan Wei, catedrático chino de la Universidad de Beijing. Para el analista, “China es el Nuevo Mundo y representa el futuro” y si el Perú está convencido, necesita una estrategia a largo plazo. “Debe abrir sus puertas a ciudadanos chinos con capital que quieran establecerse en el Perú. Esto no solo dinamiza aún más la economía sino aumenta los verdaderos lazos que unen a los países”, dice. Un compromiso de este tipo no solo atraería a una mayor cantidad de inversionistas chinos sino también le abriría el paso a los turistas chinos, propiciaría los matrimonios mixtos y hasta involucraría aún más a los gobiernos. “Construir un aeropuerto -por ejemplo- ya no será el interés solo del Perú, sino también de China”, precisa. Según Pan Wei, nuestro futuro está conectado por una historia común: “Ningún país en Latinoamérica debería ser tan familiar para los chinos como el Perú, donde la contribución de los inmigrantes ha impulsado su desarrollo”. “Lo mejor que tiene el Perú es su comida. Y precisamente es tan buena porque ha “China es el Nuevo Mundo y representa el futuro y si el Perú está convencido, necesita una estrategia a largo plazo”. 36 recibido la influencia de varias cocinas, con insumos propios de alta calidad. También es impresionante la actitud de los peruanos, su alto grado de espiritualidad que los lleva a vivir una vida feliz”, destaca. En el 2009, Pan Wei permaneció medio año en Lima, invitado como profesor visitante de la Pontificia Universidad Católica. Desde entonces ha seguido en China el desarrollo del Perú. “El país tiene excelentes condiciones naturales y geográficas, un tremendo potencial sea poco efectivo. La economía ha marchado a buen paso por el mantenimiento de la estabilidad política, la adopción de una política de apertura y la relación comercial con los grandes compradores de materias primas, como China. Sin embargo, el Perú carece aún de infraestructura adecuada. “Machu Picchu es tan espectacular que cualquier chino quisiera ir. Pero no existen facilidades en cuestión de infraestructura y “También es impresionante la actitud de los peruanos, su alto grado de espiritualidad que los lleva a vivir una vida feliz”. de crecimiento, pero también una fuerte división de clases sociales y una lucha política entre la derecha y la izquierda que recuerda a Europa del siglo 19”, anota. De acuerdo con el analista, el peruano común no siente que el gobierno es su gobierno. El Estado, por su parte, no ejerce un control total del territorio, incluso en varios lugares se nota su ausencia. Eso ha generado que la población esté muy dividida y el gobierno 46 38 servicios para los 100 millones de turistas chinos que viajan por el mundo. La infraestructura es la base del crecimiento”, subraya. Este mismo problema es compartido por otros países latinoamericanos. ¿Cuál es la solución? La formación de un bloque en la región. Según Pan Wei, “El mundo actual es de los países grandes. Los países latinoamericanos deberán unirse si quieren ser poderosos. Juntos tienen futuro”. “El mundo actual es de los países grandes. Los países latinoamericanos deberán unirse si quieren ser poderosos. Juntos tienen futuro”. 39 47 La virtud china de la PACIENTE ESPERA Poco importa lo qué diga el calendario, o que la mayoría piense que ya es muy tarde para empezar; el maestro Chen Ziming tiene la certeza que está en su mejor momento para aprender. Los caprichos del tiempo nunca lo hicieron desistir. El almanaque sólo sabe marcar fechas, inicios y finales. Pero los proyectos de vida del maestro Chen, los marca su corazón. A los 13 años, cuando los niños en Asia ya tocan en el Conservatorio, él se inició en el violín. A los 48 años tomó por primera vez clases de español. Empezó sus investigaciones sobre América Latina cuando celebró sus 50. Tuvo que esperar 22 años más para que se publicara su primer libro en China sobre música latinoamericana. Ahora ha llegado el momento del charango. Y él afirma que está a tiempo. El maestro Chen no le presta atención a los números sino a la música. Su historia es un pentagrama donde se han escrito los altibajos sociopolíticos por los que ha atravesado su país. Y es que a veces, al maestro Chen no le ha quedado más remedio que desentonar. 48 40 De camino a la escuela en su natal Suzhou, provincia meridional china de Jiansu, aprendió a cantar en inglés, imitando a sus dos hermanos mayores que entonaban canciones del folleto “101 temas tradicionales”. Tenía apenas cinco años, muy pronto para saber si aquella voz de cristal no se quebraría en la adolescencia. El inicio de la Guerra de Resistencia contra la Invasión Japonesa, en 1937, obligó a la familia a huir de Jiansu en busca de refugio. En dos años, Japón controló toda la línea costera de China, tomando Nanjing, donde masacró a la población civil y bombardeando las zonas de importancia fuera de su alcance. Ni los nacionalistas quisieron enfrentarse al ejército japonés, ni los comunistas pudieron en un inicio. El niño aprendió durante el camino a cantar temas patrióticos como “Río Jialing”, mientras su familia se trasladaba de un lugar a otro. Casi una década después tras el fin de la guerra, cuando volvió a la escuela e intentó ingresar al Conservatorio su hermosa voz también había huido. 00 Fue la primera vez que llegó tarde, admite. Sin voz que ostentar, optó por tomar prestado el violín de su tío y a los 13 años inició su carrera de músico, al tiempo que se constituía una nueva nación. El primero de octubre de 1949, desde la puerta de Tian’anmen en Beijing, Mao Zedong proclamaba la fundación de la República Popular China. En los años siguientes, el niño que nunca fue cantante descubrió sin prisa su amor por el violín en la Escuela de Música de Nanjing, la ciudad china más devastada por la guerra. Se graduó como músico y se desempeño como miembro activo en la vida política del país. Cuando parecía que por fin la vida tocaba su canción, la Revolución Cultural lo tomó por asalto y le cambió las partituras. En 1957 fue acusado de “derechista” y enviado al campo a realizar trabajos agrícolas durante casi una década. La misma suerte siguieron los catedráticos, artistas, médicos, ingenieros, y todo aquel que destacaba. Lo único que pudo llevar fue su violín. “Cuando terminaba mis labores y caía la noche, tocaba y cantaba algunos temas en inglés que recordaba de mi niñez. Algunos me decían que olvidara el violín y me concentrara en las herramientas del campo. Hasta que venía la autoridad y me recordaba que lo occidental estaba prohibido, incluyendo la música. ‘Son tan sólo ejercicios antes de interpretar una 50 42 pieza china’, les contestaba. Tenía mucho miedo que mis dedos perdieran la destreza para el violín, quería ser concertista”, recuerda el maestro Chen. Sus pesadillas despertaron en el mundo real. El trabajo del campo fue muy duro para un violinista, después de ocho años sus dedos se entorpecieron y el índice izquierdo empezó a desobedecerle. Cuando finalmente fue exonerado de los cargos y volvió a la ciudad, no pudo convertirse en el concertista de violín que en el campo había soñado ser. A pesar de todo, no se marchó del Conservatorio. El maestro Chen dejó el violín y se refugió en la investigación musical. Por medio de los libros descubrió que la etnología es la ciencia social que estudia y compara los diferentes pueblos del mundo. Impresionado por la belleza de los conocimientos adquiridos supo que era nuevamente el momento para aprender. Una vez incorporado como profesor del Conservatorio Central, el maestro Chen empezó a reconocer el mundo a través de sus melodías e instrumentos tradicionales. A mediados de los 70 viajó a Guinea, Camboya y Guyana para iniciar sus investigaciones sobre educación musical. Posteriormente recorrió la India, Birmania, Filipinas y parte del África. En 1976 introdujo la percusión metálica o “steel band” caribeña en China. Y se quedó tan impresionado con el Caribe que a fines de esa misma década integró el Grupo de Música de Asia, África y América Latina del Conservatorio Central de China. y diferencias, y se convirtió entre los chinos, en un erudito en música latinoamericana sin haber recorrido jamás el continente. “Tanta era mi pasión por la música latinoamericana que muy cerca de cumplir los 50 años me inscribí en el Departamento de Español de la Universidad de Beijing. Todos los alumnos me miraban sorprendidos, eran tan jóvenes, hasta la profesora era menor que yo. Intenté aprender castellano porque Ha sido el maestro Chen quien introdujo desde 1982 en el Conservatorio Central de China los cursos “Música de América del Sur” y “Música de América Latina”, además de haber organizado la primera Jornada Cultural Latinoamericana en Beijing. En 1988, el gobierno de Brasil le otorgó el Premio Heitor “Intenté aprender castellano porque quería recorrer América Latina recopilando su música”. quería recorrer América Latina recopilando su música”, recuerda. Villalobos por sus contribuciones al estudio de la música de este país en China. Nunca viajó. No pudo conseguir una beca ni una invitación, no tenía dinero para costear el viaje. En su lugar, reunió todo tipo de documentos, recortes, libros, casetes, grabaciones, videos y hasta algunos instrumentos tradicionales propios de Latinoamérica. Acumuló un valioso material que fue su tesoro de pirata; lo clasificó por países, escarbó en su pasado, investigó sus particularidades, comparó sus similitudes Diez años después fue invitado a España para dar una conferencia, y apenas le fue posible, tomó el primer vuelo que lo llevó de Madrid a La Habana. Así volvió al Caribe. En la isla encontró el suonaa, una milenaria corneta china que está presente en los carnavales de Santiago de Cuba, y según el maestro Chen, “añade un toque de misterio oriental a una fiesta que constituye un desborde 43 51 inimaginable de alegría caribeña”. En el 2004 publicó su libro titulado “Música de América Latina”, el primero de este tipo en China. Ciento sesenta mil caracteres chinos abordan el origen, la historia y los rasgos distintivos de esta música. El Maestro Chen considera que es tan sólo el inicio. “Los chinos apenas tienen referencias de Latinoamérica debido a que geográficamente está muy lejos. Otro problema es el idioma y la carencia de materiales de consulta. Hasta las traducciones al chino de los títulos de canciones reflejan la falta de conocimientos sobre la región. Por ejemplo, la canción mexicana “Cielito Lindo” que se refiere a una muchacha hermosa, se le llamaba en chino “Cielo lindo” en el sentido literal del término”, explica. En su intento por difundir las melodías latinoamericanas, cada año, desde 2002, el maestro Chen cruza el Estrecho de Taiwán. En la Universidad de Nanhua, imparte los cursos relacionados con música de América Latina durante un semestre. Tanta es su destreza que hasta ahora ningún alumno ha podido descubrir que el maestro Chen conoce el continente solamente por fotos e ilusiones. La primera vez que vio a Ima Sumac fue en una película en blanco y negro, producida 52 44 por la ex Unión Soviética, que se estrenó en la década de los sesenta en Beijing. Como le sucedió a muchos chinos, no pudo olvidar su voz ni su nacionalidad. Esta constituye la más temprana referencia musical que el maestro Chen guarda de los peruanos. Desde los ochenta, con la ayuda de amigos peruanos de paso por China, ha reunido música del Perú. Actualmente, el maestro Chen es capaz de distinguir los sonidos propios de los distintos instrumentos tradicionales, tiene varias quenas en casa y hasta puede tararear los temas más populares por regiones o departamentos. Fue su amigo Guillermo Dañino quien le obsequió una grabación donde se escuchaba un charango. El maestro Chen quedó encantado con la melodía y empezó a indagar sobre cómo tocar el instrumento. Dieciséis años después vio por primera vez un charango durante un concierto de un músico peruano que visitó China. Lamentablemente, se lo llevó pronto, recuerda. A mediados del 2005 la concertista peruana de guitarra Virginia Yep visitó Beijing y conoció a este profesor chino y su historia de larga e interminable espera. Algunos meses después, el maestro Chen recibió en su casa un charango procedente del Perú, regalo de la talentosa guitarrista que reside en Alemania. Lo miró con El maestro Chen Ziming publicó en el 2004 su libro titulado “Música de América Latina”, en China. detenimiento y lo cargó con delicadeza, como quien espera por mucho tiempo la llegada de un niño. Entonces, dijo lo de siempre: “Es momento de aprender”. Recién en el 2011, el maestro Chen alcanzó a reunir el dinero necesario para viajar con su esposa al Perú. Visitó la Escuela Nacional de Folclór José María Arguedas, donde uno de sus estudiantes chinos del programa de maestría, Su Bo, realizaba una investigación. Medio siglo después de haber escuchado por primera vez a Ima Súmac recorrió el mismo país que ya conocía a través de su música para cumplir el más caro de sus sueños. Desde los ochenta, con la ayuda de amigos peruanos de paso por China, ha reunido música del Perú. 45 53 Amistad por CORRESPONDENCIA Una amistad por correspondencia de más de veinte años entre un intérprete chino y un ex senador peruano ha quedado sellada para siempre con la fundación de la primera Sociedad China para el Estudio de los Sellos Postales del Perú, y la exposición de 800 estampillas peruanas en Beijing. La muestra fue una iniciativa de la Embajada del Perú en Beijing y del Comité Organizador de China para la Elección de los Mejores Sellos Emitidos en el Mundo, una entidad local que nombró consultor de esta nueva sociedad filatélica al embajador del Perú en China, Gonzalo Gutiérrez Reinel. En 1984 nació la amistad postal entre el intérprete Wang Yuxian y el ex senador aprista Justo Enrique de Barbieri y perduró a través de los sellos postales. Wang escribió un artículo en la filatelia como puente pueblos, y de Barbieri carta donde le ofrecía postales del Perú. una revista sobre amistoso entre los le envió con una su amistad, sellos Wang le respondió con una estampilla china, y al poco tiempo recibió una estampilla peruana. Así empezó su colección de sellos peruanos que está formada por más de 500 estampillas emitidas en el Perú desde 1935. Casi el 80 por ciento provienen del intercambio postal con de Barbieri. Siete años después de la primera carta, Wang viajó al Perú para participar en un congreso y apenas se encontró con de Barbieri, se saludaron, preguntaron por sus familias, y comenzaron a intercambiar más estampillas. Antes de volver a China, Wang En 1984 nació la amistad postal entre el intérprete Wang Yuxian y el ex senador aprista Justo Enrique de Barbieri. 46 00 fue al Correo de Lima y compró todos los sellos que le faltaban. Durante más de dos décadas las estampillas peruanas siguieron llegando con puntualidad al buzón de Wang. En una de las cartas, de Barbieri le contaba a su amigo chino sobre su nieto que coleccionaba billetes. Aquella vez, Wang le envió un antiguo billete chino. De Barbieri le respondió emocionado que ya había un nuevo coleccionista en casa. En el 2010, repentinamente, Wang dejó de recibir correspondencia del Perú. Al principio creyó que los sobres se habían extraviado, después pensó que la relación de tantos años se había desvanecido. Ya no recuerda cómo se enteró de la muerte de su amigo peruano. Desde entonces, cada vez que contempla su colección de sellos peruanos vuelve a releer las cartas que recibió del Perú. Wang que es un filatelista reconocido en China, con más de 20.000 estampillas, la mayoría de los países latinoamericanos, se ha propuesto promocionar los sellos peruanos. En China, casi un centenar de filatelistas tiene al menos alguna estampilla peruana en su colección. En el sello más famoso aparece Machu Picchu. A través de la Sociedad China de Estudios para Sellos Peruanos que Wang ha impulsado y ahora preside, los amantes chinos de la filatelia podrán conocer el Perú. En cada cumpleaños, el hijo mayor de Wang, le regala un álbum alemán para colocar los sellos del Perú. Su hijo no es un coleccionista pero guardará el tesoro peruano de su padre. Wang quiere asegurarse que las estampillas se conservarán intactas hasta que llegue un nuevo filatelista a la familia. Al principio creyó que los sobres se habían extraviado, después pensó que la relación de tantos años se había desvanecido. Ya no recuerda cómo se enteró de la muerte de su amigo peruano. 49 57 Tanta belleza junta en EN UN SOLO PAÍS ¿Y todas estas fotos las has tomado en un solo país? Este suele ser el primer comentario que recibe Gong Bencai de sus amigos chinos, a quienes les ha obsequiado su álbum fotográfico “El Perú a través de mis lentes”. El libro, de 240 páginas, tapa dura y edición de lujo, contiene 300 imágenes seleccionadas de entre 50.000 fotos que él ha tomado durante sus primeros tres años en el Perú. “Todos los que han visto este álbum terminan muy sorprendidos. La mayoría no tenía ni idea qué cosa es el Perú. A través de las imágenes han podido apreciar la verdadera riqueza de este país que se encuentra en su diversidad. No pueden creer que exista tanta belleza junta en un solo territorio”, explica emocionado el autor. Pese a que la fotografía es su pasión, y que ya ha publicado otros dos libros, “Fotógrafos contemporáneos chinos del siglo XXI”, en China, y “África a través de mis lentes”, en los EEUU, Gong Bencai no se considera un fotógrafo profesional. En el Perú, es el presidente de la filial de SAPET, una empresa china que explora petróleo y gas. 50 Durante cada una de sus vacaciones, los días festivos, los fines de semana y algunos descansos, Gong Bencai marcaba una ruta en su mapa, preparaba su equipo fotográfico de 30 kilos, y emprendía una nueva aventura, fotografiando el Perú. En tres años ha recorrido casi todo el territorio, e incluso ha regresado varias veces a un mismo lugar. “Recibo y admiro la aurora cuando mis compañeros de trabajo aún están durmiendo en Lima; he llegado a los altos nevados ubicados en Huaraz, mientras la mayoría prefiere las playas; conduzco en medio de una neblina densa atravesando zonas que en el pasado estuvieron convulsionadas, mientras los demás ocupan su tiempo jugando ajedrez o chateando en Internet”, escribe el fotógrafo, refiriéndose a sus colegas chinos. El álbum retrata el espíritu del Perú, a través de su biodiversidad, las maravillas naturales e históricas, y su riqueza étnica y cultural. Más de tres veces Gong Bencai viajó a Arequipa, “una ciudad que recomiendo a mis amigos debido a que concentra gran parte de la belleza del país”, opina. “El propósito de este álbum es presentar al Perú. El libro está hecho especialmente para el público chino. Por eso, he tenido cuidado en seleccionar aquellas imágenes que son únicas, que sorprenden, que invitan a conocer el país”, sostiene el fotógrafo. Para llevar a cabo su trabajo, Gong Bencai adquirió una serie de libros sobre el Perú. Entre buscar su denominación en latín y de allí traducir el nombre al chino”, precisa. Como oasis en un desierto buscaba la información. Pero Gong Bencai ya está acostumbrado a cruzar desiertos para retratar la belleza. Fue precisamente allí donde empezó a fotografiar la naturaleza. Tras graduarse en ingeniería petrolera fue destacado a un campo petrolífero, perdido en una zona desértica de la Región Autónoma de Gong Bencai ya está acostumbrado a cruzar desiertos para retratar la belleza. los textos que él considera fundamentales figuran “Comentarios Reales de los Incas” del Inca Garcilaso de la Vega, e “Historia de la Conquista del Perú” de William Prescott, ambos traducidos al chino. Los textos en español y chino que acompañan las imágenes le demandaron una profunda investigación. “Cuando fotografiaba un ave tenía que apuntar su nombre en español, o al menos cómo se le conoce en el Perú, después Xinjiang. Al borde del río más próximo, tomaba sus primeras imágenes con viejos rollos de películas. Casi veinte años después, sus fotos siguen atravesando distancias y enmarcando la belleza de tierras tan lejanas como el Perú. Según Gong Bencai, sus fotos son esas ventanas por las cuales se asoma el espectador chino para contemplar un país donde viven todos los colores. 53 China se apasiona por los SABORES PERUANOS Dos jóvenes chinos que nunca han cruzado las fronteras de su propio país acaban de lanzar en Beijing el primer restaurante chino con una carta de platos peruanos y tragos a base de pisco. El sueño de Wang Yong y Ding Xiaoshan, ambos de la provincia de Anhui, es que la cocina peruana tenga un lugar exclusivo en China. El restaurante “Alex & Wendi” ofrece diariamente a 88 yuanes (13 dólares) un menú peruano de dos platos (entrada y segundo), entre los cuales se puede elegir causa, papa a la huancaína, solterito, cebiche, ají de gallina, lomo saltado, seco de cordero, fetuccinni en salsa de huancaína y un peruanísimo arroz chaufa. “Coloqué este precio porque 8 es el número de la suerte en China. Los platos más pedidos por nuestros clientes son la causa y el lomo saltado. Pero las mujeres tienen predilección por el ají de gallina”, explica Wang, de 28 años, el nuevo administrador del local. Fue Ding, chef de 33 años, quien lo convenció de cambiar la carta del restaurante. “Dijo que me iba a dar a probar algo delicioso. Cocinó varios platos y los terminé todos. Con una buena sazón el éxito es seguro. Le pedí que le enseñara a mis cocineros cómo preparar comida peruana”, relata Wang. ¿Y cómo aprendió Ding si nunca ha salido de China? Hace dos años ingresó a trabajar en la embajada peruana en Beijing. “La esposa del embajador Harold Forsyth me enseñó la sazón, el chef Paulo De Souza compartió sus Los platos más pedidos por nuestros clientes son la causa y el lomo saltado. Pero las mujeres tienen predilección por el ají de gallina. 54 Además de chilcano, la carta del restaurante también dispone de una variedad de cocteles como Pisco sour, Pisco Collins, Pisco Pink, Pisco Punch y Cholopolitan. secretos conmigo y el embajador Gonzalo Gutiérrez me dio su receta del chilcano”, confiesa el cocinero chino, abrumado con tanta generosidad de los peruanos. Además de chilcano, la carta del restaurante también dispone de una variedad de cocteles como Pisco sour, Pisco Collins, Pisco Pink, Pisco Punch, Cholopolitan y un solo postre que el chef chino ha bautizado como “Flan Tim”. La aventura recién empieza para estos dos jóvenes emprendedores y otros 64 56 ocho cocineros chinos que en ocasiones reemplazan insumos peruanos por otros locales, pero sin alterar el sabor de los platos. Wang y Ding tienen la ilusión de viajar algún día al Perú para probar toda la comida que han visto tantas veces por Internet. “El embajador Gonzalo Gutiérrez Reinel me dio su receta del chilcano”, confiesa el cocinero chino, abrumado con tanta generosidad de los peruanos. 57 65 El dueño de la embajada DEJÓ SU CASA Después de 38 años de servicio como mayordomo de la embajada peruana en Beijing, Fan Shaocheng se marchó a su otro hogar. Ahora que ya está jubilado, el ex mayordomo confiesa que su propia casa le parece extraña. Durante casi cuatro décadas, Fan sirvió personalmente a los 13 jefes de misión y sus familias que llegaron sucesivamente a China. “Un embajador me dijo que yo era el único dueño de la embajada, mientras que ellos eran los invitados”, comenta. Las relaciones diplomáticas entre Perú y China se firmaron el 2 de noviembre de 1971. En febrero del año siguiente, China abrió su embajada en Lima. En marzo, Perú estableció la suya en Beijing. Eran los años en que el gobierno chino empezaba a tender sus lazos políticos con América Latina. La lealtad al Partido se consideraba el principal requisito para trabajar con los representantes extranjeros que llegaban al país. Todo el resto se podía aprender. 58 En 1972, Fan ya esperaba al primer embajador peruano en la residencia de la embajada. Había servido en el Ejército Popular de Liberación y cuando su unidad fue desmantelada, el gobierno lo asignó a la misión diplomática del Perú como mayordomo. ¿Sabía Fan algo sobre el Perú? “Sí. Sabía que existía un país en el mundo llamado Perú”, responde con la misma franqueza de hace 38 años, cuando empezó a trabajar en la residencia y le preguntaron “¿Experiencia?”, “Ninguna”, contestó. Más aún, ¿Conocía Fan las costumbres de los diplomáticos extranjeros y sus familias? “No. Tampoco sabía nada sobre el trabajo, pero había visto películas”, destaca. A Fan le gustó el título de “Primer camarero de la residencia del Perú”, cargo que conservó hasta su jubilación en febrero del 2011. Admite que su aprendizaje duró 38 años. “Al principio, me impactaron mucho los cubiertos occidentales”, sostiene. Fan quería aprender y la esposa del primer embajador peruano fue su primera maestra, rememora. “Era una dama muy paciente y amable. Me enseñó todo el trabajo de camarero. Ella y su esposo me ayudaron bastante. Hace 38 años que se los agradezco”, declara. A pesar del tiempo transcurrido, Fan asegura recordar hasta los detalles más personales de cada jefe de misión que ha vivido en la residencia peruana. Pero advierte que su lealtad consiste en guardar para siempre estos secretos. Los menciona por orden de llegada, ya que nunca pudo almacenar en su memoria nombres tan largos como se acostumbra en español. Hay números ordinales que hasta hoy significan mucho en su vida. “El primero, un gran señor. El sexto, completamente dedicado a su trabajo. La novena, con una gran inteligencia. El último, me regaló un televisor de pantalla plana”, cuenta emocionado. Hace muchos años Fan aprendió inglés con un manual pero insiste en que solo entiende algunas palabras claves como “whisky”. Puede reconocer muchos términos en español, incluso frases enteras, aunque todavía no se anima a 68 60 hablar. Más adelante, quizás. Lo que sí le entusiasma es ofrecer un pisco sour. Cuenta que fue el tercer embajador el que le enseñó a preparar el trago de bandera. Puede recitar la receta de memoria y al detalle. No ha bebido pero ya se siente mareado al recordar todas las copas que ha servido en su vida, afirma. Fan nació en Xiangcheng, un pueblo situado en la provincia de Henan, la más grande de China con 100 millones de habitantes. Está casado, tiene cuatro hijos y hasta nietos. Pero debido al sistema de “hukou” que impide la migración voluntaria, la mayor parte de su familia permaneció en Henan mientras que él trabajaba en Beijing. Durante las vacaciones por el Año Nuevo Chino, Fan volvía puntualmente a casa para reunirse con los suyos. Una vez al año, durante 38 años consecutivos. “Mi familia siempre estuvo atenta a todas las noticias sobre el Perú que aparecían en los diarios. Yo les contaba sobre la comida y la cultura peruana. Ellos también agradecen que el Perú me haya dado un trabajo durante todos estos años”, manifiesta. Cuando Fan cumplió 25 años de servicio continuo en la residencia de la embajada, el gobierno peruano le confirió una condecoración en el Grado de Caballero. Con su noble corazón, juró estar dispuesto ha trabajar por el Perú hasta que se le necesite. Hace cuatro años, su familia le recordó que ya podía jubilarse. Cumplía 60 años, la edad necesaria en China para pasar al retiro. Fan insistía que era pronto. Una vieja dolencia que reapareció este año, lo ha convencido que ya es tiempo de retornar a su otra casa. “He notado que ya no tengo tan buena salud. No puedo cargar los muebles como antes. Temo complicar el trabajo en la residencia, sobre todo si hay un evento importante o visitas distinguidas”, así explica los motivos que lo llevaron al retiro. Ahora Fan “vive la vida de un jubilado”. Admite que aún extraña su otra vida, aquella en la residencia peruana, la cual “conoce mejor que su propia casa”, sostiene. Los amigos de su generación le han dicho que tenga paciencia, que ya se acostumbrará. Pero cada vez que alguien se descuida, Fan vuelve a hablar del Perú, de su título de caballero, de la receta del pisco sour y de Machu Picchu donde nunca fue pero conoce a través de los libros. Si sigue así, le llamarán el peruano. A pesar del tiempo transcurrido, Fan asegura recordar hasta los detalles más personales de cada jefe de misión que ha vivido en la residencia peruana. 61 69 Elegida por VALLEJO Yu Shiyang, de apenas 28 años, doctora por la Universidad de Beijing no confía en el ojo pero tampoco en el anteojo, como sugería César Vallejo. Ella cree en el poder de la unión, y sabe que los peruanos la han acompañado con la fuerza del espíritu, en una extraordinaria misión: ha defendido la primera tesis doctoral en chino sobre el poeta de Santiago de Chuco que a los 120 años de su nacimiento se instala para siempre en China. Un jurado integrado por seis especialistas chinos -cuatro de ellos versados en el españolentre académicos, editores, intérpretes y poetas, han evaluado la investigación doctoral de Yu que analiza los poemarios Trilce, Los Heraldos Negros y otros poemas sueltos de la etapa peruana de Vallejo. Es la primera vez en China que una tesis doctoral es dedicada a un poeta del Perú, lo cual ha despertado interés en el círculo literario chino. Debido al éxito alcanzado con el apoyo peruano, Yu ha prometido impulsar los 62 estudios sobre Vallejo en China. Además de publicar su trabajo doctoral, lanzará la primera bibliografía escrita en chino, basada en la obra monumental del poeta universal. Este material complementará las traducciones del profesor Zhao Zhenjiang, el cual ha supervisado la tesis de Yu, y abrirá el camino para futuras investigaciones académicas en China. Hace una década, llegó Yu a Beijing, de su natal Chongqing, el municipio más grande del país que casi tiene el mismo número de habitantes que el Perú. A diferencia de otros hijos únicos, sus padres –un empleado y una contadora- siempre le permitieron elegir. Y en una generación que tiene los ojos fijos en el galope de su economía, Yu eligió español, literatura hispanoamericana y poética vallejiana. Aunque ahora ha empezado a creer que no fue su elección sino la de Vallejo. Lo conoció a través de las primeras traducciones sueltas de su obra en chino pero fue Zhao Zhenjiang, el primer traductor del poeta Yu Shiyang ha defendido la primera tesis doctoral en chino sobre el poeta peruano César Vallejo. peruano, quien le mostró la profundidad de sus versos. Zhao descubrió a Vallejo en los años 70, cuando el escritor peruano Álvaro Mendoza llegó a la Universidad de Beijing a dictar un curso de español y resaltó la figura del poeta. Mendoza fue profesor de Zhao, y Zhao profesor de Yu. Cuarenta años después la semilla ha empezado a dar frutos. Yu afirma que no existe otro poeta con la sensibilidad del peruano y esa gran capacidad para admitir sus dudas existenciales. “Vallejo no es un poeta lejano sino un hermano mayor que camina conmigo, expresa sus temores, 72 64 sus miedos, y hasta dice que no sabe. Muere joven pero vive eternamente”, asegura la experta. Fue Vallejo también quien la llevó a Santiago de Chuco, a principios de este año. Cuando estaba por finalizar su investigación, recibió una propuesta para acompañar a una delegación china al Perú. Viajó por Lima, Trujillo y Santiago de Chuco, tras las huellas del poeta. Las mismas fotos que había visto en sus libros aparecieron ante sus ojos, mientras ella recordaba las enseñanzas de Vallejo: “Confianza en el anteojo, no en el ojo”. “Vallejo no es un poeta lejano sino un hermano mayor que camina conmigo, expresa sus temores, sus miedos, y hasta dice que no sabe. Muere joven pero vive eternamente”. 65 73 Mabel en el PAÍS DE LOS INCAS Cuando en el 2003, Zhou Yan presentó a sus profesores su plan de investigación, estos le preguntaron si había suficientes chinos en el Perú como para dedicar una tesis de maestría. Incluso en el mundo académico existía un total desconocimiento sobre los chinos que inmigraron a Latinoamérica. En julio de 2005, con dinero prestado, esta curiosa estudiante de Relaciones Internacionales ubicó a Lima en el mapa y partió al “País de los Incas”, probablemente el referente más común sobre el Perú en China. Para realizar este trabajo de campo había estudiado español durante un año y adoptado un nombre más sencillo de pronunciar: “Mabel”. Con el apoyo de la Pontificia Universidad Católica, la joven investigadora visitó la costa norte del país, y realizó entrevistas a ciudadanos chinos y sus descendientes en Chepén, lugar donde se concentró la colonia china. De vuelta a Lima, dio una conferencia a los miembros jóvenes de la Asociación Peruano China y también 66 dialogó con algunos de ellos, rastreando sus historias familiares. “Los jóvenes descendientes se sienten peruanos con raíces chinas. Quizás la marca de los ojos rasgados es lo único que persiste, pero muestran una clara tendencia a reencontrarse con la cultura de sus antepasados”, explica. Su tesis de maestría fue calificada como “el aporte más original del año”, por la Universidad de Beijing. Destacó no solamente por ser la primera mirada que procede del mundo académico chino, sino también por que establece una teoría para explicar el proceso de asimilación, considerado en el estudio como “un caso exitoso”. Zhou Yan plantea cinco motivos o indicadores para medir el grado de asimilación de los inmigrantes asiáticos a la estructura social peruana. El primero, que es la base de todos los otros, está representado por los matrimonios mixtos (chino y peruana), propiciados por la escasez de mujeres chinas durante los primeros años de la inmigración. El segundo es un indicador religioso, según la tesis, debido a intereses personales y búsqueda de conexiones (o “guanxi”, modalidad china en la que se basan las relaciones sociales), la mayoría de inmigrantes se convirtió al catolicismo o económicas, el punto de encuentro de los peruanos. El cuarto indicador se relaciona con la ausencia de una tradición de racismo abierto, lo cual permitió que los chinos y especialmente sus descendientes, se convirtieran en miembros de la sociedad peruana. Y el último, además de motivo, es también una consecuencia: la prosperidad “En ningún otro lugar del mundo los chinos y sus descendientes han logrado ser parte de una nación como en Perú...” como “camino de salvación”, mejoramiento del estatus social. para el El tercer motivo radica en la comida china, “los chinos la reinventaron en el Perú”. De acuerdo con la investigación “el Chifa” es la prueba de una exitosa asimilación que no debe ser catalogado simplemente como “restaurante chino con sabor local”. Para la autora constituye una fusión que en estos tiempos representa mucho más a los peruanos que a los chinos. El chifa es también, sin condiciones de clases sociales económica de los chinos les permitió un ascenso social, lo cual facilitó su inclusión en las altas capas de la sociedad. Para Zhou Yan, el Perú es un caso especial: “En ningún otro lugar del mundo los chinos y sus descendientes han logrado ser parte de una nación como en Perú y se han desenvuelto de una manera tan exitosa, hasta asimilarse y constituir el universo de la peruanidad. Pero no sólo dependió de los chinos, sino de los peruanos, por eso es un caso irrepetible”. 69 EL Perú de los ESTUDIANTES CHINOS Un grupo de catorce alumnos del Departamento de Español de la Universidad Normal de Hebei emprendió en el 2011 un viaje a Lima para estudiar dos semestres en la Universidad Ricardo Palma, en virtud a un convenio educativo entre ambas casas de estudio. Estos alumnos -trece mujeres y un hombreson parte del primer programa de su tipo en una universidad china con participación directa de una universidad peruana. Este plan ha sido diseñado por la Dra. Rosa Filipchuk, directora del Programa de Español de la Universidad Ricardo Palma. En China, las impulsadoras de este viaje fueron Cecilia Lozano Espinoza y Adelí Sánchez Bermúdez, profesoras del centro universitario peruano, que además de enseñar español en Hebei, involucraron a sus estudiantes chinos en la cultura latinoamericana, y despertaron en ellos, el sueño por conocer el Perú. Las familias de estos alumnos, la mayoría de clase media y origen rural, costearon el pasaje aéreo y la estancia de diez meses en el Perú con sus propios ahorros o por intermedio de préstamos educativos que otorgan los bancos chinos. Todos son hijos únicos y forman parte de la nueva generación de estudiantes chinos que viajan cada año al extranjero. En el caso del estudio del idioma español, hasta hace poco las miradas estaban puestas exclusivamente en España. Sin embargo, a partir del continuo incremento comercial entre China y América Latina, cada vez más familias chinas están optando por países latinoamericanos. Todos son hijos únicos y forman parte de la nueva generación de estudiantes chinos que viajan cada año al extranjero. 78 70 Los estudiantes confiesan que antes de conocer a sus maestras peruanas, el Perú no figuraba en sus mapas. El interés aumentó cuando recorrieron la exposición arqueológica peruana que se exhibió en el Museo Nacional de China, visitaron la Embajada del Perú y degustaron platos típicos con una familia peruana. Todas estas vivencias convencieron a los estudiantes y a sus padres que el Perú, pese a su lejanía y el desconocimiento que lo envuelve, podía ser también una opción válida. “Voy a conocer el Perú a través de los ojos de mi hija que habla mucho sobre este país aunque nunca ha viajado. Era su sueño y ahora se ha cumplido”, comentó una de las madres en el aeropuerto. ¿Y cuáles fueron las impresiones de estos jóvenes cuando volvieron a China? Estas son algunas de sus historias y las palabras que eligieron para definir al Perú y a los peruanos: Diego “La música, los bailes como la Danza de Tijeras y los instrumentos andinos, charango, zampoña y quena son maravillosos. Los compré casi todos. Aprendí a tocar el charango. Una vez en Las Brisas del Titicaca subí al escenario. Un chinito de la lejana China tocaba su charango. La comida es muy rica. Me gusta especialmente el cebiche que lo comía todos los días. También me compré una camiseta de la selección peruana de fútbol y me hice hincha de los equipos Universitario y Alianza Lima. Hay un postre como el Clásico: arroz con leche y mazamorra morada. Machu Picchu ya está en mi corazón. Me siento como peruano. Mi palabra es charango”. Isabel “China y Perú no se conocen. Cuando llegué al Perú los amigos peruanos me preguntaban si era verdad que los chinos comemos escorpión, insectos y perro. Pero eso no es así. Cuando volví a China mis amigos chinos me preguntaban ¿dónde está el Perú?, ¿está en África?, ¿los peruanos son negros? Y eso tampoco es así. Todo esto me hace pensar que falta una verdadera comunicación entre China y el Perú. Necesitamos conocernos más para entendernos. Mi palabra es comunicar”. Ana “Me impresionó mucho la arquitectura del Centro de Lima. En China, la arquitectura es muy semejante, en Perú cada casa es diferente. Cada peruano es tan cordial. Cuando preguntamos una dirección, la gente siempre nos lleva hasta nuestro destino. Todavía recuerdo a una mujer en el parque frente 71 79 donde vivía. Era una desconocida pero me contó toda su vida. Lima ya es mi segunda ciudad natal. Mi palabra es cordial”. Elena “El tráfico es el espejo de un país. Al principio me daba mucho miedo viajar en bus, combi o carro. No me gustaba la velocidad del chofer. Pero después me di cuenta que mucha gente sube para cantar, tocar y contar sus historias. Había pasajeros que me hablaban y me preguntaban sobre China. Siempre me ofrecían su ayuda, la gente es tan amistosa. El tráfico es como la economía del país. No es muy desarrollado pero está en vías de desarrollo. La rapidez del chofer representa la rapidez del desarrollo del Perú. Mi palabra es amistoso”. Luz “La combi es el reflejo de la sociedad peruana. Allí suben los payasos. En China no tenemos payasos. El cobrador permite que el payaso viaje gratis para ganarse la vida. Los peruanos son todos cantantes y bailarines. Los ambulantes venden golosinas, chifles y caramelos de limón, y siempre tienen clientes. En China solo los niños compran eso. Creo que a los peruanos les encantan las golosinas, por eso están llenitos. En el Perú el ritmo de vida es diferente. Aquí en China solo hacemos dos 82 74 cosas: trabajar y descansar. Y si descansamos es para trabajar más. Pero allá, sean pobres o ricos, los fines de semana descansan. Aquí ni el millonario descansa. Mi palabra es payaso”. Emilia “La ciudad del Cuzco es muy hermosa, aparte de su paisaje maravilloso, me gustan las casitas antiguas. Cada ciudad registra la historia de un país. Aunque soy china me siento muy orgullosa de Cuzco y Machu Picchu. En China cada vez tenemos más casitas antiguas destruidas. El ritmo de vida de los peruanos es lento. Para los peruanos nada es muy urgente. Llegan tarde a clase, al trabajo, a las reuniones, pero están contentos. Antes yo siempre vivía con mucha prisa. Quería hacerlo todo pero nada lo disfrutaba. De los peruanos he aprendido que las prisas no funcionan. Mi palabra es antiguo”. Teresa “Lo más impresionante son las iglesias del Perú y sus fiestas católicas. Cada domingo iba a la iglesia para ver al sacerdote, escuchar la misa y cantar las canciones. He vivido con una familia peruana. Me invitaron a celebrar los 80 años de la abuela. Son todos tan alegres, querían que yo baile salsa pero no pude aprender. He traído conmigo el libro de una amiga peruana. Cuando ella venga a China se lo voy a devolver. De esa forma nuestra amistad no va a terminar. Mi palabra es familia”. Iris “Vivía con una familia que era de Arequipa. La Navidad me impresionó mucho. La abuela le agradeció a Jesús por proteger a su familia, casi llorando. Todos estaban juntos, emocionados, e intercambiaban regalos, como el Año Nuevo Chino. Los fines de semana, preparaban comida arequipeña. Me gusta tanto el chupe. Hay mucho amor en esa familia. La diferencia con China es que allí cada quien tiene su propio espacio personal. Pero igual se aman y son felices. Mi palabra es familia”. Sofía “La noche antes de partir nos fuimos a Barranco por última vez. Ya había ido tres veces a Barranco pero me gusta mucho. Le gritamos al mar: ¡Perú, un día vamos a regresar! Quiero pensar que un día voy a volver al Perú. Quizás sea como voluntaria para enseñar chino. Antes he ido a la montaña como voluntaria y conocí a niños peruanos muy pobres. Hablé con una niña y ella me preguntó, ¿de dónde vienes? Le respondí que de China. ¿Qué es China?, me dijo. Como me gusta tanto la comida peruana, en diez meses he subido cinco kilos. Y no solo eso. He traído sobres de arroz con pollo y cebiche. Mi palabra es Barranco”. “Antes yo siempre vivía con mucha prisa. Quería hacerlo todo pero nada lo disfrutaba. De los peruanos he aprendido que las prisas no funcionan”. 75 83 El Perú LA MARCA DEL DRAGÓN Así imaginó Pu Tian, un niño chino de 11 años, al Perú. Pu Tian, nunca ha salido de China pero viaja con su imaginación a través de Internet. Su obra participó en el concurso infantil “El Perú en mi Imaginación”, representando a su colegio Zhongguancun No.2 de Beijing. Pu Tian confiesa que no conocía absolutamente nada del Perú hasta que su profesor mencionó el concurso. Fue entonces que buscó información y fotos en Internet. “Un país ancestral y misterioso” fue su primera conclusión tras sus investigaciones en línea. Lo primero que saltó en Baidu (buscador chino tipo Google) que captó su atención fue la foto donde aparecía el logo de la “Marca Perú”. Pu Tian descubrió que la “P” era en realidad el cuerpo de un dragón chino. Se acercó un poquito más, pudo ver la cabeza y la dibujó. Buscó más en Internet y encontró la bandera y el escudo nacional. Eligió el árbol de la quina y la vicuña. Continuó en su búsqueda y se topó con las líneas de Nazca. De allí seleccionó las figuras del mono, colibrí, araña y manos. 76 A mitad del camino recorrido, Pu Tian fue en búsqueda de los elementos chinos. Además de la cabeza del dragón chino, incorporó la nubes, símbolo de los Juegos Olímpicos Beijing 2008, las flores y el pasto. Tres niños de diferentes razas corriendo felices con dirección al sol, una vicuña que los sigue y el dragón que los ampara completaron su obra. Pu Tian está convencido de que existe una relación espiritual entre el sol, el dragón y la vicuña. Por cierto, nunca ha visto una vicuña pero le parece que es un animal muy hermoso que simboliza al Perú. Tampoco ha visto cara a cara a un niño peruano. Por eso cree que son rubios, como los otros occidentales de América. El sueño de Pu Tian es que algún día, los niños peruanos y chinos puedan participar de un juego inventado por ellos mismos, donde el idioma o las costumbres no sean impedimentos. Son precisamente los niños peruanos y chinos los que aquel día recogerán los frutos de la amistad entre ambos países. No se lo digo, ya que toca a los adultos cultivar los campos que hace cuarenta años hemos sembrado. Y Pu Tian tiene más sueños todavía. Quiere ser pintor de brocha fina o diseñador gráfico. También quiere “algún día cuando sea grande”, visitar el Perú, “un país ancestral y misterioso 86 78 como China”, sostiene convencido. Imagina que los niños peruanos deben creer que China es “un país ancestral y misterioso”. Entonces mira al techo y enuncia su último descubrimiento “¡Nos parecemos!”. Sí Pu Tian, te juro que nos parecemos. Y Pu Tian tiene más sueños todavía. Quiere ser pintor de brocha fina o diseñador gráfico. También quiere algún día cuando sea grande, visitar el Perú. 79 8788 AGRADECIMIENTOS “Cuando bebas agua recuerda la fuente” dice un antiguo proverbio chino. Este libro se cierra con un profundo agradecimiento a: la Embajada del Perú en China por la iniciativa de reunir estos relatos; el Diario El Comercio por permitirme buscar a estos personajes; el Centro de Estudios Hispánicos de la Universidad de Beijing por la impecable traducción al idioma chino; la Embajada de China en el Perú por esa beca que en el 2003 me trajo por primera vez a este país. Y especialmente, mi eterna gratitud a todos los entrevistados por compartir sus apasionadas historias. Muchas gracias por querer a mi Perú. Patricia 80