Vocalía de TIEMPO LIBRE en PDF

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VOCALÍA de OCIO Y TIEMPO LIBRE en JMV
Introducción
La Vocalía de Tiempo Libre es el gran descubrimiento en JMV. No se
trata de llenar tiempos de ocio sino de llevar a la celebración de la vida
cuanto se viene conociendo y sintiendo, el hallazgo de la Fe y el gozo
de sentirse parte de esta obra de la Creación.
La Vocalía de Tiempo Libre puede hacer que muchos miren las “estrellas” con ojos nuevos y que les guste.
Valoración bíblica del ocio y tiempo libre
Los creyentes de Israel fueron esclavos de los egipcios y unieron el nacimiento de su fe a la experiencia de la libertad en el paso del Mar Rojo.
Cuando llegaron a la tierra prometida instituyeron el “sábado”, un día
para celebrar que pertenecían a Dios antes que al faraón o cualquier
patrón; por eso debían descansar: “No olvides que fuiste esclavo en la
tierra de Egipto, de la que tu Dios te sacó con su mano poderosa y brazo
extendido. Por eso, tu Dios te manda guardar el día del sábado” (Dt 5,
15).
Tanta importancia religiosa dieron a esta institución del descanso sabático que cuando se imaginaban a Dios mismo trabajando para ordenar la
creación, le hicieron descansar el séptimo día (Gn 2,1-3).
El día de descanso no es para que el trabajador pueda producir más al día
siguiente. El trabajo tiene ahora un objetivo distinto: participar en la
obra liberadora de Dios; imitar a Dios en su obra creadora y colaborar en
la humanidad nueva.
Celebrar el descanso sabático supone revivir las maravillas de Dios con la
humanidad, alimentar la memoria y la esperanza de libertad, provocar la
creatividad humana, dar espacio a la fiesta porque no somos esclavos de
nadie ya que Dios es nuestro Liberador.
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En tiempo de Jesús, la ley del sábado se había convertido en una ley
opresora: los doctores de la ley prohibían, en nombre de Dios, acciones
humanitarias como sanar enfermos, coger espigas para matar el hambre…
Jesús vino a mostrar nuevamente el sentido verdadero del tercer mandamiento. “El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el
sábado” (Mc 2,27). Pero Jesús fue calumniado por esta pretensión: “algunos de los fariseos decían: este no puede ser un hombre de Dios porque
no respeta el sábado” (Jn 9,16). Jesús no acepta esta crítica, sino argumenta que su Padre sigue trabajando para sustentar la vida del pueblo
“mi Padre no cesa de trabajar; por eso yo trabajo también en todo
tiempo” (Jn 5,17).
Los primeros cristianos vieron cumplidas todas estas expectativas del
sábado en la resurrección de Jesucristo, tal como lo atestiguan los discípulos de Emaús (Lc 24, 27) o María Magdalena con los apóstoles (Jn 20).
Por eso celebraron el día del Señor (el domingo) en el “primer día de la
semana”, el día de la nueva creación. El domingo es el “octavo día” en
que Cristo, tras su “reposo” del gran Sabat, inaugura el “día que no conoce ocaso” (Catecismo Iglesia Católica, 1166).
La eucaristía de los primeros cristianos visualiza y realiza el sentido del
domingo. En la eucaristía anticipamos la humanidad nueva. Veían en ella
una vivencia anticipada sacramentalmente de la maravillosa comunión
entre los hermanos y el Padre que se dará cuando el Reino alcance toda su
plenitud.
San Juan Crisóstomo lo expresa así: “En el viejo mundo, el rico se prepara
una mesa espléndida y goza abundantemente de sus deleites, mientras la
pobreza impide a los indigentes disfrutar de lujos semejantes. En cambio, cuando celebramos la eucaristía, las cosas son muy distintas: una
misma es la mesa del rico y del pobre. Tanto el emperador como el
mendigo que pide limosna a la puerta tienen la misma mesa” (S. Juan
Crisóstomo, Homilía sobre los que se embriagan y sobre la resurrección de
Cristo, 3 PG 50,437).
En definitiva, el día del Señor da la medida al ocio cristiano: alimentar la
memoria de las maravillas divinas, fortalecer la esperanza de la libertad,
provocar la creatividad humana, dar espacio a la fiesta porque no somos
esclavos de nadie al ser Dios nuestro Liberador. Nos presenta un horizonte
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distinto de lo que los medios de comunicación reflejaban (evadirnos de la
realidad, consumismo, sumisión, no ser protagonistas, mercantilismo)
El ocio y el tiempo libre en la Doctrina Social de la Iglesia
La Iglesia siempre ha sido celosa de este sentido liberador del ocio y
tiempo libre y por eso estableció el descanso dominical entre sus mandamientos en todas las épocas de la historia. En tiempos de la Revolución
Industrial, León XIII salió al paso de la amenaza del descanso y fiesta
semanal. Desde el punto de vista humano la persona tiene obligaciones
para consigo mismo: “Lo primero que se ha de hacer es librar a los pobres
obreros de la crueldad de los ambiciosos, que abusan de las personas sin
moderación, como si fueran cosas para su medro personal” (Rerum Novarum, 31). El obrero no es un animal o una máquina.
El concilio Vaticano II dirá que los seres humanos, creados a imagen de
Dios, deben gozar del descanso y tiempo libre para poder atender su vida
familiar, cultural, social y religiosa (Gaudium et Spes, 67).
El carácter religioso de este fundamento marca el sentido del descanso.
El ocio cristiano no es para quedarse sin hacer nada sino para enraizarse
con el verdadera vocación humana y disfrutar haciéndose servidor sin ser
esclavo de nadie: “De aquí se deduce la necesidad de interrumpir las
obras y trabajos durante los días festivos. Nadie, sin embargo, deberá
entenderlo como el disfrute de una más larga holganza inoperante, ni
menos aún como una ociosidad, como muchos desean, engendradora de
vicios y fomentadora de derroches de dinero, sino justamente del descanso consagrado por la religión. Unido con la religión, el descanso
aparta al hombre de los trabajos y de los problemas de la vida diaria,
para atraerlo al pensamiento de las cosas celestiales y a rendir a la suprema divinidad el culto justo y debido” (Rerum Novarum, 30).
Juan Pablo II nos dice que el día del Señor debe vivirse siempre como el
día de la liberación, que lleva a participar en “la reunión solemne y
asamblea de los primogénitos inscritos en los cielos (Heb 12,22-23) y
anticipa la celebración de la Pascua definitiva en la gloria del cielo”
(Carta apostólica. Dies Domini, 26).
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El domingo es un día de gracia y de descanso en que se construye la nueva
humanidad, cuyo sacramento es la Iglesia. Los cristianos celebramos el
paso de Dios entre nosotros y nos sentimos enviados a retomar su proyecto con los hermanos privados de los derechos fundamentales a causa
de la pobreza o la injusticia.
Convivir en familia, la iglesia doméstica, es cuidar la maqueta del proyecto que Dios quiere para toda la humanidad: una familia donde todos
tengamos sitio en la mesa y no haya otros dueños de la vida que el Padre
todos. El domingo es el día para dedicar a la familia y a los marginados el
tiempo y los cuidados difíciles de prestar los otros días de la semana
(Catecismo Iglesia Católica, 2186).
El Vocal de Ocio y Tiempo Libre en JMV
El fundador de los grupos Scouts, Robert Baden-Powell, definió su
actividad como método educativo que tiende a la formación de ciudadanos activos, alegres y útiles.
El Vocal de Tiempo Libre, dentro de la acción Pastoral, y vinculado
especialmente a la Nota Laical de JMV, debe mirar por la actividad y por
la pedagogía que usa para:
Descubrir íntegramente la obra de Dios en la creación;
Formar nuevas actitudes que interioricen integralmente los
contenidos;
Aprender a sacar la religión de los templos y descubrir a Dios
en la naturaleza y la profundización del mensaje en el arte.
Todo Vocal sabe que el Mensaje cristiano es como el Maná: no se
guarda y si no se consume, si no se comparte, se pierde. Y esta Vocalía
tiene esa Misión: activar la vida Evangélica del grupo y no dejar que se
pudran los valores humanos, evangélicos y vicencianos.
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¿Qué le corresponde hacer al Vocal de T. Libre en JMV?
Al Vocal de Tiempo libre le corresponde:
Profundizar en los valores evangélicos desde el conocimiento de todas
las ciencias y desde el descubrimiento del sentido de la Fe en nuestra
sociedad (Estatutos, art. 4.2; Estilo de Vida, art. 1.2.7 y 10)
Procurar la formación en la Escuela de Tiempo Libre de JMV, denominada JUMAVI, a fin de que contemos con educadores-animadores y
agentes adecuados que puedan dar respuesta a nuestras necesidades
dentro del Proceso de Maduración en la Fe; y la participación en cursillos que favorezcan el desarrollo del catequista en su formación
catequética y de tiempo libre (Estatutos, art. 6.3).
Completar la Acción formativa y catequizadora desde la Acción Pastoral del Tiempo Libre (Estatutos, art. 4.2; Estilo de Vida, art. 1.2.9 y
10).
A partir de estos objetivos claros, es competencia del Vocal de
Tiempo Libre:
Promover en el Centro la Pastoral de Tiempo Libre, la formación en
la Escuela JUMAVI y la programación de Tiempo Libre de cada uno
de los Niveles y de las Etapas.
En los momentos de ocio y tiempo libre, apoyar y ayudar al catequista en su servicio.
Aportar la visión general y panorámica de Tiempo Libre en cada una
de las sesiones.
Para poder llevar a cabo los objetivos y las acciones, es importante
que el vocal de Tiempo Libre tome conciencia de su deber.
La Vocalía de Tiempo Libre necesita de jóvenes preparados, tanto en
Catequesis como en el campo del Ocio y Tiempo Libre, capaces de llevar
a efecto los programas y convencidos de que la Pastoral Juvenil es amplia
y hay muchas formas distintas de llevarla a cabo.
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Desde esta Vocalía las catequesis van a tener una visión distinta: se
profundiza desde una nueva visión de vida.
El Vocal de Tiempo Libre en el Grupo
Todo grupo, tanto de Infantiles como Juveniles o de Jóvenes, de
cualquier edad y Etapa, ha de tener un Vocal de Tiempo Libre.
Se elige para esta Vocalía al miembro del grupo que sea:
Más sensible con la naturaleza,
Esté más dispuesto a hacer marchas y senderismo,
Esté deseoso de llevar la Catequesis a la riqueza que Dios ha
puesto en nuestras vidas y en la creación.
Al Vocal de Tiempo Libre le corresponde:
Aceptar y realizar este servicio, desde la Vocalía, como signo de
compartir y de corresponsabilidad (Estatutos, art. 12.4).
Animar a participar en las actividades y dinámicas programadas.
Preparar, junto con el Catequista, las actividades programadas
en el campo del ocio y tiempo libre, adaptadas a la edad y Nivel
o Etapa del grupo.
Informar al grupo de cuanto se está preparando.
Acudir a las reuniones junto a los Vocales de Tiempo Libre de los
distintos grupos.
El Vocal de Tiempo Libre en el Centro
El Centro, como Comunidad de Comunidades, tiene tantos vocales
como grupos.
El Vocal de Tiempo Libre del Centro es elegido por los Vocales de
Tiempo Libre de los grupos.
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A él le corresponde:
Representar a los Vocales de Tiempo Libre en el Consejo de
Centro.
Procurar que todos los grupos del Centro tengan la Vocalía de
Tiempo Libre.
Informar a los Vocales de Tiempo Libre de las Acciones específicas que se vayan a realizar en el Centro y que atañan a la
Vocalía.
Velar para que el Centro cuente con Catequistas con formación
en el Tiempo Libre.
Reunir, periódicamente, a los Vocales de los grupos para informarles y para que le informen de su Vocalía en los grupos.
Informar al Consejo Diocesano de lo que atañe a su Vocalía.
Organizar las acciones específicas que marca la Programación
Catequética de cada Etapa del Proceso de Maduración en la Fe
de JMV.
Mantener contacto directo con los responsables de la Escuela
JUMAVI, a fin de que no se detenga la acción evangelizadora por
falta de orientación e información.
El Vocal Diocesano de Tiempo Libre
El Vocal Diocesano de Tiempo Libre es elegido por todos los Vocales
Locales de Tiempo Libre y les representa en el Consejo Diocesano.
Para ello se exige:
Ser Monitor de Tiempo Libre por la Escuela JUMAVI, preferentemente y experiencia en este campo.
Estar en Segunda Etapa del Proceso de Maduración en la Fe.
Haber realizado la Escuela de Formación, en la Rama Catequesis.
Tener ilusión, imaginación y mucha creatividad.
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A él le corresponde:
Asistir a la reuniones del Consejo Diocesano.
Mantener contacto con todos los Vocales Delegados de Centro
teniendo reuniones con ellos para intercambiar información.
Visitar los Centros, en la medida de lo posible, para conocer más
directamente a los Vocales de Tiempo Libre.
Facilitar información específica en el campo del tiempo libre.
Ayudar a concretar y a ejecutar las programaciones.
Informar periódicamente al Consejo Provincial de las actividades programadas y la evaluación de las realizadas.
Mantener relación con la Pastoral de Tiempo Libre de la Diócesis
y, a ser posible, con las Escuelas que existan.
El Vocal Provincial de Tiempo Libre de JMV
Es elegido por los Vocales Diocesanos de Tiempo Libre. Su misión es
importante. Es quien va a impulsar el nuevo estilo de Pastoral en JMV.
A él le corresponde:
Mantener relación directa con los Vocales de Tiempo Libre
Diocesanos y, en la medida de lo posible, también con los Locales.
Informar a los Vocales Diocesanos sobre los cursos de la Escuela
JUMAVI y del proyecto Pastoral Provincial y Nacional.
Enviar un informe Provincial al Secretariado Nacional y a la
Escuela JUMAVI indicando el programa que se ha seguido y los
resultados obtenidos.
El Vocal de Tiempo Libre tiene que estar alerta y mantenerse
vigilante, explorar alturas y comunicar las experiencias.
No hay que olvidar que DIOS VIENE A JUGAR AL TIEMPO LIBRE.
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“La Vocalía de Tiempo Libre
puede hacer
que muchos miren las estrellas
con ojos nuevos
y que les guste”
JUVENTUDES MARIANAS VICENCIANAS
SECRETARIADO NACIONAL JMV
C/ José Ábascal, 30 – 28003 Madrid
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