reintegra miembro asociado de dni en mexico

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REINTEGRA MIEMBRO ASOCIADO DE DNI EN MEXICO
SITUACION DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS QUE SON HIJOS DE PADRES QUE
SE ENCUENTRAN PRIVADOS DE LA LIBERTAD
Febrero 2011
“La familia es un lugar de encuentros, en ella coinciden de manera natural varios
seres humanos, no por casualidad, sino unidos por la paternidad, la filiación o la
fraternidad”1, por lo tanto toda persona tiene derecho a la vida en un ambiente
familiar que promueva el desarrollo de todos y cada uno de sus integrantes.
Los Estados están obligados a proveer a las familias con asistencia o apoyo,
según sea necesario, para colaborar con la satisfacción de las necesidades
fundamentales del niño, toda vez que “la familia tiene, al mismo tiempo, una
naturaleza dual de carácter social, público y privado: condensa en su seno a la
sociedad entera y se muestra hacia el exterior, como una institución clave en la
organización social”2
El Sistema Penitenciario Mexicano ha tratado de adoptar políticas más favorables
y garantistas de los derechos de las personas legalmente privadas de su libertad,
teniendo como eje el reconocimiento del respeto por su vida, dignidad e integridad
personal.
En ese sentido, los padres que se encuentran internos en algún Centro
Penitenciario de México no pierden la patria potestad de sus hijos; salvo dos
supuestos3:
1.- Cuando el que la ejerza sea condenado por la comisión de un delito
doloso en el que la víctima sea el menor; y
2.- Cuando el que la ejerza sea condenado por dos o más veces por delito
grave.
De ahí que a las niñas y niños no se les tome en cuenta cuando su padre o madre
esta siendo sentenciado, salvo que éstos sean procesados ante una conducta
ilícita en su agravio; en cuyo caso la niña o el niño podrán expresarse ante una
autoridad judicial en respeto a su derecho de ser oído.
Kawage De Quintana, Alejandra. “Diplomado en orientación familiar para Maestros, Modulo I”. citado por VILLANUEVA CASTILLEJA, Ruth en: Los
menores Infractores en México. Porrúa, México, 2005, pp.48.
2 Leñero Otero, Luis. “Las familias en la Ciudad de México” citado por FERNANDEZ RAMIREZ, María Estela, Sergio Guzmán, Ross Mery Rosales en
La Reintegración de Adolescentes en Conflicto con la Ley. Reintegra. México, 2007, pp. 139.
3 Código Civil Federal Mexicano artículo 444 fracciones V y VI sucesivamente.
1
Tratándose del tema de la familia, en particular del tema de los hijos de padres
recluidos hay que señalar que la legislación nacional en materia de reclusión no
establece de forma clara la situación de dichas niñas y niños.
El tema se relaciona directamente con las mujeres que son madres, ya que no
existe ninguna disposición reglamentaria para los varones que son padres. En
ese sentido, la mayoría de las legislaciones locales en materia penitenciaria y de
ejecución de sentencias no establecen si las niñas o niños tienen derecho a
permanecer o guardar contacto con sus padres recluidos.
En la mayoría de estados que conforman el país se establecen de forma general
las reglas aplicables a las mujeres que deseen mantener consigo a sus hijos en
los centros penitenciarios.
En cuanto a las situaciones que enfrentan las niñas y niños que viven en algún
centro penitenciario con su madre se destacan las siguientes4:
La gran mayoría de las mujeres recluidas ocupan centros que no fueron
construidos para ellas y, por lo tanto, las áreas que tiene asignadas son
reducidas.
Asimismo, en los Centros Penitenciarios del país las niñas y niños deben
compartir el dormitorio con sus madres y otras internas.
En algunos centros, los reglamentos internos fijan una edad limite para que
las niñas y los niños puedan permanecer en ellos, generalmente es hasta
la edad de 6 años.
Una vez que llegan a esta edad, las niñas y niños son entregados para su
cuidado a sus familiares o bien al Sistema estatal de Desarrollo Integral de
la Familia (DIF) que es la instancia para la asistencia social en México. En
algunos casos apoyan instituciones de asistencia privada ó religiosas,
generalmente con un esquema tradicional de cuidado en internamiento.
Los centros penitenciarios carecen de programas permanentes de atención
médica y de cuidado del desarrollo físico y psicológico de las niñas y niños
que viven ahí con sus madres. Tampoco existen programas especializados
para favorecer el vínculo de los hijos pequeños y su madre cuando los hijos
deben dejar el centro penitenciario. Sólo queda el recurso de las visitas de
los pequeños al centro penitenciario en los días y horas dispuestos, pero
sin ninguna forma de atención especializada a favor de los niños.
4
Ante estas violaciones a los derechos no sólo de las mujeres internas sino también de las niñas y niños que viven con en algún centro penitenciario la
Comisión Nacional de Derechos Humanos realizó una recomendación general sobre mujeres internas en Centros de Reclusión en la República
Mexicana.
A pesar de que en diversos Reglamentos de Reclusorios y Centros de
Readaptación se establece que los hijos de las internas en caso de que
permanezcan dentro de la institución deberán recibir atención pediátrica no
en todos los centros penitenciarios femeniles se cuenta con un pediatra y
mucho menos un sistema de salud integral. Por lo general, las niñas y niños
que viven en centros de reclusión son atendidos por médicos que atienden
a la población en general.
Algunos centros penitenciarios cuentan con un Centro de Desarrollo Infantil
(CENDI), el cual brinda atención a las niñas y niños, organizándoles
actividades recreativas y cursos educativos bajo un esquema de guardería
durante el día.
Una vez que se concluyen las actividades en el CENDI, las niñas y niños
regresan a los dormitorios con sus madres.
Cabe señalar que no todas las niñas y niños asisten al CENDI, pues esto
depende de la autorización de la madre, que no en todos los casos acepta.
Únicamente en la Colonia Penal Federal Islas Marías existen escuelas para
las hijas e hijos de los presos, que van desde el nivel preescolar, primaria,
secundaria hasta la preparatoria. Ya que el Modelo de esta colonia es
precisamente que la familia del interno ó interna se traslade a vivir todo el
tiempo de la condena a dicha isla. El Modelo es mucho más amplio e
integral pues considera actividades laborales, educativas, de esparcimiento,
atención en salud, etc. para presos por delitos del fuero federal. Este centro
es la excepción, más no la regla en el país.
Este tema se ha posicionado recientemente como prioritario entre diversas
instituciones gubernamentales y privadas, manejándose no sólo desde la
perspectiva del respeto a los derechos fundamentales de las mujeres sino también
de los derechos de la infancia y la adolescencia.
Consideramos que los principales problemas que enfrenta este sector de niños
es la falta de una experiencia familiar positiva, ya que además de enfrentar la
separación de uno de sus integrantes, consecuentemente no cuentan con las
mejores condiciones económicas así como el respaldo de programas e
instituciones que atiendan las necesidades propias de su desarrollo. También se
presentan dificultades como consecuencia del estigma de ser hijos de
“delincuentes” que pesa sobre ellos aún en ambientes naturales como la escuela y
la comunidad donde viven.
Apoyo de las Organizaciones de la Sociedad civil.
En México si existen OSC que se encuentran trabajando en esta problemática,
tales como: Protección a los hijos de presos, A.C. en Guadalajara, Jalisco y
Albergue para la protección de los hijos de presos A.C. en el D.F.; sin embargo
aun falta la sistematización de su experiencia para conocer más sobre su trabajo.
Actualmente, en el Distrito Federal la Oficina de UNICEF en México y el programa
oficial de asistencia (DIF) se encuentran realizando un análisis sobre la situación
de las hijas e hijos de madres recluidas, con el fin de promover reformas legales
en el Reglamento de Reclusorios y Centros de Readaptación Social. Esta iniciativa
es muy importante y Reintegra DNI México como socio de UNICEF en México
para temas de Justicia Penal Juvenil participa en estas acciones de incidencia en
política pública, debate y propuestas de acción.
Reintegra, Miembro asociado de DNI en México tiene un programa de trabajo con
Jóvenes adultos (mayores de edad) para recuperar la libertad cuando tienen el
beneficio de la libertad bajo caución o fianza económica. Como parte de este
proyecto se entra en contacto con aquellos presos que son madres o padres y se
les proporciona orientación y apoyo psicoafectivo para mejorar sus relaciones
familiares y de cuidado con los hijos. Lo mismo sucede en el programa de Justicia
de Adolescentes (Menores de 18 años) que ya son padres a fin de que mejoren
los vínculos de comunicación, afecto y apoyo, y lleven a cabo acciones que
favorezcan su reintegración familiar.
En los programas de reintegración ya sea mediante medidas privativas de la
libertad ó bien, medidas alternativas a la reclusión que se imponen a los
adolescentes, se lleva a cabo una metodología para la construcción de su plan de
vida mismo que da prioridad al apoyo y vínculo familiar. Por su parte la familia del
adolescente que puede ser sus padres o hermanos en el caso de la familia de
origen, o bien su pareja e hijos en familias recién conformadas, tienen un papel de
participación importante en el programa de tratamiento para que desarrollen sus
capacidades y habilidades sociales así como para fortalecer los factores de
prevención de riesgos sociales como la reincidencia delictiva, la violencia o el
consumo de drogas. Sin embargo, en Reintegra, DNI México no tenemos un
programa especial con los hijos de personas privadas de su libertad de forma
directa.
Elizabeth Zaragoza Ruiz.
Francisco Castellanos García
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