LEDS Y LDS EN COMUNICACIONES ÓPTICAS Para que un dispositivo emisor de luz pueda emplearse para transmitir información se necesita que cumpla unas serie de condiciones. Las más importantes son: Los • que produzca un haz monocromático • que la radiación se pueda acoplar a la fibra óptica con facilidad, • que la potencia óptica se pueda modular por medios electrónicos • que la respuesta sea suficientemente rápida. emisores preferidos en Comunicaciones Ópticas guiadas son dispositivos optoelectrónicos semiconductores que operan en el infrarrojo próximo, concretamente diodos emisores de luz (LED) y diodos láser (LD). En un bloque previo de apuntes se repasaron algunos aspectos de la teoría de SCs –unión p-n, diagramas E-k, niveles y seudoniveles de Fermi– y su relación con los emisores. En este bloque se van a dar por sabidos los conceptos mostrados allí, aunque se repasan ciertos detalles adicionales. Posteriormente se introduce el fundamento de la emisión en uniones p-n y se aplica a LEDs y LDs. Para éstos últimos se necesita además el conocimiento previo del comportamiento de cavidades Fabry-Pérot y de la emisión estimulada, que también se han presentado en bloques anteriores. Figura 1. La emisión de un LED se produce en la zona depletiva, donde existe abundancia de electrones y huecos produciéndose abundantes recombinaciones. En el resto del diodo no hay suficientes pares para que la tasa de recombinación sea significativa. COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 2 EMISIÓN EN UNIONES p-n Una unión p-n fuertemente dopada y polarizada en directa acumula abundantes electrones y huecos en la zona depletiva, aumentando significativamente la tasa de recombinación radiativa. Un LED (Fig. 1) es un diodo que emite una parte significativa de la energía de recombinación e--h+ en forma de fotones (luz). Gap directo e indirecto No todos los materiales SC son adecuados para utilizarse como LEDs. Tan sólo aquellos que poseen gap directo en un diagrama E-k (materiales III-V, por ejemplo) presentan tasas de recombinación radiativa que compiten con las tasas no radiativas. La razón es que los materiales de gap directo pueden recombinar sus pares e--h+ emitiendo simplemente un fotón, mientras que los de gap indirecto deben absorber o emitir un fonón simultáneamente a la emisión del fotón. Recuérdese que en una representación E-k, los fotones son eventos (casi) verticales –gran intercambio de energía, poco momento– mientras que los fonones son (casi) horizontales –gran intercambio de momento, poca energía–. En la figura 2 se representan ambos casos, utilizando una aproximación parabólica del mínimo de la banda de conducción y el máximo de la banda de valencia: E = Ec + h 2k 2 2mc h 2k 2 E = Ev − 2mv Figura 2. en la banda de conducción y {1} en la banda de valencia Los materiales de gap directo se pueden recombinar emitiendo un fotón. Los de gap indirecto necesitan negociar simultáneamente un fotón y un fonón, proceso altamente improbable. Por ello no sirven como emisores (aunque sí como detectores). COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 3 siendo mc y mv las masas efectivas del electrón en BC y del hueco en BV respectivamente. En la figura 2 se observan también las posiciones de los seudoniveles de Fermi de BV y BC. En cada banda por separado, estos seudoniveles marcan la energía para la cual la presencia de un electrón o un hueco son equiprobables. Las zonas coloreadas en BC y BV marcan respectivamente el rango de energías en que predominan los e- en BC y los h+ en BV. Esas regiones son precisamente las que producen mayor cantidad de recombinaciones, determinando el máximo de emisión del material SC. Obsérvese también que, tal como están situados los seudoniveles, existe una inversión de población entre la parte inferior de BC y la superior de BV. Esta circunstancia será aprovechada cuando planteemos el diseño de diodos láser. Anchura espectral y pico de emisión Tal como se vió en el capítulo de semiconductores, los electrones de BC tienden a “hundirse” a la parte inferior de la banda, y los huecos de BV tienden a “flotar” a la parte superior, siguiendo ambos la distribución de Fermi-Dirac. Sin embargo, el mayor número de portadores se sitúa en una zona ligeramente superior (BC) e inferior (BV), ya que la densidad de estados es muy baja en los bordes de las bandas. Así pues, el pico de emisión de un SC está ligeramente por encima de su gap. Además depende de la temperatura, puesto que ésta modifica la distribución de portadores. Como aproximación se puede calcular la posición del pico como: νp ≈ Eg + kT 2 h {2} En cuanto a la anchura espectral, está también relacionada con la temperatura (aumenta al aumentar ésta, ya que se ensanchan las distribuciones de portadores en las bandas). Resulta casi independiente del material y de la posición del pico de emisión, y se puede aproximar como ∆ν ≈ 1,8kT {3} En la figura 3 se representan los espectros de emisión de algunos materiales III-V. Obsérvese que la posición del pico varía con el material. La anchura espectral en frecuencia es casi idéntica en todos ellos. En la figura las anchuras crecen hacia la derecha porque se están representando en función de la longitud de onda: ∆λ ≈ −1,8 kT 2 ·λ hc {4} COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 4 Figura 3. Espectros de emisión de algunos materiales III-V empleados en dispositivos optoelectrónicos LA DOBLE HETEROESTRUCTURA Hasta ahora hemos obviado un hecho fundamental, que supuso un obstáculo notable en el desarrollo de los LED y LD: la radiación emitida en la unión p-n puede ser reabsorbida por las zonas p y n del SC. Esto hace que el rendimiento cuántico externo del LED sea muy bajo, ya que sólo una pequeña fracción de la luz generada llega a salir al exterior. La solución más inmediata es hacer que la unión p-n esté muy próxima a una de las caras de salida. En este principio se basaron originalmente los LEDs de emisión superficial, que se estudiarán más adelante. Otra solución más elegante consiste en variar la composición de las distintas zonas del SC para modificar el tamaño del gap. Los diodos cuya composición es idéntica en las zonas p y n (salvo dopados) se denominan diodos de homounión. Si la composición varía, se denominan heterouniones. Casi todos los LEDs actuales emplean una doble heterounión, también llamada doble heteroestructura (Fig. 4). En ellas, la composición del material es diferente en la zona p, en la unión p-n y en la zona n. Con una doble heteroestructura se pueden conseguir varias ventajas simultáneas: • Transparencia. Si se hace que el gap de la unión p-n sea menor que los gaps de las zonas p y n, los fotones emitidos por la unión no podrán ser reabsorbidos por dichas zonas. Así pues, el material se vuelve transparente a la longitud de onda de emisión. Esta propiedad se emplea en casi todos los LEDs actuales, y es obligatoria en el caso de los LD. COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – • 5 Confinamiento. Si se dispone la estructura de bandas de forma escalonada, se puede conseguir confinar los portadores en la unión, incrementando la posibilidad de recombinación. • Guiado. Al escoger los materiales de la heteroestructura, se puede buscar además que el índice de refracción de la unión sea superior al de las zonas p y n. En tal caso, el dispositivo se comporta ópticamente como una guíaonda. Esta propiedad se utiliza en los LEDs de emisión lateral (edge-emitting LEDs o ELEDs) y en los LDs, donde el guiado resulta imprescindible para crear la cavidad resonante. Figura 4. Doble heteroestructura empleada en LEDs y LDs. Se consiguen simultáneamente tres efectos: evitar la reabsorción de los fotones generados, confinar la recombinación de portadores, y guiar la luz hacia la salida. COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 6 EL LED El LED es un dispositivo sencillo de manipular y económico, que se adapta bien a enlaces de Comunicaciones Ópticas de poco alcance y moderado ancho de banda. Tienen habitualmente un diagrama de radiación lambertiano (coseno), es decir, bastante abierto, por lo que se adaptan mejor a fibras ópticas con apertura numérica alta, como las fibras multimodo. Es común utilizar LEDs asociados a fibras multimodo de índice gradual en redes de área local. Los LED emiten luz incoherente, a diferencia de los LD. Funcionan por emisión espontánea. Desde el punto de vista eléctrico, un LED es un diodo que se polariza en directa, y necesita para su funcionamiento una fuente de corriente. La respuesta óptica del LED es (razonablemente) lineal con la corriente que lo atraviesa, hasta llegar a saturación. Los LED de primera ventana (850 nm) suelen fabricarse de GaAs y AlGaAs. Los de segunda y tercera ventana utilizan InGaAsP e InP. Existe tres tipos básicos de LED para sistemas de comunicaciones ópticas por fibra: el LED de emisión superficial (SLED), el de emisión por borde o lateral (ELED) y el diodo superluminiscente (SLD) o superradiante. Sus características electroópticas y dinámicas son diferentes, por lo que resultan apropiados en distintas aplicaciones. Así, en distancias cortas (0-3 km), con tasas binarias bajas, se usan SLEDs y ELEDs. Un SLED típico puede funcionar eficientemente hasta 250 Mbps. Van invariablemente asociados a fibras ópticas multimodo, puesto que su diagrama de radiación suele ser bastante abierto (lambertiano). Para distancias mayores y/o tasas binarias más altas, se prefieren los ELED. Éstos pueden modularse a tasas superiores a 400 Mbps, y se asocian tanto a fibras monomodo como multimodo. A distancias y tasas aún mayores se usan los ELED y los SLD. Los SLD son ELEDs diseñados para operar en modo superluminiciscente, por amplificación de emisión espontánea (ASE), tal como se comenta posteriormente. LEDs de emisión superficial Los SLED son diodos que emiten por una de sus caras, p o n. Los más conocidos son los de tipo Burrus (Fig. 5), llamados así en honor de C.A. Burrus, que fue quien los desarrolló. Existe otra variedad llamada plana, que se diferencia básicamente en la estructura, Tanto en uno como en otro caso, el tamaño de la región activa de emisión se limita a una zona circular de 20–50 µm, en el centro de la cara. Para mejorar la eficiencia, se adelgaza la parte de la cara de emisión situada sobre la región activa, ya sea por ataque químico (Burrus) o por construcción. Sobre el hueco practicado se suele fijar una fibra óptica con un adhesivo de tipo epoxi, de modo que la fibra queda situada perpendicularmente a la zona COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 7 Figura 5. LED de emisión superficial de tipo Burrus acoplado a una fibra. activa. Además de garantizar un acoplamiento óptimo de la luz, el adhesivo permite emparejar los índices de refracción reduciendo la reflexión Fresnel de las caras. LEDs de emisión lateral Los LEDs de emission lateral o de borde (edge-emitting LEDs o ELED) surgieron como desarrollo posterior ante la demanda de fuentes que pudiesen alcanzar mayor distancia, a mayor longitud de onda y con mayor tasa binaria. En los ELED, la región activa es una tira estrecha que se crea bajo la superficie del sustrato. Éste se corta o se pule de manera que la tira alcanza los dos extremos del dispositivo. Se emplea una doble heteroestructura con los mismos fines que en los SLED, y además como guiaonda, haciendo el índice de la zona activa superior al de las dos zonas inmediatas. También se confina lateralmente. La faceta trasera se suele tallar o recubrir para hacerla COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 8 Figura 6. LED de emisión lateral. reflectante, mientras que la delantera, por donde se produce la salida del haz de luz, se recubre de un material antirreflexivo. De este modo se optimiza la salida a un solo borde. Los ELED son capaces de acoplar mayor porcentaje de potencia que los SLED a fibras con baja apertura numérica. En algunas aplicaciones se utilizan asociados a fibras monomodo. El rango espectral de la emisión es asimismo más estrecho en los ELED. Como contrapartida, los ELED son más sensibles a los cambios de temperatura que los SLED. LEDs superradiantes Los LEDs superradiantes o superluminiscentes (SLD) son ELED que funcionan a un alto régimen de inyección de corriente. El fenómeno de la superluminiscencia (obtención de más de un fotón en promedio por cada recombinación espontánea) aparece cuando los fotones producidos por emisión espontánea experimentan ganancia por emisión estimulada debida a la alta concentración de pares e--h+ existentes en cada momento. La salida de un COPT2004 IEM-JMO LEDs y LDs – 9 SLD procede de esta amplificación de la emisión espontánea (ASE) y como consecuencia es parcialmente coherente. Los SLD son dispositivos intermedios entre los LED convencionales y los láseres. Presentan una anchura espectral menor que los primeros y mayor que los segundos. Su geometría se aproxima a los LDs, pero carecen de un mecanismo eficiente de realimentación óptica necesario para conseguir alta coherencia (llevan una capa antirreflexiva para destruir la cavidad Fabry-Perot). Cuando se ataca un SLD con baja intensidad, su funcionamiento es semejante al de un ELED. A medida que se incrementa el nivel de corriente, comienza a actuar el fenómeno de la superluminiscencia, y la potencia óptica aumenta de forma no lineal a la vez que se reduce la anchura espectral. Las ventajas principales de los SLD son su mayor potencia acoplada, mayor ancho de banda y menor anchura espectral. Por el contrario, la respuesta no lineal corriente-potencia óptica supone una desventaja, además de su alta sensibilidad a la temperatura, menor fiabilidad y alto precio.